Draco miraba todo como si se tratara de un circo estúpido. En su sala, o más bien, en la sala de su mansión, se encontraba un incontrolable Sirius Black, dando vueltas como animal enjaulado, mientras soltaba una cantidad impresionante de improperios a favor de unos muggles, que según alcanzó a entender desde su posición en la puerta de la entrada, eras los parientes del estúpido de Harry Potter. La cuestión era básicamente esta, a él no le importaba absolutamente nada de lo que tuviera que ver con el niño dorado de Dumbledore, y no sabía por que tenía que tolerar este tipo de espectáculos tan peyorativos en su propio hogar. —Black, no sacaras nada al trastornarte de esa manera. Lucius lo miraba fascinado desde su sitio, sentado cómodamente en un gran sillón de fina tela color turquesa, que armonizaba exquisitamente con el decorado del lugar. Paredes color ocre, dándole un aspecto calido al lugar. Los muebles (evidentemente costosos) eran de un estilo completamente adecuado con la decoración tan aristocrática del lugar. Sirius se volteo y lo fulminó con la mirada, cosa que no pareció importarle al mayor. —Se supone que el Lord fue por Harry hace mucho tiempo. —¿Permitiste que Lord Voldemort fuera por tu preciado ahijado? Draco hizo su aparición en el interior de la sala, trastocando en el instante a ambos hombres, pero obviamente, por diferentes motivos. Sirius sintió que sus piernas no eran capaces de sostenerlo al ver al que supuestamente era su hijo, parado frente a él, mientras lo increpaba sobre sus decisiones como padrino. Lucius miraba de uno a otro. Como si estuviera esperando que de un momento al otro, dos polos terriblemente cargados, explotaran frente a su cara. Sin que él pudiera hacer nada para remediarlo. —No es apropiado que entres a un lugar sin darte a presentar, Draco —le retó Lucius, tratando de sortear lo inevitable. —Lo lamento, padre —le dijo Draco, pero sin dejar de ver a Sirius, que parecía haber perdido la capacidad de hablas, de un momento al otro. —¿Alguna razón en especial por la que Sirius Black, reconocido miembro de la luz y prófugo de Azkaban, este en nuestra sala? —No hables de esa manera de un invitado hijo. Y ahora te agradecería que nos dejaras solos. —Espera —pidió Sirius, casi como si se estuviera ahogando con lo que estaba pasando —necesito saberlo —dijo mirando a Lucius —tengo que saber si es verdad. —No hay manera en que yo te lo pueda decir. Draco no entendía lo que estaba pasando ahí, ni por que se sentía tan incomodo con la mirada anhelante del moreno frente a él. —¿Cómo lo hago entonces? No es fácil verlo sin saber la verdad. —¿Podrían explicarme que es lo que pasa aquí? —No es algo que tengas que saber, Draco. —¡Si lo es! —Le gritó Sirius —¡Si lo que dijo el Lord es verdad, esto también lo incumbe! —No permitiré que le metas ideas en la cabeza a mi hijo, que puedan resultar ser mentira. —¿Y si de verdad lo es? —Dijo bajando la cabeza de repente, causándole malestar a los otros dos en la sala —¿Qué haré si es verdad? El tiempo ha pasado, no puedo recuperar tantos años de abandono. —Si es verdad, no es como si realmente fuera un abandono. No estuvo en tus manos el hacerlo y mucho menos en las mías el impedirlo. —Esto comienza a molestarme. No me gusta no saber las cosas. Sirius sonrió de lado. Podía ver tanto de si mismo en ese muchacho, que era angustiante. Si bien Draco era una copia física de Lucius, su carácter dictaba todo lo contrario. Era altanero, ególatra, un tanto narcisista y no permitía que le pasaran por delante. —Han pasado muchas cosas en estos últimos meses, Draco —le dijo el animago. Sin importarle la ceja que alzó el menor ante el huso de su nombre de pila —quizás realmente no te gusten y… —Ya te dije que te detengas, Black —le advirtió Lucius, parándose de su cómoda ubicación. —Él tiene derecho a saberlo… si es verdad… si realmente es mi hijo. Si había algo que Sirius no tenía ni un poquito, era tacto. Ya lo sabían sus amigos y cercanos, pero Lucius, al no recordar nada de lo que había pasado entre ellos, no recordaba la lengua suelta del moreno. Draco lo miraba con una ceja alzada y la comisura de la boca en un ángulo despreciablemente arrogante. —¿Y se supone que mi madre engañó a padre, contigo? —Le preguntó con desprecio, mientras cruzaba las manos frente a su pecho. —No —su respuesta fue rotunda y eso extraño al menor, que inmediatamente arrugó el entrecejo—Yo fui quien te dio a luz… o por lo menos, eso es lo que se supone que pasó. Draco había dejado caer las manos a sus costados, mientras centraba su mirada en su padre, que parecía haber encontrado una fascinante manera de asesinar a Black, clavándole la mirada en el cuello.
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Dumbledore se encontraba en su despacho. Cuidando de los últimos detalles para dar por terminado el año escolar de manera satisfactoria. No importaba lo que se requiriera. Si era necesario hacer la vista gorda con algunos alumnos que no alcanzaban el puntaje para avanzar de nivel y subir una que otra calificación, con tal de que pasaran, estaba bien. Mientras él estuviera a cargo, ningún alumno reprobaría. Francamente, no le importaban en lo más mínimo los estudiantes. El asunto era su imagen. Su presencia como educador. Nadie nunca le podría reprochar el que su hijo o hija, no aprendieran un estúpido hechizo iluminaron. El crepitar de las llamas de la chimenea le llamó instantáneamente la atención, lanzando un hechizo bloqueador en la puerta. Conocía perfectamente la procedencia de su nueva visita. Le había visto hace años, pero los nuevos acontecimientos, le obligaban a tener nuevos contactos con personas de baja categoría. —Dumbledore —el saludo áspero y casi con desprecio, provino de un ser que era igual de desagradable que su tono. —Toma asiento, Greyback —le dijo apuntando a la silla que estaba frente a él, para protegerla antes de que esa bestia la utilizara —¿Qué sabes de la vuelta de tu seños? —Aun nada —le dijo sentándose, mientras ponía los pies sobre el escritorio, sin el más mínimo respeto con el hombre frente a él —sólo ha llamado a su circulo interno. —¿Y de quienes estamos hablando? —Le preguntó, mientras trasladaba los papeles que tenía frente a él, hacía uno de los estantes que estaban a sus espaldas, pero sin siquiera molestarse en levantarse y cerciorarse de que quedaran en perfecto orden. —Suponiendo que la mayoría esta en Azkaban o muertos. —Sabes que son más, los que estaban dentro de la orden oscura y que le son fieles a Voldemort hasta la muerte. —Evidentemente tú no estas dentro de esos parámetros —se puso de pie para caminar alrededor del despacho —Aun recuerdo el día que llegaste a mi, con el cuerpo inconsciente de Regulus Black, pidiéndome que lo alejara de Lupin. Estabas realmente desesperado. —No estamos hablando de mí, aquí. —Pero me fuiste de mucha ayuda en esos tiempos —se situó tras el hombre y apretó con fuerza los hombros de este —quiero que los mantengas vigilados. Que la poción que les dimos no pierda su efecto. —Si, claro. Tu increíble poción para la selección de los recuerdos… aun puedo recordar cuando me lo dijiste, y te cito “Asegurare de que todo quedé como es debido, Greyback. Los Gryffindor son los buenos. Los Slytherin son los malos” —casi se reía de su propia voz chillona, mientras imitaba al anciano tras él. —Tú siempre con esa estupidez de las peleas entre las casas. —Se puso de pie y caminó a la chimenea nuevamente —yo los vigilare, mientras tu sigas manteniendo en las sombras al mocoso Black y al cachorro de mi futuro amante. Al tipo desapareció sin dejar que el anciano dijera nada más. —Eso esta por verse, Greyback. No eres el único interesado en el poder del lobo. Su risa retorcida le calaría los huesos a cualquiera, por eso no quitó los hechizos de su despacho, disponiéndose a salir por la trampilla que había tras su librero. Era momento de ir a ver a su preciosa y antigua adquisición. Aquel que seguiría con él, por los siglos.
ok el trauma de Draco también es muy grande, ya no se quien se la esta viendo mas difícil con todas estas noticias, y Dumbledore cada ves esta peor, espero que pronto se den cuenta del juego de Greyback
Majo-san Vencedor de Voldemort
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Tema: Re: Penumbras. Capitulo 19: Revelaciones. Lun Jun 02, 2014 8:25 am
si necesitas que alguien se entere de las cosas y no tienes el valor de hacerlo....habla con sirius y el se encargara del asunto...XD hahahah no pobre draco enterarse de las cosas asi woah que sutiliza de sirius,,,,ya meimagino la cara de lucius cuando sirius hablo de mas...XD
Majo-san Vencedor de Voldemort
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