Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Miér Nov 10, 2010 12:31 pm
Capítulo 22: Una dura rehabilitación.
Harry sentía que todos de sus huesos eran partidos. Trató de gritar, pero ni un solo lamento salió de su boca.
Sintió cuando alguien se acercaba y le tomaba de la muñeca.
Largos dedos. Calidos. Fuertes.
Snape.
Su mente era más rápida que su conciencia.
—No te muevas.
Escuchó la voz del que era su profesor de pociones y supo enseguida que no podía estar en casa de los Dursley.
Trató de hablar, pero no pudo. Ni siquiera pudo abrir la boca.
— ¿Despertó?
Otra voz en la habitación. Otra voz conocida.
Remus.
Quería hablar, llamarlos, decirles que le dolía, pero nada podía hacer.
—Trata de tranquilizarte, Potter —le dijo la voz de Snape —si te alteras, sólo lograrás más dolor.
Por lo menos sabían que estaba sufriendo. Eso era algo bueno.
— ¿Que le pasa?
—Es una reacción a las pociones. Lo mantendrá en una especie de nebulosa. Sus sentidos estarán reducidos al mínimo, para evitar que enloquezca de dolor.
¿Acaso podía sentir más dolor del que ya estaba sintiendo?
—Harry, no te preocupes —le hablaba Remus —pronto saldrás de esta.
Harry se pasó cerca de cinco días en ese estado. Siempre al cuidado de Snape, que no le dejaba ni a sol ni a sombra.
Hoy era diferente.
Severus había decidido que le despertaría, pero el proceso sería lento y el señor tenebroso quería estar presente.
—Potter —le llamó, logrando que el chico volteara la cabeza en su dirección, con lentitud y aun con los ojos cerrados —te daré una poción y empezaras a recuperar uno a uno los sentidos, pero no puedes alterarte.
Harry sabía que no era una recomendación, era una advertencia.
Sintió como el líquido le empezaba a quemar la garganta, como lentamente su cuerpo empezaba a despertar. Los dedos, el cabello hasta respirar se le hacía doloroso. Tenía la incomoda sensación en la espalda, que le proporcionaba el no haberse levantado por más de una semana. Sus labios le punzaban. El estomago le cosquilleaban. La garganta la sentía seca, aun sabiendo que le habían estado tratando a base de pociones Reabastesedoras de sangre, crece-huesos y fortificantes (según el mismo Snape le iba informando) no eran suficientes como para abrir su esófago y ahora que era conciente de eso, sentía que se le cerraba cada vez que trataba de respirar.
Severus se dio cuenta de la angustia que tenía, al ver como abría y cerraba la boca. Tenía claro que esto llevaría un buen rato, pero no podía hacer nada para detener el proceso, por lo menos hasta que pudiera respirar por si solo.
Voldemort veía a su sangre retorcerse en la cama. Esos muggle pagarían, pero no por su mano. Entrenaría a su hijo, le enseñaría a no mirar al lado cuando de matara. Que aprendieras las técnicas de tortura. Que supiera como le podría arrancar el alma a un ser, sin necesidad de que lo mire a los ojos. De poder descargar todo su odio en un solo ser, sin importar que tuviera o no relación con quien le hizo mal.
Harry seguía agonizando, tratando de abrir su garganta, pero cada vez que trataba de tomar aire, sentía como si fuera arena lo que inhalara.
—Ayu… ayuda.
Severus supo que ese era el momento preciso para intervenir. Comenzó a suministrarle más pociones, tratando de no perder tiempo y que las cosas salieran lo mejor posible. No dejó pasar el tiempo en vano.
Todos en la mansión sabían que tenían prohibido entrar en esa habitación. De hecho, la única parte donde los mortífagos podían utilizar, era el salón principal. Por lo que ahora, nadie podía escuchar los gritos que salían de la garganta de Harry.
Ahora el menor era completamente conciente del dolor que sentía su resentido cuerpo. Era insoportable, el sentir todos sus huesos molidos, pero era la única manera que encontró Severus de reparar lo quince huesos que el chico tenía roto.
Remus se mantenía al lado de Harry y del otro lado lo sujetaba Sirius. Ambos tratando de sostenerlo y que no cayera por ningún costado al tratar de huir del dolor.
— ¿Se puede hacer algo con su dolor? —Preguntó Lucius, al ver como el chico se retorcía en la cama.
—Nada —dijo Severus, apretando los puños apretados —Tiene que terminar el proceso de formación. La poción restaurara los huesos. Es obviamente doloroso.
Los gritos de Harry inundaron la estancia durante toda la noche, hasta que, ya cansado de sufrir, el cuerpo de Harry cayó inconsciente en la cama.
Severus no dejó que nadie se quedara. Obviamente, esa condición excluía al Lord, el cual se retiró por su propia cuenta, luego de ver que Harry dormiría apaciblemente durante la noche y quizás un par de días.
De hecho así pasó, la semana terminó y Harry no había vuelto a abrir los ojos. Aunque la mayoría de sus heridas estaban completamente sanadas, Severus no estaba seguro de cómo habían quedado los recuerdos que él mismo modifico.
Severus se aseguró que el chucho y Lupin no estuvieran para poder hablar con Harry. No podía decirle al Lord que no estuviera, pero estaba seguro que el señor oscuro comprendería que el chico no estaba listo para verlo.
—Ennervate.
Harry se removió sobre la cama y poco a poco fue abriendo los ojos. Podía darse cuenta de que no estaba en su habitación en la casa de los Dursley, como tampoco en su torre en Hogwarts, cosa que le alivió.
Miró un poco al redero, si levantar la cabeza de la almohada. Las paredes eran de color blancas. A su derecha podía ver un ropero de madera a través de las telas de tul perlado que colgaban de los doseles de la cama donde estaba recostado. Giró la cabeza y en vez encontrar la otra parte de la habitación, encontró a su profesor de pociones, pendiente de lo que hacía.
—Profesor.
La voz de Harry se escuchaba pastosa, evidenciando la poca utilización que había tenido en esas semanas.
—Va a mantenerse en silencio —le advirtió, al tiempo en que le pasaba otro vial y lo incitaba a tragárselo —sus cuerdas vocales están severamente dañadas y no podemos permitir que algo malo le pase. Por lo que le sugiero palabras cortas y tratare de ayudarle en lo que pueda.
Harry no podía alejar su mirada de los labios del profesor, entendiendo a medias las palabras que salían de ellos.
— ¿Lugar?
—Estamos en un lugar seguro, si es a lo que se refiere —le dijo con seriadas, acercando un poco la silla a la cama a donde reposaba el chico.
— ¿Dudley?
—No hablaremos de eso ahora —le respondió apretando los puños —eso lo hablara con su padre.
— ¿Voldemort?
Severus pudo notar el miedo formarse en sus hermosos ojos. Ojos que aun eran un misterio para él.
—Si, él esta aquí, pero no creo que entre hasta que se encuentre en buenas condiciones. Una tanda de emociones fuertes, no son recomendables en este momento.
Harry se sintió un poco más aliviado después de las palabras de su profesor, pero no podía evitar estremecerse al pensar que el mago oscuro más poderoso y temido de los últimos (y que además se suponía su padre) estaba afuera de la habitación, esperando para ser llamado, cuan doctor esperando por su paciente.
—Yo no… quiero…
—Ya le dije que no creo que entre y que no fuerza su garganta —le cortó —ahora sería bueno que durmiera.
— ¿Sirius?
—Debe estar en su casa, con Lupin —le respondió, al ver que no conseguiría mantenerlo callado —sólo le contestaré una pregunta más, si es que promete no preguntar más.
Harry asintió y estuvo en silencio por largo rato, seguramente pensando en la pregunta que le haría.
— ¿Tiempo?
—Si te refieres a cuanto tiempo ha pasado… pues han pasado seis semanas desde que saliste de Hogwarts… y cuatro desde que trajimos aquí.
Harry, aun con sus facultades mentales un poco más lentas de lo normal, pudo calcular muy bien la fecha, debía ser la segunda semana de julio.
>>Ahora se beberás esta poción —le dijo mostrándoosla —y dormirá un poco más.
—Padrino.
—Bien —le dijo, evidentemente fastidiado —llamaré a su chucho para que este aquí cuando vuelvas a despertar.
Harry no pedía nada más. Aun se sentía raro ante la noticia de Sirius como un mortífago, pero era una persona conocida y le hacía sentirse un poco más normal de lo que se sentía a hora.
Severus vio como poco a poco empezaba a cerrar los ojos y en cuanto comprobó que estaba completamente dormido, salió de la habitación y fue hasta el despacho del Lord.
Entró en la habitación. Un lugar sublime, nada parecido a lo que haya visto antes. Estaba repleto de estantes con libros de magia tanto blanca como oscura. Como bien dijo su maestro “a veces hasta la magia blanca va de la mano de la oscura” nunca era todo completamente blanco o negro, los matices eran lo fundamental y triunfaría aquel que supiera mezclarlas con un fin propio.
—Mi Lord —dijo arrodillándose frente al escritorio de Voldemort, dando a conocer su presencia —Su hijo ya a recobrado el sentido, mi señor.
—Veo —Voldemort dejó a un lado los planos que tenía sobre la mano y las cruzó frente a él, apoyando su mandíbula en ellas — ¿Qué te ha dicho?
—Quiere ver a Black, mi Lord —le dijo rápidamente —al parecer aun confía lo suficiente en él, como para querer tenerlo a su lado.
—Me parece bien, por que intuyo que no me quiere tener cerca.
—Así es, mi señor. Sólo preguntó por él.
—Ve por Black, entonces —le dijo tomando los papeles que había estado revisando —seguramente estará en la mansión Malfoy.
Severus hizo una reverencia antes de salir y cerrar la puerta. Estaba seguro que Black debía estar dejándose morir junto a una botella de Whisky de fuego en su mansión en Grimmauld Place, por lo que sin dudar se dirigió a ese lugar.
En la mansión Malfoy, Lucius trataba infructuosamente que Draco le hablara.
El chico se había vuelto una completa estatua cuando él estaba cerca. No le hablaba, no le miraba, ni siquiera puso atención cuando le dijo a Narcissa que dejara la casa.
Draco era un ser impredecible. Podía ser el ser más frío y sin escrúpulos que existiera en el mundo, pero se transformaba en el hijo mas terno y complaciente en cuestión de segundos si se daban las circunstancias.
Pero claro, todo cambio desde el día en que Black le confeso su paternidad.
—No —su respuesta fue rotunda y eso extrañó al menor, que inmediatamente arrugó el entrecejo—Yo fui quien te dio a luz… o por lo menos, eso es lo que se supone que pasó.
Draco había dejado caer las manos a sus costados, mientras centraba su mirada en su padre, que parecía haber encontrado una fascinante manera de asesinar a Black, clavándole la mirada en el cuello.
—Supongo que es mentira —dijo Draco, sin apartar su mirada de la cara de Lucius, negándose rotundamente a mirar a Sirius.
—No, hijo… bien, todavía no estamos completamente seguros…
—Yo se que es así —dijo Sirius, completamente seguro de sus palabras —eres mi hijo, aunque “este” sea tu otro padre.
Lucius enarcó una ceja al escuchar las palabras del moreno. No entendía como podía odiar tanto a una persona y desear tanto tenerlo bajo su cuerpo, jadeando mientras lo llevaba a la locura.
Se obligó a salir de sus pensamientos, cuando las palabras de Draco hicieron eco en los oídos de Black y en los suyos propios.
— ¿Así que de un momento al otro decidiste que ya era hora de dejar de mimar a Potter y tomarle un poco de atención a tu hijo?
Las palabras de Draco podían dejar fluir ácido de ser posible y le removían el alma a Sirius.
El moreno nunca fue una persona paciente y cauta. Aunque viendo al chico frente a él y entender el por que de sus palabras, le hacía ver las cosas de otra manera.
—No quise dejarte de lado, Draco…
— ¡No te he permitido llamarme por mi nombre! —Le gritó furioso.
—Draco, tranquilízate.
—Tú no me hables, padre —le dijo entre dientes y luego dirigió su glaciar mirada hacia Sirius — ¿Qué pasó, Black? ¿Qué te motivó a dejarme cuando era un bebé? Por que evidentemente nunca supe de ti, a no ser de las leyendas del traidor de los Potter y asesino en serie que se encontraba en Azkaban…
—Hijo…
—Déjalo, Malfoy —le detuvo Sirius, aun cuando sentía que cada palabra de Draco lo mataba, estaba en todo su derecho de hablarle así. Después de todo, él mismo sentía que lo había abandonado.
—Si, padre. Déjame decirle todo lo que se merece…
—Basta...
—Tú me dejaste cuando era un bebé. —Siguió hablando, sin tomas en cuenta la advertencia de Lucius —Tú te desligaste de mi educación. Tú fuiste quien no estuvo junto a mi cuando más lo necesitaba ¿Y quieres saber que mas? Tú fuiste el que, cuando volvió, corrió a abrazar a Potter y yo quedé nuevamente de lado.
Draco no dijo nada más. Salió de la habitación dando un fuerte portazo, completamente inapropiado para un Malfoy.
Sirius quedó mirando la puerta por la que había salido Draco, sintiendo como su nariz se irritaba y los parpados comenzaban a calentársele. No iba a llorar en frente de Lucius Malfoy. No iba a permitir que nadie viera su dolor.
—Llevare con Harry, por favor —le dijo casi en un susurro, pero ante el silencio sepulcral que había en el lugar, Lucius lo percibió como si lo hubiese gritado.
—Creo que primero hay que hablar con Draco.
—No querrá hablar ahora —Le dijo tomando aire y despejando su cabeza para mirar al rubio —es igual de arrogante y pretencioso que tú, pero es cabezotas como yo y no querrá verme en lo que le quede de vida.
— ¿Y qué? —Le dijo acercándose — ¿Te dejaras vencer así de fácil?
—Por supuesto que no —por primera vez, Lucius pudo ver una pequeña sonrisa en su rostro —te dije que soy cabezotas, no me dejaré vencer por ese mocoso al que has mimado demasiado.
Lucius sonrió de lado y tomó a Sirius para aparecerse con él, en los terrenos de la nueva mansión de su Lord.
Sirius estaba recordando los nuevos acontecimientos, cuando sintió como llegaba Snape a su lado.
— ¿Algo le pasó a Harry? —Le preguntó, poniéndose de pie rápidamente.
—Reacciono, si es lo que quieres saber —no dio ni siquiera un paso dentro de la habitación cuando la chimenea comenzó a crepitar — ¿Esperas a alguien?
—No —dijo sacando su varita, pero la guardo al ver quien aparecía — ¿Remus?
—Sirius, Severus, que bueno que están aquí —les dijo estabilizándose —tengo una muy buena teoría para saber el por que el Lord pudo recordar… y por lo menos Sirius y Lucius, podrán saberlo también.
Los dos hombres quedaron viendo al licántropo, esperando que de su veredicto, pero este sólo les señalar la marca y entendieron enseguida. Hablaría frente al Lord.
Última edición por Majo-san el Lun Jul 07, 2014 3:26 pm, editado 2 veces
A Hope le gusta esta publicaciòn
Helen Black P Duelista
Cantidad de envíos : 556 Fecha de nacimiento : 02/07/1988 Edad : 36 Galeones Snarry : 33143 Fecha de inscripción : 23/12/2010
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Dom Mayo 25, 2014 7:19 am
Espero poder saber que es lo que esta pasando en los siguientes capítulos, y bueno lo de Draco fue duro con Sirius pero creo que tiene razón en su comportamiento, solo espero que entienda razones cuando se las puedan dar
Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Jue Mayo 29, 2014 3:32 pm
desde el punto de vista de Draco es dificil, pues me imagino en su lugar y yo hubiera sido aun más desagradable. un beso
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108299 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Lun Jun 02, 2014 8:51 am
no se porque por un momento pense que sev habia resuelto el dilema del porque el lord recordaba todo y lso demas noo...creo que me afecto tanto leer otros fanfic..XD que ya voy revolviendo las historias...
Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Lun Jun 02, 2014 3:45 pm
nopes, fue Remus, Severus está mas preocupado del HIJO delLord que del problema en sí.
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108299 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Lun Jun 02, 2014 3:55 pm
haahahahah si lo dices de esa forma suena a un severus pervertido...
Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación. Lun Jun 02, 2014 3:56 pm
pero si es verdad, mira que no esta ni tantito preocupado de recuperar su recuerdos, con cuidar a Harry le es mas que suficiente
Contenido patrocinado
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 22: Una dura rehabilitación.