La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Soñé un imposible. CAPITULO 4.- "El regreso"

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Prince Biitcha de Snape

Prince Biitcha de Snape


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MensajeTema: Soñé un imposible. CAPITULO 4.- "El regreso"   Soñé un imposible. CAPITULO 4.- "El regreso" I_icon_minitimeDom Ene 22, 2012 6:08 pm




CAPITULO 4.- “El regreso”




- ¿Qué diablos quieres Malfoy? – Preguntó, pero un cierto temblor le invadió al ver como una sonrisa aparecía entre los labios del rubio y este se acercaba peligrosamente. – Si quieres molestar déjame en paz. – Dijo mientras retrocedía.

- No te preocupes, Potter. – El ojiverde chocó contra una pared. – No quiero molestar, de hecho, me preocupe. – Y sin decir más lo besó. Un beso suave, tierno y superficial.


“Me está besando… ¡Malfoy me está besando!”

“Lo estoy besando… Al fin me atreví a besarlo”



Ambos chicos estaban sorprendidos ¿quien se hubiera imaginado un Malfoy besando a un Potter? Siendo el ojiverde el primero en reaccionar, empujó al rubio aún sorprendido por el atrevimiento de este.

- ¡¿Qué diablos crees que haces, Malfoy?!

- ¿Disculpa? – Respondió el ojigris mientras se pasaba una mano por el cabello.

- No te hagas el imbécil, ¿Por qué me besaste? – Preguntó molesto.

- Por Merlín Potter, la fama se te ha subido a la cabeza y ahora te crees tan importante como para que yo vaya a besarte. Jamás en mi vida podría besar a alguien tan asqueroso como tú. De hecho fuiste tú quien me besó.

- ¡Yo no te besé, Malfoy! – farfulló molesto. – Dijiste que te preocupaste. – murmuró el chico bajando la vista al suelo.

- Aparte de cuatro ojos, eres sordo. Seguro escuchaste mal, cara rajada, pero eso sí, de una vez te digo que más te vale presentarte mañana a las clases o esta escenita que hiciste besándome será vista por todo el colegio.

- ¡Que yo no te besé! ¡Fuiste tú quien lo hiso! – Chilló el ojiverde.

- No sé, Potter, sobre aviso no hay engaño. Estas advertido. – El rubio miró arrogantemente al Gryffindor – Así que quiero verte mañana en clases o ya verás de lo que soy capaz.

- ¿Quieres verme? – El león se acercó sensualmente al rubio lanzándole una mirada lujuriosa, la cual puso nervioso a la serpiente. – No sabía que esas eran tus intenciones, Malfoy.

- ¡Cállate, imbécil cara rajada! – Dijo mientras daba la media vuelta ocultando sus sonrojadas mejillas. – Más te vale regresar a tu torre y a clases para mañana y arreglar las cosas con tus pobretones amigos sin rango de sangre, o le diré al viejo chocho que tenemos por director que te escondes en el tercer piso. – Y dejando boquiabierto al pelinegro, Draco Malfoy se retiró con paso altivo, como era su costumbre.



&&&&&&&DRACO&&&&&&&HARRY&&&&&&&SNAPE&&&&&&&



Eran pasados de las 3 de la mañana y extrañamente aún no sabía cuál era la razón exacta por la cual se dirigía a su sala común, pero las palabras de Draco daban vueltas por su mente y aquel beso se había grabado en sus labios.

Un suave gruñido de Lenny lo sacó de sus pensamientos, logrando que se diera cuenta que al fin habían llegado al retrato de la dama gorda, la cual se despertó con el sonido que emitiera el pequeño perro.


- ¡POR MERLIN, ¿Qué SON ESTAS HORAS DE LLEGAR?! – La mujer se notaba sumamente molesta. - ¡¿ACASO NO DUERMEN?!

- Pero señora… – trató de rogar el ojiverde.

- ¡NO, NO, NO Y NO! TE QUEDARÁS AHÍ HASTA QUE AMANESCA O VENGA FILCH Y TE CASTIGUE. – Tomando un poco de aire y frunciendo el seño siguió. - ¡Es más, dame tu nombre, pequeño bandido!

- Harry Potter de séptimo curso. – murmuró cabizbajo.

- Harry… ¿Harry Potter has dicho? – Preguntó sorprendida, obteniendo una cabezada afirmativa como respuesta.

– ¡Oh, muchacho! Pasa, pasa, no te preocupes. – Exclamó mientras se hacía a un lado para permitirle el paso a la sala común a pesar de no haberle dado la contraseña. – Hemos estado muy preocupados por ti.

El chico entró un poco temeroso de encontrarse a alguien, pero confirmando lo que había visto en el mapa del merodeador, el lugar estaba completamente desierto. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al darse cuenta que sus pies lo habían guiado casi automáticamente a su habitación. Sin pensarlo dos veces, giró el pomo de la puerta y se adentró.

Todos sus compañeros se encontraban descansando con los doseles corridos, permitiéndole así al ojiverde meterse a la ducha para salir con su pijama ya puesta y acostarse a descansar sin que le molestaran y, corriendo los doseles, se acomodo junto a su pequeña mascota para quedarse profundamente dormido.



&&&&&&&DRACO&&&&&&&HARRY&&&&&&&SNAPE&&&&&&&



- Te amo Harry, todo este tiempo lo he hecho. – Las lágrimas comenzaban a aparecer detrás de las gafas de montura redonda del chico, el cual se sorprendía de escuchar esas palabras tan ansiadas.

- Tú nunca me lo dijiste, ni siquiera me lo demostraste. – La voz del chico se escuchaba un tanto ahogada. – Jamás diste señales de tomarme en cuenta.

- Era para protegernos Harry. Nadie debían saber lo que sentía por ti. – Una traviesa lágrima se escapó de entre sus ojos pero se vio limpiada por ese hombre áspero de mirada dulce y dura a la vez, limpiada gracias al hombre que tanto amaba el Gryffindor. – Ahora podremos estar juntos por siempre. Te amo Harry.

- Y yo a ti, Severus. – La emoción se notaba impresa en sus voces. Un suave y tierno abrazo los unió, pero el beso fue lo que les demostró lo que sentían el uno por el otro.



Harry despertó abriendo los ojos de golpe y se sentó bruscamente en su cama. Cada que cerraba los ojos soñaba con Snape, sus sueños nunca se habían visto tan repetitivos como en esos últimos 4 días, no era la primera vez que soñaba que Snape le decía que lo amaba, pero debía ser la última.

Una lágrima rebelde escapó de sus ojos y recorrió su mejilla, cayendo y perdiéndose entre las sábanas. “No Harry”, pensó mientras se tallaba con fuerza los ojos, “ya no debes llorar por él, no lo vale”, y suspirando pensó, “Nadie lo vale”.



&&&&&&&DRACO&&&&&&&HARRY&&&&&&&SNAPE&&&&&&&



- ¿Estás seguro que regresó? – Preguntó una castaña mientras se encaminaba al salón de Transformaciones seguida de sus amigos.

- Sí amor, los doseles de su cama estaban corridos y su baúl abierto y revuelto. – Dijo un pelirrojo.

- Entonces nos apresuremos, seguro que lo veremos en clase de McGonagall. – Mencionó Neville emocionado.

Al llegar al salón de clases, se dieron cuenta que aun era muy temprano y tomar sus respectivos asientos, dándose cuenta que Harry aun no había llegado.

- Harry aun no viene y McGonagall está a punto de llegar. – Dijo Hermione ansiosa. – ¿Estás seguro de que llegó a dormir? ¿Estás seguro de que era él?

- Sí amor. El mapa del merodeador sobre su mesita de noche me confirmo su regreso.

- Mione, no te preocupes, seguro que se quedó dormido. – Dijo Ginny. – Seguro que entra de un momento a otro, o lo vemos en la clase que sigue. – Dijo tratando de calmar a su amiga, pero sin convencerse completamente de sus propias palabras.

- Pues no tendremos que esperar hasta la siguiente clase. – Dijo Neville mientras señalaba las puertas y veía a McGonagall entrar y a Harry quedándose en la entrada, el cual se veía bastante mal, demacrado, delgado y desaliñado. La profesora solo entró para excusarse y dejar una actividad, saliendo del salón para hablar con el ojiverde.



&&&&&&&DRACO&&&&&&&HARRY&&&&&&&SNAPE&&&&&&&



- Potter. – Llamó la profesora al chico al momento de salir del aula para que este la siguiera a un pasillo anexo.

- Dígame profesora.

La mujer lo escrutó con la mirada tratando de encontrar o adivinar donde se había metido, pero aquellas hermosas esmeraldas que alguna vez mostraran el alma tan pura y sincera, ahora se veían lúgubres, tristes, apagadas y cubiertas con una coraza.

- Te lo preguntaré sin rodeos Potter, ¿Dónde te metiste? – El chico bajó la mirada y se retorció las manos, pero sin contestar en ningún momento, dando como respuesta final un súbito silencio. – Mira Potter, lo que has hecho fue grave. Has faltado dos días enteros a clase, hace cuatro que no te reportas a tu sala común, no sabíamos dónde estabas, te buscamos por todos lados y nos preocupamos por ti; y lo que es peor es, guiándome de tu apariencia, puedo notar que no lo has pasado bien. – Al notar que Harry no tenía intenciones de hablar continuó con un suspiro. – Potter, por el simple hecho de no reportarte en tu sala se te expulsaría inmediatamente del colegio. – Al oír eso, el chico asintió y dio media vuelta dispuesto a irse de ahí. - ¿A dónde vas, Potter? – Preguntó extrañada la animaga.

- Por mis cosas, entiendo que estoy expulsado a partir de este momento.- Dijo un poco triste.

- No seas necio Potter, aun no hemos terminado de hablar. La mujer tomó al Gryffindor del brazo firmemente y lo hizo voltearse y que le viera a los ojos. Ese joven tan triste, depresivo, callado y decaído le frustraba. “¿Dónde quedó el enérgico buscador de mi casa?” Se preguntó la mujer. – No te expulsaremos, Potter. Has hecho demasiado por el colegio, por nosotros y por el mundo mágico cómo para ser tan desagradecidos, aunque eso no quiere decir que saldrás impune de tus actos.



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McGonagall regresó con la clase unos 20 minutos antes de finalizar y le pidió a los amigos del ojiverde que se retiraran.

- Harry. – Jadeó Hermione al momento de salir del aula de transformaciones. El chico estaba sentado en unas escaleras frente al aula, y al ver a sus amigos salir, se levantó y se acerco cautelosamente a ellos. - ¿Estás bien? – preguntó preocupada la castaña imitándole y acercándose a él.

- Mione, lo siento. – Los ojos del chico se abnegaron de lágrimas mientras se disculpaba con su amiga y los demás, quienes se habían acercado lentamente al lugar donde estaban ambos. – Lo siento mucho chicos, de verdad no quise preocuparlos yo…

- No, Harry. – Le interrumpió Ron mientras ponía una mano en el hombro del ojiverde. – Perdónanos a nosotros.

- Es que no debí irme así, me sentí desplazado y dolido y los preocupé, discúlpenme. Ustedes también, Ginny y Neville. – La pareja, que no había dicho nada y se había mantenido al margen solo movió la cabeza negativamente.

- Descuida, Harry. – Dijo dulcemente Ginny.

- Tus razones has de haber tenido. – Le dijo Neville.

- Harry. – Murmuró la castaña, logrando que el chico centrara toda su atención en ella. – Quien debería disculparse soy yo. – La voz se le comenzó a quebrar mientras unas suaves lágrimas salían traicioneras de sus ojos. – No debí haberte tratado como lo hice, lo siento tanto. – La voz de la chica se había ido apagando hasta convertirse en un casi inaudible susurro. Al escuchar la disculpa, Harry recordó el motivo por el cual le había golpeado y sin soportarlo un minuto más, cayó de rodillas, derrumbándose frente a sus amigos, y uno que otro curioso que pasaba por ahí, mientras Hermione se arrodillaba para abrazarlo y sollozar juntos.



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Sentados debajo de un árbol frente al lago, Harry le contó a sus amigos cómo se había enamorado de una persona y que se había entregado a esta para descubrir a las pocas horas que el hombre le había abandonado para irse a acostar con alguien más.

Por todos los medios posibles, los 4 amigos trataron de averiguar quién había sido el desvergonzado en hacerle eso al salvador del mundo mágico, pero este se negó rotundamente a darles el nombre, alegando no querer volver a mencionarlo, y así les terminó contando sobre Malfoy y la amenaza que le hizo para que regresara a sus clases pero omitiendo el beso, logrando así desviar la conversación del tema más doloroso. En ese mismo momento, con las palabras de apoyo y la amistad de sus amigos, Harry se prometió salir adelante y ser feliz sin importar el qué.






Ok...ahora sii...disculpen qe no actualizara hace muco pero como estaba terminando mi semestre no me daba tiempo para nada. De hecho solo venia a mi casa a comer, bañarme y dormir, de ahi estaba todo el dia en la escuela y haciendo tareas en casa d mis compañeros. La buena noticia esq mi semestre ha terminado e inicio el siguiente el 13 de febreroo ! laola

Espero estarles actualizando esta historia el dia martes o miercoles. Very Happy
Les qiero mucho y gracias por leer.
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