Happy birthday teacher capítulo 7 Prometedores avances

Notas del capítulo:
pues creo que este capi os va a gustar...¡mucho! y si me equivoco ya sabéis criticar. Besos.



Harry se relamió los labios, aún tenía los ojos cerrados intentando mantener el mayor tiempo posible el sabor y las sensaciones que acababa de experimentar, sentía una calidez increíble que se manifestaba en sus arreboladas mejillas y que recorría todo su ser, aglutinándose de forma especial en su entrepierna. Jamás un beso le había excitado de esa forma, pero es que no le habían besado así en la vida, nunca se había sentido tan deseado… Suspiró y abrió los ojos al fin, para encontrarse con que Snape le observaba expectante, esperando su reacción. No tuvo que esperar mucho, pues Harry se levantó de su asiento y se puso de puntillas para rodear su cuello y buscar su boca, la que acababa de besarle de una manera tan ardiente y exquisita. Harry quería más besos de esos, quería… ¡Merlín! ¡Quería sentirse así de genial el resto de sus días!

Pasaron el resto de la velada acurrucados uno contra el otro en un pequeño diván, prodigándose besos y caricias. Severus no quería precipitarse y estropear aquel momento que era pura magia entre ambos y Harry… estaba en una nube de la que no quería apearse jamás. Compartieron besos, caricias y bombones, kisses, los favoritos de Harry se mezclaban con los del chocolate amargo favorito de Snape, la mezcla de ambos sabores era atómica, les encantaba y sus juguetonas lenguas hacían el resto, besos dulces, apasionados y candentes en la boca, en el cuello o en los sensibles oídos de Harry, su Harry, que le correspondía encantado. Pequeños mordiscos, suspiros queditos… los sonidos de la pasión eran sin duda la mejor música para los sentidos, de vez en cuando se miraban y sonreían tontamente y cuando eso pasaba, Severus tenía la sensación de que aquellos hermosos ojos verdes le traspasaban y veían a través de él.


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La próxima cita era cuatro días más tarde en la tienda de Severus concretamente el viernes. Harry tenía muchos pedidos y había trabajado hasta altas horas de la noche esos días para poder terminarlos a tiempo, se acercaba la Navidad y Severus también tenía mucho trabajo, por lo que apenas se habían visto.

El negocio de Harry iba de maravilla tanto la tienda de figuritas como la chocolatería funcionaban muy bien. Tenía muchos motivos para sentirse contento, especialmente se sentía feliz porque iba a ver de nuevo a Severus, ya no le nacía llamarle Snape, *eres como el pan de barra Severus, tienes la corteza dura pero la miga blanda pensó divertido mientras rememoraba una y otra vez la maravillosa velada llena de besos, sabores y sensaciones que habían compartido. Nunca se había sentido tan cómodo con nadie, ni tan deseado…se sentía muy bien entre sus brazos y además era genial besando ¡tenía muchas ganas de repetir la experiencia! Y a ser posible llegar un poco más allá…


En realidad la frase del pan y la miga, era una de las favoritas de Hermione, de hecho, se lo había soltado risueña esa misma mañana, encantada de que su primera cita hubiese salido tan bien. Ron se había limitado a bufar y poner los ojos en blanco, alucinando ante lo que estaba pasando entre Snape y su mejor amigo, pero se había prometido a sí mismo no intervenir de no ser absolutamente necesario. Lo que no quería decir que le gustase, ni un poco, seguía pensando que Snape era el mismo bastardo grasiento de Hogwarts y si se atrevía a hacerle daño a Harry…se verían las caras.




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Habían quedado para cenar, en Potions, books and a cup of tea, la tienda de Snape a las nueve. Era bastante tarde, pero Harry no había podido terminar antes si quería llegar a tiempo con los pedidos, al parecer Severus también tenía muchos encargos de Pociones y la tienda de té estaba funcionando muy bien, también tenía bastante trabajo. Harry se alegraba de que le fuese bien, y más aún de tenerle tan cerca.


Cuando llegó a la tienda de Severus estaba hambriento y cansado, nada más entrar notó que la luz era más tenue, seguramente, la había hechizado para conseguir un efecto más relajante y grato, además, un sutil aroma a jazmín y lavanda flotaba en el aire. Harry sonrió y fue hacia la zona de la biblioteca, aún no había rastro de su antiguo profesor, pero sí una mesa para dos exquisitamente montada, Severus había agrandado mágicamente la mesa ovalada de centro que ahora tenía el tamaño apropiado para que pudieran cenar cómodamente. ¡No faltaba detalle!, sobre un mantel de hilo color verde ¡slytherin hasta la médula!—pensó— no podía ser de otro modo, había un bello candelabro de plata en el centro, los bajo platos también eran de plata al igual que los cubiertos, las copas de delicado cristal y los platos de rica porcelana. Una botella de Cavernet Sauvignon había sido puesta a enfriar en una cubitera llena de hielo y, como remate, una música suave y envolvente. Harry no entendía ni papa de vinos pero sabía, de oídas, que era una marca muy cara y un vino muy bueno, realmente Severus se estaba tomando muchas molestias para complacerle y él cada vez se sentía más sofocado y no precisamente por el calor…, estaba claro que sus temores eran infundados, Severus se había propuesto conquistarlo y Harry acababa de descubrir que le encantaba ser seducido pero también que le azoraba tanto agasajo.


Severus apareció enseguida portando dos bandejas una en cada mano que colocó sobre la mesa. Una de las bandejas contenía carne asada con salsa y la otra estaba llena de vegetales cocidos al vapor: brócoli, guisantes, maíz y patatas, con una pinta deliciosa, con el hambre que Harry tenía se le hizo la boca agua.


Severus cogió la botella de vino y vertió un poco en la copa de Harry y luego en la suya.



—Veo que te has puesto cómodo, perfecto…—dijo con voz sinuosa y a continuación le besó, tomó el labio inferior de Harry suavemente entre sus dientes reclamando más y Harry le concedió el acceso a su boca, se dieron un beso corto pero muy intenso y prometedor.


—Sé que no entiendes demasiado de vinos… pero si me permites yo te enseñaré Harry, es una de mis aficiones.

¡Merlín! ¿También sabe de vinos? ¿Hay algo de lo que no sepa este hombre?

—Me encantará aprender todo lo que quieras enseñarme Severus…— respondió con voz sugerente, había decidido seguirle el juego hasta las últimas consecuencias, la mirada de los ojos negros le perturbó de tal modo que se acabó la copa de un solo trago. Severus se rio.

— Harry, si bebes de esa forma no lo disfrutarás, mira se hace así, — removió el contenido de su copa con suavidad, luego lo olió y a continuación le dio un pequeño sorbo para catarlo, después cerró los ojos y lo saboreó.

>>Lo elegí expresamente para ti, Harry. Si lo saboreas como he hecho yo, podrás apreciar unas notas de ciruela con una ligera acidez que cambia a un sabor más dulce. Además, será mejor que bebas con moderación, no es cerveza de mantequilla precisamente y te quiero lúcido para el postre que te he preparado.

Harry imitó los movimientos que Severus había hecho con su copa y lo cató de igual manera. El vino estaba bueno, muy bueno, de hecho.

— ¿Has cocinado tú?— preguntó Harry, impresionado, mientras se servía una abundante ración de carne en salsa con patatas y un poco del resto de vegetales.

—¡Claro!—respondió Severus alzando una ceja—, no tengo elfo doméstico y tampoco lo quiero, así que no me quedó más remedio que aprender. No es tan difícil, es similar a hacer pociones, se trata sólo de mezclar adecuadamente los ingredientes y darle el punto de sal y el tiempo de cocción exacto a cada alimento.

—Sí, tienes razón—afirmó Harry, cocinar y hacer pociones tenían cierta similitud, aunque él prefería mil veces cocinar, ahora y siempre.

Cuando llegaron al postre, se sentía incapaz de tomar nada más, pero cambió de opinión cuando vio el delicioso dulce: *Crumble de frutas del bosque con helado de mascarpone. Independientemente de lo que pasara tras la cena…Harry ya era absolutamente feliz, pero… ¿Cómo sabía Severus que ese era su postre favorito? Ya tendría tiempo de averiguarlo, de momento estaba muy ocupado degustando aquella exquisitez como para pensar en nada más.

Había decidido seguirle el juego a Severus hasta el final, la mirada del hombre prometía muchas cosas demasiadas…y Harry no estaba dispuesto a perderse ninguna de ellas.



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Los dedos de Harry se perdieron en el sedoso cabello de Severus y le dio un beso apremiante. Los ojos negros bucearon en los verdes mientras le atraía hacia sí y sus erecciones se rozaron mientras correspondía al beso con fervor. Las lenguas se encontraron y pugnaron por subyugar, mientras las manos de ambos recorrían al otro por encima de la molesta ropa, manos que acariciaban y exploraban cuanto tenían a su alcance y las de Severus se perdieron bajo la camisa de Harry mimando su sensible espalda para bajar
hasta su trasero y acariciarlo a placer.


Severus tenía a Harry justo donde quería, desarmado entre sus brazos y eso era mucho más de lo que se había atrevido a soñar. Su intención ahora era lograr que aquello no fuera flor de un día y que durase para siempre. Se besaron mucho tiempo, gozosos, pero las caricias ya no eran suficientes.

—Severus…por favor…necesito…—suplico Harry.

El hombre de ojos negros se sentó en uno de los sillones, atrajo a Harry hacia él, bajó la cremallera de su pantalón y tiró de éste y sus calzoncillos hacia abajo dejándole totalmente expuesto. El pene de Harry saltó contento al verse liberado por fin y fue rodeado por la cálida boca del hombre, mientras sus nalgas eran acariciadas y apretujadas con devoción. Harry se cimbró de placer y se apoyó en los hombros de su amante, pues las piernas se negaban a sostenerle. Severus abandonó un instante *su erección y se levantó para acabar de quitarle los pantalones y sentarle en el sillón, colocando una pierna en cada brazo, dejándolo totalmente expuesto y abierto para él, justo como quería. Harry se puso como la grana, le daba vergüenza estar tan expuesto, pero no pensaba quejarse, sobre todo ahora que Severus se había arrodillado y empezado a recorrer con su lengua el interior de sus muslos, un escalofrío de placer recorría su espina dorsal. Suspiró con fuerza cuando Severus tomó una de sus bolas con la boca y la mordisqueó suavemente, mientras uno de sus dedos acariciaba su perineo y otro exploraba alrededor de su fruncida entrada. Severus llevó su dedo índice a la boca de Harry y esté lo lamió con fruición, a continuación tomó de nuevo la polla del joven que ya estaba dura como una roca en su boca, e introdujo su dedo índice en su interior. Era la primera vez que alguien le hacía algo así y Harry resoplo ante la sorpresa, pero no se apartó, dejándose envolver por el placer y las sensaciones que estaba experimentando. Severus se comía literalmente su polla mientras el dedo entraba y salía de su interior, hasta que rozó un punto en su interior que le hizo gritar... Todo él se volvió de gelatina y desfallecido, se vino sin remedio en la boca de su amante…


* El crumble dulce, también puede ser salado, se hornea en un horno hasta que el relleno esté crujiente. La variedad de postres que se sirven a menudo con crema pastelera , nata o helado como postre delicioso, caliente después de una comida. La variedad de salados se puede servir junto con las verduras de acompañamiento. Las frutas más populares utilizadas incluyen manzanas, moras , duraznos , el ruibarbo , grosella y ciruela . El relleno también puede incluir copos de avena , suelo almendras u otros frutos secos y la leche agria a veces (por ejemplo, el vinagre y la leche ) se añade para dar al derrumbarse un sabor más extravagante. El azúcar moreno es a menudo rociado sobre el crumble para que caramelice ligeramente al horno.



*http://www.tengounhornoysecomousarlo.com/2010/09/crumble-de-frutos-rojos-con-helado-de.html