SHRINE OF MEMORIES
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By: Dealizardi
Beta: Lorient
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III
Fantasmas
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Fantasmas
En una noche sin luna, no hay ninguna luz para alumbrar el camino del errante, la oscuridad también estaba para los amantes de los vicios, entre sábanas oscuras por la falta de luz más de una lágrima es derramada.
El sirviente solo hace oídos sordos a las suplicas de todos aquellos que se encuentran esa noche en la mansión de los Malfoy. Ver como Malfoy manor se encuentra derrumbado en su sillón haciendo oídos sordos ante los lamentos de su esposa y los gritos de placer de sus acompañantes... su hijo mayor hace rato que abandono el salón.
Ese fue el castigo por haber dejado escapar a Harry Potter y los prisioneros esa noche. La belleza de Narcisa, su porte y estatus fue sobajado a la categoría de un juguete de placer.
Para Severus, cuando llegó el amanecer por fin logro librarse de ese tormento deseaba recostarse en sus habitaciones en el castillo, lejos del llanto, lamentos, gritos y gemidos, de ese olor a sexo y sangre. Que parecía estar impregnado en sus ropas, aunque él no fue de los dichosos de ser participes. Oh no después de todo él era del círculo interno y el punto era sobajar a los Malfoy.
Al llegar a sus habitaciones solo encontró a alguien que deseaba ver. Con la piel expuesta en varias partes de su cuerpo, ahí a la luz de una vela, estaba aquel al que todos buscaban, unos por su salvación y otros para quitarle la vida.
—¿Se encuentra bien joven Potter? —Solo obtuvo de respuesta la mirada verde esmeralda observándolo...
—Si bien, me escabullí del campamento. ¿Como están los Malfoy?
—Tienen su castigo, pero ahora mismo no quiero recordarlo. —Y al finalizar esto se dirigió al baño a darse una ducha a la cuál la acompaño el joven. -Potter sé que me has seguido todo este tiempo pero mi muerte esta muy cerca.
—En ese caso, Ya somos dos los condenados. Tengo que volver, nos veremos otra noche.
Sin decir más se teletransporto. Desapareciendo en el marco de la puerta.
Hace más de un año que ambos salían juntos... no había romance, ni cursilerías, algunas veces solo era sexo desenfrenado y frustración, otras era entendimiento, silencios y descanso. Las clases de oclumancia dieron sus frutos de una manera enfermiza y escalofriante, lo que comenzó como un escape para uno y para el otro una venganza, término en confianza y tal vez algo que ninguno de los dos lograba definir aún. Pero ambos sabían que existía algo más.
Esa noche lograron escapar de la mansión Malfoy con la triste perdida de Dobby, Harry fue hacía Severus buscando consuelo... lamentablemente este se encontraba ausente, y para cuando volvió ya era hora de volver a la casa de Bill Weasley.
Todos sabía que el final estaba cerca y Harry sabía que no abría futuro para nadie si el no moría junto con Voldemort, él era un horrocruz mas, uno que debía de ser destruido... pero aun así fue a donde se encontraba Snape... solo para estar en el último suspiro de su muerte.
Hermione y Ron a sus espaldas solo observaban a Harry y la patética forma de morir por Snape.
—No puedes morir Snape... —Trataba de que el nudo en la garganta se quitara pero era imposible.
—Perdón... -la voz de Snape apenas y era audible. —Pero así será.
—No digas nada... Snape... Severus, parece ser que ninguno va a sobrevivir... ninguno de los tres...
—¿De que hablas?
—Hablo de que me hubiera gustado vivir junto a ti —Ron y Hermione estaban más que sorprendidos de lo que escuchaban —Pero sé que debo morir tal y como Dumbledore dijo, pero me llevare una vida más conmigo... la de su hijo... pronto nos veremos profesor Snape. Perdóneme.
Severus a punto de morir ya no podía hablar, solo derramo una lagrima. Y con eso se llevo su último aliento.
Harry se levanto de ahí y sin decir nada más, ninguna explicación fue pedida ni dada, poco después estaba en el bosque donde ve a los fantasmas de su familia gracias a la piedra de la resurrección y esta es perdida, dejada en el olvido.
Todos se encuentran en una batalla sin campal, entre soldados de piedra, magos y hombres lobo y todas las criaturas de la oscuridad, pero hay una batalla que decidirá el destino de todos, Harry murió cuando despertó no podía creerlo, el horrocruz estaba muerto y el y su hijo vivían. Entonces no se dejaría vencer tan fácilmente.
—Sabes porque tu varita no te responde como lo que es... es porque tu mataste a Severus creyéndolo dueño de esta... pero el verdadero amo de la varita de sauco es otro...
—Tu no sabes nada, Snape fue el que condeno tu existencia a mi lo sabías...
—Snape nunca te fue fiel...
Los magos se enfrentaban, pero una de las reliquias de la muerte apareció reflejando los hechizos dando un espectáculo de luces que fueron ignoradas por ambos contrincantes de batalla. Pero Harry pudo sentir como una de estas luces se incrustaba en su cuerpo, era demasiado tarde para hacer algo... siguió peleando. Hasta ganar.
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La guerra había terminado... pero para otros apenas comenzaba.
Prisión de Azcaban.
Celda 7170 Alta seguridad. Prisionera Pansy Parkison.
—Supe que querías hablar conmigo... muchos de aquí lo desean...
—Harry Potter.
—Ve al grano Parkinson.
—Espero un hijo del Lord... —La sorpresa en los ojos de Potter no se hizo esperar... pero guardo silencio en espera de que eso no era todo lo que querían decirle. —Él constantemente me usaba mientras estuve en el castillo, él profesor Snape trataba de protegerme, siempre hacía que yo estuviera en cualquier otro lado, nunca al alcance de él. Pero era inevitable. Al igual que mi embarazo, la mayoría de las veces no me daba tiempo de tomar alguna poción.
—Continua... —Dijo cuando Pansy hizo una pausa muy larga.
—Saldré de aquí, yo no estoy condenada... pero no se me permitirá usar magia con varita. Ese fue el último veredicto... si lo hago volveré a aquí, la razón por la que te mande llamar es porque... saben de mi embarazo, mañana en el último juicio tendré que decir el nombre del padre, sé que lo matarán si me dan veritaserum. Quiero que impidas que lo maten ¡por favor! —Las lagrimas corrían de sus ojos.
—Pansy sé que nunca seremos amigos, pero tengo un plan, después de todo tu hijo es un inocente que no debe de cargar con el estigma de su padre. Ponle el apellido de algún caído en la guerra... de preferencia con alguien con el cuál tengas una buena coartada.
—Snape... —fue todo lo pronunciado por ella, pero Harry no pudo evitar ponerse palido y abrir sus ojos tanto como se lo permitieron.
—Tú... acaso tú... ¿te acostaste con él?
—Eh... oh no. —Y Harry soltó el aire contenido sin saber. —Pero yo como Slytherin pasaba tiempo con él, en el castillo, además en las reuniones del Lord, estaba siempre al pendiente de nosotros. Era un hombre admirable... —Esto último ella lo dijo por la actitud de Potter hacia el hecho de que alguien se acostara con el hombre. —Tal vez era un hombre maduro y arisco, de carácter fuerte... pero también era como nadie nunca lo pinto en Hogwarts.
—Perdón por mi actitud Pansy, sabes que yo lo respeto, mi sorpresa no fue por asco, yo tengo otras razones... Y Pansy si se pone en duda que el padre de tu hijo sea Snape, yo te apoyare, por que Snape me dejo sus recuerdos, y en ellos veía lo mucho que te amaba.
—Yo nunca amare al profesor Snape. Potter, solo lo respeto, pero gracias por la coartada... puedo decir que el al fingir ser mortífago, solo seguía ordenes, después de todo fuimos mortífagos, y muchos pueden afirmar mi versión de la historia.
Y Potter no pudo evitar apretar el puño con furia, había dado su amante a otra mujer, había regalado el padre de su hijo a otro niño y había relegado el apellido de su hijo...
—Todo lo que Voldemort nos quito. —Dijo eso al aire intoxicado de la prisión a nadie en particular y soltado en un susurro pero fue perfectamente audible y nada comprendida por Pansy Parkinson.
—Potter, creo que mi hijo no será como su padre...
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Londres Hospital San Mungo. Entre los pasillos se escucha los gritos de un hombre.
—¡Ah!
—Señor Potter resista el dolor... Aún no hace efecto la poción anestésica.
—La cesárea debe comenzar o el núcleo mágico que contiene al bebe se romperá...
La neblina cegó sus ojos y la oscuridad lo envolvió.
—¿Quien eres tú? —Pregunto Harry al divisar una silueta entre la neblina.
—Soy James Potter...
—Eso es imposible.
—Todo lo que se refiere a ti es posible... hijo… hay algo que debes saber… —Y sin esperar respuesta continuo. —Cuando apareció la piedra de la resurrección en la última batalla. Esta concedió tus más profundos deseos, devolverte a tu familia, sabes perfectamente que esto no hubiera sido posible sin que hubiera un contenedor.
—Estas diciendo que tu serás mi hijo... —Decía aún sin poderlo creer.
—Sí.
Y Harry entendió la luz que ingreso en su cuerpo durante la batalla era el alma traída de vuelta gracias a la piedra de la resurrección. Y al bebe que había nacido de su unión con Severus Snape.
—Eso significa que las demás luces eran...
—Señor Potter.
Los parpados pesaban al abrirse y la luz cegadora no ayudaba mucho.
—Señor Potter ya despertó.
—Eh.
—Mire este es su bebé... ya tiene un nombre para él...
—Sí... por primera vez te tengo en mis brazos, James.
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Una lechuza tocaba la ventana de la habitación... tras darle un bocadillo se dispuso a leer...
Querido Harry.
Investigue tu visión, concuerda con algunos nombres en el mundo mágico y muggle... sobre varios niños que por azares del destino o mera coincidencia son nombrados como algunos conocidos. Tu padre tiene razón... pero solo el tiempo dirá si recuerdan su vida pasada o todo empieza desde cero. Acabamos de confirmar otra forma para la resurrección.
Atentamente Hermione.
P.D. Saludos y besos al pequeño James.
P.D. Parkinson tuvo un hijo, a que no adivinas su nombre. Severus Snape.
Y entonces Harry sonrió.