Happy birthday teacher capítulo 6 Kisses of chocolate

Notas del capítulo:
Bueno al fin ha llegado el momento de la esperada cita, a ver qué pasa...

oOoOo

Tal y como había previsto, Harry no pudo pegar ojo prácticamente en toda la noche, después de que Hermione le hiciese caer del guindo veía todo tan claro que se daría de cabezazos contra la pared, pero ¿qué esperaban de él? Toda su experiencia sexual se limitaba a aquel beso con Cho, que ni fue beso ni nada, y a su relación con Ginny que, afortunadamente, ya era pasado y de la que prefería no acordarse, especialmente, el último año. Habían tenido sus momentos, pero el sexo siempre fue un desastre.

Harry sabía que le gustaban los tíos porque, ya en Hogwarts, se le iban los ojos tras un buen culo en los vestuarios, pero entonces no tenía apenas tiempo para pensar en otra cosa que no fuese derrotar a Voldemort. Fue después, cuando ya era Auror en el gimnasio donde se entrenaban, cuando se dio cuenta de que le ponían los hombres más que las mujeres, pero ya estaba con Ginny y la quería, tal vez no de la forma que ella necesitaba, pero lo hacía. Nunca la engañó físicamente pero con la imaginación… era otro cantar.

Por eso decidió terminar la relación de una vez por todas, porque ella merecía alguien que la quisiera de verdad, y no alguien que mientras se acostaba con ella no podía evitar que su imaginación volase y se viera a sí mismo montándoselo con un tío cachas, con el que follaba hasta la extenuación.

Claro que esa era solo una fantasía, nunca había tenido nada con nadie que ver con nadie más aparte de Ginny. Nunca había tenido nada que ver con ningún hombre, ni tenía idea de cómo relacionarse con ellos más allá de la amistad. Vamos, que era completamente novato en esas lides, además hacía poco tiempo que había roto con Ginny y, desde que eso pasó, había estado muy ocupado montando su tienda e intentado que funcionara para pensar en nada más.

Y ahora… esa misma tarde tenía su cita con Snape y no tenía ni la menor idea de cómo iba a resultar, o sí. Estaba convencido que sería un auténtico desastre. No era bueno ocultando sus sentimientos y si ya ahora estaba nervioso, no quería ni pensar como estaría después. No odiaba a Snape, de hecho, cuando estuvo en su tienda compartieron un momento muy agradable, se sintió a gusto, pero tampoco estaba seguro de querer involucrarse con él en ese plan.., ¡Merlín! No tenía ni puñetera idea de nada y para colmo Hermione no había aparecido por la tienda aquél día, al parecer estaba indispuesta. Harry lo veía como una retirada estratégica de su amiga y entendía perfectamente el mensaje. Era hora de que se las arreglase él solito.

¡Joder…! Le sudaban las manos sólo de pensar en estar a solas con su antiguo Profesor y había un rum-rum en su cabeza que no le dejaba en paz, si antes de desaparecer Snape ya se sentía atraído por él ¿por qué había rechazado la figurita que hizo para él? Era un misterio que de una u otra manera estaba dispuesto a esclarecer esa misma tarde.

&&&&&&&&&

Bombones, tabletas, postres y bebidas de chocolate mágicas abarrotaban el expositor de dulces de la chocolatería. Había bombones, trufas, conchas de chocolate rellenas, cacao y licores de chocolate, también había bombones con originales combinaciones de sabores, texturas y esencias a partir de ingredientes naturales y el mejor cacao, productos todos ellos, muy aromáticos y muy refinados. La marca Beaubray, el chocolate más caro del mundo también estaba presente, era sobradamente conocida por la aristocracia mágica, entre la que, por supuesto, se encontraban los Malfoy y aunque Harry prefería no verlos aparecer por allí, estaba seguro que lo harían tarde o temprano, pues él era el único que tenía esos exquisitos productos en Inglaterra, y además tenía la exclusiva de su venta, osea, que o se los compraban a él o se iban a Bélgica a comprarlos.

Todo estaba preparado para recibir a Snape, y decir que Harry estaba nervioso era decir muy poco. Se había puesto su mejor camisa, incluso había logrado por primera vez que su indomable cabello pareciese peinado. Faltaban diez minutos para la hora de la cita, así que cerró los ojos aspiró hondo y empezó a contar hasta cien intentando tranquilizarse, pero no le dio tiempo, cuando iba a la mitad una conocida y excitante voz le devolvió bruscamente a la realidad.

— ¿Meditando Potter?

— ¡Eeeeeeeh…Snape!—exclamó abriendo los ojos de golpe y enrojeciendo de vergüenza al ser pillado de esa guisa, ¿Es que ese hombre no podía hacer el mismo ruido al moverse que el resto de los mortales en vez de aparecerse como un fantasma?¡No claro, Snape también en eso tenía que ser diferente!

—Pase por favor, mejor dicho… ya está dentro así que si no le importa siéntese, por favor—dijo señalando una mesa para dos que había preparado desde la que se tenía una perfecta panorámica de la plazoleta.

Harry había quedado gratamente impresionado al verle, Snape estaba muy elegante, vestía de negro como era usual en él pero había sustituido su habitual túnica de interminables botones por otra más corta también negra, de lana y seda, que le sentaba como un guante, y dejaba ver sus largas piernas enfundadas en unos pantalones del mismo género y color, El pelo le caía suavemente sobre los hombros limpio y brillante, su rostro estaba relajado sin el ceño de antaño y… olía fenomenal. Harry reconoció el Sándalo* como uno de los ingredientes del perfume de Snape ¡Vaya! A lo mejor Hermione tiene razón y sí se ha propuesto seducirme después de todo pensó.

Decidió seguir el consejo de su amiga y dejar todo fluir. Poco a poco se iba sintiendo más tranquilo y sereno, estaba seguro que Snape tenía algo que ver en ello, tal vez su perfume, el sándalo también era relajante y proporcionaba bienestar, pero eso Snape, que era Maestro en Pociones lo sabía mejor que nadie ¿verdad? Se sentía un poco embriagado por la mezcla de aromas: la fragancia de Snape y las esencias del chocolate.

—Por lo que veo estaremos solos—dijo Snape devolviéndole una vez más a la realidad—pensé que habría más gente.

—Sí esa era mi idea en un principio, no le mentiré—soltó Harry de sopetón mirándole a los ojos—pero luego decidí que era mejor que estuviésemos solos los dos y que me dijera de una vez lo que quiere de mí y por qué rechazo la figurita cuando se la di.

—No te andas con rodeos ¿verdad?— se observaron durante unos segundos sin despegar la mirada del otro como en un desafío, y en cierto modo lo era.

—Puedo ser muy torpe, Snape, para según qué cosas, pero también muy directo cuando algo o alguien me descoloca, por fortuna… tengo amigos de verdad, que se preocupan por mi bienestar y también de abrirme los ojos cuando es necesario.

—Ya veo, directo al grano Potter, no esperaba menos de usted, me gusta que sea así de hecho, pero… ¿Qué tal si me da a probar ese chocolate tan delicioso del que tan orgulloso se siente primero? Hay cosas de las que es mejor hablar después de una buena merienda ¿no le parece?

—Conteste a mi pregunta por favor—insistió Harry mientras vertía chocolate en ambas tazas.

—Le responderé después de merendar, Potter, y de una manera que no le quedará duda alguna sobre cuáles* son mis verdaderas intenciones respecto a usted.

Ante la respuesta de Snape, Harry se puso nervioso de nuevo y suspiró resignado, pero por una vez estuvo de acuerdo con Snape, sobre todo porque se moría de hambre.

En la mesa había bombones y chocolatinas de todas clases, además de una chocolatera de plata a rebosar de exquisito chocolate belga y dos tazas a juego, había además bombones y chocolatinas de todas clases, de chocolate negro, con leche y blanco para elegir entre amargo y dulce, ¡Todo era chocolate…! con diversas formas texturas y sabores, un verdadero paraíso para los amantes de este dulce.

—Los bombones y chocolates belgas, son los de más alta calidad—señaló Harry, mientras, Snape vertía chocolate en su taza y le daba un pequeño sorbo.

— ¡Vaya! —Beaubray…—dijo Snape cogiendo uno de los pequeños chocolates amargos y llevárselo a la boca para degustarlo.

>>¡Huuuuuuummmmm…es exquisito!—susurró mientras cerraba los ojos y su rostro reflejaba el profundo placer que estaba experimentando. A Harry, al ver su expresión, se le puso la piel de gallina y experimentó un enorme calor por dentro que llegó hasta su entrepierna. Pegó un gran trago del chocolate de su taza para disimular y casi se abrasa la lengua de lo caliente que estaba, se atragantó y empezó a toser como un loco. De pronto, sintió la calidez de la magia de Snape envolviéndole y se le pasó, le había lanzado un hechizo que solucionó el problema en un plis plas pero ahora estaba a su lado muy cerca ¡Merlín!, demasiado cerca…, uno de sus largos y elegantes dedos rozó los labios de Harry y éste no pudo evitar cerrar los ojos ante la caricia.

—Se ha manchado de chocolate Potter—dijo Snape con esa voz tan ronca y tan… ¡Mierda!. Harry cogió uno de los pequeños kisses de chocolate, sus bombones favoritos y le dio un mordisco para intentar disimular su creciente turbación, entonces Snape tomó su mano y se comió el pequeño trozo que tenía en la mano, Harry le observó hipnotizado mientras la lengua del hombre lamía uno por uno sus dedos hasta acabar con el último resto de chocolate que había manchado sus manos.

— ¿Qué…qué está haciendo…?—logró preguntar sofocado pues su erección empezaba a ejercer una dolorosa presión contra sus pantalones vaqueros.

—Si no lo sabe, es que no lo estoy haciendo demasiado bien, así que lo intentaré otra vez…—dijo Snape con voz ronca mientras le cogía la barbilla con una mano y se apoderaba de su boca con un beso hambriento y demandante que Harry se encontró correspondiendo, sin ser muy consciente de lo que hacía, porque jamás había sido besado de esa manera Harry devolvió la caricia lo mejor que sabía compartiendo con Snape un perfecto, candente, excitante y delicioso beso con sabor a chocolate.

*kisses, los bombones favoritos de Harry

http://www.ratestogo.com/blog/wp-content/uploads/2008/12/chocolate.jpg

*El sándalo es un reconocido y potente afrodisíaco. Muchos químicos afirman que el aroma del sándalo es similar a una hormona masculina lo cual explica su efecto afrodisíaco y erótico. Su acción antiespasmódica tónica sobre el organismo promueve la relajación y una sensación de bienestar.

kyaaaaaaaaaaaaaaaaa kyaaaa...>.< si que snape sabe como entrar en calor...>.<

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