Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro. Miér Nov 10, 2010 12:35 pm
Capítulo 23: El primer encuentro.
Cuando llegaron a la mansión del Lord, no se escuchaba ni el más mínimo ruido. Parecía que ni las aves revoloteaban alrededor.
Los tres hombres caminaron en dirección al salón principal, viendo que no había más personas alrededor y con calma se dirigieron al despacho del Lord.
—Me gustaría pasar a ver a Harry, primero —dijo Remus, haciendo que Severus detuviera sus pasos —no se si estoy en lo correcto, pero antes de que experimentemos con mi teoría, quiero asegurarme de que este bien.
Severus no dijo nada, simplemente siguió caminando y antes de llegar al despacho del Lord, se metió por un pasillo aledaño y subió la escalera, seguido de cerca por los otros dos hombres.
Llegaron a la habitación de Harry, viendo a este dormido, en la misma posición en que le habían visto la última vez.
— ¿Cómo ha reaccionado a los tratamientos? —Preguntó Remus, mientras se ubicaba a la derecha de la cama de Harry, sin apartar la mirada de él en ningún momento.
—Lo hice despertar hoy y al parecer no tiene demasiados traumas…
— ¿Traumas? No dijiste nada de eso.
—No me refiero a los traumas que se crean en la vida, Black. Déjame terminar cuando habló —vio como el hombre desviaba el rostro al escuchar el regaño. Caminó hasta ubicarse a la izquierda de la cama de Harry y posó su varita sobre su cuerpo mientras una luz verde lo iba iluminando —Lo que quería decir por traumas, eran las heridas internas que podía presentar, las cuales parecen ser mínimas y con un par de pociones se encontrara renovado.
Ambos hombres asintieron y con una caricia se despidieron momentáneamente de Harry, para dirigirse al despacho del Lord.
Severus esperó a que ambos se fueran, y ya sea por impulso o quizás que cosa, acomodo un mechón de cabello que Harry tenía en el rostro, poniéndolo tras su oreja.
No supo por que lo hizo, y de la misma impulsiva manera en que se acercó, se alejó al instante. No era bueno para nadie que estuviera encariñándose tanto con el hijo de su amo.
Afuera, Remus y Sirius esperaban el arribo de Severus, que se apresuraba en salir de la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas, sin decirles nada ni dirigirles una mirada.
Comenzó a caminar, sin importarle si los otros dos le seguían o no, él iba mas pendiente de no dejar caer sus barreras mentales. No sabía de que sería capas su amo, si veía lo que había hecho a Potter.
Llegaron al despacho del Lord y como era una costumbre se arrodillaron frente a Voldemort.
— ¿Qué los trae frente a mi? —dijo sin levantar los ojos de los planos que estaba analizando y los cuales le mostraban detalladamente el castillo de Hogwarts.
—Creo saber por que recuerda aquellos que nosotros no recordamos, mi Lord.
Eso fue suficiente para que Voldemort dejara lo que hacía y se pudiera de pie para encaminarse a don de se encontraban los tres mortífagos.
—Habla.
—Según tengo entendido, el momento en que usted comenzó a recordar todo, fue luego de que terminara el ritual.
—Así es —dijo sin cambiar su expresión.
—Pues repasando los pasos del ritual, hay uno que involucra a Harry directamente.
Los otros tres en la habitación, trataron den analizar las palabras del licántropo y encontrar las conexiones, hasta que fue Severus el que la encontró.
—La sangre.
—Así es —dijo casi con alegría —puede ser como un hechizo de sangre. Aquellos que se rompen con la sangre del heredero.
—Entonces la sangre de Harry, fue la que rompió el hechizo en mi memoria.
—Eso es lo que creo. Por lo que Draco, puede quitar el hechizo en Lucius y Sirius.
—Lo que dejaría a ti y a mí en la ignorancia.
—Así es Severus. Ni tú ni yo tenemos descendencia.
— ¿Pero si ustedes tuvieran alguna vez un hijo? —Preguntó Sirius.
—No. Recuerda que sólo se romperá con el heredero que había antes del hechizo. Draco y Harry ya estaban en este mundo cuando todo eso pasó, ya que si no, no habría manera de que no recordaras a Draco. El hechizo o poción que tomamos en ese tiempo, tuvo que haber sido después de que ambos, tanto tú como James, hayan llevado a término sus embarazos.
El lord se quedó pensando en todas las cosas que pasaron antes de que todo se estropeara. Una escena llegó a su memoria en ese instante.
Ya había logrado meter a más de un mortífago en las dependencias del ministerio de magia. Sus planes iban en aumento y ahora se le antojaba salir a “divertirse”.
Llamó a un grupo de sus más acérrimos partidarios. Irían a atacar un barrio muggle. Quizás algo de diversión le caería bien en un momento tan glorioso como el que su organización estaba viviendo.
Llegaron junto a Abraxas Malfoy y Avery a un poblado que les llamó la atención. Se veía demasiado tranquilo.
Con una sonrisa de medio lado en el rostro, se dirigió a la calle mas ancha y pasó su vista por el lugar. Las casas todas iguales, y bonitas. Para los estándares de moda de los muggle.
Mas sin embargo, una de las casas de ese lugar llamó poderosamente su atención. En ella se concentraba una gran cantidad de magia. Llegaron al pórtico de la casa, su jardín cuidadosamente arreglado y las murallas blancas del frente.
— ¿Mi señor? —Preguntó Avery, al ver como el Lord se concentraba en la parte alta de la casa.
—Magos, Avery. Cinco núcleos de magia yacen en este lugar. Cuatro magos sangre pura y un licántropo.
Los otros dos magos se quedaron mirando los alrededores, mientras el lord murmuraba un Alohomora y entraba a la propiedad.
Sólo alcanzó a dar un paso cuando la luz de una de las habitaciones de abajo se prendía. Miró expectante, apuntando con su varita en dirección al ruido de un grifo de agua, hasta que esta se acabó.
Luego de eso, su visión se concentro en el adolecente que salió de la cocina.
Un chico de unos dieciséis años, de cuerpo flaco, que sólo llevaba un bóxer y una camiseta sin mangas. El cabello terriblemente revuelto, de color negro y unos expresivos ojos castaños, que en ese momento trataban de enfocar mejor, mientras que el vaso que hace un rato sostenía, caía al suelo de manera estruendosa.
— ¿Qué? ¿Quiénes son ustedes? —Preguntó mirando a los cuatro en la puerta de su casa — ¡Padre!
Voldemort vio como las luces del segundo piso se prendían y el ruido de los pasos en el segundo piso. Fue cuando vio defender a otros dos adolecentes. Uno de cabello negro y ojos azules, que traía sólo un bóxer de color azul. El otro chico, el licántropo, tenia el cabello castaño muy claro y los ojos dorados, llevaba puesto un pantalón largo de color azul y una camisa del mismo color. Luego de ellos, bajaron dos personas de edad. Ambos con ropa de dormir, muggle.
Voldemort tenía su mirada fija en el primer chico que vio. Su mirada, no era el miedo habitual que detectaba en las personas que iba a asesinar. Este muchacho lo desafiaba, aun con su belleza.
— ¡¿Quiénes son y que hacen en mi casa?! —Preguntó el mayor de los hombres, mientras se ponía frente a los jóvenes, protegiéndolos con su cuerpo.
— ¿Te atreves a hablarle con ese tono a mi amo, insecto? —Preguntó Abraxas, mientras apuntaba con su varita, pero la mano de su amo le hizo detener su inminente ataque.
—Tienen valor, eso lo admito —le dijo caminando en dirección a los jóvenes, mientras miraba las cosas a su alrededor —magos viviendo entre los muggle. Algo patético.
—Voldemort —dijo el primer chico que vio —eres el tal Voldemort ¿Verdad?
—Muy intuitivo, ¿Joven? —Preguntó, esperando recibir el nombre de ese muchacho cautivante.
—No estoy tan loco como para dártelo —le dijo cruzándose de brazo.
—Una lastima —dijo al tiempo en que apuntaba a los adultos — ¡Petrificus totalus!
— ¡No!
El joven no pudo detener el ataque a los adultos y estos cayeron laxos en el suelo. Hizo el intento de irse contra el Lord, pero los otros chicos le detuvieron.
— ¡James, detente!
—Así que el nombre que solicite es James —fijo con burla, al ver conseguido su objetivo —Ahora, jóvenes, me acompañaran…
— ¡No pienso ir con un demente como tú! —Le gritó con los dientes apretados.
—Mira, niño —le dijo acercándose y tomándolo con la barbilla para que mantuviera la mirada fija en él —O vas conmigo o te quedas con los que serían los cadáveres de esos —le dijo apuntando con la cabeza a donde se encontraban los mayores, aun petrificados.
James apretó los puños y terminó asintiendo.
>>Avery, llévate a nuestro joven licántropo y hazle las pruebas necesarias para saber si es factible que forma parte de nuestras filas —empezó a delegar —Abraxas, llévate al otro joven y lo mismo. Ve si es bueno para ser un mortífago —los otros asintieron y tomaron del brazo a cada joven, desapareciendo de la sala con ellos. El lord sostuvo a James del brazo y sonrió de lado —obviamente tú vendrás conmigo. Veremos si eres tan desafiante como muestras.
— ¿Mi Lord?
Voldemort salió de sus recuerdos cuando sintió el llamado de Severus.
—Haremos la prueba. Traigan a Lucius y al pequeño Draco.
Sirius no pudo evitar estremecerse con eso. No estaba seguro de si le agradaba o no ver a Draco en la misma habitación que el hombre al que hace unas semanas, tenía por único objetivo en su lista de asesinatos.
—Como usted diga, mi Lord —dijo Severus, mientras se ponía de pie y e dirigía a la sala, mientras era seguido por los otros dos.
Pasaron por los pasillos y llegaron al salón, donde había tres personas.
—Pero miren nada mas que tenemos aquí —dijo la única mujer, con tono de burla —dime algo, Snape ¿Desde cuando los miembros de la luz se pasean por la sala del Lord?
—Alecto —dijo escupiendo su nombre —no te metas en lo que no te incumbe, mujer.
—Iré por Malfoy —dijo Sirius, no queriendo sentir más, la desagradable mirada de Amycus sobre su cuerpo.
— ¿Huyendo, Black? —Le preguntó Avery, mofándose con su tono de voz.
—A diferencia de ustedes, nosotros si tenemos cosas importantes que hacer, así que mejor se alejan —habló Remus por primera vez, viendo como Sirius se acercaba a la chimenea.
— ¡Mansión Malfoy! —como era de esperar, las barreras de la mansión estaban abiertas para él, cosa en la que había insistido Lucius.
— ¿Quién trata de entrar? —Preguntó un elfo domestico.
—Llama a tu amo y dile que Sirius Black le habla —le dijo sin pasar atreves de la chimenea, sólo usándolo como comunicador.
Pasó un rato en el que no obtuvo respuesta y que los otros cinco en el salón no decían nada, pendiente de las palabras del moreno. Hasta que la voz de Lucius se escuchó por el otro lado.
— ¿Qué sucede, Black?
—Necesitamos que vengas con Draco. Parece que Remus encontró la solución.
No hubo que decir nada mas por que en cuestión de minutos, Draco y Lucius Malfoy aparecieron atreves de la chimenea.
El chico venia con los brazos cruzados y miraba a todos con el seño fruncido, pero cuando su mirada se cruzó con la de Sirius, desvió la mirada, tratando de ocultar su evidente sonrojo.
Sirius sonrió de lado. Al parecer, su hijo reaccionaba rápidamente y seguramente ya se había dado cuenta de lo mal que se comportó con él. Pero lo que ahora necesitaban era presentarse con el Lord, ya después arreglaría sus problemas familiares.
— ¿Para que nos requieren? —Preguntó Lucius, sin perderse detalle de la interacción de su hijo y Sirius.
—No es algo que podamos hablar en un lugar como este —dijo Sirius volteándose para poder encaminarse a l despacho nuevamente, pero fue sujetado por el brazo.
— ¡¿Qué es lo que pretenden ustedes, dejando que estos dos se paseen así como si nada por la mansión de mi Lord?!
—Quita tus manos de él, mujer —dijo Lucius ¡¿Qué tenían ese par de hermanos que tocaban lo que era suyo?!
—Quiero verte intentar obligarme, Lucius.
—Déjalo por la paz, Carrow —Le dijo Severus, pensando en lo posesivo que se había vuelto Lucius desde que supo que Black era quien había llevado en su vientre a Draco —Ellos están aquí por ordenes del Lord. Cosa que a ustedes no les tiene por que importar.
—Si es por la clandestinidad de los miembros, claro que tiene que ver —dijo Avery —no confío en ellos, y al parecer tampoco puedo confiar el ustedes —dijo mirando a Lucius y Severus.
—Imaginaba que se habían demorado por la incompetencia de alguno de mis servidores, pero no me imagine que fuera por ustedes tres —la voz estridente del Lord, provocó que todos se giraran y que se inclinaran ante su presencia.
—Íbamos en camino a su encentro, mi Lord —dijo Sirius. A él no le gustaba que los Carrow le hablaran con tanto desprecio cada vez que le veían —pero los Carrow nos impedían el cumplir con su orden, mi señor.
Remus sonrió de lado mientras agachaba la cabeza, al igual que Lucius. Sirius era un ser vengativo. No dejaría que le dejaran mal, mucho menos frente a Draco.
El Lord por su lado, miraba a los hermanos, que temblaban cual gelatina y estuvo a un paso de apuntarlos con su varita, cuando un elfo apareció al lado de Severus.
—El niño Harry despertó y preguntó por usted —le dijo al maestro de pociones —tiene fiebre.
Eso fue más que necesario para que la gran mayoría saliera de la habitación. Donde quedaron los cuerpos temblantes de los Carrow y un muy curioso Avery.
Draco siguió a su padre. Quería saber que es lo que estaba pasando con todo eso de Potter y el Lord. Además de hacer algo que nunca en su vida había hecho, pedir perdón.
Lucius había hablado con él, explicándole detalladamente todo lo relacionado con su nacimiento y la participación de Sirius Black en todo eso. Se dio cuenta de lo injusto que había sido y una cuota de culpabilidad llegó a su corazón, cuando su padre le dijo que el mismo Black se odiaba por haberlo abandonado, cosa que evidentemente no había hecho.
Ahora todos estaban frente a las puertas de una habitación, mientras Severus abría las puertas y por ella les llegaba una escena que les llenó de furia a la mayoría de ellos.
Última edición por Majo-san el Lun Jul 07, 2014 3:29 pm, editado 2 veces
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Helen Black P Duelista
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Tema: Re: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro. Dom Mayo 25, 2014 10:33 am
me alegra que Draco quiera arreglar las cosas con Sirius, por que no fue culpa del animago la situación en la que se encuentran
Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro. Dom Mayo 25, 2014 1:08 pm
nop, son cosas aparte de él. un beso
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108299 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro. Lun Jun 02, 2014 8:57 am
enserio sensei yo juraria que james se habia enamorado casi de inmediato del lord..pero jamas me hubiera imaginado que sucedio todo lo contrario...develaciones si que le queda el nombre...>.<
Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102283 Fecha de inscripción : 22/06/2009
Tema: Re: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro. Lun Jun 02, 2014 3:50 pm
sip, por algo lo llamé así, por que es una sucesión de revelaciones,
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Tema: Re: Penumbras. Capítulo 23: El primer encuentro.