Capítulo 9
Nos levantamos por la mañana y desayunamos completamente emocionados. Abajo nos está esperando nuestra amiga Hermione, con su barriga de casi cuatro meses.
-¿Qué tal chicos? ¿Hace falta que os ayude con el equipaje o algo?
-No, tranquila Hermione, ya lo tenemos todo listo.
Subimos a por las maletas y cuando las bajamos nos encontramos con Severus, que nos ayuda a terminar con el trabajo. Tras darle un beso, él pregunta:
-¿Todo listo chicos?
-No- respondo.-Falta Max, espera que le pongo la correa.
-¿Es absolutamente necesario que venga?
-Por supuesto que sí Sev. Es como un hijo para mí, así que no lo voy a dejar aquí. Además Hermione ya tiene suficiente con encargarse de la tienda.
Cuando termino, Severus pasa a explicarnos el plan. Vamos a aparecernos en Hogwarts, donde está Draco esperándonos, y desde allí iremos a una casa propiedad de los Malfoy mediante red flu.
-¿Qué hace ella aquí?- Acabamos de llegar al castillo, y parece que Ginny no estaba incluida en el plan del ahijado de Sev.
-Es amiga de Harry, y quiere venir, así que deja de quejarte. Cuánta más ayuda tengamos mejor.
-Pero padrino...
-He dicho que no hay nada que hablar.
Veo como Ginny y Malfoy se lanzan una profunda mirada de odio, que perdura hasta que Severus anuncia que es hora de irnos. La casa a la que llegamos es bastante bonita. Espaciosa, con paredes y suelo de madera y decorada con plantas tropicales. Nos asomamos a la ventana y vemos que está situada junto al mar, en una pequeña playa que parece poco transitada. Draco nos explica que la casa está situada en una playa privada, por lo que en ella solo podemos entrar nosotros. Suelto a Max, que enseguida sale corriendo por la arena, aunque cuando llega a la orilla se detiene bruscamente, con desconfianza. Nunca había visto el mar de cerca, por lo que se moja el hocico con el agua e instantáneamente entra a darse un baño y a nadar. Ginny y yo lo miramos divertido y decidimos volver a la casa con Severus y su ahijado, tras comprobar que nuestra mascota sabe desenvolverse perfectamente en el agua y no le va a pasar nada.
Dentro están ambos sentados en la mesa, con sendos planos de las islas, llenos de puntos marcados con cruces.
-¿Qué hacéis?
-En estos mapas hemos situado los lugares donde se pueden localizar los ingredientes que necesitaremos. Tan pronto como podamos comenzaremos la búsqueda.
-Sí, pero eso puede ser mañana, ¿no? Ahora podemos descansar un poco allí fuera.
Pasamos el resto del día tirados en la playa, e incluso nos damos algún que otro baño. A la hora de la cena salimos a pasear por un pueblo cercano y comemos en un restaurante de la zona. Ya por la noche, llegamos a la casa, y comenzamos la distribución de dormitorios. Malfoy se escoge el mejor para él, y Ginny el más alejado del rubio. Quedamos Severus y yo, así que él sigue repartiendo las habitaciones.
-Yo dormiré en la de al lado de Draco y Harry...
-Dónde duermas tú.-Completo la frase por él.
-No iba a decir eso precisamente. Tú, Harry, dormirás en la que está en frente de Ginny.
Pero Sev, me dijiste que estábamos juntos, y los novios duermen en el mismo sitio. Anda, por favoooor.-Vuelvo a poner cara de perrito abandonado, y tras una pequeña pelea durante la cual mi amiga y Draco se van a sus respectivas habitaciones, acabo bajo las sábanas de mi amado.
Él se acuesta detrás mía, y pasa un brazo por mi cintura. Yo me giro y quedo frente a él. Dirijo mis labios a los suyos, que se unen y comienzan un suave beso. El roce de labios se va volviendo cada vez más apasionado, hasta que comienzo a desabotonarle el pijama. Me intenta frenar, pero esta vez yo soy más rápido y se lo impido.
-Sev. Ya conocemos un hechizo para deshacer el enlace, lo que quiere decir que ya no te tendrás que casar con Malfoy, ni tendrás hijos con él. Yo creo que ya es hora de que podamos estar juntos nosotros de una vez,¿no?
Él no contesta, solo dirige su brazo hacia la mesita de noche y coge su varita, que se encuentra allí encima. Acto seguido lanza un hechizo y vuelve a soltarla.
-¿Que has hecho?
-Lanzar un hechizo silenciador, ¿o es que acaso prefieres que te oigan todos lo habitantes de esta casa?
Mi sonrojo se hace evidente en mi cara. Había olvidado completamente que no estamos solos. De repente Snape acerca su boca a la mía y comienza a quitarme la ropa. Yo, con mis sentidos completamente nublados, me dejo hacer. Cuando me doy cuenta estoy solo en ropa interior, con los labios de Severus sobre mi erección. Comienza a bajarme los boxers con los dientes, liberando mi miembro, y me lame la punta llevándose con su lengua el pre-semen. Continúa con lo que está haciendo hasta que noto que estoy a punto de correrme, entonces frena y se separa de mí.
-Pero,¿se puede saber que estás haciendo?-No creo que sea capaz de dejarme así.
-Tranquilo, que no me voy a ninguna parte.
Veo como coge su varita y convoca un pequeño botecito lleno de líquido viscoso. Abre el bote y se restriega una buena cantidad de sustancia por sus dedos. Acto seguido , vuelve a colocarse encima mía y dirige sus dedos hacia mi entrada. Me comienzo a poner nervioso, y Severus me calma con pequeños besos en todo mi cuerpo.
-Ten cuidado, por favor. Hace años que no hago esto.
-Tranquilo Harry, no voy a hacerte daño.
Dicho esto, introduce sus dedos con cuidado en mi entrada y los mueve en mi interior hasta que ya estoy lo suficientemente preparado. Acto seguido, introduce su miembro en mi interior, lo que al principio me incomoda un poco, pero tras varias envestidas logra dar con mi próstata y se me pasa el dolor. Comienza un ritmo frenético, en el que ninguno de los dos podemos parar de gemir, hasta que no aguanto más y me vengo entre los dos. Varios segundos después, Severus eyacula en mi interior y cae rendido sobre mí. Tras varios minutos se quita de encima mío y me abraza por la espalda, ambos con la respiración ya tranquilizada.
-Caramba, esto ha estado genial. Te quiero Sev..-Tras decir eso caigo profundamente dormido, no sin antes oír un “yo también a ti, Harry” proveniente de Severus. Esa noche duermo como nunca he dormido en toda mi vida.