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Tema: Penumbras. Capítulo 28: El regreso. Dom Dic 26, 2010 4:55 pm
Capítulo 28: El regreso.
Harry iba mirando por la ventana del expreso a Hogwarts. Aun tratando de poner atención a las cosas que le habían sido advertidas cuando salió de “su mansión”.
Se habían dirigido a Privet Drive a la casa de los que hace unas semanas, creía sus parientes. Voldemort había ido junto a él y le envió un práctico hechizo a Vernon y Petunia. Borró sus recuerdos de su falta en la casa el último tiempo y su participación en el ataque, del cual aun Dudley se recuperaba en el Hospital Marsden Real.
No tuvo que esperar mucho antes de que Alastor Moody apareciera por la puerta, disque a sacarlo de ese horrible lugar, mientras que los demás miembros de la orden, atiéndase por Nymphadora Tonks, Kingsley Shacklebolt y otras dos personas más que ni siquiera puso demasiada atención. Tenía que tener presente todas las instrucciones que le habían Snape antes de irse hace mas de una semana.
Le habían trasladado a Grimmauld Place. A la mansión de Sirius. Otra fachada para las charlatanerías de Dumbledore y quienes estuvieran al corriente de las cosas que pasaban. Tuvo que fingir el sentirse alegre con toda esa gente que ahora se le hacia tremendamente desconocida. Tuvo la pelea de costumbre con Ron y Hermione por dejarle sin conocimiento de las cosas que pasaban en el mundo mágico mientras él estaba en casa de sus tíos. Cosa ridícula tomando en cuenta que lo que le deberían haber informado es de los avances de Voldemort, y yo no lo necesitaba, vivía bajo su mismo techo.
Luego de eso vino el tradicional viaje a la estación, donde Sirius, interpretando genial su papel de perrito que no mordía nada, le dejo en el anden. Ni siquiera le saltó encima a Lucius Malfoy cuando lo vio. Cosa bastante rara, tomando en cuenta de que en cuanto recuperaron sus recuerdos, con suerte salían de la habitación para comer, si es que.
Ese era otro tema. Sirius y su asunto con los Malfoy. Draco, a pesar de haber hecho mil berrinches por que se le ocultó su verdadera procedencia, no dijo nada cuando Sirius, de la noche a la mañana, desplazó a su prima de la habitación matrimonial de la mansión Malfoy. La mujer no había puesto ninguna traba, de hecho, en cuanto Sirius dijo, “soy su papá y su amante. Te quiero lejos de ellos” la mujer agarró sus maletas le extendió la mano a Lucius el cual, ya sabiendo lo que mas atraía a la rubia mujer, le dejo caer en la palma abierta una bolsa de terciopelo negro repleto de galeones y joyas preciosas. Draco había quedado con la boca abierta y Narcisa sólo se acercó, le dio un beso y le dijo que volvería para las fiestas. Al parecer se iría a recorrer el mundo mientras Lucius preparaba los papeles de divorcio. Otra de las exigencias de su amante para dejarlo estar en su cama.
Remus fue de mucha ayuda. Entre el rencor de la verdad, la cual le fue relatada con mucho cuidado y sólo le abrió los ojos un poco mas de los que ya los tenía, fue el mismo licántropo el que se estaba encargando de su entrenamiento en artes oscuras. Le daba asco pensar en que Dumbledore hubiera tenido las mismas intenciones hacia su persona cuando lo tocaba de manera rara en su despacho.
El ruido de la puerta de su privado en el vagón lo hizo ponerse en alerta, pero bajó la varita cuando vio aparecer a Draco en la entrada. No es que confiara plenamente en el rubio, pero se podría decir que llegaron a un acuerdo tácito de cese de hostilidades desde que ambos eran casi ¿Primos? Eso era aberrante, pero Draco era hijo de su padrino y Sirius era como su padre…. Y definitivamente no vería Draco Malfoy como su hermano.
—Mi padrino dice que vallas a su vagón —le dijo casi molesto al verse casi como mensajero. Aun no entendía muy bien todos los planes y esperaba que lo que entendió fuera mas que suficiente para no arruinar los planes del Lord.
—Gracias —se puso de pie para dirigirse al último vagón del tren, pero vio que Draco no parecía muy convencido de dejarle salir — ¿Qué pasa ahora?
— ¿Qué te traes tú con mi padrino? —Se rió de lado cuando la cara de Harry pasó del tono normal a uno blanco, para luego ponerse medio verde y finalmente tan rojo como las luces de navidad —. Claro.
—No, espera —vio como el rubio pretendía salir del privado así que lo jaló del brazo y lo hizo entrar de golpe y comenzó a sellar la puerta con una gran cantidad de hechizos de aislamiento. Quizás ahora podía tener un informante.
— ¿Qué pretendes, idiota? —le dijo sobándose el brazo. Maldito Potter y su incremento de fuerza por el entrenamiento. Ya le diría a Sirius que le entrenara. Él no se quedaría atrás.
—No puedes ir diciendo cosas como las que dijiste…
—Oh, ya basta —se acercó al chico y puso sus manos en los hombros de este —te gusta mi padrino. Le gustas a mi padrino. ¿Cuál es el problema?
— ¿Qué es mi profesor y es mayor que yo?
— ¿Y?
Harry miró a Draco buscando burla en sus palabras, pero no encontró nada de eso, suspiró dejando caer los hombros. Es verdad. Ni una cosa ni la otra le importaban. Le gustaba Severus Snape y ya había pensado conquistarlo… un momento. Si Draco lo sabía…
— ¿Quién mas lo sabe? —Dijo un tanto incomodo, recordando unas palabras del Lord que no le gustaron para nada.
— ¿Ahora si te asustaste, verdad? —Le dijo soltándose y dejándose caer en una de las butacas —si lo que temes es que tu adorado padre lo sepa… pues no lo se. Pero Sirius y mi padre ya se dieron cuenta. Supongo que el profesor Lupin también.
—Demonios —se apoyó contra la puerta. Realmente no le importaba que Voldemort lo supiera, pero si que su padrino y Moony lo hicieran — ¿Qué dice mi padrino?
—Que le cortara las manos a mi padrino si te pone un dedo encima —dijo divertido —dijo algo de muy pequeño y cuidar tu virtud.
Se notaba que Draco aguantaba estoicamente las ganas de reírse en la cara de Harry, mucho mas por que este se había puesto completamente rojo.
>>Es mejor que vayas con “tu amado”. No quiero que crea que no te di el mensaje.
—Si —tomó aire para que sus mejillas dejaran de estar rojas y quitó los hechizos del vagón.
—Apropósito, Potter —le llamó para que se detuviera —no se supone que nadie tenia que ver ese anillo.
Harry miró su mano. Fue imposible que recordara todo lo que pasó el día de su cumpleaños.
Salieron de la habitación de Harry para dirigirse al despacho del Lord. Como siempre, Harry estaba muy incomodo con la presencia de “su padre”, cosa que notaba todo el mundo y más que nada su profesor, ya que era junto a él, que pasaba la mayor parte del día.
Llegaron al despacho del Lord y adentro se encontraba Remus, Sirius, Lucius, Draco y el Lord. Harry entró y sintió cuando el profesor cerraba la puerta tras él.
—Adelante, Harry —la voz del lord era clara y casi, casi entusiasmada —seguramente te preguntaras el por que te mande a llamar.
—Si, es verdad —trataba de mostrarse imponente, cosa muy lejos de estar. Ya no sentía un gran odio por el hombre, pero dejémoslo en que si mucho respeto.
—Es tu cumpleaños, Harry.
Bien, eso si que no se lo esperaba. Pensó que probablemente quería decirle que es lo que haría al momento de la batalla, como tendría que participar. Su papel en el enfrentamiento, pero nunca que le ¿Felicitara por su cumpleaños?
— ¿Perdón? —Preguntó impactado.
—Es algo lógico que te recuerde tu cumpleaños, no le veo el problema.
—No se trata de eso. Digo… no me lo esperaba.
—Lo se. Como imagino que tampoco te esperabas que te entregara esto —el Lord se acercó a Harry con su varita en la mano —entrégame tu brazo, Harry.
El menor dio un paso atrás instintivamente. ¿Qué pretendía? ¿Marcarlo como a los demás mortífagos?
—No —dijo escondiendo sus manos en la espalda. Un acto totalmente inútil, por no decir tonto.
—Harry. Hazme caso y entrégame tu brazo.
—Me darás la marca.
—Claro que si —le dijo como si fuera lo más normal del mundo —eres mi hijo y serás mi heredero…
—No la quiero.
—Ciertamente no te estoy preguntando —le dijo sujetando su hombro con fuerza —no quiero tener que obligarte, Harry.
—Lo estas haciendo.
Los demás espectadores veían con cierto grado de diversión la fútil discusión.
—Escúchame bien, Harry. Por que en ningún momento volveré a repetirlo. —le dijo con mucha seriedad —eres, y serás mi heredero. Tu nombre se conocerá, no precisamente por matarme.
—Ya lo conocen por eso.
—Por lo mismo. Te pondré la marca, pero no la misma que tienen todo. Una marca que será trascendental, que más a delante se elevara como estandarte, cuando tu gobiernes por sobre todos.
Bien. No es que Harry fuera una persona ambiciosa, pero esa idea ¿A quien no le gustaría sentirse amo y señor del mundo? Claro, sin las técnicas retorcidas de “su padre”. No supo que lo orilló a hacerlo, pero en un movimiento que no identificó como propio extendió su brazo derecho. Vio como Voldemort lo pinchaba con su varita y empezaba a recitar en un idioma que no entendió. El dolor fue realmente fuerte, pero comparado con todo lo que había vivido hace semanas, no era mucho para ser sincero.
Cuando el Lord había terminado miró el tatuaje en su brazo era impresionante ver su piel, siempre blanca, con una nueva adicción. Era una serpiente, pero su forma era rara. Estaba enrollada la cola y después cuando se iba estirando le salían un par de alas y garras. Un diseño original y gracias a Merlín, no tenía ninguna calavera.
—Es… Wow.
—Lo se. Cuando tengas en el futuro a tus propios subalternos, estos tendrán tu marca.
Harry sonrió de lado. El poder era embriagante, no podía evitar codiciar esa fuerza que le podía dar el tener un gran grupo de gente a su disposición. Entonces se dio cuenta de la verdad. Esta cambiando. Algo en el le decía que así debió haber sido siempre, que nunca debió haberse separado de sus padres, que James Potter tenía que estar vivo, a su lado, al lado de su otro padre. No de Voldemort. De Tom Riddle. Pero… ¿No se supone que eran la misma persona? Era el mismo ser, sediento de poder y gobierno. Asqueado de los muggle y de repente entendió algo más. ¿Por qué tenían que compartir su sangre y magia con personas que nuca la tuvieron? Quizás por algo escaseaban de ella. Por que no la merecían. Por que no merecían vivir cerca de los magos.
>>Tengo algo mas para ti, Harry —le dijo sacándolo de sus nuevos pensamientos.
Harry vio como sacaba de su túnica una pequeña bolsa de un material muy parecido a la capa de invisibilidad. La volteo sobre su palma y vio un anillo descender sobre la palma de su padre.
— ¿Un anillo?
—El anillo de tu papá —Harry sintió como se le helaba la sangre.
— ¿Por qué lo tienes tú?
—Por que soy su pareja. Este anillo no lo tienen los Potter, se los entregan a su pareja. Cuando tú tengas a tu pareja, si es que no lo tienes ya, se lo entregaras en símbolo de tu entrega.
Harry se puso completamente rojo. Ni siquiera se movió de su lugar, por temor de darse vuelta y entregárselo al hombre que estaba a sus espaldas. Simplemente estiró la mano cuando el Lord se lo entregó y lo pudo ver con más detalle. El anillo de un material que reconoció como oro tenía en medio una placa con una runa, la cual no tenia idea de que se trataba y a los lados le escoltada altivos dragones. Por dentro tenía grabado un escudo que ahora si podía reconocer… el emblema de los Potter. Era delicada y precioso, justo lo que alguien le regalaría a su persona amada.
—Entonces ahora es mío —dijo poniéndoselo en el dedo anular de la mano izquierda. Sabía que en ese dedo iba el anillo de compromiso, algo que pretendía obtener ese año.
—Si es tuyo, pero nadie lo puede ver.
— ¿Por qué? ¿Es mío no?. Simplemente puedo decir que lo heredé de mi padre.
— ¿Y cómo le explicaras al viejo que el anillo llegó a tus manos?
—Harry, conozco a Dumbledore —dijo Remus, por primera vez —te lo quitara y lo mandara a investigar. Quizás nunca lo vuelvas a ver.
Harry se mordió el labio y asintió, era lo mejor por ahora.
Draco aun esperaba que Potter ocultara el anillo. Podría poner a todos en la mira si es que alguien se lo veía. Fue entonces que se dio cuenta de su alrededor.
— ¿Dónde están la comadreja y la sangre sucia?
—Obviamente no están aquí —dijo poniendo un hechizo desilusionador sobre su anillo.
—Eso lo noto. Lo que quiero saber es por que.
—Bien… me pelee con ellos en cuanto nos encontramos. No me gustaría estar cerca de ellos. No hasta saber quienes están metidos en todo este embrollo.
Draco se alzó de hombros y lo vio salir. También tenía la sensación de que algo malo estaba oculto dentro del círculo de seguidores de Dumbledore y seguramente los Weasley eran los primeros en la lista de aliados del viejo.
Harry llegó al vagón de Snape, sintiendo que alguien le seguía. No podía girarse o se descubriría ante quien sea que le estuviera vigilando.
—Desmaius —susurró una vos frente suyo y luego sintió como algo caía a sus espaldas.
—Me asustó —dijo al ver como la puerta se abría y aparecía Severus con la varita en la mano.
Ambos se giraron y no se sorprendieron para nada cuando vieron a Hermione Granger desmayada a unos metros.
—Supongo que ella estaba encargada de “cuidarte”
—Lo más probable.
Harry vio como Severus levitaba el cuerpo de Hermione y lo dejaba dentro de su privado, mientras la amarraba y cerraba la puerta luego de que Harry entrara.
—El lord ya me informó lo que se hará. —Eso logró captar toda la atención de Harry —en cuanto pongas un pie en el colegio, empieza la guerra.
Harry asintió. Sabía lo que tenia que hacer. Y la guerra ahora estaba a unas cuantas horas.
Última edición por Majo-san el Lun Jul 07, 2014 3:10 pm, editado 2 veces
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Helen Black P Duelista
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Tema: Re: Penumbras. Capítulo 28: El regreso. Lun Mayo 26, 2014 8:34 am
muy lindo el capitulo aun que es rara la nueva familia de Potter, esperemos que pronto entregue su anillo jajaja, que pena que Hermione este con Dumbledore, me gusta mas la idea de que ellos le son fiel a Harry
Majo-san Vencedor de Voldemort
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Tema: Re: Penumbras. Capítulo 28: El regreso. Miér Mayo 28, 2014 8:34 pm
pues todo tiene un por qué.... aunque usted no lo crea... ajajaja y sí, su familia será aun más rara a futuro.
Yuki Fer As de oclumancia
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Tema: Re: Penumbras. Capítulo 28: El regreso. Lun Jun 02, 2014 4:29 pm
familia...eso parece circo la "familia" de harry...XD hahhahaha en realidad a mi me agrado la idea de que sus disque amigos no fueran leales creo que le da mas emoción a la historia..>.<