Capítulo 8
Me despierto y entreabro los ojos lentamente. Repentinamente noto una presencia a mi lado y los recuerdos de la noche pasada comienzan a llegar a mi mente. Termino de abrir los ojos y me me percato de que Severus está mirándome fijamente, aún abrazándome. Le sonrío. Aún no puedo creer que haya acabado de esta forma con mi ex-profesor.
-Harry, al fin te levantas, ya estaba a punto de llamarte.
-¿Qué hora es?
-Las once.
-¡¿Las once?! ¡Dios mío, tengo que abrir la tienda!- Me pongo de pie rápidamente, mascullando entre dientes cosas como “que tarde es” y “he dejado a Ginny sola”. Cuando me giro para decirle adiós a Severus, me lo encuentro observándome con una sonrisa. Creo que es la primera no sarcástica que le he visto en mi vida.
-¿Qué pasa?
-Nada, solo que hoy es domingo y no tienes que abrir.
Noto mi sonrojo. Ni siquiera me había dado cuenta de qué día era hoy.
-¡¿Y me lo dices ahora?! ¿se puede saber porque no me lo has dicho antes y has dejado que me ponga a correr como un bobo?
-Lo siento, pero era un gran espectáculo y no merecía ser frenado.- Y el muy sinvergüenza tiene la osadía de reírse en mi cara.
Me lanzo sobre él y comienzo a darle pequeños puñetazos en el pecho, pero entonces noto la cercanía de nuestras caras y sin poder evitarlo uno mis labios a los suyos. Esta vez no opone resistencia y comenzamos un beso apasionado que se extiende varios minutos. Le comienzo a desabotonar el pijama y entonces me doy cuenta de que esta noche he dormido completamente vestido. Ya con la camisa del pijama abierta, dirijo mi boca hacía su pecho, y comienzo a darle suaves lamidas. Comienza a gemir, pero, cuando mis labios empiezan a recorrer un camino hacia abajo,él repentinamente me empuja y me aparta de encima suyo. Yo lo miro con la boca abierta, sorprendido con la reacción.
-Lo siento. Te deseo. Te deseo demasiado, pero te amo aún más y por eso no quiero hacer nada hasta que no se anule ese enlace. Por lo que pueda ocurrir.
-Pero Severus, por favor.- Esta vez mi cara de cachorrito no sirve para nada y me marcho de la habitación enfadado.
Entro en mi apartamento resoplando, cuando de pronto veo a mi amiga sentada en el sofá y mirando al infinito. Por un instante me siento culpable, ya que apenas me he acordado de ella esta mañana.
-Ginny, ¿cómo estás?
-Bueno, he tenido días mejores.-Tiene lágrimas resecas en las mejillas y los ojos húmedos. Max está a sus pies, con su cabeza apoyada sobre sus rodillas. No sé como consolarla, así que recurro a darle un abrazo y dejar que se desahogue en mi hombro de nuevo. Jamás perdonaré a ese traidor.
Cuando deja de llorar me mira y una pequeña sonrisa asoma en su cara.
-¿Y tú con Snape qué?
-No hemos hecho nada de lo que estás pensado.
-¿No? ¿Y que habéis hecho hasta las once de la mañana?
-Bueno, en realidad no hemos hecho nada de lo que estás pensando porque él no ha querido. Ayer yo necesitaba alguien que me consolara y me presenté en la puerta de su dormitorio, pidiéndole que me dejara pasar la noche junto a él, y dormimos abrazados toda la noche. Esta mañana hemos comenzado una pequeña pelea en broma y ,cuando nos hemos dado cuenta, yo estaba sobre él quitándole la camisa del pijama. Cuando íbamos a pasar a términos mayores, me ha frenado y me ha dicho que no lo quiere hacer hasta que el enlace se haya anulado, porque si después se tiene que casar me va a doler y bla, bla, bla.
-Jajaja, vamos, que te ha cortado todo el rollo.
-Completamente.
-Jajaja. Ves, por eso eres mi mejor amigo, porque siempre me alegras el día.- No se porque sigue siendo mi amiga, solo sabe reírse de las desgracias ajenas, pero por lo menos con mi frustrante vida amorosa he logrado que deje de estar triste y de pensar en Dean por un instante.
El resto de la tarde Ginny parece un poco más feliz, incluso me dice que va ha hacer todo lo posible por olvidarse de su ex-novio y encontrar a alguien que verdaderamente la trate como se merece. Yo también estoy un poco más feliz con su decisión porque no soporto verla sufrir, pero no puedo dejar de pensar en Severus y en ese maldito enlace.
-Lo anularé. Ya verás Snape, no te vas a librar tan fácil de mí, y cuándo lo consiga no vas a poder sacarme de encima en todo el día.
Al día siguiente la mañana se presenta fría. Bajo a la tienda y allí está él esperándome.
-¿Qué quieres?- Le preguntó con mal humor.
-Harry, perdóname si te molesté el otro día, pero entiéndeme, no quería que sufrieras la misma decepción que yo.
-Pero Severus, ya te he dicho que no me importa ese maldito enlace, que solo quiero una oportunidad contigo, aunque tenga que esperar a que tengas un hijo con ese idiota para conseguirlo.
-Bueno, ya eso no importa, no tienes que esperar más.
-¿Cómo?-No estoy entendiendo nada. ¿Es que acaso se ha hartado de mí?
-Que ya no tienes que esperar más, porque Draco ha encontrado un libro en la biblioteca secreta de su padre, y en él viene un hechizo para arreglar todo esto.
-¡¿Qué?! ¡No puedo creerlo, es genial Sev!- me lanzo a sus brazos y paso las piernas por su cintura, a la vez que le planto un beso tremendamente apasionado.
En ese momento aparece Ginny en la escena.
-Bueno, bueno chicos, ¿a qué se debe este exhibicionismo en mi tienda ?
-¡Ginny!¡Ginny! ¡Draco ha encontrado la solución a todo el problema! ¿a qué es genial? Bueno, entonces ya podemos estar juntos, ¿no? Ahora que ya no estás comprometido con Malfoy...
-Espera, espera, no tan deprisa. Sí, hemos encontrado el hechizo, pero es muy difícil de realizar y antes tenemos que encontrar varios ingredientes para una poción que nos hace falta.
Esto no me hace perder las esperanzas.-Pero entonces,como ya tenemos hechizo,¿podemos estar juntos, no?
-Sí, podemos.- Una sonrisa de oreja a oreja brota en mi cara.- Pero tenemos que encontrar los ingredientes, así que prepara una maleta porque mañana nos vamos al Caribe, a buscar uno de ellos. Tu amiga puede venir si quiere.
Ya es de noche y Ginny y yo estamos preparando el equipaje para el viaje. La tienda la dejaremos a cargo de Hermione el tiempo que estemos fuera. Ella se ha ofrecido voluntaria porque con el embarazo se aburre estando todo el día sin hacer nada. Mi amiga y yo estamos felices. Ella porque conocerá lugares nuevos y se olvidará un rato de Dean, y yo porque estoy saliendo por fin con Severus y me voy de vacaciones con él. Será un viaje inolvidable.