Podeis encontrar la historia original aquí
https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/InvisibleNota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan
Capítulo 17
Reuniones, Arrestos y SueñosUna vez que Severus y Harry estuvieron en Hogwarts se separaron temporalmente. Severus le dijo a Harry que volviera en dos horas, no más tiempo de eso pues no quería tener que dar vueltas. No tenía duda de que Dumbledore se pasaría una hora hablando sobre nada, y luego la siguiente hora hablando ya de lo importante. Conocía a su jefe muy bien después de tantos años. Ahora Severus se encontraba esperando a que la gárgola se moviera para subir las escaleras. 'Entra Severus' antes de que pudiera llamar. Recordó un tiempo donde eso le había molestado hasta un punto infinito, ni siquiera darle la oportunidad de llamar apropiadamente. Esas cosas triviales le dejaron de molestar con el progreso de la guerra, y estaba bajo incluso más presión por parte del Señor Oscuro.
"Severus ¡qué bueno verte!" exclamó Dumbledore, su usual brillo no estaba presente hoy. Tenía pequeños sacos bajo sus ojos, como si hubiera tenido problemas para dormir. Se preguntó brevemente por qué Dumbledore no se tomó una poción revitalizante. Eso es lo que él (Severus) hacía cuando no había dormido mucho. Le daba energía y las bolsas bajo sus ojos desaparecía junto con el cansancio. Aunque lo había bebido mucho y había creado inmunidad para todos sus efectos. Por eso ya no lo usaba tanto pero Dumbledore no tenía esos problemas.
"De echo." dijo Severus sentándose; vio los ojos de Dumbledore, ojos se abrieron. Se imaginaba que era por lo que llevaba. En vez de la túnica negra de enseñar, llevaba unos pantalones negros y una camisa blanca debajo de la capa. Realmente, Dumbledore honestamente, ¿no creería que llevaba siempre su túnica de enseñar, no? A lo mejor no le gustaban los colores pero no significaba que no le gustara la ropa formal y más cómoda cuando no estaba cerca de las pociones.
"Gracias por venir Severus, estoy agradecido de que pudieras encontrar tiempo." dijo Dumbledore agradecido y recuperando el brillo cuando pudo recuperar la compostura de ver a Severus el chico al que veía como su hijo, vestido casualmente.
"El Señor Peverell quería ver a sus amigos antes de que el verano comenzase." dijo Severus disfrutando la falta del brillo en los ojos. Dumbledore no le gustaba ser recordado que la alfombra había sido retirada de sus pies.
"Ya veo" dijo triste Dumbledore "¿Café? ¿Caramelo de limón? ¿Tarta? ¿Galletas?" hizo un gesto a la larga bandeja de la mesa, las teteras con hechizos para mantenerse calientes y la comida fresca. Los cuales solo duraban 5 horas tras lo cual no se podía volver a conjurar.
"Debería" dijo Severus, cogiendo una taza de café negro. Café Jamaicano lo amaba más que cualquier otro, también cogió un par de digestives de chocolate. Entonces procedió a relajarse en la silla, si iba a estar ahí entonces por lo menos debería estar cómodo. Aunque estaba preocupado por su madre, estando sola en ese piso. Había mortífagos corriendo con libertad ahora, tratando de impresionar al Lord otra vez. No quería que estuvieran cerca de su madre; sería difícil negar que no es su madre si la ven. Severus sabía desde que era joven que había heredado sus rasgos de su madre, especialmente la pálida piel la cual le irritaba infinitamente.
"¿Sabías lo que iba a decir anoche?" preguntó en voz baja Dumbledore, después de servirse un trozo de tarta de limón. He estaba indudablemente enamorado de cualquier cosa con limón; especialmente amaba los dulces Muggle llamados gotas de limón y skittles. Agradecidamente parecía que la mayor parte de las bolsas contenía más del sabor de limón que de ningún otro, lo que complacía al anciano.
"Algunas partes." admitió Severus bebiendo café, una vez que estaba casi terminado cogió una galleta y le dio un mordisco. Repitió el proceso varias veces hasta que recogió las migas y miró a Dumbledore sin emoción.
"¿Por qué le dejaste salir así?" preguntó Dumbledore, no tenía intención de gimotear realmente, no las tenía pero lo hizo. No se dio cuenta Severus de que Nick era importante en el futuro, no solo cuando venciera a Voldemort sino también daría esperanza a muchas familias en estos momentos oscuros. No solo eso sino que además con Nick a su lado, él guiando al niño más miembros de la Orden se unirán y tendrán de echo una oportunidad de vencer a Voldemort. Tenía que hacer que Severus viera eso, desafortunadamente el daño estaba hecho y no creía que pudiese hacer nada para evitar eso. Había visto el periódico esa mañana, todo, cada palabra que fue dicha había sido reportada – incluso después de enviar a los alumnos a su dormitorio. Le molestaba, sabía que sus profesores no lo habían dicho, o por lo menos lo asumía.
"Harry lo necesitaba; lo ha estado guardando durante tanto tiempo que iba a explotar de una manera u otra. Quería que explotara en un sitio en el que le pudiese echar un ojo y asegurarse que nada iba mal." explicó Severus rellenando su copa y reclinándose mientras Dumbledore le contemplaba.
"Tuve que parar a Nick para que no le denunciara." suspiró Dumbledore.
Severus bufó incrédulo "¿No se dio cuenta el chico de lo que le llevó a Harry a ir sobre ellos?" preguntó incrédulo Severus.
"Ahora lo hace." Dijo cauteloso Dumbledore.
"¿Y su reacción?" preguntó Severus con genuina curiosidad a lo largo de su cara.
"¡Se fue del cuarto gritando!" gritó Phineas Nigellus Black un ex Director de Hogwarts. Severus rápidamente se paró de reír ante la mirada de Dumbledore.
"¡Estaba entendiblemente cabreado!" siseó Dumbledore al retrato.
"De echo el conocimiento de que Harry puede dejarles sin dinero y sin nombre debió dejar un sabor amargo en su boca." El oscuro hombre estaba sonriendo tras su taza. Harry era el cabeza de los Peverell; los Potter eran Peverell bajo un apellido distinto. Eran sus descendientes directos, básicamente lo que él es, es la cabeza de los Potters sus propios padres y hermanos. Potter realmente debió haber vigilado mejor sus propiedades y bóvedas, también asegurarse de que le gusta al goblin que cuida sus bóvedas y quiere ayudarte. Si les hubiera gustado James habrían estado ‘obligados’ a decírselo. Como parece que el goblin no le informó, le confirmó a Severus que no le importaban mucho los goblins. Severus tenía muy buena relación con sus goblin, y de esa forma permanecerá. No es que se hubiera preocupado de que alguien le fuese a hacer algo así a él, él era esencialmente el último de su línea. Su madre fue desheredada, no tenía una bóveda, y no recibió nada de sus padres. Los Prince nunca la perdonaron por irse, pero estaban felices de dárselo a su nieto mitad sangre pura, lo cual Severus creía que tenía más que ver con que no querían que el Ministerio se quedara con ello o un relativo lejano. Por supuesto se había asegurado que su madre tuviese dinero para lo que quisiera, le dijo que comprase una casa, una mansión lo que ella quisiera. Ella eligió un piso con dos habitaciones y una tienda debajo en la cual trabajar, y ella con esfuerzo hizo su propio dinero.
"¿Puedes asegurarme que eso no pasará?" preguntó en voz baja Dumbledore. No solo eso si no que quería preguntarle a Severus por qué no le había dicho que conocía a Harry. ¿Por qué lo guardó en secreto todo el tiempo? ¿Era ahí dónde Harry había estado? Con Severus, tenía sentido por que Harry era admitiblemente bueno en pociones a pesar de sus notas.
"Harry Peverell es un chico de 14 años emancipado, el cual tendrá 15 en unos cuantos meses. Es independiente a lo que respecta; no hay duda de que te diste cuenta e eso esta noche. Si le digo al chico que no lo haga lo hará solo para despecharles. No es como si lo haría puesto que no me importan los Potter Albus, y nunca lo haré." dijo Severus honestamente.
"¿Desde hace cuanto que conoces a Harry?... me refiero a fuera de Hogwarts" aclaró Dumbledore viendo como Severus fruncía el ceño confuso. Severus tomó un trago largo de la bebida antes de contestar a Dumbledore.
"Volvió al piso de mi madre...tres días después de haber ‘muerto’" dijo Severus sus labios torcidos con disgusto al pensar en Nick Potter. Dumbledore se estremeció como si hubiera sido golpeado; pareció en cogerse, parecía como si algo le hubiese pasado al hombre. "Torturado, sangrando y medio muerto, me pasé la noche curándole, ahora ya ha mejorado."
Dumbledore parecía mareado, nunca le había sentado bien la tortura Albus Dumbledore o le gustaba oír hablar de ella. Es su opción tener que oír hablar de ella puesto que la está permitiendo. Dumbledore sin ninguna duda dejaba que pasara por 'Un bien mayor' como le gustaba decir. Bueno no era Dumbledore quien hacía el trabajo sucio, era él. Estaba agradecido de que su juicio hubiera sido demasiado público, o sino habría tenido que regresar una vez más.
"¿Fue torturado?" tragó Dumbledore su cara pálida, parecía un poco enfermo si Severus era honesto.
"De echo, incluso ahora todavía tiembla un poco por haber estado tanto tiempo bajo la maldición Cruciatus." dijo Severus como si discutieran del tiempo. No se iba a censurar, y dejar que Dumbledore se sintiera engreído. Le estaba diciendo a Dumbledore los hechos y esperando que le diese a Harry un descanso. Notó que fue Harry esto Harry aquello desde que llegó a la oficina. No estaba feliz de que una vez más Dumbledore estaba poniéndose de lado de Nick Potter sin ninguna duda. Sabía que Harry no se sorprendería; nada parecía sorprender al adolescente últimamente.
"Ya veo" dijo Dumbledore tragando. Dejó la tarta que había estado agarrando y empujó su plato lejos. De repente ya no quería comer más cuando salió a la luz la implicación de lo que Harry había pasado estos tres días.
"Mmmhmm" dijo Severus terminándose la taza y bajándola, tampoco tenía él más hambre.
"¿Era cierto lo del aprendizaje?" preguntó Dumbledore su voz tensa.
"Sí, tus profesores son patéticos; no dejaré que Harry sufra por que uno de sus profesores tiene algo contra él. Notarás que irónicamente Nick consigue Supera las Expectativas en todos los trabajos de Pociones mientras que Harry consigue Troll...en primero era al revés. Sólo acuérdate cuando lleguen los OWL de Nick Potters no te sorprendas cuando o te quedes en shock cuando las notas no sean las adecuadas." despreció Severus. Tenía razones para aborrecer a Nick, era absolutamente malo en pociones, había volado demasiadas.
"Ahora Severus...no hay necesidad de insultarle." dijo Dumbledore.
"¿No? Dejó a su propio hermano para que muriera...que para el caso estaba sólo a 3 pies de él. No puedes decir que es mentira, te estaba mirando directamente a ti y a James Potter cuando confesó. Incluso si no fuera el caso, me estaba mirando a mi a los ojos cuando me lo contó." Dijo abruptamente Severus profundo enfado en su voz.
"Le necesitamos Severus ¿no estás de acuerdo?" preguntó Dumbledore sus ojos brillando otra vez.
"¿No? Es un cobarde y si el mundo confía en él Dios nos salve por que estamos jodidos. ¡Dejó a su propio hermano sólo para salvas su propio cuello! ¡Su propio maldito hermano! ¿Crees que no lo hará una y otra vez?" bufó Severus con disgusto al pensar en Nick maldito Potter. Él de verdad aborrecía al repugnante cobarde pequeña cucaracha y estaba agradecido de saber...que el idiota no era el responsable del mundo mágico. Quería decir todo lo que le dijo a Dumbledore, siendo engañoso pero aún así diciendo la verdad. Le prometió a Harry que no lo diría, y hasta que el chico no estuviera preparado era un secreto que estaba feliz de guardar. Mantendría a Harry a salvo hasta que fuese el momento; a nadie le importa si Harry era entrenado así que le podía entrenar con lo que quisiera. Sin que la gente le vigilase como halcones sin duda es lo que le pasaría ahora a Nick Potter.
"¿Cómo vas a lidiar con un aprendizaje y con enseñar a Nick?" preguntó Dumbledore.
"¿Qué?" preguntó Severus asfixiándose con su propio aire y un poco en shock. Después de todo lo que acababa de decir Dumbledore se había girado y le había preguntado eso. A veces se preguntaba si Dumbledore estaba ahí, y ahora estaba comenzando a creer que no.
"Nick va a ser entrenado para esta guerra...durante el verano aquí en Hogwarts. Filius y Minerva ya están de acuerdo. No hay nadie mejor en Defensa que tu, a lo mejor debería ser entrenado también en algunos hechizos de ataque de Arte Oscura" dijo Dumbledore, sin darse cuenta de que Severus no quería hacer eso, ni ahora ni nunca. Iba a volver a ser rechazado, otra vez a pocos días, y no iba a estar feliz por ello.
"Lo siento Albus pero, ¿qué tiene eso que ver conmigo?" preguntó incrédulo Severus. "Prometiste ayudar...hiciste una promesa" dijo Dumbledore.
"La hice, de ayudar de cualquier forma que pudiese a proteger al niño que vivió incluso si significaba mi muerte. Algo que estoy dispuesto a cumplir pero no puedo dar clase al niño, ¡interferiría con mi promesa puesto que querría matar al chico!" dijo Severus. Ningún nombre fue mencionado, así que sin saberlo había estado violando la promesa. Nick no era el que sobrevivió; no se suponía que debía estar protegiéndole si no que era a Harry a quien se suponía que debía proteger. Lo que hacía todo más fácil para él, sólo se estaba asegurando de que Dumbledore no aprendiera la verdad en progreso.
"¿Matar? ¿No tienes sentimientos tan negativos hacia él verdad?" saltó Dumbledore sus gafas de media luna colgaban peligrosamente al final de la nariz. Ni siquiera se molestó en empujarlas para arriba, estaba demasiado ocupado preguntándose qué narices le había pasado al mundo.
"Albus...¿no estás escuchando ninguna maldita palabra de lo que acabo de decir?" suspiró con exasperación Severus.
"Bueno...sí." admitió Dumbledore suspirando derrotado, simplemente tendría que enseñarle él mismo a Nick.
"Bien, entonces hemos terminado, sí me llevaré a Harry como un aprendiz, y no daré clase a Nick Potter. Ayudaré a mantenerle vivo, nada más y nada menos; el niño que vivió no sucumbirá. Ahora si me disculpas creo que mi aprendiz me está esperando." dijo Severus levantándose y poniéndose la capa antes de salir.
Mientras Severus salía, pasó por el Gran Comedor como todos harían; para su sorpresa James Potters tenía una nariz negra todavía con moratón. Se preguntó por qué Poppy sintió la necesidad de seguir con su castigo. Juzgando por el color y modo en el que estaba la nariz había sido curada al estilo Muggle, o simplemente la empujaron de vuelta a su lugar. Una mueca sádica cruzó por su cara mientras se marchaba, James sí que le vio y su cara cambió a shock, enfado y disgusto.
Tarde esa noche Harry estaba tumbado en su cama recordando los eventos de ese día, Fleur tan pronto como le vio comenzó a disculparse tanto en inglés como en francés. Pasaron por lo menos 20 minutos hasta que la convenció de que no la culpaba. Le preguntó si podía mantenerse en contacto y la calmó y finalmente la aseguró que de verdad él no la culpaba de nada. Luna le había abrazado por media hora, justo cuando estaba a punto de asfixiarle Viktor la separó. Una vez que los ‘estoy agradecido de que no murieras' diálogos fueron dichos se sentaron todos juntos en el lago y les contó su historia, menos la parte del niño que vivió. Harry se quedó mudo al saber que Karkaroff había desaparecido repentinamente del radar. Fue bueno que uno de los alumnos de Drumstrang sabía como controlar el barco para poder volver a casa.
La despedida de Viktor fue muy agridulce, por mucho que le hubiera gustado quedarse con Harry no podía. Tenía una carrera de Quidditch que implicaba que no podía estar mucho tiempo en un sitio. Viajaba alrededor del mundo, y no se iba a poner mejor ahora que había terminado el colegio. Cuando no estuviera jugando confesó que le gustaría estar más tiempo con su familia. Prometió mantenerse en contacto y también darle un libro con el que comunicarse, así no matarían a ninguna lechuza (por estar exhaustas) volando a y desde Inglaterra y Bulgaria. Sabían que iba a ser de esta forma desde el principio, pero Viktor prometió visitar. Le dijo a Harry que no le esperara, que buscara a alguien que pudiera estar totalmente con él, la forma en la que él necesitaba. Viktor estaba feliz por Harry cuando se enteró de que se había convertido en un aprendiz y que de todas formas no se habrían visto mucho.
Harry de todas formas quería concentrarse en su aprendizaje, tendría mucho tiempo para hacer otras cosas cuando lo terminase...o por lo menos eso esperaba. Si esa profecía era verdad parecía que iba a tener que ser él el que venciera a Voldemort. No era un pensamiento muy confortable, teniendo a gente en su vida que amaba – ignorar la profecía no era una opción.
Una vez que volvieron a 'casa' guardó sus cosas, Harry estaba completamente feliz con su nuevo baúl. Su lechuza uluó desde la esquina de la habitación, y Harry sonrió suavemente. Había pocas personas que amaba, su querida lechuza era una de ellas, Eileen era otra, Luna, Cedric, Fleur y Viktor eran los demás. Severus estaba creciendo en él rápidamente, pero solo por que decía lo que pensaba y le recordaba a Harry a Eileen.
Los pensamientos de Harry mientras se metía en la cama fueron sobre el juicio; Madam Bones vino a visitarle. Eileen estuvo con él, Severus se había marchado media hora antes de que ella viniera. Dejó una pila de cartas, diciendo que tenía pociones que enviar. Harry estuvo agradecido de que Eileen estuviera ahí, Madam Bones parecía muy estricta y una mujer que no admite tonterías. No es que estuviera particularmente intimidado, o sintiera la necesidad de apoyarse en alguien, él era muy independiente, simplemente no era una fiesta de té. Estaba compartiendo memorias con ella, y enseñándole lo que le pasó mientras que estuvo capturado.
Madam Bones se sintió enferma y temblorosa con lo que vio, Macnair era un empleado del Ministerio. Lucius Malfoy estaba en el gobierno, un hombre con mucho poder, quien no se librará de esto. Sabía muy bien que una persona no podía mostrar emociones bajo la maldición Imperius. Seguro que no dejaba rastro si te la lanzaban, pero había formas, especialmente viéndolo a través de un pensador. Puesto que Harry estaba muy decidido a hacerlo iba a reunir a un tribunal enseguida.
Harry se quedó de piedra con las noticias.
"¡Alastor!" gritó Madam Bones, Alastor Moody era el mejor Auror que el ministerio había tenido nunca. Atrapó a muchos mortífagos cuando fue Jefe de la División de Aurores. Después de que fue cogido con la guardia baja no era de extrañar que quisiera volver, más para probarse a si mismo que por otra cosa. Fudge le había contratado ayer, y ya había vuelto a trabajar. Mayormente estaba a cargo de los nuevos reclutas, y entrenarles también para lo que se avecinaba.
"¿Sí?" gruñó el hombre la pregunta, su ojo moviéndose rápidamente. Su ojo era muy útil para él, lo había sido por años. Paró a cualquiera que quisiera espiarle, Podía ver a través de paredes, puertas, pasillos, era muy útil.
"Tengo un trabajo para ti," Madam Bones dijo con una sonrisa en su cara, Alastor frunció el ceño pensativo. Nunca había visto a Madam Bones con algún tipo de emoción en su cara y menos con una sonrisa. Debía ser algo grande – no tenía ni idea de lo grande que era hasta que ella dijo. "Quiero que traigas a Malfoy, Avery y Macnair acusados de mortífagos y por usar imperdonables y Artes Oscuras." Alastor se quedó en blanco.
"¿Qué?" respiró sorprendido Moody. Él por supuesto había tratado duramente para sacar a una basura como Malfoy de las calles la última vez. Había estado muy furioso cuando el Ministerio le dijo que había estado 'bajo la maldición Imperius' todo el tiempo. Sabía que a alguno le había pasado eso pero la idea de que a Malfoy le pasara eso era para reírse por lo menos.
"Ya lo oíste" ella dijo, su sonrisa se había ido y su cara otra vez sin emoción.
"¿Tenemos las evidencias suficientes a caso? Por que si se libra otra vez...esto será todo" dijo Moody, su cara torciéndose con disgusto al pensar que el bastardo se fuera a librar otra vez. Sería uno de sus mejores días si podía llevar a esa basura a Azkaban; sería bueno volver de todas formas, pongámoslo de esta forma.
"Memorias" dijo Madam Bones sus labios curvándose en lo que se podía describir como excitación. Madam Bones odiaba a los mortífagos; habían matado su vida entera. Madre, padre, hermana, hermano la única que sobrevivió fue su sobrina a quien estaba cuidando como a su propia hija. Había creido que Malfoy estuviera bajo el imperious tanto como Alastor.
"¡Brillante!" lloró el Auror habiendo que Amelia saltara casi de su piel.
"Bueno tienes trabajo que hacer, así que debería ir yendome," dijo Amelia Bones, dándole el papel – los permisos para arrestar a esos tres y sus cargos.
"¡Shacklebolt! ¡Dawson! ¡Smith! Vengan aquí" ladró Moody su cuerpo temblando por la anticipación.
"¿Qué pasa?" preguntó Kingsley Shacklebolt mientras entraba en el cuarto. Era sin ninguna duda el Auror más alto de la división. También era una fuerza a reconocer por su poder.
"Tenemos nuevos arrestos que hacer" dijo Moody dándole los tres pergaminos. Eran los pergaminos apropiados.
"¿Estás bromeando verdad?" preguntó Smith mirando al papel como si no se creyera lo que veía.
Moody solo le miró con desprecio. Smith era un buen duelista pero muy bocazas, lo cual Moody estaba determinado a hacerlo sin él. Tenía un hijo si Moody recordaba bien, Zacharias Smith, Huffelpuff en Hogwarts. La forma en la que Smith hablaba de él no había duda de que era tan bocazas como su padre.
"Macnair está aquí, son los otros dos los que van a ser más difíciles" dijo Moody.
"¿Vendrá Stutler?" preguntó Shacklebolt, era el mejor rompiendo barreras y lanzando maldiciones. O más bien el segundo según la opinión de Shacklebolt, Bill Weasley era el mejor pero trabajaba para Gringotts.
"No, con esperanza no lo necesitaremos" gruñó Moody.
No hace falta decir que poco tiempo después los 3 mortífagos estaban arrestados, sentados incómodos en las celdas del Ministerio de Magia. Ni sus contactos podían ayudarles ya, no cuando se les arrestó con pruebas. Ni siquiera Cornelius Fudge tenía poder para dejarles libre; era cosa del Wizengamont.
Harry tuvo el sueño más raro de su vida, estaba pasando a través de muchas puertas. Una llamó su atención, cuando trató de abrirla no pudo. Entonces sus pensamientos se revolvían haciendo que la puerta se abriera y entrando. Justo antes de levantarse con la cicatriz doliéndole vio una esfera que parecía de cristal.
Rodando fuera de la cama respirando pesadamente y salió de la habitación. Fue al frigorífico y cogió un vaso de leche, esperando que le ayudase. Se acababa de poner el vaso en el medio de la frente cuando escuchó hablar a una voz.
"¿Duele?" preguntó Severus mirando al adolescente con esos ojos onix. "Sí" suspiró Harry sentándose bebiendo su vaso de leche haciendo una leve mueca.
"¿Qué estabas pensando antes de que comenzara a doler?" preguntó Severus curioso, su periódico de pociones olvidado. Eran las 12 de la noche y estaba a punto de terminar el artículo e irse a la cama. Este periódico de pociones era de los Maestros de la academia de conferencia de pociones. Nunca visitaba cuando hacían su conferencia, pero compraba siempre la edición mensual. Siempre le inspiraba para crear nuevas pociones, o por lo menos le ayudaba a mejorar pociones.
"Estaba durmiendo..." dijo Harry pareciendo pensativo.
"¿Entonces comenzó a quemar?" cuestionó Severus. Había muchas cicatrices causadas por maldiciones pero no sabía exactamente lo que una cicatriz de la maldición de la muerte podía hacer o haría. Así que este era un nuevo territorio y el echo de que estaba consiguiendo ver los efectos le hacía estar intrigado por no decir menos. Ideas sobre pociones para desvanecer el dolor estaban comenzando a formarse o por lo menos para reducir el dolor considerablemente.
"No...comenzó después de tener ese raro sueño," dijo pensativo Harry "Un largo pasillo...justo cuando desperté una imagen de la esfera hizo que mi cicatriz volviera a doler."
"¿Una esfera?" preguntó Severus sus ojos llenos de intensidad su piel palideció. "Si, parecía de cristal" dijo Harry asintiendo con su cabeza.
"Ese no era tu sueño" dijo Severus sus ojos brillando.
Harry pestañeó confundido preguntándose qué narices quería decir con eso.
"Te conté sobre la obsesión de Voldemort con conseguir la maldición ¿cierto? Bueno intentó una y otra vez de que sus mortífagos entrasen en el Ministerio para cogerla. Uno casi lo consiguió, se volvió loco y ahora está en San Mungo. Sólo la persona para la cual es puede entrar en el Ministerio para conseguirla...Voldemort nunca encontró el coraje para ir a por ella. Tenía miedo de que al entrar le cogieran siempre asumí eso...el Ministerio está bien protegido. Lo cual no es su estilo, no nos dio razones para explicar por qué hizo lo que hizo" susurró Severus sin poder hacer nada.
"¿Cómo sabe la gente para quién es?" preguntó cauteloso Harry.
"Pone su nombre" dijo Severus sardónicamente. Harry palideció drásticamente, solo entonces pensó en lo que acababa de decir y entendió por qué el chico palideció.
"¡Entonces él sabrá!" tragó Harry sus verdes ojos brillaron con temor, no miedo de la muerte sino irónicamente miedo de que pudiera descubrir.
"Lo hará" dijo Severus honestamente.
"No puedo dejar que eso ocurra," dijo Harry su corazón queriendo salir de sus costillas. "Tenemos que cogerla." También ayudó que estaba indudablemente curioso sobre el contenido de la profecía.
"Tendrás la oportunidad, cuando vayas al m¡ Ministerio para el juicio, deberíamos llegar 20 minutos antes de que comience. Puedes escaparte para conseguirla te sugiero que cuando la escuches la rompas." dijo Severus calmando al agotado adolescente. En ese momento Severus se dio cuenta de lo duro que era para el adolescente. Parecía que no le importaba otra cosa más que mantener en secreto que fue él quien venció a Voldemort. Sabía que el chico no tenía miedo a morir, no parecía tener miedo de Voldemort – tenía miedo de las repercusiones de que la noticia saliera a la luz. Las noticias de que de echo fue él quien venció a Voldemort cuando tenía un año y tres meses.
"Bien" suspiró Harry alivio reflejado en sus ojos esmeraldas.
"¿Por qué tienes tanto miedo de que la gente sepa?" preguntó Severus preguntado la pregunta que le había estado rondando en su cabeza desde que lo supo. Desde que Harry le rogó que mantuviera el secreto había sido serio sobre si Harry no hubiera querido saber por él si se lo habría dicho a Dumbledore por lo menos, ya que de ser así le creyese o no las consecuencias habrían estado ahí. Menos mal que no tuvo que seguir ese camino, tendría que entrenar al verdadero niño que vivió para la batalla oscura. Se aseguró de que sobreviviría para contar la verdadera historia. Severus no tenía dudas de que antes o después saldría a la luz, la gente se enteraría. Solo esperaba conseguir que Harry se hiciese a la idea, la cual que por alguna razón odiaba la idea de otros sabiendo. Pero tenía que hacerse a la idea después de 13 años guardando el secreto.
"¿Sabes que vi un Boggart en el laberinto antes de que todo pasara?" dijo Harry de la nada a Severus quien frunció el ceño confuso. Harry le estaba mirando con esos ojos suyos, tan joven y vulnerable y su mirada tan mayor. Severus solo elevó las cejas curioso sin darle a Harry una respuesta verbal.
"Al principio estaba confuso...Sólo me vi a mi...pero estaba gritando para que todos oyeran que yo era el niño que vivió...esa estúpida sonrisa que ponía mi hermano cuando le tomaban una foto...Entonces me di cuenta de que era un Bogart" suspiró Harry con preocupación.
Las cejas de Severus tan alzadas que habían desaparecido en el pelo le parecía un temor muy infantil. Aunque no era tan estúpido como el miedo a una araña o una cucaracha u otras cosas que había visto. No entendía el miedo de Harry; realmente no lo entendía, ¿sería tan malo si saliese a la luz? Parecía serlo. Entonces otra vez Voldemort había vuelto, y si se enteraba lo primero que haría sería matar a Harry. Entonces otra vez era un objetivo, pero Severus sabía mejor que ninguno que si se enteraba todo se volvería más vicioso sabiendo que el que estaba destinado a traer su muerte era Harry. Especialmente considerando que Harry había matado a Nagini y Pettigrew, aparecerse de una casa que con barreras y soportado una tortura por 3 días. Había visto a hombre mayores romperse en menos tiempo, por cualquier mano de los mortífagos.
"Ya veo, ¿quieres otra poción para dormir sin sueños?" preguntó suavemente Severus, indicando que la conversación había terminado y que era hora de irse a la cama sin decir o demandar nada.
"No gracias, estaré bien," dijo Harry, levantándose y lavando su vaso lo puso en su sitió y se fue a su habitación con un callado "Buenas noches Señor." Y todo estaba en silencio. Severus se fue a su propia cama preguntándose qué pasaría en el venidero verano.
No tenía planes de quedarse ahí permanentemente; tenía su propia mansión, la Mansión Prince. Una con un laboratorio de pociones brillante, y una cama decente en ella y ahí es donde Harry estaría yendo. Esperaba convencer a su madre de que se fuera con ellos, las barreras eran mucho más seguras que las del piso. No es que las barreras del piso fueran inadecuadas solo que as barreras de la Mansión Prince eran más antiguas y seguras.
Una vez que terminase el verano le preguntaría al chico lo que quería hacer, ir a Hogwarts y trabajar en su aprendizaje durante los veranos o aprendizaje a tiempo completo. Severus no podía negar que prefería que eligiese el tiempo completo, Severus tenía mucho que enseñarle con el regreso de Voldemort eran necesario que aprendiese todo lo que pudiese. Hogwarts no le iba a dar eso, su mente también dando vueltas sobre la profecía, la cual parecía que aparecía en los momentos más inoportunos. No podía negar que estaba curioso sobre el contenido completo de la profecía que había oído años atrás.
Otra cosa que era incapaz de creer – era que Harry Peverell no le culpaba por cómo se había desarrollado su vida. Si no hubiera sobre escuchado, los Potters no se tendrían que haber escondido. Pettigrew nunca habría tenido la oportunidad de traicionarles y Harry habría tenido una infancia normal. Entonces otra vez Severus debería haberlo pensado mejor, puesto que debió pensar que el destino siempre se sale con la suya.
Dom Ago 30, 2015 3:50 pm
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