gabrielle62
Cantidad de envíos : 2832 Fecha de nacimiento : 02/04/1972 Edad : 52 Localización : Al Norte de España Galeones Snarry : 46957 Fecha de inscripción : 08/01/2009
| Tema: Happy birthday teacher capítulo 5 Cayendo del guindo Sáb Mayo 31, 2014 2:23 pm | |
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Notas del capítulo: Hermione habla con Harry y...
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—Harry… ¿Qué ha pasado?—le interrogó Ron, saliendo a su encuentro—ya íbamos a buscarte, colega.
—No me ha secuestrado si es lo que pensabais…
— Entonces… ¿por qué has tardado tanto? Al menos le habrás dejado las cosas claras.
—Pues no, la verdad es que no le dije nada—dijo sonrojándose —mira…no sé muy bien lo que pasó. Tomamos té.
— ¿Té? pero… ¡Tú odias el té!—exclamó el pelirrojo cada vez más sorprendido.
—Harry…—empezó a decir Hermione que parecía muy divertida con la situación, sus ojos brillaban de regocijo, el joven se dio cuenta y la apuntó con su dedo índice.
— ¡Suficiente, no quiero oír nada más!—exclamó enfadado y se irritó aún más cuando las carcajadas de su poco comprensiva amiga le persiguieron hasta que entró en su tienda y cerró la puerta de un sonoro portazo.
— ¡Esto va a ser muy divertido…!—exclamó la joven alegre colgándose del brazo de su marido.
— ¿Qué está pasando, Hermione?—preguntó Ron que no se enteraba de nada, para no variar.
—Nada, nada, cariño…en casa te lo explico, vámonos. Harry necesita rumiar a solas su mal humor. Creo que se siente un poco manipulado—dijo, intentando no reírse de nuevo, pero es que le costaba horrores mantenerse seria.
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Harry estuvo pensando durante días como devolverle la jugada a Snape. Sí, Snape era muy inteligente, pero él le demostraría que podía estar a la altura, le habían manejado demasiadas veces a lo largo de su vida y no le gustaba que lo hicieran, aunque recordar el agradable instante que había compartido con el Slytherin le hacía sonreír y le turbaba a un tiempo. Snape se estaba tomando demasiadas molestias para avenirse con él. Harry sospechaba que quería algo más que la figurita, pero ¿qué más podía pretender de él? ¿Qué fueran amigos? ¿O simplemente quería burlarse como hizo tantas veces en el pasado? no sabía muy bien a qué atenerse así que le devolvería la jugada, haría algo que Snape detestara y a ver cómo salía airoso de lo que tenía pensado, él también podía engatusar y usar a los demás si se lo proponía, le iba a mostrar lo que sucedía cuando su parte Slytherin entraba en acción…
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Severus se sorprendió al ver la lechuza que insistía en golpear con su pico en el cristal de la cocina de su casa en Las Hilanderas. La había reformado hasta convertirla en un acogedor hogar, su hogar. Entre la reforma de su casa y la adquisición y puesta en funcionamiento de la tienda se había quedado sin un knut, pero estaba convencido de que merecía la pena y, si su tienda tenía el éxito que esperaba, no tendría de qué preocuparse el resto de su vida. Solo le faltaba una cosa para ser feliz del todo, estaba seguro de lograr su propósito pero también sabía que no sería fácil. Daba igual, tenía claro que aquello que más costaba conseguir era lo que realmente merecía la pena y si de algo estaba seguro es que Potter la merecía.
Abrió la ventana no sin reparos, no conocía a la lechuza, aunque se parecía a la que Potter tenía en el colegio, antes que la matasen, no sabía quién le enviaba el mensaje. Desenrolló el pergamino con cuidado después de aplicarle todos los hechizos anti maleficios que conocía. Era Potter quien lo enviaba, extrañado, lo leyó:
Snape.
Le invito a devolverme la visita que hice a su tienda, para que deguste el mejor chocolate del mundo, el viernes a las siete de la tarde, si le viene bien. Sé que no le gusta mucho este dulce, pero le aseguro que el que yo le obsequiaré hará que cambie de opinión, como usted hizo conmigo respecto al té. Debo reconocer que estaba delicioso.
Por favor, ate su respuesta a la pata de Athenea, es mi nueva lechuza. No se irá si no lo hace.
Atentamente:
Harry Potter
Le sorprendía que siendo vecinos no le hubiese invitado simplemente de palabra, no lo entendía, llevaba tres días que sólo lo veía a través de los escaparates de la tienda, pues se había propuesto no volver allí si Potter no le daba la figurita, pero la verdad es que quería verle, sentirle cerca… aunque no poder tocarle y decirle lo que sentía de verdad suponía para él un esfuerzo cada vez mayor.
Sonrió al releer el mensaje de nuevo.
Menuda presunción la suya Potter, el mejor chocolate del mundo, bueno no pierdo nada por asistir y.
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Hermione escuchaba sin acabar de creer lo que Harry, entre risas, le contaba casi susurrando acerca de la sorpresa que le estaba preparando a Snape, le hablaba bajito para que ni Elora ni los clientes se enterasen de nada y Hermione estaba flipando. No entendía lo torpe que su amigo podía ser para no darse cuenta de las intenciones de Snape. ¿De verdad que no se enteraba de nada?. Ron era más que lento para enterarse de ciertas cosas, relacionadas con el sexo opuesto, que se lo dijeran a ella que se había enamorado del pelirrojo con catorce años y éste no se había enterado hasta tres años después. Pero Harry…bueno también era un desastre para las relaciones, si Ginny no se lanza encima de él y le besa, no se habría dado por aludido de que le gustaba a la pelirroja pero… ¿qué se podía esperar si el pobre se crió en una alacena y tuvo unos parientes que nunca le dieron cariño?
La relación de Harry y Ginny había estado llena de altibajos. Hermione siempre pensó que no funcionaría, creía que los gustos de Harry iban por otros derroteros, vamos, que le gustaban los tíos, pero llegó a pensar que se había equivocado cuando veía que ese par seguía junto tanto tiempo. Pero no, no se había equivocado y todo estalló cuando Harry admitió por fin lo que sentía de verdad, algo que Ginny aún no le había perdonado.
¡Hombres! Algunos no se enteraban de nada hasta que se daban de morros con ello, pero lo de Harry no tenía nombre ¿de verdad no se había dado cuenta de las intenciones de Snape? hasta un ciego lo vería, bueno cualquiera menos su marido Ron, que tenía muchas cualidades pero la perspicacia no era una de ellas precisamente, y visto lo visto tampoco de Harry en temas amorosos.
El último cliente acaba de marcharse y Elora también se había ido ya a su casa, así que estaban solos. Era el momento de darla una charla a Harry sin perder un segundo.
— ¡Harry no puedo creer que no te hayas dado cuenta de nada!—le soltó a bocajarro— ¿De verdad no sabes lo que Snape espera de tí?
Harry la miró confundido.
—No te entiendo, Hermione ¿a qué te refieres?
—Que no me entiendes está claro, pero me cuesta creer que seas tan lento.
— ¡Oye! ¡Te estás pasando…!
—Ya lo sé, perdona, Harry pero ahora en serio ¿De verdad tú eres gay?
Harry parecía ir a contestarle alguna barbaridad cuando ,de repente, se quedó paralizado como si le hubiesen lanzado un petrificus, realmente así estaba, patidifuso, su rostro fue enrojeciendo paulatinamente ante la comprensión de lo que Hermione le decía hasta parecer un tomate maduro. Abrió y cerró la boca varias veces, como si quisiera decir algo pero no pudiera hacerlo y al fin se llevó una mano a la cabeza y se atusó el revuelto cabello.
—¡Naaaaaaaaaaah…!—dijo al fin—Hermione eso es imposible…
—A mi me parece de lo más razonable—repuso su amiga mientras observaba sus uñas intentando mantenerse seria.
— ¡Yo no le puedo gustar a Snape!—gritó Harry.
—A mi modo de ver es más que eso, Harry, Snape bebe los vientos por ti* y, si me equivoco, que se abra el suelo bajo mis pies ahora mismo ¿Lo ves? No se abre—se burló— luego tengo razón. Piensa en ello con calma y verá que no me equivoco.
Cogió su bolso y se dispuso a salir por la puerta para volver a su casa, había sido un día muy largo para todos, pero al parecer para Harry iba a serlo más que nadie. Le daba lastimita verlo tan confuso, pero creía que estar con el profesor era, a lo mejor, lo que su amigo necesitaba para ser feliz. Snape era un hombre adulto y muy inteligente, que al parecer se había dado a sí mismo otra oportunidad de ser feliz, y quería serlo con Harry. Sólo hacía falta que su amigo estuviese dispuesto a darle también una oportunidad, ella creía que eran muy diferentes, pero que al mismo tiempo tenían muchas cosas en común, Snape podía darle a Harry lo que nunca había tenido, era mayor que él por lo que podía aportarle sabiduría, confianza, estabilidad y sobre todo amor, pero ahora todo dependía de Harry.
— ¡Hermione!—le gritó cuando su amiga ya salía por la puerta — ¿Qué hago?
La joven suspiró y le sonrió.
—Me temo que en eso no puedo ayudarte Harry, es algo que debes decidir tú solo, tú sabrás si quieres intentarlo o no.
—pero ¿como puedes estar tan segura de que es como piensas?
—porque, al contrario que tú Harry, yo sí me fijo en las señales, se aprende mucho de los demás observando cómo actúan. Es increíble que hayas sido Auror y sea yo quien tenga que decirte esto.
—Vale, otra vez te estás pasando de la raya, guapa, ya sabes que soy muy torpe para las relaciones.
— ¡Jo… eres increíble de verdad! eres capaz de descubrir pistas donde nadie más las ve, incluso de acabar con Voldemort…pero eres un auténtico negado para los temas de pareja, claro que no todo es culpa tuya, tus nefastos parientes tuvieron bastante que ver—suspiró dramáticamente—. En fin Harry, yo de ti lo dejaría fluir, después de todo no tienes nada que perder. Snape es un hombre muy interesante, te diré un secreto: en Hogwarts a muchas se le caían las bragas por él, pero para su desgracia, Snape jugaba en otra liga. ¡Ains, pobres! Me daban una pena…
— ¡Hermione!—gritó Harry escandalizado y divertido a partes iguales. La cristalina carcajada de su amiga le respondió mientras se alejaba calle abajo. Harry sonrió mientras la observaba alejarse, era increíble lo distinta que era Hermione ahora que era tan feliz, sin el agobio de los estudios y esperando su primer bebé. La joven mostraba su lado más risueño, y a Harry le encantaba verla así, aunque lo de mandona y metomentodo por lo visto era algo innato a su carácter. Le agradecía que le hubiese abierto los ojos, pero ahora su corazón palpitaba mucho más rápido de lo debido, estaba nervioso ante la perspectiva de encontrase de nuevo con Snape. No tenía ni idea de cómo actuar después de saber que le gustaba. La invitación estaba hecha ¿qué iba a hacer él ahora? Cavar un hoyo y enterrarse a gran profundidad le parecía una idea de lo más tentadora, probablemente lo haría sino estuviera seguro de morir en el intento.
Apagó las luces y cerró la puerta. Le había preparado a Snape una sorpresa a la que pensaba invitar a todos los Weasley y a sus amigos para fastidiarle pero después de su conversación con Hermione, se le habían quitado las ganas. Le esperaba una noche más de insomnio por lo visto. Tenía mucho en lo que pensar.
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Yuki Fer As de oclumancia
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| Tema: Re: Happy birthday teacher capítulo 5 Cayendo del guindo Miér Feb 11, 2015 12:56 pm | |
| hahhaahah pobre harry...como se dice le salio el tiro por la culata..oh algo asi era..XD hahahahha pero que se hace tanto del rogar que simplemente se deje llevar..XD | |
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