“Veneno Para Las Hadas”
Resumen: ¿Y si la mejor forma de resistirse a la tentación fuese caer en ella?
Disclaimer: Los personajes, lugares y las demás cosas que conocen pertenecen a JK, a la WB, y demás asociados, la trama es mía (Aunque todos los argumentos ya son tan usados que dudo sea muy original xD) no gano nada al escribir esta historia, nada de $$ al menos, pero si mucha alegría al ver que les gustan las loqueras que escribo *¬*. Cualquier parecido con la realidad y algún otro fic es mera coincidencia.
Advertencia: Es (Obviamente) un Slash (Relación Hombre/Hombre) si no gustas de este genero pues sinceramente no se que hacen leyendo por acá. Es un universo alterno
Genero: Romance
Clasificacion: General
Pareja principal: Severus Snape/ Harry Potter
Autora: GaaraGirl, Lea-Chan, como gusten.
Notas de la autora: Como notaran (Quien sabe del cine dorado mexicano) tome prestado el nombre de una gran película de Taboada más solo eso, nada que ver con la trama.
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Capitulo I
¿Para que usar veneno, si puedes matar con miel?
Estaba harto de siempre comportarse correctamente nunca había echo algo que le diera un beneficio, nunca se había dejado llevar por el egoísmo, pero ahora las cosas habían cambiado y todo por culpa de un chiquillo tonto.
Las cosas para él nunca habían sido fáciles siendo hijo único de una familia totalmente disfuncional, pero ante los ojos de la sociedad mágica eran la familia perfecta, claro cualquier familia adinerada siempre seria considerada de esa forma, sin saber que entre las paredes de la hermosa y lujosa mansión se desarrollaba un historia por demás triste con un cabeza de familia obsesionado con las artes oscuras, una madre poco amorosa y un niño silencioso que lo único que pedía era un abrazo por las mañanas acompañado por una sincera sonrisa de sus padres, un beso cuando se lastimara, un regazo maternal junto a unas dulces palabras que lo consolaran en sus tristezas y temores infantiles, un cuento antes de dormir, pero lo que recibía eran miradas de reprobación de sus padres, que ellos descargaran sus frustración con él con fuertes palabras o incluso golpes y siempre recordándole lo poco que valía, fue así que comenzó a alejarse del mundo, para rematar debía soportar las burlas de su odioso vecino Sirius Black el motivo principal era su aparencial poco agraciada, y todo sin nunca defenderse eso solo le traería mas problemas con sus padres a los que, a pesar de todo, quería con toda el alma.
De esos hacían ya varios años y había encontrado un respiro, al menos de sus padres, pues aun soportaba al inútil de Black, el cual era su compañero de estudio en Hogwarts, agradecía que no fueran a la misma casa, mientras que el pulgoso, como solía llamarlo debido a que una vez siendo niño su perro le había pegado las pulgas por un buen tiempo ya que ningún hechizo ni poción lograron quitárselas, había quedado en Gryffindor él se encontraba en Slytherin la única cosa que había logrado que su padre le sonriera con aprobación, aunque había esperado un abrazo o un “estoy orgulloso hijo” eso le bastaba y agradecía haberle suplicado al sombrero que no lo mandara a Ravenclaw que con las serpientes estaría mejor.
Siempre se había mantenido alejado de todos, concentrado en sus estudios intentando ser el mejor y hasta ahora lo hacia bastante bien, siendo prefecto y premio anual, algunas veces Black seguía metiéndose con el, aunque le hacia bromas ligeras, algunas mas pesadas, no le prestaba atención y nunca le devolvía la moneda. Si, su vida no era perfecta pero no esperaba mucho de ella, solo graduarse con honores, estudiar administración y relaciones públicas para llevar los negocios familiares, y esperar que sus padres le arreglaran un matrimonio con una chica estirada y aburrida con la que tendría un hijo o dos solo por tener herederos y esperaba ser mejor padre de lo que lo eran los suyos y poder llevar una buena relación con la que fuera su esposa y quizás con algo de suerte poderla amar.
Pero ahora, justo comenzando su último año ese mocoso escuálido venia a cambiar su mundo, venia de Japón, había dicho el director, a cursar el séptimo grado y ahora observaba anhelante desde el rincón más solitario y alejado de su mesa mientras el sombrero decidía a que casa iría el muchacho, sorprendido descubrió que deseaba estuviera en su casa.
-¡GRYFFINDOR! –Grito el sombrero, y su corazón termino de estrujarse cuando en medio de los aplausos de la casa de los valientes escucho los gritos de Black.
-BIEN HARRY ESE ES MI PRIMO.
¿Su primo? ¿Ese chico tan lindo era primo de Sirius-pulgoso-Black? Ante esa perspectiva supo que no lograría ni siquiera una amistad con el muchacho de brillantes ojos. Había perdido el apetito y tratando que nadie lo viera, no es que esperara que alguien notara su presencia, salió del comedor sin notar un par de ojos verdes que lo siguieron hasta que desapareció por la puerta.
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No había dormido mas que un par de horas y no le dio mucha importancia a su arreglo personal ese día sin tratar de disimular sus enormes ojeras, muy temprano había ido a desayunar siendo el único alumno en el gran comedor, al terminar un muy ligero desayuno se dirigió a la biblioteca que estaba totalmente vacía, quizás por la hora o tal vez por se domingo y aun no iniciaban las clases, se sentó en una mesa apartada mas no así oculta a los ojos de curiosos, se dispuso a leer un libro de pociones y comenzaba a anotar en un pergamino como alterar las formulas para mejorarlas.
Después de un rato escribiendo escucho que alguien le hablaba.
- Disculpa ¿Te molesta si me siento contigo?- Severus estaba a punto de decirle a quien fuera que lo había interrumpido que TODAS las otras mesas estaban vacías, pero solo se limito a asentir con la cabeza mientras observaba embobado al chico frente a el.
-¿En verdad te molestaría que me siente contigo? – su voz sonaba triste.
-Si… digo no, puedes sentarte- a cambio recibió una radiante sonrisa de parte del ojiverde.
-Gracias, soy Harry Potter- extendió su mano al ojinegro quien se arrepentía como nunca por haber descuidado su aspecto, su cabello lucia mas graso que de costumbre, lleva su ropa mas cómoda la cual ya se veía bastante gastada, diablos tenia túnicas de la mas alta calidad mandas a hacer a la medida con el mejor sastre de Inglaterra, y sus horribles ojeras empeoraban todo.
-Severus Snape-. Correspondió el saludo y con solo sujetar su mano supo que ya no podría vivir sin esos ojos risueños y llenos de vida que lo observan a él con algo que no supo descifrar pero que lo hacía sentir tan bien, si por primera vez en su vida quiso ser egoísta, ese chico seria solo suyo y nadie se lo impediría, ni siquiera su odioso primo.
Continuara