Podeis encontrar la historia original aquí
https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/InvisibleNota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan.
Capítulo 48. Más culpabilidad y pensamientos
Grimmauld Place - Sirius, Remus and JamesSirius Black se sentó en la mesa del comedor de Grimmauld Place, todavía estaba dando vueltas a la información que descubrió ayer. No el hecho de que Lily Potter fuera condenada a un año de prisión, de hecho esperaba más, pero él no estaba en el wizengamot. Él solo tenía dos sitios en la mesa de Governadores, todos los sangre pura lo tenían. Ninguno tan activo como Lucius Malfoy, quien parecía querer divulgar su mierda de sangre pura por todas partes. Agradecidamente no mucha gente de allí coincidía con él, a los otros probablemente les chantajeaba o amenazaba. La mayoría iba en su contra, y menos mal pues sino se habría hecho con la suya hace mucho tiempo. No es como si fuera un problema ahora mismo; el rubio estaba en Azkaban, por dañar a su ahijado. De hecho seguía siendo el padrino de Harry, no había sido deshonrado con ello todavía, y de otra forma Gringotts se lo habría comunicado. Harry le dio a James las casas de vuelta y la mitad de la fortuna Potter. James había estado en buen estado cuando regresó, colapsó en shock. Era un Déjà vu; él tuvo una reacción similar hace años. Todavía escribía a Harry ocasionalmente, incluso si no recibía respuesta. Quería que su ahijado supiera que seguía pensando en él, y lo sentía, no le importaba si Harry nunca le perdonaba, ¿a quién intentaba engañar? Sí que le importaba. Esperaba que con preserverancia Harry le perdoanría, antes o despues.
"¿Quieres café o algo más fuerte?" preguntó Remus en voz baja mientras entraba en la cocina, con un pijama azul. Se lo había conseguido Sirius por Christmas, a Sirius siempre le gustó comprarle la ropa más cara. Probablemente por que cuando era niño y adolescente nunca tuvo nada decente. Como hombrelobo, casi no podía conseguir trabajo, y cuando lo hacía no duraba mucho. Era muy orgulloso como para aceptar dinero de sus amigos, pensando en ello como caridad. Los hombre lobos eran criaturas orgullosas, y él también.
"Café," dijo Sirius, había estado bebiendo mucho últimamente, especialmente con James alrededor. No podía perdonarle, le había dado dinero para una casa y lo usó para conseguir un abogado para Lily. Estuvo furioso cuando lo descubrió; se lo dio para los niños y para él, para que tuviesen un techo donde vivir. No es que James se tuviera que preocupar de eso más. Sin duda volvería a la Mansión Potter, Nunca pusieron un pie en Godric Hollow desde el ataque a los gemelos. Fue directo a los gemelos, la profecía hablaba del bebé que nació cuando el séptimo mes moría, y ambos nacieron a la vez... lo suficientemente cerca de la 'muerte del séptimo mes' de todas formas.
Remus hechizó la tetera y se calentó inmediatamente, cogiendo tazas largas, las hizo flotar alrededor así como la tetera. Sirius colocaba la tetera y la cafetera, mientras Remus iba al frigorífico y sacaba la leche. A ninguno de ellos le gustaba negro, pero tampoco les gustaba dulce. Aunque a Remus le gustaba dulce cuando se acercaba la luna llena, así podía coger algo de peso que perdía tras la trasformación. Nunca más de una cucharada por café. Remus le dio a Sirius su taza roja, quedándose con la negra y puso una bolsita de té para servir el agua mientras Sirius ponía café en la suya. "¿Ha llegado el periódico?" preguntó Remus, mientras se sentaba enfrente de Sirius el ceño fruncido cruzando su cara.
"Todavía no," dijo Sirius, "10 minutos." Añadió mirando el reloj de la pared, siempre venía en el mismo momento, y aquellos en Hogwarts ya lo tendrían, puesto que estaba muy cerca de la estación del profeta. De hecho seguramente sólo les tomaría a las lechuzas 5 minutos desde Hogsmeade conseguir las designadas tarjetas. Sirius una vez se preguntó cómo no se enfriaban al ir constantemente abiertas. Lo cual no era cierto, solo abría para el desayuno, antes de que la 'ventana' se cerrara otra vez.
"¿Se ha levantado ya James?" preguntó Remus.
"¿Parece que sí?" preguntó Sirius irritado, "No, no se ha levantado, también vas a perdonarle, Remus." honestamente, alguien podía casi matarle y Remus apostaría que le perdonaría. Estaba siendo desdeñoso lo sabía, pero no podía hacer nada. Quería que Remus estuviera furioso contra James y Lily. Él siempre fue el que se enfadaba y enfurecía con facilidad, creciendo con sus padres era algo normal.
"No puedo no perdonarle," dijo Remus sacudiendo la cabeza, "Se que las cosas no serán como la última vez. No puedo olvidar todos los años de amistad. O el hecho de que es parte de mi manada, Peter nos traicionó y el lobo lo entiende, pero no funciona así con James."
Sirius rodó los ojos, como si siguiera irritado, pero no dijo nada, entendía la cosa de la manada probablemente mejor que ninguno. Los perros eran muy parecidos a los lobos, tenían los mismos instintos pero no tan fuertes, probablemente por que la sangre/ADN era lo que podías decir 'aguada'. Los ciervos eran diferentes, no tenían los instintos que Remus y él tenían en su forma animal.
Unos minutos de silencio, con solo sorbos tomados de su caliente café aparecieron las lechuzas. Ululando mientras llamaban la atención para que se les retirase su carga. Remus cogió las cartas, y los paquetes, yendo a la cocina a coger unas chucherías para las lechuzas y las puso en su mano, esperando a que las lechuzas las aceptaran. Una vez que lo hicieron cogió un par de Galeones, Knuts y sickles y los puso en la bolsa del dinero. Solo cuando eso se hacía estas lechuzas se iban, volando fuera de la ventana de la cocina abierta de Grimmauld Place.
Sirius cogió el periódico de la pata, dejando el dinero en la bolsita y dejando que Remus la alimentase. Unos segundo más tardes estaban volando en el aire, normalmente les daban un trozo de salchicha o una tira de la grasa del bacon. Desafortunadamente ninguno estaba de humor para cocinar hoy, ni siquiera con magia, requería de las manos para lidiar con ello. Miró la primer plana y sus ojos se abrieron. Sus ojos rápidamente viajando por las letras, tragando cada palabra escrita con avidez.
"¿Todavía tienes ropa de vestir que te valga?" preguntó casualmente Sirius, como si no fuera nada.
"¿Por qué?" preguntó Remus parando ssu tarea de abrir el paquete, dejándolo medio hecho mientras miraba sospechoso a Sirius. Sirius no hacía preguntas sin fin, especialmente no por la mañana, debía estar planeando algo.
"Tenemos una fiesta a la que ir," dijo Sirius sonriendo.r32;
"¿Qué fiesta? ¿Quién en su sano juicio planea una fiesta en la situación en la que estamos?" preguntó Remus pestañeando en shock.r32;
"No solo una fiesta, una gran ceremonia," dijo Sirius sonriendo en profunda sorpresa.r32;
"Ahora me he perdido, ¿porqué querrías ir a una gran ceremonia? No serás el centro de atención." dijo Remus preocupado.
"Ha, ha," dijo Sirius sacudiendo la cabeza, "Lo digo en serio, ¿quieres ir?"r32;
"No," dijo Remus.r32;"Bien entonces, iré a apoyar a Harry yo solo," dijo Sirius sonando muy disgustado.
"¿Harry?" preguntó Remus animándose, lanzando la caja vacía a la papelera, mientras que dejaba sus chocolates de Honeydukes a un lado. El chocolate siempre le hacía sentirse bien, especialmente alrededor de la luna llena. Así que siempre se aseguraba de tener a mano, lo cual por supuesto tenía, 5 largos bloques ahora mismo. En su maletín todavía tenía dos, eso si Sirius no le había robado ninguna. No es que le importara, siempre los ponía de vuelta, y le daba uno más en compensación.
"La Orden de Merlin tercera clase, por una poción que él y Snape crearon," dijo Sirius todavía leyendo el periódico. "Wow, podrías usarlo, repararía el daño que sufriste durante las transformaciones. Funcionaba por que había gente que decía que ya la había usado, fue probada por el Ministro de America. Aclaman sentirse 10 años más jóvenes, y que la luna llena no es tan difícil. Aparentemente estaban interesados en Harry también." El orgullo en su voz era evidente hasta para un hombre sordo. ¡Orden de Merlin tercera clase! ¡A su edad! Era el más joven que la hubiera recibido. Se preguntaba si Harry hubiera sido tan increíble y determinado si le hubieran amado como debieron. O si que los Potter fueran negligentes le convirtieron en el mago increíble y determinado que era. Además parece que por fin había paz entre el gobierno Americano e Ingles y parecían verse de cara por primera vez.
"Pensé que era para la artritis" dijo Remus, ¿se perdió algo?
"No, aparentemente era una concepción baja, la revista mensual de pociones lo puso mal. Es como una poción rejuvenecedora pero 10 veces más potente. Trabaja en los huesos y en los órganos internos, haciendo que el cuerpo sea joven otra vez." replicó Sirius sonando como si estuviera leyendo un párrafo del periódico él mismo. La llamaron la poción de Eileen; era obvio por quien la nombraron. La madre de Snape se llamapa Eileen si no lo recordaba mal, Eileen Prince-Snape. Su nombre fue una leve mención en la línea de los sangre pura cuando estuvo en Hogwarts. Sus padres se reían ante lo débil que era y lo sucia que era por diluir la línea Prince line con ese Muggle. Los muggles por supuesto, por definición de su madre, eran peores que los sangresucia. Lo cual decía mucho, puesto que odiaban a esos que sin magia entraban en su mundo. No importaba que muchos de esos sangre Muggle eran más listos y tenían más magia que los sangrepura, lo que probablemente añadiría insulto al daño.r32;
"suena fascinante, ¿menciona el precio?" preguntó Remus.r32;
"12 galeones," dijo Sirius, o 6 libras si vas con la moneda Muggle.
"¿No lo hacen para enfermos?" preguntó Remus estupefacto.
"Harry no lo hace por el dinero Remus, lo hizo por Eileen Prince-Snape, lo hizo para salvarla de lo que fuera que lo estuviera matando. No era para enfermos, y se ha convertido en algo muy popular, especialmente entre las generaciones más viejas, por supuesto que recibe intereses por ello." dijo Sirius en voz baja, Harry era muy leal con los que quería; desafortunadamente no estaban incluidos en esa lista.
"¿Dónde y cuando es la ceremonia?" preguntó Remus, algo confuso de que saliera en los periódicos. Era peligroso; Voldemort quería Harry muerto, por avergonzarle. Iría sólo para mantener a Harry a salvo, si había un ataque necesitaría tanta gente como pudiese para protegerlo.
"¿Dónde sino? En el Ministerio de magia, tratando de hacer tanta publicidad como fuera posible." dijo Sirius, pero ahí es donde se entregaban todos los premios. El último que fue premiado fue el que creo la poción matalobos, pero fue una ceremonia más grande pues fue de primera clase. No hubo nadie más galardonado desde que Dumbledore recibió una décadas atrás (la de primera clase).
"Eso por lo menos le garantiza algo de protección," dijo Remus alivio claro en su cara, el Ministro había puesto barreras para que aquellos con la marca oscura no pudieran entrar, sin un Auror presente. Por supuesto podían ser traicionados por un Auror, quien podría autorizar a todos la entrada, pero aparentemente Scrimgeour había pensado en eso. Así que se solucionó, un Auror por cada mago con la marca oscura. Si un mortífago intentara ganar el acceso, encontrarían una habitación permanente en St. Mungo's. Las paredes sacarían su escudo mágico y freirían su cerebro más allá del posible reparo. Algunos dirían que se merecen lo que les ocurra, la única excepción a la regla era Severus Snape, ya que fue un espía para Albus Dumbledore, y era claramente obvio. Le dieron la clave para que las barreras que rodeaban el lugar no le afectasen. Por supuesto Scrimgeour como el mago cauto que era, hizo que Severus hiciera un juramento inquebrantable de no rebelarlo. Esto todo se hizo desde la chimenea, antes del juicio de Lily Potter.
"Nada es más seguro," dijo Sirius, estuvieron en la guerra y aprendieron eso de la forma más dura. Como que James, Lily, Nick y Harry estaban a salvo, y mira lo que pasó Fueron atacados cuando eran las personas que más se creía que estaban a salvo, tan a salvo como se pudiera bajo el hechizo Fidelus.
"¿Por qué hablas de seguridad? ¿Se ha visto comprometido el cuartel de Grimmauld Place?" preguntó James entrando luciendo como un zombie. A pesar del hecho de haber estado en la cama por 13 horas no durmió nada. Cualquier momento que pareciera que se iba a dormir su mente se volvía a despertar. Como si le hubieran inyectado poción pimentoica toda la noche, no había pociones para dormir sin sueño ahí. No había ningún otro sitio donde comprarlo salvo Slug y Jiggers Apothecary en el callejón Diagon.
"Probablemente está siendo constantemente vigilado," dijo Sirius tosiendo, "No tengo duda de que Bellatrix le ha dicho a Voldemort sobre este sitio. Agradecidamente está muy bien guardada, además del encantamiento Fidelus sobre ella, es tan segura como lo puede ser." Sólo los libros de la biblioteca podrían financiar la guerra Voldemort , eran muchos, raros y muy valiosos. Había libros más valiosos en la cámara Black, de los cuales agradecidamente tenía él el control. Su madre le había quemado del árbol familiar, pero nunca le desheredó oficialmente. Tenía algo que ver con que Regulus desapareciera al poco tiempo. No había otra persona que siguiera la linea, el más cercano era Draco Malfoy pero tendría que haber renunciado a su herencia Malfoy antes de llevar el apellido Black. Tienes que ser un Black en nombre y sangre para heredar el título. Algo que su gran, muchas veces, abuelo les había inculcado. Sin duda para hacer que la línea continuase y siguiera siendo pura.
"¿Quieres ver el periódico?" preguntó Sirius sonriendo amargamente, una mirada expectante en su cara.
"Err...no," dijo James preocupado, no quería ver en los periódicos lo que había pasado en la sala de juicio ayer. Sus padres eguramente se retorcían en sus tumbas; su familia entera estaba en trozos. También debía ir y hablar con Dumbledore, si ese hombre estaba pensando siquiera en entrenarlo, bueno tenía otra cosa viniendo. Su hijo no iba a ser entrenado por otra persona que no fuera él; vería a su hijo preparado para enfrentarse a lo que vendría, con él a su lado guiándole. Había sido un idiota confiando en Dumbledore para que hiciera algo por su familia.
"No te preocupes, sólo se menciona a Lily en la página 10, y solo una frase en la primera página." dijo Sirius dándole el periódico cerrado.
Remus chasqueó la lengua; era lo más próximo a amistoso que había sido en años. Aún sabiendo que no había nada amistoso en ello. Sirius estaba tanteando a James, cerrndo sus ojos ambar sacudió la cabeza. Esta guerra destruyó amistades, arruinó vidas y las dejó desoladas. Incluso cuando Voldemort se fue, nada fue nunca lo mismo.
James alcanzó el periódico, confundido por las palabras de Sirius y la forma en la que estaba siendo. Apenas habían cruzado palabras el tiempo que se quedó. Solo para dejar claro que Sirius sólo lo estaba haciendo para saldar la deuda con los padres James al acogerle en su casa cuando se escapó por no poder hacer frente a las expectativas que su casa tenía en él. Habían estado de acuerdo en todas las formas de Voldemort, pero nunca se convirtieron en mortífagos. Aunque sus argumentos hicieron que Regulus sí lo fuera, y le habían matado. Cuando murió, su DOD había aparecido en el ábol genealógico de su casa. Era la misma magia que Molly Weasley había puesto en su reloj familiar. Abriendo el periódico cerró los ojos, sus manos se cerraron en puños, no en furia si no en total vencimiento. ¡Su hijo! Merlin, su hijo había sido concedido la insignia de tercera clase de la Orden de Merlin, el más joven de la historia. Maldiciendo se dio cuenta una vez más de lo puro e inocente que era su hijo.
Otro ave, un cuervo, pertenecía a Severus ya que Hermes estaba fuera repartiendo cartas, entró en Grimmauld Place.r32;"Hola," dijo Sirius alcanzando para coger la carta solo para ser picado, mirando se dio cuenta de que estaba a nombre de James. "Es para ti."
"¿Remus?" preguntó Sirius.r32;
"¿Sí?" preguntó Remus abriendo sus ojos otra vez.r32;
"¿Por qué hay cuervos como escritorios de mesa?" dijo Sirius su cara seria.
Remus gruñó y chocó su cara contra la mesa, desde que el adolescente encontró su libro infantil favorito - siempre, siempre se lo recordaba. Lo había dejado en el tronco todo el tiempo, y Sirius lo había leído. Siempre que veía un cuervo, le recordaba sobre el libro y le hacía bromas. Por dentro Remus sonreía, era difícil estar agradecido sobre algo hoy en día. Había visto la película, una vez que había visitado el mundo Muggle. Le fascinaba lo que podían hacer, era una vergüenza que muchos magos fueran tan cerrados. Se sacarían antes los ojos que aceptar algo del mundo Muggle en el suyo.
Sirius se rio divertido, no importaba cuantos años pasaran sería igual de divertido. Así como el Sirius/Serio que siempre hacían con su nombre. Si solo hubiera sido Orion Sirius en vez de Sirius Orion.
James se sentó con la frente llena de sudor, lágrimas saliendo libremente de sus ojos. Remus y Sirius le miraron, sus cejas alzadas tanto que pasaban a su pelo. Había como 10 hojas, llenas de preguntas y mandatos. A juzgar por las primeras preguntas, estas fueron hechas por Harry. Sirius cogió las hojas de James, no queriendo que las lágrimas emborronaran las letras. Sus ojos azules escaneando cada pregunta, mandato y palabra escrita, Harry había volcado su alma en esas cartas. Todos los daños salieron, pero se fueron mientras Sirius leía la carta en voz alta.
James,
Se me ha pedido que escriba todo, Severus dijo que me podría ayudar a liberar todo de mi corazón y a lo mejor ser capaz de seguir adelante, no me di cuenta de que lo había estado cargando, pero supongo que sí.
¿Te acuerdas de la última vez que te sentaste a darme de comer después de la muerte de Voldemort? ¿Arrullarme? ¿Decirme que me querías? ¿Te acuerdas de la última vez que me bañaste y no usaste solo un hechizo para lavarme hasta que fui lo suficientemente mayor para lavarme yo?r32;¿Te acuerdas de la última vez que me contaste una historia?r32;¿Te acuerdas de la última vez que me tomasteis una fotografía?
¿Te acuerdas de la vez que te pedí un gato? ¿Sólo para que Lily le comprara uno a Nick ni siquiera dos días después?
¿Te acuerdas de cuando Nick me golpeó en la cara y me mandaste a mi habitación?
La lista continuaba extensamente, continuando a lo largo de su niñez. Todos los fallos estaban siendo sacados para que James los viera, cosas que James había de hecho olvidado hasta que se las recordaron. Casi no podía creer que Harry pudiera recordarlo todo, pero James sabía mejor, los recuerdos horribles siempre superaban a los buenos. La gente recordaba mejor lo malo que lo bueno. Desde la niñez Harry no había sido llenado con más que miseria, él probablemente recordaba todo.
¿Te acuerdas de haber llevado a Nick y Roxy al Callejón Diagon, un día que debió ser mío también? Me tenías que llevar a por una varita, ¿recuerdas lo que le dijiste a Nick cuando volvisteis? ¿Después de denegarme una lechuza? ¿Debo recordártelo? Le tomó tiempo encontrar su varita, ahora vamos antes de que oscurezca. ¿Cuándo fue la última vez que de hecho usaste mi nombre para hablar de mi ante otros?
Te olvidaste de mi, nada nuevo, me llevaste a Hogwarts y no pude montar en barca como todos los demás. Lo hiciste parecer como si hubiera sido mi culpa.
Nunca me escribiste más que para decirme lo decepcionante que era. Puedes tenerlas de vuelta, no las necesito para saber lo que decían, las eh leído tantas veces que me las se de memeoria.
Lo siento por lo que sea que hice para merecer ser tratado así por mi familia. Por tanto tiempo deseé que me prestases un poco de atención. Estúpidamente pensé que con buenas notas lo harías. ¡ En cambio culpaste a Ronald Weasley por las malas notas de Nick después de dejarle pensar que el Quidditch y leer revistas eran más importantes que trabajar! Cada vez que un profeso te decía lo mal que se portaba Nick le amenazabas con despedirle. Él solo seguía el ejemplo que le diste, por lo que he observado parece que él ha madurado finalmente. Bien por él, algo de lo que no te puedes llevar el mérito – como siempre.
Estaré gratamente sorprendido si tu me puedes responder o recordar sobre los recuerdos de los que te estoy hablando. Yo lo recuerdo todo y desearía no hacerlo, a lo mejor ahora los demonios se pueden ir y yo puedo descansar tranquilo.
Harry Peverell
La voz de Sirius estaba ronca para el momento en que terminó, no solo por las emociones que estaba sintiendo, sino también por lo larga que era la carta. No hace falta decir que sí que se había quitado el peso que llevaba encima. La carta podía estar dirigida a James, pero Sirius trató de recordar la última vez que hizo algo de eso con su ahijado. La mayo parte de su tiempo Remus y él estuvieron visitando campos de hombreslobo, especialmente después de que Umbridge puso sus leyes de sangre. Fueron a decírselo por que ella pensaba así, no todos eran ignorantes. Sus leyes eran más... tolerantes por la poción matalobos pero poco más. Incluso con la bruja sentenciada a Azkaban.
"Tomaré algo más fuerte ahora," le dijo Sirius a Remus, el hombrelobo simplemente conjuró el whisky y los vasos. Llenando un vaso se lo dio a Sirius, antes de coger las viejas cartas de Harry que hablaban por si solas. Se sintió enfermo él mismo; se las pasó a Sirius sin mirar a los ojos a James.
Harry
Nick me acaba de decir que eres capaz de hablar con las serpientes. Todos los años hay algo, ¡la más reciente es ser sorteado a Ravenclaw! Ningún Potter ha sido sorteado nunca a ningún sitio que no fuera Gryffindor excepto tu.
Supongo que debo estar agradecido de que no fuera Slytherin, el cual viendo tu nuevo talento podría haber sido una opción. Después dejar mal a tu hermano sacando mejores notas que él sabiendo lo que tu ehrmano está pasando tratando de luchar contra Voldemort.
Ahora puedes hablar Parsel, cuando llegues a casa para el verano irás directo a tu cuarto. Te quedarás ahí; conseguiré que Lily te mande la comida a tu cuarto, no queremos verte. ¡Pobre Roxy está mortificada, como tu madre y yo! ¿Sabes lo que esto podría hacerle a la reputación de Nick? Si esto nos afecta te daremos la espalda.
"No hay duda de por qué decidió emanciparse," dijo Sirius mirando la carta completamente horrorizado, no parecía como James para nada. Esta carta le recordaba a su padre que estaba avergonzado de que acabara en Gryffindor y no en Slytherin. Hablando de cómo le avergonzaba a Regulus también. Las similitudes daban miedo, y nunca pensó ni por un segundo que compararía a su mejor amigo con su padre. Se negaba a leer las otras, 6 años y solo 4 cartas. 4 pequeñas cartas, apostaría a que estaban llenas de amargura y enfado como esta.
James simplemente se hundió más en el sillón, sus miradas se clavaban en su mente, llenándole de tanta agonía que no podía respirar. Tenía que irse de allí, no podía quedarse, no quería ver las miradas acusadoras, disgustadas, traicionadas y enfadadas que le llegaban. Con esas corrió, no le importaba si se veía como un cobarde, ¿a lo mejor lo era?
Mansión Prince - Severus, Harry y Eiilleen"¿Por qué no me lo dijiste?" preguntó Eileen, mientras Harry adormilado entraba en el comedor. Acababa de terminar de leerlo todo en el periódico, ¡el Ministro Americano quería ser el que le diera a Harry y a Severus sus medallas! Estaba tan orgullosa de ellos.
"¿El qué?" preguntó Harry pestañeando confuso mientras se sentaba, no entendía lo que Eileen estaba hablando. Estaba vestido con unos vaqueros viejos y una camiseta blanda. Había enviado la carta, finalmente, después de dar vuelta de arriba a abajo, y preparándose para poner la carta en la lechuza. Había trabajado el coraje y con esperanza las cosas mejorarían a partir de ahora.
"Se refiere a la ceremonia de esta noche, espero que tengas preparada la ropa," sonrió Severus diabólicamente ante lo pálido que Harry se puso. Harry odiaba que le prestaran atención fuere cual fuere.
"¿Qué?" tragó Harry, "¿Qué ceremonia?"
"Si hubieras abierto el correo en vez de dejarlo ahí te habrías enterado," dijo Severus apuntando a la mesa donde Harry puso todo ayer. Tenían prisa para llegar al juicio de Lily Potter. Cuando volvió estaba muy enfadado, Eileen le había calmado. Después pasó todo el tiempo en el laboratorio, hacer pociones siempre le relajaba, le ayudaba a olvidarlo todo.
Harry prácticamente se lanzó a por las cartas, abriéndola las leyó rápidamente, sus ojos ampliándose con sorpresa. Debía saber que parecía un idiota, de pie tragando lo que decía. ¿El Ministro Americano? ¿Pisando en suelo británico? ¿Para darle a Severus y a él un premio? Desde luego no vio venir esa. Fue un duro golpe.
"Err... ¿Supongo que no podréis...coger la mía no?" preguntó Harry, no estaba seguro de querer decir lo que dijo. Simplemente no estaba seguro de querer ser el centro de atención; había pasado toda su vida siendo invisible para todos los de su alrededor.
"¡Harry!" dijo Eileen sus labios fruncidos, ¿Por qué tenía que tener dos hijos a los que les gustaba lidiar con todo en las sombras? ¿En vez de mostrar su brillantez? Era enfurecedor y triste. El mundo merecía saber lo brillantes que eran, y ella estaba orgullosa de ellos fueran lo que fueran. Simplemente deseaba que todo el mundo les viera como ella. Pensar que si se hubiera quedado en el mundo mágico, o volver después de tener a Severus, a lo mejor podría haberse convertido en señora de Pociones y tener la habilidad de hacer lo que ellos hicieron. Era buena en pociones, no cometía errores, pero no era tan buena como para ser Maestra. Era muy mayor, el cuerpo era sabio, puesto que todo le dolía durante mucho tiempo como para considerarlo. Desde la poción lo consideró, pero decidió dejárselo a sus hijos, y disfrutar de la vejez sin dolor. De todas formas nunca tuvo la imaginación para hacer lo que sus chicos hacían.
"Espero que tengas un precioso vestido," dijo Harry amargamente.r32;
"¿Por qué?" preguntó Eileen, ¡no tenía ni un solo vestido! Nunca lo tuvo. Su guardarropa era muy básico, siempre lo fue desde los 17 años.
"Vas a venir," dijo Harry, "no estaría aquí sin ti, o Sev." Mayormente Eileen, si no fuera la madre de Severus, nunca le habría conocido o sido su Aprendiz. Todavía sería un estudiante a tiempo completo de Hogwarts, sacando trol en los trabajos de pociones. Aunque a lo mejor no, Slughorn parecía respetable. Se preguntaba por qué se fue Reese, pero odiaba más a ese hombre que a sus propios padres. Casi destruye lo que Harry quería ser más que todo en el mundo, un aprendiz de pociones e inevitablemente un Maestro en el arte de hacer pociones.
"Nada me haría más feliz," dijo Eileen sonriendo dulcemente. "¿Tienes túnicas para la ocasión?"
"No," dijo en voz baja Harry.r32;
"Entonces creo que deberíamos visitar a Madam Malkin, ¿sigue abierta, Severus?" preguntó Eileen girándose hacia su hijo.
"Eso creo," dijo Severus, "La seguridad a lo largo del callejón a crecido después del ataque." Ollivander y Fortescue han sido secuestrados, no matados, Voldemort les quería para algo. Obviamente tenían información que el señor oscuro quería, lo suficiente como para arriesgar a sus seguidores, 5 de ellos murieron durante el ataque, 2 capturados pero eran mortífagos de bajo rango. No sabían nada de los futuros planes, lo que Voldemort estaba haciendo o nada útil para el caso. Eran niños, recién graduados, lo que hacía enfurecer a Severus, especialmente conociendo que sus Slytherins acabarían uniéndose. Con Slughorn, podrían tener una vía para escapar a su destino.
"¿Qué hay de ti? ¿Tienes ropa de vestir?" preguntó Harry mirando a Severus con una sonrisa, desvistiéndole con los ojos. Severus aclaró su garganta, mirando a Harry sin amargor y con una pizca de humor asomándose en sus ojos. "No, no tengo." dijo Severus.
"¡Entonces es un viaje que deberíamos hacer todos!" dijo Eileen, finalmente tenía una excusa para sacar a sus hijos de la mansión. Tendría que organizar un viaje para todos ellos inesperado. Le gustó ir a Egipto, como a ellos, incluso cogieron un poco de color al volver a casa. Ambos eran tan pálidos, sin duda por todo el tiempo que pasaban en el laboratorio.
"¿No puedes tomar nuestras medidas y enviarlas con una lechuza?" preguntó Harry con esperanza. Sentándose y cogiendo un poco de comida, Eileen ya había comido así que eran sólo él y Severus.
"Si quieres ropa blanca entonces sí," dijo Severus, su madre tenía el sentido del humor más retorcido cuando quería. La última vez que le pidió un traje formal le compró uno blanco, blanco puro. Se lo entregó como si todo estuviera bien diciendo que llevaba siempre todo negro.
"¡Severus!" regañó Eileen una sonrisa asomando en sus labios.r32;
"¿Hmm?" murmuró Harry, incapaz de hablar pues tenía la boca llena, pero les estaba mirando con curiosidad tratando de tragar.
"Cuando voy a conocer a un prototipo de Maestro de Pociones, quiero verme bien; vendí algunas pociones para poder pagar el traje. Le pedí a mi madre que me comprara uno, pues ni me podría mover ese día, el Señor Oscuro había estado muy activo la noche anterior. Me compró un traje sí, un traje blanco." dijo Severus con ironía, "Las cuales se estropearon cuando el Maestro me hizo la prueba. Me aceptó como aprendiz, diciendo que redujese el uso de trajes blancos a no ser que quisiera estar todas las semanas comprando trajes."
"Oh," dijo Harry sus labios desaparecieron en una sola línea mientras trataba y conseguía, esconder su asombro. "Bueno igual debería elegir yo la mía. Compraré a mi serpiente algo de comer también a la que vamos." ¿A lo mejor un traje azul? Pero eso puede hacerle parecer que estaba orgulloso de la casa de Ravenclaw pues son sus colores. Nunca estuvo orgulloso de ser un Ravenclaw, incluso aquellos que eran inteligentes preferían saber el color o comida favorita de su hermano en vez de conocerle a él. Le hablaban ahora, pero porque se había probado a sí mismo, bueno eso estaba bien, pero nunca les perdonaría que no le hablaron por 3 casi 4 años. ¿Igual verdes? Le gustaba el verde y sería un buen color, iba bien con sus ojos, y quería que Severus le notara si iban a ir a esta cosa.
"Entonces considéralo hecho, deberíamos ir después de desayunar, solo tenemos un par de horas para prepararnos. La ceremonia de premio empieza a las 3, dura dos horas y después hay una fiesta de celebración." dijo Eileen.
"Lo sé, madre." dijo Severus secamente.
"¡No te lo digo a ti Severus, se lo digo a Harry, quien igual no sabe lo que implica todo esto!" dijo Eileen inteligentemente.
"Touché," dijo Severus sacudiendo la cabeza.
"¿Fiesta de celebración? ¿Cuánto dura eso?" preguntó Harry con los ojos abiertos, lo bueno es que era en fin de semana, así por lo menos no perdía colegio ni ninguna lección que Severus hubiera planeado. Los domingos eran siempre suyos, bueno salvo este domingo; con esperanza serían solo una o dos horas.
"Pueden durar hasta media noche," dijo Eileen, sonriendo con simpatía a sus chicos.
"¿Va a ser un largo día cierto?" preguntó Harry lamentándose. Severus no le estaba ayudando al sonreír así. "¿Has olvidado lo que vas a hacer?"
"No, pero la atención no va a estar centrada en mí, eres el invitado más joven después de todo." dijo Severus encontrando asombro en cómo su pequeño amante (no es como si alguien lo supiera, no iba a fastidiar la carrera de Harry, se merecía todo lo que estaba consiguiendo y recibiendo.) temía esta ceremonia. Había existido una vez en la que él desesperadamente lo había querido especialmente a su edad. Ser reconocido, respetado, antes de cometer el peor error de su vida. Agradecidamente Harry nunca cometería el mismo error que él. A pesar del hecho de que tuvieron infancias similares, aunque diferentes. Mientras que él había querido silencio y caía en la oscuridad por aquellos que le maltrataban a él y a su padre, Harry había sido invisible, queriendo que alguien le notara.
"Vamos a quitarnos esto de encima," dijo Harry dejando su servilleta al lado de su plato casi vacío.r32;"Harry esto son buenas noticias, serás reconocido mundialmente, respetado, por algo que hiciste y haces." dijo Severus levantándose también.
"Cuerto," dijo Harry ¿y no era eso lo que quería? ¿Qué el mundo le viese como su propio hombre? No como el hijo de Potter o el hermano del niño que vivió, sino como Harry Peverell el próximo Maestro de Pociones y ahora ganador de la Orden de Merlin tercera clase. No era invisible ya, y no era lo que temía, no se había descubierto que él era el verdadero niño que vivió. Siempre sabría quiénes son sus verdaderos amigos, y por eso... Harry estaría agradecido. "¿Sería posible invitar a algunos más?"
"Lo es, tendrás que enviar la invitación ya, de otra forma no conseguirán su invitación y pases, en forma de traslador que les llevará a la entrada principal del ministerio." dijo Severus inmediatamente. Sabía quién iría con Harry esta noche, Neville y Luna, así como Cedric Diggory y a lo mejor Cho Chang si conseguían el permiso para dejar el colegio. Considerando lo honorable que es, ser pedido que atiendas, dudaba que Dumbledore dijera que no. De hecho Albus Dumbledore seguramente estaría allí, representando al Wizengamot ya que era el presidente y cabeza del Wizengamot.
"Brillante." dijo Harry cogiendo sus cartas y subiendo a su habitación.