alisevv
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| Tema: The Marked Man. Capítulo 2. Lo que él nunca hubiera deseado Lun Ene 25, 2010 12:31 pm | |
| —Bien, creo que podemos decir que eso cambia nuestros planes para hoy —comentó Harry, mirando las asombradas caras de sus amigos.
—Sí… Es un tropiezo buscar a Lupin ahora, ¿cierto? —replicó Ron.
Harry asintió. Decir que este giro de los acontecimientos era inesperado era quedarse corto. Su obsesiva necesidad de perseguir a Snape fue olvidada, al menos de momento.
—¿Sabes dónde vive el Profesor Lupin? —preguntó Hermione.
—Sí, consiguió una casita en Mablethorpe. Es difícil imaginar a Remus por la costa, ¿verdad? Pero no podremos traspasar sus protecciones. Primero, le enviaré mi patronus con un mensaje, informándole que llegaremos a mediodía. Todo esto es tan extraño…
Ciertamente, los demás estuvieron de acuerdo con eso, y mientras Harry le enviaba su patronus de venado a Lupin avisándole de su arribo a mitad del día, los tres tuvieron la sensación de que algo significativo estaba a punto de ser descubierto.
Los tres amigos se habían convertido en expertos en Aparición desde el funeral de Dumbledore. Parecían estar viajando mucho más lejos de lo que cualquiera de ellos había contemplado cuando tomaron sus exámenes de Aparición, pero la práctica era la mejor manera de perfeccionar las habilidades, así que se aparecieron limpia y precisamente en medio del jardín trasero de Lupin. Era un día cálido y soleado, y Harry pensó que la mesa y sillas de plástico blanco del patio se veían muy tentadoras.
El dueño de casa salió a saludarles. Se veía tan desarrapado como siempre y su cabello había continuado encaneciendo, pero parecía bastante feliz. Hermione esperaba que hubiera arreglado las cosas con Tonks, pero era demasiado tímida para preguntar, y no le conocía lo suficiente como para interrogarle sobre sus asuntos personales.
—Te estaba esperando, Harry. Y trajiste a Ron y Hermione, también. Eso es bueno.
Harry le abrazó, genuinamente alegre de volver a ver a uno de sus consejeros más cercano y confiable.
—Mejor entramos. ¿Les gustaría un té, o también tengo limonada si prefieren una bebida fría?
—Limonada estaría genial —contestó Harry, y Ron y Hermione estuvieron de acuerdo.
Cuando todos estuvieron sentados alrededor de la mesa de la cocina, paladeando la fría y ácida bebida, Harry comenzó.
>>Recibimos una carta esta mañana. Fue algo bastante sorpresivo; ciertamente, no es normal una lechuza póstuma.
El mayor sonrió débilmente y asintió, pero no dijo nada.
>>La carta simplemente apareció, cómo si se hubiera Aparecido o algo así. En todo caso, aquí está; es más fácil si la lees —rescató la carta de sus jeans y se la entregó a Remus.
El hombre tomó el pergamino y lo leyó. Harry observó cuidadosamente para ver su reacción; el rostro del anfitrión mostró poco asombro mientras sus ojos se movían de un lado al otro. La carta había dicho que Remus sabría qué hacer, que Dumbledore había hablado con él sobre eso, y a juzgar por la falta de sorpresa, probablemente era cierto.
—Sí, me preguntaba cuándo pasaría esto —dijo cuando terminó de leer, mientras devolvía la carta a Harry—. Sabía que te dirían que vinieras a verme luego de la muerte de Dumbledore. Él hizo algunos esfuerzos para mantenerlo en secreto, ¿cierto?
—¿No tiene idea de qué se trata, Profesor? —preguntó Hermione.
—No. Ninguna pista concreta. Puedo hacer algunas especulaciones, pero eso es todo lo que serían, así que mejor no me hago el tonto exponiendo alguna rara teoría. Y, Hermione y Ron, por favor, llámenme Remus. Hace mucho que no soy su profesor. Ahora, todos somos amigos y aliados.
La chica se mostró un poco avergonzada por haber sido tan distante con el licántropo. Realmente, le gustaba Lupin y respetaba su conocimiento, y no deseaba que él sintiera que estaba siendo estirada.
—Por supuesto, Remus —aceptó suavemente.
—Entonces, ¿qué sigue? —preguntó Harry, impaciente por resolver ese asunto.
—Como dice la carta, voy a revertir el hechizo de memoria. Para hacerlo, utilizaré un hechizo. También tengo aquí una poción para restaurar la memoria, que puede ser utilizada al mismo tiempo y hará todo un poco más seguro. Me fue dada para uso de la Orden.
El afable rostro de Ron se endureció ante la mención de la poción.
—Apostaría que sé quién te la dio, Remus —murmuró.
El hombre le miró a través de la mesa.
—Bueno, no debería haber premios por suponer. Severus fue muy útil, ¿no?
—Sí —contestó Harry—. Útil… ¡y un traidor y bastardo asesino!
Hermione sorbió su limonada, luciendo avergonzada, mientras Ron asintió mostrando con entusiasmo que estaba de acuerdo, antes que Lupin hablara de nuevo.
—Sí, bien, si empezamos a pensar sobre todo eso, no vamos a hacer ningún progreso hoy, ¿cierto? Mejor permítanme ir a buscar la poción y partiremos desde allí.
Se levantó y salió hacia la cocina, para buscar la Poción Restauradora de la Memoria. Harry se dio cuenta que sus manos se habían aferrado al borde de la mesa, e hizo un esfuerzo consciente por relajarlas. Lupin tenía razón, no se ganaría nada ese día con seguir discutiendo sobre Snape; estaban aquí para algo más positivo. Para cuando el mago mayor regresó, sosteniendo en la mano una botella verde, Harry ya estaba respirando normalmente y diciéndose a si mismo que estaba calmado.
>>Creo que lo mejor será ir al salón —invitó Remus.
Los tres le siguieron y el anfitrión hizo un gesto para que Harry se sentara en el sofá.
>>Ron, ¿podrías cerrar las cortinas, por favor? Es importante que estemos tranquilos y nadie interrumpa cuando Harry empiece a recordar. Cuando haya recuperado completamente su memoria, podrá decirnos todo sobre eso, pero si se interrumpe el proceso, sus recuerdos pueden verse afectados. Primero, Harry, te daré la poción. De hecho, puedes bebértela ya —le entregó la botella—. Diez gotas son la dosis estándar.
El joven sacó la lengua y dejó caer diez gotas de la poción sobre ella. Torció lo ojos, observando las gotas caer, y luego devolvió la botella a Remus.
—¡Apostaría que sabe a mierda! —comentó Ron—. Las pociones de Snape nunca saben bien. El sádico bastardo podría darles buen sabor. Uno pensaría que lo haría, trabajando en una escuela con niños.
Harry asintió mostrándose de acuerdo, pero Hermione puso los ojos en blanco mientras miraba a Remus, indicando que el tema de ‘el bastardo Snape’ la tenía un poco cansada. Probablemente, Ron y Harry culparían a Snape hasta del bronceado de ese día.
—Harry, si te acuestas en el sofá, te lanzaré el encantamiento para que recuperes la memoria. El hechizo que Albus usó en ti selló específicamente un pequeño pedazo de recuerdo, para ocultarlo de tu memoria consciente. Esto lo hizo inaccesible a ti, y a cualquiera que practicara Legeremancia sobre ti. No tengo idea de cuan enterrado está en el interior de tu mente, y podría apostar que no hay otra alma que pudiera hacerlo.
Harry asintió, nervioso, preguntándose qué demonios podría ser, pero se acostó cuan largo era sobre el sofá, con la cabeza descansando sobre el apoyabrazos. Remus sonrió tranquilizadoramente y levantó su varita.
>>Cierra los ojos, Harry, y deja que las imágenes afloren a la superficie. ¡Memento!
—*Querría verlo muerto —murmuró—. Y querría matarlo yo.
—¡Pues claro! —exclamó Dumbledore—. ¿Lo ves? ¡La profecía no significa que tú tengas que hacer nada! Pero la profecía provocó que lord Voldemort ‘te señalara como su igual’… Dicho de otro modo, tú tienes libertad para seguir tu camino, eres libre de rechazar la profecía. En cambio, Voldemort sigue otorgándole un gran valor. Él seguirá persiguiéndote, y eso garantiza que…
—Que uno de nosotros acabará matando al otro —dijo Harry, y por fin comprendió lo que Dumbledore intentaba explicarle*.
—Hay algo más que necesito que entiendas, Harry, y es vital que lo comprendas absolutamente —levantó la voz y llamó—: Entra, Severus.
La puerta del fondo de la oficina se abrió, y el profesor Snape entró, luciendo tan oscuro y austero como siempre. Harry frunció el ceño, sintiendo que al fin quizás fuera a aprender algo que valiera la pena saber sobre ese hombre.
>>Como sabes, Harry, el profesor Snape ha estado asumiendo un trabajo muy peligroso, para la Orden del Fénix. No solo peligroso, sino difícil de mantener. Lord Voldemort… —el Slytherin se estremeció ante el uso del nombre por parte de Dumbledore, pero no le gruñó como hacía siempre que Harry lo decía —… está abrigando nuevas sospechas hacia él, algo que está siendo alentado por los compañeros Mortífagos del profesor Snape.
El aludido frunció el ceño más que nunca, al ser llamado Mortífago por el Director, pero Dumbledore levantó una mano, apaciguándole.
>>Ahora, Harry, habrás notado el estado de mi brazo, y debes haber deducido correctamente que fue causado por un hechizo altamente dañino. Sufrí la herida cuando destruí el horcrux del anillo, y de no haber sido por Severus, hubiera muerto poco después. Las habilidades de Severus me garantizaron algo más de vida, suficiente para entrenarte en lo que debe ser hecho después de mi muerte.
—¡No, Profesor! ¡Usted no puede morir!
—Te aseguro que puedo, Harry. No soy inmortal, ningún mago lo es. Ni siquiera, eso espero, lord Voldemort. Puedo morir y lo haré. Cuando esto ocurra, y no falta mucho para eso, deberemos obtener la mayor ventaja posible de mi muerte. Es altamente probable que Severus tenga que matarme.
—¿Qué? —gritó Harry, su rostro era una máscara de horror.
—Ya te dije, Albus… —comenzó Snape pero, una vez más, el anciano alzó la mano para detener su arrebato.
—Sabemos que Draco Malfoy ha sido designado para matarme. Es una prueba de lord Voldemort. Si él falla, su familia será destruida. Severus ha realizado un Juramento Inquebrantable con la madre de Draco para ayudar a su hijo de todas las maneras posibles, y hacer su tarea si Draco probara ser incapaz. Espero absolutamente que él sea incapaz de matarme. Matar es mucho más difícil de lo que algunas personas imaginan, Harry. A menos que yo muriera en un accidente, pienso que es probable que Severus tenga que cumplir la misión de Draco. En caso contrarío, Severus moriría y el joven Malfoy se perdería en el bando de la Oscuridad.
Harry se veía asqueado, y dio vuelta para observar a Snape, sólo para encontrar que la expresión del hombre era similar a la propia.
>>Esto nos dará algunas ventajas —prosiguió Dumbledore—. De todas maneras, yo estoy muriendo, así que nada se está perdiendo en realidad. Podremos apoyar a Draco y mantenerle lejos de Voldemort. También es importante el hecho de que, a la larga, cuando el profesor Snape haga esto, se convertirá en la persona favorita de lord Voldemort. El hombre que mató a Dumbledore.
Snape dejó escapar un gemido, y a Harry le impresionó el nivel de dolor que percibió en éste. Nunca hubiera esperado ver al hombre así; parecía enfermo por la preocupación y el odio a sí mismo.
>>Te verás irreprochable en lo que a los Mortífagos concierne, Severus. Tu verdadero papel será inimaginable para ellos. Temiendo a la muerte como lo hace, lord Voldemort no puede concebir ni comprender esta clase de sacrificio de amor, uno que me permitiría dejar mi vida de este modo, ni que tú necesitarías mostrar que eres capaz de matarme si estás de nuestro lado. Está más allá de su comprensión, o de la de ninguno de sus Mortífagos, de hecho. Ganaremos un espía indetectable.
Harry se sentía aturdido. Dumbledore estaba hablando de su muerte como si estuviera redactando una lista de compras. ¿Cómo podía alguien hablar de forma tan superficial sobre ser asesinado? ¿Y sería asesinato cuando pedías a alguien que lo hiciera? Harry se sentía confundido y más que un poco enfermo.
>>Ahora, Harry, una vez que Severus se haya unido abiertamente a lord Voldemort, sólo un número limitado de personas podrán saber que está trabajando para el lado de la Luz. Un muy limitado número. Cerraré este conocimiento dentro de tu mente y sólo lo recuperarás cuando sea necesario. Puedes contárselo a Remus Lupin, y él te ayudará por el lado de La Orden. También puedes decirle a tus amigos Ron y Hermione, si lo deseas. Pero a nadie más, Harry; nadie más debe saber. Nuestra mayor arma será la información que Severus pueda transmitirnos, y el apoyo que pueda darte cuando suceda la confrontación final. Las magias de ambos son muy compatibles, y considero que sus poderes unidos serán suficientes para derrotar a Voldemort. Pero pase lo que pase, Harry, es de vital importancia que cooperes con el profesor Snape en cualquier plan que él estime necesario para asegurarse la derrota de Voldemort. ¿Comprendes?
Harry no se veía feliz ante la perspectiva de trabajar con Snape, pero asintió.
>>Debo tener la absoluta seguridad, Harry, de que después de mi muerte harás todo lo que el profesor Snape requiera de ti. ¿Tengo tu palabra?
El joven no deseaba prometer, pero Dumbledore necesitaba estar seguro, eso era obvio. Debía ser muy importante, entonces. A regañadientes, admitió que podíia ver cuán importante era que estuviera dispuesto a trabajar con Snape.
—Sí, profesor Dumbledore —contestó, y sintió el peso del compromiso establecerse en él mientras decía esas tres palabras.
—Bien, bien. Podemos hacer algunos planes y tener una esperanza muy real de que libraremos al mundo de esta amenaza. Ahora, para que puedan contactar uno con el otro, me gustaría darles estas knuts —le entregó a cada uno una moneda de cobre—. Funcionan del mismo modo que el admirable sistema que utilizabas para reunir a los miembros del Ejército de Dumbledore, Harry. Al ser monedas de bajo valor, nadie tratará de robarlas ni pensará que valen una segunda mirada. Es innecesario decir que deben mantenerlas todo el tiempo con ustedes; ambos. Están hechizadas con sus firmas mágicas y creo que pueden sentir que no son monedas ordinarias, ¿no?
—Por supuesto, Albus —contestó Snape.
—Sí, Director —aceptó Harry.
Sentía como si el cobre del knut vibrara ligeramente en su mano. Deslizó la moneda en su bolsillo trasero. Su propio sistema de comunicación a dos vías con Snape, justo lo que él nunca hubiera deseado.
Harry se sintió mareado mientras dejaba que los recuerdos le inundaran. Era como la vez que había bebido demasiado ponche en Las Tres Escobas, la noche que había estado tratando de aclarar las cosas con Ron. Su mejor amigo había estado menos que complacido de su decisión sobre Ginny, y era importante que pudieran dejar eso atrás para concentrarse en los horcruxes. Ahora, sentía una incomodidad similar; su cabeza parecía girar, aunque sus ojos estaban todavía cerrados, y se sentía enfermo del estómago. Abrió los ojos con cautela, sin desear que el mareo empeorara.
La habitación no estaba girando, y su cabeza se estabilizó un poco. Miró a través del recinto, al lugar donde sus mejores amigos estaban mirándole fijamente, ansiosos; pero ninguno habló.
—Eso fue extraño —comentó Harry.
—Debes sentirte algo desorientado —explicó Lupin—. Tu mente tiene que adaptarse a los recuerdos y eso puede ser algo incómodo. Ten… —le entregó su vaso de limonada que había traído de la cocina por si el joven necesitaba beber algo después de la experiencia.
—Gracias —replicó, y sorbió la bebida, agradecido. Su estómago estaba acomodándose, y los pensamientos, que habían parecido estar dando bandazos de un lado a otro de su cráneo, ahora empezaban a tener más sentido.
—¿Qué era, compañero? —indagó Ron, incapaz de seguir siendo paciente—. ¿Qué viste?
Harry les contó que después que había conseguido los recuerdos de Slughorn y se los había entregado a Dumbledore, el Director le había contado todo sobre los horcruxes y logrado que comprendiera cuán importante pensaba Voldemort que era la profecía. Al final, había pedido a Snape que entrara y le había dicho a Harry como él, Dumbledore, iba a morir. Le explicó que de eso podían conseguirse cosas buenas, como rescatar a Draco y asegurarle a Snape una posición firme en el círculo interno de Voldemort, lo que le permitiría continuar siendo espía para La Orden.
Mientras hablaba, ocasionales jadeos y gritos de asombro emergían de sus tres oyentes, pero ninguno de ellos le interrumpió. Harry terminó relatándoles sobre el sistema de comunicación a través del cual podría contactar con Snape, y cómo Dumbledore le había hecho prometer que trabajaría con el Slytherin y le ayudaría en cualquier plan que el hombre pudiera proponer. Metió la mano en su bolsillo y sacó un knut de cobre, sosteniéndolo en la palma de la mano y mirándolo fijamente.
—¿Es ése? —preguntó Ron.
—Sí, creo que sí. Siempre lo he llevado encima, pensando que era de buena suerte y sintiendo que era importante tenerlo todo el tiempo conmigo. Es realmente gracioso, yo no acostumbro a comportarme así.
—Probablemente, el Director hechizó la pieza para que fuera importante para ti; no deberías desear dejarla en ningún lugar —sugirió Remus.
—Oh.
—¿Vas a usarla, entonces? —preguntó Hermione.
Harry la miró, arrugando la frente, confundido, lo que hacía parecer como si le doliera.
—No quiero. Se que probablemente tendré que hacerlo, pero no quiero. Nunca quise volver a verle, a no ser que fuera para matarle. Le odio.
—¡Pero él trabajó para Dumbledore todo el tiempo! —protestó la chica—. El profesor Snape tuvo que hacer lo que se le ordenó, tal como tú debes hacer ahora. No imagino que le gustara tener que matar al Director, ellos siempre parecieron llevarse bien, y Dumbledore confiaba en él, ¿no es así?
—Sí —replicó Harry—. Siempre pensé que era el mayor error que él había cometido jamás. Ahora, tengo que enfrentar el hecho de que yo estaba equivocado. Y no quiero. ¡Odio a Snape!
A ese punto, el joven casi gritaba. Remus colocó una suave mano en su brazo.
—Tómate un tiempo, Harry. Esto es urgente, por supuesto, pero es importante que drenes todo esto de tu mente o no serás capaz de trabajar con Severus. ¿Por qué no almorzamos algo y luego veremos cómo te sientes?
Harry asintió. Eso le daba algo más de tiempo, y lo necesitaba. Los eventos de ese día habían puesto su vida patas arriba una vez más. Ahora, no sabía qué sentir. Odiaba a Snape, pero ahora se sentía culpable por hacerlo. Aparentemente, el hombre todavía estaba de su lado, seguía apoyándole, continuaba corriendo grandes riesgos, y aún así era tan desagradable como siempre. Había sido mucho más sencillo cuando podía odiarle y sentirse virtuoso por ello.
*Tomado directamente de la traducción de Harry Potter y el Príncipe Mestizo*
Última edición por alisevv el Vie Mayo 13, 2016 7:48 pm, editado 3 veces | |
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