La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 She is only my princess. Capitulo 3

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Majo-san
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Majo-san


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MensajeTema: She is only my princess. Capitulo 3   She is only my princess. Capitulo 3 I_icon_minitimeDom Ago 08, 2010 7:13 pm

She is only my princess



Resumen: Harry huyó del lugar que una vez llamó su hogar, por que ahora tenía algo más importante por lo que luchar. Algo que dejaba la guerra contra Voldemort en un plano completamente diferente.
Tuvieron que pasar ocho años para que un incidente lo hiciera volver y con él, su mas preciada misión. Salvar a su hija de las manos de todo el mundo.

Respuesta al reto: Ocho años sin ti. De la mazmorra Snarry


Disclaimers: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J. K. Rowling.

Pareja: Severus Snape y Harry Potter

Advertencias: AU (el 6° y 7° libro simplemente no existieron) / M-preg (embarazo masculino) Chan / Lemon.

Categoría: Angustia / Romance /Drama

Clasificación: NC-17

Simbología: Letras en cursiva: recuerdos



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3° capitulo

Un leve gemido lo hizo voltear a ver a Harry. Se veía confundido y tratando de enfocar la vista, pero poco podía hacer con las gafas mal puestas, por lo que Severus las acomodó en su rostro, logrando que el menor se sobresaltara y fijara su mirada en la niña que seguía dormida a su lado.
— Nos sacaste de ahí — le dijo con voz ahogada.
— No iba a dejarte en manos de ese monstruo. Mucho menos a Alexandra — le dijo mirando a la niña. No tenía el valor de mirar a Harry a los ojos — es hermosa.
Harry no decía nada. Se quedó mirando al hombre que tenía frente a él y su corazón se desembocaba con solo presenciar a Severus tan cerca de él. Un sentimiento que no se permitía sentir y que por mas que quisiera no podía evitar.
— Cuando Dumbledore me dijo que estabas vivo. Creí que finalmente podría morir en paz. Que no tenía que seguir en agonía por no saberte vivo.
— Detente por favor — le pidió sin mirarlo a los ojos. Le dolía el ver a Severus, como para que más encima tenga que escuchar su voz cargada de melancolía.
— No creo estar diciendo nada malo — le dijo posando una mano sobre la de Harry, notando como se estremecía ente el contacto — simplemente estaba deseoso de saber que estabas bien.
— Lo estaba — dijo apartando la mano — y si ellos no me hubieran descubierto… Alex estaría bien también.
— Esta hechizada ¿Verdad? — Le preguntó al menor, que aun sin mirarlo asintió — ¿Sería demasiado pedirte que la despertaras para…?
No pudo decir nada cuando se levantó de golpe mientras agarraba su brazo y retrocedía hasta la pared.
Harry vio esa reacción y tomó conciencia de lo que esta pasando. Severus estaba siendo torturado por medio de la marca tenebrosa. Se puso de pie y se acercó con cuidado.
>>Es mejor que me valla — dijo Severus con voz agónica — podría rastrearme hasta aquí.
— Te va matar — le dijo llegando a su lado.
— Probablemente — lo miró a los ojos y sintió que moría al volver a reflejarse en ellos — pero ustedes estarán a salvo — se acercó a la cama, pasando al lado de Harry y descendió para besó la frente de la niña que se remolió ante el contacto, pero no despertó — adiós, mi princesa.
Harry los vio con dolor. No quería que nada malo le pasara al hombre. Una de las razones por las que se escapó, fue el asegurarse de que el Lord no supiera de la traición de Severus. Cosa que ahora le resultaba terriblemente irónico. Nuevamente estaba poniendo a alguien que amaba en peligro y solo por haber aparecido de nuevo.
¿Por qué simplemente no se escondió mejor?
Severus seguiría como espía y bien… no en peligro.
>>No es tu culpa — dijo el pocionísta al llegar frente a él y viendo la cara de dolor que tenía Harry — no sabes lo feliz que podría morir en este minuto si se que ustedes están bien.
— Esto no debería estar pasando — dijo mirándolo por fin a los ojos y sintiendo el vértigo en su estomago al apreciar esa maldita mirada llena de amor — ¿Por qué simplemente no me odias? — Le dijo apretando las manos — ódiame por separarte de Alex, por haber huido, por haber regresado.
— No podría… — se volvió a retorcer un poco por el dolor de su cuerpo causado por la marca — si te llevaste a Alexandra, se que lo hiciste por protegerla y si ella esta viva y bien ahora, es por que lo lograste. Huiste por que pensaste en ella y solo por eso te amo más que nunca. No podría odiarte por regresar, me diste la mayor felicidad del mundo al verte vivo y bien.
— Alex no sabe nada de la magia — dijo bajando la cabeza de nuevo — no sabe que es tu hija.
— Pero esta viva.
— ¡Deja de ser tan positivo! — Le gritó sin dejar caer la lagrimas que querían emerger de sus ojos — ni siquiera sabe mi nombre.
— Dante es un nombre hermoso — le dijo sonriendo — no te sigas esforzando en que te odie. Nada de lo que me digas podría lograrlo.
Harry se abrazó a si mismo y no se sorprendió al sentir que Severus lo abrazaba con fuerza.
>>Tuviste tus razones para hacer lo que hiciste, mi amor — le dijo besando su coronilla — estas vivo. Alexandra esta viva y creo que lo has hecho muy bien como padre. Nada me ha hecho tan feliz como lo haz hecho ahora.
— No quería que nada malo le pasara a nadie — se permitió recargar su cabeza en el hombro de Severus — si no me iba, todo el mundo se hubiera puesto neurótico al tratar de protegerme más de lo que ya lo hacían. Tú hubieras estado más en peligro y quizás a estas alturas no estarías vivo.
— Pero lo estoy y todo gracias a tus decisiones.
— ¿No me odias por habérmela llevado? — le dijo en un susurro, tratando de calmar sus propias emociones.
— Me dolió. No puedo negarlo — le dijo alejándolo un poco para poder verlo a los ojos — pero se que en algún momento miraras al mundo con otros ojos y ustedes serán felices. Yo los protegeré, estén donde estén.
— No hables como si fueras a morirá en este minuto, por favor — le pidió abrazándolo mas fuerte — todo el mundo tiene cosas que hacer y yo también, pero no puedo permitir que algo malo le pase a mi hija.
— Entonces huye de nuevo — le dijo mirando por sobre su hombro — ella merece ser feliz. Sin las consecuencias de la guerra sobre ella.
— Ahora no podría. No sabiendo que ahora si estarás muerto por mi culpa — se separó de su abrazo y caminó hacia la cama para revisar a la niña — cuando me fui no sabía si sobreviviría. Tenía miedo. Era muy joven para pensar con claridad y cuando lo pude hacer, Alex ya se había convertido en mi más grande obsesión. No podía volver y ponerla en peligro.
Severus se acercó. Su frente sudaba ante el dolor que el Lord le estaba provocando a través de la marca. Pero eso no le quitaría la satisfacción de ver a Harry con su hija en brazos. Ahora la sostenía sobre su regazo y la miraba con aprensión.
— No puede ser — dijo Harry preocupado — ¡Esta ardiendo! — Dijo poniendo la mano en la frente de la niña.
Severus acercó la mano y se dio cuenta de que efectivamente tenía fiebre.
— ¿Nunca la habías hechizado? — Le preguntó quitándole a la niña de los brazos, al ver que Harry estaba entrando en una especie de shock al ver a la niña en ese estado — hay que llevarla con madame Pomfrey. Me encuentro incapacitado de ayudarla en estas condiciones.
— ¡No, al colegio no! — Dijo casi con temor.
— ¿Por qué, Harry? ¿Por qué no quieres volver?
Harry no pudo evitar recordar lo que escucho la noche que volvía a su sala común. Ese día que debería ser completa felicidad y orgullo, se transformo en un momento de cruda realidad.

No quería presionar a Severus y solo caminó en dirección a la sala común de Gryffindor. Iba a tener un hijo ¡Un hijo suyo y de su amor!
— ¡Estoy harta de que digas todas esas estupideces, Ron! — la voz de Hermione le llegó completamente clara y se imaginaba que igual de impactante que a su amigo.
— Lamento que pienses eso, Hermione — la voz de otra persona que conocía bien se hizo presente — Ron tiene razón al desconfiar de Snape.
¿Snape? ¿Su Severus Snape?
— No tengo nada en tu contra, Bill. Desde que eres profesor de defensa contra las artes oscuras, te he ido conociendo mejor. Solamente creo que están exagerando al hablar de esa manera del profesor. Él ama a Harry.
— ¡Por favor, Hermi! — Le dijo Ron con un bufido — ¿De verdad crees que si lo amara cono tu dices, seguiría como mortífago?
— Eso no tiene nada que ver.
— Snape es un cretino aprovechado — la voz de Bill ya empezaba a molestar a Harry, que se contenía en no entrar y reclamarle el que hablaran de esa manera de Severus — Harry necesita un hombre mas joven… quizás mas agraciado.
— Oh claro — la voz de Hermione se escuchaba gratamente irónica — seguramente alguien como tú ¿Verdad?
— Quizás Harry estaría mejor con Bill, Hermione — dijo Ron. Mientras Harry no podía dar crédito a las palabras de su amigo — seria parte de la familia…
— ¿Por seguir con Snape dejara de serlo? — Preguntó la chica. Harry solo esperaba no escuchar algo que lo destruyera más de lo que lo estaba haciendo esa declaración.
— No se si seria lo mismo — sonó la voz de Ron, casi como un susurro — ¿Te imaginas que pasaría si el-que-no-debe-ser-nombrado se entera de la relación que mantiene? Los matara, Hermione. A Snape y a Harry.
Harry se alejó de la puerta casi con temor y huyó. No quería darse cuenta de la verdad.
Aquellos a quienes consideraba como su familia, no lo apoyaba en su amor por Severus, y él mismo estaban arriesgando a Severus al estar a su lado.

— ¡Harry!
Severus tuvo que gritarle para que reaccionara y el menor se dio cuenta de que su hija estaba cada vez mas colorada.
— Bien — caminó a su encuentro — vamos a Hogwarts.
Severus pudo notar como se estremecía ante la sola idea de acercarse al colegio, pero no era momento para averiguar mas cosas de lo que le pasaba a Harry. Primero tenían que ver por la seguridad de Alexandra.
Harry se acercó a Severus y le sujetó del brazo para trasladarlos, pero al tratar de hacerlo no pudo.
>> ¿Qué me pasa? — Se preguntó tratando algún hechizo simple, pero ni un Lumus podía invocar.
— Seguramente te lanzaron algún hechizo cuando te seguían.
— Puede ser. Recuerdo que no pude seguir apareciéndome.
— Eso lo veremos después — lo abrazó por la cintura y lo acercó a su cuerpo — yo nos apareceré — vio que Harry lo miraba con añoranza y eso lo llenó de gozo — apropósito — le dijo susurrándole al oído — te vez adorable con esa apariencia.
Harry se puso completamente rojo y vio de reojo que había un espejo roto. Pudo darse cuenta (aparte de lo bien que se veían los tres juntos y lo increíble que se veía Severus con Alex en brazos) que el hechizo glamour que traía había caído, ahora solo se veía su largo cabello negro cayendo por su espalda, su cuerpo delgado pero fibroso y su mirada viva. Como no lo había notado hace tantos años.
¿Cuántos cambios podía llegar a tener el solo ver a Severus Snape?
Sintió el maldito tirón que ya había sentido casi doce veces en ese día. Aun, con todos los años que la había tenido que utilizar la aparición, seguía siendo una desgracia para él.
Llegaron a los terrenos aledaños al colegio y sin decir nada, ambos apresuraron el paso al interior del colegio.
Harry miraba a los alrededores, tratando de ver los cambios que hubieran surgido en esos ocho años, pero casi nada había cambiado. Todo lo que existía cuando él estudiaba ahí, aun estaba.
— ¡Harry!
Ambos se sintieron tremendamente mal de encontrar a alguien que los conociera, pero evidentemente no iban a demostrarlo abiertamente.
— Harry — le llamó Severus, al ver un grupo que se acercaba a ellos.
— Lo primero es Alex — le dijo mirándolo a los ojos — no quiero nadie cerca de ella.
Severus asintió y lo sostuvo de la cintura, desapareciendo ante la vista de todos los que estaban en el lugar.
Llegaron al pasillo en donde se encontrada la enfermería y entraron estrepitosamente.
Severus se dispuso a dejar a la niña en la camilla para ir por madame Pomfrey, pero la mujer justamente iba saliendo por su despacho.
— Colloportus — Harry selló la entrada y se dirigió a donde estaba su hija.
— Harry Potter — la voz de la mujer era un evidente reproches destilando las letras de su nombre — no esperaba verte después de tantos años.
— Yo tampoco, madame. Se lo puedo asegurar — Harry no iba a dejar que nadie traspasara sus propias barreras — solo le pido que revise a mi hija, necesita atención medica y no somos capaces de dársela nosotros.
La mujer asintió y se acercó a la camilla donde la pequeña pelirroja dormía. La examinó por cerca de cuatro minutos, en los que Harry estuvo al borde de la histeria. Se recriminaba el que la niña estuviera en ese estado. No podía ser capas de pensar en nada que no fuera la salud de Alexandra.
Severus miraba todo desde una prudente distancia, afianzando los hechizos que había puesto Harry en la entrada de la enfermería. Sabía que tardarían poco en darse cuenta de que estaban ahí, pero Harry tenía razón. Lo primero en ese minuto es la pequeña.
— Presenta una baja de energía — dijo la mujer — ¿Alguna vez había presentado problemas con su magia?
— Recién hoy tubo su cimera muestra de magia — dijo sin dejar de mirar a la pequeña — además de que la tuve que hechizar.
— Ya veo — dijo madame — lo que necesita es un par de pociones…
— ¿Cuáles? — Preguntó Severus, sin dejar terminar a la mujer.
— La única que no tengo aquí es una poción Vigorizante.
— Iré por ella — dijo caminando a la salida, pero antes de llegar se devolvió — ¿Puedo aprovechar la chimenea de tu despacho? — vio que la mujer asintió y luego de mirar por ultima vez a la niña se fue de la sala.
— Así que es la hija de Severus y tuya — dijo la mujer, mientras le suministraba unas pociones a la niña, haciéndola tragar aun inconsciente.
— Si — le respondió con seguridad — es nuestra hija.
Miró a la niña que había trastornado toda su vida. Era toda su felicidad y daría lo que fuera por ella.
Severus llegó a la enfermería lo más rápido que pudo y le entregó el vial a la enfermera que se lo dio lentamente a la niña.
— Listo, solo hay que esperar que reaccione.
Severus y Harry no quitaban los ojos de encima a la mocosita que era todo lo que podía llenar sus existencias.
La pequeña empezó a abrir los ojos lentamente y a quejarse, haciendo que Harry se empinara a su lado.
— Un papa ?— la niña abrió sus oscuros ojos, logrando arrancar un gemido de la garganta de Severus, al ver sus mismos ojos en la pequeña pelirroja — Où sommes-nous?
— ¿No sabe hablar nuestro idioma?— Le preguntó Severus, al ver que la chiquilla estaba hablando francés.
— No. El lugar donde habitábamos tenía el francés como idioma predominante — Es-tu meilleur, une princesse ?
— Une tête me fait mal je.
— ¿Que dijo? — Preguntó la enfermera.
— Le duele la cabeza — Le respondió Severus.
— ¿Sabes francés? — Preguntó Harry, mirándolo a la cara.
— Si. Aprendí a hablarlo cuando te empecé a buscar por el mundo.
Harry se habría derretido en ese instante de no estar tan nervioso por el estado de la pequeña Alex.
— Un papa ?— Le llamó la pequeña — Où sommes-nous? — Volvió a preguntar.
— Nous sommes dans Hogwarts, petite — le respondio Severus, con su voz grave.
— Celui qui est vous? — Preguntó mirándolo con atención. Sentía su corazón latir rapidito, rapidito al ver a ese hombre tan alto.
— Je m'appelle Severus, Severus Snape — le respondió al escuchar la pregunta de la niña — Ton mal de tête a-t-il retiré?
— Non encore — le respondía, casi con un puchero.
— ¿Alguien me podría decir que es lo que dicen? — Preguntó la mujer, deseando más que nunca poder saber otro idioma que no sea latín o ingles.
— Alex le preguntó donde estábamos y quien era y Severus le contestó — dijo Harry con una semi sonrisa — después Severus le preguntó si aun le dolía la cabeza y mi niña le respondió que si.
— Veo — dijo la mujer — ¿Podrías decirle quien soy y que la atenderé mineras este enferma?
— Claro — le dijo sonriéndole a la niña, que no quitaba sus ojos de los de Severus — une fille, cette femme est la dame Pomfrey et est infirmière. Elle t'accueillera.
La niña miró a la enferma que asintió ante las palabras de su padre.
— Beaucoup de goût. Mon nom est Alexandra Pitts — se presentó, como si se tratara de una pequeña dama.
— ¿Pitts? — Preguntó la mujer, pero en ese momento se sintió que las puertas se abrían estrepitosamente — ¿Qué es ese escándalo? — dijo al ver como entraba una gran cantidad de gente entrar en el lugar.
— Severus… por favor. No estoy preparado para hablar con nadie — le dijo Harry, llevándoselo a un lado — además, creo que Alexis necesita… — un fuerte mareo lo hizo sostenerse de Severus, que paso una mano por su cintura — no me siento bien — le dijo al ver que no podía sostenerse.
— Te sacaré de aquí — lo dejó apoyado contra la muralla y fue por la niña — Alexandra, tu m'accompagneras à porter ton papa pour pouvoir se reposer— le dijo dándole la mano.
— Qu'est-ce qui passe mon papa? — Le preguntó al ver que su papi no había ido por ella cuando llegaron todos esos extraños.
— Il est peu fatigué, mais tout à fait mauvais — se giró para hacer detenerse a los que se acercaban — ahora no hablaran con él.
— Pero Severus — dijo el director.
— Dije que ahora no — su voz se notaba seria y no dejaba lugar a reclamos — Madame, ocuparé nuevamente su chimenea — la mujer asintió y caminó hasta Harry con Alexandra en uno de sus brazos, mientras hacia que Harry se apoyara en su otro brazos. Sacándolos inmediatamente de la enfermería.
Cuando Severus se hubo ido con Harry y la niña. La enfermería se transformó en un hervidero.
— ¡Ya basta! — Dijo la enfermera, calmando todas las voces.
— ¿Podría decirnos por que estaban aquí, madame? — Le preguntó Hermione.
— La niña no se encontraba muy bien y sus padres querían que la asistiera, pero nada de que preocuparse.
— ¿Qué demonios fue lo que le dijo Snape a la niña? — Ron preguntó con fastidio. No le gustó para nada el que su amigo se fuera con ese bastardo que tanto lo había hecho sufrir. Muy lejano a la realidad, claro esta.
— Le habló en francés — dijo la enfermera, pero como no sabía el idioma, no le pudo decir nada más.
— Le dijo que lo acompañara, que llevarían a Harry a que descansara — le tradujo Hermione — y la niña le preguntó que si se encontraba bien.
— ¿Qué le pasa a Harry? — preguntó William.
— Según lo que le respondió Snape, dijo que solo estaba cansado.
— Era muy linda — dijo Molly — y que cabello mas rojo.
— La sangre de Lily, obviamente — dijo Minerva, mirando fijamente a la matriarca de los Weasley.
La mayoría de los Weasley, a excepción de Fred, George y Arthur, tenían la impresión equivocada de que Harry había huido por culpa de Severus Snape y por lo mismo lo habían atosigado durante todos esos años y se habían propuesto el separarlos en cuanto Harry volviera.
— Al parecer, Harry y Severus arreglaron sus problemas — dijo Dumbledore con tono jocoso — pero me preocupa el estado de Harry.
— ¿A dónde lo habrá encontrado? — Preguntó Minerva.
— Eso es lo que me preocupa — todos miraron al director — le pedí a Severus que fuera donde Voldemort para que averiguara algo.
— ¡O sea que estaba con el Lord! — grito Ginny, escandalizada ante la sola mención de que el chico estuviera en manos de su peor enemigo.
— No lo sabremos hasta que alguno quiera hablarnos — dijo saliendo — y les recomiendo que no se acerquen a las mazmorras. Severus suele ser muy… reservado con sus cosas.
— Harry no le pertenece — dijo William, molesto por el apoyo que le brindaba el director. A un hombre que a su juicio, no la merecía.
— Pero la pequeña Alexandra si, ante eso nadie, ninguno de ustedes, puede hacer nada — luego de mandarles una mirada significativa, abandonó la enfermería — me alegro que vuelvas a nosotros, Harry — dijo mirando en dirección a la mazmorra y luego caminando a su propio despacho.

Continuará…


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MensajeTema: Re: She is only my princess. Capitulo 3   She is only my princess. Capitulo 3 I_icon_minitimeLun Oct 08, 2012 5:03 pm

rayosss estoy comenzando a odiar a Ron.........¬¬
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