Capítulo 13
Cuando me despierto por la mañana comienzan de nuevo las nauseas. Me levanto y bajo a la cocina, pero apenas desayuno, y lo poco que como lo devuelvo después en el baño. Severus se empeña en llevarme a algún médico de la zona, pero yo lo niego repetidamente, seguro que no es nada grave y se me pasa en unos días. Draco se encuentra mirando el libro de enlaces y nos informa de que solo nos quedan encontrar dos ingredientes. Son pocos, pero ahora será más difícil encontrarlos, porque ahora no pensamos recurrir a Erick, tras lo ocurrido el otro día.
Decidimos salir a explorar la zona donde creemos que puede encontrarse uno de ellos, pero a mitad de camino nos tenemos que parar porque yo me encuentro muy mal, por lo que Severus y Draco deciden dejarnos en casa y salir ellos solos a intentar localizar el ingrediente.
-No, eso si que no, no pienso volverme a casa y dejaros a vosotros solos todo el trabajo. Voy con vosotros.
-Sí, yo opino lo mismo, así que sigamos hacia delante.-Secunda mi amiga.
-Harry, apenas puedes con tu cuerpo, lo mejor es que regreses. Además si te quedas tampoco vamos a poder avanzar mucho.-Replica Severus.
-Sí, es lo mejor. Y Ginny, no querrás dejar solo a Harry encontrándose tan mal, ¿no?
Ambos regresamos a casa acompañados por Severus y el rubio. Caminamos enfurruñados y no le dirigimos la palabra a ninguno de ellos en todo el camino. Aunque estoy enojado por no poder seguir, en el fondo me alegro de poder regresar y tumbarme en la cama, porque las nauseas se han acentuado y apenas puedo moverme. Cuando llego a la casa me acuesto rápidamente y me quedo dormido instantáneamente.
Me despierto por la tarde, cuando está comenzando a anochecer. Bajo al salón, donde se encuentra Ginny sola, por lo que deduzco que Sev y Draco aún no han vuelto.
-¿Qué tal Harry? ¿Ya estás mejor?- La verdad es que no. Mi malestar persiste, y no parece querer abandonarme. A lo mejor Severus tiene razón y debo ver a un médico, pero hoy no tengo fuerzas ni para eso.
-Sí, las nauseas han remitido un poco.-Miento. No quiero que Ginny se entere de la verdad, no vaya a ser que se lo cuente a mi pareja y éste me ordene a ver a ese doctor.
-Genial.-No lo dice con mucho ánimo. Se ve que tiene la cabeza ocupada con otros asuntos y apenas presta atención a mi salud. No sé lo que le sucede, porque desde que llegamos aquí ya no hablamos apenas. Siento que me estoy distanciando de mi mejor amiga, por lo que decido enterarme de su situación.
-Y tú,¿estás bien? No sé, te noto distante.
-No me pasa nada, de verdad.-Sus ojos dicen todo lo contrario.
-Ginny, soy tu mejor amigo, o al menos lo era. Puedes contarme lo que te suceda, cualquier cosa. Yo no voy a enfadarme.
-Bueno, es solo que te envidio un poco, y me he sentido un poco apartada desde que llegamos. A ti te va todo tan bien con Severus, y yo en cambio sigo pensando en Dean y en mi ruptura con él. ¿Y si nunca encuentro a nadie con quien pasar mi vida y me quedo sola? ¿Y si no puedo ser feliz con nadie?
-Escúchame, eso nunca va a pasar. Encontrarás a tu pareja ideal, tal vez no la encuentras ahora mismo, pero eres una persona maravillosa y tu hombre ideal aparecerá frente a ti cuando menos te lo esperes. Siento mucho no haber estado pendiente de ti y haberme distanciado un poco, pero prometo que eso no volverá a pasar. No pienses más en ese y disfruta de que por fin te hayas librado de él, realmente no merecía la pena. -Ella me mira y sonríe. Con esa mirada me está transmitiendo un mensaje claro, sigo siendo su mejor amigo, nunca he dejado de serlo.-Además cierto rubio pone mucho sus ojos en ti.
-¿Qué dices? ¿Ese imbécil? Ni aunque fuera el único hombre que quedara en la tierra y yo fuera la encargada de repoblar el mundo.
Me río a carcajadas.-Pues hace dos o tres días no parecía que pensaras lo mismo. Es más, te vi conversando con él muy animada, tanto que incluso eras tú la que no me prestabas atención a mi.
-Eso fue antes de darme cuenta(de nuevo, porque ya lo sabía de antes) de que es un imbécil. Descuida, ya no volverás a verme hablando con él.
-Sí, lo mismo decía yo de Severus.-Me lanza un cojín a la cabeza y empezamos una pequeña guerra.
En ese momento entran los mencionados por la puerta y yo, ya se me ha pasado el enfado de antes, me lanzo a los brazos de Sev.
-Amor, ¿habéis encontrado algo? -Draco saca algo parecido a una seta pequeña de una bolsa y me la muestra.
-Ha costado mucho trabajo cogerla. Hemos tenido que descender un pequeño acantilado para poder recogerlo, pero aquí está. Ya solo falta un ingrediente.- Este Draco Malfoy sí es el que recuerdo del colegio, presumiendo por todo lo que ha hecho. Me fijo en Ginny y noto que ésta dirige la mirada al lado contrario de donde está el rubio, pero de vez en cuando lo mira de reojo. Sonrío. Aunque intenta evitarlo, se nota que está un poco interesada por él, y yo espero que ambos dejen a un lado sus orgullos y puedan llegar a ser felices juntos.
Por la noche se me pasa un poco las nauseas, por lo que devoro todo lo que no he comido durante el almuerzo, pero cuando me acuesto por la noche, tengo que ir corriendo al baño, y Severus decide que, quiera o no, mañana vamos a buscar a un médico.
Cuando nos levantamos desayunamos, yo solo me tomo un café, y salimos en busca del doctor, dejando a Ginny y Draco al mando de la casa. Localizamos a uno cerca de la playa y le cuento mi problema. Él me toma unas muestras de sangre, me ausculta y me realiza varias pruebas más. Entonces viene la pregunta que cambia nuestras vidas automáticamente.
-¿Ha mantenido usted relaciones sexuales últimamente?
-Sí.
-¿Y ha tomado precauciones?
-No,¿por qué?
-Aún no está confirmado, pero tiene usted los síntomas propios de un embarazo.
Me quedo en shock por un momento. Ni siquiera se me había pasado eso por la cabeza. Miro a mi lado y me doy cuenta de que Severus se ha quedado como yo. Por un momento me asalta un miedo horrible, puedo estar embarazado, pero enseguida ese pensamiento cambia por otro: ¡puedo estar embarazado!¡Voy a tener un hijo y a formar una familia con Severus! Mi pareja aún sigue a mi lado sin apenas pestañear y sumido en sus pensamientos, entonces me asalta otra idea horrible, ¿y si no quiere tener un hijo conmigo? ¿y si me deja?
-Le vamos a realizar unas pruebas de las cuales tendremos los resultados mañana. Vuelvan temprano y les daremos los resultados.
-Sí, gracias.-Severus sigue sin reaccionar.
Nos marchamos de vuelta a casa y cuando llegamos Ginny y Draco nos preguntan qué ha ocurrido. Me invento cualquier cosa y me dirijo a la habitación. Me hago el dormido el resto de la tarde hasta que Severus aparece en el dormitorio por la noche. Yo sigo con mis temores porque él sigue sin hablarme, así que decido aclararle varias cosas.
-Si no quieres tener el bebé, no importa. Yo me ocuparé de él, lo sacaré adelante como pueda, pero no voy a obligarte a permanecer a mi lado.-Varias lágrimas caen por mis mejillas. Él se acerca y me las seca con sus dedos.
-No te voy a dejar solo con esto Harry. Yo también he participado, y parte de la culpa también es mía. Tendría que haber sido responsable y haber pensado en las precauciones, pero ya no hay marcha atrás. Tendremos ese hijo y formaremos una familia, pero antes voy a terminar con ese enlace. Te juro que lo conseguiré Harry.
Nos dormimos con esa feliz idea en la cabeza. Ambos pensando en el futuro, un futuro juntos y con el pequeño retoño que posiblemente viene en camino, porque todavía no es seguro. Aunque estaba aterrorizado cuando me dieron la noticia, ahora me voy a decepcionar mucho si los resultados salen negativos, porque ya estoy visionando mi futuro frente al bebé,el niño que va a nacer fruto de nuestro amor.