La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 The Marked Man. Capítulo 38. Un paso más cerca

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alisevv

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MensajeTema: The Marked Man. Capítulo 38. Un paso más cerca   The Marked Man. Capítulo 38. Un paso más cerca I_icon_minitimeJue Jun 28, 2012 5:13 pm

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La mañana del viernes, Harry y Severus regresaron a la casa segura. Harry estaba más determinado que nunca a practicar con su magia y trabajar en el lanzamiento del hechizo conjunto. Sabía que Severus estaba buscando una solución para su problema del Horcrux interno, y dado que él no podía hacer nada al respecto, obligó a su mente a ignorarlo de momento. El trabajo en Gibraltar le ayudaría con eso.

Empezaron afuera como la primera vez, lanzando bombardas a las rocas. El poder de Harry era exacto y fuerte, y Severus le sugirió que ayudaría si el joven le observaba mientras él hacía un lanzamiento.

—Si puedes decirme cuándo yo lo haga mejor, sabré adónde apuntar —instruyó Severus.

Harry sonrió ante el juego de palabras dicho por Severus sin intención.

—Apúntale a la roca —soltó, y rió en voz alta al ver la mueca del hombre.

Así, el joven se sentó y guió a su esposo en sus diferentes intentos. En unas pocas ocasiones, cuando Severus lanzó apenas unas chispas rojas en el hechizo de luz, Harry le animó para que intentara repetirlo. El mayor mejoró un poco, pero aún era muy lento.

—Como ya te dije, Harry, no hay mucho que yo pueda hacer sobre esto. Es el resultado de toda la magia que he usado en el pasado. Cada vez que uno lanza un hechizo, deja una sombra en tu interior. Solamente un minuto, pero se va acumulando a través de los años. Ésa es la razón de que la magia de Voldemort en estos momentos sea malvadamente pura. Desde que habita su nuevo cuerpo, no ha vuelto a lanzar ningún hechizo de luz. Él sabe esto, e intenta mantenerse en ese camino y aumentar el efecto lanzando poderosos hechizos oscuros cada vez que puede. Por esa razón estamos haciendo esto. Un mago solo no puede enfrentar la maldad pura, ni siquiera tú, Harry. Un lanzamiento conjunto es el único camino.

Hicieron una pausa para tomar algo y se sentaron a la mesa de la cocina con su té, conversando sobre los progresos que habían logrado. En cierto modo, Harry se sentía como un fraude, ya que en su mayor parte se había limitado a observar. Severus percibió sus sentimientos y se apresuró a corregirle.

—A veces es más difícil ser el maestro que el alumno, Harry. Observar a alguien cometer errores es, con frecuencia, la única manera de aprender a evitar dichos errores en el futuro. Pero puede hacerte sentir inútil.

El joven asintió. Estaba empezando a ver las razones detrás de la actitud de Severus mientras enseñaba en Hogwarts. La elaboración de pociones era un arte peligroso, y el comportamiento de su pareja aseguraba su concentración y un mayor nivel de seguridad en sus clases.

>>Cuando regresemos afuera, deberíamos intentar lanzar un hechizo conjunto. Pienso que ya deberíamos ser capaces de lanzar algunos hechizos sencillos. El enlace mental está fortalecido. Y cada vez que intimamos, realmente ayuda.

Harry se ruborizó ante las palabras de su esposo. Estaba ansioso de ayudar de ese modo, y con todo gusto habría tomado a Severus en la habitación de duelos y procedido a realizar algunas ‘actividades’ sobre el suelo acolchado.

Severus también sintió eso a través del enlace, y alborotó el cabello de Harry.

>>Esta noche, criatura insaciable —prometió.

Terminaron sus bebidas y regresaron al trabajo. Volvieron a empezar con un hechizo simple, esta vez un lumus, descubriendo que al lanzarlo juntos había entorpecido su poder. El débil brillo producido a través de la varita de Harry apenas habría semejado a una luciérnaga.

—¿Sentiste nuestro poder unido? —preguntó Severus mientras ambos sostenían el mango de la varita.

—Sí, pero es un lío —contestó.

—Se podría decir eso. Ambos poderes están enfrentándose uno al otro con demasiada frecuencia. Tu varita es un poco corta para esto. Puede que sea más fácil con la mía.

Harry guardo su varita en la funda que llevaba en la manga mientras Severus extendía la suya. Quince pulgadas, fabricada de ébano; había espacio para que ambos la sostuvieran con más comodidad. Harry la sintió mejor; su mano alineada con la de Severus, y el poder y material de la varita se sentía cálido y vivo.

—¿De qué material es el núcleo, Severus?

—Es poco común, Harry. Viene de Egipto; es pelo de esfinge.

El joven se mostró impresionado. Esto hacía juego con Severus y su enigmática personalidad. Estaba algo sorprendido por sentirse tan cómodo con la varita; quizás él era más complejo de lo que pensaba.

>>Ahora, intentémoslo de nuevo…

¡Lumus!

Esta vez el brillo fue mucho mejor; al menos era tan brillante como el que cada uno de ellos lanzaba de manera individual, o incluso quizás un poco más intenso. Animados, decidieron concentrarse en usar la varita de Sev en lo sucesivo.

—Es probable que así sea mejor —recalcó Harry—. Mi varita es hermana de la de Voldemort. No queremos alguna renuencia en el momento final.

Pasaron del Lumus a la Bombarda, y eligieron una roca mayor de la que habían utilizado individualmente. Harry se sintió algo decepcionado al ver que los esfuerzos unidos tenían poco efecto.

—Éste es un hechizo de un tipo diferente. Debemos practicar magia destructiva. El Lumus es un hechizo de sencilla ejecución y podemos estar bastante contentos de ser capaces de hacer esa clase de magia, pero la destrucción requiere más poder, y más voluntad.

Harry lo sabía, por supuesto que lo sabía, pero no podía evitar mostrar su decepción.

—Debemos ser capaces de realizar todo tipo de hechizos, Severus. Toda forma de magia. No sabemos lo que necesitaremos para enfrentarnos a él. Y apostaría que es un maestro en todas ellas, ¿verdad?

Severus alzó una ceja.

—¿En qué estás pensando?

Harry suspiró.

—Creo que necesitamos practicar más.

—Lo haremos. Vendremos con tanta frecuencia como yo pueda sin parecer que estoy evitando a Voldemort —convino Severus—. Pero no olvides, aunque él puede lanzar cualquier tipo de magia ponderosa, evita los hechizos de Luz.

Aunque a Severus no le gustaba ver a su esposo descorazonado, le alegraba que siguiera determinado a trabajar en ello. Una voz estridente les interrumpió.

—¡Cuidado!

Harry dio un salto y miró alrededor, alarmado. El reloj mágico, Egbert, había cambiado. El fondo era amarillo naranja y su rostro tenía el ceño fruncido.

Severus se acercó y habló con él, como si fuera una persona en lugar de un reloj.

—¿Qué pasa?

—Un humano se acerca —contestó Egbert. Su voz era chirriante y sonaba como una puerta que necesitara ser aceitada, algo que Harry suponía se debía a que debía haber esperado mucho.

—Iré a echar un vistazo, quédate aquí —dijo Severus a su pareja antes de salir.

Harry miró fijamente a Egbert. El fondo se estaba poniendo cada vez más oscuro, pasando de amarillo a naranja oscuro. El visitante no deseado debía estar acercándose. La cara de árbol de Egbert estaba cada vez más arrugada, y lucía cada vez más como una masa de nudos de árbol. Su ‘cabello’ estaba formado por largas y finas hojas similares a las de sauce, y Harry creyó verlas ondulando mientras miraba atentamente al reloj. Egbert era una criatura alarmante, pero fascinante. Harry extendió su dedo para tocar el centro, deseando juzgar por sí mismo si el reloj estaba hecho de madera o sólo lo aparentaba.

De repente, la boca de Egbert se abrió, revelando una hilera de estacas similares a dientes, y se torció de modo que hubiera atrapado el dedo de Harry si el joven no hubiera tenido buenos reflejos.

—Necesitarías más que eso para atrapar a un buscador —retó al reloj.

Egbert frunció el ceño y su mueca le mostró más temible que nunca. Si su gesto era porque estaba enojado por no haber podido atrapar el dedo de Harry, o porque su fondo ahora estaba rojo, no le importaba demasiado al chico. Frunció el ceño ante el excéntrico reloj.

Mientras Harry continuaba observándole el color de Egbert se aclaró un poco, pasando de rojo a naranja. El joven se sintió aliviado al verlo. Esperaba que Severus no hubiera tenido que mostrarse para desviar al visitante indeseado. Cuando el reloj palideció más, Harry caminó hacia el umbral para ver si podía divisar a Severus. No quiso ir más lejos; su esposo deseaba que permaneciera oculto.

Un par de minutos más tarde, el hombre regresó.

—Un buscador de metales, creo que les llaman así —informó—. Un muggle que recorre los campos con algo parecido a un plato al final de una vara.

Harry se echó a reír.

—Es un hobby que muchas personas tienen, en la esperanza de encontrar un tesoro enterrado.

—No encontrarán nada aquí, todo el terreno que nos rodea es mágicamente estéril. Incluso los pastos crecen poco cerca de nuestro granero. Esto consigue una mínima interferencia de los granjeros.

—¿Ese muggle no encontró nuestro granero intrigante? —preguntó Harry.

—Está protegido contra muggles. Si se acercan, encontrarán razones para no detenerse. Puede que recuerden una cita importante, o se vean abrumados por un repentino ataque de diarrea.

Las cejas de Harry se alzaron en un gesto más típico de su esposo.

—¡Caray! Eso es un tanto violento.

—Pero efectivo —sonrió el otro.

—¡Y tu maldito reloj trató de morderme! —se quejó el joven.

Severus se echó a reír sonoramente. Harry frunció el ceño.

>>No sabía que los relojes mágicos fueran peligrosos.

—Bueno, puedes ver el tipo de criatura que es Egbert, Harry. Pensé que te habrías dado cuenta de que a veces es peligroso. ¿Qué te enseñaron en esa lujosa escuela? —preguntó, riendo nuevamente.

A este punto, el chico estaba realmente molesto.

—¿En qué clase nos enseñarían eso? ¿Relojes y cosas así?

Severus continuó riendo por un rato, y aunque Harry seguía enojado, no pudo evitar observar apreciativamente la vista de la risa de su esposo. Snape y riendo eran dos palabras que, hasta hace muy poco, nunca hubiera puesto juntas.

—Más bien Cuidado de Criaturas Mágica. Y quizás en Defensa Contra las Artes Oscuras.

Harry sabía —claro que lo sabía— que Severus iba a mofarse de su ignorancia, pero de todas formas estaba lo bastante curioso como para preguntar.

—¿Qué clase de criatura es?

El rostro del hombre se enserio de nuevo.

—¿No lo sabes? —cuando Harry no dijo nada, agregó—. No lo sabes. Realmente, no lo sabes. Es un Hombre Verde, un espíritu del bosque.

—Oh —fue todo lo que el joven logró expresar. Severus amplió su explicación.

—Los Celtas eran paganos que adoraban espíritus de la naturaleza. Dichos espíritus estaban presentes en los árboles, lagos, rocas, en todos los lugares y materiales naturales. El Hombre Verde era un espíritu poderoso que continuó siendo leyenda y objeto de veneración en la era cristiana. El rostro de Egbert es un ejemplo típico. Es poderoso porque sus orígenes y magia son antiguos en estas tierras. Y como toda magia antigua no puede ser considerada totalmente segura. Debemos interactuar con esto con cuidado y respeto, igual que en el caso de los collares de enlace. Éste es un conocimiento que debería enseñarse en Hogwarts.

>>El Hombre Verde posee un carácter ambivalente que muchos consideran inquietante. De muchas maneras me recuerda a mí mismo —rió entre dientes—. Ciertamente, no es lindo ni mimoso; tiene su genio y demanda respeto. Probablemente, no apreció tu dígito intruso.

Harry esbozó una sonrisa perversa.

—Entonces, no es para nada igual que tú, ¿verdad?

Ambos se echaron a reír, y Harry rió tanto que sus ojos se llenaron de lágrimas. Severus no pudo resistir y atrajo a su joven esposo para besarle. Se sentía tan natural. Su relación estaba funcionando increíblemente bien. Sus diferencias parecían complementarse, y tenían suficientes similitudes como para que la vida en común fuera fácil. Eso era una revelación para Severus, quien siempre había pensado que no sería capaz de lograr una relación estable con otra persona.



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Cuando se Aparecieron de regreso en Spinner’s End esa noche, habían hecho progresos significativos en el lanzamiento de hechizos juntos. Habían logrado efectos consistentemente más poderosos en cada hechizo lanzado juntos que lo que habrían esperado en forma individual. Necesitaban más práctica, pero estaba funcionando, y ambos sentían que estaban un paso más cerca de derrotar a Voldemort.




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