alisevv
Cantidad de envíos : 6728 Fecha de nacimiento : 15/01/1930 Edad : 94 Galeones Snarry : 241687 Fecha de inscripción : 08/01/2009
| Tema: To Heal a Soul. Capítulo 18 Miér Ago 05, 2009 11:55 pm | |
| —Harry, Harry, Harry —dijo Luna, sonriendo mientras se acercaba y se arrodillaba en el piso, frente a ellos. Alargando una mano para cubrir las de ambos, informó—: Yo tengo la respuesta a todos sus problemas.
Severus y Harry intercambiaron una muy confundida mirada antes de girar su rostro a la mujer sentada frente a ellos.
—¿Nuestros problemas? —preguntó Harry, la confusión y la diversión batallando en su rostro por la dominación—. ¿De qué problemas estás hablando, Luna?
Sonriendo serenamente, contestó:
—Es obvio, ¿no? — cuando ninguno de los hombres habló para convenir con ella, sacudió la cabeza y una expresión ligeramente exasperada asomó a su rostro—. Está resonando tan audiblemente que es casi ensordecedor. Sus auras están completamente discordantes.
Severus sacudió la cabeza, esperando que el movimiento hiciera que algo de lo que estaba diciendo Lovegood cobrara sentido. En silencio, repitió las palabras para si mismo, todavía completamente perdido.
—Er, ¿disculpa? —indagó Harry.
Lovegood suspiró y comenzó a hablar en un tono casi condescendiente.
—Sus auras no están en armonía. Justo ahora, están terriblemente contaminadas. Supongo que es algo relacionado con su enlace —declaró, torciendo los ojos, luciendo para todo intento y propósito como si ella estuviera examinando un interesante descubrimiento bajo un lente de aumento—. Ambos están teniendo algunas dificultades con su magia, también —terminó, enderezándose y asintiendo para sí misma.
—¿Cómo sabes eso? —preguntó Severus, inclinándose hacia adelante.
—Es desesperadamente evidente, Profesor —contestó—. ¿Cómo podría no darme cuenta? Está por todas partes alrededor de ustedes, después de todo.
—¿Así que, tú tienes la respuesta a todo esto? —insistió Harry.
—Sí —replicó con sencillez, sentándose y volviendo a sonreír.
—¿Y la respuesta es? —animó el Gryffindor.
—Sólo tenemos que reordenar sus auras, para limpiar la contaminación y conseguir que recuperen su armonía.
—Oh, eso es todo —ironizó Severus, empezando a exasperarse con esa conversación idiota y sin sentido.
—Probablemente, debería hablar con su enlace primero, por supuesto —comentó ella, ensimismada.
—¿Qué? —la confusión finalmente ganó y cubrió al rostro de Harry—. ¿Vas a hablarle al enlace? ¿Cómo puedes hablar con un enlace?
—No es difícil, Harry —la chica giró sus ojos claros y saltones hacia él—. Después de todo, un enlace es esencia mágica viva. Deberé determinar qué es lo que pretende y desea antes de poder ayudar a su estabilidad y balance.
Harry giró su confundido pero esperanzado rostro hacia Severus.
—¿Qué te parece? —le preguntó.
—Creo que la señorita Lovegood ha estado tomando demasiada cantidad de Poción para Confundir —contestó el hombre con incredulidad—. No es posible que creas esta ridiculez.
—No pienso que sea ridículo, Severus —lo amonestó Harry con severidad—. Después de todo, ella sabía que tu Marca Oscura había desaparecido.
Severus inclinó la cabeza, cediendo con facilidad ante el regaño de Harry; girándose hacia la extraña muchacha, comentó:
—¿Cómo es, señorita Lovegood, que puede ver nuestras auras y hablarle al enlace?
—Oh, yo siempre he sido capaz de hacer eso —replicó—. Puede ser un poquito abrumador a veces, pero ya sabe lo que dicen: no hagas preguntas triviales a menos que tengas los bolsillos llenos de arándanos.
Severus estaba más confundido que nunca, pero decidió que el mejor curso de acción era simplemente dejar de cuestionar. Parecía que la conversación sólo se volvía más surrealista conforme avanzaba. Esperando no estar cometiendo un colosal error de juicio, decidió seguir con la situación, pero permaneció listo para llamar a Dobby para que convocara al sanador Applewhite, sólo por si acaso.
>>Ahora, sólo siéntense tranquilos un momento mientras hablo con el enlace.
Severus se obligó a permanecer sentado en el sofá, alegre por el consuelo que le proporcionaba la mano de Harry. Reacio a estar siguiendo a quien estaba seguro era una mensajera tonta, confió en el juicio del joven. Y además, había una voz pequeña y constante en su cabeza que le recordaba que ella sabía sobre la Marca Oscura.
La chica los miró fijamente, haciendo que Severus se sintiera bastante incómodo bajo sus extraños y anchos ojos. Después de unos minutos, ella se sentó y asintió para si misma, parpadeando como una lechuza.
—Es una historia muy interesante —musitó.
Harry la miró, expectante, esperando que continuara. Al ver que sólo los miraba, suspiró y dijo:
—¿Y?
—¿Oh, te gustaría que explicara lo que dijo el enlace? —preguntó, como si estuviera genuinamente sorprendida.
—Sí, por favor —contestó su amigo.
—Muy bien, entonces. Es un enlace muy poderoso, uno de los más fuertes que he visto. No estaba satisfecho con su propósito original, así que estaba utilizando el poder de Harry —explicó, haciendo un gesto hacia el joven —para tratar de ajustarse a un estado un poco más adecuado.
—¿Cómo es eso posible? —interrogó Harry, mirando a Severus, perplejo.
—Bien —dijo la chica con expresión soñadora—. Todo comenzó con la intención. Tu verdadera intención no era enlazar a Severus en servidumbre, aunque ésa era la razón original para la que servía el hechizo. Tu magia, que en realidad era, originalmente, la del Profesor, si entendí correctamente, estaba ayudando a continuar. Tú deseabas, obviamente, mayor igualdad con él, y, lentamente, el enlace estaba arreglando la forma de encaminarse hacia eso.
—Esto es un completo y absoluto absurdo —gruñó Severus—. El enlace ya estaba obligándonos a asumir roles, y ahora que ha sido consumado, lo completamos de esta forma. Como resultado, mi poder… —flaqueó brevemente—, mi poder ha sido tomado. Es el precio que debo pagar, y con gusto lo haría mil veces más para conseguir el mismo fin.
—¿Ha examinado su núcleo mágico? —preguntó Luna, fijando su brillante mirada en Severus—. Creo que se sorprenderá de lo que va a encontrar.
—Todas las pruebas de diagnóstico que corrí muestran que mi poder se ha debilitado casi al punto de ser inexistente —contestó secamente, sintiendo que su enfado aumentaba ante la prolongación de la farsa.
—No quiero decir que lo haga con hechizos, Profesor. Debe mirar dentro de usted mismo y ver su núcleo mágico como es en realidad —explicó serenamente.
—¿Dentro de mi mismo? —replicó, sarcástico—. ¿Y supongo que es apenas simple?
—Por supuesto —aseveró—. Creo que descubrirá que es similar a la Occlumencia, que según tengo entendido, es algo a lo que usted es absolutamente adepto. Yo puedo ayudarlo, si lo desea.
Severus estuvo a punto de bufar burlonamente, pero observó la mirada esperanzada de Harry. Suspirando pesadamente, se resignó a tener que proseguir con la molesta charada. Estaba anhelando la paz y soledad de su recámara y la feliz inconsciencia del sueño, pero parecía que tendría que aguardar para alcanzar ese escape.
—Bien —aceptó a través de sus dientes apretados, haciendo un gran esfuerzo para controlar su ira—. ¿Qué quiere que haga?
—Cierre los ojos —pidió, moviéndose hacia adelante y tomando sus manos en las de ella—. Despeje su mente y concéntrese en la sensación de su magia. Enfóquese hasta que lo único que pueda sentir sea ese pulso.
—No puedo sentir mi magia —protestó Severus, taciturno, pero aún así cerró los ojos y despejó su mente con la facilidad que da la práctica.
—Yo puedo ayudarte con eso, Severus. Tu magia no se ha ido, sólo ha sido bloqueada y redirigida.
El hombre estaba a punto de decir algo mordaz cuando, repentinamente, vio un pulso de luz brillante tras sus párpados. Jadeando por la sorpresa, se enfocó en la luz y encontró un tenue filamento, también pulsante, que salía de ella.
—¿Es eso? —preguntó sin aliento.
—Sí —contestó Luna, su voz tensa por el esfuerzo—. Síguela, Severus.
El hombre se concentró en el filamento de luz y lo siguió, viéndolo con los ojos de su mente. Esto lo condujo a una esfera brillante, que Severus estaba consciente de que debería haber sido mucho más brillante.
—¿Es ése mi núcleo mágico?
—Lo es —contestó la chica—. Ahora, ¿ves como esté nublado?
—Si, puedo verlo —contestó, mientras aumentaba su excitación—. Parece como si tuviera una barrera alrededor.
—La barrera está evitando que puedas acceder a tu poder —le explicó—. Ahora, rodéalo y dirígete hacia el otro lado.
Severus hizo lo que le pedía y vio que había un brillante haz de luz que se alejaba de la esfera. Titilaba y brillaba en hermosos colores, y Severus suspiró ante la visión.
—¿A dónde va?
—Se dirige directamente hacia Harry. El enlace está extrayendo todo tu poder para dárselo a él en preparación.
—¿En preparación de qué? —interrogó, incapaz de apartar los ojos de los cambiantes colores.
—Se está alistando para que Harry corrija lo que fue hecho mal —explicó Luna, y Severus pudo sentir su presencia, que se deslizaba de su mente lentamente. Él suspiró con tristeza, no deseaba abandonar la pulsación de colores brillantes, pero sabía que ya era hora.
Abriendo los ojos, parpadeó varias veces, sus ojos lagrimeando a causa de la luz de la habitación. Observando a Harry, notó que tenía una expresión de asombro mezclado con preocupación.
—¿Estás bien? —le preguntó, apartando un mechón de cabello de su frente.
—Estoy bien —contestó Severus, inclinándose hacia su toque. Girándose hacia Lovegood, preguntó—: ¿Qué tenemos que hacer?
Última edición por alisevv el Dom Abr 24, 2016 5:52 pm, editado 2 veces | |
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lady_chibineko Duelista
Cantidad de envíos : 730 Fecha de nacimiento : 27/09/1978 Edad : 46 Galeones Snarry : 132111 Fecha de inscripción : 30/06/2011
| Tema: Re: To Heal a Soul. Capítulo 18 Lun Ago 10, 2015 7:46 pm | |
| ¡No digo! Amo a Luna por una buena razón ¡Ella es fantástica! Luna salvando el día... ahora veamos que quiere ese enlace truculento. | |
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