Por su error. Capítulo 4: Artimañas. Majo-san

Tema: Por su error. Capítulo 4: Artimañas. Majo-san Miér Oct 26, 2011 8:01 pm

Por su error

Resumen: Severus Snape no soporta que nadie se meta en su vida, y por ende, que trate de hacer cambios en esta, pero cuando conoció a James Potter, el hijo del que fue su alumno hace muchos años, todas las cosas se trastornaron y ahora tratará de que ese chico deje de verlo como el monstruo que su padre le dijo que era.

Categoría: Harry Potter

Personajes: Harry Potter, Severus Snape

Géneros: Drama, Romance.

Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino.

Desafío: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2011

Capitulo: 4/?

Completa: No

Beta: Lorient/Snarry-lucid

Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.

Artimañas

Severus no dejaría que su vida se viera trastocada. Nunca, si ni en sus años como mortífago, alguien se atrevió a descomponerlos, James Potter no tendría esa facultad.

Algo que sí tenía que admitir Severus es que era un hombre que detestaba la ignorancia, no podía permitirse un momento de flaqueza, no podía estar frete a alguien y no saber nada de esa persona. ¿Cómo enfrentarse a un enemigo si no se tenían las armas para derrotarlo? Debía averiguar que es eso que le molestaba sobre el chico, por que no podía pasar desapercibido. Por que en esos dos meses, James Potter estaba metido en su cabeza.

— ¿Puedo saber que es eso urgente que necesitas? —Le preguntó el hombre que estaba en su despacho y que se paseaba de un lugar al otro.

—Bueno días a ti también, Lucius —le dijo cerrando la puerta tras de si, para luego caminar a hacia su escritorio y dejarse caer en su asiento —. Toma asiento —le dijo tomando un pergamino y escribiendo en él.

— ¿Y esto es? —Le preguntó viendo el nombre en el pergamino —No sabía que me querías contratar de sicario.

—Deja de hablar estupideces, Lucius —dijo con tono serio —. Quiero saberlo todo. Cuando nació, que tipo de sangre, su primera palabra… todos los malditos datos que puedas conseguir de él.

—Pues me has puesto las cosas muy fáciles, amigo mío —dijo guardándose el pergamino entre sus ropas —, pues resulta que otra persona también me pidió averiguar exactamente lo mismo, pero dudo mucho que sea para los mismos propósitos.

— ¿Ah si? —le preguntó curioso — ¿Puedo saber de quien se trata?

—Por supuesto —dijo casi con regocijo —. Tu más joven ahijado. Scorpius.

— ¿Y él para que se supone que quiere esos datos?

—Según sé son para su primo, el tal Louis.

— ¿Y él para que los quiere?

— ¿Y necesitas preguntarlo? —Le increpó divertido —El chico llama la atención de muchos, y claro, los Weasley no serían ajenos a los “encantos” del chico.

— ¿Encantos? —Dijo enarcando una ceja —El chico en cuestión no luce mejor que su padre a su edad.

—Lo dices tú mismo, Severus. Harry Potter era todo menos un adefesio, el que no lo notaras, no significa que los demás no lo notaran. No tendría ese hijo de no ser por el interés de alguien en él.

— ¿Perdón? —Dijo atragantándose con el vaso de licor que estaba tomando —Suenas como si te interesara.

—Lo hiso, en su tiempo.

—Era un niño

—Por la edad aparente de James Potter, era aun un niño cuando fue padre, por lo que muy santo no era.

A Severus se le llenaron la cabeza de ideas nada normales, sobre Potter, pero sus pensamientos estaban embotados. Sentía como si tuviera que recordar algo, como si tuviera que tener algo presente, pero no era así.

…

James se paseaba de un lado al otro en la oficina de la directora, no era bueno todo lo que estaba pasando.

—James, por favor, tienes que tener paciencia.

—Mi padre desapareció, directora —dijo con los dientes apretados — ¿Cómo me puede pedir que este tranquilo, si la única persona que tengo he desaparecido?

—Entiendo que estés afligido…

— ¡¿Afligido?! —Grito furioso.

— ¿Qué sucede aquí? —Preguntó una voz desde la puerta.

—Oh, Severus, que bueno que has llegado —dijo la directora.

— ¿Lo llamó a él? —Preguntó el adolecente, apuntando a la puerta —Le pedí que él no tuviera nada que ver con lo que nos pasa.

—James…

— ¿Qué le pasa ahora al señorito Potter? —Preguntó Severus, mientras empezaba a caminar alrededor del joven, que apretando la mandíbula se mantenía tieso en su lugar — ¿Algo le esta molestando? O ¿Su santo padre no esta aquí para defenderlo de este monstruo?

—Basta —dijo la directora, llegando a donde se encontraban ambos. Sin importarle que el chico quisiera parecer fuerte ante Severus, lo abrasó contra su cuerpo —Harry desapareció del hospital mágico en el que se encontraba. Fue secuestrado, y en su cama reposaba un papel en el que pedían a James para rescatar a Harry.

Severus se sentía por primera vez como el bastardo sin corazón que todo el mundo creía. Aun así no dijo nada, ni exteriorizó su frustración. Maldito Potter y su descendencia que lo hacía sentir débil.

— ¿Para qué me necesitas, Minerva? —Le preguntó, sin apartar la mirada del chico que se encontraba refugiado entre los brazos de la mujer.

—Requiero de tu ayuda, Severus. Sé que cuentas con los medios para averiguar sobre quienes se llevaron a Harry.

—No sé si pueda ayudarte, Minerva, pero trataré de averiguarlo —dijo saliendo de la oficina. No estaba a gusto viendo como el altanero muchachito se derrumbaba en brazos de la directora.

Severus llegó a su despacho, sin tomar en cuenta a nadie que pasar a su lado, ni siquiera cuando Scorpius le saludó. Dejó su túnica negra sobre el sofá que se encontraba frente a la chimenea y tomando un puñado de polvo flu gritó la dirección de la mansión Malfoy.

— ¿Severus? —Preguntó Ginny, la esposa de Draco cuando lo vio llegar a la sala donde se encontraba bebiendo un té con Narcissa.

—Damas —saludó con un asentamiento de cabeza —. Necesito a Lucius.

—Se encuentra en el despacho con Draco —le informó la esposa del patriarca — ¿Sucede algo malo, Severus?

—Necesito de nuestros antiguos contactos —dijo con tono cómplice, y la mujer no le dijo nada más, sólo asintió y vio como se alejaba.

Severus conocía la mansión Malfoy como la palma de su mano. Había estado en este lugar gran parte de su vida. Vio crecer a Draco en esta casa, al igual que lo hizo después con Scorpius. Pese a todo lo que pasó en el pasado, los Malfoy siempre fueron su gran apoyo.

— ¿Padrino? —Preguntó Draco al ver al hombre en la entrada.

—Necesito hacer unas averiguaciones —dijo tomando asiento al lado del menor, lugar que le mismo Lucius le había indicado.

— ¿Qué es lo que necesitas?

—Harry Potter desapareció.

—Eso pasó hace años, padrino —dijo Draco, mientras revisaba unos documentos que estaban en sus manos.

—Me refiero a que fue sacado del lugar donde estaba.

—Padre, explícame por favor —le dijo el rubio, al parecer Severus pensaba que él estaba enterado de todo.

— ¿Recuerdas que he estado averiguando este ultimo tiempo?

—Sí, sobre un tal James.

—Bien, pues el nombre del chico es James Potter.

—El hijo de Harry Potter —dijo el menor con entendimiento.

—Potter era Auror en Italia, fue atacado por supuestos mortífagos refugiados en el lugar, que buscaban venganza… pero algo me dice que las cosas no son así.

— ¿Por qué? —Preguntó Severus.

— ¿Dices que desapareció, verdad?

—Sí.

— ¿Por qué secuestrarlo, si ya lo habían atacado al punto de dejarlo en coma? ¿No hubiera sido más útil el matarlo de una sola vez?

—Entiendo tu punto, padre —dijo el rubio, apoyando el codo en el escritorio — ¿Pero entonces por qué?

—Imagino que la respuesta esta en estos papeles —dijo moviéndolo frente a la cara de los otros dos.

— ¿Y eso sería? —Apuró Severus.

— ¿Sabías que James Potter es hijo natural de Harry Potter? —Les comentó deleitándose con la mirada impactada de Draco y Severus.

Continuará...

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yo también estoy sorprendida, según yo lo que quieren es a James no a Harry, pero como James esta en uno de los lugares mas seguros no pueden llegar a el, pero sigo sin entender por que, que paso para que todo este así

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