Por su error. Capítulo 7: El accidente. Majo-san

Tema: Por su error. Capítulo 7: El accidente. Majo-san Vie Oct 28, 2011 9:07 pm

Por su error

Resumen: Severus Snape no soporta que nadie se meta en su vida, y por ende, que trate de hacer cambios en esta, pero cuando conoció a James Potter, el hijo del que fue su alumno hace muchos años, todas las cosas se trastornaron y ahora tratará de que ese chico deje de verlo como el monstruo que su padre le dijo que era.

Categoría: Harry Potter

Personajes: Harry Potter, Severus Snape

Géneros: Drama, Romance.

Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino.

Desafío: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2011

Capitulo: 6/?

Completa: No

Beta: Lorient/Snarry-Lucid

Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.

El accidente

Severus daba vueltas de un lado al otro, esperando que Lucius llegara con la información que le había pedido. No podía creer que las cosas se hubieran vuelto así.

—Señor Snape —le llamó un doctor a su lado — ¿Llego la persona que espera?

—Aun no —dijo de mala gana.

—Debe entender, señor Snape, que la transfusión de sangre es urgente.

—Si fueran más eficientes no tendríamos que estar pasando por esto.

—No es cosa de eficiencia, señor. El joven tiene sobre si un hechizo de protección sumamente poderoso, no podemos sacarle sangre para hacer las pruebas. Además de muchos otros hechizos que no podemos practicarle. No entiendo cual es la finalidad de sobre proteger tanto la identidad del chico.

Severus no le puso más atención, no quería seguir escuchando al mentecato ese que no era capas de ayudar a Potter.

Aun no podía entender lo idiota que habían sido Louis Weasley y Scorpius. Entendía que los chicos quisieran hacer un bien. Desde que se enteraron, de su propia boca (lo que acarreó que James le recriminara por eso), que el chico era ciego, se habían esmerado en mostrarle “lo bueno de la vida” (en palabras del mismo Scorpius).

Adentro de una habitación, conectado con maquinas que le monitoreaban, James se encontraba en una camilla, esperando por ser atendido. Sus pestañas se movían inquietas, mientras soñaba con todo o que había pasado.

James estaba en su habitación. Aun no sabían nada de su padre y eso lo tenía frustrado, no quería saber de nada ni de nadie, a no ser que le trajeran buenas noticias. Cosa que no había pasad en un mes.

Escuchó como golpeaban la puerta y con cansancio se levantó a abrir.

—Hola, James —escuchó que le saludaban.

— ¿Scorpius? —Preguntó indeciso, el chico no había ido a su habitación nunca — ¿Qué haces aquí?

— ¿Nos dejas pasar?

— ¿Quiénes?

—Yo también estoy aquí, Jimmy —dijo una voz casi en su oído, provocándole un sobre salto.

—No hagas eso, Louis —dijo poniendo una mano en su oído.

—Lo siento —dijo soltando una risita.

—Pasen —dijo soltando el aire y caminando hacia uno de los dos sillones que habían en el lugar.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya la hiciste, Scorpius.

—Sí, cierto —dijo sentándose a su lado — ¿Cómo le haces para pasearte por todos lados y no chocar con nada?

—Nunca ando realmente solo, Scorpius. La directora normalmente me lleva a su oficina, y cuando quiero salir a los terrenos aledaños, Hagrid me acompaña.

—Pero aquí en la habitación…

—Soy ciego, no estúpido, Louis —dijo sonriendo —, no sé como explicarlo, pero siento cuando estoy muy cerca de algún mueble o si hay algún objeto mágico cerca de mí. Es como… un sexto sentido, creo.

—Eso es interesante —dijo Louis, sentándose a su otro lado.

—Ahora estas pasando tu mano frente a mi cara —dijo divertido.

— ¿Y eso lo supiste…?

—Por que tu mano huele a madera. El aroma de la madera de tu varita.

—Wow —exclamó el chico, ante la precisión de sus palabras.

Se quedaron por un buen rato callados, hasta que el mayor volvió a hablar.

— ¿Jimmy, has volado alguna vez en escoba?

—Sí, pero sólo con mi papá.

— ¿Te gustaría volar con nosotros?

—No sé si sea muy prudente hacerlo —dijo nervioso.

— ¿Por qué no? —Dijo Scorpius —Me parece que Louis dio una muy buena idea —dijo poniéndose de pie.

—No, esperen… chicos —dijo al sentir como era tomado de ambos brazos y lo hacían caminar hacia la puerta.

—Nada de eso —dijo Scorpius a su lado —. Escaleras —anunció mientras empezaban a descender por una pequeña escalinata —. Será divertido —dijo casi con emisión.

—No es buena idea, de verdad, chicos.

—Calma, Jimmy —dijo el mayor —, sólo será una vueltecita.

—Pero y si…

—Nada de peros —dijo Scorpius —, prometemos que te cuidaremos mucho.

—Sí, además no te montaras solo en una escoba.

—Lo imaginaba —dijo soltando el aire con resignación. Al parecer no sacaba nada con decirle que no a estos chicos, por que ellos parecían hacer las cosas con libertad.

Llegaron al campo de quidditch, y tras mucho discutir entre ambos primos quien se llevaría a James, Louis salió ganando con su discurso que era el mayor de los tres y que le correspondía cuidar a él del chico.

James estaba aterrado y se sujetó con fuerza de la escoba en la le instaron a subir. Sintió como Louis se sentada tras él y pasaba una mano por su cintura, apretándolo contra el cuerpo del otro. Recién ahí pudo darse cuenta de que Louis podría ser más alto que él, y que tenía un cuerpo algo fornido.

— ¿Listo?

—No.

—Bien —dijo riendo y se elevó.

Estuvieron volando por largo rato. James se sentía libre. Era como si nada alrededor existiera, pero esta vez, no por la oscuridad, si no que nada de nada. No había nada a sus pies, ni sobre su cabeza, a ningún lado. Era liberador.

— ¿Cómo lo llevas? —Preguntó Scorpius, que en ningún momento se había apartado de ellos.

—Bien —dijo totalmente relajado.

—En mis brazos siempre te sentirás así —le susurró Louis.

—Déjalo, pervertido —le bromeó Scorpius, pero se notaba algo molesto.

— ¿Por qué, celoso? —Preguntó Louis, afianzando más su brazo en la cintura de James.

—Puede ser.

—Chicos, basta —pidió James, incomodo por el curso que estaba llevando la conversación.

—No te preocupes, Jimmy —dijo Louis con voz ronca —, aquí, mi primo y yo, sólo estamos exponiendo un punto muy importante.

—Lo es, de hecho —dijo Scorpius, acercándose un poco más a ellos y poniendo una mano en la mejilla del chico. —. Eres muy lindo, James.

—Sí, mucho —dijo Louis.

—No quiero seguir escuchando —dijo incomodo —. Quiero regresar a mi habitación, ahora —exigió.

—Espera, Jimmy…

—Dije que ahora.

En un movimiento mal ejecutado por parte de James, la escoba se fue hacia adelante. James, que había quitado la mano de Louis que estaba en su cintura, se refaló hacia adelante y sólo escuchó el grito de los chicos que le llamaban. Estaba cayendo estrepitosamente y a su mente vino su papá, sonriéndole, diciendo que todo estaría bien. James sabía que se esta no se salvaba. Fue cuando sintió que chocaba con las ramas de los arboles, estaban amortiguando su caída, pero un dolor insoportable le atravesó el brazo y calló de golpe en el suelo.

— ¡James!

— ¡Jimmy!

—Me duele —dijo agarrándose el brazo y sintiéndolo húmedo —. Estoy sangrando.

—Calma, estarás bien —le dijo Scorpius.

— ¡Ve por ayuda, Scorp! —escuchó el ruido de las hojas al ser pisadas al correr por sobre estas —Calma, chiquito.

—No soy chiquito —dijo apenas, le dolía todo y sentía mucho frío.

—Apártate, Weasley.

—Snape —dijo apenas James, sintiendo como era elevado en brazos.

—Silencio —exigió el mayor, apurando el paso —todo estará bien.

—Papá…

—Todo estará bien.

James perdió el conocimiento después de eso.

Severus vio como Lucius se acercaba a paso apresurado.

— ¿Lo encontraste? —Le preguntó Severus. — ¿Encontraste a su padre?

—Lo hice, pero no te gustará.

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pobre James, espero que pronto se mejore, creo que tendrán serios problemas los otros dos.

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