La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I

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Valethsnape
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MensajeTema: La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I   La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I I_icon_minitimeJue Feb 26, 2009 6:11 pm

Hola Chicas sunny

Les recuerdo o les digo a las que no lo han leido que en este fic Harry es Activo o Seme como quieran decirle. Empiezo a subir mis consentidos aqui.

Wink

Resumen:Severus no es el mismo profesor frío y lleno de vitalidad de antes, estando en la peor etapa de su vida, viene a recibir ayuda de una persona inesperada.

Dedicado a Kari Black y Misato Evans

Personajes: Harry Potter, Severus Snape
Géneros: Angustia, General, Poesia, Romance
Advertencias: Chan=Adulto/Menor, Mpreg=Embarazo Masculino, Muerte de un personaje



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Una mirada, dos pasos, tres palabras, cuatro caricias, cinco suspiros, seis emociones, siete besos, ocho sueños, nueve promesas... un amor.



El camino era largo y ya el día se había oscurecido, dando la clara señal que la lluvia se acercaba, pero eso no le preocupaba, él era un mago, uno bastante brillante o lo suficiente bueno para usar un hechizo para repeler el agua; lo menos que preocupaba eran unas simples gotas de lluvia. Metiendo sus manos entre los bolsillos quiso darse calor, el día estaba frío, y sus guantes habían sido olvidados en algún lugar de su casa, en el número 12 de Grimmauld Place.

En esos momentos extrañaba a Hermione, porque ella siempre era la mente inequívoca tras sus pequeños olvidos y errores, la mujer que le hacía ver lo que sus ojos obviaban.

Pero por mucho que ella fuera perfecta y su corazón la adorara con locura; no podía retenerla a su lado, la chica debía ser libre y sus decisiones fueron muy abruptamente tomadas; dolía mucho saberse otra vez solo, porque si era muy cierto que sus amigos nunca le abandonarían y él tampoco los dejaría a ellos, tambien era consciente que, no podía obtener de de Ron y Hermione la clase de amor que necesitaba.

Esa clase de amor, que una vez sintió y tuvo que olvidar…. Daba melancolía ver como su perfecta vida, dándose a notar: su importante trabajo, sus variadas y cada vez más grandes cuantas bancarias, por sobretodo la inmensa y muy ganada popularidad, nada de eso importaba porque él estaba solo.

Siempre pensó que sus únicos problemas luego de abandonar Hogwarts serían chicas y trabajo, pero estaba equivocado. Se había convertido en un hombre ocupado, como era de esperarse de un Inefable, un hombre que no le interesaban las citas duraderas, una persona que dependía del amor de una mujer que solo le veía como su mejor amigo, pero siempre fue, un niño que había sido obligado a crecer, pero no ha olvidar.

La guerra había concluido hace 10 años, cuando era un jovenzuelo de 17 que se sentía muy bien por haber salido bien librado; nunca imaginó que diez años luego, desearía no estar allí, para contarlo.

No era por Hermione, no era por Ron y su aclamado matrimonio, mucho menos por su reciente pelea con Remus; iba más allá de todas las tonterías cotidianas que rondaban su día a día.

Era que desde hace diez años, largos y hasta cierto punto penosos años, no le emocionaba nada, no sentía vergüenza de sus acciones, no vivía alegría verdadera por ver la sonrisa mañanera de Hermione cuando despertaba a su lado, todo por culpa de él. Todo por olvidarlo.

Pero había sido lo correcto por no decir lo necesario, después de todo, ese hombre no merecía sus sentimientos, solo su lástima.

Le era imposible, siempre había sido conciente de ello, por más que los años, que la vida y los sentimientos fueran pasando, Cambiando él siempre iba quererle, porque lo amaba.



Suspiro y siguió su camino por las calles de Grimmauld Place, ya cada vez más cerca de su pocilga; un rinconcito de su mente se quejaba, casi protestando por su propia crítica, era su hogar, solo necesitaba un poco de cariño, un cariño que no estaba en ánimos de dar.

Usualmente era Hermione la que cuidaba de la casa, como su novia, mejor dicho su ex novia, para ella era una bendición más que una obligación; porque la mayoría del tiempo estaba junto a él; pero las cosas eran diferentes, ya no eran más que amigos, las labores, debía volver hacerlas por si mismo.

La siempre bella Hermione, podría ser consideraba una mujer perfecta para cualquiera, menos para él. La conocía demasiado bien para amarla con sus defectos. Amarla como su mejor amiga.

Ahora Ron pronto se unía al club de casados, nadie podría haberle dicho a su amigo que terminaría unido a Fleur Delacour; debía admitir que la mujer era encantadora, realmente se muy amena para conversaciones y sumamente dedicada a su trabajo; era naturalista en el ministerio de magia, por lo cual rara vez se cruzaban, pero cuando se reunía con su joven amigo pelirrojo, ella le acompañaba, luciendo hermosa y sonriente.

Hermione y él habían estado juntos hasta hace muy poco, cuando la chica le confeso que se sentía atraída por su ex compañero de casa Neville y desde hace poco tenían citas a escondidas; pero ella no podía mentir más, debía sincerarse y lo hizo, con eso marcó el fin de una relación de 7 años.

No era que estuviera dolido o molesto con la chica por engañarle, ni siquiera le enfadaba realmente el asunto, porque sería hipocresía decir que estos años él fue un ejemplo de fidelidad, muchas veces había engañado a Hermione, ella lo sabía o eso creía él; nunca se lo reprochó, y por eso la adoraba, porque sabía amar más allá de esos estúpidos parámetros; a pesar de ser estupenda la dejó ir, porque no la amaba como para enfrentar todo por ella, debía sentirse bien por ser sincero pero la soledad nunca era bienvenida.

Estaba en el parque, muy cerca de su casa, era notorio por la oscuridad que rodeaba a la acera. Se detuvo abruptamente al ver como un hombre estaba tirado en el piso, el olor que desprecia daba una clara señal de la cantidad de alcohol que había ingerido. Pero no era eso lo que le preocupaba, si no la daga que estaba en las manos de éste, donde parecía meditar si usarla o no.

De no haberlo reconocido se habría marchado sin más, pero conocía demasiado esas túnicas negras para irse sin buscar ayudarle; porque aun cambiando tanto como lo hizo estos años, era y siempre sería un estúpido Gryffindor.

Se acercó y con voz paciente le habló:

— ¡Vaya! Snape viene a morir a mi vecindario, es un gran detalle; si no hubiera pasado todos estos años buscando la manera de incordiarme, diría que me quiere. –buscando una cautelosa cercanía.

El hombre le miró desde abajo, Harry pudo contemplar como los ojos negros carecían de brillo, como las arrugas estos años se hicieron más notables y por sobre todo lo descuidado que parecía estar el hombre.

—Potter si vine a morir aquí, no tiene nada que ver con cariño. Solo busqué el primer basurero donde caer, lo demás es más fácil. –jugando con la navaja pasándola por su piel, como buscando el lugar más apropiado.

Viendo la indecisión del hombre, busco retarlo.

—Si es tan fácil, hágalo. Acabe con su vida, a nadie va importarle… No espera a Dumbledore… ¿tal vez? –Hiriendo al mayor con sus palabras- No, lo olvidaba usted se encargo de matarlo, usted mató a la única persona que le apreciaba lo suficiente para lamentar su muerte; por mi hágalo, pero no olvide que no será vanagloriado por eso. –buscando seguir su camino a casa, después de todo, no iba rogarle porque viviera.

No había dado tres pasos, cuando sintió que halaban de él hacia atrás y algo filoso era puesto en su cuello, esa voz tan conocida por él, le reprochaba.

—Albus me pidió que lo hiciera, ¡mientras tú, mocoso engreído! jugabas a darle a besitos a la Weasley; yo tenía que pensar como matar al hombre que me había visto crecer y cambiar, a la única persona que me importaba en la vida. –el resentimiento era muy claro en su voz, al igual que el miedo que sentía, porque las frías manos que rodeaban su cuello no dejaban de temblar.

Harry no respondió nada ante esa clara provocación, sabía que Snape tenía razón y era verdaderamente inocente, por algo estaba libre; gracias a él, por declarar a su favor, pero no podía evitar molestarse porque el hombre hubiera tenido el valor de hacerlo.

>>—Debería matarte Potter, siempre has sabido y hablado más de la cuenta. –susurraba en su oído mientras pasaba la daga por su cuello como tentadoramente.

El ojí verde no sabía si disfrutar o sentir miedo, solo atinó a contestarle:

—Hágalo Snape, máteme, lléveme al infierno, pero luego, más tarde o más temprano usted vendrá hacerme compañía y la culpa será demasiado grande, ni siquiera en la muerte estará tranquilo. –volteándose para quedar frente a Snape, quien le miraba como pensando las palabras.

>>—Hágalo, le invito a verme morir por su propia mano. –Harry miró hacia el parque que estaba sumido entre las sombras- Me estaría haciendo un favor. Usted tiene el poco decoro que a mi me falta. Me he vuelto un cobarde.

Snape le miró profundamente por un tiempo; luego bruscamente se distanció y tirando la navaja al piso respondió:

—No Potter, no tengo las agallas. Ya no puedo volver a quitar una vida. Menos usted, por usted pelee, por usted maté a Dumbledore, todo para la paz, todo para que viviera, ¡no sé como puede pedirme que le arrebate la vida! cuando yo me encargué que pudiera conservarla. –explicó el hombre sentándose en el piso derrotado.

Harry siempre había estado conciente de que Snape era incapaz de tocarlo, pero aprovechando la muestra de debilidad del hombre se hincó y le dijo mientras buscaba mirar los ojos negros escondidos bajo el largo cabello, enmarañado y sucio.

—No le daré las gracias. –aclaró Harry sentándose frente al hombre.

—No las esperaba. –Interrumpió el de túnicas negras, enfrentando los ojos del Gryffindor.

—Porque no creo en palabrerías, por lo cual, voy a probarle que estoy agradecido, aunque mi vida sea una miseria, estoy feliz de estar vivo, porque días como hoy, volvemos a recordar nuestros más locos e irrealizables sueños. Solo dígame que desea y así tenga que ir y enfrentarme a otro basilisco será suyo. –apuntó Harry mostrando decisión.

Snape le miró como entendiendo cada una de las palabras y consecuencias que podía traer esa declaración al joven, consecuencias que, por la mirada del muchacho, éste estaba dispuesto a correr.


Última edición por Valethsnape el Sáb Mar 21, 2009 5:30 pm, editado 2 veces
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MensajeTema: Capitulo 1: Callejón Oscuro II   La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I I_icon_minitimeJue Feb 26, 2009 6:12 pm

”(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(



Lo malo de vivir en una lujosa mansión, era pues….Que era grande y cuando necesitabas ha alguien te era difícil hallarlo, y más cuando ese alguien, tenía locas ideas sobre morir en la cabeza, iba matar a su padrino si algo le pasaba, lo iba descuartizar por imbécil.

Llegó hasta su cuarto, al ser tan tarde su esposo se encontraba plácidamente leyendo un libro; exasperado y molesto le expetó.

—Zabini levanta tu trasero y vamos a buscar a Severus, ese loco, creo que debemos llevarlo a San Mungo a ver si aprende. –caminando agitadamente por toda la habitación.


Blaise se levanto, poniéndose los primeros jeans y suéter que encontró llegó hasta su marido; parando su desenfrenada caminata le dijo firmemente:

—Snape ya no es un niño, sabe lo que hace y lo que quiere, vamos a buscarlo, pero no garantiza encontrarlo y menos que por eso su actitud vaya ser diferente; tranquilízate, un Malfoy estresado es de temer. –mostrándose comprensivo, regalándole una sonrisa al rubio.


Draco se calmó un poco y buscando una bufanda se la prendió del cuello, para luego salir con paso apurado para buscar en las calles cercanas al cabeza dura de su padrino.



Varias calles y nada que le encontraban, casi podía afirmar que los pies se le estaban congelando y el padrino de Draco no mostraba señales de aparecer.

El hombre había quedado bastante dolido luego de acabar la guerra, aunque fue encontrado inocente, estaba sin trabajo, sin reputación y sin amigos, excepto Draco, que lo acogió en su hogar por el inmenso cariño que siempre profesó al hombre y el mayor al muchacho, sin embargo la soledad y la decepción de sí mismo llevaban al hombre a beber, y muchas veces atentar contra él. Por lo cual otra noche más, otro posible ataque del hombre contra su humanidad. Esperaban que no fuera tarde cuando lo encontraran.

Entendía al hombre y Draco también, por eso le ayudaban y protegían; la guerra les trajo deshonra a sus apellidos, pero gracias al dinero de sus progenitores todos muertos en la batalla pudieron salir adelante y abrirse paso en ese difícil y tormentoso recién nacido mundo mágico, pero para Snape no era igual, todo el mundo lo veía como el asesino de Dumbledore, por lo cual, era rechazado, totalmente odiado por todos.

Draco caminaba más adelante bastante ofuscado, sabía cuanto su rubio apreciaba al de ojos negros y por eso, cada noche, cedía y le acompañaba en su búsqueda.

Pronto dos personas aparecieron en su campo visual, una era una chica de enmarañados cabellos que reconocerían donde fuera y el otro, un pelirrojo que venia riendo de algo dicho por la chica.

Sabían que Potter vivía cerca, lo cual explicaba su presencia en las zonas; no paso mucho cuando estuvieron frente a ellos y la chica con la educación que siempre le caracterizo les habló:

—Zabini, Malfoy. Buenas noches. ¿Qué les trae por estos lares ha estas horas? –pregunto curiosa, no tenía mucho contacto con esos dos en el ministerio.

Draco sonrió a la chica; si bien antes, se habían llevado, pésimo ahora que no era un chico inmaduro y la muchacha era una mujer digna de admirar por su trabajo como viceministra de magia.

—Severus Snape, lo buscamos, mi padrino me preocupa, no quiero que se lastime. –reconoció sin mostrar su típica mirada fría.

—Podría estar en cualquier lugar –acotó Hermione- ¿Cómo sabes que está aquí? –preguntó mirando el lugar al igual que Ron, haber si lo veían.

—Vivimos cerca, no le gusta alejarse. –explicó Draco sin dejar de buscarlo con la mirada.

Blaise quien había permanecido en silencio, interrogó al pelirrojo:

—Ustedes, ¿Qué hacen aquí? –mostrándose extrañados de ver a esos dos de noche por ese lugar tan oscuro. Por más que Potter viviera allí, las horas eran inapropiadas.

—Veníamos a ver a Harry, pero no estaba en casa. –mostrándose cauteloso al hablarle, era bien sabido que nunca los Slytherin y Gryffindor habían logrado sobrellevarse antes.

Ellos asintieron comprendiendo las palabras del pelirrojo, estaba el rubio por desesperarse, cuando vio brillar algo a unas cuadras, mirándose todos atónicos, caminaron hacía allá.



(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(/(



Harry observo como el hombre se incorporaba frente a él con dificultad y agarraba sus manos con verdadera torpeza, pronto sus dedos estuvieron en el rostro del hombre, éste daba leves masajes a su cara utilizando sus dedos.

—Es suave…..Pero usted ya no es así. –susurró el hombre enfrentando su mirada, sin quitar sus manos de su rostro Harry le volvió a preguntar.

—Solo dígame ¿Qué desea? –mostrando seguridad y decisión en esas palabras.

Snape le tomo de la barbilla y dijo:

—Su protección, usted, siempre a mi lado, protegiéndome, solo devuélvame un poco de lo que yo le dí. Solo eso Potter. –sin despegar sus ojos negros de los del moreno.

El ojí verde le miro sin poder creer esas palabras, carraspeo y afirmó:

—Lo haré si es lo que desea, ¿Cómo hago para que este seguro de que cumpliré mi palabra? –preguntó viendo como Snape quitaba sus manos de pálido rostro.

—Prométalo, júrelo por Dumbledore, le creeré. –Simple pero firme respuesta.

—Se lo juro por la memoria de Albus Dumbledore, le protegeré, siempre estaré con usted. Haré lo que desee Snape. –viendo como éste sonreía de medio lado al escuchar su promesa.

—Gracias Potter, no quiero estar solo. –confesó el hombre dejando una lágrima correr.

Harry entendió, él mismo se sentía así; limpió el rastro de la indeseada muestra de debilidad y recostando a Snape en el pavimento dejo que el hombre reposara la cabeza en sus piernas mientras distraídamente él cerraba los ojos como muestra de cansancio.

No paso mucho cuando Snape se durmió; sacó su varita, viendo las calles desiertas evocó un lumos y levantó al hombre, sin magia, quería hacerlo a lo muggle y emprendió rumbo a su casa.



Iba caminando tranquilamente cuando se encontró con Draco Malfoy, Blaise Zabini, Ron Weasley, Hermione Granger, quienes le miraron sorprendidos.

Adivinando el por qué la familia Zabini estaría allí habló:

—Snape está bien; solo dormido, me encargaré de él. –informó al rubio quien le miró confundido.

— ¿Qué derecho tienes de llevarte a mi padrino? –estaba preocupado por el hombre y venia Potter sin más a decirle que se encargaría él.

—Una promesa, le prometí cuidarlo y eso haré. –La voz de Harry expresaba decisión, mirando a sus amigos les pidió- Por favor, márchense, es tarde vayan a casa, yo tambien iré a dormir. –buscando no querer enfrentar sus preguntas e recriminaciones.

Ron y Hermione algo reticentes asintieron y desaparecieron; Malfoy le dijo antes de desaparecer.

—Si le pasa algo, te mato Potter. –enviándole una fría mirada. Él sonrió, Snape después de todo, no estaban tan solo, pero habría tiempo para hacérselo ver.



Continuara.


PD: No debo releer lo que escribo.


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MensajeTema: Re: La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I   La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I I_icon_minitimeJue Nov 01, 2012 1:17 am

interesantee muyy intersante....n_n
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MensajeTema: Re: La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I   La vida con Snape. Capitulo 1. Callejón Oscuro I I_icon_minitime

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