La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Wrapped Around His Finger. Capítulo 16

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alisevv

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MensajeTema: Wrapped Around His Finger. Capítulo 16   Wrapped Around His Finger. Capítulo 16 I_icon_minitimeDom Dic 06, 2009 1:55 pm

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Harry se detuvo brevemente en la puerta de sus aposentos mientras dejaba ir la mano de Severus para sacar su varita. Apenas había tocado la pared la tercera vez cuando unos fuertes brazos se deslizaron por detrás, presionando firmemente contra su estómago y urgiéndole a recostarse hacia atrás mientras unos filosos dientes se cerraban ligeramente sobre el lóbulo de su oreja. Se estremeció cuando la lengua del hombre giró contra su oreja y se derritió contra él, al tiempo que la inconfundible sensación de una polla dura presionando contra su culo lograba que dejara escapar un suave gemido. En ese momento, Severus nuevamente mordió suavemente su lóbulo, y la varita de Harry chocó sonoramente contra las piedras, mientras todo pensamiento de abrir la puerta le abandonaba.

El Maestro liberó su lóbulo y emitió una leve risita, su respiración hormigueando contra la húmeda piel, al tiempo que las manos de su Aprendiz se movían para aferrarse a sus antebrazos. Severus lamió lentamente la curva del lóbulo antes de susurrar:

—Nunca abrirás la puerta sin tu varita.

Harry tragó con fuerza, quitó una mano del tibio brazo y musitó:

Accio varita.

Sintió el conocido golpe de la madera en su palma en el instante que Severus empezaba a besar y mordisquear lentamente un lado de su cuello, haciendo que sus rodillas se debilitaran. Los fuertes brazos se apretaron a su alrededor, y cuando los dientes y lengua encontraron un punto especialmente sensible, emitió un diminuto quejido. Por reflejo, su mano se apretó alrededor de su varita para evitar que cayera de nuevo y su cabeza se inclinó hacia un lado, descansando contra el hombro de Severus y ofreciéndole un mayor acceso a su garganta.

Luego de unos instantes, Harry comenzó a tratar de recuperar el sentido, sin notar que la mano que el hombre tenía sobre su estómago comenzaba a descender, mientras susurraba:

—Cómo se supone que yo… Oh, me jode…

Severus sonrió y lamió la depresión de su garganta al tiempo que frotaba ligeramente su erección a través de sus pantalones. Harry trató de empujar contra esa presión, sus rodillas debilitándose una vez más, por lo que el brazo que rodeaba su cintura se apretó para mantenerle estable. El Slytherin inclinó la cabeza y murmuró en su oído.

—No, Harry, es bastante difícil que te jodas a ti mismo. Se supone que yo te folle.

El joven se estremeció.

—Dios, sí —susurró, arqueando la espalda y machacando lentamente contra el duro pene clavado contra su trasero—. Por favor.

Severus gruñó en su oído, oscilando las caderas levemente mientras asía el endurecido miembro de su pareja más firmemente y susurraba:

—Abre la puerta.

Gruñó suavemente y alzó la cabeza del hombro de Severus, tratando de enfocar la puerta.

—No pides mucho, ¿cierto?

Severus rió entre dientes y frotó su nariz contra la oreja del joven, susurrando mientras éste alzaba la mano de nuevo hacia la puerta:

—Abrir la puerta es muy sencillo.

Harry bufó suavemente, mordiendo con fuerza el interior de su labio en un intento por distraerse de la mano contra su erección y la polla que presionaba con firmeza la raja de su trasero. Comenzó nuevamente a golpear la pared de piedra de acuerdo al patrón, esperando a finalizar antes de decir:

Solace.

La boca de la serpiente se abrió y comenzó a crecer rápidamente mientras Harry giraba la cabeza para observar a Severus y agregaba:

>>Y tú deberías tratar de abrirla con una mano en tu entrepierna y una erección contra tu culo. Digamos que te distrae apenas un poquito.

Severus sonrió, quitando la mano de la polla de Harry para empujar la puerta interior. Le guió frente a él, por la simple acción de caminar hacia delante y empujarle en el proceso, un brazo alrededor de la cintura juvenil manteniéndoles aún firmemente pegados uno al otro. La puerta se cerró tras ellos mientras Severus murmuraba al oído del Gryffindor:

—Debes recordar probar esto en mí alguna vez.

Harry emitió un ligero sonido de placer ante la idea y permitió que le condujera a través de la salita. El mago mayor regresó su mano derecha al estómago de su Aprendiz, como si no estuviera prestando atención hacia dónde iban, mientras el chico de ojos verdes replicaba:

—Cuenta con ello.

Se dejó guiar hasta que alcanzaron la puerta de la habitación de Severus y se giró entre sus brazos, para cruzar los propios en el fuerte cuello del hombre. Dejó que su varita oscilara entre sus dedos tras la espalda del Slytherin, sus ojos verdes brillando con deseo al tiempo que lamía lentamente sus labios. El Maestro bajó la cabeza para morder ligeramente su labio inferior, escuchando su suave gemido antes de empujar la lengua dentro de su boca en un beso profundo, sus manos vagando posesivamente por la retaguardia de su Aprendiz. Se alejó ligeramente mientras murmuraba contra sus labios:

—Podría comerte vivo.

—Tienes que —contestó el muchacho suavemente, sus labios curvándose en una repentina sonrisa mientras le volvía a besar. Severus rió en medio del beso y los labios de Harry se abrieron en una deliberada invitación, animándole a comenzar a explorar su boca con la lengua.

Después de unos minutos de estar besándose lentamente, el Slytherin levantó la mano derecha del trasero de su Aprendiz y empujó la puerta de su dormitorio para abrir. Guió a Harry a través del umbral antes de patear la puerta para cerrarla detrás de ellos, empujando al chico para cruzar la habitación hasta que la parte de atrás de las piernas de éste golpearon un costado de la cama. En ese momento, se alejó un poco para mirarle y, sonriendo, musitó:

—Como estoy convencido que volveré a repetir, eres eminentemente comestible.

—Tu también —replicó, sonriendo a su vez. Retirando sus brazos del fuerte cuello, se alejó un poco. Tiró la varita sobre la mesita de noche con un repiqueteo y comenzó a quitar la camisa a Severus, sus ágiles dedos acortando el trabajo de desabotonarla—. Y esa es la razón por la que te prefiero en cueros.

El hombre le quitó los anteojos y los dejó en la mesita de noche, junto a su varita, antes de mover las manos por el pecho de Harry, comenzando a desabotonar la camisa verde oscuro que vestía.

—Eso suena bien —declaró, esbozando una sonrisa algo traviesa.

En lugar de contestar, el Gryffindor se inclinó más cerca para frotar su nariz bajo el cabello de Severus, lamiendo su garganta y obteniendo un sonido algo sorprendido del hombre. Luego, succionó suavemente su piel y murmuró contra ella:

—Sabe tan dulce.

El Maestro bufó suavemente y continuo desabotonando la camisa de su Aprendiz mientras éste lamía y succionaba la piel de su garganta.

—Evidentemente, eres un iluso —susurró quedamente—; no hay nada dulce en mí.

De improviso, Harry se alejó para mirarle, sonriendo mientras abría la camisa de Severus y la deslizaba de sus hombros.

—Sabes a canela, y naranjas, y algo más ácido y dulce que no puedo describir.

Rió entre dientes y soltó la camisa de Harry para permitir que el muchacho sacara su propia camisa de sus brazos mientras decía:

—No tengo idea de dónde sacaste lo de la canela, pero mi champú es en base a cítricos. Supongo que pudiste confundir esencia con sabor.

Harry movió sus manos hacia el estómago de Severus, sonriendo mientras recorría la firme piel y disfrutaba al sentir el crujiente vello bajo sus palmas.

—Pudiera ser, pero me gustan las naranjas y la canela, así que está bien para mí —el hombre le lanzó una mirada de desconcierto y alargó la mano para soltar los dos últimos botones de la camisa de su pareja, quien sonrió y agregó—: Me recuerda a la torta de melaza, mi favorita, sólo que mejor.

Severus rió, tirando para abrir más la camisa verde, y Harry dejó que sus brazos colgaran, permitiéndole quitársela.

—Y he visto la forma en que persigues ese postre.

El Griffindor rió, sacudiendo la camisa de sus manos y dejando que cayera en la cama tras él, para luego dejar que su Maestro sacara su camiseta por encima de su cabeza. Severus la lanzó a un lado mientras Harry movía sus manos para deslizar sus dedos en el lacio cabello negro y atraía su cabeza para besarle, lamiendo sus labios hasta que se abrieron. Luego empujó su lengua dentro de la cálida boca y Severus respondió al instante, succionando al tiempo que sus lenguas se deslizaban una contra otra.

El Slytherin movió sus manos por la espalda de su pareja, acercándole más en tanto Harry se movía lentamente, frotándose contra su pecho desnudo. Continuaron besándose por algún tiempo, una lenta exploración de labios, lenguas y dientes que crecía en intensidad. El control del beso pasaba libremente de uno a otro mientras las manos vagaban por la carne magra, cada uno aprendiendo los contornos de su pareja, intentando memorizar cada pulgada de suave piel y firme músculo.

Severus fue el que se apartó finalmente, gruñendo suavemente cuando Harry se inclinó para seguirle, y lamió sus labios. Le besó con avaricia una vez más y luego se volvió a apartar, murmurando contra la boca del joven:

—Tienes demasiada ropa puesta.

Harry sonrió contra sus labios y le besó una vez más, mordiendo suavemente su labio inferior antes de contestar:

—También tú.

Severus le besó de nuevo, empujando la lengua en su boca y frotándola contra la suya, para luego separarse de improviso. Le dio un empujón, haciendo que se acostara boca arriba en la cama y sonriéndole cuando Harry levantó la vista, sorprendido.

—Dame tu pie.

Harry se alzó sobre sus codos con una mirada perpleja, para luego volver a tumbarse y levantar un pie, que fue a descansar sobre la cadera de Severus. Permitió que su mirada vagara sobre la pálida piel de su Maestro, quien comenzó a desatar sus botas, antes de preguntar alegremente:

—Marimandón, ¿verdad?

Severus observó brevemente su rostro, todavía sonriendo mientras seguía aflojando los cordones.

—Sí, pero habitualmente tú necesitas alguien que te diga qué hacer para que todo funcione bien —Harry le sacó la lengua, haciendo que el hombre contrajera los labios. Tiró de una de las botas, sacándola mientras observaba el rostro juvenil y comentaba secamente—. A veces me pregunto cómo me pude enamorar tan completamente de alguien ‘tan’ maduro.

Harry resopló.

—Yo soy muy maduro; sólo que tú necesitas relajarte y divertirte más seguido.

Severus dejó caer su bota y bajó la vista, sus labios haciendo un tic ante la imagen de la media roja cubierta de snitches doradas. No hizo comentario alguno sobre su elección de calzado; sin embargo, jaló la media hacia fuera y la dejó caer, contestando con una sonrisa:

—Parece que eres bastante bueno logrando que yo haga ambas cosas.

—Y estoy muy orgulloso de eso —replicó con suficiencia, bajando su pie desnudo para luego alzar el otro y recostar su talón sobre la otra cadera de Severus—. Necesitas alguien que te obligue a relajarte.

El otro elevó una ceja en divertida incredulidad y comenzó a desatar los cordones.

—¿Obligarme?

Harry asintió, sus ojos verdes brillando mientras lanzaba a Severus una sonrisa engreída.

—Sí, obligarte.

El Slytherin bufó, sin preocuparse en bajar la vista a la bota mientras la desataba.

—Tú no me obligas a hacer nada, Harry. Hago las cosas porque lo deseo.

—No siempre —contestó, todavía con aire satisfecho—. Varias veces has dejado que yo te obligue a hacer cosas que no harías habitualmente, como nadar en la charca que descubrimos hoy.

—Me persuadiste, no me obligaste —corrigió Severus, mientras sacaba la segunda bota y la dejaba caer, mirándole divertido. Giró su atención hacia el pie, riendo repentinamente al ver que la media era amarilla con leones rojos. Levantó la vista hacia su pareja, sus ojos negros brillando con diversión, y comentó—: ¿No eres lo bastante grande como para llevar medias emparejadas?

—¡No es mi culpa! —se defendió rápidamente, riendo. Severus bufó de risa y le quitó la media, tirándola al piso al tiempo que Harry explicaba—: Dobby me las regaló por Navidad. Por lo visto, de algún lugar sacó la idea de que las medias no deben hacer juego —dejó caer su pie a la cama, abriendo las piernas en un gesto invitador mientras agregaba—: Cada año me da al menos un par, siempre decoradas con snitches, escobas, leones o algo, y ninguna hace juego con otras que me ha dado.

Severus rió suavemente, sacudiendo la cabeza mientras se acercaba y se reclinaba sobre la cama, alcanzando la cinturilla de su pantalón.

—Nadie más las usaría.

—Pero son cómodas —protestó, su sonrisa se difuminó un tanto cuando lamió sus labios, observando cómo abría sus pantalones.

La ligera presión de los hábiles dedos trabajando en los botones hizo que la polla de Harry latiera. El joven dejó escapar un suave gemido cuando el otro deslizó el cierre hacia abajo. En ese momento, Severus bajó la cabeza, lamiendo la hilera de vello negro que partía del ombligo de Harry, quien gimió y se arqueó.

El Gryffindor tragó con fuerza cuando los largos dedos se engancharon en su pretina, y levantó sus caderas automáticamente para facilitarle que le quitará las últimas prendas. Severus jaló precipitadamente sus pantalones y boxers, y los hizo a un lado. Se acercó nuevamente y deslizó sus manos por los muslos de Harry, ascendiendo, deleitándose con la sensación de la firma carne musculosa bajo sus manos, mientras bajaba la cabeza para frotar la nariz contra los rizos negros que rodeaban el miembro de Harry.

Harry se estremeció ante la sensación de la mejilla sin afeitar frotando contra su miembro y dejó escapar un tenue quejido cuando su pareja mordisqueó suavemente la sensible piel de su escroto. Levantó una mano para deslizar sus dedos por el largo cabello de Severus, apartándolo para poder ver el amado rostro. Observó su boca con avidez mientras el Maestro lamía y mordía sus bolas, deseando sentir esa talentosa boca de nuevo en su polla, aunque también ansiaba que se dejara de preliminares y le follara de una vez.

Cuando Severus lamió lentamente a lo largo de su mástil un momento después, la cabeza de Harry cayó hacia atrás y apretó su agarre sobre el cabello de su pareja, jadeando.

Joder.*

El Slytherin inclinó la cabeza para observar su rostro, bajando una mano por su cadera y cerrando la otra alrededor de la dura polla, empujando suavemente el prepucio hacia atrás. Comenzó a lamer lentamente a lo largo de la superficie inferior de la corona tan pronto como fue revelada, saboreando el gusto del pre-semen de Harry, mientras se sacudían los músculos del estómago y muslos del joven. Tomó la punta del pene en su boca y, al instante, empezó a succionar con fuerza, al tiempo que su lengua trazaba círculos alrededor de su pequeña raja. Harry gritó y apretó sus dedos alrededor del cabello de Severus, sus músculos saltando mientras sus caderas se alzaban de la cama, pese a que el hombre estaba aferrándole.

Severus gruño y movió ligeramente la cabeza, ante el doloroso tirón en su cabello, permitiendo que sus dientes arañaran suavemente su pene; de inmediato, Harry le soltó y, a cambio, dejó caer la mano para asir el edredón. Rápidamente, el mago de ojos negros tomó más de la polla de su pareja en su boca y gruñó suavemente mientras probaba el pre-semen, para luego levantar la cabeza lentamente y soltar la erección del Gryffindor. Observó como Harry jadeaba para recuperar el aliento, y con una expresión definitivamente engreída, preguntó:

—¿Esa fue una invitación, Harry?

El otro levantó la cabeza para mirarle y sus párpados se abrieron lentamente, revelando unos ojos verdes tan brillantes por el deseo que a Severus le recordaron las llamas de una red flu. Observó que el joven parpadeaba varias veces tratando de reunir su ingenio disperso, y finalmente se dio cuenta de lo que había dicho.

—Más bien un ruego.

Severus sonrió y corrió las manos por los músculos abdominales para pellizcar sus pezones gemelos.

—¿Eso me convierte en tu dios?

—Algo así —convino, impulsándose para sentarse. Alcanzó la cinturilla de Severus para desatar sus pantalones, mirando sus ojos oscuros mientras añadía suavemente—: Me encanta adorarte —se inclinó para lamer un oscuro pezón, lavándolo con su lengua antes de morderlo y jalarlo suavemente.

Severus deslizó sus manos para correr sus dedos por el desordenado cabello, su voz profunda y apenas ligeramente áspera mientras murmuraba:

—Suerte la mía.

Harry gruñó mostrando estar de acuerdo y siguió mordisqueando la tetilla antes de hacer un camino de húmedos besos a través del pecho ligeramente velludo, mientras sus dedos abrían ágilmente los botones del pantalón de Severus. Ya estaba bajándolos junto con los boxers cuando escuchó la divertida voz de su pareja.

>>Harry, creo que mis botas tienen que ser retiradas antes que puedas quitar el resto de mi ropa.

El joven mordió suavemente su otra tetilla y se alejó, mirándole con una sonrisa traviesa y bajando las prendas lo bastante como para liberar su polla.

—Podemos preocuparnos de eso más tarde.

Severus bufó, sonriendo.

—No, no lo haremos —Harry se inclinó hacia delante para lamer su dureza pero el Maestro movió las manos hasta su pecho y le empujó un poco—. Ve a retirar las mantas y déjame encargarme de mis botas.

El Gryffindor hizo un puchero a pesar del tono obviamente divertido de su pareja, deslizando sus manos por los muslos de Severus.

—Pero quiero probar.

—Puedes probar más tarde —contestó, tratando de no echarse a reír, y retrocedió rápidamente cuando Harry trato de asir su erección.

—¿Lo prometes? —preguntó con un suspiro de resignación, dejando que sus manos cayeran sobre la cama, entre sus rodillas, mientras miraba la dureza de Severus con avaricia.

El Maestro señaló hacia la cabecera de la cama.

—Sí, lo prometo, si tú dejas de intentar distraerme y te portas bien por un momento.

Harry volvió a suspirar y retrocedió un poco, notando cómo se veía el hombre ahí parado. Severus estaba haciendo un considerable esfuerzo por permanecer serio, su pantalón y ropa interior bajos hasta sus muslos y su erecta polla saliendo de su cuerpo, curvada hacia arriba y profundamente roja. Ante la visión, Harry se disolvió en carcajadas luego de pocos segundos y la mirada de desconcierto que Severus le lanzó sólo hizo que riera más fuerte mientras caía en la cama.

El hombre bufó y se sentó al borde de la cama, empezando a quitarse las botas y murmurando:

—Estoy muy complacido de que te divierta verme desnudo.

Harry se enderezó luego de unos segundos, moviéndose para reclinarse contra Severus y apoyar la cabeza en su hombro. El profesor de Pociones le ignoró por un momento, desatando los cordones de sus botas antes de mirar al joven, quien le regaló una mirada traviesa y murmuró con dulzura.

—Te amo.

Severus no pudo evitar reír, besándole rápidamente antes de volver su atención a sus botas.

—Ve a quitar las mantas del camino, yo preferiría no arruinar mi edredón.

Harry rió y besó su hombro antes de arrastrarse cama arriba, totalmente ignorante de la forma en que Severus giraba la cabeza para mirarle. El hombre dejó que su mirada predadora corriera por la espalda y culo de Harry mientras lamía sus labios, para luego sacudir la cabeza para si mismo y regresar su atención a sus botas. El chico lucía definitivamente comestible. Se quitó rápidamente sus botas y, lo más rápido que pudo, se deshizo del resto de su ropa para ir a comer del delicioso cuerpo.

El Gryffindor tiró de las cobijas y luego se giró nuevamente a Severus, arrodillándose cerca de las almohadas y empujando las mantas hacia los pies de la cama en el momento que el Profesor dejaba caer una bota al piso.

—Ya está —dijo Harry—. ¿Está mejor? —Severus giró la cabeza hacia él mientras cambiaba de pie, dejando su mirada vagar nuevamente por el cuerpo de su pareja y lamiendo sus labios. Harry se movió con una mueca traviesa y se arrellanó contra la almohada, apoyando un pie contra la cama mientras doblaba la otra extremidad para separar las piernas—. ¿Te gusta lo que ves?

Severus se dio cuenta que estaba viendo la apretada arruga de carne bajo las bolas del chico y dio la vuelta de nuevo, enfocándose en su bota, para encargarse del nudo que estaba atando el cordón.

—Ésa es una suposición bastante segura.

Harry sonrió, deslizando una mano a lo largo de su propio muslo y abriendo las piernas un poco más, mientras observaba a Severus forcejear con el nudo. Esperó hasta que el hombre aflojó los cordones y se sacó la bota antes de declarar:

—Adoro la forma en que me miras.

El hombre le miró una vez más, ligeramente sorprendido, antes de dejar caer la bota al piso y bajar la vista para quitarse las medias.

—Disfruto viéndote, Harry. A veces me pregunto si te das cuenta de cuan atractivo eres.

El joven enrojeció, bajando la mirada hacia la sábana gris en la cama.

—No lo soy. Soy bajito y mi cara es muy aniñada.

El Profesor se echó a reír, levantándose y pateando fuera sus pantalones y su ropa interior. Se giró para arrodillarse sobre la cama y se arrastró por ella para inclinarse sobre su Aprendiz quien, solícito, rodó bajó él. Severus sonrió y le preguntó:

—Harry, ¿piensas que soy estúpido?

El Gryffindor abrió los ojos, sorprendido, mientras alzaba las manos para acariciar los costados de Severus.

Por supuesto que no.

Sorprendiendo a Harry, el hombre se inclinó y le besó con fuerza, saqueando su boca mientras el joven gemía y se derretía bajo él. Levantó la cabeza luego de un minuto o dos y le sonrió de nuevo, disfrutando el jadeante modo en que le estaba mirando.

—Entonces, confía en mi opinión. Eres sencillamente hermoso, con un cuerpo perfecto que es un placer ver.

Harry se ruborizó nuevamente, deslizando sus manos para presionar sus palmas contra la espalda de Severus mientras susurraba:

—Gracias.

El hombre le sonrió un momento, notando el modo en que los labios juveniles estaban hinchados y enrojecidos por sus besos, y la mirada tímida y feliz de sus ojos. Se inclinó nuevamente para besarle mucho más suavemente, persistiendo largo rato antes de susurrar contra su boca:

—Nunca tienes que agradecerme por decir la verdad.

Harry le besó en lugar de contestar y Severus lamió lentamente su boca, mientras movía una rodilla para ubicarla entre las piernas de su chico. Harry abrió las piernas y levantó un pie para engancharlo alrededor del muslo del Profesor, deslizando las manos por su espalda y urgiéndole a acercarse. El mago mayor se apartó para dejar una hilera de besos a lo largo de la mandíbula de su Aprendiz mientras levantaba su otra pierna para arrodillarse entre los muslos de Harry, sus manos moviéndose para acariciar lentamente sus costados mientras los dedos del Gryffindor se clavaban en sus hombros. Severus se acercó a lamer la marca que había dejado en la suave garganta de su pareja antes, mordisqueando dulcemente mientras una de sus manos pellizcaba un pezón de su chico. Harry gimió quedamente y volvió a apoyar sus pies en la cama para elevar sus caderas y frotar su polla contra el estómago de su Maestro, haciendo que éste gruñera y mordiera suavemente su cuello, al tiempo que el Gryffindor gimoteaba y empujaba hacia arriba otra vez.

Severus succionó con delicadeza sobre la marca y movió sus manos para cubrir el trasero de Harry, antes de elevar las caderas del joven y arrastrarle por la cama hasta que su culo descansó sobre los muslos de Severus. Acarició sus caderas lentamente mientras se inclinaba para frotar la nariz contra su oreja, murmurando:

—¿Te gustaría ser follado tan a fondo que sintieras esto todo el día de mañana?

Harry gimió ante el tono ronco y bajo de la voz de su pareja, y dejó que sus ojos se cerraran nuevamente al tiempo que dejaba caer la cabeza de lado, sus caderas elevándose nuevamente mientras enterraba las uñas en la espalda baja de Severus.

—Por favor.

El hombre mordió el lóbulo de su oreja y comenzó a besar su garganta una vez más, probando el brillo de sudor en su clavícula mientras una de sus manos iba a acariciar con firmeza el miembro de Harry. Éste jadeó y empujó hacia arriba en su mano, y el Slytherin murmuró uno de las pocos hechizos de magia sin varita que había llegado a dominar. Los ojos verdes se abrieron cuando su dueño sintió una extraña sensación que comenzaba detrás de sus bolas y se extendía hacia el interior, dejando en su trasero la sensación de estar extrañamente vacío y hormigueando casi dolorosamente, mientras músculos que nunca había siquiera notado que tenía se apretaban.

Severus sintió que el joven se tensaba y frotó su pulgar sobre la cabeza de la polla de Harry, mientras mordisqueaba su pezón sin demasiada gentileza, distrayéndole con efectividad. Comenzó a acariciar la erección con rapidez, lamiendo y mordisqueando el pecho del Gryffindor, mientras las caderas de Harry daban un tirón sobre sus muslos, sus suaves jadeos y gemidos haciendo que la erección de Severus latiera. El hombre levantó la cabeza al tiempo que Harry gritaba y sintió que la polla del joven pulsaba en su mano; luego, la acarició lentamente mientras observaba como su pareja se estremecía, y le ordeñó hacia el orgasmo.

Harry finalmente se relajó con un suave gemido, desmadejado y tratando de recuperar el aliento, mientras Severus se inclinaba hacia la mesita de noche y tomaba un recipiente del cajón. Una vez en su mano, regresó y lamió el refrescante charco de líquido en el vientre de Harry, haciendo un suave sonido de placer mientras usaba ambas manos para abrir el recipiente. Sumergió dos dedos en la resbaladiza sustancia artificial de la jarrita antes de cerrarla apretadamente, dejándola a un lado. Un momento después, comenzó a acariciar con sus humedecidos dedos la arrugada abertura detrás de las bolas de Harry, sonriendo al descubrir que estaba bastante relajada y deslizando con facilidad los dos dedos en su interior, felicitándose por haber recordado el hechizo de limpieza y estiramiento que no había utilizado en años.

Harry levantó la cadera con un tenue quejido mientras Severus deslizaba los dedos en su interior; los incandescentes ojos verdes se abrieron abruptamente y miraron al Slytherin en el momento que uno de sus dedos frotó algo que envió un relámpago de placer a través de su cuerpo. Gimoteó quedamente, sus ojos cerrándose una vez más mientras empujaba contra los dedos de Severus, y dejó escapar un jadeo al sentir que esos dedos volvían a tocar cierto punto. Comenzó a retorcerse lentamente en la cama, jodiéndose a sí mismo contra los dedos en tanto su amante le observaba con una expresión voraz y predatoria en sus ojos negros y acariciaba lentamente su próstata. Luego de unos minutos, Severus deslizó un tercer dedo en el cálido interior y comenzó a torcerlos y flexionarlos para asegurarse que Harry estuviera bien distendido. Aunque el hechizo de limpieza y estiramiento parecía haber funcionado correctamente, no pensaba arriesgarse. No dejaría que Harry tuviera ni un momento de dolor si podía evitarlo.

Pasados unos minutos, el joven gimió y abrió los ojos para mirarle, mientras machacaba sus caderas contra los dedos de Severus y susurraba:

—Sev, por favor…

—Shh, lo sé —deslizó sus todavía resbalosos dedos a lo largo de su propia erección, extendiendo el lubricante y su pre-semen sobre la punta y a lo largo del asta. Con su otra mano, levantó una pierna de Harry hasta su hombro para luego inclinarse hacia delante, doblándose sobre él mientras guiaba su pene hacia su entrada y presionaba lentamente en su interior.

Harry gimió mientras elevaba la otra pierna hasta enganchar la cadera del hombre, murmurando lo que debían ser palabras de aliento pero que no tenían sentido real, mientras intentaba que Severus profundizara. El hombre mordió su labio y se estremeció, al tiempo que se relajaba en el apasionante calor de Harry dándole la bienvenida a su cuerpo, conteniéndose para profundizar lentamente por temor a herirle. Instantes después, el Gryffindor sacudió sus caderas, elevándolas, impaciente por sentir a Severus profundamente en su interior, y el repentino movimiento quebró el control del hombre, quien dejó escapar un profundo gruñido y empujó. En ese momento abandonó la idea de ir despacio, seguro de que ninguno de los dos sería capaz de resistir, y salió rápidamente para embestir de nuevo, en tanto las caderas de Harry se acunaban hacia arriba para encontrarse con él.

Severus se inclinó contra los muslos de su Aprendiz, doblando aún más el cuerpo del joven para deslizar la mano entre ellos y acariciar su miembro, sintiendo como se torcía y endurecía de nuevo en su mano, mientras Harry gemía y empujaba hacia arriba. El Gryffindor pronto encontró el ritmo entre la mano de Severus y sus empujes, sus caderas oscilando constantemente en tanto el hombre aceleraba su paso. Pocos minutos después, Harry llegó nuevamente al clímax con un grito ahogado y un estremecimiento, mientras Severus se clavaba fuerte y rápido en su apretado culo. El Maestro dejó escapar un ronco gruñido y se vino poco después, sus caderas flexionando ligeramente con cada latido de su miembro, al tiempo que su cabeza se inclinaba hacia delante y se estremecía sobre Harry.

Sacó su polla del cuerpo de su amante minutos más tarde, para luego bajar su pierna de su hombro para poder colapsar sobre su pecho. El joven deslizó los brazos alrededor de su pareja, sosteniéndole mientras el hombre hacía que ambos rodaran hasta quedar de lado y le besaba suavemente.

Luego de eso se relajaron juntos un rato, Severus sosteniendo a Harry contra si y escuchando su respiración mientras el sudor de sus pieles comenzaba a enfriarse y evaporarse. Harry fue el primero en hablar, frotando la nariz contra la garganta de Severus y susurrando:

—Gracias.

El Slytherin se apartó lo suficiente como para mirar su rostro, sorprendido y con la obvia intención de contestar, pero el joven le besó antes que pudiera decir nada. Cuando se separaron de nuevo, le sonrió y murmuró suavemente:

>>No discutas, Severus. Sé que no tengo que agradecerte, sólo necesito hacerlo.

Severus permaneció quieto un rato, buscando en los ojos verdes y encontrando solamente felicidad saciada y amor en ellos, antes de musitar finalmente:

—Creo que comprendo. Hoy me encontré queriendo agradecerte docenas de veces sin siquiera saber porqué. Finalmente, me di cuenta que simplemente quería agradecerte por existir —los brazos del joven se apretaron a su alrededor y el Profesor sonrió—. Te amo más de lo que pensé que amaría a nadie, Harry, incluyéndome, y me siento honrado de que me hayas encontrado digno de tu amor.

Sonrió, sus ojos verdes brillando mientras contestaba:

—Yo hubiera sido incapaz de decirlo así de bien, pero siento del mismo modo.

Severus le regresó la sonrisa y le besó lánguidamente -ninguno de los dos estaba apurado- hasta que Harry se estremeció. El hombre rió entre dientes y se alejó del beso, rodando lejos para luego sentarse y pronunciar:

—Accio varita.

Harry se movió ligeramente para ponerse más cómodo, disfrutando el ligero dolor en su trasero y observando sonriente cómo la varita de Severus, que estaba tirada en el piso, aterrizaba en su mano. El mago mayor ejecutó un rápido hechizo de limpieza sobre ambos antes de poner el pequeño recipiente de lubricante y su varita en su mesita de noche. Alcanzó las cobijas, las jaló hasta la altura de la cintura y se volvió a acostar, en tanto Harry preguntaba:

—¿Por qué no lanzaste el hechizo de limpieza sin tu varita?

Su pareja esbozó una irónica sonrisa y jaló las mantas más arriba.

—Nunca parecen funcionar correctamente a menos que use la varita.

Harry intentó no reír, pero sus ojos destellaban.

—¿De veras? Yo no tengo ningún problema con ellos.

Severus bufó suavemente, atrayéndole a sus brazos.

—La próxima vez no tendré que buscar mi varita.

El chico soltó una risita y deslizó sus brazos alrededor de su Maestro, frotando su clavícula con la nariz mientras se acomodaba contra él. Cerró los ojos, sintiéndose deliciosamente cansado, y murmuró:

—Trato hecho, si me acuerdo.

—Te lo recordaré —replicó, sonando divertido.

El suave murmullo de la voz de Severus diciendo ‘Luces fuera’ fue lo último que Harry escuchó antes de hundirse en el sueño. Su pareja le imitó momentos después, más feliz de lo que podía recordar haber sido en cualquier momento en el pasado.



sevWrapped Around His Finger. Capítulo 16 Cap.17_zpsfazxrzxuharry


Última edición por alisevv el Jue Abr 14, 2016 6:43 pm, editado 3 veces
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MensajeTema: Re: Wrapped Around His Finger. Capítulo 16   Wrapped Around His Finger. Capítulo 16 I_icon_minitimeSáb Jun 21, 2014 12:19 pm

muy buen capitulo, fueron tan lindos
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MensajeTema: Re: Wrapped Around His Finger. Capítulo 16   Wrapped Around His Finger. Capítulo 16 I_icon_minitimeDom Sep 20, 2015 6:35 pm

Recuerdo que unos capítulos después, me molestaba un poco el hecho de pensar que Severus amaba todavía a lucius, pero releyendo la historia creo que me fui con le idea equivocada, y en este capitulo me lo demostraron, Severus ama intensamente a Harry y Lucius fue muy importante para el pero jamas lo amo, con la intensidad que ama a Harry jajaj bueno es lo que yo quiero creer jejeje
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MensajeTema: Re: Wrapped Around His Finger. Capítulo 16   Wrapped Around His Finger. Capítulo 16 I_icon_minitime

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