Podeis encontrar la historia original aquí
https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/InvisibleNota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan
Capítulo 18
El verano de Harry y Eileen necesita un nuevo asistente – atendiendo al juicio de los mortífagos"Este es tu cuarto mientras te quedes aquí," dijo suavemente Severus, abriendo una puerta y enseñándosela a Harry. Harry tragó, su aliento se quedó en su garganta mientras miraba. Entrando miró alrededor, la habitación era muy luminosa y abierta. Dos juegos de puertas enormes llevaban a un balcón al otro lado había otra puerta que llevaba a una habitación. El cuarto de baño era de un color lavanda claro y blanco. Una ducha pegada a la pared donde estaba la bañera. La bañera era blanca, con los grifos dorados, el lavabo y el bidé eran muy parecidos. Volviendo a la habitación se dio cuenta de que la cama tenía colores neutros haciendo juego con la habitación. Las paredes eran blancas por lo que el color de la cama podría ser cualquiera. La cama de momento era de color beige, la alfombra era de color tofe. Los muebles eran oscuros, lo que les hacía resaltar en la habitación luminosa y abierta. Los muebles consistían en un armario doble, cinco juegos de cajones, y una estantería para libros y cosas. Un vestidor, una unidad, un sofá y una pequeña mesa para usar todos los días. Por supuesto había una cama y una mesita de noche.
Era 20 veces más grande que su cuarto en el piso, y 10 veces más grande que el piso. También había una mesa con todo tipo de material, todo lo que pudiese necesitar. Una estantería enorme sin ninguna duda para meter todos su libros, lo que complacía enormemente a Harry. Se había acostumbrado a poner sus libros de vuelta en 'casa' donde Eileen.
"Es preciosa" dijo Harry sus verdes ojos brillando asombrados. Ni siquiera su hermano tenía una habitación así. Tenía la habitación más grande después de obligar a sus padres a cambiársela. Aunque, por alguna razón la Mansión Potter no era tan extravagante como esa casa. Irónicamente tuvo la habitación más pequeña de la Mansión Potter como decía su carta del colegio. La pequeña sala de la Mansión Potter había leído. Roxy estuvo furiosa incluso a su corta edad de que Nick de echo hiciera que sus padres cambiaran de cuartos.
"Estoy agradecido de que te guste," dijo secamente Severus, aunque le dolía ver a un Potter (incluso si ya no era uno) tan humilde. Harry era diferente a su familia, siempre lo había sido, y lo notó desde el principio. No sabía por que le había dado a este una oportunidad pero estaba agradecido. Ahora tenía a alguien a quien pasar sus conocimientos de pociones, alguien al que igual algún día le vería hacer cosas increíbles. Podría obtener la mitad del crédito al ser el 'Maestro' del chico, lo cual no dolía.
Harry lo hacía bien en pociones mientras que su hermano no, y su profesor no se había preocupado por su gemelo. Así que en la mente del joven Harry era su momento para brillar aunque fuera solo por un momento. Se quería probar que no era Nick y podía hacerlo bien. El echo de que Severus Snape no fue repugnante - Harry asumió que se había probado a si mismo. Entonces eso era, leyó todos los libros que pudo, recordaba ahora como si fuera ayer lo que McGonagall hizo durante la primera clase de transformaciones. Se pasó casi la doble clase al lado de Nick y animándole. Dejando a toda la clase para que se las apañaran solos, regalando puntos a Nick por conseguirlo primero, cuando él y Hermione Granger lo habían conseguido antes que Nick Potter. Granger de echo se había calmado y ya no intentaba enseñarlo todo. Ella ya no se ponía en su cara, estaba agradecido por eso e incluso sabía más que nadie lo que pasaba por su cabeza. ¿Por qué no la estaban prestando atención a ella? Por qué era siempre Nick Potter. Bueno no era una respuesta que ella pudiese encontrar en un libro o ser respondido para el caso.
"¡Lo se! ¡Es genial, gracias señor!" dijo entusiasta Harry.
"De nada, antes de que se me olvide aquí tienes tu baúl," dijo Severus sacando una pequeña caja. Poniéndola en el suelo la lanzó el hechizo para devolverlo a su tamaño normal y vio como se expandía. Antes en el viaje por flú, le pidió a los elfos domésticos que prepararan la habitación, lo que básicamente era airarla. Asegurándose de que estaba todo y en su sitio. Recordó que el chico no tenía su baúl y se comunicó con Hogwarts. Estaba furioso cuando Dumbledore sacó los diarios de Harry de su armario. Ese viejo tonto no tenía derecho de coger las cosas de los demás, incluso si Dumbledore decía que no lo podía leer como si eso le justificase. Utilizó un hechizo para convocar todas sus cosas y así asegurarse de que todas acabaran en el baúl. Había dejado la oficina de Dumbledore sin volver a hablarle.
"Oh ¡Me había olvidado de eso!" dijo Harry casi tímidamente.
Severus solo sonrió con sorna.
"Te dejaré para que te instales entonces, no vamos a hacer nada hoy así que puedes pasar todo el día familiarizándote con los terrenos y mansión" dijo suavemente Severus. Le preguntó a su madre que si se quería mudar con ellos, desafortunadamente negó tajantemente. Demasiadas malas memorias había en este sitio como para ser cómodo. Era la razón por lo cual Severus nunca fue cerca de Spinner End así que sabía lo que se refería y lo dejó pasar, aunque se aseguró de que las barreras estaban en bien y se fueron. No estuvo feliz de tener que contratar a un nuevo asistente pero estaba demasiado feliz de que Harry finalmente estuviera feliz para de verdad estar triste por su pérdida.
"Sí señor," dijo Harry asintiendo con la cabeza. Ahora era un aprendiz oficial y esa era la respuesta que se supone que debía dar. Además de que fue su profesor durante el primer año así que no era difícil entrar en ese rol.
"Bien" dijo Severus asintiendo con la cabeza brevemente antes de cerrar la puerta con un suave click mientras bajaba a las mazmorras. A pesar de que el echo de que Reese era el Maestro de Pociones de Hogwarts, Severus todavía hacía las pociones que Poppy necesitaba para la enfermería. Poppy no se fiaba de nadie que no fuera Severus para hacerlas. Por supuesto le pagaban por ello, salía del presupuesto que Poppy tenía cada año. Le daban mucho dinero para asegurar las barreras de la enfermería, para pociones, diagnósticos y otras cosas. Cada una de las pociones que usaba y cada poción debía estar marcada, era molesto por no decir menos aunque Poppy estaba acostumbrado. La cosa más cara que debía comprar era probablemente el crece-huesos. El crece-huesos era difícil de hacer, extremadamente sofisticada y un movimiento erróneo y la poción era inútil. Nunca aprendieron a hacerla en Hogwarts, Severus la aprendió durante su Maestría, si había algo más complicado era el Veritaserum lo cual la gente encontraba difícil de creer.
Esto era lo que Severus estaba haciendo primero, las demás pociones las podría hacer con Harry. Si el chico podía reconocer la poción para dormir sin sueños, a lo mejor ya la había hecho. Lo sabría pronto, ya la hubiera hecho o no tendría que hacerlas todas. Desde abajo todo el camino hacia arriba. Sí, incluso debería volver a hacer la poción para curar quemaduras. Ayudaba a ser más adepto; en el fondo te aseguraba que la podías hacer dormido o incluso más de un caldero de ella.
La siguiente mañana Harry estaba levantado a las 6, incluso antes que Severus Snape y eso que el hombre oscuro era madrugador. Harry de echo se pasó el día anterior investigando la mansión. Para sorpresa de Harry había caballos y un establo a la izquierda de la mansión. Había también algunas criaturas raras que Harry sabía que eran Thestrals. Supo de ellos en su tercer año, en un libro solo. Harry habría sido incapaz de verlos en ese tiempo aunque el Profesor Hagrid les dio la oportunidad de 'verles'. Ahora sí que podía, había matado a Nagini y a Pettigrew y a cambio había visto la muerte.
La mansión por si sola era preciosa; había una gran sala de música con un gran piano, y cualquier otro instrumento del mundo. La mayoría de los cuales Harry nunca esperó conocer su nombre. Notó que esta mansión no tenía tampoco fotos de sus familiares. James quitó todas las fotos - a Lily no le gustaba cómo la hablaban. Se preguntó si su profesor los había quitado, para el caso Eileen habló de ellos así que a lo mejor lo había hecho.
Había un salón con una chimenea conectada vía flú, hecha en blanco y negro. Un gran comedor, lo suficientemente grande como para abarcar a 20 personas, una bonita cocina con elfos domésticos alrededor. Harry nunca había visto uno antes; Lily los había liberado a todos cuando llegó a la casa. Muchas cosas cambiaron para adaptar a Lily Potter no todo bueno. Había un estudio, y por supuesto el enorme laboratorio de pociones que avergonzaba a todos los demás. No sorprendía a Harry para nada, Severus Snape seguro amaba las pociones. Eileen era más de lo mismo pero no podía o no quería estar todo el día rodeada de pociones era muy vieja o frágil para eso. Lo que Harry no sabía que fue el hecho de ser abusada por su marido por años lo que lo causó.
El piso de arriba tenía habitaciones sobretodo, Harry no se aventuró a entrar en ellas. No quería tomar la oportunidad de entrar en un sitio en el que no debería. No estuvo mucho tiempo solo antes de que Severus se le uniera. Acababa de terminar una carta para Luna y usó el diario para escribir a Krum.
"¿Dormiste bien?" preguntó Severus mientras tomaba un sitio en el estudio. Ya estaba vestido, pantalones negros y una camisa larga negra. Casi nunca llevaba los brazos descubiertos, seguramente por vergüenza por llevar la marca en el brazo.
"Te agradezco enormemente...es un sitio precioso," sonrió suavemente Harry.
La amargura que Severus había visto cuando Harry se levantó por primera vez en el piso de su madre se había ido. Habiéndose sacado el enfado y la rabia en aquellos que le hacían daño parecían haber hecho maravillas. Era raro para Severus quien podía guardar un rencor comparable con el de Salazar Slytherin. No habría podido perdonar a nadie que le dejase solo para morir, no importaba ahora. No era bueno guardar el rencor pero maldita sea era difícil dejarlo marchar. Estaba agradecido de que Harry era lo suficiente maduro para dejarlo ir, no dejar que guíe su vida. Ese camino era largo y solitario para tomarlo; debía saberlo pues él lo había tomado. Todo lo que tenías que hacer era mirar su brazo izquierdo para darse cuenta de eso.
"Este es tu horario" dijo Severus dándoselo.
Harry lo miró y asintió aceptándolo, por la mañana de 7 a 9 leería, entonces de 9-10 narrará lo que ha leído. Después de 10-12 estaría haciendo pociones antes de comer. Después de comer, por una hora continuará con pociones. Desde las 2 practicará defensa, hasta las 5 a partir de ahí podría dedicar el tiempo a lo que desease. Notó que los domingos era medio día solo y mayormente pociones, pero no le importó. Los domingos se le permitía hacer lo que quisiera siempre y cuando informarse a Severus de a dónde iba.
"¿Asumo que el asentimiento es que aceptas?" preguntó Severus levantando una ceja inquisitiva.
"Sí señor" dijo Harry asintiendo con la cabeza alegremente.
"Muy bien, son las seis y media así que desayunemos y después comenzaremos." dijo Severus.
"¡Genial!" exclamó Harry; él verdaderamente amaba las pociones. Eran su cosa favorita del mundo entero; ayudaba que su hermano era penoso en ello a pesar de lo que decían sus notas.
Iban por la mitad del desayuno cuando llegaron las lechuzas, repartiendo las cartas, periódicos, pedidos y cosas así. Sorprendentemente o no tan sorprendentemente dadas las circunstancias Harry tenía dos del Ministerio. Bebiéndose lo que le quedaba del zumo de naranja (Severus odiaba el zumo de calabaza y se negaba a comprarlo) abrió sus cartas mientras Severus hacía lo mismo con las suyas después de limpiarse la boca con la servilleta.
"Tengo cuatro sitios en el Wizengamont, por los 3 hermanos Peverell y uno de los Potter." dijo Harry la sorpresa dejándose notar en su voz, lo que hizo que Severus pensara que Harry no terminaba de entender lo que estaba haciendo al desheredarse y tomando el apellido Peverell.
"¿No investigaste todo antes de hacer esto?" preguntó Severus con el ceño fruncido.
"Lo hice...pero no me di cuenta de lo importante que los Peverell eran solo pensé que eran mis antecesores. También sabía que sería el cabeza de mi familia, ayudó el hecho de estar por encima de James" dijo indiferente Harry. Severus hizo una mueca al oir como el propio hijo de James Potter se refería hacia él por su verdadero nombre.
"Significa que tu puedes repudiar a los Potter, quiere decir que tienes algo que decir en la junta escolar, también significa que obtienes cuatro sitios en el Wizengamont para votar y ser escuchado. Parece más glamuroso de lo que es ser la cabeza de la familia, especialmente en lo concerniente a hacer dinero" le dio la charla Severus.
"Lo entiendo, no creo que deba preocuparme por el dinero. Quiero un trabajo algún día, espero que con pociones. Lo he querido desde que tenía 11 años, es por eso que cogí el trabajo cuando te fuiste y estaba claro que Reese me odiaba" dijo suavemente Harry.
"De echo" dijo Severus, había tenido 8 años cuando decidió dedicarse a las pociones. Su madre le enseñó todo lo que ella sabía, mayormente en DCAO y las actuales artes oscuras y pociones. Sólo había hecho dos pociones antes de entrar en Hogwarts pero conocía la teoría y los ingredientes de pociones de p a pa.
No todos los alumnos de 11 años sabían lo que querían hacer, infiernos ni los de 13 años lo sabían. Es por ello que no le gustaban las elecciones de clases de esa edad. Siempre le dijo a Dumbledore que creía que era muy pronto. Las elecciones debían hacerse cuando los chicos tuvieran 14 años, y también debían recibir ayuda para elegir lo que querían hacer. En cambio la mayor parte de los niños elegían la opción más fácil - Adivinación. La cual en opinión de Severus no era más que basura, ella pudo ser capaz de narrar una profecía pero sus clases estaban llenas de chorradas. No les ayudaba en el futuro o nadie era amable cuando veían sus elecciones. Él mismo no cogería a nadie que había sido tan tonto de elegir adivinaciones como su elección.
"Este me dice que los juicios van a ser de 1 a 3...¿una hora es suficiente para un juicio?" preguntó Harry preocupado; siempre había asumido erróneamente que durarían días.
"Tienen evidencias, usarán Veritaserum tendrán suerte si dura una hora. La mayor parte del tiempo consiste en que el Wizengamont tratará de decidir qué hará con él." explicó Severus.
"Oh supongo...creo que todavía tengo mucho que aprender." suspiró Harry.
"Es muy listo para su edad Señor Peverell nunca olvide eso. Otra cosa es que, siempre hay algo nuevo que aprender. Incluso Albus Dumbledore aprende algo nuevo cada día y tiene 150 años" dijo en serio Severus.
"Gracias" susurró Harry suavemente, su sonrisa de vuelta. "¿Cuándo es el día del juicio?" preguntó Severus.
"Hum...¡mañana!" Harry exclamó incrédulo – eso no le dejaba mucho tiempo a nadie. Que desconsiderado por parte del Ministerio hacer eso, sólo esperaba que su profesor no le culpase por que su segundo día se interrumpiese.
"Eso es correcto, debería acompañarte y aprovechar y coger la profecía así que iremos una hora antes." dijo Severus tajante. Entonces otra lechuza entró y se posó en la silla de Harry. No podía ser Luna; acababa de responder a su carta, no era la lechuza de Fleur ni de Cedric tampoco. Fleur decidió quedarse con Cedric este verano, después de todo ellos terminaron el colegio este año. Cogió la carta con confusión en su cara, Severus le paró antes de abrirla, y realizó una serie de hechizos. Cuando todos fueron afirmativos asintió con la cabeza para que la abriese, había visto la confusión en la cara de Harry y se dio cuenta de que no era algo que esperaba. Mejor a salvo que sintiéndolo, aunque los howlers y el correo dañino no podía traspasar las barreras de la Mansión Prince. Le gustaba llamarla Mansión Snape, después de todo era su apellido por mucho que detestase a su padre. Además le daba una sensación de satisfacción suponer que los Prince estarían retorciéndose en sus tumbas. Severus Snape amaba a su madre más que a nadie en el mundo, y como la trataban sus padres le ponía furioso. No le importaba que si no fuese por ellos no estaría ahí. Fueron ellos los que hicieron que Eileen corriera a través de las montañas tan rápido como podía. Fueron ellos los que la hicieron casarse con un Muggle solo para enfadarles. Aunque fue firme no se arrepentía, simplemente se arrepentía de no haberse ido antes. Ella se arrepentía de que Severus tuviera una mala infancia; también se culpaba de que su hijo hubiera tomado la marca.
"Es de Black" raspó la voz de Harry incrédula.
"¿Estás bien?" preguntó Severus suavemente, preguntándose si Black le estaba escribiendo cosas duras a Harry o si él estaba rogando por su perdón.
"Tiene las narices de creer que le voy a perdonar por todo lo que ha hecho." Dijo negando con la cabeza como si tratara de sacar de su cabeza malos recuerdos.
"Ya veo," dijo Severus una parte de él agradecido de que no fuese a perdonar a Black. Le odiaba más que a James Potter, a lo mejor ahora les odiaba por igual pero antes odiaba más a Black. Fue culpa de Black que hubiera sido tan acosado, por que el idiota estaba aburrido. Estaba el incidente de la Casa de los Gritos el cual trató de olvidar.
Bajó la carta y ni siquiera la miró mientras terminaba el desayuno. Rellenó su vaso de zumo de naranja sin preocuparle las palabras de Black.
Querido Harry,
Es una carta que me ha costado sentarme a escribir, leí el Diario el Profeta y tengo que admitir que no lo creí. Eso fue hasta que llegué a Hogwarts y hablé con Nick, le hice algunas preguntas y admitió que era verdad. No me lo podía creer; nunca me di cuenta, ¿qué clase de padrino me hace ser entonces? Debo decir que no uno muy bueno.
Lo siento Harry, por no estar ahí y no ver por lo que estabas pasando. Fui negligente con mis deberes de padrino, solo puedo esperar que me perdones y vengas a quedarte conmigo. Después de todo sigo siendo tu padrino, incluso si estás emancipado.
¿Fueron las cosas tan malas como decía el periódico? ¿De verdad te negaron una propia educación? Si es cierto, ¿cómo aprendiste a leer y escribir? Algunas cosas simplemente no se pueden decir, me estoy quedando actualmente en Grimmauld Place donde crecí. Por favor escríbeme necesito saber, tan pronto como puedas.
Sirius Black
Tu padrinoSeverus podía leer la carta; no pudo evitarlo. Hizo una mueca ante el estado de la letra y la letra en si misma; parecía más para limpiar la mente de Black que la de Harry. Simplemente quería saber, quería saber cuanto había fallado en sus deberes. Eso o que alguien le había hecho ver que había fallado, sin ninguna duda Lupin.
"Deberías responder, incluso si es para decir que no quieres mantenerte en contacto con él. Prefiero no tener a Black escribiendo todos los días hasta que respondas." dijo Severus suavemente.
Harry hizo una mueca de disgusto ante la tarea que iba a tener que realizar solo por que preguntó. Severus no estaba acostumbrado a ese tipo de obediencia y lo encontró refrescante. No todos los chicos eran cabezahuecas después de todo, aunque Harry no podía ser clasificado como un niño. Pronto iba a ser un joven de 15 años.
"¿Estás preparado?" preguntó suavemente Severus. Harry de echo le mandó una carta a Black. Contándole que francamente no tenía derecho para calificarse como su padrino, y que no quería que Black estuviera en su vida. Que le hiciese el favor de dejarle en paz o iría al Ministerio para conseguir una orden de alejamiento. Después de eso continuaron con el horario que Severus había creado. De echo Harry había comenzado con una simple poción para curar quemaduras. Esperó que Harry se quejase, sabía que él lo había hecho y él tenía 18 años. Por lo que no había estado muy contento de ser capaz de hacer cualquier cosa. Después de hacer la poción, Severus le dio una bolsa con su nombre en ella Harry Peverell – Maestría de Pociones. Básicamente lo que eso significaba era que Harry debía poner un vial de todo lo que hacía ahí y poner un hechizo de conservación en ellos. Severus había hecho la misma cosa; él todavía tenía la pequeña bolsa de las pociones que había hecho durante su aprendizaje. Estaban ahí de recuerdo más que nada; nunca usó ninguna de ellas y nunca planeó hacerlo. También añadió un vial con las pociones que había creado a lo largo de los años. La mayor parte de la gente pensó que era estúpido y una pérdida de tiempo, sorprendentemente Harry no era uno de ellos. Parecía complacido con su nuevo regalo y su poción para curar quemaduras fue añadido a la bolsa.
Después defensa, Harry le sorprendió con su conocimiento, no debería haber estado sorprendido. Los Ravenclaw amaban el conocimiento y los libros por encima de todo. Harry era muy poderoso; tenía aptitudes en defensa también, lo cual era realmente algo bueno. Severus estaba agradecido de eso, significaba que enseñarle todo lo que le iba a enseñar sería mucho más fácil. Harry estaba extremadamente exhausto para el momento en que Severus terminó con él. Tanto que casi se queda dormido en la cena, después de asfixiar su sorpresa Severus envió al cansado adolescente a la cama.
"Sí." dijo Harry, testificaría ese día, pronto su venganza contra sus captores finalizaría. Además sabría el contenido de la profecía y sabría contra qué se enfrentaba exactamente.
"Bien, entonces deberíamos irnos." dijo Severus suavemente, se aparecieron en el mundo Muggle. Entraron dentro de una cabina telefónica y tocaron los números correctos y fueron empujados hacia el subsuelo antes de darse cuenta. Sus pases salieron por donde las monedas, se las pusieron ahí con renuncia por parte de Severus. Harry Peverell – atendiendo al juicio. Severus Snape - escoltando Harry Peverell.
Se fueron a que revisaran sus varitas, antes de entrar rápidamente. Severus agarró a Harry maldiciendo mientras giraban en la equina. Había un miembro de la orden asegurando la puerta. Severus les lanzó un hechizo para que no les notasen, y lanzó un rápido hechizo a los Miembros de la Orden confundiéndoles brevemente mientras pasaban entre ellos y abrían la puerta.
"Harry, aquí" dijo en voz baja Severus, la autoridad todavía en su tono. No quería alertar de nada al guardia; una vez que se aseguró de que Harry estaba viniendo lanzó un hechizo de silencio.
La profecía estaba ahí y tenían razón su nombre esta en ella.
S.P.T para A.P.W.B.D
El señor oscuro y Harry Peverell"Por qué mi nuevo..." preguntó Harry confundido.
"A lo mejor se cambió cuando te emancipaste." sugirió Severus. Harry cogió la esfera.
"Tienes que romperla" dijo Severus fallando al no dejar que el sarcasmo saliera.
Harry sólo rodó los ojos sin importarle que le hubiese hablado de esa manera. Tomando un profundo respiro miró a la puerta antes de dejar caer la profecía. Hizo mucho ruido al romperse para ser una esfera tan pequeña, y una voz comenzó a gritar a en la habitación. Era una buena cosa que Severus pusiera una hechizo de silencio.
"Aquel con el poder para derrotar al señor oscuro....se acerca..." dijo la voz de Trelawney. Harry no se dio cuenta, pues nunca estuvo en su clase, de que era diferente la fría rasposa y sin aire que estaba hablando ahora mismo de su voz normal.
"Nacido de aquellos que abiertamente le desafiaron..." continuó Trelawney.
El corazón de Severus latiendo a mil por hora, después de la siguiente línea no sabía lo que vendría. Lo nuevo le aterraba, se sentía como si acabara de inventar la poción Wolfsbane otra vez. No se podría haber calmado aunque le hubieran obligado a consumir una droga calmante.
"Nacido con la muerte del séptimo mes..."
Nada se podía oír a parte de la voz lo que sorprendió al hombre y al adolescente. Sus corazones latían tan rápidos que ellos pensaban que podían oírse.
"Y el Señor Oscuro le marcará como su igual..."
Los ojos de Severus se dirigieron directamente a la cicatriz de Harry mientras que la mano de Harry la tocaba. Obviamente los dos llegaron a la verdadera conclusión era fascinante. Voldemort había hecho verdad la profecía, al malinterpretarla. Severus se preguntó si habría ido tras el chico si la hubiera conocido entera.
"Pero tendrá un poder que el Señor Oscuro desconocerá..."
Harry arrugó la frente con confusión.
"Y uno de ellos sucumbirá en las manos del otro...puesto que ninguno puede vivir mientras los dos lo hagan..."
Harry tembló como si tuviera frío, piel de gallina propagándose por su cuerpo mientras que el pavor se asentaba. Unos ojos verdes aprehensivos se reunieron con unos ojos negros preocupados, Severus se esperaba oír esto pero por otro lado deseaba oír otra cosa. A lo mejor no era lo mejor que pudo hacer al dejar al joven escucharla. Aun así, sacudió esos pensamientos. Era mejor que lo supiera, y también sabía lo que esperar y lo que venía. Sabía que no se podía engañar al destino; Harry debía matar o ser matado. Harry ya había matado de echo, había matado a Nagini y a Pettigrew pero esto era diferente. No había planeado matar a Nagini y a Pettigrew; lo había hecho por defensa propia. Esto podía ser considerado defensa propia también; no había duda de por qué Dumbledore estaba entrenando a Nick Potter si eso era lo que sabía.
Que mal que estuviera entrenando al equivocado, Severus estaba agradecido de repente por saber lo que había hecho. Más determinado que nunca de que Harry supiera lo que necesitaba. Harry mataría a Voldemort, y Severus estaría a su lado todo el camino. Se aseguraría de que el chico no fallara, asegurarse de que el chico supiera que estaba haciendo lo correcto. Hacerle confiado para que supiera que podía matar a Voldemort. De repente el DCAO parecía ser más importante que las pociones. A lo mejor añadía una hora más al horario, podría aprender mucho más, esa hora extra se añadiría.
"Salgamos de aquí," sugirió Severus con cuidado guiando al joven a través de la puerta. Quitando el hechizo de silencio, miró hacia atrás y vio la esfera desapareciendo en el suelo nadie la volvería a escuchar. Voldemort no pondría sus manos en ella, una mueca de satisfacción se instaló en su cara había frustrado otro plan del Señor Oscuro. Usando otro hechizo para no ser notados y un hechizo de confusión en los miembros de la orden se fueron de la sala de las profecías, pasaron el cuarto de los cerebros, planetas, tiempo (gira tiempos) y la Cámara de la Muerte.
Volvieron justo a tiempo para ver entrar a todos en la sala del juicio. Severus notó que Dumbledore estaba ahí; Severus una vez más empujó a Harry a su lado y le explicó algo.
"No mires a Dumbledore a los ojos, puede leer tus pensamientos. Debería enseñarte Occlumancia además de todo lo planeado. Sólo una hora por las tardes, comenzando por meditación antes de ir a la cama" explicó Severus, mentalmente añadiendo una cosa más que enseñar a Harry.
Harry asintió entendiéndolo, ambos entraron en la sala de corte número 10. Un lugar donde los peores juicios se realizaron, Harry vio una silla sola con ataduras. Las sitios a 10 pies de ella, y un gran área para que sin ninguna duda el Wizengamont se sentara. Dumbledore estaba sentado cerca de Madam Bones, hablándola mientras Harry se paró inseguro en la puerta.
"Señor Peverell por favor, siéntese ahí" dijo Fudge, apuntando al sitio al lado de Dumbledore y Madam Bones. Harry asintió cortés, y ambos Severus y Harry se sentaron. Severus se aseguró de estar sentado al lado de Dumbledore.
Avery fue el primero, pareciendo pálidamente preocupado y asustado. Como debería estar – había esperado que su señor le ayudase. Nadie había venido; sabía que Malfoy y Macnair estaban en situaciones parecidas. Avery estaba muy preocupado de ser enviado a Azkaban, se sentó, tan pronto vio a Harry palideció incluso más. Sabía sin ninguna duda que esta vez había sido cogido - seguro. Estaba asegurado a la silla con las ataduras antes de que el Auror le dejase ir.
Era el momento.