La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Happy birthday teacher capítulo 2 Recuerdos amargos

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gabrielle62

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MensajeTema: Happy birthday teacher capítulo 2 Recuerdos amargos   Happy birthday teacher capítulo 2  Recuerdos amargos I_icon_minitimeSáb Mayo 31, 2014 2:12 pm


Notas del capítulo:
Aqui os traigo el segundo capítulo, es cortito pero decidí dejarlo ahí, es la explicación de como sucedieron las cosas entre estos dos, solo espero que os guste y no me cruciéis xD


oOoOo


Las cosas habían cambiado, la guerra había terminado y ya nada era como antes. Mucha gente había perdido alguien querido, un amigo, un hermano, un hijo, el bando al que pertenecieran los fallecidos ahora ya no parecía tan importante. Todos los que habían luchado tenían heridas profundas en el alma que tardarían en sanar. Harry sabía de eso, había perdido mucho por culpa de Voldemort, empezando por sus padres y terminando por algunos de sus más queridos amigos: Remus, Thonks, Fred, Ojoloco, Sirius… pero no quería pensar en eso, no le servía de nada lamentarse por lo que ya no tenía remedio. Sabía que les echaría de menos siempre, y que eternamente tendría un rinconcito muy especial para cada uno de ellos en su corazón, pero había que seguir adelante y preocuparse un poco más por los vivos, por ejemplo… de Snape.

Severus Snape había sido toda una revelación para Harry, como decía Hermione, eso era lo que sucedía cuando alguien se hacía una idea preconcebida de alguien sin molestarse en conocerle de verdad.

—El te odió desde el principio por ser el hijo de James Potter y tú a él por ser un bastardo contigo, que lo fue, lo admito, en muchas ocasiones—se apresuró a decir la chica ante la mala mirada que Harry acababa de obsequiarle.

—No perdía ocasión de humillarme, querrás decir—contestó enfadado— yo le odiaba, es verdad, pero porque fue un auténtico cabrón conmigo, Hermione.

— ¿Y ahora… qué piensas de él?—preguntó su amiga.

—No lo sé…—reconoció el joven con pesar, —desde que vi sus pensamientos en el pensadero apenas puedo odiarle, me parece que hay que ser muy valiente para arriesgar su vida como lo hizo siendo espía de La Orden, arriesgándose tanto y, bueno… además, siempre me protegió y veló por mí. No sé, aún no acabo de asimilarlo.

— ¿Por qué no vas a verle y le regalas esa figura tan especial que hiciste para él?—le propuso la joven.

Harry enrojeció. Habían transcurrido más de tres meses desde que acabase la guerra y aún seguían reconstruyendo Hogwarts. Harry y sus amigos ayudaban en lo que podían y acababan bastante cansados cada jornada, pero seguía sin dormir bien, tenía frecuentes pesadillas: el horror pasado, la cruenta batalla y Fred, su rostro era el que más frecuentemente aparecía en sus pesadillas, su rostro joven, sonriente y muerto…Solo era cuestión de tiempo y lo sabía, las pesadillas cesarían algún día, y tan solo esperaba que ese día no fuese demasiado lejano, pero no sabía qué hacer durante todas esas horas insomne, aparte de dar vueltas y más vueltas a todo y casi enloquecer.

Había leído La historia de Hogwarts al menos dos veces, y eso era desmedido para él, sin olvidar todos los libros sobre Quidditch que había conseguido y que había leído varias veces también. Harry se aburría, y mucho.

Hermione le sugirió que hiciera algo con sus manos, sabía que siempre se le habían dado bien los trabajos manuales y que lo único que le gustaba de vivir con los Dursley era trabajar en el jardín, la única diversión que tuvo en aquella casa. Harry pensó que tal vez fuese una buena idea, de verdad le gustaba trabajar con sus manos y crear cosas. Por eso, cuando Hermione le regaló la cajita de arcilla mágica que compró en una tienda nueva del Callejón Diagon, se entusiasmó al trabajar con ella por primera vez, aquello le hacía disfrutar.

—Tienes que visitar esa tienda Harry, te encantará, está totalmente dedicada al arte, pintura, escultura, modelaje, allí te venden todo el material necesario para cada artista mágico.

—Yo no soy un artista Hermione—dijo con una mueca.

—Sí lo eres, solo que aún no lo sabes…—contestó risueña.

—Vale, lo intentaré—aceptó Harry con una sonrisa contagiado por el entusiasmo que mostraba su amiga.

Así fue como empezó su nueva afición, la que acabaría por convertirse en su trabajo y eso que el principio fue desastroso, no era capaz de modelar nada que se pareciera mínimamente a lo que tenía en mente pero no dejó de intentarlo, pese a la frustración que le producía no conseguir lo que quería. Al cabo de dos semanas, consiguió hacer la primera figurita decente: un elfo doméstico, que se parecía demasiado a Dobby, el querido y desaparecido Elfo. Un toque mágico con la varita hizo el resto y creo la ilusión de que la figurilla tenía vida propia. Hermione se emocionó hasta las lágrimas al verlo y Harry pensó por primera vez que a lo mejor sí podía conseguirlo.

A partir de ese día pasaba casi todo su tiempo libre dedicado a crear nuevas figura, le gustaba modelar tanto como el Quidditch.


&&&&&&&&&


No había dejado de visitar a Snape cada noche mientras éste estuvo ingresado en San Mungo recuperándose de sus graves heridas, aunque siempre lo hacía oculto bajo su capa invisible. Necesitaba saber que el profesor se recuperaba satisfactoriamente de las lesiones que le había causado Naginni, la asquerosa serpiente de Voldemort, pero no estaba seguro de cómo le recibiría, así que prefería verlo sin ser visto.


Si él y sus amigos no hubiesen llegado a tiempo a La casa de los Gritos en aquel fatídico momento, Snape estaría muerto. Lograron salvarle la vida gracias a Hermione y su bolso de los milagros como Ron había bautizado al pequeño bolsito de cuentas de su amiga, agrandado mágicamente por la chica en su interior para guardar todo lo que ella considerase necesario, y que tan útil les había sido durante los meses que habían pasado buscando los horrocroux. Hermione guardaba en él díctamo, y otras útiles pociones que salvaron la vida a Snape.

Después de ver los pensamientos que el profesor Snape le había entregado al pensar que se moría, la idea que Harry tenía respecto a él experimentó un drástico cambio. Había entendido muchas cosas después de ver lo que vio en el pensadero, aunque algunas de ellas hubiese preferido no saberlas, pero ahora… no solo no podía odiar a Snape, sino que un sentimiento que no acertaba a descifrar se había abierto paso de forma inexorable en su pecho llenándolo de una tibieza especial, una emoción que no sabía definir pero que surgía cada vez que le contemplaba dormir totalmente relajado gracias a los sedantes, y Harry rogó interiormente porque aquella paz que reflejaba el rostro del profesor fuese una constante en su vida a partir de entonces, pidió que fuera feliz, porque había sufrido mucho y merecía ser feliz más que nadie.

Inspirado por esa sensación de paz Harry decidió hacerle un regalo muy especial, algo que estaba seguro solamente Snape sabría apreciar en lo que valía, y empezó a trabajar en la exclusiva figurita que quería regalarle. Tan especial como el mismo Severus Snape. No sería su primera figura, tal vez tampoco la mejor, pero sí la más personal de todas por lo que significaba.


&&&&&&&&&



Abrió los ojos en cuanto estuvo seguro de que Potter había abandonado la habitación y suspiró con pesadumbre. Le gustaba que fuera a verlo, aunque fuese oculto tras su capa invisible, pero no podía engañarle, no a él, había sido demasiados años su guardián como para no reconocerlo por el olor. Harry olía a hierba fresca y especias, reconocería su aroma en cualquier parte. No sabía qué le sucedía, pero se hacía el dormido cada vez que él le visitaba, no quería hablar con él, no sabría qué decirle, pero tampoco quería que dejara de visitarlo.

Sus sentimientos hacia su joven alumno eran confusos, muchas veces había sentido verdaderos deseos de estrangularle con sus propias manos, pero siempre le había desarmado su mirada, tan limpia y tan…verde. Al principio, pensó que era porque sus ojos le recordaban a los de ella, pero hacía tiempo que sabía que eso no era exactamente así, aunque no quería analizar demasiado, no era bueno razonando sentimientos, él no era un hombre empático, era reservado, escurridizo, solitario, perfeccionista y con mal carácter, pero también tenía un corazón que durante muchos años había vetado a prácticamente todos los que le conocían, quizá exceptuando a Albus y a Minerva.
Aún a su pesar, apreciaba a Potter. No obstante, le fastidiaba que le hubiese salvado la vida, no quería deber nada a nadie y por desatinos de la vida, le debía estar vivo a Potter y a sus amigos. Sólo pensarlo le producía dolor de cabeza. Se dio la vuelta para acomodarse mejor y entonces la vio sobre la mesita de noche. ¡Era la figura más hermosa que había visto nunca! Una perfecta réplica exacta en miniatura de una hermosa cierva, su patronus, solo que los ojos eran verdes. La figurilla cabeceó nerviosamente y Severus la tomó en sus manos, entonces empezó brillar, ahora parecía un patronus de verdad. Las lágrimas corrieron por las mejillas del curtido hombre. No podía aceptar ese regalo.

Fue una conmoción para Harry recibir el regalo de vuelta, se dirigió a San Mungo para pedirle explicaciones a Snape, se sentía ofendido, un regalo no se rechazaba y menos así, él había puesto todo su empeño e ilusión en hacerle aquel regalo tan personal al Profesor y éste lo había rechazado sin darle siquiera una explicación. En el hospital le dijeron que Snape ya no estaba allí, que había abandonado su habitación y que nadie conocía su paradero. Harry volvió a su casa muy enfadado y frustrado, sobre todo porque una vocecita en su interior no cesaba de decirle: Tonto, iluso, idiota, es Snape ¿qué esperabas?
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MensajeTema: Re: Happy birthday teacher capítulo 2 Recuerdos amargos   Happy birthday teacher capítulo 2  Recuerdos amargos I_icon_minitimeMar Feb 10, 2015 11:08 pm

ahh porque lo devolvio...T_T ahh hombres quien los entiende..u_u...ahhh solo dan dolores de cabeza..XD
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