Capítulo 16
Buenos días.- Sara nos saluda con una gran sonrisa en la cara. Parece que está de mejor humor que ayer, posiblemente debido a mi decisión espontánea. La he comentado con Severus y a él tampoco le importa que el matrimonio pase a formar parte de nuestras vidas.-Os he preparado el desayuno, en especial a ti Harry, ahora tienes que comer por dos.
Ya hemos desayunado, pero antes de poder discutir con ella, Sara nos empuja hacia dentro y nos sienta a la mesa. Vemos que Jeff está delante de un espejo, terminando de vestirse. Al igual que su mujer, parece estar más alegre está mañana, quizá Sara ya le ha contado la conversación de ayer.
-¿Qué, chicos?¿Listos para la aventura?
-Sí, pero antes el desayuno.- Sara responde por nosotros.
Acto seguido coloca unas bandejas muy grandes delante nuestra, llenas de tostadas, café y pasteles. Después coloca una enfrente mía, llena de zumo, fruta, café y algunos dulces. Me dice que esa bandeja es solo para mí, y yo pienso que se ha vuelto loca, ya que con eso tengo para comer durante todo el día.” Debes nutrirte bien para que el bebé nazca sano.”
No me había dado cuenta de que tenía tanta hambre hasta que comienzo a comer. Los suntuosos platos de comida que al principio me parecieron imposibles de digerir, se terminan antes de darme cuenta. Incluso acabo con lo que le sobra a Severus. Cuando me doy cuenta, todos se encuentran mirándome y riendo.
-Tenía hambre, ¿vale? Como ustedes no tenéis que alimentar a otra persona.
-No les prestes atención, querido. -Me consuela Sara.-Hay más comida en la despensa, si quieres.
Estoy a punto de aceptar porque aún me queda un hueco en el estómago para almacenar alimentos, pero decido parar de desayunar por si me vuelven las nauseas.
Cuando abandonamos la casa para ir en busca del ingrediente, me arrepiento de todo lo que he comido, ya que apenas me puedo mover, además este estado se incrementa con la fatiga y cansancio que tengo en los últimos días. Pero hoy no me pienso quedar otra vez en casa, voy a ir aunque me tenga que parar a mitad de camino, algo egoísta por mi parte, ya que retrasaría al grupo.
Me intento mostrar sereno y enérgico, para que Severus no se de cuenta de nada, ya que seguro que me obliga a quedarme, y partimos a la aventura.
El ingrediente, según me cuenta Jeff, se encuentra en un pequeño valle, situado en el claro de un bosque. En la expedición de ayer encontraron el bosque tras varias horas de búsqueda pero, como ya estaba oscureciendo y el lugar estaba plagado de animales extraños, decidieron dejarlo para hoy.
Como ya sabemos donde se encuentra el sitio al que nos dirigimos, llegamos tras media hora caminando por unos lugares llenos de vegetación, en algunos imposible distinguir el camino.
La entrada del bosque es estrecha y repleta de árboles. El bosque está lleno de plantas, por lo que se hace muy difícil atravesarlo, además de los ruidos extraños que se oyen en su interior.
-Tal vez sea mejor que te quedes fuera Harry. No sabemos lo que puede encontrarse hay dentro.
-Severus, no me va a pasar nada. Si veo que el interior es demasiado peligroso, yo mismo abandonaré. Nunca le haría daño a mi hijo, nuestro hijo.
Tras varios minutos discutiendo, por fin conseguimos entrar en el bosque. Severus va detrás mía refunfuñando por lo bajo. Jeff se encuentra a la cabeza del grupo,y lleva la varita en la mano para iluminar el camino, ya que la claridad es escasa, ya que las copas de los árboles impiden que pase demasiada luz. Por ese mismo motivo tenemos que salir de aquí antes de que empiece a oscurecer, ya que no se vería absolutamente nada.
-Tened cuidado con las raíces que sobresalen, podéis caeros.-Dice Jeff.
Severus me agarra del brazo y me conduce por la senda sin dejar de sujetarme. Tengo ganas de decirle que me suelte, ya que no estoy inválido, pero no tengo ganas de discutir con él de nuevo, así que le sigo la corriente.
Tras unas tres horas caminado y después de perdernos varias veces, por fin llegamos al valle. Allí Jeff, Draco y Sev comienzan a examinar el terreno, mientras Ginny observa las flores. Yo me siento en el suelo porque no puedo con mi cuerpo. De pronto, a mi lado aparece una especie de conejo blanco, que se me acerca y me mira. Yo lo intento acariciar, pero sale corriendo. Me he quedado prendado con el conejito,por lo que salgo corriendo detrás suyo, sin hacer demasiado ruido para que nadie me detenga, hasta que diez minutos después lo pierdo de vista. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que no se donde estoy, me he perdido. Llamo a gritos desesperadamente a los chicos, pero ninguno viene en mi búsqueda.
Estoy a punto de echarme a llorar cuando, frente a mí, aparece un gran lobo que se lanza a atacarme. Salgo corriendo, gritando y pidiendo ayuda, con el lobo tras mis talones, pero él es más veloz que yo, que además he puesto unos cuantos kilos, por lo que pronto me da alcance y me muerde en la pierna. Comienzo a llorar, y veo pasar mi vida por delante de mis ojos. No puede ser, ahora que verdaderamente iba a comenzar a ser feliz,que iba a formar una familia con Severus, mi vida se va a terminar repentinamente. ¿Qué va a ser de Severus y Ginny que me han dejado claro que no pueden vivir sin mí? ¿Qué va a ser de Draco,que comenzaba a tener una especie de amigo verdadero? ¿Qué va ser de los Weasley, mi familia? ¿Qué va a pasar con Sara y Jeff, a los que les prometí un nieto? Seguro que ella no soporta otra pérdida semejante a la que sufrió hace años. Y todo por mi culpa, por no hacer caso de los consejos de Severus, que solo querían mantenerme a salvo, a mí y a su hijo. Ahora nunca lo conocerá por mi culpa. Solo espero que todo esto pase pronto, y encontrarme en el más allá con mis padres, Sirius, Remus...
¡PUM! Se oye un disparo de repente, y yo noto como el animal deja de hacer presión en mi pierna.¡PUM! Otro disparo. Entonces noto como alguien se acerca a gran velocidad hacia mí y me impulsa para ayudarme a levantarme. En cuanto apoyo la pierna en el suelo vuelvo a caer, pero la persona que me está sujetando impide que toque el suelo. Me apoyo en su brazo y lo miro a la cara. Es un señor con el pelo largo y blanco, recogido en una coleta. Viste una camisa de cuadros. Y entre sus manos se encuentra un rifle.
-Uf, ha faltado poco para que esa bestia se diera un festín con tu carne. ¿Qué haces aquí solo? ¿Es qué estás loco?
-No estoy solo. Venía con cuatro personas a buscar un...-me detengo instantáneamente. He estado a punto de decir un ingrediente para una poción, y estoy seguro de que este señor es completamente muggle,-...unas flores, pero he comenzado a perseguir a un conejo y me he desorientado.
Me mira como si pensara que soy tonto o estoy loco. Después comienza a reírse.
-Vamos a mi casa. Te voy a curar esa pierna.
Nos encaminamos hacia una pequeña cabaña situada en un escondido claro en el bosque. Camino apoyándome en el cazador, ya que no puedo sostenerme en pie debido a la pierna. Cuando entramos en la cabaña, la observo profundamente. Es muy pequeña y con pocos muebles(solo una cómoda, una cama y un pequeño armario) y al lado hay un pequeño lago, con agua transparente. Parece que el cazador vive completamente solo.
Me siento en una silla y pongo la pierna en alto. Acto seguido, el hombre me desgarra la parte baja del pantalón y por fin consigo ver mi herida, una gran mordedura en el tobillo. El cazador vierte una sustancia sobre mi herida, y a mí se me saltan algunas lágrimas, debido al escozor que me produce.
-Tranquilo, solo será un momento.-Me seco las lágrimas con el dorso de la mano.
-Muchas gracias por salvarme, señor...
-Llámame John. No iba a permitir que esa bestia te devorara. La verdadera suerte ha sido que pasara por allí en ese momento.-El cazador tiene una voz realmente grave.-Bueno, esto ya está listo.
Genial, debo salir a buscar a mis amigos y mi novio, seguro que están preocupadísimos. Muchas gracias por curarme, encantado de conocerle John.
Me pongo en pie con mucho trabajo y me dispongo a salir por la puerta, pero, de repente, el cuerpo de John se interpone en mi camino, por lo que acabo chocando con él y casi tirado en el suelo.
-No vas a ir a ninguna parte. Tu pierna está fatal, por lo que en un caso de emergencia no podrás salir corriendo. Estás realmente loco si piensas que te voy a dejar salir de aquí,así, por las buenas, después del suceso de hace un rato. Comeremos y saldré a buscar a esos amiguitos tuyos.
Me pone un plato de carne lleno delante mía. Yo empiezo a devorar como si llevara meses sin probar bocado, a pesar del desayuno que me he comido por la mañana. Decido informarme un poco de la vida de mi rescatador.
-Bueno, y ¿vives aquí solo?
-Sí, siempre me ha gustado la tranquilidad, nunca me ha gustado la multitud de gente, por eso decidí venirme a vivir aquí, donde no tengo que tratar con nadie. Vivo de lo que recojo, peso y cazo, y no necesito de nadie más. Y Seguiré aquí hasta que me muera.¿y tu qué?
-Yo estaba de vacaciones con mis dos amigos, mi novio y un matrimonio que conocimos aquí. Decidimos pasear un rato por este bosque y buscar algunas plantas, cuando me perdí, y sucedió todo lo que ya sabes.
Él me mira de una manera un tanto extraña, pero no consigo descifrar lo que está pensando. Durante el resto del almuerzo no hablamos demasiado y, tras terminar, él se marcha a buscar a Sev y el resto.
Tras dos horas de espera aburridas, ya que en la cabaña o había nada que hacer, por fin escucho pasos. Me asomo por la ventana y veo a John acercarse con mis amigos. Abro la puerta y me comienzo a acercar a ellos, cuando Severus se lanza hacia mí corriendo a abrazarme y besarme. Acto seguido comienza a regañarme y gritarme.
-¡Pero como se te ocurre irte solo y sin avisar!¡Y si te hubiera pasado algo! ¡¿Y se puede saber que diablos te ha pasado en la pierna?!
Sigue así varios minutos, pero yo ya he dejado de escucharlo, ya que veo como Jeff trae un pequeño frasco en sus manos, el ingrediente que faltaba.¡Por fin podremos hacer la poción!
-¡Y para colmo ni me escuchas cuando te hablo! ¡Harry!
-Que sí cariño, que no lo haré más.
Veo como intenta calmarse para no comenzar a sermonearme de nuevo. Cuando se entera de la historia de mi pierna noto como está a punto de sucumbir y matarme allí mismo, pero logra contenerse y me deja apoyarme en su brazo para que pueda caminar.
-Adiós, encantado de conocerlo John.
-Hasta otra Harry.-Lo miro sorprendido.
-¿Cómo sabe mi nombre, señor? No recuerdo haberlo mencionado.
-Bueno, todo el mundo conoce a Harry Potter, ¿no?
-Así que,¿es un mago? Caramba, nunca lo hubiera dicho, parece usted tan... muggle.
-Quizá ya me he acostumbrado tanto a vivir entre ellos, que me resulta raro la vida como mago. Prefiero vivir aquí al estilo muggle, alejado del mundo. Bueno, y aveces rescatando a muchachos en apuros.-Me guiña un ojo, y yo me marcho de allí con una sonrisa en la cara, muy agradecido con John y entendiendo por fin el motivo de su extraña mirada, está claro que no se ha tragado lo de las flores.
Ya en casa por la noche, Severus me relata lo que sucedió después de que me fuera. Ambos estamos tumbados en el sofá del salón, yo entre las piernas de él, y Ginny y Draco ya se han ido a dormir (o lo que sea que está haciendo allí arriba). Severus me relata como lograron encontrar el ingrediente debajo de algunas piedras, y al girarse para comentar su éxito con el grupo, se percataron de que yo ya no estaba. Tras varias horas buscando bastante desesperados, se encontraron con John, que les dijo que estaba en su casa.
-Nunca vuelvas a hacer algo así,por favor. Creí que te había perdido para siempre.
-Jamás. Yo también me arrepiento bastante. No solo puse en peligro mi vida, sino la de mi bebé, nuestro bebé. Si le hubiera pasado algo nunca me lo habría perdonado.
Varias lágrimas comienzan a correr por mis mejillas y Severus las limpia cuidadosamente.
-Es que, he sido tan imbécil. Podría haber muerto. En lo único que podía pensar es en ti, que no ibas a poder conocer a tu hijo, y en Sara y Jeff, que iban a perder su oportunidad de ser “abuelos”, la oportunidad que yo les había regalado.
-Harry, todos cometemos errores. Lamento haberte gritado tanto antes, pero compréndeme, estaba demasiado preocupado por ti.
Me comienza dar un beso suave, a la vez que levanta mi camiseta y comienza a acariciarme la barriga, ahora más prominente que al principio.
-Aún no me creo que esto esté pasando, que estemos juntos tú y yo y que vayamos a formar una familia. Que aquí dentro se encuentre un hijo mío.
-Sí, para mi también es difícil de creer, pero es así Sev. Ahora si puedo decir que soy plenamente feliz.
Continuamos el beso que se vuelve cada vez más apasionado. Cuando sentimos que nuestras ansias por arrancarnos la ropa son demasiado grandes, nos encaminados escaleras arriba muy pegados y sin separar nuestros labios, ya que si nos quedamos en el salón puede ser que bajen Draco o Ginny.
En cuanto entramos en la habitación, Severus me lanza en la cama y se sube encima mía, con cuidado para no aplastarme ni la barriga ni la pierna herida. Esto es el comienzo de una gran noche para los dos, creo que la mejor que hemos pasado hasta ahora. Cuando terminamos y caemos rendidos, completamente saciados, Severus me abra por la espalda y nos dormimos en esa postura, con la mano de él aún puesta sobre mi barriga. En ese momento noto como nuestro bebé también es feliz, por el gran cariño y amor que se tienen sus dos padres.