Podeis encontrar la historia original aquí https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/Invisible
Nota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan
Capítulo 6 parte 3 Tan bueno como todo eso era, Harry estaba en un dilema entre ser reconocido por lo que había hecho y ser dejado en paz con sus asuntos como si nada hubiera pasado...como si no acabase de matar a una criatura viviente. Le enfurecía que Nick obtuviese el mérito de lo que había hecho otra vez, pero tenía miedo de que alguien lo descubriera y lo que le pasaría si alguien lo descubría, así que simplemente se mantuvo cayado.
Nada fue dicho después de esa noche. Aunque Severus, se estaba comenzando a poner frenético tratando de encontrar su viejo libro de pociones, puesto que ninguno de los Slytherins lo tenía. No podía creer que lo hubiese dejado en algún sitio donde cualquiera lo podría coger. Era peligroso; había hechizos en él que podían matar a personas en cuestión de segundos sin el contra hechizo, y sabía que los contra hechizos no estaban escritos en el libro. Si no encontraba o el libro o al alumno con él, podrían probarlos. Sería su culpa si alguien moría por uno de esos hechizos, aunque fuera indirectamente.
Harry no pudo evitar pensar tristemente, 'El primer juego de Quidditch de la temporada está próximo. ¿Podría la vida ponerse peor? ¿Por qué nadie ME VE? ¡Yo estaba pilotando esa escoba! ¿Cómo pudo confundirme con mi hermano? Para empezar no tenemos si quiera la misma largura de pelo.' Con un suspiro, se recostó y comió el desayuno.
Mirando a la mesa Gryffindor, vio como el Jefe de Casa de Slytherin iba hacia su hermano y le decía algo. No estaba seguro de lo que era, pero Snape parecía odiar a su hermano, y estaba agradecido de que ese hombre no le odiase tanto como odiaba a Nick. Parece que tendía a humillarle y a quitarle puntos cada vez que podía. Estaba agradecido de que alguien no amase ciegamente a su hermano.
Suspirando, se preguntaba qué diría la gente de la habilidad de su hermano al Quidditch. ¿Iban a venir Lily y James al partido? Se preguntó brevemente si habrían venido si fuese Harry el que volaba, pero inmediatamente desestimó la idea—Harry no era Nick.
Mientras pensaba en los Potter viniendo a ver jugar a Nick, Las puertas de Gran Comedor se abrieron, y con un vuelco en el estómago se dio cuenta de que eran James y Lily con Roxy. Tragó duro y vio como James le daba palmadas en la espalda a su hermano (y una nueva escoba en la que volar), palmadas que debió obtener él, y cariños de su Hermana y madre, cariños que debieron ser suyos. Su enfado explotó, hacienda que cada espejo del Gran Comedor explotara, causando que el jugo de calabaza y otras bebidas salpicaran por todas partes.
El Director solo movió su varita y las ventanas estaban reparadas, y las bebidas en su sitio otra vez. Todos movieron sus hombros y lo desestimaros Harry estaba sentado jadeando en la mesa de Ravenclaw; hacía mucho tiempo que no soltaba esa cantidad de magia. Daba gracias a que nadie le hubiese visto. Harry había estado pensando desde el incidente del buscador, y no pudo evitar pensar que era mejor no ser visto. Sus padres venían a felicitar a Nick y brindarle con toda su atención había traído el odio de vuelta. Famoso o no, sus padres son los que deberían haber estado orgullosos de él—¡Fue él después de todo!
"Harry, ven aquí," ordenó James mientras se levantaban para irse del comedor. "¿Qué?" preguntó Harry una vez que estaba a su lado.
"Vas a venir a ver a tu hermano, y nos vamos a sentar en la tribuna de los profesores," dijo James, cogiendo a su hijo por el hombro. Nick ya se había ido, seguramente a cambiarse; los demás todos se fueron yendo al campo de Quidditch.
Severus sintió como el odio comenzaba a burbujear cuando vio a la familia Potter, y viendo a Harry con su familia causó que el odio se transfiriera. De repente le golpeó que Harry era un Potter aunque fuse un Ravenclaw o se viese como uno. Gruñendo, él también se dirigió al campo, esperando que sus Slytherins ganasen a los Gryffindors; tenía una apuesta con McGonagall, así que ya podían ganar.
Severus había felicitado al chico Potter, pero estaba sorprendido con lo nervioso que estaba.
El chico Potter estaba tan nervioso por que no era tan bueno al Quidditch. Sabía que había sido su hermano, pero el pensamiento de la fama le echo para atrás de decir la verdad.
El resultado de la mentira de Nick supuso ver a Harry sentado con su familia en la tribuna de los profesores, sentándose lo más alejado posible de ellos sin ser demasiado obvio, pero luciendo infeliz y resignado.
Entonces, los comentadores de Gryffindor comenzaron a hablar a través del micrófono encantado. “Bienvenidos al primer partido de Quidditch de la temporada...¡Slytherin contra GRYFFINDOR!" gritaba Lee Jordan, un mago negro que era amigo de los gemelos Weasley.
"¡Los primeros en salir, los Gryffindors! Bateadores Fred y George Weasley, Cazadores Katie Bell, Alicia Spinnet, Angela Johnson, Capitán del equipo y Guardián Oliver Wood...y el Nuevo buscador...no otro que nuestro Niño-Qué-Vivió, ¡NICK POTTER!"
"Seguidos de los Slytherins Capitán del Equipo y Cazador Marcus Flint, Cazadores Adrian Pucey y Victor Mitcham, Guardian Miles Bletchley, Bateadores Damian Burke y Tobias Daley, y buscador Terrence Higgs" anunció Lee Jordan, sin el mismo entusiasmo.
"Quiero un bonito y limpio juego," dijo Hooch, sus ojos como gatos mirando a todos los jugadores y demandando su atención.
Madam Hooch, el árbitro, sopló el silbato; la Guerra de escobas había comenzado. La batalla comenzaba. La larga, caja de madera fue abierta, dejando libres a los Bludgers y la Snitch, y estas salieron. Con otro toque del silbato, la Quaffle fue lanzada.
La voz de Lee rompió los ánimos provenientes de las distintas tribunas. "Y Flint coge primero la Quaffle; esquiva a Bell, golpea una Bludger cortesía de Fred Weasley, ¿o era George? Flint tira, Wood se mueve para pararla. ¡Vamos Wood! ¡NO! Wood tuvo que saltar para esquivar una Bludger lanzado por Burke. Flint marca 10 - 0 Slytherin."
"Angelina Johnson tiene la Quaffle, se la pasa a Bell, quien la lanza—interceptada por el cazador de Slytherin Mitcham, quien se la pasa a Flint. Marca, 20 – 0 Slytherin." Tres cuartos de la tribuna comienza a abuchear, pisando fuerte en señal de protesta. La tribuna verde y platas gritaba dando ánimos.
"No hay señal de la Snitch hasta ahora. Nick Potter, Nuevo buscador de Gryffindor, está pilotando la nueva, obra de are Nimbus 2000, la mejor escoba en el Mercado hoy en dí—"
El anuncio de la escoba fue cortado por la reprimenda de, "Mr Jordan, comenta el juego, NO la escoba." La voz de McGonagall's soltó duramente.
Lee Jordan, tercer año de Gryffindor, murmura una disculpa, "Lo siento, Profesora," mientras se iba del agarre de McGonagall's. Los comentarios de las jugadas comenzaron otra vez. "Y las serpientes roban la Quaffle otra vez. Los gemelos Weasley golpean una Bludger al cazador de Slytherin Pucey. Fallaron. Marca. 30 - 0 Slytherins."
20 minutos habían pasado. La armada verde claramente había tomado el comando líder. El marcador había avanzado a 120 - 40 Slytherin. "Johnson tiene la Quaffle, esperemos que la pueda mantener para comenzar un contraataque. ¡Vamos Johnson! ¡Enseña a esas serpientes! Guardián Bletchley es golpeado con una Bludger en el estómago. Buen golpe Fred o George. Bell marca. 120 - 50 Slytherin. Bletchley está todavía en el juego, sacudiéndose los efectos del golpe." Jordan continuo mientras que algunos gritos de McGonagall se filtraban en el campo.
"¿Es esa la Snitch?" Lee preguntó excitado, cortando a la profesora de Transformaciones. El campo se quedó en silencio, mirando a los buscadores. "Potter hace un inmersión, yendo rápidamente hasta el suelo. El buscador de Slytherin también desciende, Higgs supera a Potter. Higgs tira hacia arriba y Potter retrocede evitando golpearse con el suelo por unos milímetros, la Snitch vuelve a desaparecer."
Media hora había pasado, Slytherin todavía dominante. Los bateadores de Slytherin han aumentado su ataque. Burke y Daley estaban lanzando las Bludgers a los Gryffindors, formando equipo con los cazadores. Los gemelos Weasley estaban demasiado ocupados para defender a sus compañeros de equipo de que se hicieran daño para frenar los avances de Slytherin. El marcador estaba 250 - 60 Slytherin. Los valientes leones estaban perdiendo el espíritu; su orgullo había sido dañado.
Higgs pequeños círculos, buscando la Snitch. Ocasionalmente, bajaba para romper el juego de Gryffindor.
Todos vieron con horror como la escoba de Nick Potter daba una sacudida violenta. O casi todos; a los Slytherins y a Harry no les daba pena.
Entonces otra vez.
La escoba no respondía a las órdenes de Nick. Es como si tuviera mente propia. Y no era la de su piloto.
"Potter parece que ha perdido el control de su escoba. Creo que los Gryffindors estaban equivocados al usar a alguien de primer año. ¡Muestra por que hay una regla en contra de ello!" Jordan estableció para aquellos que no lo habían notado todavía.
Las tribunas lo habían notado. Un silencio se instaló en el campo. Confusión y murmullos creciendo mientras el tiempo pasaba. Flint señaló a sus bateadores que sacaran a Wood. Dos Bludgers golpearon al Capitán de Gryffindor y Guardián, noqueándolo inconsciente y fuera de su escoba.
Nadie le prestaba atención, todos los ojos fijos en el Niño-Que-Vivió que tenía descontrolada su Nimbus 2000. Flint golpeó la Quaffle; no podían perder la oportunidad de asegurarse de ganar el partido, incluso si Nick Potter cogía la Snitch.
260 - 60 Slytherin.
La escoba de Nick se agitó a la derecha. El niño de pelo negro viéndose horrorizado.
270 - 60 Slytherin.
El Niño-Que-Vivió miraba a sus profesores y a sus padres rogándoles que hicieran algo. SIempre que sus amigos y admiradores trataban de ayudar, era lanzado hacia arriba.
290 - 60 Slytherin. Flint estaba disfrutando de meter la Quaffle a través de los aros sin resistencia.
De repente, Higgs vio la Snitch. Yendo hacia ella, sin prestar atención al niño-que-vivió el cual a penas se podía mantener en la escoba.
300 - 60 Slytherin.
Higgs estaba volando muy deprisa detrás de la Snitch. Derecha. Izquierda. Derecha. Abajo. Arriba. Abajo. Izquierda. Diligentemente seguía la pelotita dorada.
310 - 60 Slytherin.
De repente, la escoba dejó de agitarse y Nick Potter fue capaz de controlar la escoba y seguir a Higgs y la Snitch. Nadie se dio cuenta de que fue detenida por que James se entrometió entre Quirrell y Nick mientras trataba de buscar una forma de ayudar a su hijo.
320 - 60 Slytherin.
Higgs estaba casi ahí, la pelotita dorada estaba a unos milímetros de su mano. 330 - 60 Slytherin.
El buscador enroscó la mano alrededor de la pelotita dorada. Higgs sonrió, los Slytherins habían ganado. Harry se sintió a punto de saltar de velocidad, pero mantuvo su alegría para si mismo, sabiendo en el lío en el que le metería; por una vez, había sido probado que Nick no era el mejor.
Una masa se había bajado ya, esperando a los héroes de verde y plata.
El equipo de rojo y dorado dejó el campo, maltratado y desgastado. Habían perdido.
"¿Pensé que dijiste que era bueno?" preguntó Severus, burlandose.
"¡Lo era, Severus! A lo mejor son solo los nervios," insistió McGonagall.
"¿Pudo haber sido el otro Potter?" preguntó de repente Severus, causando saltar a Harry y rezar por que McGonagall no le escuchara. Ya no le importaba el Quidditch, ni la pérdida de los Gryffindors.
"Harry no vuela, nunca ha estado en una escoba en su vida," dijo James, burlándose de Severus. Por supuesto, estaba mintiendo.
"Qué raro, lo estaba cuando hicimos las prácticas de vuelo," dijo Madam Hooch.
"Hay una primera vez para todo. Disculpadme, quiero ver si mi hijo está bien," dijo James, corriendo para alcanzar a su mujer, Roxy, y Nick, dejando a Harry detrás.
"Bueno me debes 20 galleones, Minerva," dijo Severus, sonriendo. Mientras salía de la tribuna, notó una Mirada triste de Harry desapareciendo en la torre Ravenclaw y se preguntó de que iba todo eso.
Antes de que se dieran cuenta la Navidad estaba a la vuelta de la esquina, y era el momento de firmar todos aquellos que se fueran a quedar. Harry firmó para quedarse, pero su hermano se iba a ir a la Mansión Potter. Harry prefería quedarse, de todas formas no le echarían de menos, además quería aprender más magia. ¿Qué mejor forma que quedarse en navidad y leer? Se preguntó brevemente si recibiría algún regalo, pero sabía que sus padres se olvidaron el año pasado, y le compensaron vagamente con algún regalo que Nick y Roxy habían obtenido y no querían. Había que ser tonto para no ver el nombre de Roxy y Nick en la tarjeta.
Por el momento había obtenido el primer castigo con Snape; Severus que cada día sospechaba más del chico, pero no sabía qué es lo que era. El castigo le daría una mejor idea, aunque no fue capaz de monitorear la detención. Dumbledore le había llamado para hablar de su precioso Niño-Que-Vivió y algunos planes que Albus había diseñado; le estaba poniendo nervioso.
Así que Harry fue forzado a tener el castigo con Nick, Ron, y Draco Malfoy. Harry se separó de ellos, aunque se le instruyó a ir con Malfoy. El problema era que Malfoy era un cobarde que simplemente se escondía detrás de un árbol del Bosque Prohibido.
No estaba lejos de su hermano, pero de la nada, un dolor agonizante le dio en la frente. Peor que cualquier migraña o dolor de cabeza que tuvo alguna vez, causándole ponerse de rodillas. Aunque, el dolor comenzó a mitigar momentos después, y miró hacia arriba, tragando mientras veía a una sombra negra acercarse a su hermano. Sabía que era Voldemort.
Por supuesto, su hermano no se estaba tocando la frente ni sufriendo dolor; no era el verdadero Niño-Que-Vivió, así que no había conexión. Nick no tenía ni idea que la cosa negra era Voldemort, así que Harry pensó que debía hacer algo para ayudar, pero segundos después, pudo oír pezuñas. Un centauro apareció para salvar a su hermano, así que se retiró, pero se quedó lo suficientemente cerca para oír lo que Nick y el centauro estaban diciendo.
"¿Qué era eso?" Harry oyó que su hermano preguntaba.
"¿Sabes las propiedades de la sangre de Unicornio?" preguntó el centauro.
"No," contestó su hermano. Harry bufó—sabía que era una, y estaba pensando en ella mientras el centauro decía.
"Es algo monstruoso, matar a un unicornio. Sólo alguien que no tiene nada que perder, y todo por ganar, cometería ese crimen. La sangre de un unicornio te mantiene con vida aunque estés a las puertas de la muerte, pero tiene un precio muy grande. Para matar a lago tan puro para salvarte a ti mismo, tendrás la mitad de una vida, del curso de una vida, desde el momento en que la sangre toca tus labios," explicó el centauro en serio y silencioso.
Harry no pudo evitar pensar, '¿Quién elegiría esa vida?' aunque sabía la respuesta— Voldemort.
"¿Y?" fue todo lo que su hermano preguntó. Harry tuvo que bufar por lo bajo con frustración. ¿Tan estúpido era realmente Nick cuando sabía, como sabía Harry, que Voldemort volvería?
"Solo hay una persona que haría esto, para sobrevivir lo suficiente para entrar en Hogwarts," dijo el centauro. "¿Y?" preguntó Nick otra vez, pareciendo molesto.
Harry, en cambio, cogió lo que el centauro estaba tratando de decir. ¡Voldemort! Debe haber algo en la escuela que le daría su cuerpo y vida de vuelta. ¿Qué podría ser? ¿No había nada que pudiese hacer eso no? Solo había una cosa en la que podía pensar, la piedra Filosofal, pero aun así, pertenecía a Nicolas Flamel. ¿Por qué estaría en Hogwarts?
Despacio las piezas comenzaron a juntarse...El robo en Gringotts, después que la piedra sea llevada a Hogwarts. Flamel obviamente no pensaba que la piedra estuviera a salvo, pero Voldemort no debería haber sido capaz de entrar en Hogwarts. El Castillo se dice que es el sitio más seguro del planeta. Aunque, no sabía que para el final del año, cambiaría su punto de vista.
"Hola, Firenze," la voz de Hagrid sonó cercana.
"Aquí está Hagrid. Aquí es donde te dejo, Nick Potter. Buena suerte. La necesitarás," dijo Firenze el centauro, pero estaba mirando hacia los árboles donde estaba Harry, y Harry tenía la sensación de que Firenze sabía que estaba ahí. Finalmente, mientras Hagrid se aproximaba a Nick, el centauro se fue.
"Adiós," dijo Nick, uniéndose a Hagrid, el monstruo con capa ya olvidado.
Harry se quedó ahí, incapaz de creer lo que acababa de escuchar; se preguntaba cuan tonto era su hermano. A lo mejor ponía el resto de pistas juntas después, pero ahora, tenía que volver con los otros. No quería pasar más tiempo en el Bosque Prohibido, y lo ultimo que necesitaba era que Voldemort encontrar que él era el verdadero Niño-Que-Vivió. Lo hizo, cuando Harry estaba gritando de dolor, cogiéndose la cicatriz mientras que Nick ni siquiera reaccionó.
"¿Dónde está tu hermano?" preguntó Hagrid.
No lo se, no estaba con él. Ron acabó alejándose, y no se donde están los otros," dijo Nick.
"Bien, entonces vamos. Vamos a buscarles," contestó Hagrid, sujetando una gran linterna. –Mientras que para Harry-
Mientras que estaba yendo hacia el camino, vio un unicornio y se paró a observar.
Estaba sangrando sangre plateada azulada que brillaba con la luna, y bastante pesada en ese punto. Sabía algunos hechizos de curación y esperaba que funcionasen en la criatura que estaba yaciendo ahí, mientras que rezaba por que el unicornio se quedaba ahí para que pudiese acercarse a curarle. Gracias a Dios la criatura se quedó mientras se acercaba y se agachó a la herida. Con seguridad, los hechizos funcionaron, pero solo un poco. Harry comenzó a morderse los labios, no queriendo ver como moría un animal tan bonito.
Entonces se acordó de una poción que había hecho experimentando con el libro de pociones del PM. Buscó en su mochila y sacó rápidamente la poción sanadora. Era una poción básica curadora, pero era difícil de hacer normalmente...pero con el libro del PM, era capaz de hacerla—y no solo con calidad, sino con la MEJOR calidad.
Vertiendo la poción en la herida del unicornio, miraba intensamente mientras que la herida se cerraba. Dando gracias, miró al unicornio por primera vez directamente, cayendo en lo bonito que era, de un color blanco como la perla y unas patas muy largas. Despacito pero no amenazadoramente, comenzó a acariciar suavemente al unicornio, y mientras lo hacía no pudo evitar pensar, ‘Son tan blancos que hacen que la nieve parezca gris.'
Estaba sorprendido de que no se moviese, pues es bien sabido que solo les gusta que les toquen las mujeres, y sobretodo el de una mujer inocente. Aunque, por cual sea la razón, el unicornio no se movió y le dejó acariciarle.
Rápidamente guardando todo, se sobrecogió cuando vio una luz acercarse y se cortó la piel del muslo. Harry estaba sobrecogido, puesto que muy muy poca gente había sido ofrecido sangre de unicornio libremente, y ninguno en los últimos 100 años. Asintiendo ligeramente, tomó solo un vial—como una taza— de ello. Después de todo, el unicornio tiene mucha sangre. Guardó la poción en un lugar seguro, sabiendo que la llevaría siempre.
"Adiós," fue todo lo que dijo Harry, antes de correr hasta que volvió con Hagrid y Nick, guiado de alguna forma por la voz de Hagrid; no podría confundirse esa voz por ninguna otra.
"Estoy aquí, ¿ha terminado ya el castigo? Para el caso, el unicornio herido está por ahí," dijo Harry, señalando la dirección. "Oh querido," dijo Hagrid, alumbrando en dirección al unicornio con los niños siguiéndole.
Llegaron ahí para verle ponerse en pie inestablemente y trotar hacia el bosque, girando su cabeza ligeramente. Harry sabía que era a él, pero ambos Hagrid y Nick pensaban que estaba mirando a Nick Potter, el Niño-Que-Vivió. Era depuse de todo, dorado y puro, y el unicornio era capaz de sentir eso, o eso asumieron. Harry hervía, pero no dijo nada.
Encontrando a Draco y a Ron discutiendo en el linde del Bosque, volvieron al colegio. El castigo había finalizado. Todos fueron a la cama, agradecidos de salir del Bosque Prohibido y todas las criaturas que habitaban en él. Aunque, Harry solo quería esconderse en las sombras; odiaba que la gente le mirase tanto, especialmente la forma en la que Dumbledore le miraba decepcionado y la forma que Snape le miraba buscando algo.
Harry sabía que algo había pasado cuando vio a Dumbledore irse, y la mirada que Quirrell le estaba dando a la espalda del Director. Ceñudo, siguió a Quirrell, sabiendo que el Profesor tenía enlazado a Voldemort de alguna manera. Después de sentir como su cicatriz dolía en todas sus clases de DCAO, era difícil no saberlo.
Harry siguió a Quirrell hasta que sabía que estaban en un sitio donde no le buscarían, aturdiéndolo, atándolo, y dándole por muerto. Entonces se dio cuenta, sin saberlo el estúpido de su hermano y sus amigos estaban entrando en un laberinto, no por Voldemort, sino por las manipulaciones de Dumbledore. Quería probar a Nick Potter; quería saber si sería capaz de destruir a Voldemort cuando viniera el momento.
Llegaron hacia la trampa del demonio después del perro, y tras el Encantamiento de Flitwick de las llaves voladoras, por el troll que estaba muerto para el mundo, entonces por el juego de ajedrez, done Ron acabó inconsciente y herido. Claro que, Hermione se quedó para ayudar a Ron mientras que Nick seguía en lo que pensaba que sería una Aventura heroica.
Llegó hasta el ultimo obstáculo para encontrarse a si mismo, antes de saberlo, enfrente del espejo. No cualquier espejo, sino el Espejo de Erised. Nada heroico pasó; sólo se quedó ahí hasta que llegó Dumbledore. Aunque, Dumbledore estaba decepcionado por no ser capaz de conseguir que su Salvador lo consiguiera—No había sido capaz Nick de accede a la Piedra a través del espejo.
Dumbledore suspiró mientras se le llevaba de vuelta al colegio, pasando a Snape y a McGonagall, la última parecía aliviada. Aunque, Dumbledore estaba lejos de estar aliviado; sabía que Quirrell estaba guardando a Voldemort, y esperaba que Nick hubiese peleado con él. Ahora, el professor de DCAO parecía que había desaparecido, y Nick no había hecho nada, ni siquiera había sacado la Piedra del Espejo.
"¿Dónde está Quirrell?" preguntó Dumbledore con irritación.
"No lo sabemos. No le hemos visto irse," dijo McGonagall.
"Te dije que sospechaba de él," dijo Snape, con fiereza. Entonces se giró a su habitación personal. Ninguno de sus Slytherins faltaba, así que no tenía nada que ver con él, y entonces, lo menos que tuviera que ver con el Director o McGonagall, lo mejor y más feliz estaba...Sobretodo cuando el Director se estaba entrometiendo—ningún bien venía con ello.
Banquete de despedida
"¡Otro año se ha ido! Ahora, según lo tengo entendido, la Copa de la Casa debe ser entregada. En cuarto lugar, Gryffindor, con 315 puntos. En tercer lugar, Hufflepuff, con 410 puntos. En Segundo lugar Ravenclaw, con 490 puntos. Y finalmente, ¡el ganador es, la casa de Slytherin House, con una cifra de 500 puntos!" anunció el Director, y todos en el Gran Comedor aplaudían por las casas que habían sido nombradas.
Los Slytherins estaban aplaudiendo como locos, y Harry también estaba aplaudiendo, feliz de que por lo menos Gryffindor—y Nick—no hubieran ganado. También, estaba orgulloso de si mismo, puesto que había Ganado la mayor parte de los puntos de Ravenclaw. Bueno, por lo menos pensaba que lo había hecho.
Suspirando suavemente, no podía creer que el año hubiese terminado por fin. Ahora tenía un largo verano de ser ignorado esperándole, para ello, tenía unos libros que podría leer. Madam Pince le dejó llevárselos; sabía de su pasión por leer y mientras que no se estrpearan mucho, no le importaba mucho siempre que estuvieran con alguien que sabría apreciarles.
"Aunque, unos puntos de última hora deben ser concedidos!" gritó Dumbledore, silenciando la sala. "A la señorita Hermione Granger, por el uso de su inteligencia cuando los que estaban a su alrededor no pudieron, ¡50 puntos!"
Con las palabras, los Gryffindors comenzaron a excitarse y a alegrarse, mientras que los demás se sentaban con asombro, tratando de entender lo que pasaba.
"Concedo al Señor Ronald Weasley 50 puntos por el mejor juego de ajedrez jugado en Hogwarts desde hace años"
Los Gryffindors celebraron alto mientras Percy gritó, "¡Ese es mi hermano!" y con orgullo le tire de las mejillas para demostrarle lo orgulloso que estaba por lo que Ron había hecho.
"Y finalmente, al Señor Nick Potter, por puro nervio y coraje, le concedo...¡60 puntos!"
"¡Superamos a Slytherin por 10 puntos ahora!" gritó Hermione, y los gritos de Gryffindors se asalvajaron, causando al resto del comedor a que se silenciara. El ruido era tan ensordecedor como para asustar a las lechuzas de la lechucería.
Cuando finalmente se calmó, Dumbledore dijo, "Sí, sí, bien hecho, Gryffindor, bien hecho. Parece un cambio de dirección en el orden." Ignoró completamente todas las miradas de traición de todos menos de los Gryffindors y McGonagall mientras que las banderas eran cambiadas al color de Gryffindor.
Harry se sentó, su boca seca, sin creer lo que el Director acababa de hacer. Mirando a los Slytherins y la reacción de sus miembros, sonrió tristemente, sabiendo lo duro que había trabajado por esos puntos. Mientras que Ravenclaw no habría Ganado de todas formas, para Slytherin habían sido arrebatados la copa en un Segundo después de haber anunciado que eran los ganadores. También, significaba que Ravenclaw descendia al tercer puesto, negándoles ni siquiera una mención honorable, que era tan malo.
Esa noche era fatídica para los Slytherins, así como para los Ravenclaws y Hufflepuffs. Pensaban que lo que había hecho Dumbledore estaba mal, literalmente había hecho trampas para quieta una Copa de la Casa al ganador que había trabajado por esos puntos. No hacía falta mirar a la mesa de Slytherin para saberlo, pero una Mirada a la mesa y se podría ver e dolor de ser echados pro el Niño-Que-Vivió. Todos eran leales a sus amigos y compañeros, pero la expresión en sus caras Slytherins les hacía mirarles con simpatía. Ninguna mascara podría ocultar el dolor y el enfado ante lo que Dumbledore había hecho. Aunque Severus Snape estaba muy enfadado, y si las miradas pudiesen matar, Dumbledore seguramente estaría muerto.
Aunque, para los Gryffindors, era totalmente otra cosa. No les importaba el daño que habían causado a otras personas, solo ganar, y continuaron celebrando y comiendo, disfrutando de su última noche en Hogwarts.
-Día siguiente-
"¡Vamos! ¡Subid al tren, está a punto de irse!" gritó Hagrid mientras que el tren comenzaba a silbar.
Harry deseaba que se pudiese quedar en Hogwarts para siempre. Podría vivir en la Biblioteca par lo que le importaba, era mejor que volver a una familia que le odiaba, un sitio donde era completamente invisible. Suspirando suavemente, se subió al tren, todavía le dolía profundamente ver a otros alumnos con sus familias—sabía que nunca sería capaz de conocer ese lazo.
Espero que lo disfrutéis, por fin ha finalizado el primer año