Mi padre dijo que lo sentía, después de quince años, solo lo sentía. Al principio ninguno reaccionó y papá estaba tan tembloroso como una gelatina con la piel erizada. Nos contó que una noche había seguido el olor una mujer lobo, el olor a sangre lo llamaba poderosamente ya que, además de proteger a los humanos de los licántropos, los protectores debemos proteger a los licántropos de los humanos. Explicó que aquella mujer lobo había tomado la poción matalobos y estaba especialmente dócil aquella Luna Llena, su primera transformación, vagando más allá de las montañas. Dijo que no sabía cuanta distancia había recorrido pero nosotros los lobos corremos muy rápido, somos como una ráfaga, y cuando se dio cuenta, la encontró siendo atacada por cazadores de criaturas mágicas. Personas que se dedican a atrapar y, en su defecto, matar a criaturas para revender partes en el mercado negro como ingredientes para pociones, artículos de colección o circos ambulantes.
Dijo que la defendió con todas sus fuerzas y lamió sus heridas para curarlas, pero aquellos hombres no utilizaban magia tradicional, sino que eran expertos en artes oscuras. Papá me había dicho una vez que mi padre era diestro en ellas y me imaginé lo que venía, que se enfrentó a ellos en su forma humana. Nos dijo que, fascinados por su capacidad, los magos vieron grandes ganancias y, al ser cinco contra uno, perdió casi al alba, cansado.
Mi padre miraba al suelo mientras lo decía y lo único que deseaba en ese momento era mirar sus ojos negros, quería ver si mentía. Pero su dolor era genuino y lo pude sentir cuando dijo que, junto a la mujer lobo, lo habían metido en una jaula y le habían llevado consigo, teniendo como compañero a un unicornio y muchas criaturitas que no alcanzó a ver por la oscuridad que reinaba dentro de la cabina. Dijo que había pasado por horribles torturas, que le hicieron pensar que solo era un simple actor de circo sin pasado y sin familia, que borraron parte de sus recuerdos a flote pero había protegido los más valiosos gracias a su habilidad en oclumencia. Y sus manos lo probaban, las numerosas cicatrices que seguían hasta debajo de la ropa. Dijo que después de visitar varios lugares que nunca llegó a ver, fue comprado por un hombre, del cual solo dijo su apellido; por varios años fue víctima del imperius que Riddle había puesto sobre él y que jamás se había dado cuenta de todo lo que había hecho, hasta que logró liberarse.
Dice que corrió como nunca en su vida, aferrándose al recuerdo de papá. Viajó en barco por el pacífico y llegó a Francia, donde era bien conocido. Dijo que contactó a un buen amigo suyo y consiguió una varita. Reportó el paradero del circo porque había aprendido el itinerario antes de ser vendido y logró dar con él, reportándolo a las autoridades que planearon un ataque y logró rescatar la mujer lobo, Cyrilla, a quien nosotros conocimos después de un tiempo. Es una chica de nuestra edad que ahora vive en nuestra casa porque su familia había sido asesinada por el hombre lobo que la había convertido.
Mi padre no miró a papá Harry durante muchos días y permaneció taciturno, reservado como una sombra. Papá decía que había cambiado mucho. En el momento justo después de que terminara su explicación, lo único que pude hacer fue ponerme de rodillas frente a él y tomar su mano, con lágrimas en los ojos. Luna y papá también lloraban y papá le estrechó entre sus brazos.
Pero todo era un poco tenso, porque cada vez que alguien lo tocara sin esperárselo, mi padre reaccionaba gruñendo. A veces era como si no reconociera donde se encontraba…
—Lily, te necesito aquí abajo. Luna ha traído a los cachorros —Despega la mirada del pergamino, mirando a Toby, que se talla la cabeza con resignación, los cachorritos de su hermana son un poco salvajes, como sus dos madres. Lily piensa que seguramente ya se habían lanzado a él para que les lleve a caballito.
—Vale, iré en un momento —Le responde con una sonrisa divertida.
—¿De verdad los niños son así de difíciles? —Se acerca a ella y mira su abombado vientre—. Si nuestra pequeña será así, más vale que vaya buscando un lugar de donde lanzarme… En fin, iré a ver que no rompan el caro jarrón que nos ha dado mi madre, le saldrán verrugas si pasa de nuevo.
—Prometo que no será así.
Le dice Lily y besa su mejilla cariñosamente, Toby sale de la habitación lanzándole una mirada amorosa.
—A ver… ¿en qué estaba?
Muchos quisieran que esta historia terminara con un “y fueron felices para siempre”, pero sería muy pretencioso adelantarme a los hechos, aún no ha pasado toda nuestra vida. Mi padre recuperó su confianza con ayuda de papá y viven en una casita en el campo, a las afueras de Londres. Y puedo contarles que, no importa cuantas lunas pasen, su amor jamás mengua.
El hilo rojo jamás va a romperse.Gracias por haber llegado a este punto
Y especialmente a NANNDYTA y la hermosa Yuki Fer por sus comentarios.
son amor. Espero les haya gustado
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