Poción de fertilidad (One shot)

Poción de fertilidad por Danvers
Resumen:
Harry quiere algo que solo puede darle Snape. Aunque cree que lo mejor es cogerlo sin pedirlo antes...
Categorías: Harry Potter Personajes: Harry Potter, Severus Snape
Géneros: Humor, Romance
Advertencias: Mpreg=Embarazo Masculino
Desafíos: ¡¡¡Felicidades, Papá!!!
Desafíos: ¡¡¡Felicidades, Papá!!!
Series: Ninguno
Capítulos: 1 Completo: Sí Palabras: 4767 Lecturas: 1362 Publicado: 15/06/08 Actualizado: 15/06/08

Notas de la historia:
Respuesta al reto del día del padre de la mazmorra del Snarry.


1. Oneshot por DanversOneshot por Danvers


Siempre he querido tener hijos, pero últimamente la idea me obsesiona.

No tengo pareja, pero ese no es el principal problema. No me gustan las mujeres. Mira que lo he intentado, pero no hay manera de que mi cuerpo "responda". Vamos, que no me pongo duro ante una mujer desnuda ni pensando en la portada del mes de Magos Macizos.

Cuando tuve claro que no conseguiría descendencia del modo normal (como si en mi vida hubiese algo normal...), pensé en la adopción. Pero en el mundo mágico es muy difícil adoptar, casi imposible si no tienes pareja. Y por extraño que parezca, no me gustaría criar a un niño muggle. No, no es racismo, sencillamente quiero vivir la infancia mágica que yo nunca pude disfrutar.

Si quiero un hijo no me queda más opción que tenerlo yo mismo. Puedo conseguir una poción de fertilidad masculina, es difícil pero no imposible. El problema es que para esta poción necesito un ingrediente que no puedo conseguir: amor.

No es que no esté enamorado, que lo estoy, el problema es que la persona que quiero no me corresponde. Y seguramente antes de tener un hijo se cruciaría. Me cruciaría a mí con solo proponérselo.

Igualmente hace años que no hablamos. Desde que Voldemort cayó. Desde que nos emborrachamos lo suficiente como para olvidar años de enfrentamientos y acabamos en la cama follando como... En fin, acabamos en la cama. Todavía no entiendo cómo pasamos de gritarnos a revolcarnos por el suelo sin ropa. Puede que influyera que a mí el alcohol me pone muy caliente. Y que cuando me grita y me mira mal me pongo de un cachondo... Sí, soy un poco raro.

A la mañana siguiente fue peor. Cuando se despertó desnudo debajo de mí se puso histérico y me acusó de cosas que no quiero recordar. Al parecer tiene muy mal humor por las mañanas. Aunque si lo pienso, le dura todo el día...

No se porqué aún sigo pensando en él. Llevo tiempo intentando olvidarlo, buscando otros brazos. De hecho cada fin de semana busco unos, pero nada, nadie me hace temblar con solo mirarme. Al menos estuve con él una vez. Mi primera vez.

El caso es que le necesito, porque la poción no me funcionará con nadie más. Siempre podría ir a su tienda de pociones. Sí, tiene una tienda propia. He oído que le va muy bien. Antes era profesor. Mi profesor. Pero que conste que cuando follamos ya no lo era, ¿eh?

Total, que podría ir a su tienda y pedirle la poción. Es uno de los tres únicos pocionistas de toda Inglaterra que la hacen. Me podría tomar la poción delante de él y preguntarle si me puede ayudar con el resto...

No, no podría. Él sabe perfectamente que hay que estar enamorado. Sería como ir y declararle mi amor. Estaría convertido en sapo antes de poder desaparecerme. No, no puedo declararme. Es que en realidad me odia. No es que fuera mal estudiante, el primer día ya me tenía manía. Ya, ya se que eso suena a excusa, pero en mi caso es verdad, lo juro.

En fin, solo me queda presentarme en su tienda, seducirle y desaparecer para siempre de su vida. Total, tampoco me va a echar de menos. Apenas nos hemos visto en todos estos años, y por la forma en que me mira no se ha alegrado de verme, precisamente.

Mmm... no es tan mala idea. Hasta podría coger la poción. He ordenado tantas veces sus pociones que estoy seguro que no me costaría encontrarla. No, no era un pelota, lo hacía porque me castigaba. Y que conste que la mayoría de las veces no me lo merecía. Bueno, algunas veces al menos...

Sí. Creo que lo voy a hacer. Me he pasado la vida pensando en los demás. Es hora de que piense un poco en mí. Y quiero tener una familia. Quiero tener un hijo de Severus Snape.


*****


El empujón que he sentido al aparecerme ha debido de ser un hechizo de alarma. Suerte que soy uno de los magos más poderosos de Inglaterra y lo he anulado sin problema. No es que no sea modesto, es que todo el mundo lo dice...

No es la primera vez que entro en su tienda, pero nunca he pasado del mostrador. Y menos de noche...

Las estanterías están detrás de las cortinas. No me he equivocado, mantiene el mismo orden que en Hogwarts. Sí, estudié allí. No es que hayan muchas más escuelas de magia en Inglaterra...

Solo hay una fila muy corta de redomas con la poción. No me extraña, no debe de vender muchas. Me la tomo sin pensar más. Dejo la redoma vacía al final de la fila. Cuando la vea ni se acordará de mi visita... No penséis que estoy robando. Sí, es de las pociones más caras, pero se lo puede permitir, el negocio le va muy bien.

De hecho me voy a coger también unas cuantas pociones contra los mareos, he leído que en los embarazos masculinos son peores. Total, tiene tantas que no se notará. Me va a costar mucho mantener a mi hijo y él no va a aportar nada. Me lo tomo como parte de la manutención de nuestro hijo.

Qué bien suena eso... nuestro hijo.

En fin, dejemos de soñar y vamos a engendrarlo, que solo tengo una hora...

Se que tiene sus habitaciones sobre la tienda, pero no se dónde está la escalera. Me cuesta un rato encontrarla. Una vez arriba abro tres puertas hasta dar con la suya. Como esté con alguien me muero.

No, está solo. Me acerco a la cama y me quedo embobado mirando cómo su pelo negro destaca contra las sábanas claras. Joder, sí que estoy mal... No puedo perder más tiempo mirándolo embobado. Espero que no me cueste convencerlo...

Aparto las sábanas, pero antes de subir a la cama tengo su varita en el cuello. Joder, qué rápido es... No me hechiza pero debe de haber lanzado un lumus, porque una luz me está cegando...

-¿Potter?

¿Hace falta que le conteste?- ...sí.

-¿Qué demonios hace aquí?

Ya me está gritando. Y me mira mal. Y yo me he puesto duro.

-Sexo. -Lo se, pero es que la sangre que riega mi cerebro se ha reunido en otro sitio más abajo...

-¿QUÉ? ¿Pero qué demonios se ha pensado? No soy uno de esos jovencitos que se le arrojan a los pies. Yo...

-Nunca me han follado...

-Potter, no voy aguantar ni una de sus bromas. Si está borracho, estoy seguro de que algún auror podría acompañarlo gustoso a su casa. Y follárselo luego.

-No estoy borracho. -No. No le puedo decir que me huela el aliento porque seguro que distingue la poción. Menudo olfato tiene-... Y tiene que ser usted. Cuando nosotros... Aquella noche... Bueno, fue mi primera vez. Y quiero que esta también sea con usted. -Dios, que excusa más mala. Sonaba mejor cuando lo planeé...

-¿Qué demonios? Eso no tiene sentido, Potter.

-Usted no lo entiende. Para un Slytherin puede que no sea importante con quién folla por primera vez, pero sí lo es para un Gryffindor.


-...

Conozco esa mirada de concentración. Le está buscando la lógica al asunto. Realmente no la tiene, así que voy a evitar que siga pensando. Me aparto lentamente de su varita y me quito la ropa. Le muestro lo que puede ganar si se decide a follarme. Me quedo de pie ante él, con mi erección incitándole.

Me mira boquiabierto. Ya no está pensando. Apenas me debe quedar media hora, así que decido pincharlo para que se decida. Y si algo se hacer es cabrear a Severus Snape. Tengo años de experiencia.

-¿No me dijo aquella mañana que yo solo había querido joder a mi odiado profesor de pociones? Pues aquí me tiene. Ahora puede follarse al chico que vivió.

-Maldito... Sigues siendo un niñato engreído... No se qué has venido a buscar exactamente, pero te aseguro que te vas a llevar más de lo que buscabas...

Y tanto que me voy a llevar algo. A mi hijo.

Snape ya tiene una excusa para dejarse llevar, así que me arrastra hacia su cama. ¿Cómo no me he fijado antes en que solo lleva pantalones? Dios, tengo que correrme al mismo tiempo que él, o la poción no tendrá efecto. Mejor no le miro...

¡Oh! Pero aunque cierre los ojos siento sus manos recorrer mi cuerpo. Estará enfadado, pero no piensa desaprovechar la oportunidad... A mí también me gustaría disfrutar de él, pero estoy demasiado nervioso. Mi primera vez, el bebé... Casi deseo que haya acabado ya todo...

Se estira a mi lado e intenta besarme. Tengo miedo de perderme en sus labios y olvidar que me queda poco tiempo. Pero no es fácil resistirse a algo con lo que llevas tanto tiempo soñando... De todos modos estamos muy excitados, no nos llevará mucho tiempo. No se el tiempo que hará que Snape no folla, pero yo sí hace mucho. Pese a los rumores de las revistas, últimamente no salgo tanto. Me tengo que cuidar para mi pequeño...

Estamos creando a mi bebé, estamos creando vida. Decido darme el gusto de disfrutar, así que ahora soy yo el que repaso su cuerpo a besos. Acabamos los dos jadeando.

Cojo mi varita y mojo mis dedos con el hechizo que he usado tantas veces en otros, pero nunca en mí. Me siento frente a él y empiezo a prepararme. No se si él tardaría demasiado y he perdido ya la cuenta del tiempo que me falta. No puedo perder la oportunidad de embarazarme hoy, seguramente Snape estaría alerta otro día y no lo podría repetir. Aunque me vaya a doler, me preparo rápido y me giro, entregándome a él. Me agarro a una de las columnas de la cama y espero a que el futuro padre de mi hijo me haga el honor de penetrarme.

No se hace de rogar. Noto cómo empuja contra mí. Duele, pero yo solo pienso en mi familia. En este delicioso momento en que él es también parte de mi familia, aunque no lo sepa.

Se mueve con cuidado, con suavidad. Besa mi espalda, me agarra suavemente del pelo. Más que violento es un gesto posesivo. Si supiera lo mucho que dependo de él, alguien a quien odia y hace años que ni habla...

Empieza a jadear en mi oído y a decirme lo mucho que le gusta y lo bien que se siente en mi interior. Es mucho más de lo que esperaba. Le incito para que se corra conmigo. En realidad lo necesito, necesito que acabemos a la vez, y realmente no puedo aguantar más...

Me avisa y me dejo ir, sin permitir que la fuerza del placer que siento le quite protagonismo a lo que estamos haciendo. Lo que estamos creando. Nunca olvidaré este momento.

Apenas me recupero y me visto. No quiero escuchar sus gritos esta vez. Me acerco a la cama y le doy un beso. Me mira aún sin entender lo que ha pasado. Tan solo le digo una cosa antes de desaparecer:

-Gracias.



******



Realmente echo de menos enseñar. Tanto que casi podría admitir que también echo de menos a los estudiantes. No, quizá no tanto. Tan solo a uno. Al estudiante, al héroe, al amante fortuito...

Tres años sin verlo en absoluto. Tres años desde que fue mío. No puedo pensar en eso. Duele demasiado. Es esta maldita tienda, que es muy solitaria y me aburre. Quizás mejor cierro y bajo al laboratorio a hacer algún encargo. Sí, así dejaré de pensar en tonterías.

No he llegado a la puerta para cerrarla cuando algo se aparece en medio de la tienda. En segundos corre hacia mí y se engancha a mi pierna. Hace ruidos raros, creo que me va a morder. Apunto a la cosa con mi varita pero me paro a tiempo. Parece un niño. Demonios, es un niño. Lo agarro suavemente del pelo, que tiene largo y negro, y le levanto la cara. Sí, no me equivocaba, es un niño. Y tiene los ojos más bonitos que... ¿QUÉ? ¿Yo he pensado eso? Pero antes de replantearme las ideas el niño abre la boca y me caigo al suelo de la impresión. Es que nunca me habían llamado así. ¿Por qué nadie me iba a llamar así?

-¡Papá!

El niño aprovecha mi estado de estupefacción para subirse a mi pecho. Sí, estoy en el suelo, lo de antes iba en serio. Empieza a hablar de nuevo, pero no lo estoy escuchando. Tengo que llamar a San Mungo, seguro que el crío se ha escapado del ala mental. ¿A esta edad ya pueden estar locos?

-Tengo un regalo, papá. Pero no se ha traído. Y lo tenía en la mano, pero no se ha dsaparecío, como yo. Yo sí, ¿has visto? Te he encontrado. Y eso que...

Merlín, para estar loco habla un montón. El caso es que su cara me suena. Ese pelo. Esos ojos...


******


Dios, no puede ser... Mi niño ha desaparecido. Tengo en mis manos su dibujo, el dibujo que quería llevar a su padre, el dibujo culpable de que nos hayamos enfadado...

Toby quería llevárselo a Snape como regalo para el día del padre. Nunca ha aceptado que no puede ver a su otro papá. Siempre preguntando, siempre hablando de él...

Y ahora ha desaparecido. Se que está con él, Toby cada vez domina más sus "accidentes" mágicos. Seguro que de algún modo ha logrado llegar hasta él, como quería.

Tengo que llegar antes de que... No quiero ni pensarlo.


******


Me aparezco en la tienda. Es peor de lo que pensaba. Snape está estirado en el suelo y Toby está sentado en su pecho. Por la mirada de Snape no entiende nada de lo que está pasando. Esperemos que así sea. Para asegurarme agarro a Toby por la espalda y le coloco una mano en la boca.

-Eh... Disculpe. Yo... le estoy cuidando, y a veces se me escapa. Suerte que le ha encontrado a usted. Gracias, no le molestamos más...

-Potter. Quieto ahí. ¿Quién demonios es esta criatura? -Snape se ha levantado y se está sacudiendo el polvo de la ropa. Realmente debería barrer más la tienda. Ahora tendré que duchar de nuevo a Toby...

-Es... el hijo de Ginny. Yo me quedo con él a veces y ¡Ay! -Toby me ha mordido la mano. Ya hablaré con él después, ahora lo hechizo con un silencius.

-¿Ginny Weasley? ¿Tiene un hijo? ¿Con quién?

-No lo sabe. Es que tuvo unos años un poco locos... Por eso le ayudo yo. Y ahora estará esperando a su pequeño, así que como le dije antes, muchas gracias...


******


Han pasado horas desde que Potter desapareciera con el crío y aún no me he movido del sitio. No logro entender cómo la menor de los Weasley ha tenido un hijo y yo no me he enterado aún. Ni en las visitas mensuales de Lupin ha salido el tema. Ni siendo un hijo ilegítimo los Weasley se callarían que ya son abuelos. Y por Salazar que yo he visto antes esos ojos.

¡Maldito sea Gryffindor! ¡Potter! Gusano asqueroso... ¡Él es el padre! Por eso hace años que Corazón de Bruja no ha publicado nada sobre sus juergas nocturnas. No es que yo lea esa basura, claro. Tan solo la tengo en la salita de espera de la tienda...

Un momento... El engendro tendrá aproximadamente... tres años. ESOS tres años. Los que hace que... ¿Qué demonios fue aquello? ¿Una despedida del mundo homosexual a lo grande?

Pues yo me voy a enterar de lo que está pasando como que me llamo Severus Tobías Snape. Es tarde, pero Poppy aún estará en la enfermería. O eso espero al asomar mi cabeza por la chimenea...

-¿Poppy?

-¿Severus?

-Sí, espero no molestarte, disculpa que te moleste a estas horas...

-No te preocupes, estaba ordenando esto, hoy ha habido partido y ya sabes cómo acaban. ¿Algún problema con el encargo?

-No, me falta poco. El caso es que hoy he visto al hijo de la pequeña de los Weasley...

-¿El hijo de quién? ¿Ginebra Weasley? Severus, Ginny no tiene hijos.

-Bueno, a lo mejor no te habías enterado...

-Severus, veo a Ginny casi cada día. Lleva años siendo novia de nuestro Neville, y suele pasar mucho por aquí.

-Oh. Entonces ha debido de ser un error mío. Siento haberte molestado, Poppy. En cuando tenga las pociones te las envío.

-Tranquilo, siempre es un placer hablar contigo. Tráelas tú mismo y charlamos un rato...

-Eso haré, buenas noches.

Maldito Potter. ¿Por qué demonios me ha mentido? Y estoy seguro que es su hijo, esos ojos verdes son los de Lily. ¿Con quién habrá? ¿Y si...? Con una poción... Pero el padre...

¡Por Salazar bendito! ¡El pelo!

Me voy corriendo a revisar mis pociones. Encuentro una redoma vacía al final de la línea de pociones de fertilidad masculinas. Demonios...

................

Me duele el trasero de estar sentado en el suelo. Aún tengo la redoma en mi mano. No sé el tiempo que llevo pensando...

Un hijo. Tengo un hijo. Tengo un hijo con Harry Potter. Tengo un hijo precioso. Y muy inteligente. Tres años y ya se desaparece. Y no se ha escindido ni una uña...

Pero su padre... Ocultarme a mi hijo. Ah, Potter, de esta no vas a salir tan fácilmente...

Me levanto y me muevo de prisa. Ya es de noche, no entra luz por las ventanas... Dos estanterías a la derecha, la tercera por abajo... Sí, esto me ayudará. Me tomo la poción que me hace perder treinta galeones y dos meses de trabajo. Ah, pero vale la pena. Nunca ninguna poción me ha servido tan bien. Esta poción me va a llevar a mi hijo...

Me concentro... y desaparezco.


******


Aparezco en una habitación oscura. Una habitación infantil. Una habitación infantil horrible, decorada con los colores de Gryffindor. Me giro buscando la cama y me quedo aturdido. Esta parte tiene numerosos detalles verde y plata. Muñecos, dibujos, cosas seguramente escogidas por el niño. Por mi niño. Una bandera Slytherin medio rota está pegada en la pared, cerca de la cama. Desde donde me miran unos ojos...

-¡Papá! ¡Has venido, papá! Lo sabía... Sabía que me encontrarías...

No puedo contestar. Tengo algo en el cuello, debe ser por culpa de la poción, seguro. El niño se me engancha otra vez a la pierna. Me siento en la cama, no quiero caer encima de él. Es que hoy no he comido nada, debe de ser por eso por lo que se me aflojan las piernas...

Se sube a mi regazo y me mira contento. Ha tomado posesión de mí. Más que con su gesto con su mirada...

-Tienes un cuarto muy bonito...

-Sí, ¿te gusta?

-Mucho. Sobre todo esta parte...

-Me gusta tener cosas de tu casa. Papá me ha dicho que eres de Slyzzzerint. La bandera me la dio tío Ron. Los dibujos lo he hecho yo. -Ahora entiendo porqué está rota... no quiero ni saber lo que hacían esos Gryffindor con la pobre bandera... De pronto abre más los ojos si es posible y se escapa de mi regazo. Tarda poco en volver, con un pergamino en la mano pero ya echaba de menos su dulce peso-... Mira papá, mi regalo. Lo he hecho yo solito.

Miro el dibujo y el corazón se me encoje. Hay dos hombres besándose. Ese del pelo liso debo ser yo. Esa cosa que tengo encima debe ser él mismo. Y al que estoy besando es Potter. O alguien con una cicatriz en forma de rayo en la frente...

-Sois tú y papá. Y yo. Los tres juntos.

-Y... ¿Lo has animado tú solito? - ¿cómo ha podido dibujar tan bien la escena? ¿Habrá visto a Potter besarse con otro?

-Sí.

-Lo has hecho muy bien. ¿Has visto a alguien besarse así?

-Sí. Tío Ron siempre se lo hace a tía Hermione. Pero yo no miro, ¿eh?

-¿Y a papá le has visto hacerlo?

-No. Papá solo me besa a mí.

-¿No... Sale con nadie?

-Sí, sale a comprar con tía Ginny. Pero nunca me llevan. Yo quería ir porque sabía que tú vendías cosas. Pero solo voy a la madriguera, con la abuela Molly. O a ver al tío Remus a casa del tío Sirius. El tío Sirius no está.

-Sí, ya lo se. Un momento... ¿conoces a Remus? -Parece increíble, todo el mundo sabe que Potter tiene un hijo y nadie me lo ha dicho.

-Sí. Es mi padrino.

-¿Y... Tío Remus sabe que yo soy tu papá? -La próxima vez que Lupin venga a buscar su poción la voy a adulterar...

-Sí. Me habla mucho de ti. Un día me regaló una foto. Papá se enfadó mucho, pero yo me la quedé. -Va de nuevo a su mesita y coge un marco que en la oscuridad no había visto. Es una foto mía. Sin moverme. ¡Maldito hombre lobo! Me la hizo un día sin avisar, con una cámara muggle-. Pareces enfadado.

-Ese maldito lobo...

-¡Eso no se dice! Y el lobo es bueno, me deja subir en su espalda y me lleva a caballito...

-¿El lobo? ¿Cómo Potter ha podido permitir que corras ese peligro?

-Papá dice que tú le haces una poción para que el lobo sea bueno... Y que eres el mejor, siempre lo dice...

-¿Eso dice tu padre? -Razón tiene, la verdad...

-Sí. Y tío Remus también lo dice. Aunque creo que no le gustas mucho, porque no quiere que estés con papá. Un día escuché que le decía a papá que tenía que salir para conocer gente. Pero yo sé lo que quería decir de verdad... -Y yo también. Le enveneno, le enveneno-.... porque papá se enfadó y le dijo que no iba a querer a nadie más que a ti. Por eso quiero que estéis juntos. Yo también te quiero, pero papá dice que no te gustan los niños. ¿No te gusto yo?

-... ¿Eso te ha dicho tu padre?

-Sí. Dice que no podemos verte porque tú no nos querrías contigo...

Maldito Potter de los cojones. ¿Por qué habrá pensado que no me gustan los niños?... Eh... Vale.

-Mira, puede que no me gusten mucho los niños. Pero tú sí me gustas. Verás, yo antes era profesor...

-Sí, ya lo sabía. Papá me ha contado muchas cosas de ti.

-¿Tu padre te ha hablado de mí?

-Sí. Me reí mucho cuando me contó lo de la ropa de la abuelita de tío Neville...

-Ya... -Definitivamente voy a matar a Potter...

-¿Te vas a quedar con nosotros? Me portaré muy bien. Te puedo ayudar a vender cosas. Yo también hago pociones. Una vez puse muchas cosas en una olla, para hacer una poción de no llorar. Pero olía muy mal y papá se enfadó conmigo...

-Esa poción huele mal. ¿Para qué la querías? ¿Lloras mucho?

-No. Pero papá sí. Por las noches, cuando se cree que no lo oigo...

-... Mira, vamos a hacer una cosa. Voy a ver a tu papá para preguntarle si quiere que me quede, ¿vale? Pero tienes que estar muy calladito y quieto en la cama...

El niño... mi hijo, se pasa dos dedos pinzados por la boca y se tumba, con los ojos brillantes. Debe ser un juego entre su padre y él. Me he perdido tanto... Pero no me pienso perder nada más. Allá voy, Potter...


*****



Me despierto con un peso encima. Ya ha venido Toby de nuevo. Esta noche le dejaré quedarse, no ha sido un buen día para ninguno de los dos... Acaricio su pelo negro. Cuánto me recuerda al suyo... Aunque no dejo que Toby lo lleve tan largo. Tan largo... ¿tan largo?

Merlín...

-¿A quién esperaba en su cama, señor Potter?

-¿Qué está haciendo aquí?

-Devolverle la visita.

-Bueno... No son horas de visita. Además, lo de hoy ha sido totalmente fortuito.

-Ya. Fortuito. Pero no me refería a esa visita, señor Potter. Hace tres años usted me visitó también de noche. Creo que yo también tengo derecho a hacer esta clase de visitas...

-... Pppero. Hoy...

-¿No le va bien? A lo mejor esperaba a otra persona...

-No. No es eso.

-Bien. Entonces...

-Es que... ¡Oh! Mmm

Demonios. Tengo que sacármelo de encima... Si viene Toby... Mmm...
Pero hace tanto... No. No puedo. Si se entera de que... ¡Ah! Vale. Lo hacemos rápido y se va... Ohmmmssí... Con la lengua... ¡No! Como note la cicatriz... Merlín, la está lamiendo... Si me pregunta... ¿El apéndice dejará la misma cicatriz que una cesárea?

-Relájese, Potter. -Snape sabe realmente lo que Harry quiere ocultar. Y le gusta ponerle nervioso. Tiene tanto de qué vengarse... y esta venganza es tan dulce...

¿Sería de mala educación decirle que me la chupe ya? Pero si me corro antes de que toque voy a quedar peor... ¡Oh! Por fin... No, ¡no! mierda...

-Vaya, Potter. Parece que las revistas tienen razón. ¿Hace tiempo que no sale?

-Yo... Lo siento. Es que...

-No se disculpe. Sé que no ha estado con nadie desde ese día. Y a partir de ahora no va a estar con nadie que no sea yo.

-Oiga, ¿Cómo puede llegar un día después de tres años y decirme eso? Si vamos a estar como siempre mejor se va... Además ¿Cómo ha entrado en mi casa? Tengo hechizos de protección que no se los saltaría ni Voldemort...

-Ah, Potter. Pero el poder de la sangre es muy importante...

-¿La sangre? ¿Qué sangre?

-La mía, pedazo de inútil. La de tu hijo. La de nuestro hijo...

Le aparto de encima de una patada y salto de la cama. Tengo que llegar a la habitación de Tobías. Si le ha hecho algo... Pero me coge y me tira otra vez a la cama...

-Ahora no huyas. He visto la redoma vacía. He hablado con el niño, demonios. ¿Cómo fuiste capaz, maldita sea? Me has robado a mi hijo...

-¡No es tuyo! No queremos nada de ti, no te necesitamos...

-Pero sí me necesitaste aquella noche... Me utilizaste...

-¡No podía hacer otra cosa! Quería una familia, quería un hijo. Y te amaba... La poción no habría funcionado con nadie más, necesitaba amar... ¡Y tú no quieres a nadie! ¡Déjanos en paz!

-Sigues siendo un ignorante... Un maldito ignorante y un inconsciente. No sabes nada... La maldita poción de fertilidad requiere de amor, sí... Pero por ambas partes.

-... Entonces... ¿Tú...?

-Funcionó, ¿no es así?

No puedo más. He pasado un día muy estresante. Abrazo mis rodillas y entierro mi cara en ellas. No quiero que me vea llorar. ¿Realmente me ama?

-Sssh. Vamos. -Intenta calmarme. Me está besando la nuca. Se coloca detrás de mí y pega su pecho a mi espalda. Me dejo caer entre sus piernas y me dejo consolar. Pasamos un rato abrazados. Podría acostumbrarme a esto-... Has dicho que me amabas... ¿Han cambiado tus sentimientos?

Me voy a girar para besarle, pero se oye un golpe en la puerta. Toby. Me pongo el pantalón y voy a abrir la puerta. Tengo ganas de abrazarle, pero él corre hacia la cama y se lanza en sus brazos. Por un momento tengo celos, nunca he compartido el amor de Toby. Pero cuando veo esas dos cabezas juntas, con el mismo pelo, sé que en realidad es tan suyo como mío. Y ahora los tengo a los dos...

-¿Te quedas?

Toby mira esperanzado a su papá. Él me mira a mí. Yo le sonrío y asiento. Claro que se queda. Aunque tenga que atarlo a la cama. Y no es mala idea...

-Si los dos queréis que me quede, me quedo.

Se cae a la cama del impulso con el que Toby se tira contra él. Yo me estiro al otro lado y veo cómo Snape... veo cómo Severus recibe el ataque de besos. Me encantan esos ataques, y a juzgar por su risa a él también...



*****



Finalmente ha sido un gran día. El día del padre. A partir de hoy mi día también. De no tener nada he pasado a tenerlo todo. Me quedo mirando a Potter... a Harry. No me cansaría nunca de ver esos ojos que ahora me miran a mí y antes tenía que conformarme con ver en las revistas. Sí, ESAS revistas que no leo. El niño está dormido entre los dos. Mi hijo. Es mi hijo y se tan poco de él... ¡No se ni su nombre!

-¿Cuál es... su nombre? -Casi me avergüenza preguntarlo...

-Toby.

-¿Toby? ¿Le has puesto a mi hijo nombre de perro, Potter?

-Bueno, le llamamos Toby. Su nombre es Tobías. Tobías James Potter. Aunque podemos hablar del apellido. Ahora que estás con nosotros...

Sigue hablando pero no le escucho. Ahora ha parado. Debe de haber visto mis ojos vidriosos en la oscuridad. Le ha puesto mi nombre. Mi segundo nombre. Por Salazar que siempre lo he odiado, pero ahora me parece precioso. Mi hijo lleva mi nombre...

Debo de estar llorando, porque Harry está limpiando mi cara. No dice nada... y lo agradezco. Quiero disfrutar de este momento. Mi hijo. Mi pareja... Eso suena mal. Habrá que cambiarlo...

-Eso del apellido lo hablaremos cuando preparemos la boda.

-¿La boda?

-No pensarás que mi hijo va a ser un bastardo... Tú... ¿Querrías casarte conmigo?

-Severus...

-¿Sí?

-Te amo.

No puedo más que besarle, sintiendo el cuerpecito de nuestro hijo entre nosotros. No podría ser más feliz...


FIN
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Hacía muchíiisimo que no me emocionaba tanto con un snarry. Precioso, tierno, ingenioso y bien escrito.
GRACIAS.

Ñaaaa ese Harry si que la supo hacer, solo que no conto con que su hijo se pareciese a el ja, ja, ja... Muy buena

Muy buena historia, el niño es una adoración que bueno que Severus ya se entero y por fin van a formar una familia

T_T recuerdo cuando lei este fic por primera vez hace un montón de años y me hizo el corazón chiquito... hoy lo vuelvo a releer y me hace el corazón chiquito de nuevo. Amo este fic, amo como Severus es tan Severus que me deja temblando.

Gracias por escribirlo

Estuvo súper lindo, merece un capitulo mas.

Gabriela Cruz escribió:

Estuvo súper lindo, merece un capitulo mas.

100% de acuerdo contigo..>.< siii un cap mas..XD hahah