Mahozahamy Arisugawa Aprendiz de vuelo
Cantidad de envíos : 245 Fecha de nacimiento : 07/12/1987 Edad : 36 Localización : R'lyeh Galeones Snarry : 23830 Fecha de inscripción : 04/12/2013
| Tema: Nec de Tenebris. Capitulo Cuarto. +Intermission+ Vie Ago 29, 2014 1:14 pm | |
| Severus caminaba por el desierto pasillo que llevaba a la enfermería, maldiciendo por lo bajo, haciendo ondear la capa de su túnica. Sencillamente estaba harto. De todo, pero principalmente estaba harto del Director y estaba aún más harto de esa tendencia suya a tomar las cosas demasiado a la ligera. Era precisamente aquella tendencia la que ocasionaba la mayoría de sus problemas.
Recordó lo que había ocurrido durante el torneo de los Tres magos, por ejemplo. Incluso McGonagall –con lo parcial que se mostraba siempre ante las decisiones del director—se había dado cuenta en aquella ocasión, Albus siempre decía querer al muchacho, incluso decía amarlo con afecto fraternal, pero no dudaba en tratarlo simplemente como un trozo de carne y usarlo como cebo si era necesario.
En el momento de doblar la esquina, escuchó un solo desgarrador gemido de dolor y angustia, que le hizo detenerse bruscamente, su mente, tan ocupada un momento atrás pareció borrar de golpe cada pensamiento, hasta donde sabía Potter era el único estudiante en la enfermería, tenía que ser él.
Aturdido, confuso, actuando básicamente gracias a su bien desarrollado instinto de protección, entró en la enfermería, casi corriendo, sin importarle un pimiento si la capa le ondeaba o no. Para encontrarse con que efectivamente, el ruido venía de la única cama cubierta por cortinas de la enfermería.
Al entrar escuchó un escalofriante sonido que de inmediato disparó todas sus alarmas. Harry. Hablando pársel. Corrió hasta la cama, solo para descubrir que en ese preciso instante, el muchacho se incorporaba bruscamente y abría los ojos.
---Potter—exclamó de un modo muy estúpido. ---…. ¿Eh? Profesor—susurró más que habló mirándolo con lo que parecía ser absoluta incredulidad— ¿Por qué esta usted aquí?—preguntó confuso mirando en todas direcciones, con los ojos entrecerrados, por la ausencia de sus gafas— El… y yo… lo que él ha dicho ahora no es cierto, no puede serlo ¿Verdad?
Aparentemente Potter no sabia siquiera donde se encontraba, era probable que creyese que seguía… en el sitio en el fuera que estuviera… antes.
---Escucha, Potter—dijo sentándose en la silla para visitas, ¿Sabes donde te encuentras?—el muchacho movió la cabeza para expresar su negativa—Estás en la enfermería… en Hogwarts. --- Hogwarts… ¿En serio?—preguntó con una sonrisa tan hermosa que Severus sintió claramente como si en su pecho el corazón se saltara un solo, necesario latido, y tuvo que apartar la vista rápidamente—Lo he logrado. He vuelto… Es increíble… de verdad estoy a salvo—dijo Harry inmensamente aliviado, un hondo suspiro remarcó sus palabras. --- ¿A que te refieres, Potter? ---Lo… siento profesor, no, espere, no se vaya—dijo extendiendo la mano y tomando al parecer de modo inconsciente con el puño la tela de su capa aún cuando Severus no había mostrado intención alguna de marcharse—Tengo que hablarle, hay cosas… quiero preguntarle, tengo… pero ahora, estoy…
E incluso antes de que terminara siquiera de hablar, su cuerpo pareció aflojarse, instintivamente Severus lo detuvo antes de que se hiciera daño al caer de la camilla. Bastante incómodo pero tratando de no darle importancia, el ojinegro acomodó las almohadas y luego el cuerpo de Potter en la camilla.
Meditó sobre quedarse aquí para vigilarlo, después de todo el muchacho le había pedido que no se marchara, y aún ahora seguía apretando flojamente la tela de su capa. Sería fácil desprender su mano… pero no estaba seguro de querer hacerlo. Quizá debía llamar a la enfermera, sería lo más adecuado. Incluso se planteó el subir hasta la oficina de Albus y levantarlo para que examinara al chico.
De hecho en el fondo de su mente, aquella parte que parecía ser un maestro en pociones las veinticuatro horas del día gritaba que le aplicase el enervate, luego exigía debía suministrarle una fuerte dosis de veritaserum al chico y por último preguntarle si estaba bien. Si de verdad estaba bien.
En seguida preguntarle que era de lo que estaba hablando antes quería escuchar ahora mismo lo que Harry quería contarle, lo que quería preguntarle, y le obligaría a hablar si fuera necesario para enterarse de lo que había pasado, pues le irritaba de sobremanera la forma en que contaba las cosas cuando algo ocurría, a pausas, como para darse aires y hacer que el interlocutor suplicara por saber mas. Le hacía pensar en el insufrible padre del moreno.
¿Y nunca te has puesto a pensar Severus—empezó una vocecita en su cerebro, una que por cierto se parecía mucho a la voz de Albus—Que tal vez Harry cuenta todo de ese modo, por que el shock es demasiado grande para soportarlo e incluso traducir sus experiencias en palabras le resulte difícil?
Es probable—contestó para el horror de Severus su voz interior de maestro en pociones.
Harry…--susurró para mayor horror suyo una voz propia, pero más honda. Una voz que odiaba por que se suponía estaba bajo su control y a esta parte de sí mismo le exigía siempre silencio. Era la voz que estaba preocupada por el muchacho. La voz de su instinto. Respiró profundamente y haciendo uso de su autocontrol, de su fiera concentración logró calmarse.
No debía perder de vista lo que era importante. El chico. No parecía que ahora mismo Harry estuviese en peligro. Yacía dormido… tan solo dormido—observó lo párpados de largas pestañas temblar, los labios húmedos, la respiración suave.
Bueno, esta vez de verdad dormía, no estaba suspendido en alguna especie de inconciencia inducida.
Si la llamaba la enfermera probablemente haría un alboroto y con sus modales de protectora mama gallina revolotearía a su alrededor entre diagnósticos, además de probablemente una miríada de pociones asquerosas… provocaría que cuando terminara con él y lo mandara a dormir Harry estuviera más despierto que un grillo.
A él lo sacaría probablemente de inmediato de la enfermería a empujones, quizá incluso ella le pediría que llamara a Dumbledore. Lo cual terminaría sirviendo para nada, pues el director usualmente lo único que hacía era tirar la carga sobre sus hombros.
Esperando que de algún modo el la resolviera. Bien, pues entonces esta vez—y solo esta vez—haría lo que Harry le había pedido. Esperaría. Esperaría para verlo despertar.
Ya habría tiempo para exámenes e interrogatorios en la mañana, la cabeza de Potter quizá se partiría si tuviera que soportar más estrés. Se sentó todo lo cómodo que podía en la silla y se preparo para una larga noche en vela.
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Al día siguiente una mitad asombrada, mitad asustada pero en general estupefacta Madame Pomfrey despertó a Severus con un gritito de sorpresa cuando al ir a dar la ronda para ver a su único paciente, se encontró a Severus dormido en la silla de visitas con la cabeza apoyada sobre la camilla de Potter.
Molesto por haberse quedado dormido, más aun en aquella posición tan vergonzosa, se levantó todo lo rápido que pudo y se apresuró a dar la excusa más creíble que su magnífico cerebro de estratega podía formular a tan temprana hora de la mañana.
Informo a la enfermera—con voz profesional—que Potter había despertado durante la madrugada. Pero que de inmediato volvió a quedarse dormido. Aseguró que había tenido absoluta intención de informarla cuanto antes, sin embargo decidió esperar un momento para corroborar si el reposo del muchacho era natural o había vuelto a sumergirse en aquella especie de coma, por lo que se había sentado y por alguna razón—quizá el cansancio—se había quedado dormido—dijo antes de ofrecer sus más secas disculpas.
--- Ya veo—dijo Madame Pomfrey meditando profundamente todo lo que Severus había dicho—Pero hay algo que no entiendo—dijo ella al cabo de un momento— ¿Por qué has venido tan tarde, Severus?—preguntó suspicaz. ---Nada muy extraordinario, Madame. La intención de mi visita era pedirle a usted permiso para tomar una muestra de sangre de Potter—dijo manteniendo su dura voz profesional—Pretendía utilizar mi más reciente poción diagnóstica y a partir de ella intentar elaborar alguna poción o antídoto para el extraño coma de Potter—ninguna mentira esa había sido esa su intención inicial—Lo lamento, no quise molestarla—El duro semblante de la enfermera se relajó ---La verdad hubiera preferido que me levantaras, Severus. Me has dado un susto de muerte, aquí los dos quietos, inmóviles como si…
“Estuvieran muertos”
La frase no dicha por la enfermera quedó suspendida en el ambiente.
---Iré a traer a Albus, Severus—dijo la enfermera ciñéndose la bata— ¿Te importaría quedarte otro momento con él?
No. A Severus no podía importarle menos estar sentado junto a Potter un par de minutos más. Quizá cuando la enfermera se fuera podría sacudirse toda aquella sensiblería que parecía haberse apoderado de él desde el momento en que maldito fuera “comadreja” Weasley había dicho que Ha…Potter podría estar muerto.
Tenía que poner aquellos instintos bajo control. Era cierto que se preocupaba por el muchacho de un modo que no debería hacerlo. Pero se aseguraba de reprimir fieramente esas emociones. Esos instintos. No pensaba en ellos. Solo los suprimía. Eran el más serio atentado a su autocontrol, pero lograba tenerlos a raya siempre.
No se imaginaba en que podía terminar aquello si le daba oportunidad de manifestarse a aquellas emociones como querían. De algún modo, esos pensamientos eran peligrosos. Eran una debilidad flagrante, de la que Voldemort—y cualquiera en realidad incluido Dumbledore por supuesto—sin duda alguna haría uso, si alguna vez cometiese el estúpido error de mostrarlos siquiera por un segundo en su mente.
El muchacho ya estaba bien, probablemente estaría asustado—quizá inclusive en shock—pero estaba vivo. Gracias a Circe, Morgana, Merlín y todos los magos y Dioses. Harry Potter era todavía y quizá sería por mucho tiempo más El niño que vivió.
Cerró lo ojos y respiró profundamente—sin advertir que Harry aún sostenía la capa de su túnica—Entonces dejó su mente en blanco y fue vaciándola de todas aquellas turbulentas emociones que lo sacudían. Un minuto mas tarde la parte más honda de su mente volvió a quedarse silenciosa.
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El resto de la mañana fue caótica. Entre las interminables preguntas de Dumbledore que hizo que Harry repitiera—unas cien veces—que no sabía que le había pasado. No recordaba nada, dijo. Nada en absoluto. Si Severus era honesto consigo mismo, tampoco a él le parecía que Harry estuviera diciéndoles la verdad.
Después de la octava—o novena quizá—ronda de preguntas, Dumbledore dejó el tema de lado al menos de momento. Y enfocó su atención en él. Parecía que no se creía tampoco del todo que Severus se hubiera quedado dormido junto a Harry solo por lo cansado que estaba. Sobre todo por que al llegar a la enfermería había visto algo que era cuando menos interesante. Harry sosteniendo la capa de Severus ni más ni menos, como si quisiera retenerlo.
Aunque más bien era como la reacción instintiva de un niño asustado que no quiere quedarse solo luego de tener una pesadilla en realidad. Lo curioso era que Harry hubiese tenido aquella reacción precisamente con Severus.
Y mejor aún que Severus lo permitiera. Albus estaba contento por eso, y convencido que lo que había hecho quedarse a su muchacho había sido aquella mano. Harry jamás cesaba de impresionarlo. Su corazón era tan puro, tan extraordinario. ¿Había logrado por fin el corazón extraordinario de Harry hacerse un hueco en el duro corazón de Severus? Ojala asi fuera, pues nada podría hacerlo más feliz.
En medio de todo estaba el interminable tratamiento de la enfermera que medía, diagnosticaba y comprobaba todos lo resultados varias veces, como si no se pudiera creer que de verdad todas las lecturas de Harry arrojaban resultados promedio.
Un meditativo—y por tanto peligroso—Dumbledore llevó mientras tanto a Severus a parte mientras Harry recibía el permiso para irse a vestir. Brevemente explicó que probablemente el chico no decía la verdad, externo su preocupación al profesor pues tal vez Harry no confiase en él ya, le pidió a Severus—como no—que tuviera un ojo puesto en él.
---Una última cosa, Severus—dijo antes de marcharse—Me temo que los dos se han perdido el desayuno lo siento mucho pero ¿Te importaría llevar a Harry a las cocinas contigo para que los elfos les preparen algo? Desayunen antes de ir a clase. Tengo entendido que tu primera clase es Pociones con el Grupo de Harry y Draco.
A Dumbledore le habría gustado mucho tener una cámara de fotografía muggle en el momento justo en que le dijo aquello, por que la cara de Severus…
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Harry se sintió de algún modo mejor después de desayunar. La silenciosa—pero extrañamente reconfortante—figura de Snape se mantuvo a su lado durante todo el desayuno mientras los elfos revoloteaban a su alrededor sugiriéndole comida como para un mes.
Al final los elfos trajeron para Snape una especie de sopa espesa con trozos de carne dentro. Unos trozos grandes de lo que parecia ser una hogaza de pan. Y café. A él le trajeron huevos con tocineta y jamón, una jarra de jugo de calabaza, galletas y una tetera llena de su cocción herbal preferida.
Se sintió realmente estúpido—ahora a la luz del día—por haber retenido al profesor la noche anterior. Pero no había podido evitarlo. Enrojeció un poco acordándose. Lo había retenido y el profesor se había quedado. Todo el rato, nunca alejándose ni lo suficiente para desprender la capa de su mano. Hundió la cabeza al recordar que inicialmente había creído que Snape formaba parte de la visión-sueño-secuestro involuntario que había sufrido. Creía que de hecho que estaba soñando con él. Y con ese pensamiento sus mejillas por alguna razón se tiñieron de rosa más profundo.
Pero es que había sentido tanto terror de verse arrastrado hacia “ese” sitio de nuevo, perder toda facultad para mover su cuerpo. O despertar. Que se aferró a cualquier cosa que pudiera retenerle.
Era extraño y Harry no cesaba de preguntarse por qué. Pero cuando despertó por segunda vez—más o menos creía a las cinco de la mañana—se dio cuenta Snape se había quedado realmente. Estaba dormido, con la cabeza apoyada en la camilla a unos cuantos centímetros de la suya. Sentado en la silla.
Se quedó mirándolo un largo rato. Preguntándose quién sería realmente el mago que estaba a su lado. Por cuantas cosas habría tenido que pasar. Y sobre todo preguntándose sin cesar que le habría hecho su padre digno de todo el odio que Snape volcaba sobre él.
Había escuchado todo lo que le había dicho a la enfermera creyendo prudente que nadie supiera que estaba despierto. Notando de inmediato la voz profesional que Snape usaba para tranquilizar a la enfermera. Se preguntó por qué mentía. Era realmente tonto pensar que no quería dejarlo en ridículo al decirle a la enfermera que le había retenido el como un niño pequeño.
Pero quizá no estaba mintiendo… a lo mejor de verdad Snape pretendía ayudarlo a recuperar la consciencia.
Cuando se marchó la enfermera Harry estuvo a punto de llamar el nombre de su profesor. Pero se dio cuenta que algo le sucedía al hombre. Creyó prudente seguir fingiendo… pero por haberlo hecho había visto algo que no sabía como asimilar.
Había visto—a través de las pestañas—a Snape mirarlo fijamente.
Y había visto como violentas emociones atravesaban el rostro del oscuro profesor. Una tras otra le sorprendieron de un modo muy extraño. Pues ninguna de ellas era odio. Ni siquiera la máscara que se puso al final—lo que Harry consideraba la expresión neutra de Snape—Pudo borrar del todo la nostalgia que se traslucía en sus profundos ojos negros.
Lo que Harry sintió entonces—al ver todas aquellas emociones en un rostro normalmente inexpresivo—fue intenso.
Un impulso totalmente alienígeno al que no sabia como llamar y no sabia de donde había salido pero que lo dejó a medio camino entre la incredulidad y el shock, quería—con todas sus fuerzas—abrir los ojos, levantarse y abrazarlo.
Abrazarlo hasta que se rompiese. Hasta que le dejara ver de nuevo sus emociones. Hasta poder definir que era lo que había divisado en el fondo de aquella alma.
¿De donde habría salido aquello? No lo sabía pero gracias a… Merlín quizá, que tan grande fue su sorpresa por pensar aquello que no fue capaz de hacerlo. Sencillamente fue incapaz de reaccionar. Siguió tendido, con los ojos entrecerrados.
Sin embargo—como única concesión a su deseo—su brazo, el brazo que aún sostenía la capa de Snape—y el cual ya hormigueaba a estas alturas—apretó un poco más la tela suave entre sus dedos.
Con algo parecido al terror, Harry despertó de aquellos absorbentes y vergonzosos recuerdos solo para darse cuenta que Snape le había hablado. Que quizás llevaba rato hablándole. Y que él no se había enterado una sola palabra de lo que había dicho.
Al ver la cara de incomprensión de Harry, Severus hizo algo aún más inesperado para el chico. Rodó los ojos y lo sacó a tirones de la cocina arrastrándolo por los pasillos luego, cada vez más abajo, un poco asustado Harry notó que el rumbo que llevaban no era el del aula de pociones pero aún así se encontraba demasiado aterrado para reaccionar.
Cuando llegaron por fin a un pasillo en el que no había retratos, Severus lo soltó pero siguió incómodamente cerca, como bloqueándole la escapatoria.
---Voy a darte una detención en clase para esta noche—le espetó sin mirarlo. --- ¿Qué? Pero…– ¿Era una amenaza? Harry no se podía creer la desfachatez del hombre. Encima se lo decía. ---Piensa, tonto—le dijo esta vez mirándolo fieramente—En las mazmorras no hay demasiados retratos. En mis habitaciones no existe ninguno. Hablaremos ahí y me dirás entonces que es lo que no puedes o no quieres decirle a Dumbledore y sobre todo quiero saber que querías decirme anoche. Y lo sabré aunque tenga que darte Veritaserum para ello. Ahora muévete. El retraso es inaceptable. Voy a darte algunos deberes extra para compensar la falta—dijo echando a andar con grandes zancadas.
Harry, totalmente asombrado echó a correr detrás de él.
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--- Es un… un… ¡Grasiento infeliz!—espetó Ron a Harry en un susurro enfadado saliendo como un huracán de la clase de pociones.
Harry reprimió una sonrisa torcida. Había sido la clase más extraña y surrealista del mundo. Desde el momento en que pisaron la mazmorra todos los alumnos sin excepción alguna empezaron a murmurar. Con un golpe de varita, Severus limpió la pizarra—en la que estaba explicada la receta de la poción multijugos—Sin volverse siquiera habló.
---Un punto menos para todos los presentes por hablar en clase—espetó y muchas mandíbulas se desencajaron por la sorpresa Snape “jamás” quitaba puntos a Slytherin. Nunca. Era como una ley no escrita—Ahora guarden silencio y empiecen a trabajar.
En algún momento, la pizarra había vuelto a llenarse de letras de molde. Desde hacía unos días trabajaban en venenos indetectables y sus antídotos—La receta del multijugos era probablemente de los de quinto—Snape se había pasado en una ocasión la mitad de una clase hablando del uso de los venenos a lo largo de la historia.
Incluso entre los muggles. Y las maneras—equivocadas—en las que estos habían tratado de protegerse contra ellos. Un poco desconcertados todavía los alumnos sacaron sus calderos y se dirigieron a los armarios para recolectar los ingredientes.
---Potter a la mesa que está frente al escritorio—ordenó y Harry lo miró desconcertado ¿Pretendía que trabajara en la misma mesa con Malfoy? Pero de ese modo si lo estropeaba tendría que darles la detención a los dos…—Señor Malfoy, usted con Weasley, Longbottom vaya con Granger a la última mesa junto a las piletas, los ingredientes de esta preparación son sumamente delicados y si va estropearlo como estoy seguro que sucederá quiero que al menos esté en un sitio donde pueda controlar la contingencia—al ver que ninguno de los dos movía un músculo ordeno— ¿Acaso están sordos? Muévanse.
Harry cargó con su caldero y lo llenó de ingredientes en los armarios esperaba que no le faltase ninguno, luego arrastró los pies de regreso hasta la mesa que estaba frente al escritorio solo para descubrir la siguiente sorpresa en la cadena de incoherencias que parecía no tener final.
En cuanto se sentó en la mese frente a la de Snape el profesor se levanto de su escritorio y se situó justo a su lado, poniendo incluso una mano sobre su mesa pero dándole la cara a la clase.
---Si sus venenos fueron elaborados correctamente han madurado desde su última clase y por tanto el antídoto que van a elaborar a partir del mismo será el adecuado. Si no… cabe enorme posibilidad de que fabriquen por su incompetencia un veneno aún más potente, espero que todos tengan ya su caldero preparado por que voy a devolverles el veneno de la última clase…—hubo un movimiento de calderos. Varios ruidos metálicos se escucharon al chocar los calderos unos con otros.
Harry sea apresuro y volcó el suyo para sacarle los ingredientes por instinto pero solo para encontrarlo vacío. A su lado estaban ya todos los ingredientes perfectamente alineados. Lo colocó de nuevo sobre la base.
---Ahora—dijo un segundo después y muchos exclamaron.
Mientras la clase se quejaba a medias, tratando de remediar las salpicaduras. Snape y Harry se miraron por un largo momento. En los ojos verdes brillaba la pregunta… el desconcierto. ¿Acaso Snape acababa de ayudarlo? En los ojos negros había algo parecido a la sardónica burla. Luego Snape apartó la mirada y quitó la mano de su mesa. Revelando un pequeño trozo de pergamino doblado por la mitad.
Con la incredulidad escrita en la cara. Harry tomó el pergamino.
Lo abrió discretamente sobre su cuaderno.
Parpadeó. Una sola línea ni siquiera escrita a mano, si no arrancada de un libro de pociones.
Eran instrucciones.
Introducir al caldero los ingredientes en rodajas en el orden sugerido.
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--Si es un infeliz… --iba diciendo Harry distraídamente siguiéndole a Ron la corriente acordándose por su parte de lo que había ocurrido en clase con una enorme sonrisa en la cara. --Un grasiento infeliz, Harry… Uno muy grasiento y muy infeliz ¿De que demonios te estas riendo? -- ¿Qué? –suprimió la sonrisa—No me estoy riendo. -- ¡Si lo hacías!—acusó—No tiene nada de gracioso, no te burles, Harry este liquen es horrible, me pica—para enfatizar su punto se rascó una oreja, la nariz y finalmente bajo los brazos dejando por el suelo una fina capa de musgo verde que se caía pero en seguida volvia a crecer— y si es tan grave como dice Madame Pomfrey voy a tenerlo todo el fin de semana. O Merlín me proteja… todo el mes…. --Bueno lo has tenido menos que Malfoy. -- ¿Te reías de Malfoy? Pues la verdad es que es un poco gracioso, si—dijo forzando una sonrisa. --Ron, Malfoy esta convertido en un árbol parlante en la enfermería. Madame Pomfrey ha tenido que cerrar las ventanas por que los pájaros estaban empezando a hacer nidos sobre él… Parece que en el trayecto unos bowtrucles de la clase de defensa se escaparon y ahora tiene una infestación… Pero por alguna razón a ti no te causa gracia. Eso me parece sospechoso…
Las orejas de Ron se pusieron coloradas.
--Pobre de Hermione—dijo Harry al cabo de un rato echando a andar…
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El pelirrojo se agarro al cable con alivio y empezó a narrar—como si Harry no hubiera estado ahí—el desastre que convirtió a Neville en un cangrejo y a Hermione en un largo pez espada.
Los dos habían sido preservados en un enorme tanque que Dumbledore hizo aparecer en la enfermería. Sus chispeantes ojos azules hacían un esfuerzo vivo para no echarse a reír en presencia de Ron que tenía musgo y liquen creciéndole donde antes tenia vello corporal.
A Malfoy quejándose de que los Bowtrucles lo mordían en lugares indecentes… Y por último a Neville y a Hermione convertidos en animales de mar.
---Creo que la salinidad es apropiada, Director muchas gracias—dijo la enfermera que había probado el agua bajándose por fin de la escalera con la que había dejado a Hermione en su parte del tanque.
---Vendré a verte pronto, Herm, disfruta, no más bien resiste de los días de no poder estudiar.
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---Es raro que solo tú te hayas salvado de las mutaciones—dijo Ron a Harry cuando ya llegaban a la sala común.
Y era verdad. Entre algunos otros casos más o menos serios había gente con Setas enormes saliéndoles de las orejas. Algunos otros—como Goyle—Habían criado un caparazón de tortuga. O plumas. O raíces. En desafortunado el caso de Justin tenía unos pequeños tubérculos—parecido a las papas—creciéndole por todo el cuerpo.
En el caso de Milicent Bulstrode—que había criado enredaderas en el pelo—fue sencillo cortárselas y aplicarle tratamiento. Pero al menos por unos días tendría que estar calva.
Solo Harry estaba indemne.
---Esto fue planeado—le dijo Ron a Harry con toda sinceridad—Alguien me hizo parecer el culpable—dijo como se esperaba—Y por eso Snape me ha echado a mi—dijo tratando de sonar todo lo indignado posible—una semana de detención. --- ¿Quién podría haber hecho algo así? --- ¿Quién otro podría ser, sino Malfoy? --- ¡Espera un minuto! Yo no…. Creo que…
Ron se puso coloradísimo y escapo de la sala común. Harry se rió. Ya tenía algo gracioso que contarle a Snape.
Al capitulo tercero
Última edición por Mahozahamy Arisugawa el Lun Abr 27, 2015 10:19 am, editado 1 vez | |
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NANNDYTA Duelista
Cantidad de envíos : 720 Fecha de nacimiento : 27/07/1991 Edad : 33 Galeones Snarry : 132566 Fecha de inscripción : 14/10/2012
| Tema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Cuarto. +Intermission+ Vie Feb 27, 2015 6:23 pm | |
| El episodio de las mutaciones siempre me hace reír, espero que lo continúes pronto, estoy intrigada por saber que ocurrirá con tu historia. | |
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Mahozahamy Arisugawa Aprendiz de vuelo
Cantidad de envíos : 245 Fecha de nacimiento : 07/12/1987 Edad : 36 Localización : R'lyeh Galeones Snarry : 23830 Fecha de inscripción : 04/12/2013
| Tema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Cuarto. +Intermission+ Lun Abr 27, 2015 11:30 am | |
| Hola Nanndyta y YukiFer, muchas gracias por comentar. Nanndyta que bueno que te haya hecho reír. Habia estado fuera de combate mucho mucho tiempo, pero bueno ya estoy de vuelta para continuar con esta historia y terminar las intrigas... o hacerlas mas grandes. YukiFer, muchas gracias por comentar y apoyarme a lo largo de todo lo que va de la historia. Severus ha sido muy malo, se ha divertido mucho molestando a sus alumnos e incriminando a Harry. Pero que bueno que te hayas divertido. Por fin he actualizado, ojala te guste. | |
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elamordesnarry Buscador de Quidditch
Cantidad de envíos : 1331 Fecha de nacimiento : 31/10/1987 Edad : 37 Galeones Snarry : 265237 Fecha de inscripción : 25/12/2011
| Tema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Cuarto. +Intermission+ Mar Abr 28, 2015 9:23 pm | |
| Me ha encantado definitivamente me ha encantado, ya hubo mas interacción entre Harry y Severus, fue genial y lo de la poción me mataste de risa imaginarlos jaaja y ese Severus tan jugueton me encanta de verdad que tu historia cada ves se pone mejor. Pero espera que fue lo que le dijo Voldy a Harry me tienes en ascuas pero veo que ya actulizaste asi que mejor voy a ver jejeje.
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Mahozahamy Arisugawa Aprendiz de vuelo
Cantidad de envíos : 245 Fecha de nacimiento : 07/12/1987 Edad : 36 Localización : R'lyeh Galeones Snarry : 23830 Fecha de inscripción : 04/12/2013
| Tema: Re: Nec de Tenebris. Capitulo Cuarto. +Intermission+ Miér Abr 29, 2015 3:53 pm | |
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