Endimion paso la puerta de su cuarto, penetro en el semioscuro dormitorio, dejo su capa de viaje en el perchero que estaba al lado de la puerta y se sento en la silla de su escrutorio.
Estaba exausto, toda la noche poniendo en orden los asuntos con los suyos ante la Legislación de los Vampiros (de donde él era reprecentante de los escoceses) y ante el Ministerio de Magía. ESTABA AGOTADÍSIMO.
"Estoy tan cansado, a pesar de ser vampiro, la inmortalidad es un peso.....¡LO QUE DESEO VOLVER A VERTE, AMOR MÍO!" pensó angustiado.
Habían pasado ya trecientos cincuenta y siete años desde aquel fatídico día en el que sus queridos primitos le habían declarado guerra, ocacionando la muerte de su familia:
--------------------- FLASH BACK -------------------------
Era primavera, el hermoso y refrescante diesiseis de junio de mil seisientos veintiseis. Aquella época era tranquila para aquellos, que como él, disponian de una posición elebada, pero complicada para las personas que no. Sin embargo él no prestaba atención, el amor lo distraía de todo lo que lo rodeaba.
La conocío una noche de reuníon de alta sociedad. Tenía la piel más rosadita y suave que cualquiera que se le ocurriera, sus ojos verdes esmeralda relucía bajo la luz con vida propía (iguales a los de su padre y hermano), su cabello rubio paracia el más puro oro (al igual que su madre) y la dulzura y bondad que desprendía por medio de su sonrisa la hacía parecer el más bello de los ángeles. Ella era hija del conde Henry Octavius Oc´levans y la duquesa Marjorie Le´Prince, hermana menor del baron Antón Oc´levans (al que los amigos mas intimos apodaban "el rapido Evans" por su rapida escritura); su nombre: Lilian Anthoniette Oc´levans.
Muchos eran los que la codiciaban, entre ellos Felíx y Swan sus detestsbles primos paternos. Jámas ellos se llebaron bien, cuando eran niños y les dijeron que el que tendría el titulo familiar y todo lo demas sería Endimion, ellos jurarón venganza. Poco sabía él, que cumplirían su palabra.
Aqulla noche se conocieron y enamoraron, sus familias felices por la oportunidad de unir ambos linajes.
Se fueron viendo con más insistencia cada vez, hasta que él, finalmente, se armo de valor y le propuso matrimonio.
Al ser vampiros no se casaban por iglesia, sino por un rito oscuro que uniría sus vidas inmortales en una. Todo fue de maravillas los cinco años despúes de la seremonia. Al septimo año de casados tubieron a su primer hijo, Severus Octavius Van Degrawn nacido el nueve de enero de mil siesientos treinta y tres. Eran tan felices. Todo marchaba de maravilla......
Pero todo cambio al cabo de unos años; el diesiseis de junio de mil seisientos treinta y nueve:
Estabamos en el patio de nuestro hogar, Severus jugaba con las mariposas ¡YA TENÍA NUEVE AÑOS! No podía creer que el tiempo volara tan rapido. Mire a mi hijo: su pelito, largo hasta los hombros, era negro azabache y en ese instante lo tenia despeinado volando al viento; sus ojitos verdes relucian de alegría mientras perseguía al animalito con su madre; la risita feliz de mi niño llenaba de vida y luz mi corazón.
De repente, mi mayordoma me abisa de visitas. Mientras camino a recibirlas, Severus ríe triunfante ¡Agarro a la mariposa! y me grita "¡Lo logré, papi! Regrea rapido y te la presto". Ante eso rió feliz, así lo aré. Voy por el hall del pasillo que lleba a la sala de la planta baja, pensando en lo afortunado que soy. Al llegar ante la puerta abierta, paso y me encuentro cara a cara con mis primos.
Felíx Harry Van Degrawn, el mayor por tres años, era tan alto que había que subir la cabeza unos siete sentimetros para verlo bien a la cara. Sus ojos son amarillos y su cabello violeta rojiz, sus labíos finos contrastaban con las cejas anchas y pobladas. La nariz era pequeña y redonda.
Su hermano por el contrario, era bajo (de la misma estatura que Endimion), tenía el cabello castaño corto por debajo de las orejas, los ojos claros eran aguamarina. Él era el general del ejercito vampírico y había asistido a innumerables guerras, en donde una le había arrancado un ojo; por eso se tapaba el agujero con un parche del color del ojo perdido: el derecho. En definitiba, Swan Marvolo Van Degrawn, era alguien para no tener poblemas.
Sin embargo yo no le temo, sé que en el fondo es un maldito cobarde y que recurríra a medios sucios para lograr sus fines.
_ ¡El hombre del momento! - me habló Felíx con burla. - Todos hablan de ti y tu familia, primo. Debes adorar eso....
_ No. De echo, no. Me molesta. - le dije despectivo.
_ ¿Por qué la agresión? - interrumpe Swan - Vinimos en son de paz.
_ Ja ja, ¿en serio? No lo creo, querido primo. ¡Al grano: ¿qué quieren?! - les espete.
_ Algo facíl y sencillo: rechaza la oferta de nuestro abuelo de asumir el poder. Díle que es mejor que nos lo des a nosotros que no tenemos que cargar con esposa e hijos. - me dice el ojidorado.
_ ¿Y qué si no lo ago? - lo reto.
Mi primo menor chasca sus dedos y, al instante, uno de sus hombres entra con mi esposa e hijo fuertemente agarrados y amenazandolos con una daga consagrada con ajo.
_ ¡Endimion!
_ ¡Papá!
_ ¡Lilían, Severus!
Felíx se interpone para impedirme llegar a ellos.
--------------------- FIN FLASH BACK -------------------------
La desesperación llevo a una espantosa pelea en la cual la mansión y sus habitantes se prendieron fuego, su amada esposa y su querido hijo perecieron allí. Pero sus primos sobrevivierón, él también.
Apartir de ese día la guerra entre ellos empezo, pero el dolor se convirtío en un peso insoportable.
******** A miles de kilometros de distancia
Un oscuro corredor era atravesado por una única precencia. La oscura figura era alta y delgada, con una capa de mago negra y cuya capucha, evitaba distinguir el rostro del temerarío hombre. Iba caminando a un paso veloz, con una enorme serpiente siguiendolo.
Acababa de entrar a la sala de la casa, cuando una mujer morocha y vestida con un vestido negro llego acompañada por una hombre rubio de elegantes ropas y baston.
_ Milord. - le dijo la mujer con un aire entre amoroso, fanatico y deboto; inclinandose ante él y besando la punta de sus pies.
_ Mi señor. - repitío el hombre entre deboto y cansado. Imito a su compañera.
_ Espero que me traigan buenas noticias; Bellatrix, Lucius. - la voz era fría, colera y con un deje de superioridad. Al levantar la cabeza, sus ojos rojos resplandecierón de malicia pura.
_ Sí, amo. Lucius consiguío la fecha de ida del colegio en Navidad y los nombres de los alumnos que se irían. - dijo feliz la malvada y desquisiada mujer.
_ La fecha de partida es el 23 de Diciembre y......¡Potter esta entre los que se van! - dijo alegre el rubio de ojos grises.
Lord Voldemort estaba muy contento cuendo, después de planear el secuestro tras cinco horas de presición, se acosto finalmente en su enorme cama, con la malevola sonrisa en los labios.
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