La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+

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Mahozahamy Arisugawa
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Mahozahamy Arisugawa


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Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ Empty
MensajeTema: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitimeLun Abr 27, 2015 10:17 am

****


Harry huyó casi de inmediato al quedarse solo en la Torre de Gryffindor, pues las preguntas que le hacían sus compañeros sobre el incidente en mazmorra empezaron a ser ineludibles. A duras penas se escapó diciéndoles que tenía que ir en busca de Ron, pero la verdad era que no tenía intención alguna de seguirlo y no parecía que el pelirrojo fuera a regresar pronto, quizá estaba con Malfoy en la enfermería declarándole su amor eterno—se dijo sonriendo burlón—y no, no tenía ganas de ver algo así de repulsivo—se dijo imaginándose a Ron y su musgo besando a un medio transformado Draco-árbol.

Sin poder evitarlo—medio asqueado en realidad—se echó a reír a carcajadas como un loco en la mitad del pasillo. Siendo realista, lo más probable era que su amigo sólo hubiese huido por la vergüenza y el miedo a la confrontación. A veces Ron podía ser así de infantil. Echó a andar hacia el Gran Comedor, de estúpido buen humor. Que no iba a durarle demasiado.

A penas estaba dando la vuelta por el pasillo hacia las escaleras con una amplia sonrisa en la cara cuando se topó de bruces con la Profesora Mcgonagall quien le miró muy secamente a través de sus gafas cuadradas, lo serio de su expresión cortó en seco la sonrisa del ojiverde.

Perfecto—pensó con sarcasmo, era lo último que le faltaba—También Mcgonagall se cree que yo he sido el responsable.
Su jefa de casa aún con una mueca muy seria y suspicaz le informó que aunque el resto de sus compañeros de casa y los de Slytherin estaban exentos—en vista de que o bien no podían asistir a las clases por lo grave de sus transformaciones, como en el caso de Draco y Ron, o bien no serviría de nada aún cuando estuvieran presentes como era el caso de Hermione y Neville—el continuaría tomando sus clases normales.

Le entregó un trozo de pergamino con una copia del horario de los Ravenclaw para ese día explicándole que sería el horario que seguiría pues era de todos el que más o menos se aproximaba al de los Gryffindor. Terminó por decirle de un modo confuso que sin embargo habría dos excepciones en el horario: debía presentarse en solitario a su clase de Transformaciones con ella después de la comida mientras los de Ravenclaw tomaban su clase doble de Pociones y que debía tomar su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas mientras los Ravenclaws tomaban su clase de Transformaciones. Tras soltarle todo aquello, se marchó con rumbo a la Torre.

El ojiverde también continuó su camino hacia el Gran Comedor, ya no tan divertido ni con mucha hambre, pero debía comer algo de todos modos, no era agradable estar en clase con un estomago vacío que sonaba y lo distraía, pero se arrepintió tan pronto como cruzó las puertas, para esta hora todo el mundo lo miraba y cuchicheaba acerca de lo que había ocurrido en la mazmorra durante la mañana. Algunos en un tono de voz bastante alto se preguntaban como habría hecho para lograr todas esas mutaciones y para qué.

La repuesta que se daban a si mismos los chismosos habría complacido al responsable del desastre. La conclusión generalizada era que lo hacía para darse a notar. El chisme de que sufría una seria, casi patológica necesidad de atención llevaba en la escuela desde el torneo de los tres magos, así que realmente ya no intentaba corregirlos, es más ni siquiera le ofendía ya. Lo cierto era que el se preguntaba lo mismo. ¿Como habría hecho su profesor de pociones para ocasionar un desastre así sin que nadie sospechara? Ni siquiera Hermione se había dado cuenta y eso que era probablemente tan lista como él.

Después de comer al final de una más vacía que de costumbre y de que todo el mundo lo mirara con las más variadas emociones abandonó su sopa de verduras y su pan de jengibre a medio comer, para ir a su sesión doble de Transformaciones que iba a ser una clase privada, por lo visto.

Subió hasta el aula y llamó, dentro la profesora lo esperaba. Igual de seria que en el pasillo Harry la saludó cortesmente tratando de mantener una expresión neutra. Momento que aprovechó la profesora para cuesionarle directamente y sin rodeos su implicación en lo ocurrido en la mazmorra. El declaró su inocencia con un fingido aunque bastante creíble tono de indignación.

Con un gesto un poco extraño como si no estuviese del todo segura sobre la honestidad de Harry la profesora ocupó el resto de la sesión doble a tratar de elevar su nivel haciendolo practicar los hechizos permutadores en especies distintas de reptiles sudamericanos que compartían si había entendido bien alguna clase intrínseca de estructura molecular, que hacía que el hechizo en cuestión funcionase de un modo similar a como lo haría en seres humanos.

Funcionó.

Bueno... Más o menos. Había tenido ligeros problemas para devolver a las criaturas a su estado original al final de la práctica, pues sin importar sus esfuerzos estas seguian manteniendo algunas caracteristicas humanas como los ojos, lo que era bastante perturbador. Al final tuvo que ser la profesora quien devolviera los reptiles a su estado original. Después los puso a dormir con un breve hechizo. Harry la ayudó a guardar las criaturas en cajas de madera que tenían un poco de serrín.

Salió de la clase doble de Transformaciones sintiéndose como si su cebrebro fuera una esponja a la que de pronto le habían hecho absorber demasiado líquido y empezase a escurrir.

Era un fastidio. Estaba harto de sufrir dolores constantes de cabeza. Frotándose las sienes con fuerza empezó a caminar hacia el aula de Encantamientos para su clase compartida con los de Ravenclaw que ya estaban dentro ocupando la mitad derecha del aula, la mayoría leyendo, otros discutiendo el tema que se trataría en clase. Algunos  otros si que hablaban pero por lo que distinguía no siempre en inglés. Practicando idiomas, tal vez.

Se dejó caer en uno de los pupitres del fondo, pensando muy molesto que iba a pedirle o  exigirle a Dumbledore la autorizacion para comprarse un pensadero. Pero... pensándolo bien, nunca antes había visto uno en ninguna tienda y no sabía si podían comprarse, pero si no podía hayar uno quizá el director podía prestarle el suyo. Haría cualquier cosa antes de seguir soportando esta sensación de dolor. Enterró la cabeza entre los brazos y se dio cuenta que la luz era lo que hacía que su cabeza punzara. Dejó la cabeza donde estaba por un par de minutos, se estaba adormeciendo en realidad cuando el profesor entró saludando amablemente a los estudiantes.

La clase transcurrió en un silencio más o menos cómodo. Los Ravenclaws no eran muy afectos a rumorear, preferían estudiar, Harry se sintió como si hubiera entrado en un universo paralelo donde debía tomar clases con más o menos quince réplicas inexactas de Hermione Granger, todos dejaron de hablar en el momento en que entró el profesor, y se concentraron seriamente en la clase, aprovechando que había menos estudiantes para hacer preguntas. Así que la clase fue más o menos como si él fuera invisible. Lo cual en su opinión era un respiro, la verdad.

Siguió a sus compañeros a una distancia prudente hasta la clase de Herbología. La profesora Sprout pasó la siguiente media hora enseñándolos como separar esquejes de Lazo de Diablo sin sufrir heridas para transplantarlos en pequeñas macetas, casi todos sus compañeros lo hicieron bien a la primera incluído él para su propia sorpresa, parecía que sin la distracción de Ron ni la presión de la perfección de su amiga Hermione era capaz de hacerlo bastante bien, el resto de la gente lo hizo bien en el segundo intento. El truco consistia en distraer a la planta lo suficiente hasta marearla, después era bastante docil, aunque si te distraías podías llevarte un susto. Por que el lazo del diablo se podía enredar fácilmente en tus dedos, o muñecas. Si tenías la suficiente mala suerte podía atrapar tu cuello... y apretar.

Así que la profesora Sprout, muy orgullosa de sus alumnos, sugirió una tarea extra para ganar puntos, por lo cual el grupo paso la otra media hora recolectando semillas de vainilla de viento de caprichosas plantas que volaban por todo el invernadero.

No se podía usar conjuros con ellas por que eran resistentes a los débiles y los más fuertes podían dañarlas, así que había que ir tras la planta que agitaba sus hojas para escabullirse, y atraparla, una vez bien sujeta, para que dejara caer las semillas, había que presionarlas ligeramente cabeza abajo, pero no demasiado por que podían gritar y hacerse una bola, o morder, si se sentían muy amenazadas.

El ojiverde consiguió tres y quince puntos para su casa, había que admitir que las semillas eran muy interesantes, pues parecían luciérnagas envueltas en alas de hada, bonitas y tibias, pero no sabía realmente para que narices servía la semilla de una planta tan rara, pero no se sentía con ganas de preguntar algo delante de tantos Ravenclaw, le preguntaría a alguien eventualmente... o en el peor de los casos iría a la biblioteca.

Al salir de la clase de Herbología el grupo se separó de Harry entrando al castillo para su clase de Transformaciones, el ojiverde debía bajar los terrenos para su clase con Hagrid, la otra sesión privada y su última clase del día. Gracias a Merlín. Echó a andar un poco más animado, estaba seguro que Hagrid sí le creería, y quizá la clase fuese más o menos como una visita de cortesía, si, seguramente Hagrid apreciaría su compañía...
Estaba bajando a paso de tortuga, todavía preguntándose para que podía servir una semilla como esa y para que usarían los magos una planta voladora, hacia la cabaña de Hagrid—aún faltaban como diez minutos según su reloj—cuando sin previo aviso algo enorme plano y muy duro le golpeó en la cabeza y luego rebotó al piso.

Molesto frotó su cabeza en el lugar dolorido con lágrimas en los ojos y lanzando una par de coloridas palabras a modo de exclamación de dolor ¡más dolor a la cabeza! ¡pensaba que había cubierto su cuota de hoy al menos! miró en todas direcciones para descubrir a su atacante y molerlo a maldiciones, hasta que un ruido extraño a medio camino entre un chillido y un silbido le hizo levantar la cabeza.

Un ave enorme y negra, que no se parecía en nada a una lechuza ni a ningún otro pájaro, al menos que él reconociera voló en circulos un par de veces sobre su cabeza y luego se alejó. Se inclinó con incredulidad para recoger lo que un un principio pensó algo estúpidamente era un grueso ladrillo color negro.

Al tomarlo su enojo se desvaneció, sintió un horrible y frío hueco en el estómago, pues el supuesto ladrillo tenía una inscripción en una de sus caras.
LA NOBLEZA DE LA NATURALEZA—podía leerse en ostensosa caligrafía cursiva
Una genealogía mágica—añadía en letras más pequeñas.
 Era el título, por supuesto, escrito con letras plateadas sobre la cubierta... Nada de ladrillo. Era un libro.  Específicamente “El libro”. De golpe todo lo ocurrido durante el encuentro con Voldemort, volvió a su memoria. Todo, cada una de las palabras que había dicho... “Él” resonaban en su mente como una dolorosa maldición. Súbitamente cada palabra, cada acusación... Cada revelación estaba de nuevo ahí.

Incluso podía recordar tan claramente como si estuviera viéndolo ahora mismo, la sonrisa condescendiente, burlona, que se dibujó en esos labios mezquinos, mientras le hablaba despreocupadamente, como quien comenta el clima. Pero sin poder o querer ocultar ese tono de sorna que adornó cada palabra pronunciada...
¿Nunca te has preguntado, por qué somos tan parecidos?

Hay solo una respuesta Harry.


Fue consciente de lo rígidas que tenía las manos cuando empezaron a dolerle aflojó un poco tratando de respirar, los nudillos se habían puesto blancos. Miró tontamente una vez más la portada con al esperanza ridícula de que el título cambiase, demonios incluso creía que sería bueno si se trataba de un ladrillo de verdad, pero no, no tenía tanta suerte leyó de nuevo las letras plateadas. Sin saber que hacer.

No se atrevía, no del todo a abrir el libro. Ni siquiera sabía a ciencia cierta por qué seguía sosteniéndolo. La razón le gritaba que lo tirara y corriera en dirección contraria como si huyera de la peste. Pero estaba claro que no podía solo dejarlo tirado ahí. ¿Y si este libro era como el Diario? ¿Que pasaba si alguien lo encontraba? ¿No sería él responsable como lo era Malfoy por haberlo dejado sabiendo lo que podía ser?

Quizá debía llevárselo a Dumbledore. Pero quizá eso solo ocasionaría problemas. Se suponía que no recordaba nada de lo ocurrido y además no podía explicar como lo obtuvo no solamente podía decir que un ave negra se lo dejó caer en la cabeza. Y que estaba seguro que a esa ave la había mandado Voldemort. Seguramente dirían que era imposible que la magia negra traspasase las protecciones milenarias del castillo, que era una tontería y demás cosas que todo el mundo da por sentado.

Pero se olvidaban que se trataba de Voldemort quien conocía el castillo tanto como los merodedores y subestimaban su capacidad. Incluso podía ser que estuviera prohibido tener este libro o que fuera ilegal solo mirarlo. En el mundo de los magos no todo era claro ni lógico cuando se trataba de leyes. Los adultos no lo sabían todo, y en muchas ocasiones complicaban las cosas. Lo que lo pondría en serios problemas si el libro era ilegal.

Lo que sí sabía de un modo visceral era que no se podía confiar en Voldemort. Esa era una verdad total de la que podía estar seguro por si mismo. Lo intuyó desde el momento en que durante el primer grado se enfrentaron, cuando lo intentaba convencer de entregarle la Piedra a cambio de ilusiones. Precisamente acerca de sus padres. Lo había corroborado desde el segundo grado con aquel infame diario y también en cada ocasión en que se habían enfrentado.

Voldemort mentía. Para su propio beneficio. Influenciaba y manipulaba a la gente, de un modo vil, sin escrúpulos para obtener siempre algo, ¿Por qué en esta ocasión habría de ser distinto? La única naturaleza de aquel monstruo era la maldad.

Pero...

Maldita fuese la palabra. Por que por alguna extraña razón había un pero. Detestaba que lo hubiese, por que eso significaba que en su cabeza había dudas respecto a lo que decía. Y eso nunca era bueno. Se lo repetía, Voldemort no podía ser confiable.

Quizá su juicio estaba nublado, quizá eso era justo lo que Voldemort quería. Engañarlo. Pero por otro lado su instinto le decía que no mentía. Rara vez su instinto se equivocaba.  Solía equivocarse más su razón. Justamente ahora la voz de su razón, su querida amiga Hermione no podía darle consejo. Ron, por otra parte, bueno era valiente, pues era Gryffindor pero realmente su impulsividad era incluso más que la de Harry, así lo demostraba eso de salir corriendo por que sí.

Voldemort había sido extremadamente convincente eso estaba claro, si alguna cualidad tenía aquel monstruo era que sabía como convencer a los demás de que lo que él quería era lo mejor para aunque fuera una locura. Todos le creían por que era conviencente.

Pero lo que decía en esta ocasión eran claramente disparates. ¿Por que no inventar algo mejor si quería engañarlo? Sus padres… ¡Acerca de sus padres por el amor de Merlín! Estaba seguro en un millón por ciento que era una mentira.
Oh, pero... una vocecita muy pequeña y traidora se preguntaba escéptica:
“¿En serio? Pues no se siente que estés muy convencido aquí dentro”

Detestaba con el alma sentirse así, sin embargo… había lugar para dudar. Por que en primer lugar era una mentira demasiado estúpida. Era justo eso lo que le molestaba. Que el supiera Voldemort solo hacía las cosas por dos motivos. Por beneficio personal y para ganar poder. Era un egoísta de primera clase. Era una reverenda idiotez, pero ¿para desmentir algo no tenía que ser imposible en ambos sentidos? Bien, pues en el muy improbable caso de que estuviera diciendo la verdad. ¿Cómo le beneficiaría a él que Harry lo supiera? No lo sabía.

De nuevo aquella odiosa vocecita mezquina que empezaba a sonar como la voz de Rita Skeeter en su interior le replicó con sarcasmo “¿Estás seguro que no lo sabes, Harry querido? De verdad, ¿No se te ocurre nada?”
Se le ocurría, por supuesto, claro que se le ocurría. Pero no, no podía ser. Si “eso” fuese verdad... No seguro que esto tenía alguna explicación, como que quizá solo estaba jugando una broma, por ejemplo. Estúpida, pero nada más que una tonta broma diseñada para hacerlo dudar de sí mismo para hacerlo pensar. Tenía que ser.

Claro—insistió la voz con sarcasmo—por que si fuera verdad, tendrías problemas para mantenerte cuerdo, ¿Cierto Harry? Tu vida como la conoces se voltearía de cabeza ¿No? Y quien sabe si alguien tan desequilibrado como tú podría soportarlo...Pero ¿Sabes? La verdad es que TIENES que decirte eso a ti mismo, para convencerte por que en realidad tienes miedo de que pudiera en algun remoto caso llegar a ser verdad...”
¡No! Seguro que solo quería engañarlo. El problema era ¿cómo podía confirmar que Voldemort se equivocaba? ¿Como?

A lo lejos sonó la campana que anunciaba el inicio de la clase y Harry echó a correr.
***************************

Después de que su amigo Hagrid primero le echara la bronca por llegar tarde a su clase, e increíblemente le pusiera deberes después de pasarse casi dos horas charlando amigablemente Harry echó a andar de nuevo hacia el castillo, preguntándose que le pasaba hoy todo el mundo.

Ron, para su sorpresa estaba parado en el vestíbulo, esperádolo, le tomó unos segundos reconocerlo, su musgo había empeorado, ahora incluso su cabello era mucho más voluminoso, rizado y de un estrafalario verde, lo que le daba aspecto de brocoli gigante, Harry hizo un serio esfuerzo por no reír, no sabía como iban a hacer las paces pero de todos modos se acercó a él.
--Pues...bueno, creo que ya lo sabes, pero opino que Malfoy no es del todo un imbécil integral, Harry—poniéndose de un rojo tan violento que hacía un contraste muy interesante con el musgo y el color de su cabello.

Y así de aquel modo tan bizarro, comenzó la platica en la que Harry le recordó a Ron por si hbía sufrido alguna conmocion cerebral, que Malfoy era el huron, el maldito snob que lo consideraba una comadreja. Ron estaba un poquito sensible aún y explotó diciéndole a Harry que ya lo sabía que no pensara que de pronto iba a lanzarse a sus brazos, que él tambien sabia que Malfoy era un imbecil, pero un imbecil que le gustaba.

Le aseguro que ya sabía que jamás seria correspondido y también sabía que aquello no debía llegar jamás a oidos de Malfoy. Ni de Hermione. Cuando Harry le preguntó que pintaba la amiga de ambos aquí, Ron con una expresion seria que el ojiverde jamás había visto, le dijo con sencillez:

---A ella le gusta Malfoy también. Y estoy seguro que él le gusta ella. Así que...—el tono pesimista y la sonrisa de Ron que era lo más triste que Harry había visto en Ron.
---¿Cómo puedes estar tan seguro?--barbotó Harry.

No le hacía gracia que a su mejor amigo le gustara aquella alimaña. No por que se tratara de Malfoy, que ya con eso bastaría, si no por que estaba seguro que ese “amor” o capricho iban a hacer que su amigo sufriera. Pero encima que su otra mejor amiga estuviera involucrada...

---Hace un par de noches Hermione salio tarde de la torre. Se me hizo un poco extraño, la señora Pince siempre respeta el toque de queda. No pretendía seguirla, solo... sucedió. Se... se encontró con él entonces. So-solo hablaron, pero...

El ojiverde no quería esuchar más. La voz estrangulada del pelirrojo, quebrándose en ciertas partes ya era demasiado dolorosa. Apretó un puño y cerró los ojos.

---Lo s...

No pudo hablar más tenía un nudo en la garganta, en lugar de eso simplemente abrazó a su amigo que le devolvió un abrazo tan firme que le hacía daño. Harry simplemente se quedó ahí sintiendo como su túnica iba humedeciendose poco a poco.
********************



Harry se sentía terrible pues tenía que dejar a un vulnerable Ron en la enfermería, cerca de las dos personas que justamente causaban su dolor, todo para ir al estúpido castigo con Snape.  Un castigo que había provocado él mismo.

---Lo siento tanto Ron...--le dijo detestando realmente tener que irse, su amigo lo necesitaba.
---Tranquilo hermano, no... no pasa nada—dijo volviendo a esbozar aquella horrible sonrisa fingida que solo acentuaba su dolor—Mi más sincero pesame, por el castigo—le dijo luego intentando ser gracioso—espero que no termines muy adolorido...

La mandíbula de Harry se abrió por cuenta propia y miró a su amigo con ojos muy redondos tras las gafas.

---... ¿Qué? ¿Que dije?--preguntó Ron al ver que Harry no solo no se reía, si no que parecía como si hubiera dicho algo chocante al encontrarse de nuevo con los ojos de Harry lo entendió... se puso rojo otra vez sin poder evitarlo y desvió la mirada—M-me refería a los calderos... que siempre te hace lavar calderos, sin magia...

Harry esbozó una sonrisa forzada y dijo antes de salir corriendo:

--Si, jaja, espero que no, bueno ¡Hasta mañana!

¡Demonios! Como se había podido cruzar esa imagen por su mente, siguió corriendo a ver si se la sacaba de la cabeza. Joder que tenía que sacársela de la cabeza, y pronto.

Snape era una experto legeremante, por el amor de Merlín... Y si veía eso en su cabeza, ya podía irse despidiendo de ella por que se la arrancaría de cuajo...  

*************************

El profesor Snape estaba terminando de apilar los calderos más interesantes de hoy en cuanto a mezclas equivocadas y extrañas cuando llamaron a la puerta. Potter sin duda, le había reservado el privilegio de ser el único castigado de hoy. Realizó un hechizo para saber la hora, si estaba fuera de tiempo...  maldicion, un minuto antes. Bien que esperara un minuto.

---Pasa--dijo al cabo de cincuenta y tres segundos.

Harry entró en el laboratorio de pociones y sus ojos se dirigieron a la pila de calderos. Inevitablemente. Bajó la cabeza todo lo posible para evitar que Snape pudiera verlo a los ojos. El profesor se pregunto que demonios le pasaba hoy a Potter, como para avergonzarse mortalmente por una pila de calderos pero lo dejó pasar. Se sentó en la silla.

---¿Y bien?—preguntó alzando una ceja.  
--- ¿Eh?

Si, sin duda aquello era una muestra en escencia de la inteligencia de Potter. Y su fluido vocabulario—pensó con sarcasmo.

---¿Esperas una invitación?--le preguntó.

Harry volvió a agachar la cabeza y dejó la mochila en una de las sillas, se quitó la capa y se remangó la camisa—para sorpresa de su profesor—la acción tomó sentido cuando empezó a aproximarse a la pila de calderos, buscando algo por el suelo mientras lo hacía. ¿De verdad esto era lo unico que se le ocurría? ¿Tantas veces lo había castigado de este modo?

---Uh, ¿Señor? no hay lejía, ni...
---No seas tonto Potter—le dijo—estoy reservándolos para algún Gryffindor de primer o segundo grado que tenga la osadía de ser el castiado de mañana—El ojiverde lo observaba con una expresión vacua de incredulidad en la cara—¿Has olvidado para que te he castigado hoy?

Y parecía que aquellas eran las palabras mágicas. Toda la inexplicable vergüenza se evaporó del rostro del ojiverde. Mostrándole un rostro pálido y asustado. Retrocedió un paso y lo miró sin decirle palabra. Parecía que iba a ser una larga noche.

---Empieza por sentarte—le dijo señalándole una silla frente al escritorio.
---No--replicó Harry con sorprendente insolencia pensó Severus—No podemos hablar aquí—añadió.

Severus recordó. Potter no quería que Dumbledore se enterase de lo que iban a charlar. Lo cual era sumamente interesante. Sobre todo por que esto implicaba al Señor Tenebroso. ¿Era lo suficientemente interesante para arriesgarse a llevar a un estudiante a sus habitaciones? ¿Específicamente este estudiante?

El profesor se levantó de la silla bruscamente poniendo a Harry en guardia, se acercó pero no dijo nada, tan solo tomó la capa de su alumno junto a su mochila encabezó la marcha.

Harry esperaba que saliera del aula. Pero Snape dio media vuelta y entró en el armario privado de ingredientes clasificados. Harry dudo de seguirlo pero al parecer no iba a tener opción. Tomándolo de la muñeca lo arrastró con él. No llegó a lastimarlo, pero lo sosteía con gran firmeza. Dejó de oponer resistencia y en seguida el agarre se hizo menos firme.

Pasaron através del pasaje que Snape había abierto tras uno de los armarios. Había una escalera muy estrecha que iba hacia abajo y todo quedó a oscuras cuando el estante volvió a ponerse en su lugar. Muy nervioso, Harry sentía su corazón en la garganta. Snape sin embargo parecía acostumbrado a moverse en la oscuridad y solo encendió su la punta de su varita cuando notó la tensión del ojiverde.

Al cabo de lo que parecieron horas de girar y bajar encontraron una puerta. Por fin Severus soltó a Harry. Un par de antorchar se encendieron por sí mismas. Entonces ocurrió algo muy extraño a los ojos de Harry. El profesor guardó su varita y en lugar de usarla, extendió su brazo izquierdo hacia la puerta con la palma abierta.

“Dreizden”--dijo y la puerta se abrió con un chasquido.

---Un hechizo de seguridad—dijo Severus—Dreizden significa “trece” en alemán.

Harry no comentó nada. Estaba demasiado sorprendido por el secretismo que había en este sitio, y sobre todo que aquel misterio acabase de serle revelado. A él de entre toda la gente.  Ya dudaba siquiera que esto fueran su habitaciones personales, quizá era otro lugar... empezó a ponerse nervioso.

---Dispongo de este espacio debido a mis... actividades extracurriculares—dijo como si le estuviera leyendo la mente. Y probablemente lo hacía—Entra.

El ojiverde obedeció y entró en la estancia. De inmediato las velas del interior se encendieron revelando una habitación de lo más normal. Cientos de libros apilados por todas partes. Ramilletes de hierbas extrañas colgando del techo. Cajas de ingredientes selladas. Una mesilla redonda y dos sillones. En una de las paredes había cadenas con grilletes.

---Este espacio no es especificamente una habitación—dijo de nuevo interprentando correctamente la estupefacción de Harry al entrar dejo lo que traía en la mesilla redonda—Es el calabozo número trece del castillo. Originalmente se usaba para la contención de hombres lobo durante su transformacion—dijo sentándose y haciendole un gesto a Harry para que se sentara.
---Perdon--dijo este sentándose. Realmente lo lamentaba. Pero estaba pensado que no era una buena idea contarle a nadie. Quizá ni siquiera a Snape.
---Olvídalo Potter--dijo el profesor--Al grano.
---Perdón, por detenerlo... Anoche.

Estaba sinceramente apenado. Pero ahora que estaban aqui en secreto y en privado realmente quería, no, necesitaba presionar, presionar para romper la máscara de Snape. Tenía que confirmarlo. O enloquecería.

---Ni lo menciones.
---Yo... él.... el dijo... que... lo siento, creo que no puedo decirlo.

Severus contó hasta diez lentamente tratando de no perder la paciencia. Se sintió un poco tonto cuando Harry se levantó y tomó su mochila pensando que se marcharía. Sabía que la puerta no se abriría para el ojiverde pero de todos modos por un segundo dudó. Pero resultó que no quería escapar. Sencillamente sacó un libro de su mochila y se lo tendió.

---El... el quiere que lea esto... anoche... el dijo... y ahora.. me lo ha enviado.
--- Tranquilizate Potter--intentó al darse cuenta que Harry en verdad estaba al borde del pánico--¿Lo has abierto?--preguntó levantando una ceja.
---¡No! yo no sabía que hacer...

Pues por lo menos mostraba algo de inteligencia--se dijo Snape--al no abrir el libro sin más.

Este podía haber sido hechizado de cientos de formas indetectables a simple vista. Le pasó la varita varias veces. Había encantamientos desde luego, pero ninguno malintencionado. Solo los usuales para proteger las páginas y cubierta de derrames... y similares.

El libro reconocía a Potter como su dueño, así que...

---Es un libro poco común, pero pero es un libro perfectamente normal—le dijo Severus para su estupefacción devolviéndoselo.
--- ¿Qué? Creía que era...
---Hiciste bien. Pero es un libro normal. Si no mal recuerdo tenemos una copia de esto en la sección restringida de la biblioteca.

Harry no podía creerlo. ¿De verdad Snape acababa de decirle que había hecho algo bien? ¿En verdad era un libro comun y corriente? Debería planterarse en serio si no había entrado por equivocación en algun universo paralelo.

---Pero... ¿De que trata?
---En realidad es un libro muy controversial. Define las líneas de sangre y los árboles genealogicos de las antiguas familias de sangre pura. Especifica también entre otras cosas, la herencia de la mágia. Y como se perjudica la descendencia al mezclarse con muggles.

A Harry se le cayó la mochila al piso con un ruido seco. Si leo esto tendré la prueba—pensó— ¿Pero por qué me la enviaría algo así?


---Y la información que contiene, ¿es confiable?--preguntó sin poder evitarlo.
---No del todo--dijo Severus—Lo único válido, comprobable es la informacion acerca de las líneas de sangre y la herencia mágica. El resto del libro es casi fantasía. Muchas de las familias antiguas trazan su origen hasta Merlín, y Morgana lo cual es debatible.

Harry se quedó un largo rato en silencio, luchando internamente contra sí mismo.

---El dijo...--empezó--El dijo que mis padres no son mis verdaderos padres. Y me ha enviado esto como prueba.

Por unos segundos pensó que Snape le diría que era un imbécil y que si de eso se trataba todo este asunto ya podía ir moviendo el culo de sus aposentos privados, que se largara ya mismo y que lo castigaría duramente por haberle hecho perder el tiempo. Sin embargo, los ojos de Snape parecieron abrirse un poco más por la sorpresa.

---¿Y te ha dicho quienes son tus padres?
---Si--sintiendo como si algo le presionase la garganta. ¿Que garantía tenía de que Snape no iría a decirle a Dumbledore cuanto le dijera?
--- ¿Lo crees?
--- ¿Que?--pensaba que Snape le preguntaría quien.
--- Que si le crees—repitió irritado.
---No lo sé.
---Vamos a dejarlo aquí. Lee el libro. Hechízalo para que nadie sepa que lo tienes. Cuando lo hayas leído hablaremos. Está de más aclarar que el profesor Dumbledore no debe enterarse de esta conversación—dijo levantándose y abriendo la puerta del mismo modo, esta vez desde el interior.

Harry no prestó gran atención al camino de regreso. Que se le hizo extrañamente corto comparado al de ida. Antes de que se diera cuenta estaban de vuelta en el pasaje del armario de ingredientes, cruzaron en silencio el aula de pociones. El profesor le tendía la mochila y la capa en la puerta. Harry se sintió avergonzado se le habían olvidado las cosas y Snape había tenido que cargarlas todo el rato.  

--- ¿Cree... cree que sea posible?--preguntó con los ojos suplicantes mientras se ponía la capa.
---Lee el libro Potter. Lo hablaremos cuando lo hayas hecho.
---Pero señor...
---Y asegúrate de traer un resumen de los usos de la vainilla de viento en pociones, haciendo énfasis en los usos de las semillas—la boca de Harry se abrió para protestar por varias cosas.

Lamentablemente no se decidió por ninguna y aún seguía abierta, pero Snape siguió hablando sin inmutarse—Para el Lunes. Mañana te presentarás a tu castigo a la misma hora. Se puntual, Potter—ordenó cerrándole la puerta en las narices.

La indignación de Harry no podía ser más grande. ¡Asi que después de todo le había leído la mente! Se marchó pisando fuerte.

Al interior del aula de pociones el profesor se alegró de que Harry saliera de su vista.

Debido a la cercanía y las circunstancias, la tensión había sido casi insoportable. Apoyó la palma de la mano en la madera, descargando su peso contra la puerta y apoyando también la frente en la madera, su melena cubría su rostro. Debía dominar la violencia de sus emociones. Vacíar su mente.

Tenía que destruír toda evidencia. Tenía que ocultar bajo la máscara el deseo.

Había estado demasido cerca. Peligrosa, estúpidamente cerca. Había estado en su mente todo el tiempo ¿Por qué si no había alargado el descenso? El hechizo de seguridad no era tan largo. Lo había prolongado a proposito. El perverso deseo, la insoportable necesidad de acorralar a Harry en el pasillo al calabozo y...
********************************

magic  Al Capitulo Cuarto


magic Al Capitulo Sexto


Última edición por Mahozahamy Arisugawa el Lun Nov 23, 2015 8:17 am, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitimeMiér Abr 29, 2015 6:50 pm

oooooohhhh no espera no lo puedes dejar así nooooooooooo, que paso debió acorralarlo en el pasillo y besarle hasta que se quedara son aliento jjajaj Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed , perdón tuve un exabrupto, pero es que era la ocasión perfecta, bueno dejemos que todo vaya a su paso no presionemos a nadie.

Pero espera que paso con la reacción de Sev respecto a lo que dijo voldyyyy, yo esperaba lo mismo que Harry una reacción violenta pero lo tomo con tanta calma Shocked Shocked Shocked Shocked debería preocuparme affraid affraid affraid affraid y ahora que va a pasar estoy intrigada aaaaaaa bueno ahora solo me queda esperar a que actualices ojala y no tardes.

cuídate
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Mahozahamy Arisugawa
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MensajeTema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitimeSáb Mayo 02, 2015 11:35 am

Muchas gracias por leer el nuevo capitulo elamordesnarry. Y muchas gracias por apoyarme a lo largo de toda la historia. m(_ _)m thankyou

Muajajajaj, Twisted Evil es que soy malvada y por eso lo dejado asi. Mmm siendo mas honesta lo que pasa es que el capitulo en si ya era tremendamente largo como para añadirle mas. Razz Severus opina lo mismo que tu, pero obviamente no lo va a confesar pero ni para si mismo.

La reaccion tiene mucho que ver. Cool Pero nada que me quedo calladita. Para mantener la intriga que es lo que mas me gusta. Esperemos que el proximo capitulo no tarde mucho y que te siga pareciendo una historia interesante. study
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Yuki Fer
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MensajeTema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitimeSáb Mayo 02, 2015 9:39 pm

ohhh mi diosssss pero si lo dejaste en la mejor parte..:>.< kyaaa si sev hazlo acorrala a harry en el pasillo..>.< kyaaaaaa...buenoooo ahora cambiando a otros temas...que sera lo que nuestro sev sabe y que no le sorprendio tanto.T_T mmmmm...mm bueno sera hasta el proximo cap para saber mas cosas..>.< espero y un apasionado beso entre sev y harry..>.< excelente cap..n_n
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MensajeTema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitimeMar Mayo 05, 2015 4:37 pm


Hola YukiFer bye Muchas gracias por leer el nuevo capitulo y por comentar. star Lamento muchísimo la espera, Crying or Very sad solo puedo decir en mi defensa que a nivel personal estaba pasando por una situacion muy dificil y lo pase muy mal. Pero ya estoy otra vez por aqui dando lata y haciendo intrigas con estos dos. Twisted Evil Pobrecillo Severus ya bastante le cuesta no ceder a sus emociones. Se le safara un tornillo de seguir asi. sarcastic Umm el maestro de pociones sabe mas de lo que dice. Pero quiere ver si Harry llega el solo a la misma conclusion. Por que lo que sabe... es bastante serio y me callo por que si no... En verdad te agradezco mucho que hayas leido. flower1 Espero publicar pronto el siguiente.
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MensajeTema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+   Nec de Tenebris. Capitulo Quinto. +Haematites atque Tredequim+ I_icon_minitime

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