La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan.

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PlatinumAlchemist

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¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan. Empty
MensajeTema: ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan.   ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan. I_icon_minitimeMiér Nov 28, 2012 3:10 am

Decimooooo!

Título: ¿Deberiamos pasar al plato principal?

Resumen: Harry Potter, un alumno de quinto semestre de Medicina empieza a tener sueños húmedos donde siempre aparece un hombre de ojos negros... todo seria muy normal si estos sueños no fueran tan recurrentes y si no le cobraran factura. Provocando en el chico cansancio crónico y ataques de ansiedad por su misterioso amante. Todo por lo que esta luchando parece irse por el drenaje cuando descubre que su adorado desconocido es igual a su nuevo profesor de Farmacología. El grandioso Profesor Severus Snape.

Categoría: Harry Potter

Personajes: Harry Potter, Severus Snape,

Géneros: Romance, Sobrenatural, Drama

Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Lemon.

Desafío: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2012

Capitulo: 10/12

Completa: Si

Disclaimers: Como saben, Harry Potter y sus personajes pertenecen a la Maravillosa J.K. Rowling.[/size]

¿Deberiamos Pasar al Plato Principal?


According to Plan




El olor a tiempo antiguo invadía las fosas nasales del durmiente Harry, quien tomaba una pequeña siesta en la biblioteca de su facultad. Oculto entre los pasillos más recónditos de la misma, rodeado de libros de mitología y una que otra revista de ocultismo todas abarcando el mismo tema. Íncubos y Súcubos. El pequeño Harry despertó sobresaltado cuando el despertador de su celular sonó, taladrando sus oídos con los audífonos. Eran cerca de las 6:30 y el joven aspirante a medico se levanto para devolverle los libros prestados a madame Pince.
Llego al trasporte que le llevaría a su casa y volvió a dormirse otros minutos durante el transcurso del viaje. Nuevamente volvió a despertarle la alarma del teléfono justo a tiempo para bajarse en su parada correspondiente. Poco después de comprobar que su tía hubiere comido y tomado nuevamente su medicamento, el ojiverde se fue a su habitación para continuar con su trabajo que le permitiría estar con su amado Severus. Continúo trabajando hasta que se le empezó a enturbiársele la vista. Se reclino sobre su silla de trabajo para descansar un poco la espalda y leer lo que llevaba de trabajo, desechando en el transcurso unas cuatro hojas que repetían los temas una y otra vez... debía ser bastante tarde, pues ya no se escuchaba el ruido de los coches pasar.

Retocando el ensayo hasta que le pareció aceptable, Harry bajo al área de la tienda dispuesto a encontrar cualquier actividad con tal de evitar entrar en el sueño profundo a toda costa. En la tarde durante su investigacion Harry noto una muy estrecha relación entre la fase REM con los datos recompilados sobre esas criaturas. Si su teoría era cierta, estaría a salvo si no se permitía dormir más de una hora seguida. Cada que dormía procuraba programar las alarmas para que sonasen cada hora, manteniéndose en la primera fase del sueño. No le permitiría de nuevo a ese ser atacarle de nuevo.

Después de haber trapeado el suelo, limpiado los estantes y ventanales, pulido hasta dejar brillantes las figuras y talismanes de vidrio, reacomodo todos los productos por tamaños e incluso dejo impecable la desastrosa cocina. Cocino empanadas de carne y vegetales, Roast Beef y Yorkshire Pudding.

Cuando el alba empezó a manifestarse en el horizonte, Harry se fue a duchar, se afeito cada barba por mas minúscula que fuera, humecto su piel con cremas perfumadas de almendras dejándola suave como terciopelo, nunca antes agradeció tanto ser lampiño.

Se lavo los dientes con esmero, frotándolos por mas de cinco minutos con pasta dental y soporto con lagrimas en los ojos el enjuague bucal por mas tiempo del que se recomendaría... no se preocupo solamente por ponerse desodorante, sino además se puso loción y unas gotas de aceite perfumado en el cuello.

Volvió a batallar con su estúpido pantalón pero la batalla rendía sus frutos, pues la prenda acentuaba de manera deliciosa sus nalgas. Ahora si se coloco su camisa verde botella. Y al verse al espejo le sorprendió la imagen tan atractiva de si mismo. De no ser por las bolsas en sus ojos Harry lucia como todo un bombón. Pero robando un poco de maquillaje de tia Sybil el problema se resolvió. Trágate esta, Malfoy. Pensó decidido a convertirse en el único centro de atención de su Severus. Ese rubiales no sabría lo que le habría golpeado cuando regresase a clases.
No es que desconfié de Severus, pero no le daré motivos para dedicarle ni una segunda mirada a nadie más. Ni mucho menos a Neville.
Ignoro el recuerdo de la cara de sufrimiento de su amigo cuando le revelo los sentimientos hacia su maestro. Después de coger una sombrilla y comprobar que su cabello luciera desordenadamente sensual salió de la casa.

Al llegar a su salón, por primera vez en su vida Harry experimento la sensación de levantar miradas a su paso y escucho murmullos de las chicas y chicos incrédulos por el enorme cambio que tenia el ratón de biblioteca Potter. Tomo asiento junto a Neville sin dirigirle la palabra pues estaba muy ocupado lidíando con los cumplidos que le daban alumnos de otros salones que habían entrado a su salón solo para charlar con el.
Lastimosamente no le duro mucho el gusto, pues el chillido emocionado de unas chicas al fondo del pasillo hizo que todos corrieran a ver lo que pasaba en el patio, donde pasaba la pareja del momento. El arisco profesor Snape acompañado del desagradable y empalagoso… radiante y lozano Malfoy. Ambos bajo el resguardo del paraguas del mayor, cuidando que su pequeño acompañante no se mojara ni las pestañas.

Harry hizo oídos sordos al cotilleo convencido que solo seria eso. Un chisme demasiado exagerado. Pocos minutos el alma se le fue a los pies cuando noto que Draco venia junto a su Severus y le cogía suavemente del brazo. Demasiado cerca el uno del otro. Harry se sintió insignificante junto a Draco, quien lucia una apariencia tan frágil y débil que casi le hizo sentir compasión por su debilidad. Es inhumanamente bello… El alma del ojiverde se le fue directamente a los pies cuando Severus le sonrió al oxigenado para pedirle amablemente que tomara asiento. ¿Qué demonios? Pensó Harry.

-¿Qué demonios es esto Harry?- le susurro Neville al oído. El ojiverde miro al castaño. Ambos igual de confundidos y heridos por el mismo hombre.

Severus hablo durante toda la clase ignorando a Harry. Sin preguntar ni hacer alguna actividad. Ni quisiera sus universalmente temidas evaluaciones sorpresa. A pocos minutos para que terminara su hora, marco como tarea opcional la elaboración de un ensayo enlazando cualquier rama con la medicina. Hermione tenia razón, el no pediría algo opcional y de una manera tan vaga. Demasiado fácil para ser cierto. Y el maestro salió disparado del aula cuando termino la clase. Como si quisiera evitarle a toda costa.

-Necesito tu avance del trabajo.-dijo Hermione parándose a su lado.

-Ah, es cierto. Toma.- Harry saco una carpeta rebosante de papeles de su mochila y se la extendió a su amiga.

-No te dije a ti. Le decía a Neville.- Contesto Hermione tajantemente.

-Este… aun no lo tengo terminado. –Admitió Neville avergonzado

¿Te molesta si lo termino después en la biblioteca y lo revisamos allá?- dijo Neville visiblemente incomodo.

-Ah y no te preocupes Harry. Puedes quedarte con el tema. Después de todo he encontrado uno mejor.-Dijo la chica. Y esta vez fue el turno de Hermione y Neville de marcharse sin voltear atrás.



Draco salió del despacho de Severus muy sonriente y después de despedirse por encima vez al fin se fue. Severus suspiro aliviado. El chico no solo era una lapa, sino que llego a su oficina con la patética excusa de una asesoría sobre Farmacología molecular. Materia que el chico no cursaba y ni siquiera se daba en la carrera de medicina. No fue hasta que Severus le dio casi una catedra del tema que se marcho no sin antes invitarle a comer. Gracias a los cielos que se le había ocurrido decirle que ya tenia una cita para comer con el director. Y tuvo que decirle además que la cita era relacionada al trabajo.

El joven Draco tenía aun mucho que aprender si planeaba conquistarlo de esa manera. El chico hizo de todo, mordía lascivamente su pluma, se apoyaba sugestivamente sobre su escritorio para señalarle donde tenia alguna duda, gemía exageradamente cuando no entendía o le costaba algo, le lanzaba miraditas seductoras y se mordía los labios lentamente. Pero para Severus eso era no más que un circo ridículo. El chico era muy atractivo, eso ni dudarlo y algo inteligente. Pero nada que sorprendiera a Severus. Nada que hiciera Draco Malfoy igualaba ni siquiera por un instante a Harry Potter.

A penas se dejo de escuchar los pasos del jovencito en la pequeña oficina que Severus abrió las ventanas para dejar ir esa peste dulzona que atiborraba toda la habitación. El hedor le daba incluso dolores de cabeza. El chico debía bañarse con perfume. Uno con olor a flores barnizadas con miel y azúcar. Pensó con asco. Pues el olor exageradamente empalagoso se retiro hasta después de un buen rato.

-Señorita Chang, por favor si viene alguien diga que no estoy. Incluso si es el director usted diga que salí a cualquier lado.-dijo Severus por el interfono a su secretaria.

Mientras trabajaba sobre las tareas que debía evaluar, Severus cabeceo y saco de entre sus cosas unas píldoras de Ergotamina y Cafeína para no dormir. Y recordó con precisión clínica las similitudes que se presentaban en los sueños de ambos. Sueño poco reparador, fantasías demasiado explicitas, problemas de memoria al despertar, problemas de concentración, agotamiento crónico. Pero le extraño que los sueños de Harry hubieran empezado hacia poco. Como a mediados de diciembre. Mientras que las de Severus ya tenían casi medio año.

Como todo químico farmacobiologo, Severus sabía que medicamentos podría usar sin que afectaran en demasía su cuerpo. Siendo la mas efectiva la combinación que utilizaba actualmente. Con la ayuda de Dante para conseguirlas, Severus se había mantenido así en todo este tiempo he incluso su cuerpo se había adaptado a esta situación. Hasta ahora. En algún momento mi cuerpo tendría que desarrollar tolerancia…

Paso toda la tarde entre clases y revisión de trabajos. Sin darse la oportunidad de hundirse en su dolor por Harry. No quería pensar en como afrontaría al ojiverde ni en extrañar sus dulces labios. El vigilante Nicholas le sorprendió en su oficina, ya al anochecer.
Al llegar a su coche, con el estacionamiento desierto, tomo su teléfono celular y marco el primer numero que se le ocurrió.



La cafetería de Madame Rosmara estaba a rebozar. El establecimiento estaba lleno de clientes pidiendo mas comida, bebida o café. Harry le pidió un leve descanso a su jefa y exhausto se fue a la cocina a descansar un rato. Tenía la camisa y el delantal empapados de agua helada gracias a Pansy, quien le había derramado el vaso completo simulando un resbalón.

Entro al baño de empleados y se saco la camisa, exprimiéndola agradeciendo que solo fuera agua y no algo peor. Era su mejor camisa. Y ni aun así te importo. Se había puesto su mejor ropa y el ojinegro no le había mirado ni siquiera una sola vez. Pero a Malfoy si. Recordó cuando fue al despacho de Severus con la excusa que deseaba que revisara su ensayo cuando vio al rubio salir de la oficina tarareando y cuando Harry pregunto por el profesor, Cho Chang. La tosca secretaria le despacho diciéndole que el profesor Snape no estaba.

Tal vez tenga que ver el que ella sea amiga de Ginny. Pensó Harry mirándose a si mismo. Poco quedaba del radiante joven que salió esa mañana de su casa, ahora lucia demacrado, ojeroso y temblaba de frio en lo que su camisa se secaba. Bajo el asiento del váter e intento dormir un rato pero su mente no dejaba de pensar en Severus. Tal vez Harry había sido demasiado efusivo, o algo no le había gustado o quizás estaba aparentando. Si, eso era lo mas seguro. Severus era una persona demasiado seria como para ir ventilando sus amoríos.
Recordando el sabor mentolado de la boca de Severus, Harry estaba a punto de dormirse, cuando empezó a sonar su celular y contesto rápidamente.

-¿Si, diga?-contesto Harry ligeramente somnoliento.

-¿Estas disponible?-respondio una voz cavernosa que hizo a Harry sonrojarse.

-¿Eh? Ah… veras ahora estoy en mi trabajo… pero…-titubeo Harry nervioso.

-Bueno, si es así. Lo entiendo. Mejor en otra ocasión.-respondio Severus indiferente.

-¡NO! Ahh… dame unos minutos.- dijo Harry poniéndose la camisa aun húmeda. Con señas le pidió permiso a Madame Rosmara para marcharse temprano. La mujer al parecer entendió el mensaje, asintiendo con la cabeza y guiñándole el ojo picara.- ¿Dónde estas?

-Afuera de la cafetería donde trabajas.-respondio Severus.

Y Harry busco entre la calle al hombre, hasta que vio al otro lado de la calle un Toyota Prius color negro con los vidrios polarizados, que le prendía los faros continuamente. Harry dudoso se acercó lentamente.

-¿Qué estas esperando? ¿Una invitación formal o que baje y traiga en brazos?-la ventana se bajo revelando a su profesor con un par de lentes oscuros que bloqueaban parte de su rostro.

Harry subió sonriente al auto junto a Severus y emprendieron la marcha. Severus iba muy rápido y no tardaron en salir de Cambridge a los pocos minutos.

Harry miro a Severus, pensando en algún tema para conversar. ¿Cómo estuvo tu día? No, muy soso. ¿Le platico de mi trabajo? No, dudo mucho que le importe. ¿La escuela? Él lo sabe de antemano… ¿el clima? Das pena… pensó Harry nervioso e incomodo por el silencio que había en el coche. El hombre parecía ignorar su existencia pues miraba al camino sin inmutarse.

-Oye…- Harry estaba a punto de recurrir al clima cuando sintió la calina mano de Severus sobre sus muslos y avanzaba abriéndose paso.-Ahh…

Severus no apartaba la vista de la carretera impasible mientras su cálida mano empezó a acariciar los muslos de Harry suavemente, presionando en puntos que hacían estremecer a Harry. Antes de darse cuenta, Harry noto como Severus abría los botones de su pantalón y metía su mano, palpando su vientre y caderas suavemente. Rozando a Harry tan ligeramente que este tuvo que morderse los labios para no reír. Aguantando la risa, el chico cerró las piernas por inercia provocando un gruñido en el mayor. Aprovechando que el semáforo estaba en rojo. El conductor se detuvo bruscamente y cogiendo a Harry de la nuca lo apretó contra si para besarlo desenfrenadamente. El menor respondio el beso ansioso apresando a su maestro entre sus brazos. Severus se bebía los gemidos de Harry mientras su mano se dedicaba a acariciar su pene recién despierto lentamente. Severus se separo de él, lentamente dejando ver un hilo de saliva conectando ambos labios cuando el sonido ensordecedor de los claxon de los otros autos les aturdió.

-Mmph…-gimió Harry contrayéndose ante las atenciones que tenia Severus con su entrepierna. El joven se aferro a su asiento mientras su amante seguía con su acompasado ritmo y de vez en cuando apretaba un poco fuerte la punta de su miembro.




-Seviiee…-Gimoteo Harry cogiéndole de la muñeca para marcar el ritmo que deseaba. Desesperado por el pausado ritmo de la mano de Severus y empezando a levantar las caderas para aumentar la fricción. El sonido del húmedo chapoteo de su mano sobre Harry y los gemidos que este ya no intentaba contener le hicieron voltear y encontrarse con la escena mas ardiente que pudiera imaginarse.

Su ojiverde estaba reclinado en el asiento, con su mano derecha estrujando la parte de arriba de su asiento y su otra mano se aferraba al abrigo de Severus. Harry tenía los ojos cerrados y su boca jadeaba intentando tomar aire, mientras una línea de saliva escurría por su barbilla hasta bajar a su pecho. Harry volteo hacia él y extendió sus brazos invitándole a pecar.

Severus detuvo el coche en el primer paramo solitario y oscuro que encontró. Y sin preámbulos ni palabras necias procedió a devorar los labios de Harry. Este lo recibió suspirando con anhelo al sentir la lengua de Severus abarcando cada rincón de su boca. Severus se situó arriba de Harry, y reclino el asiento hasta quedar casi recostado. Harry se aferraba desesperado al cabello de Severus cuando este lamia con mesura el brillante camino de saliva hasta llegar a su pezón derecho y apresándolo ligeramente entre sus dientes tiraba de él. Las manos de Severus se dedicaban a acariciar toda la piel disponible entre la ropa abierta del ojiverde. Y cerrando los ojos intento memorizar el sabor de su piel, el olor dulzón de su sudor y los gemidos que para el sonaban como si fueran canticos celestes.

Harry se fundía a disposición de Severus. Ignorante y completamente perdido sin saber que hacer. Pues a pesar de haber compartido muchos sueños apasionados con su falsa ilusión, nunca habia llegado al plato principal. Ni su piel nunca se habia sentido tan ardiente. Harry sentía tan abrumado como si estuviera a punto de desmayarse.

Severus llego al goteante miembro de Harry y lamio lentamente el pre-semen que estaba derramado alrededor. Harry expectante, levanto la cabeza para ver el espectáculo. Severus soltó una pequeña risa divertido por la mirada curiosa y atenta del chico, como si una simple mamada fuera alguna de sus clases. Un brillo sádico ilumino sus ojos e ignorando la necesitada polla, se metio los testículos de Harry a la boca. Harry se quejo un poco al principio antes de volver a su coro de gemidos extasiados. Severus se encargo de complacer a su Harry delineando cada bola con su lengua, succionándolas, mordiéndolas y acariciándolas suavemente con los labios. Disfrutando la sensación, Severus estaba ensimismado hasta que los tirones de Harry en su cabello lo separaron de sus cálidas e hinchadas esferas.

-Yyaa...-dijo Harry gimoteando para tomarlo del rostro hasta alzarlo para besarle de nuevo. Para sorpresa de Severus, Harry le dio un beso casto. Para después separarse sonrojado. Pero antes que pudiera volver a alejarse de él, Severus le volvió a besar como dios manda.
-Besas como una virgen.- susurro Severus con la voz ronca por la pasión.

-Es que soy virgen…- respondio Harry intimidado ante el montón de cosas nuevas que estaba sintiendo con su maestro.

-No es posible. -Severus abrió los ojos estupefacto. Pero el cuerpo de Harry y sus reacciones se lo indicaron. Sus ojos estaban llorosos, sus ardientes mejillas, sus ojos que no se atrevían a admirar el semi-desnudo cuerpo de Severus y como intentaba cubrir su desnudo cuerpo con sus brazos y cerrando las piernas. Tanta inocencia ni el mejor actor podría fingirla… pensó Severus y depositando un beso en su frente le cerró la camisa a Harry.

-Perdona mis impulsos.-dijo el ojinegro susurrándole al oído.-pero no podemos permitir que te desflore aquí. En un auto en medio de la nada.

-¿eh? Pero si tú también lo deseas.- contesto Harry sobando ligeramente el bulto hinchado en el pantalón de Snape hasta que aparto su mano como si quemara. Y este gruño ante el rápido toque. Pero entonces Harry empezó a besarlo nuevamente.-y a mi no me importa donde sea siempre y cuando sea contigo.

-el hecho que yo. También lo desee. No quiere decir. Que vaya a. déjame ter. Terminar. Vaya a arruinar tu primera vez.-dijo Severus entre besos a un divertido Harry.-además no es seguro quedarnos en un lugar tan solitario.

-Pero…-le detuvo Severus por la camisa y se llevo las manos a la boca titubeante. Severus le miro extrañado y Harry reunió el valor para decirle.- pero no quiero que me dejes así…

-perdona mi torpeza. Tienes razón.- sonrió Severus volviendo a arrodillarse justo debajo de Harry.-siempre he pensado que si vas a hacer algo.- se lamio los labios con la lengua y se acercó la rojiza erección.- hay que hacerlo bien.

Harry soltó un alarido cuando Severus se encajo su miembro hasta su garganta y empezó un ritmo salvaje. Coordinando su lengua, boca y manos para asegurarse que Harry se perdiera en el placer. Pocos minutos después Harry se vino entro de su boca y empujo a Severus hacia el para besarlo. El beso tenia el sabor mas extraño que habia conocido. Pero curiosamente le encanto.

Al poco rato, con Severus manejando con semblante serio pero con su ojiverde bajo el brazo, cubierto con su abrigo que caballerosamente le habia cedido y el chico abrazándose a su pecho. Continuaron en un tranquilo silencio hasta que dejaron atrás el paramo oscuro y despejado para entrar a una pequeña ciudad que a Harry no se le hacia familiar.

-¿Dónde estamos?-pregunto Harry.

-Estamos en New Market. En el condado de Suffolk.-respondio Severus indiferente.

-¿y que hacemos aquí?-pregunto Harry otra vez.

-cierra la boca y espera.- dijo Severus apretándole el hombro hasta hacerle daño a Harry pero este no se quejo.

Unos minutos después llegaron hasta un condominio llamado Azkaban. Lejos de ser bonito y elegante como los que abundaban en Cambridge. Este era de piedra oscura, sin más decorado que sus pequeños ventanales y el letrero con algunas letras casi caídas.

Severus se estaciono en la calle y salió del coche para dirigirse hacia el edificio. Y Harry salió detrás de él. El tuerto vigilante se despertó cuando escucho las pisadas de ambos hombres pero al parecer reconoció al ojinegro y les dejo pasar sin decir palabra. Las escaleras eran de piedra vieja, cuarteada y en muchas secciones disparejas. Como estaba mal iluminado y casi a oscuras, Severus le cogió de la mano para guiarle y evitar que se lastimara. Cuando llegaron al piso deseado, Harry se aferro al brazo de Severus, asustado por el tétrico lugar que estaba tan oscuro que seria difícil predecir donde terminaría el largo pasillo. A pesar de la oscuridad Severus caminaba a paso firme y seguro. Y Harry se tranquilizo sabiendo que si estaba Severus a su lado nada malo pasaría.
No que Harry no sabía era hasta que grado se estaba equivocando.




Al fin llegamos al departamento 901. Saque mi oxidada llave y abrí el cerrojo. Claro, no sin antes patear la puerta, sobresaltando a Harry. Pero no era mi culpa, pues otra vez la estúpida tabla de madera se habia atascado a medio camino. Me zafe del fuerte agarre de Harry que tenia sobre mi brazo y Harry sin decirme nada empezó a mirar con curiosidad el pequeño departamento.

El cuarto estaba tapizado de color arena, pero el tapiz estaba tan viejo que empezaba a desprenderse de las esquinas. Centro de la sala habia un modesto sofá de dos piezas y uno individual. Ambos con el tapiz roído. Y una mesa de café con una pata desigual. Con Harry curioseando por el departamento, Severus de dio un momento para tranquilizarse y tomar valor para lo que estaba a punto de hacer.

Respire hondo y cogí a Harry por la cintura, alzándolo hasta llegar a la alcoba. Y lo arroje como si una muñeca de trapo se tratara sobre la cama. Podía decirse que la alcoba era lo mas cuidado de todo el departamento. Pues al menos se veía recién limpiado y las sabanas eran suaves. Pero Harry no tuvo tiempo para admirar la habitación, pues Severus se abalanzo sobre el para cogerle de las manos y forzar un beso rudo. Le abrió la camisa rompiendo varios botones en el proceso y empezó a frotar con su rodilla la entrepierna de Harry. Harry se quejo de dolor por sus labios lacerados y por el incomodo contacto de la rodilla sobre su sensible piel. Pero a Severus poco le importo pues al fin dejo salir la bestia que estaba oculta en su interior. Esa bestia que ardía en deseos de poseer a Harry.

Severus se separo de Harry para quitarse la ropa también. Pero Harry le miraba aterrado e intentando zafarse de debajo de su cuerpo. Botando su camisa a donde fuera y mientras se quitaba el pantalón, el ojiverde logro zafarse. Pero no huyo porque Severus fue mas rápido y no tardo en devolverlo contra la cama. El ojiverde cayo de bruces contra la cama y sintió el pesado cuerpo de Severus contra el suyo. Aplastándolo, mallugando con sus toscas manos su sensible piel, lacerando la delicada piel de su espalda, nombres y muslos con sus filosos dientes. Harry aterrado gritaba por clemencia al ojinegro. Pero este le golpeo en sus glúteos con toda su fuerza. Severus se encargo de arrastrar a Harry de la nube más alta en el cielo hasta el abismo mas profundo del infierno. Las manos que antes acariciaban tersamente le apretaban dejando moratones sobre su piel. Sus labios que se le alabaron como si fuera algo sagrado ahora se encargaban de morder y succionar.

-¡Aaah!- Harry aulló de dolor cuando sintió un dedo largo y delgado entrar sin previo aviso por su estrecha e inmaculada entrada.

-Shh… respira hondo y relájate.- dijo Severus asustando a Harry.- No lo hagas mas difícil.

Y dicho esto Severus adentro hasta el fondo su dedo índice. Besando el hombro de Harry e ignorando sus gritos. Ambos se quedaron quietos. Harry aferrándose a la sabana mientras sollozaba sin control. El ojiverde se sobresalto cuando escucho un chapoteo y al mirar atrás descubrió que era Severus, su Severus estimulando su miembro. Un miembro descomunal, casi tan largo como el del ser del sueño pero en definitiva más grueso.

-Nno… ¡No!-rechazo Harry apartándose y sacando el digito de su interior durante el forcejeo.

-¿no? ¿No era esto lo que querías? Pues bien, aquí me tienes. Y si no obtengo lo que quiero de ti lo hare de cualquier otra. De Parkinson, las gemelas Patil, Granger. Pero definitivamente empezare por Malfoy. Ese rubio tiene un culo que esta para saborearlo.- gruño Severus arrinconándolo en la cabecera de la cama. Harry huyo de su mirada pero Severus le forzó a abrir los ojos y mirarle a la cara- Puede que incluso si todos ellos no son suficientes, le de una oportunidad a Longbottom. ¿Sabias que el chico al parecer también me trae ganas? Tal vez sea cierto eso de que los calladitos son los peores. Con un poco de suerte antes que termine mi contrato lograre que la mitad de Cambridge desfile por mi cama. Si lo logro, tal vez… puede que incluso me plantee a aceptar la plaza permanentemente. ¿Qué opinas, mi querido Harry?

-Cállate.- le golpeo Harry en la cara.- ¡no eres tu! No eres el Severus real. ¡Todo esto tiene que ser una pesadilla! ¡Severus! ¡Severus, ayúdame!

-Aquí estoy. Aquí estoy, Harry. Mírame, siénteme, pruébame. Soy tan real como tu y como lo es este cuarto. Estas ante mi yo real.-le dijo Severus con el labio partido y mientras sangraba un poco.- ¿te arrepientes que yo no sea tu príncipe azul? ¿Te asusta descubrir que yo puedo ser mucho peor que tu más aterradora pesadilla? Porque lo soy, Harry. ¿Sabes porque? Porque yo soy real. Y realmente puedo hacerte mucho daño. Pero aun así te amo. ¿Recuerdas que me dijiste que no querías ni siquiera que diera clases? Pues bien. Aun cuando quiero triturarte con mis propias manos, quiero ser yo el único capaz de tocarte. Quiero ser yo el que después de darte el paraíso te arrastre hasta el infierno. Y te va a gustar. Solo déjate llevar y te aseguro que te gustara.

Concluyo Severus besándole nuevamente. Harry lloro ante este beso. Podía sentir todo el amor de Severus implícito en el, su dedicación, cariño y entrega. E incluso pudo probar el sufrimiento de su amado. Pero sus palabras le dejaron confundido. Y por primera vez, mordió con ímpetu el labio de su amado y corrió hasta el baño. Encerrándose en el para llorar.




Severus observo sin mover un solo musculo como el amor de su vida escapada de su lado. Y se refugiaba donde estuviera fuera de su alcance. Después de escuchar como se azotaba la puerta, Severus se sentó en la orilla de la cama. Miro su mano, manchada con la sangre de su amado. Y sintió tremendos deseos de arrancársela. Arrancar sus pecadoras manos y lanzarse por un pozo hasta su muerte. Cualquier tormento aun después de muerto seria mejor a continuar respirando sin el amor de Harry. Esperaba que al menos Harry encontrara todo el botiquín que el habia dejado en el baño.

Cogió su camisa y dejo unos cuantos billetes. Los más grandes que tenía. Y los puso sobre la mesita de noche. Justo alado de los lentes de Harry. Se puso su abrigo y salió por la puerta sin hacer el más mínimo ruido. Procuro cerrar el departamento por dentro y salió de Azkaban.

Empezó a vagar por las calles esperanzado a que algún drogadicto le saliera de repente y le navajeara por unos cuantos billetes. Pero por desgracia no tengo tanta suerte. Exhausto entro a un hostal de mala muerte y se sentó sobre la barra.

No tomo la cuenta de cuantos vasos de esa botella whiskey adulterado bebió. Para Severus, dejar que sus lágrimas se quemaran con whiskey era su manera de llorar. Regodeándose en su propia miseria no fue consiente de un joven que se le aproximaba.
-Hola. ¿Qué tomas?-dijo el joven. Arrebatándole el vaso de las manos y bebiendo un poco.

-Piérdete, maricon.- respondio Severus empinándose la botella como si fuera agua.

-¿Por qué no nos perdemos ambos? No te ves muy bien y tal vez yo podría ayudarte. Algunas penas es mejor desquitarlas acompañado en una cama que solo con una triste botella.-dijo el chico. Severus se giro hacia él y descubrió que era rubio, blanco y algo alto. Casi tanto como el. Además tenía un gran parecido a su alumno Draco Malfoy. Exceptuando los ojos amarillos. Pero el sin duda podría pasar por su hermano. Y sin previo aviso le beso apasionadamente.

Su beso le supo como a la esperanza que tiene un naufrago que después de caer a la locura bebe agua de mar. Cómo un condenado disfruta su ultima cena. Cómo el sabor del vino envenenado que le arrebataba a un rey.

Entre besos y caricias indiscretas, Severus rento una de las habitaciones que habia en un motel cercano, jalando al rubio de la mano. El rubio le arrojo sobre la maltrecha cama y le tapo los ojos mientras le besaba anhelante.

-Y dime… cual es tu mayor fantasía.- dijo el joven mientras degustaba su cuello sin apartar las manos de sus ojos.

-que me la chupes ahora mismo y te dejes de estupideces.- respondio Severus autoritario pero sin moverse.

-no, respuesta incorrecta. Dime. ¿Qué es lo que anhelas? Ahora que lo has perdido todo… sino puedes obtener lo que amas, porque no quedarte con aquello que te gusta.- hablo el rubio aplastando a Severus.- ¿Qué es aquello que deseas ahora? ¿Cómo lo quieres? Dime exactamente como te gustan.

-inocentes, ingenuos, torpes pero inteligentes…-Severus fue interrumpido por un beso que le dio el misterioso rubio.

-olvídalo. Mejor déjame a mí estar a cargo. –dijo el joven empezando la cadencia de su cuerpo. Destapo sus ojos y cuando Severus los abrió descubrió que sobre él estaba nada más y nada menos que Draco Malfoy. Desnudo y orgulloso de su cuerpo.-y bien profesor. ¿Gusta que pasemos al plato principal?

Severus se sorprendió ligeramente y empezó a reír. Primero suavemente, para después hacerlo a carcajada suelta. Una espeluznante carcajada. –Ahora lo entiendo todo. Pero al mismo tiempo no comprendo nada. ¿Pero sabes que? No me importa. Haz y deshaz conmigo cuanto quieras. Se o no seas quien tu quieras, menos él. Toma lo que desees de mi pero no devuelvas nada.

Y sin preámbulos beso a un orgulloso Draco, que no cabía de gozo por su victoria.



El cuartucho del motel estaba completamente de cabeza, como evidencia del apasionado encuentro de anoche. Mientras Draco admiraba a su durmiente profesor embelesado. No cabía en si de felicidad. Sentía el delicioso dolor de las mallugaduras en todo su cuerpo pero no le importaba. Habia ganado. Al final habia ganado. Y casi sin pelear. Ambos mortales, estúpidos y simples mortales le aseguraron por si mismos la victoria. Ahora solo era cuestión de paciencia y tiempo. Dándole el ultimo beso en los labios desapareció consiente que ahora solo era cuestión de esperar.

Severus en la solitaria cama, despertó ya muy pasada la mañana. Se desperezo y tomo sus cosas. Poniéndose a como fuera la ropa. Camino dando tumbos hasta su departamento y no se sorprendió al encontrarlo vacío, pero si al encontrarlo intacto y con su dinero aun sobre la mesa.
La melodía de su teléfono sonó perforándole los oídos. Pero consiente de quien seria lo cogió.

-Buenos días, mi muchacho. ¿Salió todo bien?- Hablo Albus.

-Todo salió de acuerdo al plan. ¿Contento?-respondio Severus tallándose la cabeza.

-Me alegro. No pensé que podrías apañártelas solo.-dijo Albus con tono alegre.- ¿necesitas que vaya a buscarte?

-Albus, si valoras aunque sea un poco tu vida, te sugiero que te alejes de mí. Para siempre.-amenazo el ojinegro con verdadero odio destilando de sus labios.

-Ay Severus. Como siempre tu tan bromista. Pero bueno tomare tu consejo y te dejare descansar.-rio el director.- pero procura no excederte, el lunes te quiero a primera hora para tu clase de Farmacología y no aceptare excusas.
Y dicho lo último colgó.



Capitulo 9

Capitulo 11
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Yuki Fer
As de oclumancia
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¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan. Empty
MensajeTema: Re: ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan.   ¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan. I_icon_minitimeVie Mar 25, 2016 3:23 pm

Porque sev porque tuviste que hacer eso :'( no no no.. No acepto que sev se enrede con draco.. ¬¬
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¿Deberiamos pasar al plato principal? Capitulo 10. According to plan.
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