Por su error. Capítulo 11: Sorpresa. Por Majo-san

Por su error

Resumen: Severus Snape no soporta que nadie se meta en su vida, y por ende, que trate de hacer cambios en esta, pero cuando conoció a James Potter, el hijo del que fue su alumno hace muchos años, todas las cosas se trastornaron y ahora tratará de que ese chico deje de verlo como el monstruo que su padre le dijo que era.

Categoría: Harry Potter

Personajes: Harry Potter, Severus Snape

Géneros: Drama, Romance.

Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino.

Desafío: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2011

Capitulo: 11/18

Completa: Sí

Beta: Lorient/Snarry-Lucid

Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.

Sorpresa

Harry estaba molesto, no, estaba furioso. ¿Cómo se atrevía ese cretino a usar la imagen de su hijo? Claro, lo hizo para rescatarlo, ¡Pero él no se lo había pedido! Bastante ya tenía con saber que su hijo había tenido que estar con él, que tuvo un accidente y que por desgracia el tipo se había enterado de la identidad de James, cosa que se imaginó que debía haber notado en cuanto lo vio. ¿Qué acaso no sabía sacar cuentas tan precisas como la edad de su hijo y el tiempo que había pasado?

—Tenemos que hablar —dijo Severus.

—Primero esperarás a no tener la apariencia de mi hijo, y antes que todo iré por James —dijo llegando a la puerta, ni siquiera se habían movido de la sala donde los habían llevado los secuestradores.

—No me parece, Potter —dijo quitándose los lentes que seguramente le había quitado a James —, el hechizo terminará dentro de poco.

— ¿Tanta confianza de que te saldrías con la tuya? —Dijo cruzándose de brazos —Como siempre, creyendo que el mundo se rendirá a tus pies.

—Vaya, reconozco cierto tonito demasiado parecido al de James.

— ¿Será por que es mi hijo, idiota?

—Según sé, también es mi hijo.

—Nunca… —dijo acercándose de manera alarmantemente rápida hasta el hombre, que ya volvía a ser Severus Snape y lo sostuvo de la solapa de la ropa que segundos antes había transformado su dueño. Volvía ser el mismo hombre que dejó de ver hace quince años —James es sólo mío, así lo decidiste hace tiempo, así lo asumí cuando sólo era un niño y así mismo se quedara hasta el final de mis tiempos.

—No pongas palabras en mi boca…

— ¡No haría eso! Tú decidiste por todos…

— ¡Deja de decir eso! —Lo sostuvo de los brazos para zarandearlo un poco — ¡James dijo lo mismo! ¡¿Por qué le metiste toda esa sarta de mentiras para que me odiara?!

— ¿Mentiras? —Le dijo soltándose — ¿Según tú no tenemos derecho a odiarte y despreciarte?

—No tienes derecho a envenenarlo contra mí.

—Yo decido lo que James sabe y lo que no, es mi hijo…

—Nuestro

—Apostaría mi vida que se te acaba de revolver el estomago al decirlo —le dijo desafiante y con una sonrisa de lado —. Seguramente tu sangre bulló al enterarte de que lleva tu sangre.

—No podrías saber cuanto.

Ambos se quedaron cayados, mirándose con desprecio, con uno que no eran capaces de controlar. Harry sabía que tenían que hablar, ahora era un adulto, no el mocoso que se fue hace años, ahora podía hacerle frente a ese desgraciado que tenía parado frente a él. Severus, en cambio, quería apretar con sus propias manos el pequeño cuello del hombre que lo desafiaba con la mirada y cuando lo dejara inconsciente, podría meterse en su cabeza y no tener que escuchar sus patrañas por mucho tiempo más, por que sabía que Potter no se dejaría hechizar a la primera.

—Quiero ver a mi hijo —dijo con voz seria —. Él es mi única prioridad y no lo veo hace tiempo.

—Tres meses, casi cuatro —dijo Severus dejando salir el aire —. Mira, sé que no me crees nada, pero siento que ambos tenemos dos versiones de las cosas. Estuve hablando con Minerva y cabe la posibilidad de que haya sido hechizado para no recordar nada que tuviera que ver contigo.

— ¿Y esa es tu escusa?

— ¿Sabías que eras igualmente de intratable como lo es James?

—Soy su padre.

Severus negó con la cabeza, tal parecía que tanto padre como hijo tenía la misma manía de echar veneno y no escuchar. ¿No era así mismo él? Pensó de repente, cuando trataba de recordar como era Potter antes de irse. Nunca le hubiera escuchado hablar con tanta saña. El tiempo lo había cambiado.

—Está bien —dijo resignado —, te llevaré con él y luego, quieras o no, hablaremos de lo que supuestamente dije…

—Lo dijiste —declaró tajante —, pero bien, si quieres revivir tu miseria, no seré yo quien te evite la molestia.

Severus lo sostuvo del brazo con fuerza, sintiendo como se quejaba por el dolor, lo que lo hizo sonreír de lado. Era gratificante verlo sufrir, cuando se hacía el chico fuerte y duro que se mostró frente a él.

Harry sintió que se volvía toda la bilis al aparecerse en San Mungo. Ya tendría tiempo para descansar luego, de todos modos venía recién despertando después de tantos meses en supuesto coma.

Siguió a Snape a lo largo de los pasillos, escuchando los murmullos de las personas que pasaban de largo y que le quedaban mirando como si se tratara de un fantasma. Tantos años fuera del mundo mágico lo habían llevado a convertirse en una especie de leyenda. Nuevamente.

Los magos eran demasiado fanáticos, pensó con pesar.

Cuando llegaron a una habitación vigilada por Aurores, supo que era la de su hijo, así que empujó a Snape para poder entrar, sin importarle lo que el hombre decía a los que vigilaban a su hijo. Abrió la puerta y lo vio, su corazón se detuvo de emoción, sintiendo que no lo veía desde hace años.

— ¿Papá?

Desde la puerta, Severus arqueó una ceja preguntándose como James se había dado cuenta que se trataba de Potter si el hombre ni siquiera había hablado. Ya averiguaría sobre tal impresionante condición.

—Jimmy —le llamó acercándose a la camilla y abrazando al chico con fuerza —Oh, Merlín vendito —le dijo besándolo por todas las partes de su infantil cara —, mi bebé, no sabes cuanto miedo tuve de que te llevaran a ti también.

—Pero no pasó, papá, no te preocupes —le dijo abrazándolo por la cintura —. Te eché mucho de menos, papito, no sabes cuanto.

—Lo sé, hijo mío, por que es lo mismo que sentía yo.

Severus bufó ante tal muestra de amor desmedido, si tomar en cuenta el retortijón que sintió en el estomago al verlos abrazarse con tanta desesperación.

—Disculpen que interrumpa tan emotivo encuentro —dijo con desprecio —, pero tenemos una conversación pendiente.

—Será luego, Snape, ahora me encargaré de mi hijo.

—Nuestro —dijo con malicia, a sabiendas de lo que le molestaba a Harry eso.

—Mi hijo, Snape, no tiene por que presenciar nuestras discusiones, por que asumo que a tu cuidado habrá tenido que tolerar bastante de tu lengua acida.

—Y no sabes cuanto.

—Fuera —dijo apuntando a la puerta con un dedo —. No te quiero cerca de él.

—Pues es bastante difícil que lo hagas, Potter —dijo sacando un documento de su túnica —. Resulta que cuento con muy buenos contactos, y gracias a un interesante documento de ADN que encontramos, y con el cual pudimos salvarle la vida a James, me ayudaron con otro asuntito.

Harry leía el papel sin poder creer lo que veía.

—No pudiste haberte atrevido —dijo mirándolo a los ojos con rabia —. Asumiste la paternidad de James.

—No sólo eso, sigue leyendo —dijo divertido con toda esta situación.

—No —dijo negando con la cabeza —. James Snape Potter.

—Así es —dijo acercándose y quitándole el documento —. Legalmente James es mi hijo también y por lo mismo, tengo los mismos derechos sobre su tutela.

Desde la camilla James se preguntaba que es lo que pasaría con su padre y él de ahora en adelante.

Capítulo anterior

Siguiente capítulo

Espero que platiquen pronto, no me gusta verlos discutir de esa forma y me alegra que Severus ya sea el padre de James Very Happy

aun que creo que Harry no esta muy de acuerdon con todo eso

» Por su error. Capítulo 18: Nuestros inicios. Capítulo final. Por Majo-san
» Por su error. Capítulo 4: Artimañas. Majo-san
» Por su error. Capítulo 5: Revelación. Majo-san
» Por su error. Capítulo 12: Enfrentamiento. Por Majo-san
» Por su error. Capítulo 6: Rememorando. Majo-san