PlatinumAlchemist
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| Tema: ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 4. Claro que tengo un problema, y ese problema... Miér Nov 28, 2012 4:15 pm | |
| AL FIN ESTA LISTO EL CUARTO CAPITULO DEL FIC >W<! MUCHAS GRACIAS POR LEER! Título: ¿Deberiamos pasar al plato principal? Resumen: Harry Potter, un alumno de quinto semestre de Medicina empieza a tener sueños húmedos donde siempre aparece un hombre de ojos negros... todo seria muy normal si estos sueños no fueran tan recurrentes y si no le cobraran factura. Provocando en el chico cansancio crónico y ataques de ansiedad por su misterioso amante. Todo por lo que esta luchando parece irse por el drenaje cuando descubre que su adorado desconocido es igual a su nuevo profesor de Farmacología. El grandioso Profesor Severus Snape. Categoría: Harry Potter Personajes: Harry Potter, Severus Snape, Géneros: Romance, Sobrenatural, Drama Clasificación: NC-17 Advertencias: AU=Universos Alternos, Lemon. Desafío: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2012 Capitulo: 4/12 Completa: Si Disclaimers: Como saben, Harry Potter y sus personajes pertenecen a la Maravillosa J.K. Rowling.[/size] ¿Deberiamos Pasar al Plato Principal? Claro que tengo un problema, y ese problema... tiene nombre y apellido Al día siguiente, todos estaban reunidos en el salón y mientras Harry pasaba hacia su lugar se dio cuenta que todos hablando sobre el tema de moda, el misterioso profesor Snape. -¿sabían que el profesor Snape el próximo año se ira a trabajar en el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica de Inglaterra?-comento Parvati Patil.
-¿sabias que Snape esta trabajando en una cura para la malaria con sujetos que le traen desde áfrica para sus experimentos?- escucho decir a Lee Jordán mientras Harry se sentaba junto Neville, que parecía muy enfrascado también en el tema.
-yo escuche que el profesor Snape rechazo un puesto para Secretario de Salud que le propuso el mismísimo ministro.- comento Hermione tomando asiento junto a Ron, su novio, quien se encontraba roncando sobre el pupitre.
-Pues a mi me pareció muy atractivo- casi grito Pansy desde su grupito de amigas. El silencio reino sobre el salón. Harry sintió como si un balde de agua fría cayera sobre el cuando un chillido múltiple por parte de las chicas inundo el salón. Incluso Hermione… no pudo ocultar un suave suspiro.
-¿vieron sus ojos? Eran tan oscuros que podría perderme en ellos.-comento Hannah Abbott juntando sus manos en pose soñadora.
-su voz es taaan grave y varonil. Casi se me cayeron las bragas cuando hablo para despedirse.- dijo Susan Bones mientras se abrazaba a si misma.
-además tiene esa aura tan misteriosa…- agrego Marietta Edgecombe.
-¿a eso le llaman ser guapo? Si mi abuela cuando despierta es más bella que él.
-bueno, debo aceptar que el profesor Snape no es precisamente guapo, pero es muy apuesto.- contesto Hermione un poco sonrosada para sorpresa de un recién despierto Ron
-¿apuesto? Si a eso le llamas ser apuesto entonces yo merezco ser modelo de pasarela.- comento Ron con el orgullo herido.
Parecía como si todas las chicas se fueran a abalanzar contra el indefenso Ron, mientras vociferaban mil y un virtudes sobre el adusto profesor. Harry por dentro se contenía para callarlas. ¿Cómo se atreven estas a hablar de mi profesor? ¡Yo lo he visto primero! Le escocia las entrañas que sus compañeras pudieran expresar su interés por el profesor cuando el había tenido que soportar la mirada de asco que le dirigió ayer.
-aaah~ él es tan masculino que quiero que me empotre contra su escritorio y me de duro~- chillo burlonamente Ron, parodiando la irritante voz de sus compañeras y recibiendo carcajadas de parte de casi todos sus compañeros hombres...
-Me halagan los cumplidos que usted arroja sobre mi persona, Señor Weasley. Pero agradecería que se los guardara para si.-una profunda voz interrumpió en la sala, seguida por el Profesor Snape. Quien cerraba la puerta, con su capa ondeando tras de si y dejaba su material sobre su escritorio.- al igual que agradecería que guardara su distancia a partir de ahora. O tendré que levantar un reporte sobre acoso contra un profesor.
Las carcajadas de todo el salón no se hicieron esperar. Mientras Ron se ruborizaba más de lo que cualquiera creería posible, se encogía sobre su asiento y escondía su rostro en el hombro de Hermione que parecía que se ahogaría en su propia risa.
-BASTA.-ordeno tajantemente el maestro, y su voz se imponía ante toda risa. Rápidamente el silencio reino en la habitación y el profesor Snape se paraba en medio del pizarrón. Imponente y serio escaneándolos a todos. Excepto a Harry.- Mi materia no es una fiesta. Si tienen cualquier charla, chismorreo, comentario o incluso duda sobre cualquier cosa que no tenga que ver con mi materia, quedan fuera de mi clase. Para siempre. Incluso si les suena el teléfono y no es una llamada de vida o muerte. Fuera. No se molesten en intentar darme explicaciones, reclamos, protestas, excusas patéticas ni mucho menos traerme a sus padres. Sepan que tengo total libertad de ejercer mi materia a como mejor me parezca. Y ni siquiera el director me hará cambiar de opinión sobre cualquier decisión que tenga. Porcentajes, maneras de evaluación, la bibliografía que les pediré y todo lo relevante a lo que necesitaran para la materia, podrán conseguir una copia con la Srta. Pince en la biblioteca. Bajo el folio 19-60. Bien, si no hay ninguna duda. Procederemos a dar la clase.
La clase procedió sin problemas. Pero Harry tenia la impresión que su profesor lo ignoraba o al menos estaba seguro que en toda la clase no se había molestado en voltear hacia su dirección. Ni siquiera le miro cuando se dirigió hacia su escritorio para entregarle el pequeño examen que el había terminado antes que todos los demás. Incluso antes que Hermione. Solo se limito a señalar con un dedo donde pondría la miserable hoja de papel sin despegar la mirada de los demás y moviendo su mano en seña que fuera a sentarse. Sonó el timbre y antes que pudiera terminar de recoger sus cosas para dirigirse a su siguiente clase, el maestro se puso entre el marco de la puerta.
-antes que se retiren es mi deber anunciarles que algunos maestros este año nos hemos visto en la necesidad de solicitar practicantes para algunos proyectos de investigacion. Incluyéndome. Por lo que durante las siguientes dos semanas nos encargaremos de seleccionar a un par de estudiantes cada uno.-dijo Snape con su maleta en la mano. El ojiverde no pudo ocultar una ligera sonrisa de emoción ante la posibilidad de ser seleccionado.- Aquellos alumnos que sean seleccionados podrán estar exentos de guardias en el hospital y se les darán créditos a consideración del profesor dependiendo la materia. Podrán consultar la lista de profesores y apuntarse como candidatos en el paredón de avisos junto a la sala de maestros. Y sin más, el estricto maestro salió del aula dejando a las chicas chismorreando emocionadas y a los chicos extasiados por la posibilidad de saltarse las pesadas guardias en el hospital. Pero eso a Harry poco le importaba, pues a penas termino de guardar todo a como fuera en su mochila salió corriendo como alma que lleva el diablo hacia la sala de maestros.
El resto de la mañana transcurrió bastante bien para Harry hasta que mientras se encontraba tomando un café con Neville y hablando de tonterías cuando por el vidrio de la ventana se vio el reflejo de quien justamente Harry venia huyendo desde las ultimas dos semanas… y justamente cuando el no tenia hacia donde correr…
-Hola amor.- dijo la pelirroja sentándose bruscamente junto a él y obligándole a recorrerse sobre su silla. Y casi haciéndole caer de cara contra el suelo.
-Hola Ginny…-respondió el ojiverde con desgana.
-¿Qué tal estuvieron tus vacaciones? ¿Bien? Las mías fueron fantásticas, fue una lastima que no pudiste venir con nosotros. Pasamos noche buena en Miami y en año nuevo fuimos a Nueva York. Compre muchísima ropa bellísima y también te traje bastantes regalos que te encantaran. Además la vista desde el Empire State es tan romántica…-relato la pelirroja sin parar sobre sus viajecitos de niña rica que se daba ni darles oportunidad a los dos chicos de comentar algo y mientras se aferraba al brazo de Harry… Ginny habla hasta por los codos… pensó Harry suspirando resignado y escuchando las risitas que soltaba Neville compadeciéndose de su amigo. La chica siguió hablando e ignorando la excusa que soltó Neville para poder irse.
- Amore, últimamente no has contestado a mis llamadas ni mensajes. ¿Acaso tu teléfono esta roto? ¿Necesitas uno nuevo? Puedo conseguirte uno si quieres. La semana pasada salió uno precioso, deberías comprarlo. Pero con la caratula verde, para que combine con tus ojos. O mejor azul, para que combine con los míos y yo comprare uno verde. Así ambos haremos juego ¿no seria divino? Hay que conseguírnoslos pronto, por que nos han invitado a la fiesta de Cho Chang de Arquitectura ¿si te acuerdas, verdad? mi amiga, la chinita. Y me encantaría presumírnoslos en la fiesta…
-permíteme un segundo… sabes Ginny, no, no he estado contestándote. A proposito. No he querido ni revisar tus llamadas, mensajes, citas ni nada. ¿Sabes porque? Porque estoy harto. Porque por un momento pensé que si me desaparecía un rato de tu mapa se te bajaría el capricho que tienes conmigo o al menos encontrarías alguien mejor con quien pasar tu tiempo.-sin darse cuenta Harry empezó a subir el tono de su voz y a manotear. Levantando la atención de la gente en la cafetería.- creí que podríamos evitar llegar a esto. Pero no encajo en tu mundo. No me gusta tener que soportar tus arranques, ni los de tus amigas y mucho menos que me uses de mula de carga o de banco en nuestras citas. Además, dejando de lado a tu hermano, ninguno de mis amigos te agradan. Incluyendo a Hermione. Y no tengo el nivel que tú tienes ni mucho menos estoy acostumbrado a gastarme el poco dinero que gano en boberías. Aceptémoslo, no me gustas y creí que con el tiempo llegaría a quererte pero ya me he cansado.
-pero Harry…- Ginny parecía estar catatónica e intentando procesar lo que el ojiverde acababa de decirle. Ahí fue donde Harry supo que tenia que aprovechar ahora para terminar de lleno, pues ahora que Ginny estaba demasiado sorprendida para contestar que le permitiría irse sin hacer escandalo. -y por favor, no uses a Ron esta vez para que intervenga como san cristan en esto.- dijo Harry mientras tomaba su mochila y se la ponía en el hombro.- eres lo suficientemente madura para digerirlo y estoy seguro que en un par de días encontraras a alguien mejor. Por cierto, también nuestra vida sexual apestaba. Y Harry salió de la cafetería con frente en alto, dejando atrás la ola de murmullos que habitaban en la cafetería sobre el “chico que alcanzo la beca perfecta” que había dejado sin mas ni mas a la hija del rector.
A la mañana siguiente Harry se levanto de un mejor humor como desde hacia mucho tiempo que no tenia. E hizo lo que desde que inicio la universidad siquiera se le había ocurrido; se levanto a las cuatro de la mañana con el único fin de prepararse: se baño con uno de los jabones perfumados que vendía tía Sybil, se lavo los dientes dos veces, y se hecho una de las colonias mas caras que le había regalado Ginny. Soportando el ardor del demonio que provoco el intenso liquido sobre su piel recién afeitada. Puso la habitación patas arriba e hizo una pasarela frente al espejo para decidir que conjunto de ropa llevaría ese día y escogió una camisa verde esmeralda. escarbando en el fondo mas recóndito de su armario para encontrar los pantalones de mezclilla mas entallados que tenia… para su desgracia tuvo que hacer todo un show de brincos, maldiciones y soportar varias veces la respiración recostado sobre su cama mientras forcejeaba con el encogido pantalón hasta que este al fin cedió.
¡Seguramente se encogió! porque seguramente tía Sybil lo lavo con agua caliente. ¡No hay ninguna otra explicación! se repetía Harry una y otra vez para si mismo. Aunque jurándose que a partir de ahora empezaría una rigurosa dieta. Tomo sus recién boleados zapatos… y se los puso después de volverlos a bolear. Tomo un cepillo y mucho gel para aplacar a su indomable cabello pero después de un rato y hasta que su cabeza parecía una masa viscosa se rindió. Después de por enésima vez relavarse el cabello y asegurarse que no quedaran restos.
Al terminar se miro al espejo. Satisfecho con la imagen que este proyectaba. Te reto a ignorarme ahora, Snape. La sangre le subió hasta las orejas cuando se dio cuenta en lo último y al verse nuevamente en el espejo tan arreglado, se sintió ridículo por su apariencia. Y sin más se dirigió al baño para lavarse los restos de gel. Además cambio su pulcra y elegante camisa por una camiseta sencilla de franjas verdes que encontró.
Bajo hacia la cocina para solo tomar una taza de té y dejando de lado su suculento desayuno preparado por su tía. Convencido de que pasaría el día solo con una manzana y una barra de cereal, salió de la casa para empezar con su viaje hacia la universidad.
Su clase con los de noveno semestre había sido cancelada por una conferencia y aun faltaba mucho para su clase con los chicos de quinto. Por lo que Severus, aprovechando su nuevo tiempo libre decidió que iría a disfrutar su almuerzo en alguna de las hermosas cafeterías que habían alrededor del campus. Habiendo cogido sus cosas y se volteo para cerrar con llave la puerta de su oficina.
-otra vez tengo que encontrarte.- interrumpió una suave voz masculina que de pronto se le hizo muy conocida, pero no recordaba de donde.
-¿perdón?- Se giro Snape topándose con quien seguramente el chico más hermoso que se había topado en su vida. Y siendo sinceros, incluso mas bello que Harry. Su piel era blanca como la porcelana, sus cabellos rubios y brillantes como el oro, peinados con tal cuidado que delgados mechones enmarcaban su rostro que parecía mandado a tallar por un artista. Sus tiernos labios sonrosados se abrieron mostrando una hilera de dientes pulidos. Sus enormes ojos grises le miraban con cálida que a Snape no le termino de dar confianza. Era un tanto más bajito que Harry pero su porte tan elegante imponía respeto y la atención completa sobre su persona, incluso para alguien como el mismísimo Snape.
-decía que me fue muy difícil encontrarle, profesor Snape. Mucho gusto. Mi nombre es Draco Malfoy. Pertenezco a su clase de farmacología en quinto semestre.- el chico sorprendió a Snape, pues a diferencia de sus demás compañeros parecía educado y serio.- por problemas de salud ayer no pude presentarme a clase. Venia a disculparme y a presentarme personalmente ante usted. Aquí tiene el justificante.
El rubio le extendió un par de hojas de papel. Una era una receta médica de un prestigioso hospital y la otra era una carta con una letra bastante estilizada que venia firmada por un tal Lucius Malfoy.
-bien señor Malfoy. Pese a su justificante aun tiene falta pero le avisare sobre el sorteo para ser auxiliar de investigacion de algún profesor.- Severus se guardo las hojas en sus bolsillos de su capa y le señalo con la mano las listas donde se podría inscribir.- puede consultar que profesores participamos e inscribirse aquí. En dos semanas el profesor que escogió se pondrá en contacto con usted si sale seleccionado. Y creo que eso es todo. Si tiene alguna duda no dude en preguntarme.
-Oh, suena muy interesante, profesor. Creo que me inscribiré ahora mismo.- Draco tomo un bolígrafo de la solapa del abrigo de Severus y la abrió con sus labios. Jugueteo con el lapicero mientras fingía leer la solicitud y le lanzaba miradas divertidas. A Severus levanto una ceja incrédulo y sorprendido por nivel de osadía de su alumno, pero no comento nada.
-Además es un honor poder tomar clases con una figura tan distinguida en el mundo de la ciencia como lo es usted. Soy un gran admirador de su trabajo, sobre todo su ponencia de la evolución de ciertas tribus africanas en relación a ciertos virus como los del SIDA. Bueno, debo irme. Supongo que le veré en clase y esperare ansiosamente su elección.- finalizo el chico pasando su delicada mano por su hermosa cabellera e inclinando su cabeza dándole un aspecto mas inocente. Y le extendió su mano.
-gracias por sus cumplidos, señor malfoy. Pero ahorre su energía para la clase, los ganadores se decidirán conforme a su desempeño y habilidad, no por su elocuencia.- Snape estrecho su mano con firmeza y antes que la pudiese apartar, Draco le acaricio el dorso de su mano osadamente con el pulgar. Pero paso tan rápido que Severus pensó que tal vez fue un malentendido.
-créame profesor. Mi elocuencia no es mi única habilidad.- el rubio le miro de abajo hacia arriba y le sonrió coquetamente antes de irse caminando mientras contoneaba las caderas. Un escalofrió recorrió la columna de Severus. Sabía que debería haberle apartado o al menos llamarle la atención pero por más que quiso, su voz y su cuerpo parecieron traicionarle.
Ya mas tarde, Severus leía con total tranquilidad la carta que había recibido de Draco Malfoy. A primera vista era un sobre común y corriente. Pero a juzgar por el detalle del sello de cera con un escudo de armas de lo que supondría la familia Malfoy además del lenguaje pomposo y exageradamente educado. En síntesis, explicaba la débil constitución del chico y exponía la susceptibilidad que tenia a tener ataques de asma. Por lo que el padre le pedía a sus profesores que tuvieran paciencia con su hijo, realzaba sus virtudes como buen estudiante y la naturaleza tímida del chico. Ese chico tiene de tímido lo que yo tengo de aventurero… pensó Severus. Después de pasar un cómodo momento a solas mientras comía una deliciosa chapata y un café. Salió del local no sin antes lidiar con la pegajosa dueña que no paraba de insinuársele.
Harry entro al salón seguido muy de cerca por Ron y Hermione después de otra carrera desde su ultima clase en el edifico A. Estaba aliviado que su amigo estuviera tan ocupado lideando con las burlas de medio mundo, pues sus hermanos Fred y George se habian dedicado a correr y amplificar el chisme sobre lo que paso ayer. Y ni siquiera le habia comentado nada sobre su rompimiento con su hermana.
Apenas entraron se escucharon silbidos y gemidos por parte de los demás hacia el pelirrojo y su metida de pata del día anterior haciendo que Ron se sonrojara casi hasta las lagrimas y se fuera a sentar lo mas lejos posible seguido de su novia. Harry por lo mientras se sentó junto a Neville en medio del salón. Decidió darle un repaso al tema que verían hoy, procurando ignorar las burlas de los chicos hacia su amigo y los chismorroteos de las chicas.
-¡SHH! ¡Ahí viene el profesor y viene acompañado!- voceo Seamus mientras entraba rápidamente al salón y se sentaba en su asiento.
Al escuchar la advertencia de Seamus todos se callaron y se reacomodaron en sus asientos. Y a los pocos segundos entro el serio profesor Snape seguido de otro chico, quien al parecer debía ser algo atractivo, pues las chicas suspiraron emocionadas y cuchicheaban entre ellas. El profesor le hizo dar una pequeña presentación, a la cual realmente no puso mucha atención y ni siquiera se molesto en verle durante su discurso. Solo escucho que su nombre era Draco Malfoy y venia desde Estados Unidos. Y al parecer, igual que Ginny es un completo hijo de papá. Solo que el había tenido que dejar su elegante vida en Nueva York por motivos de salud. -Potter, póngale atención al señor Malfoy.- fue la voz de su profesor lo que realmente le hizo levantar la mirada. Y arrepentido, sintió el estomago contraérsele. El chico era desde su punto de vista… perturbador. Su cabello rubio peinado hacia atrás, parecía que lo había relamido algún perro. Y con demasiado gel. Tanto que no se le movía ni un solo cabello de su cabeza. Bastante mas bajo que él. Sus ojos enormes ojos le parecían desproporcionados en relación a su respingada nariz y pequeña boca. Su ropa se le hacia demasiado formal como para venir a clases. Cálmate, señor experto en moda, que tu casi te vienes igual o peor que él. Venia con un suéter de tortuga color gris claro y por encima un saco oscuro y un pantalón a juego. Ropas tan serias contrastaban con su apariencia tan sonrosada y titubeante al ser cuestionado por los demás compañeros. Draco parecía un poco intimidado por estar al frente por lo que en momentos se acercaba al profesor…Demasiado para ser exactos... Pues en momentos a Harry creyó ver como Draco lo tomaba ligeramente por la manga y su profesor ni siquiera se percataba de ello por estar al pendiente de los demás. ¿Pero que demonios se cree? ¿Y porque carajo Snape no hace nada para apartarlo?
Draco Malfoy es en síntesis… todo un marica. Al fin termino Draco su presentación, cuando Snape le ordeno tomar asiento junto a Blaise Zabini. Pasando a su lado, sus ojos verdes se encontraron con los grises. Y después de un segundo de mirarle desde arriba hacia abajo, el muy bastardo lo barrio con la mirada y como el engreído que era se dirigió hacia su lugar pavoneándose ante todos los que le miraban maravillados.
La clase paso sin problemas y Harry se dedico a esforzarse al máximo intentando llamar a toda costa la atención de Snape. Ya fuera participando, contestando preguntas que a veces ni siquiera eran para el, terminando los ejercicios rápidamente. Pero sin excito, pues el ojinegro no le había dedicado ni un segundo mas de atención que el que se le dedicaría a una mosca. Al terminar la clase, el profesor salió rápidamente después de apuntar la tarea en el pizarrón sin siquiera despedirse. Harry intento salir detrás del maestro para intentar hacerle conversación aunque fuera sobre cualquier duda que se le ocurriera pero cuando tomo su libreta y se encamino a la puerta fue detenido por el ruido sordo de una mesa contra otra.
-¡OYE! ¿Cuál es tu problema?- volteo Harry enfadado hacia donde estaba el que pateo la mesa.
Fue Blaise quien le había encerrado y casi golpeado con las mesas, junto a Draco quien estaba sentado sobre su propia mesa. Ambos rodeados por el grupito de chicas comandadas por Pansy. El rubio dejo atrás esa pose de timidez y fragilidad. Ahora se sentaba con las piernas abiertas mientras se reclinaba sobre la pared y cruzaba los brazos mientras le miraba con suficiencia.
-Mi problema, Potter, es a donde planeabas ir.- dijo Malfoy en un tono demasiado alto mientras decía su nombre como si lo estuviera escupiendo.- mi problema es con quien planeabas ir. Mi problema eres tú y todos los que se le quieran acercar. Mi problema se llama el profesor Snape.
Draco se puso de pie de un salto, cerro la puerta de una patada y camino hasta el frente del salón contoneando las caderas en un andar tan pausado y fluido como si flotara. Se detuvo en medio del pizarrón, sujetando su estrecha cintura con las dos manos y mirándolos a todos de manera cortante exclamo.- A PARTIR DE AHORA DECLARO QUE EL PROFESOR SEVERUS SNAPE ES MIO. No les permito hablarle fuera del salón, mirarle y ni siquiera suspirar por el. Y pobre de aquella alma que piense que estoy jugando. Porque no tienen idea de con quien se están metiendo.
Dicho lo ultimo, Draco dio un golpe sordo al escritorio con ambas manos y su rostro se trasformaba en una macabra mueca iracunda. Dejando en claro su punto y con todos los demás, Harry incluido, completamente mudos. Draco salió del salón seguido de lo que parecía su séquito de lacayos con Pansy al final cargando su maleta.
-pero que demonios…-Fue lo ultimo que pensó Harry mientras un muy mal presentimiento le inundaba. Pero sobre todo le inundaba mas su preocupación por el bienestar de Severus.
Capitulo 3https://lamazmorradelsnarry.activoforo.com/t4440-deberiamos-pasar-al-plato-principal-capitulo-3-aunque-esta-sea-la-es-la-unica-manera-en-que#43611Capitulo 5https://lamazmorradelsnarry.activoforo.com/t4442-deberiamos-pasar-al-plato-principal-capitulo-5-sin-lugar-a-dudas-eres-un-enfermo | |
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