Majo-san Vencedor de Voldemort
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| Tema: Puro instinto. capítulo 3 Sáb Dic 11, 2021 8:18 am | |
| letra cursiva: alpha letra normal: Harry ...
Capítulo 3
Dumbledore daba vueltas por su despacho, sabía que Severus se podía liberar fácilmente de cualquier problema, pero, de todas formas, la idea inicial de que tuvieran esta reunión involucraba información esencial que Severus había recolectado en las filas de Voldemort. Miró la chimenea, pensando si estaría en su casa luego de haberse ido con ese extraño y si era conveniente que él fuera, pero antes de siguiera pensar en ponerse definitivamente de pie, la chimenea crepitó y Severus con ese hombre, Harry, si mal no recordaba, entraban a su despacho. -Me alegro el que hayan vuelto. -Y a mí que esté tan dispuesto a esperar por nosotros, director -dijo Harry virando los ojos cuando vio a Severus casi correr al lado del director, no es como si lo hubiera secuestrado ni nada por el estilo. Bien, si lo había secuestrado, pero lo había regresado sano… casi sano si no contaba con el brazo magullado, pero sí a salvo. -Tenemos que poner a los Potter y Longbottom bajo protección. -Te escucho, Severus -dijo indicándole sentarse al igual que a Harry, que seguía de pie junto a la chimenea, pero este sólo miró por la ventana un momento y arrugó el entrecejo. -Lucius Malfoy -dijo apretando los puños -Sí, bien, Lucius vino por Severus -dijo al notar la rabia bullendo en el alpha-, pero al decirle que no estaba en el colegio se fue. Severus vio por el rabillo del ojo, el estúpido alpha estaba rabiando, obviamente sabía quien era Lucius y su vinculación con el Señor oscuro. -No puedes ir por él -dijo apretando los dientes, aun teniendo fresca en la mente su amenaza de hace un rato. -El maldito no tiene valores, ninguno -dijo con desprecio- su propio hijo sufrirá por su mano, su esposa también. -Eso aún no ha pasado… -Ni pasará -dijo desapareciendo. Severus negó con la cabeza, el dolor pulsante en el corazón, como si algo muy malo fuera a suceder. -¿Que está sucediendo, Severus? -preguntó el director. -Todo esto es demasiado, Albus -dijo negando con la cabeza-. No puede ser verdad todo lo que ha dicho. -Cuéntame. Si, el hombre aquel, Harry, lo tenía completamente intrigado. Era fuerte y poderoso, lo podía notar y había doblegado en un par de horas a Severus Snape, a quien consideraba un hijo verdadero. -Dice ser Harry Potter, le hijo de Lily -dijo empezando a caminar por todo el despacho, tratando de ordenar sus ideas, quizás si las decía en voz alta estas empezarían a tomar un poco de coherencia en su cabeza. -Harry es un bebé -dijo el director, pero luego angostó los ojos-. Lo que volvería a este Harry en un… -Viajero en el tiempo, así es -dijo Severus mirando por la ventana, sin ver señales ni de Harry ni de Malfoy- dice que en el futuro seré su esposo, que íbamos a tener un bebé, pero que me asesinaron cuando tenía cinco o seis meses de embarazo, no lo recuerdo bien. -Esto me cuentas es terrible -dijo el director poniéndose de pie-. Si de verdad viene del futuro, esto lo podría alterar todo en su línea de tiempo. -Dijo que no le interesa, que no volvería a un tiempo en el que no estoy… esta demente. -O locamente enamorado -vio como las mejillas siempre blancas de Severus se afiebraban un poco. -Además está lo otro -dijo analizando las cosas-, este Harry, el que vemos, no es el real, hubo un momento en el que se perdió, el verdadero Harry Potter tomó el control del alpha, me dijo que ambas personalidades eran débiles ante mí… luego el alpha volvió. -Puro Instinto -dijo el director. Había escuchado y leído casos documentados que hablaban de eso, de Alphas tomando el control completo de su inquilino, dejando sus verdaderas conciencias en el olvido, nunca un alpha controlado volvía a ser el mismo, pero si ese otro Harry, el verdadero, había podido salir a la luz un momento, significaba que el poder de ese muchacho era mucho mayor al que él mismo pensaba. -Creo que puedo hacer que salga nuevamente, pero el alpha luchará. -Bien, tendremos que ver que hacer con esa información -dijo Dumbledore mirando al horizonte, lamentablemente un alpha llegó a sus recuerdos, uno que, aun siendo un mago poderoso, no pudo recuperar su verdadera conciencia y ahora habitaba las oscuras celdas de Azkaban. Un hombre que no sólo se perdió a sí mismo, sino que también a él y el bebé que se perdió antes de esa locura.- Algo más te dijo -le habló a Severus, dejando atrás sus oscuros pensamientos. Sus propios monstruos atormentándolo. -Que cazará a cada mortífago y los eliminará -dijo negando con la cabeza- dijo que mataría al Lord oscuro en esta época… -Lucius Malfoy -dijo ahora entendiéndolo todo. Severus era un buen espía, sabía que Malfoy era un mortífago, uno muy cercano al Lord por su fortuna y poder. … … Cuando Lucius cayó al pasto de los terrenos de su mansión se puso de pie de inmediato y corrió hacia las puertas. -No sacas nada con correr, Malfoy -dijo Harry caminando con paso firme mientras apuntaba al rubio-Incarcerus -dijo susurrando con furia y apuntando al patriarca de los Malfoy que nuevamente cayó de bruces al suelo. Harry se acercaba mientras sonreía de lado, feliz de ver a ese miserable revolcarse entre las cuerdas de sus ataduras- revolcándote como la rata miserable que eres. -¡¿Quién demonios eres?! -Lucius no podía creer que ese desgraciado lo hubiera interceptado en los terrenos de Hogwarts, le apunto con su varita y le dijo que le haría pagar caro el aliarse con el lord oscuro. Había corrido a la zona de apariciones para llegar a su hogar, pero aun ahí lo siguió este sujeto. -No tiene importancia quien soy, Lucius, pero sabrás que seré la ultima persona que veras. -No tienes derecho… -¡Ni tu haber atentado contra mi familia! -dijo lleno de ira. Sabía que Lucius era uno de los pocos mortífagos que habían usado sus influencias para no ir a parar a Azkaban y tenía libertad de todo y obviamente fue uno de los que participó en el ataque a Severus. Su esposo incluso había abogado por él, que era su único amigo. Pero el desgraciado había patrocinado junto a otros más para atacar a los Potter. Lucius en su tiempo no murió bajo su mano. Esta vez no sería así. -No tengo idea de quién eres -dijo Lucius mirando a su alrededor, tenía que hallar la manera de huir de ese mago que atentaba contra su vida-. Puedo darte lo que quieras. -Nada hay que puedas darme de lo que me has quitado. -Soy rico y poderoso… -No más que yo -dijo llegando al fin a su lado-. Me quitaste lo que más amaba, mi esposo y mi hijo… -¡Tengo un hijo! -dijo el rubio con desesperación- ¡Puedes llevártelo, pero por favor, no me mates! Los ojos de Harry centellaron. ¿Ese miserable acaba de cambiar su vida a cambio de Draco? ¿De su bebé? -Miserable -dijo acercándose al rubio y mirándolo con odio mientras sostenía su cuello con fuerza. -No puedo… respirar. Harry estaba disfrutándolo, el terror en los ojos del rubio, como sus lágrimas de desesperación caían por los costados de sus ojos. Su piel se volvía morada poco a poco. Apretó sin piedad hasta que la mirada sin vida del rubio dejó de centrarse en él y quedó perdida en el cielo. Harry se puso de pie sin remordimiento. No tenía por qué. Lucius Malfoy no valía ni uno solo de sus pensamientos. Dejó de ver el cadáver de Lucius para caminar a la mansión. La puerta no fue un impedimento para entrar, tan seguros de su poder, tenían las defensas al mínimo. Aun podía recordar como era la mansión, su paso por esta cuando era joven y la batalla final estaba en su apogeo. La sala no parecía ese lugar oscuro y tenebroso que conocía. No, este lugar estaba lleno de luz, opulencia y vigor. -¿Quién es usted? Harry volteó al llamado de la mujer que tenía al lado, una joven Narcissa Malfoy con el hermoso niño de un año en brazos, lo ocultaba contra su pecho en un intento vano de protegerlo. Tenía el recuerdo fresco en su memoria de la pobre mujer que vivía entre lágrimas la muerte de su único hijo a manos de aquellos que estaban en su bando y le dieron la espalda cuando Draco dio un paso al lado y se mantuvo neutral. Draco había muerto con solo veinte años, lo habían torturado, abusado y asesinado luego de días de terror en manos de esos mal nacidos. Y Narcissa no pudo reponerse nunca. -Lo lamento, señora Malfoy -dijo sin ver a la joven frente a él, si no a la mujer marchita de su época-, esta vez lo protegeré -antes de que ella pudiera decir algo llegó a su lado y con un hechizo no verbal la hiso dormir sosteniéndola contra su cuerpo, con Draco quedando entre ellos. Con infinito cuidado los guio hasta el sillón y la dejó ahí tomando en brazos al pequeño rubio que se removió queriendo ir con su madre. -Te prometo que nada te faltará, Amir. Su juicio estaba nublado, lo sabía, el dolor era demasiado, estaba quitando la oportunidad a esa mujer de criar y ver crecer a su hijo. Sostuvo la varita y apuntó a Narcissa- Obliviate -removió de sus memorias todo rastro del pequeño que miraba las luces de la varita y reía por ellas. El sonido de la aparición a su lado lo hizo girar y pudo ver a Dobby, su gran amigo vivo nuevamente. Una pequeña alegría entre tanto dolor. -La ama… -Dobby, escúchame bien -dijo mirando al elfo que le miraba impresionado al reconocer su nombre en boca del hombre- Sé que Lucius no era el mejor amo, pero quiero que sigas protegiendo a tu ama. -Dobby es un buen elfo. -Lo sé -dijo sonriendo-. Me ayudarás a proteger a Draco de que nada le pase. Eres poderoso, amigo mío y confío en ti. -Dobby siempre servirá a la familia Malfoy. -Lo sé también, por eso me ayudaras a proteger a tu ama -le dijo poniéndose a su altura- necesito que la lleves lejos, un lugar seguro donde ella pueda rehacer su vida, lejos de todo el mal que provoca Voldemort. El nombre del Lord oscuro hizo estremecer al elfo. Ese ser tenebroso había eliminado a mas de un elfo que no le servía y todo el mundo le temía. -El amo Lucius nos matará a todos -dijo aterrado al recordar a su amo. -Lucius no podrá hacerle daño a nadie más, te lo prometo, pero para eso tenemos que proteger a Narcissa y Draco. Ella se irá contigo muy lejos y yo los buscaré para saber como están, estoy muy segura de que en Rumania tienen una mansión. Pueden refugiarse en ella, pero yo me llevaré a Draco -le dijo poniéndose de pie, separando la manito del bebé que jugaba con el elfo- debes saber que para evitarle un sufrimiento a tu ama removí sus recuerdos de Draco por el momento, en el futuro se los devolveremos cuando el peligro haya pasado. -¿El amito estará bien? -preguntó preocupado, no es como si pudiera confiar al ciento por siendo en el hombre que cargaba con cuidado al bebé. -Lo protegeré con mi vida, Dobby, te puedo jurar eso -dijo sacando su varita y apuntó a la mesa para configurar un par de dijes en forma de dragón. Los hechizó y luego le entregó uno a Dobby- es un traslador de emergencia, Dobby. Escúchame bien. si en algún momento están en peligro o sabes que Voldemort esta cerca de ustedes úsalo para venir a mí, yo los protegeré. Dobby tomó el dije con renuencia. Pero al ver sonreír al pequeño rubio en brazos del hombre asintió. Nunca vio al amo Lucius cargar al pequeño Draco, en todo el año que llevaba de vida, sólo la ama se hacía cargo del pequeño heredero. -Dobby llevará a la ama a un lugar seguro -dijo asintiendo a su nueva misión- Dobby la cuidará -dijo caminando hasta el sillón donde seguía dormida- ¿Qué dirá Dobby cuando pregunte por el amo Lucius? -Sólo di que Lucius se fue a una misión de su señor y que volverá, ella no preguntará -ninguna pareja de mortífago preguntaría algo así, mucho menos pedir explicaciones. Harry los vio partir, pero antes de que desapareciesen le volvió a llamar-. Dobby, debes jurar nunca revelar esto a Narcissa hasta que yo mismo lo haga y… sé muy feliz esta vez. El elfo no entendió, pero se sintió agradecido de recibir palabras bondadosas de ese mago. Con energías renovadas sostuvo la mano de su ama y desapareció. Draco se quejó en sus brazos e hizo un puchero. -Tendrás una nueva vida, Amir -dijo mientras caminaba fuera de la mansión y vio con desprecio el cadáver de Lucius a unos metros, con un movimiento de cabeza arrojó el cuerpo hacia adentro de la mansión por una ventana, rompiéndola en el proceso, luego sostuvo su varita y apuntó a la mansión- ¡Fiendfyre! Las llamas demoniacas comenzaron a consumir la mansión Malfoy hasta sus cimientos. Destruían todo a su paso. Harry se alejó sin mirar atrás, pero una vez lejos devolvió la mirada al lugar en llamas, vio como un gran número de elfos salian del lugar a resguardarse, entonces los cimientos de la mansión no pudieron seguir en pie y se desplomó, aun con el fuego consumiendo el lugar. Sintió como Draco se aferraba a su cuerpo y sus manitos apretaban su chaqueta negra. Lo abrazó contra si mismo. -¿Qué has hecho? -preguntaba alterado el Harry en su cabeza, horrorizado al saberse directamente responsable de la muerte de Lucius Malfoy. Esto no podía ser así, todos tenían que ser juzgados, él no era un monstruo como Voldemort que asesinaba sin una pisca de remordimiento. -Lo que debiste hacer en cuando Malfoy fue descubierto como uno de los culpables -respondió caminando lejos del lugar, con el bebé en brazos. -Alejaste a Draco de su madre… -Amir. -¡Él no es nuestro hijo! ¡No es mi bebé! -Pues te acostumbrarás a verlo como tal o tu mismo lo arrojaras a la calle -dijo con sorna, demasiado sentimentalismo lo dejaba agotado- ahora guarda silencio, que tengo que pensar como convencer a Severus de esto.
Continuará... Capítulo anteriorN/A: Recuerden que aun estoy en busca de un nombre significativo para el lado alpha de Harry. | |
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