Majo-san Vencedor de Voldemort
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| Tema: El árbol de ciruelas en flor. Capítulo 5: Un terrible accidente Miér Mar 29, 2023 9:59 pm | |
| Capítulo 5: Un terrible accidente
Cuando Harry despertó rogó por que fuera un sueño, porque no podía ser que todo eso estuviera pasando. Harry salió de la casa, su abuelo le había pedido que fuera por unas cosas al mercado, porque eran necesarias para la casa, mientras que él iba al colegio a poner unas cosas en orden antes de que empezaran las clases. Albus le había confesado que se sentía muy cansado para seguir con su labor docente por lo que dejaría la dirección a cargo de Minerva, la mujer que lo había recogido en la estación de buses el día que llegó. Harry se paseó un rato por el mercado, encontró un par de tiendas que llamaron su atención y se dedicó a comprar lo que su abuelo le pidió. Su atención se centró en su abuelo que salía del gran colegio que seguramente hasta hoy dirigía. Venía hablando con Minerva y con un par de personas más, que suponía, debían ser profesores de Hogwarts. Le vio saludarlo con la mano y caminar hacia él, por lo que se acercó para que no tuviera que caminar más. De un momento al otro lo vio cambiar su mirada, le vio correr hacía él. Le escuchó gritar su nombre y apuntar a su espalda. Harry se volteó y vio como un gran camión se le veía encima. Luego su abuelo le empujó. Gritos. Un frenazo. Su abuelo en el suelo Sangre. Oscuridad. -¿Harry? -escuchó que alguien le llamaba y reconoció su voz, aun si abrir los ojos. -Dime que mi abuelo está bien -le pidió sintiendo las lágrimas descender por los costados de sus ojos-. Dime que no me quedé completamente solo. -Lo lamento, Harry -le dijo poniendo una mano en su hombro. -¿Por qué? -preguntó llorando, mientras se sentaba en la cama- ¿Por qué él? -Son cosas que pasan, Harry -dijo abrazándolo. -Maté a toda mi familia -dijo con aire ausente. -No puedo permitir que digas eso -le dijo con voz fuerte-. Tú no has matado a nadie. -Maté a mis padres y a mi abuelo. -Fueron accidentes. -¡Yo los provoqué! -gritó mirándolo a la cara. Harry se arrepintió de haberlo hecho en ese momento. La cara de Severus se notaba atormentada, pero luego, al tratar de disculparse, Severus negó con la cabeza. -Esto es demasiado difícil para ti, Harry, pero no debes culparte por ello. No creo que eso haga feliz a nadie. -Me quedé solo, Severus -dijo bajando la cabeza-. Ahora sí que estoy solo. -No lo estás, en estos dos meses que has estado aquí, muchos te han tomado mucho cariño, y sé que tú también. -No es lo mismo. -No lo es, eso es claro, pero el cariño de ellos, y el mío por supuesto, te ayudará a superar un poco esta fuerte etapa. … …
Los funerales de Albus se llevaron a cabo al día siguiente. Fue una situación caótica para Harry, y Severus junto a sus amigos trataron de ayudarlo lo más que podían, tratando de que la gran cantidad de personas que se fueron a despedir, no lo atosigaran tanto y le dejaran en paz un rato. El momento más tenso fue cuando llegó un tal Tom, un antiguo alumno de su abuelo, le echó en cara el que hubiera muerto por su descuido. Severus había sostenido del brazo al hombre y lo alejo del lugar. Harry vio como discutían a la distancia y vio cuando el hombre le miró con odio antes de alejarse. -Harry -le llamó Severus luego de un rato-. Sé que no es el momento, pero quiero presentarte a alguien. Harry vio a un hombre parado junto a Severus, era joven y vestía completamente de negro. Tenía el cabello rizado y castaño, pero las facciones de su rostro eran iguales a las del médico. -Mucho gusto, Harry -dijo el hombre estirando la mano-. Me llamo Stephan Snape. -Mucho gusto -dijo respondiendo al saludo. -Lamento mucho tu perdida. -Gracias -dijo recordando donde estaba. En el cementerio enterrando a su abuelo. -¿Sabes? - dijo Stephan sentándose junto al joven- El director Dumbledore era mi padrino -le reveló, ganándose la atención e incredulidad de Harry-. Sí, fue gracias a sus enseñanzas y su apoyo el que me decidiera a ir a la ciudad a estudiar. -Mi abuelo era genial. -Lo era -dijo mirando como el féretro que lentamente empezaba su descenso, luego de que el párroco del pueblo dijera unas palabras y Harry se negara a hacer lo mismo. Poco a poco la gente se empezó a alejar, tristes al haber perdido a quien les guiara a tres generaciones, y quizas más. Obviamente nadie culpaba a Harry por el accidente, era algo trágico, pero que pudo haber ocurrido con cualquier persona. Porque si estaban seguros de algo es que Albus hubiera arriesgado su vida por cualquier persona, por eso era un gran hombre y sería recordado como tal. -¿Quieres que te acompañemos a tu casa, Harry? -le preguntó Severus al ver como ya sólo quedaban ellos tres. -Quisiera estar un momento solo, por favor -dijo sin apartar la mirada del lugar donde ahora las flores y coronas fúnebres hacían un montículo. -Claro, pero escúchame un segundo -dijo Severus tomando su mano, logrando que Harry lo mirara con sus ojos aun encharcados-. Siempre estaré para ti, Harry, es una promesa que no voy a romper, aunque tú quieras romperla, así es que, si necesitas algo, sea la hora que sea sólo búscame. Harry los vio alejarse, padre e hijo, pero las palabras de Severus le calaron hondo. Su vida había cambiado de un momento al otro. Si bien no contaba con grandes amistades en la capital, ahora no podía dejar este pueblo. -¿Qué hago ahora, abuelo? -dijo cayendo de rodillas y cubriéndose el rostro con ambas manos para ocultar su pesar- Me duele volver a la ciudad. No tengo nada allí y aquí tengo tu recuerdo y gente que me quiere sin saber mi pasado, sin saber quién era y lo que hacía. -sus manos tiritaban, ni su abuelo supo que tuvo un año pésimo antes de la muerte de sus padres y el que no fuera al viaje con ellos, fue un acto de rebeldía por parte de él.
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