Capítulo 7 -> Aceptaciones internas : Celos y un beso
Harry e Isa regresaron de recorrer el castillo, se volvieron a sentar en uno de los patios, lejos de miradas y oídos indiscretos.
Isa : Gracias Harry por el recorrido, muy muy educativo – se rió
Harry: De nada, oye, ¿Ahora que sigue?, no me has contado aun tu plan – le preguntó Harry muy curioso
Isa: Ya has dado el primer paso, ponerle celoso, ha sido bastante divertido
Harry: Como te dije un día, no entiendo cómo se puede sentir celoso si no siente nada por mí
Isa: Harry, otra vez con eso, parece mentira que no veas aun no evidente
Harry: ¿Lo evidente?
Isa: Ese hombre está loquito por ti, lo que pasa es que aun tiene que aceptarlo para sí mismo que está perdidamente enamorado, incluso me atrevería a decir que no se dio cuenta nunca de ello.
Harry: Yo aun lo dudo, diablos, es Snape, no sé como pude fijarme en alguien como él, es totalmente opuesto a mí, me odia, y encima es odioso
Isa: Menos mal que lo amas, es como yo con Malfoy, somos polos opuestos, supongo que ahí está la gracia, en que somos totalmente diferentes. Sin embargo, yo también me fijé en alguien odioso y para más inri, serpiente, está más claro Harry, que tú y yo somos almas gemelas.
Harry: Ni que lo digas
Isa: Tenemos que seguir así, y nos ha venido muy bien los rumores que hay ya.
Harry: No entiendo porqué
Isa: Harry, según me has contado que Snape te preguntó por mí en tu detención
Harry: Sí, pero … - Isa le cortó
Isa: ¿Por qué crees que te preguntó?
Harry: Supongo que entra dentro de las órdenes de Dumbledore
Isa: Aunque fuese una orden Harry, aun que fuese para averiguar quién demonios soy, y si soy de fiar o no, ahí hay un interés por saber qué relación tenemos tu y yo, y ese interés va más allá de la protección. Él está más preocupado de que tu y yo podamos ser pareja, a saber quién soy yo en realidad. Seguro que ahora está en un dilema interno y totalmente confundido sobre sus sentimientos hacia ti, con una rabia que no puede con ella, hace un rato le vi mirándonos, no se veía bien, pero era él Harry. Si no le interesaras, ni tan siquiera se preocuparía en seguirte y tratar de averiguar cosas sobre nosotros por su cuenta ¿No crees?
Harry: Ojalá sea así, la verdad es que le he notado bastante más raro que de costumbre, da que pensar.
Isa: Claro, tenemos que seguir haciendo cosas para desquiciarlo más, para que se de cuenta y se dé de bruces con sus verdaderos sentimientos. Y tengo una idea estupenda para enloquecerlo. Y no solo de celos, si no, de algo más. – le guiñó Isa un ojo a Harry
Harry: Me asustas cuando te pones así, a maquinar cosas
Isa: Es muy divertido lo que se me ocurre en la cabeza
Harry: ¿Qué se te ha ocurrido?
Isa: Recuerdas cuando bailamos tu y yo en las fiestas
Harry: uff, como olvidarlo, que baile, que música, y que coreografía que hicimos tu y yo, impresionante
Isa: ¿Qué tal si lo hacemos aquí? Causaremos sensación. Además es hora que Howarts se entere de cómo es realmente Harry Potter.
Harry: Tienes razón, mucha razón. ¿Y qué canción? ¿Cuándo? ¿Dónde? – preguntó Harry muy ansioso
Isa: Tranquilo, tranquilo, pronto, la canción ya veremos tengo muchas en mente, aunque podríamos hacer una maratón de canciones, y donde pues, puede ser en las mazmorras
Harry: Severus no quiere que vaya por allí
Isa: Ya, pero, no creo que cuando te vea moverte se vaya a preocupar de eso, más bien va a quedar hipnotizado con ese cuerpo de infarto.
Harry se sonrojó, y es que imaginarse a él mismo bailando frente a Snape le hizo sentir un cosquilleo demasiado placentero.
Isa: Ey! Ya imaginando cosillas pícaro – Le dijo Isa a Harry dándole un suave codazo
Harry: Es inevitable
Isa: Ven luego a las mazmorras, vamos a empezar con el plan B, además puede que también cierto rubio nos mire y también me convenga
Harry: jaja, eres diabólica, me encantas
Isa: Tú más a mí – le dio un beso en la mejilla.
En ese momento varios estudiantes veían la escena totalmente sorprendidos, aunque los rumores ya eran una realidad, les sorprendió que ni tan siquiera se escondiesen de miradas indiscretas. Ese hecho hizo que aun más se aumentaran no solo rumores, si no, ya afirmaciones que decían que esos dos eran pareja y que estaban muy enamorados. Ya nos imaginamos las portadas de los periódicos, el salvador del mundo mágico enamorado.
Un ojinegro estaba bastante preocupado. El hecho de que unos ojos verdes ocupaban la mayor parte de sus pensamientos últimamente le hizo estar bastante nervioso. Pensaba que porqué tenía que interesarle lo que hiciese ese mocoso impertinente con su amiga, hasta que cayó en la cuenta de algo que no quería aceptar, es más, le daba miedo aceptarlo. Aceptó que ese disgusto cuando los ve tan juntos y compenetrados, cuando los ve ser cómplices el uno con el otro, esa rabia y ese malestar no podía ser otra cosa que celos. Estaba celoso de la relación tan cercana que tenían, estaba celoso de esa confianza y ese amor tan verdadero que había notado, con esa admiración mutua que sienten el uno por el otro. Cuando esos dos se abrazaban y se besaban. Un malestar le venía por todo el cuerpo, le daba miedo aceptar que el chico de oro le gustaba. ¿Desde cuándo? Se preguntó, Tal vez cuando en el fondo se dio cuenta de que no era ese niño mimado que siempre pensó, aun que a Dumbledore le dijese que odiaba al chico, la realidad es que hace mucho tiempo que no odiaba a Harry Potter, ese odio lo remplazó primero por cierta empatía. Una vez hablando con Albus, le dijo cuánto Potter se parecía a él, en ese momento se burló y no entendió porqué, hasta que supo por sus clases de oclumancia que el chico no había tenido una infancia fácil. Que estaba tan falto de amor como él a su edad. Después ese sentimiento fue cambiando a admiración, cuando le vio enfrentarse en su cuarto año en el torneo de los 3 magos al mismo Voldemort. Lo reconoció, en ese instante murió de miedo al pensar que podía morir a manos de Lord, y que todos esos años que estuvo protegiéndole a escondidas, en secreto se iría al traste. Ese miedo fue sustituyendo al cariño al descubrir cómo era. Su aura inocente y tímida, bromista, a veces maduro otras veces seguía siendo ese niño que aun lleva dentro de él. Hasta que ahora estaba reconociendo que es más que cariño de un profesor hacia su alumno. La llegada de esa chiquilla lo había trastornado todo. Llevando a sus sentimientos muy al límite, preguntándose si no estaba ya enamorado de Harry Potter y le dolía que este tuviese ya pareja. La respuesta a la pregunta que se hizo era sí, estaba enamorado de ese mocoso, él, Severus Snape, cuando se suponía que lo odiaba, o suponía el resto del mundo que lo odiaba. Sabía que su amor por Potter era imposible, se maldijo a sí mismo por caer nuevamente en el error de enamorarse de alguien que no podía corresponderle. En primer lugar parecía que el chico era heterosexual, al menos, lo vio besarse con Cho Chang, posteriormente con esta chiquilla ¿Isa? Se llama. Después estaba que él durante años le hizo la vida imposible, insultándole y haciendo de su estancia en howarts bastante poco agradable. Sin embargo, se dijo interiormente que algo debía de hacer, no podría soportar todo el año ver a esos dos haciéndose ojitos, caricias delante suyo, sería demasiado para su autocontrol, que últimamente estaba fallando demasiado, tampoco podía de la noche a la mañana tratarlo con relativa simpatía, sería demasiado evidente y el muchacho seguramente no le creería, seguramente pensaría que se burlaba de él. Se dijo que podría empezar por tratarlo algo mejor de lo que lo trata, tal vez algo intermedio, ni demasiado simpático ni demasiado sarcástico. “Maldita sea porqué tiene que ser todo tan complicado” se dijo mentalmente. Maldito Potter, siempre haciéndome la vida imposible, para bien o para mal. Es mi karma desde luego siguió pensando Severus. Lo que sí estaba claro es que no podía dejarle el camino totalmente libre a esa Muggle de pacotilla, podía tener a Potter cuando quisiese, sobre todo tras su pose de profesor, el status que tiene es superior y podría aprovecharse de ello para tenerlo cerca, y porqué no también algo lejos de su amiguita. Sonrió para sí mismo, eso es, detenciones, y pasar más tiempo con él. No iba a ser difícil castigarlo. “Oh sí, Isa, preparase para la batalla por el amor de Harry Potter”, maldición el chico me está haciendo parecer cursi.
Salió de sus habitaciones para disponer a irse a corregir algunos trabajos pendientes, cuando en el pasillo escuchó a algunos estudiantes cotillear sobre un suceso que no le agradó nada al escucharlo. Se detuvo a escuchar.
Estudiante 1: ¿Habéis visto a Potter hace un momento? Parece que es cierto que anda con esa Muggle
Estudiante 2: Sí, la verdad que ella no está nada mal, que suertudo es Potter
Estudiante 3: Seguro que ya han tenido intimidad, no veis lo cariñosos que estaban, esos destilan pasión por todos lados. – Los 3 se rieron a la vez.
Estudiante 1: Por supuesto, que besazo en la mejilla le ha plantado ella, pero lo que más me sorprende es que Potter era demasiado tímido. Y de repente con ella, se deja hacer
Estudiante 3: Eso es la confianza y el amor compañero.
Estudiante 1: Debe de ser eso, poco o nada se preocupan de que no veamos lo felices que son juntos. Hacen una grata pareja. No me sorprendería que hasta en un par de años digan de casarse y todo, fijaos lo que os digo
Snape estaba muerto de celos, las palabras, pasión, beso, pareja, casamiento, no pudo soportarlo más y salió de su escondite
Snape: Buenas tardes, ¿Es que no tienen otra cosa que hacer que estar cuchicheando por los pasillos? – Dijo visiblemente enfadado
Los 3 muchachos pegaron un brinco al darse cuenta de que su odiado profesor de pociones estaba ahí.
Estudiante 1: Lo sentimos mucho profesor, no nos dimos cuenta de que estaba usted aquí
Snape: ¡Silencio! Ni una palabra más, ahora mismo salgan de mi vista
Estudiantes: Sí señor, con permiso
Los 3 estudiantes se retiraron con el miedo aun en sus rostros, pensaron que Snape los iba a castigar, resoplaron al saber que no.
Sin embargo, Snape estaba tan molesto que salió en busca de Potter. “Maldito chico, con esa…. No, no voy a dejarlos, no..”
Harry ajeno a todo, iba visiblemente contento por los pasillos de Howarts, iba a dirigirse a hacer sus tareas cuando se topó con unos ojos negros de repente visiblemente rabiosos, “como siempre” se dijo. “A sabe que le pasará ahora, me temo que cuando tengo la esperanza de acercarme esta se desvanece”
Snape se acercó a él con pasos decididos y muy notorios
Snape: Potter, venga conmigo
Harry: Señor, iba a dirigirme a hacer mis tareas ya que …
Snape: No me importa Potter, he dicho que me acompañe – Lo miró con desdén y haciéndole ver que no iba a aceptar ninguna tonta excusa más.
Harry: Sí señor.
Caminaron hacia las mazmorras, pasaron al lado de la habitación de Isa, Snape miró a Potter, para darse cuenta que este miró por el rabillo del ojo si ella estaba en su habitación, los celos aun seguían instalados en él. Apretó los puños. Se dirigieron a su despacho, Snape la abrió permitiendo que Harry entrara primero.
Snape: Pase
Harry: Sí señor – Harry pasó al despacho de su profesor, sin saber porqué ni que había hecho esta vez para posiblemente ser castigado o lo que quería el hombre, se encogió de hombros. Dando un suspiro.
Snape entró y cerró la puerta tras él. No entendía que estaba haciendo, y porqué llevó a Potter a su despacho, entendía que estaba demasiado molesto con él, pero, no sabía en ese momento que excusa darle al chico lo bastante convincente para que no pensara que se había vuelto loco. Hasta que se le ocurrió algo. Sabía que seguramente se arrepentiría, pero, de todos modos también era verdad que deseaba saber si el muchacho seguía teniendo pesadillas con el Lord.
Snape: Potter, ¿Sigue teniendo pesadillas?
A Harry esto le sorprendió, no solo por la pregunta, y porque pensaba que esto iba a ser una nueva detención, si no, por el tono empleado por su profesor, sonaba de preocupación. Se sonrojó un poco y contestó.
Harry: Sí señor, algunas noches
Snape: ¿Solo sobre el Lord?
Harry: Sí y no, a veces con él y otras veces con ataques, eso sí, cuando las tengo le pido a Isa que duerma conmigo y me relajo. – Harry se sorprendió a si mismo, no sabía porqué había hablado demasiado y porque le estaba confesando esto a Snape.
Snape por su parte, volvió a maldecir a la muchacha, tenía más puntos con Potter de lo que pensaba.
Snape: No me parece apropiado que duerman juntos señor Potter, y mucho menos si es el castillo
Harry: Oh, no señor, aquí aun no hemos dormido juntos – Harry se maldijo así mismo, no sabía porque le estaba diciendo todo eso a Snape, pero no podía controlar su boca
Snape: Ni aun ni nada Potter – Dijo Snape acercándose al muchacho - ¿Me ha oído bien? No va a dormir con ella en mi territorio tenga o no pesadillas – Resopló Snape acercándose aun más.
Harry estaba sumamente nervioso, la cercanía de su profesor se le hizo un tormento, sobre todo porque podía sentir el aliento y la calidez de su cuerpo. Se sonrojó mucho más y su nerviosismo comenzó a ser bastante notable, nerviosismo que su profesor también notó.
Severus se estaba divirtiendo mucho, el nerviosismo de Potter le sorprendió y le agradó a la vez. Puede que no sea demasiado tarde pensó, empezó a jugar con esto nuevo que había descubierto a su favor. Se acercó un poco más a Harry, casi hasta podía rozarlo ya. Se inclinó para hablarle con un tono más suave, controlando su timbre de voz
Snape: ¿Qué pasa Potter? Está nervioso, no me diga que le molesta mi cercanía, o ¿Será miedo o temor? ¿Me teme Potter? – Le dijo casi pegado a su oído.
Harry se volvió a estremecer, esto era algo que ni en sus mejores sueños había contemplado, tener tan cerca al hombre que amaba, trató de controlar su respiración y se aclaró la garganta para poder responder-
Harry: No señor, no le temo ni me molesta su cercanía
Snape arqueó una ceja ante esta respuesta que sabía que no era verdad,
Snape: ¿Ah no? El temblor de sus manos y de su cuerpo dicen otra cosa, no puede mentirme Potter, si no me teme ni le molesta mi cercanía, ¿Por qué ese nerviosismo por su parte? – volvió a insistir, le gustó ver ese comportamiento en el chico. Francamente lo estaba pasando muy bien, como ver el rubor en las mejillas de Harry, eso también le gustó.
Harry por el contrario, lo estaba pasando mal aunque a la vez bien, era una situación demasiado extraña y no sabía del porqué del cambio de comportamiento de su profesor. Tal vez Isa tenga razón y el sueño se me esté cumpliendo. ¿Será?, de verdad Snape siente lo mismo que yo. Mientras se perdía en sus cavilaciones internas no se percató del modo en que Severus Snape lo estaba mirando, lo escaneó de arriba abajo. Se dio cuenta que tenía el pelo rebelde, desordenado, sus gafas algo caídas, su túnica de estudiante abierta dejando ver una camisa blanca y unos pantalones negros muy ceñidos al cuerpo. Su corbata hacia un lado, su aspecto para ojos de Snape era la de un chico muy atractivo y apetecible. Su hubiese mirado en ese momento a su profesor se habría dado cuenta de que este se lo estaba pasando muy bien escudriñándolo. Incluso se olvidó de la pregunta que le había realizado hace un momento. Para Severus la visión de Harry, su escaneo sirvió para darse cuenta que ya no era aquel niño que ingresó en Howarts cuando tenía 11 años, ya no tenía ese cuerpo de niño, si no un cuerpo de hombre bastante atlético, tonificado. Cuerpo de un joven que radiaba sensualidad y también cierta inocencia a la vez. Se lamió el labio pensando en que sabor tendría Potter, sus labios. Instintivamente llevó su mano hacia la mejilla del chico, sin pensar en lo que hacía dejándose llevar, su toque era cálido y suave, deslizó sus dejos sobre la mejilla de Harry llevándola hacia un lado y a otro disfrutando de la calidez de su piel. Harry estaba tan sumido en sus pensamientos también que esto le sorprendió, cerró los ojos para sentir la mano algo áspera de su profesor, seguramente debido a todos los ingredientes que debe de tocar al cabo del día, aunque para él era un toque con mucho cariño que disfrutó, Snape se fue inclinando poco a poco, lentamente hacia su alumno con un brillo especial en sus ojos negros, quería besar esos labios que tanto inconscientemente había deseado por semanas y sobre todo estas últimas horas gracias o a la desgracia de cierta chica que le tenía de los nervios por culpa del acercamiento tan especial que tenía con su chico, para Snape, Harry pasó a ser suyo, aunque no le haya dicho nada aun, pero, en su interior, lo reclamaba como suyo. Pronto sus labios se rozaron con los de Harry, estaba confuso de cómo el chico reaccionaría ante eso, pero le agradó ver que no lo rechazaba, disfrutó un poco del tímido roce de sus labios, para finalmente juntarlos totalmente con los del chico. Notó que este se estremecía bajo su toque, bajo la calidez de sus labios, lo rodeó de la cintura con sus brazos posesivamente mientras que Harry se colgaba de su cuello profundizando aun más el beso, notó la pasión en Harry, pasión que él mismo correspondió gustoso. Estuvieron unos minutos así, descubriendo el sabor de su boca, dejándose llevar por los sentimientos que sentían. Abrazados sin querer despegarse el uno del otro. Pero ese temible momento llegó, se separaron, se miraron preguntándose ¿Y ahora qué?, Harry no podía creer lo que acaba de pasar, sus deseos se han cumplido y eso le hizo sentir una gran dicha en su corazón. A Severus le pasaba lo mismo. Harry sabía que debía de pensar muchas cosas al igual que Snape, se armó de valor y habló.
Harry: Señor, sé que lo que acaba de pasar tiene que quedar entre nosotros no se preocupe por ello, no le voy a contar a nadie, como también sé que ambos necesitamos tiempo para pensar lo que acaba de ocurrir, primero quiero que sepa por mi parte que no me arrepiento de esto y que me gustó el beso. Llevo mucho tiempo deseándolo. Sí señor, estoy totalmente enamorado de usted. No le pido nada, solo que me conozca, pero como le dije, sé que necesitamos tiempo para poder ordenar nuestras ideas, entonces con su permiso, me retiro.
Harry salió del despacho de Snape, muy a su pesar, este estaba tan sumido en su yo interior que cuando iba a decirle que esperara fue demasiado tarde porque el chico ya había salido de su despacho. Se tocó los labios y sonrió. Mentalmente se repetía una y otra vez las últimas palabras de Potter “Llevo mucho tiempo deseándolo, estoy totalmente enamorado de usted”, esas palabras hicieron mella en él. No dejaban de resonar en su cabeza para instalarse dentro de su corazón, le daba muchas esperanzas de una vida plena, después de tanta amargura como ha vivido, como han vivido e iban a vivir por culpa de Voldemort. Entonces pensó ¿Y su amiga? ¿No es su enamorada? ¿Su pareja? No entendía nada, no entendía el papel que ella jugaba en la historia, y lo que representaba para Potter, si era una amiga especial solamente o había algo más. Estaba claro que el chico la quería demasiado, pero ¿Hasta que punto? ¿Era su rival? ¿El chico estaba confundido y no sabía sobre su orientación sexual o a cuál de los dos realmente amaba?. El comportamiento de ellos dos desde que llegaron a Howarts decía que se amaban, incluso la gente lo decía, tanto rumores como afirmaciones de gente que les había visto, incluso él mismo lo ha pensado al verlos juntos. Realmente para él aun representaba una amenaza grande, sabía que para Potter es demasiado especial como para no tomarla en cuenta a pesar de la confesión que el muchacho le acababa de hacer. Estaba claro que tenía que pelar para conseguir su cariño, e iba a pelear eso seguro. No iban a arrebatarle de nuevo la dicha, cuando la acaba de encontrar. Cuando creía que le pertenecía esa dicha.