La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 To Heal a Soul. Capítulo 11

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alisevv

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MensajeTema: To Heal a Soul. Capítulo 11   To Heal a Soul. Capítulo 11 I_icon_minitimeMiér Mayo 20, 2009 10:25 am

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Severus estaba sonriendo. Sí, eso era inesperado… quizás incluso impropio. Pero no le importaba.

Harry había estado en el hospital durante una semana y Severus acababa de conseguir la aprobación de sus sanadores para organizar una pequeña cena especial para él. Por meses, el joven se había visto obligado a comer solamente alimentos suaves y blandos. Esa noche, le daría un festín con todos sus platos favoritos.

Había dejado a Harry unas pocas horas, para hacer con Dobby los arreglos para esa cena especial. En sus manos, transportaba una bandeja con rosbif, pudín de Yorkshire, papas asadas, guisantes tiernos, y un gran pedazo de tarta de melaza como postre. Apenas podía esperar para observar la expresión en el rostro de Harry.

Dejando la bandeja justo afuera de la habitación, abrió cuidadosamente la puerta y miró a hurtadillas hacia el interior. Harry estaba apoyado en la cama, escribiendo en su diario. Era una nueva rutina que había comenzado una vez que supieron que iba a vivir. Había decidido empezar a recopilar sus pensamientos y experiencias de forma que cuando, eventualmente en un futuro lejano, muriera, pudiera dejar una explicación más exacta de su vida. Severus lo había apoyado con todo el corazón, sabiendo que ésa era la manera que tenía el joven de enfocarse y lidiar con los traumáticos eventos que había experimentado.

Aclarando su garganta, hizo notar su presencia. Harry levantó la mirada y sonrió radiante, marcando la página y cerrando su diario antes de colocarlo en una mesilla lateral.

—¡Hola! ¿Dónde te estuviste ocultando toda la tarde?—preguntó.

—Tuve unos recados que hacer—contestó el hombre, acercándose para sentarse al lado de el joven, en el borde de la cama—. ¿Por qué? ¿Me extrañaste?

—Claro que sí—contestó Harry, inclinándose para besarlo—. Me reuní con mis sanadores de nuevo hoy, después de mi tratamiento.

—¿Y qué dijeron?

—El sanador Applewhite está muy impresionado por la rapidez con la que está reaccionando mi cuerpo. Dice que podrían acelerar un poco el siguiente juego de tratamientos y que es posible que pueda salir de aquí antes de lo previsto.

—Eso es maravilloso, Harry—el Profesor sonrió ante las buenas noticias—. ¿Entonces, te sientes bien?

—Me siento increíble, Severus—contestó—. La sanadora Lee piensa que estaré libre de temblores para el fin de semana. También me dijo que el daño que estaba causando mi pérdida de memoria era mucho menos extenso de lo que originalmente creyó. Con suerte, estaré finalizando mi ultimo tratamiento el lunes.

Severus lo aferró en un apretado abrazo, incapaz de contener sus emociones por más tiempo.

—Estoy tan feliz por ti, amor—musitó, su voz ligeramente temblorosa.

—Sé feliz por ambos—susurró Harry sobre su cuello.

Separándose, Severus levantó la mano para acariciar la mejilla del joven, deleitándose en el saludable rubor que allí residía.

—Tengo una sorpresa para ti—comunicó, levantándose de su asiento.

—¿Qué es?—Harry reboto en la cama con anticipación.

Severus rió entre dientes al ver su excitación. Tomando la bandeja de algún punto afuera de la habitación, la llevó hasta la mesita ubicada al lado de la cama de Harry.

—Yo también hablé hoy con tus sanadores. Me informaron que tu aparato digestivo está completamente curado y que puedes reanudar tu dieta habitual. Me tomé la libertad de organizar algo especial para ti.

Con una floritura, Severus retiró la tapa que cubría la bandeja y la colocó sobre el regazo de su pareja. Observando las emociones que acudieron a su rostro, él mismo se emocionó por el modo en que Harry prácticamente babeaba ante la visión de sus platos favoritos.

—No puedo creer que hicieras esto. ¿Cómo supiste qué traerme?

—Dobby fue de gran ayuda, como siempre—contestó el mayor. El estómago de Harry eligió ese momento para gruñir sonoramente, haciendo que el joven se ruborizara y Severus se echara a reír—. Creo que deberías apresurarte y comerte eso antes que tu saludable sistema digestivo decida rebelarse.

El otro rió y levantó el tenedor, deteniéndose un momento como si considerara por dónde empezar. Severus se sentó, feliz, y observó mientras diezmaba cada pedacito de comida de la bandeja. Nunca imagino sentir tal alegría al contemplar tan horribles modales en la mesa.

Finalmente, cuando la última migaja de tarta de melaza hubo desaparecido, Harry se recostó contra las almohadas y gimió, frotando su estómago.

—No creo haber comido tanto de una vez nunca antes.

—Estoy de acuerdo. Sin embargo, deberías esperar muchas otras comidas iguales a ésta. Vas a necesitar hacer algo de esfuerzo hasta que recuperes el peso que perdiste—comentó Severus, retirando la bandeja y recuperando su lugar en la cama.

—Gracias, Severus. Fue una sorpresa maravillosa.

—Me alegra que lo disfrutaras, mocoso—el hombre paseó su mano a través de su saludable, espeso y rebelde cabello negro.

Harry jaló a su pareja hacia abajo, haciéndole espacio en la pequeña cama de hospital. Una vez que Severus estuvo ubicado tan cómodo como fue posible, el joven se acurrucó contra él y descansó su cabeza sobre su pecho. El Profesor reflexionó que, si Harry fuera un gato, en ese momento estaría ronroneando como loco.

>>¿Me perdí algo más mientras estuve fuera?—indagó Severus, queriendo mantenerse al día sobre todo lo relacionado con los tratamientos.

Harry enterró la cabeza en la camisa del hombre.

—Pasó otra cosa—murmuró contra el tejido.

—¿El qué, amor?—preguntó.

Harry, contra su pecho, murmuró algo rápida y quedamente. Riendo entre dientes, Severus levantó su barbilla, notando el brillante rubor en sus mejillas.

—Perdona, no logré escuchar lo que dijiste.

—Tuve una erección hoy—repitió, enrojeciendo hasta niveles imposibles—. El sanador Smythe me había dicho que todo volvería a funcionar normalmente, así que después que él se fue yo… yo intente hacerme una paja.

Severus estaba dividido. Una parte de él quería reír ante el evidente bochorno que Harry estaba sintiendo con esta conversación. Sin embargo, la mayor parte de él quería comprobar la prognosis del sanador por si mismo.

—No tienes porqué avergonzarte—musitó, inclinándose para besarlo suavemente—. Así que, ¿intentaste autocomplacerte?—Harry asintió, todavía un tanto ruborizado—. ¿Y cómo resultó?

Las mejillas del joven se enrojecieron con más fuerza, pero la expresión de lujuria que apareció en su rostro fue respuesta más que suficiente para Severus.

—¿Puedes cerrar la puerta?—susurró Harry.

De inmediato, el hombre alcanzó su varita, lanzando hechizos de cierre y silencio en rápida sucesión. Antes incluso de que hubiera puesto su varita de regreso en la mesilla, Harry se había montado a horcajadas sobre su cintura, empujando su cuerpo contra la cama. Severus pudo sentir la evidencia de la excitación de su pareja a través de la delgada tela de algodón del pijama de hospital. Gimiendo, aferró la nuca de Harry y lo atrajo en un beso demandante.

Hubo una pequeña voz en el fondo de la cabeza de Severus que le exigía ser gentil; lento y cuidadoso, dado que Harry todavía no se recuperaba. Esa voz fue rápidamente apaleada hasta la extinción cuando su pareja gimió sobre su boca y machacó sus labios.

Bajando sus manos por la espalda de Harry, dejó que se deslizaran hasta los montículos gemelos, cubriéndolos y apretándolos mientras sus erecciones entraban en contacto. Harry rompió el beso y juró sonoramente para, acto seguido, dejar caer la cabeza y mover los labios sobre el cuello de Severus.

El hombre vio estrellas cuando el Gryfdindor comenzó a lamer, succionar y mordisquear su cuello. Sabía que Harry dejaría una marca detrás, y el pensamiento de ser marcado una vez más por él hacía que su polla saltara dolorosamente contra los confines de sus pantalones.

Comenzaron un ardiente ritmo de empujes y movimientos de uno contra el otro, más y más rápido, cada uno de ellos intentando aumentar la fricción y el contacto, aliviando el dolor y aumentando el placer de su excitación. Severus tuvo un breve pensamiento de que nunca se había sentido tan vivo, perdido, necesitado y amado cuando, repentinamente, Harry lanzó su cabeza hacia atrás, gritando mientas alcanzaba su clímax. Severus observó, aturdido, mientras los ojos de Harry se desenfocaban y su respiración silbaba dentro y fuera de su cuerpo. Ser testigo de tal belleza y perfección era todo el catalizador que el maestro necesitaba para él también perder el control, arqueando su espalda mientras su orgasmo rugía a través de su cuerpo.

Colapsando, Severus apenas fue consciente del peso agregado del cuerpo de Harry presionando contra él. Pasaron varios minutos antes que la primera apariencia de coherencia regresara a Severus. Abriendo los ojos, se encontró con la pura mirada esmeralda de su pareja. Uniéndose en un beso lento, profundo, sintió más alegría y paz de la que había experimentado jamás.

En silencio, hizo un accio sobre su varita y ejecutó un hechizo de limpieza para remover la evidencia de su encuentro. Sintiéndose cómodo y saciado, cerró sus brazos alrededor del joven, feliz de continuar haciendo su trabajo de almohada.

—¿Está todo bien?—preguntó Harry suavemente, minutos más tarde.

—Mejor de lo que he estado jamás—contestó, besando su cabeza—. ¿Y tú?

Harry suspiró satisfecho, levantando la cabeza para dejar otro suave beso en los labios de Severus.

—Estoy genial.

El Slytherin rió entre dientes, rodando hacia un lado para que quedaran frente a frente mientras hablaban.

—¿Lo tomo como que estás feliz de que tus sistemas estén ‘funcionando normalmente’?

Harry enrojeció ligeramente, pero sonrió.

—No te burles—le regañó—. Claro que estoy feliz. Siento como si hubiera aguardado una eternidad para compartir esto contigo.

Severus besó la punta de su nariz.

—Yo estoy deseando aún más compartirlo tan pronto como seas liberado del hospital—observó como un brillo de lujuria estallaba en los ojos del joven, antes de ser reemplazado por algo más—. ¿Algo te preocupa, Harry?

—Es sólo… No tengo mucha experiencia, ya sabes—contestó, su rubor regresando mientras ocultaba su rostro de nuevo.

—Ya te lo dije antes, Harry, nunca te presionaría de ninguna forma. Hubiera sido feliz sólo con compartir tus besos y sostener tu mano—musitó, aferrando la mano del joven con la propia—. Tu experiencia… tu pasado… no tiene que ver con nuestra relación. ¿Todo bien?

Harry levantó la vista, el alivio visible en su expresión.

—Gracias, Severus; has sido tan maravilloso… Simplemente, no tengo palabras para explicar cuánto significas para mí.

-Creo que lo has expresado bastante bien, mocoso—bromeó—. Ahora, ¿por qué no intentas descansar un poco?

—¿Te quedarás aquí, conmigo?

—Nada podría alejarme de este lugar—replicó Severus con una sonrisa. Alcanzando su varita, retiró los hechizos de silencio y cierre antes de sentarse en una posición más cómoda.

Harry sonrió y cerró los ojos, la fatiga abrumándolo con rapidez. Severus lo observó mientras caía dormido, agradeciendo a cualquier deidad que le estuviera escuchando por darle esta oportunidad con Harry. Pronto, él también aceptó la llamada del sueño.



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—Maldición, ¿qué es esto?

Severus despertó sobresaltado ante el bramido, sintiendo como Harry daba un salto, despertando también. Incluso antes que sus sentidos se hubieran activado, sus instintos le hicieron aferrar su varita y apuntar hacia la fuente de la conmoción.

Allí, en toda su gloria pelirroja, estaba Ronald Weasley. Su rostro estaba aún más rojo que su cabello mientras veía a Harry y Severus sobre la cama, abrazados.

—Señor Weasley—dijo Severus a modo de saludo, bajando su varita—. Asumo que le gustaría hacer la visita a Harry.

—Malditamente correcto—contestó, sus manos cerradas apretadamente mientras luchaba visiblemente por mantener el control.

El Profesor sintió como, a su lado, Harry se tensaba, y en ese instante supo que su pareja no estaba preparado para enfrentar solo esa conversación.

—Confío en que no le molestará que me quede—dijo, notando como Harry se relajaba perceptiblemente—. Él todavía está bajo tratamiento y no sería conveniente que se excitara en demasía.

Por un momento, pareció como si Weasley estuviera dividido por la indecisión. Finalmente, a regañadientes, asintió bruscamente, entrando completamente en la habitación y cerrando la puerta tras él. Severus se levantó con renuencia, pero se sentó en la silla más cercana a la cama, sin desear poner demasiada distancia entre Harry y él.

—¿Cómo supiste que estaba aquí, Ron?—preguntó Harry.

—Dobby me lo dijo—contestó, luciendo un poco culpable.

—¿Qué demonios le hiciste?—rugió el chico de ojos verdes de repente, sorprendiendo a los otros dos hombres.

—No le hice nada… No en realidad—tartamudeó el pelirrojo—. Sólo lo amenacé un poco, es todo.

—¿Cómo pudiste hacer eso? Después de todo lo que Dobby ha hecho por nosotros todos estos años… ¡Es inconcebible que lo amenazaras tan horriblemente! A estas alturas, ya deberías saber que si hubiera querido que supieras donde estaba, te lo hubiera hecho saber personalmente.

—Lo lamento, Harry. Es sólo que estábamos preocupados. Has estado tan reservado. Empezaste a dejar nuestras conversaciones semanales… Snape comenzó a poner toda clase de excusas por ti… Entonces, descubrí que estabas en el hospital y ni siquiera nos lo dijiste—la voz de Ron se elevaba a medida que despotricaba.

—Señor Weasley—intervino Severus, empezando a ubicarse delante de Harry—. Le sugeriría que bajara el tono de voz antes que yo lo saque de esta habitación.

Respirando profundamente varias veces, el aludido controló visiblemente sus emociones.

—Disculpa por gritarte, Harry—dijo—. Pero, por favor… todos estamos preocupados por ti. ¿Empeoraste? ¿Puedes decirme qué ocurrió?

Harry miró a Severus por un momento, la inquietud claramente reflejada en su rostro. Su pareja estiró la mano y aferró la suya en un gesto de apoyo, ofreciéndole una sonrisa, que tuvo el beneficio adicional de conseguir un jadeo impactado de Weasley.

—Esta semana he estado bajo ciertos tratamientos especiales, Ron—comenzó a explicar Harry—. No quise contar a nadie antes de tiempo porque no estaba seguro de lo que iba a pasar. Dejaré el hospital en unos días. Una vez en mi casa, los llamaré por la chimenea y convocaré una cita para que todos puedan venir a casa y les explicaré todo. Pero—continuó, mientras Weasley trataba de interrumpir—sólo lo contaré una vez.

Weasley suspiró con resignación y asintió, aceptando. Lanzó unas cuantas miradas cautelosas a Severus y a sus manos apretadas, antes de regresar su mirada a Harry

—¿Al menos me explicarás de qué trata todo esto?—preguntó, haciendo un gesto hacia las manos enlazadas.

Harry miró nuevamente a Severus y éste quedó deslumbrado con todo el amor que brillaba en sus ojos.

—Realmente, no hay mucho que explicar, Ron. Él vino a ayudarme y nos enamoramos. Fin de la historia.

—Maldito puñetero del demonio—murmuró Weasley en voz baja—. ¿Eres feliz, Harry?

—Más que nunca—contestó, su voz más fuerte de lo que había estado desde la maldición que había hecho estragos en su cuerpo, sin apartar los ojos ni por un momento del rostro de Severus.

Weasley frotó su mano contra su rostro con cansancio.

—Bien, imagino que no hay nada más que discutir sobre este asunto. Entonces, supongo que debo ir a informarle a Hermione que te pondrás en contacto en unos días.

—Prometo que les explicaré todo, Ron. Sólo dame unos días, ¿vale?

—Está bien, compañero. Pero, si necesitas algo, por favor, llámanos. Todavía somos tus mejores amigos, y también quiero estar ahí para ti.

—Lo sé, Ron. Gracias.

Finalmente, Weasley se fue y Harry se hundió de nuevo en la cama, luciendo preocupado.

>>Esto va a ser el infierno, Severus.

—Ya pasamos a través del infierno—contestó el hombre, regresando a su lugar a su lado—. Después de eso, cualquier cosa que pase será más fácil.

—Supongo—dijo Harry, acurrucándose contra Severus—. Siempre que estés conmigo, podré enfrentarlo.

—Entonces, no tienes nada de que preocuparte, amor.




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Última edición por alisevv el Vie Abr 22, 2016 6:37 pm, editado 4 veces
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MensajeTema: Re: To Heal a Soul. Capítulo 11   To Heal a Soul. Capítulo 11 I_icon_minitimeDom Ago 09, 2015 10:15 am

¡Vaya! Teniendo en cuenta la anterior actitud de Harry, no creí que fuer capaz de enfrentar a Ron de esa manera. Al parecer la 'recuperación' del funcionamiento de ciertos sistemas está mejorando eso xD... eso y una buena descarga de todo.

Bien por Harry y me alegro por él.
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