La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 The Marked Man. Capítulo 14. Esto no es nada

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alisevv

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MensajeTema: The Marked Man. Capítulo 14. Esto no es nada   The Marked Man. Capítulo 14. Esto no es nada I_icon_minitimeSáb Mar 13, 2010 6:33 pm

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—Buenas noches, Harry.

La profunda voz de Severus llegó desde algún lugar detrás del punto de Aparición del Gryffindor, en la salita de estar de Spinner’s End. Se dio vuelta para contestar, y Severus se inclinó para besarle. Harry había sido tomado por sorpresa una vez más, pero casi antes que su cerebro pudiera procesar el hecho de que estaba siendo besado, Severus se apartó. El beso había sido cálido, pero no demandante. Se sentía como un cariñoso saludo de alguien que te quería, y aunque Harry suponía que no era eso realmente, se sintió agradecido de que hubiera sido tan placentero.

—Buenas noches —contestó con una sonrisa.

—¿Empezamos con té o vino? —preguntó el mayor.

—Vino estaría bien, Severus. Tomé el té con Remus, Ron y Hermione justo antes de venir hacia acá.

El hombre tenía las copas y las botellas listas sobre la mesa, y le sirvió una copa de su vino preferido. Estaba intentando no mostrarse impaciente ante la lentitud de este… lo que fuera. Imaginaba que ‘cortejo’ sería la palabra apropiada para lo que estaban haciendo. En realidad, él no tenía la clase de personalidad a la que le gustara un largo cortejo a una pareja nerviosa y no era algo que hubiera hecho antes. Siempre prefería los encuentros sexuales con hombres que sabían al menos tanto como él, y que no se alejarían al más ligero toque, ni ante algunas de sus peticiones más inusuales. Pero sabía que era parte de su tarea el convencer a este chico heterosexual y sexualmente inexperto de que el sexo con su odiado profesor de Pociones sería soportable. Y más que eso, que podría ser genuinamente disfrutable.

Durante la última semana, había pensado sobre eso con mucha frecuencia, y aún así todavía tenía que recordárselo a sí mismo cada vez que Harry arribaba. El joven era lo suficientemente atractivo como para que Severus estuviera bastante ansioso sobre comenzar con el aspecto sexual de la relación, y tenía que recordarse constantemente que debía ir lentamente. Un minucioso paso a la vez. Había pasado bastante tiempo —definitivamente, demasiado— desde que había tenido un amante permanente, y la perspectiva era tentadora, incluso si se trataba de Harry Maldito Potter. Se regañó a sí mismo por ese pensamiento; debía dejar esa manera de pensar en el pasado. Harry iba a ser su esposo, y su pasado mutuo debía ser olvidado.

—¿Cartas o lectura, Harry?

—Lectura primero, Severus. Quiero empezar el siguiente libro de Pratchett.

—Bien. Yo estaba a punto de comenzar una novela de detectives, así que me agrada tu elección.

Severus le sonrió. Harry se dio vuelta y se dirigió al estante donde estaban alineadas las novelas de Mundodisco.

>>Están en orden, así que apenas tendrás que buscar —siguió informando—. Pero, asegúrate de regresarlo al lugar correcto.

Harry puso los ojos en blanco, pero como daba la espalda a su anfitrión, éste no notó nada. Tomó La Luz Fantástica y caminó hacia el sofá. Había aprendido su lección; no tenía sentido demorarlo, debía sentarse al lado de Severus.

El libro estaba demostrando ser tan bueno como el primero; posiblemente, incluso más, porque estaba acostumbrado a los personajes. Sin embargo, su mente vagaba lejos de las oraciones escritas frente a él, regresando a la sensación de los labios de Severus sobre los suyos. El beso había sido casi recatado; Harry imaginaba que podía ser la clase de experiencia que conseguiría con parientes afectuosos a quienes no hubiera visto por cierto tiempo y deseaba saludar. Por supuesto, no tenía verdadera idea de cómo se sentiría eso, pero el beso no había parecido claramente sexual.

Lanzó una mirada a Severus. El alto hombre estaba reclinado, leyendo, en una postura completamente relajada. Sus largas piernas estaban estiradas frente a él, cruzadas a la altura de los tobillos. Su pierna izquierda estaba alineada con la derecha de Harry, y la cálida sensación de la carne fresca a su lado se estaba haciendo familiar. De lo que podía pensar, el joven difícilmente lo había notado.

A Harry siempre le habían dicho que tocarse estaba mal y era sucio, y que tocar a un hombre era cosa de esos anormales gay, pero esto no tenía ninguna connotación sexual así que estaba bien, estaba seguro. Eran sólo dos hombres sentados, leyendo; justo igual que los docentes en la sala de profesores…

El joven había logrado convencerse de que lo que estaba pasando no significaba ninguna amenaza, que no era nada anormal. Recordaba la feroz diatriba de su tío, mientras su rostro se tornaba cada vez más rojo, gritando al televisor cada vez que algún reportaje cubría la campaña para legalizar los matrimonios gay. ¡Pervertidos! ¡Todos arderán en el infierno por sus actos contra natura! ¡Asquerosos sodomitas, yo les castraría a todos! y otras venenosas palabras eras gritadas hacia la pantalla, como si la gente pudiera escucharle. Harry se estremeció. Él no era gay, pero seguramente aquellas personas no hacían daño a nadie. No que tío Vernon necesitara una excusa. Cualquiera que no fuera de su familia —que en la mente de Vernon sólo incluía a la tía Petunia, Dudley, tía Marge y él mismo, y definitivamente Harry no— podía ser objeto de sus diatribas. Ser un no-Dursley era suficiente para atraer el mal humor del hombre; ser diferente de algún otro modo —mago, homosexual, extranjero, desempleado— era suficiente para originar una reacción violenta.

Hasta el momento, Harry había conseguido mantenerse cómodo y calmado. Sabía que tenía que permanecer allí, y sabía lo que tendría que hacer con Severus, eventualmente. Sus ojos se perdieron en las largas piernas del hombre. Largas y delgadas, y se sentían fuertes en el punto que presionaba contra su propia pierna. Nunca había visto a Severus con ninguna ropa que no le cubriera completamente. La ropa que vestía en su casa era casual, y esa noche completamente muggle: pantalones y un suéter color gris carbón . Pero nunca revelaba mucho de su piel, aparte de las manos y la cara. Harry se preguntaba si estaría ocultando algo. ¿Estaría horriblemente desfigurado? ¿Fuertemente marcado, quizás? Él era Mortífago, ¿sería cierto lo que decían sobre ellos, acerca de tener pervertidas prácticas sadomasoquistas? Con frecuencia había visto desnudos a los chicos de la escuela, pero imaginaba que Snape tendría diferentes proporciones.

Se estremeció y trató de concentrarse en las aventuras de Rincewind.

—¿Tienes frío, Harry? —preguntó Severus, que había notado su temblor, aunque no creía que estuviera relacionado con la temperatura.

—Oh… no, está bien. Sólo… umm… —no se le ocurría qué decir. Levantó la vista y notó que el hombre le estaba observando.

—Te preocupas demasiado, Harry; absolutamente demasiado —declaró, y puso una mano sobre su muslo derecho.

Indudablemente, se trataba de un gesto tranquilizador, pero Harry sintió que volvía a temblar mientras la mano tocaba un área que consideraba personal. Se obligó a permanecer quieto, aunque su respiración se volvió más rápida y superficial.

“Eso no es impersonal”, pensó. Y tarde o temprano, él va a volver las cosas más personales, y yo, simplemente deberé aceptarlas”.

Sentía que crecía su agitación, así que respiró profundamente para tranquilizarse y se concentró en la página impresa frente a él. En ese momento no podía encontrar sentido a las palabras, pero las miraba sólo porque le proporcionaban algo firme a lo que aferrarse.

“Puedo hacer esto… He hecho cosas peores. Esto no es nada, nada…

Severus sentía la reacción de Harry. El joven se había acobardado como un caballo nervioso. Era tiempo de que empezara a acostumbrarse, así que dejó su mano allí durante unos segundos más de lo que hubiera hecho en otras circunstancias, y apretó ligeramente el musculoso muslo antes de retirar la mano. Continuó observando al chico por el rabillo del ojo. Podía ver que estaba claramente tenso, pero también notaba que trataba de calmarse. Bien. Las cosas estaban avanzando, aunque de forma increíblemente lenta. Pero bastaría de momento.

El resto de la noche transcurrió agradablemente, y Severus vio que Harry se relajaba más mientras tomaban más vino. Cuando empezaron a jugar cartas, reflexionó que al parecer el chico había olvidado su incomodidad previa. Se ocupó de tocarle ligeramente varias veces más, cuando llenaba su copa de vino o tomaba las cartas para barajarlas. Esos breves y suaves toques no parecieron molestar a Harry en absoluto. Severus se animó.

Cuando el joven ganó finalmente una ronda de Whist, decidió que era suficiente por esa noche. Severus le había superado cinco veces seguidas, y él se sentía aliviado de haber ganado al menos una.

—Es mejor que me vaya, Severus. Mañana tenemos que ir al callejón Diagon.

—Sí, por supuesto. Yo tengo unas pociones que preparar temprano, y luego ir a entregarlas —contestó. El receptor no fue mencionado, pero ambos sabían de quién se trataba—. Buenas noches, Harry.

Cuando Severus se inclinó hacia él, Harry supo que iba a ser besado. Casi lo había estado deseando, así que se inclinó hacia el beso. El hombre colocó las manos en sus hombros; el Gryffindor ignoró el hecho apelando a su fuerza de voluntad, y se obligó a concentrarse en lo que estaban haciendo los labios de Severus.

El beso fue tan agradable como el anterior, y esta vez el Slytherin añadió algo de presión y movió sus labios sobre los del joven. No insistió en entrar, como Ginny acostumbraba a hacer, y Harry sintió cómo por su pecho se extendía una dulce calidez. Entonces, Severus le rodeó con sus brazos y le estrechó contra él.

Harry se aterró; se retorció y gimió. Severus le liberó al instante. El joven se había sentido repentinamente indefenso y atrapado, y había odiado esa sensación. Había estado esperando que Severus le obligara a hacer… algo. Ni siquiera sabía lo que el hombre iba a hacer después, pero sintió que iba a ser pervertido y desagradable. ¡Harry sabía que era un fenómeno, pero no esa clase de fenómeno! Respiró profundamente intentando calmarse, y fallando.

Severus había sentido la ráfaga de pánico que inundó a Harry. El joven había estado bien hasta entonces, pero aparentemente reaccionaba mal al hecho de ser abrazado. Severus había querido avanzar hacia un beso más íntimo y acurrucarse, pero obviamente Harry no estaba listo para eso. Retrocedió un paso.

—Buenas noches —repitió, suavemente, y se alejó.

Harry se Apareció sin otra palabra. Llegó al saloncito de Mablethorpe y, para su mortificación, sintió que sus piernas temblaban. Remus estaba sentado, leyendo; no había señales de Ron ni de Hermione.

—Hola. Ron y Hermione salieron a tomar algo. Deberían estar pronto de regreso, el bar cierra temprano.

Asintió y se encaminó hacia la cocina. Tenía que salir de la vista de Remus; sabía que si se quedaba allí, el licántropo detectaría su nerviosismo. Demasiado tarde, pues Remus le había seguido.

>>¿Qué sucede, Harry?

—Nada. No es nada, Remus…

—¿Severus hizo algo que no quisieras? —el hombre era muy astuto.

—¡No! No, sólo me besó de despedida.

—Hizo lo mismo anoche, y tú estabas bien con ello. ¿Por qué fue diferente hoy?

Maldijo internamente. Se sentía un tonto por permitir que Remus viera que estaba disgustado; y se sentía más tonto aún por estar disgustado.

—Él sólo me abrazó. Yo me aterré; me sentí indefenso.

—¿Encontraste a Severus amenazador? —eso no le hubiera sorprendido; había un lado definitivamente peligroso en Severus Snape que él encontraba atractivo, pero quizás fuera desagradable para alguien virgen.

—No. No realmente, Remus. No me amenazó, pero insistió en que tenemos que acostumbrarnos, y YO SÉ que tengo que hacerlo, pero hoy simplemente me aterré.

Remus no dijo más. Había algo allí que necesitaba ser solucionado, podría asegurarlo, pero probablemente no fuera el momento de presionar sobre el tema.

>>Me voy a acostar, mañana tendremos otro día muy ocupado. Da las buenas noches a Ron y a Hermione de mi parte —y con eso, Harry se encaminó hacia las escaleras.




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Última edición por alisevv el Miér Mayo 18, 2016 5:37 pm, editado 3 veces
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MensajeTema: Re: The Marked Man. Capítulo 14. Esto no es nada   The Marked Man. Capítulo 14. Esto no es nada I_icon_minitimeMar Mar 03, 2015 4:41 pm

ahh con este harry.... sev avanza dos pasos y al rato por culpa de harry tiene que retroceder tres...u_u....no noo nooo...malditos muggles....T_T si no hubiera sido por ellos harry seria mas de mente abierta..u_u
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