Capítulo 14
Nos levantamos temprano por la mañana para ir a recoger los resultados. Cuando bajamos a la cocina, Ginny y Draco aún no han despertado. El rubio baja mientras estamos desayunando, y nos pregunta si vamos a buscar hoy el ingrediente que falta.
-No, hoy tenemos que ir a recoger los resultados de unas pruebas que le hicieron a Harry. Ya lo buscaremos otro día. Hoy podéis pasar el rato en la playa Ginny y tú.
-Sí claro. Como que la pelirroja va a querer.-responde Draco.-Seguramente pasará todo el día evitándome y sin dirigirme la palabra, como siempre.
Noto un tono amargo en el rubio. Al parecer le molesta que mi amiga le ignore y no le preste atención. Al final yo tenía razón, el rubio está interesada por ella, espero que se de cuenta.
Cuando llegamos a la consulta, el doctor nos pide que nos sentemos. Acto seguido, extiende unos papeles alrededor de la mesa y comienza su explicación.
-Ayer le hicimos varias pruebas para determinar su embarazo y en todas ellas ha salido...-estoy de los nervios, no puedo esperar más.-Positivo. Enhorabuena, van a ser ustedes padres de un niño o una niña. Hasta dentro de unos cuantos meses no podrán saber el sexo del bebé.
Pero a nosotros eso nos da igual. No nos importa el género, solo nos importa que un bebé está en camino. Un hijo al que cuidar y educar. Vamos a formar una familia. Se va a cumplir el sueño de toda mi vida. Me lanzo a abrazar y besar a Severus, y el doctor nos mira con una sonrisa en la cara. Decidimos ir a comer a un restaurante de la zona para celebrar la noticia, y todos a nuestro alrededor pueden palpar nuestra felicidad. Durante el almuerzo discutimos posibles nombres para nuestro bebé, y no nos ponemos de acuerdo en ninguno.
-Bueno, cuando llegue el momento lo decidiremos.
Pasamos la tarde dando vueltas por la isla,hasta que se hace tarde y decidimos que es hora de volver a casa. Vamos caminando a paso lento y entramos por la puerta trasera. Max se lanza a saludarnos y yo estoy tan alegre que le doy un beso, por lo que me trago varios pelos y los escupo con asco. Severus me mira con desaprobación, murmurando algo acerca de los Gryffindors. Queremos contarle la noticia inmediatamente a Ginny y Draco, por lo que los buscamos por toda la casa, pero no somos capaces de hallarlos.
-Les dije que podían pasar el rato en la playa. Quizá están allí.
Nos asomamos por la ventana y lo vemos. Ambos están besándose tumbados en la arena. Nos quedamos con la boca abierta, y finalmente nos miramos y nos reímos. Por fin parece que han dejado a un lado el orgullo y han decidido darse una oportunidad. No queremos interrumpirlos, pero estamos deseando soltar la noticia, por lo que salimos a la playa, dónde ellos se ponen de pie corriendo y se arreglan la ropa que tienen arrugada. Nos miran sonrojados y sin apenas mirarse entre ellos.
-Pa-padrino, que sorpresa, ¿ya estáis aquí?-El rubio no puede dejar de tartamudear y temblar. Nos reiríamos y burlaríamos de él si hubiera ocurrido en otro momento, pero ahora los resultados son más importantes.
-Draco, Ginny. Tenemos algo importante que contarles.-Noto como mi amiga se comienza a poner nerviosa.
-No tendrás alguna enfermedad terminal o algo ¿no Harry?-Me agarra de las manos.-¡Por favor no me dejes! ¡Eres mi mejor amigo, gracias a ti me he dado cuenta de lo buena persona que es Draco, si no llega a ser por ti aún estaría llorando por ese desgraciado de Dean! ¡Por favor, no te vayas!
-No me voy a ningún lado. No me voy a morir.
-¿No? Qué bien.-Se empieza a sonrojar. Acaba de confesar delante de todos que está enamorada del rubio.-¿y entonces qué te pasa?
-Ginny, Draco, Severus y yo vamos a ser padres. Vamos a tener un bebé.
Ambos se quedan un momento con la boca abierta. La primera en reaccionar es mi amiga, que se lanza a abrazarme y felicitarme con lágrimas en los ojos, solo con unas palabras en los labios: “¡Genial! ¡Por fin vas a formar la familia que siempre has deseado! Espero que me dejes ser la madrina”. Después se lanza a abrazar a Severus,que la recibe titubeando, ya que no está acostumbrado a recibir afecto por parte de los demás. Más tarde, Draco por fin reacciona y también nos felicita, él solo con tres palabras en la boca:” Romperemos ese enlace”. Así que nos vamos a dormir con una idea en la cabeza: mañana mismo iremos a por el último ingrediente, lo encontraremos y volveremos a nuestra tierra, a contarle la noticia a nuestros seres queridos y a romper ese maldito hechizo.
A la mañana siguiente nos levantamos y comenzamos a trazar el plan para buscar el ingrediente. Lo hemos localizado en un punto de la isla al cual no sabemos cómo acceder, por lo que solo se nos ocurre una persona a la que recurrir, Erick. Severus se niega rotundamente al principio, pero al final conseguimos que entre en razón. Cuanto antes consigamos el ingrediente, antes podremos marcharnos de aquí y perderle de vista para siempre. Partimos y llegamos a su casa, donde aparece y nos abre enseguida. Nos saluda y me da un abrazo antes de que pueda evitarlo, parece que ya no trata de ocultar el hecho de que está interesado por mí y quiere ligar conmigo. Severus está a punto de darle un puñetazo, pero su ahijado lo detiene rápidamente y procede a pedirle ayuda.
-Os acompañaré encantado, aunque quizá esa poción no la tengas que usar, Snape.- Acto seguido me da un beso en los labios. Esta vez Draco no puede contener a Severus, que se lanza a pegar a Erick. Ambos comienzan una pelea que podemos amortiguar tras varios minutos.
-¡Escúchame bien! ¡Harry es mi pareja y está esperando un hijo mío, así que no te vuelvas a acercar a él,¿ me has entendido?!
Erick se queda con la boca abierta.-¡¿Estás embarazado?!
-Sí, tendré un bebé de Severus, así que ya puedes dejarte de tonterías y decirnos donde está ese maldito ingrediente. Por favor.-Añado.
-Me temo que no se donde está.- Y se larga. ¡Es increíble! Ahora que se ha dado cuenta de que no va a conseguir ningún tipo de relación conmigo, se marcha y no nos ayuda. Veo como Severus se lanza detenerlo, pero lo sujeto por el brazo.
-Déjalo, no merece la pena. Ya encontraremos a alguien que nos ayude.
Pero eso no es tan fácil. No conocemos a más personas en el pueblo, por lo que nos vamos desanimados a un bar de la zona. El bar tiene un aspecto lúgubre y no tiene muy buena pinta. Su interior parece lleno de criminales, y hay varios chicos que no paran de mirarme. Estamos pensando en salir cuando al girar me tropiezo con un hombre mayor y me caigo. Él me ayuda a levantarme y se me queda mirando fijamente.
-¿Eres Harry Potter?-me pregunta susurrándome.
-Sí, ¿es usted mago?-El anciano es la persona más extravagante que he visto en años. Tiene un aspecto enfermizo, poco pelo blanco y la cara llena de arrugas. A pesar de su aspecto quebradizo, tiene una mirada fuerte y por la facilidad con la que me ha levantado, teniendo en cuenta que debido a mi reciente embarazo he puesto ya unos kilos de más, la fuerza no la tiene solo en la mirada. Nos encaminamos a una mesa y nos sentamos.
-Sí. Llevo viviendo aquí treinta años, con mi esposa. Teníamos un hijo enfermo, y nos vinimos aquí con la esperanza de que con el cambio de aires se recuperaría.-Severus, Ginny y Draco se han acercado y están escuchando también la historia.-Pero no sirvió para nada, murió dos años después, con solo siete años. Era nuestro único hijo, así que ahora estamos solos, solo tenemos la compañía del otro.
-Lo siento mucho, señor...
-Jeff, me llamo Jeff, puedes tutearme. No lo sientas, esto ocurrió hace mucho tiempo y ya casi lo hemos superado. Por cierto, felicidades por el bebé que se aproxima.
Me quedo con la boca abierta.-¿Cómo lo ha sabido? Aún no se me nota.
-Claro que se te nota. Tienes la misma mirada que mi esposa cuando estaba esperando al pequeño Daniel. Esa mirada llena de alegría y felicidad.- Me sonríe y yo le correspondo. Severus carraspea y Jeff lo mira.-Tú eres Severus Snape, ¿no? Conocí a tu madre cuando iba a Hogwarts. Te pareces a ella. ¿Eres el padre del bebé?-Severus le responde que sí.-Pues felicidades a ti también.-Él se lo agradece. Creo que todos estamos pensando lo mismo, Jeff parece una buena persona, y tal vez nos pueda ayudar con nuestro problema.-Bueno chicos,¿qué hacéis aquí?-Es la oportunidad perfecta.
Le presento a Ginny y a Draco, y comienzo a narrar la situación desde el principio. Le cuento todo, desde el enlace al que está obligado a someterse Sev hasta el caso de Erick y como éste nos ha dejado abandonados. Jeff escucha atento todo el problema, y parece que está dispuesto a ayudarnos.
-Tal vez os pueda mostrar el lugar donde se encuentra el ingrediente que os falta, pero será mejor que empecemos a buscarlo mañana. Ya es la hora de almorzar, podéis venir a casa si os apetece. Mi mujer estará encantada de tener compañía, pocas veces tiene alguna, y además cocina bastante bien.
-Estaremos encantados de ir, si no es mucha molestia.
La casa de Jeff es bastante grande, demasiado grade para un matrimonio solo. Ahora entiendo lo sola que se debe sentir su esposa, en una casa tan grande y completamente vacía. Tal vez la compraron con la esperanza de poder organizar cenas familiares cuando su hijo creciera y tuvieran nietos. La mujer de Jeff, Sara, resulta ser una mujer muy simpática y agradable, siempre con una sonrisa en la cara. Va vestida de negro y lleva el pelo blanco recogido en un moño. Se alegra mucho de vernos.
-Sara, estos son Harry Potter, Severus Snape, Draco Malfoy, el ahijado de Severus, y Ginny Weasley.
-Severus, me acuerdo de tu madre Eileen, era una chica bastante inteligente. Te pareces mucho a ella, no solo en el físico.- Esta pareja me está empezando a dar miedo. Conocen la historia de todo el mundo.
-Pues es también la pareja de Harry, y Harry está...
-Embarazado, lo sé. Se le nota en la mirada. Será un niño, estoy segura, puedo percibirlo.-Cada vez me asustan más, pero parecen buenas personas.
Jeff le cuenta toda la situación a su esposa mientras comemos y ella nos apoya, y nos ofrece su ayuda. Nosotros se la agradecemos y decidimos que ya se está haciendo tarde y es hora de volver. Quedamos por la mañana temprano y salimos de la casa. El resto de la tarde lo pasamos en la playa, olvidándonos un momento de los problemas. Por la noche hacemos una pequeña hoguera y charlamos un rato en el fuego, hasta que llega un momento en el que tengo tanto sueño que me abrazo a Severus y me recuesto en su regazo. Ginny sorprendentemente hace lo mismo con Draco, y tras un rato en esta posición, nos vamos a la cama, contentos por haber conocido hoy a estas maravillosas personas y habernos librado por fin de Erick.