La casa. Capitulo 3. Noticias

Titulo: Misterios
Autora: Txiri
beta: Ladylex (gracias hermanita te adoro)
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling, yo sólo los tomo prestados, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo
Clasificación: R
Advertencias: AU=Universos Alternos, Mpreg=Embarazo Masculino.
Géneros: drama, aganst, terror, suspenso y misterio
Parejas: Harry/Severus.





-Nos vamos Severus, no trates de evitarlo porque no pondré en riesgo a mis hijos, nunca. –le aseguró.
-Harry cálmate.- le dijo asustado, su marido se estaba descontrolando – Estás asustando a los niños- soltó al ver a Ian llorando mientras le tendía los brazos para cogerlo.

Harry se giró para que Severus no cogiera a Ian, Severus no le creía, y sabía que si no se marchaba ahora no le dejaría irse.

-Si quieres ven con nosotros, pero no nos quedamos aquí. Sé que tú no lo ves y crees que estoy loco pero no arriesgaré a mis hijos.

El mayor suspiró antes de mirar a Harry y ver que no mentía, que estaba determinado a irse. Tal vez si le seguía el juego y salían de la casa conseguiría que se calmara y dejara de tener esas pesadillas o lo que fuera que le estaba trastornando tanto.

-Está bien Harry, nos iremos a casa de Remus- comentó con calma conociendo al licántropo. Sabía que no dejaría que Harry se perdiera.

Remus se despertó sobresaltado al escuchar el timbre de su puerta, miró a su lado y el bebeé seguía durmiendo, así que se puso la bata para poder atender a quien fuera que llamaba.

-Harry, ¿qué hacéis aquí?-preguntó extrañado al ver a Ian agarrado a Harry con cara de miedo.

-¿Nos dejas entrar?, es que hace frio- contestó el ojiverde entrando en la casa,- Remus, necesitamos quedarnos esta noche.

-Claro.- contestó mirando a Severus con preocupación, entendiendo que le pasaba algo raro al joven.

Cuando Harry subió a la habitación que tenían en esa casa a costar a los pequeños, Remus miró a Severus indicándole que entrara a la sala.

-¿Quieres tomar algo?

-Un whisky estaría bien.

En cuanto tuvo su vaso en la mano, se sentó en el sofá y puso al corriente de lo que le ocurría a Harry.
Remus subió y se apoyo en la puerta donde Harry acariciaba con amor el pelo de sus dos hijos mientras miraba a un puto fijo. Le dolía tanto ver a ese pequeño tan herido, por lo que habían hecho esos que se suponía debían cuidarlo y criarlo. Sabía que su niño necesitaba ayuda y se sentía tan impotente de no saber cómo hacerlo. Había quedado con Severus que esa noche dejarían a Harry descansar pero a la mañana siguiente llamarían a Max el psicólogo, Harry necesitaba mucha ayuda.

-Te lo ha contado, ¿verdad?-preguntó Harry negando.- Él no me cree, pero hoy he visto a mi hijo caer desde el tejado, así que no me digas que miento, o que me lo estoy inventando o es mi imaginación Remus. Me enteraré de qué está pasando, te lo aseguro. Me encantaría que me creyeras pero si no lo haces, te lo demostraré.




Acababa de terminar el examen, que sabía seguro que le había ido mal. La noche anterior no había podido estudiar y tampoco tenía ganas de hacerlo en ese momento pero hay estaba, en la biblioteca de Londres sentado en una enorme mesa de madera con todos los libros y apuntes esparcidos, pero con la mirada fija en aquel cartel que señalaba la hemeroteca.

Se levantó de la silla dejando todo como estaba, sabía con seguridad que si algo había pasado en aquella casa, tendría que estar documentado en algún lugar, ya fuera en la biblioteca nacional o bien en el archivo del pueblo. Pero estaba dispuesto a encontrar la verdad. Sabía que a ese niño algo le había debido de pasar para estar atado a esa casa de esa manera. Pero también tenía claro que no arriesgaría a sus hijos, nunca lo haría.

Entró en ese lugar y miró las pantallas, parecían ordenadores muggles. Se acercó a uno de ellos y lo encendió, se abrió una especie de buscador por palabras. Sin pensarlo, tecleó el nombre de la casa y esperó a que un rayo de luz saliera de la máquina a las estanterías acristaladas que había al otro lado de la sala. Poco después, unas cuantas páginas de antiguos periódicos se amontonaban en esa extraña pantalla.

Todos los titulares rezaban lo mismo TRAJEDIA EN LIMINGE, empezó a leer el articulo más antiguo del profeta y se le pusieron los pelos de punta.

Hoy 4 de diciembre de 1807, una tragedia ha golpeado en el pequeño pueblo de Limenge a pocos kilómetros de Canterbury.
La familia Rose a denunciado la desaparición de su hijo Lucas de apenas dos años de edad.
Al parecer, el matrimonio lo dejó a cargo de su niñera, mientras ellos acudían al baile de navidad de este hermoso pueblo. Al volver a la casa se encontraron a la niñera muerta y sin rastro del pequeño Lucas.
Mañana serán los sepelios de la niñera.

Siguió leyendo los diferentes artículos esperando encontrar alguna información más. Descubrió que habían acusado a los padres de su desaparición en un principio, pero enseguida encontraron a un campesino con sangre en la ropa y le acusaron del asesinato y desaparición del niño. Pero al parecer, a pesar de haber registrado toda la propiedad del campesino, no encontraron rastro del niño. A pesar de no tener pruebas reales de su muerte, al ser los Rose nobles de la corte ejecutaron al hombre, y dieron por muerto al niño.

Copió los artículos para poder enseñarlo a los dos hombres que no le querían creer, tal vez así le ayudarían y dejarían de tratarle como si estuviera loco.

Llego a casa con los papeles bien guardados con la ilusión de que por fin le creieran, pero al entrar en la sala de estar de Remus se llevo la peor sorpresa que se esperaba.

-Hola Harry.-saludo el Psicologo dejando la taza de te en la mesilla.
-¿Qué haces aquí?-pregunto muy enfadado dejando caer todos sus papeles y libros con fuerza encima de la mesa. Como se atrebian a llamar a su psicólogo sin su permiso, o al menos sin avisarle.

-Harry calmate.-le pidió Severus, levantándose y acercándose a abrazar a su marido para calmarlo. Pero este lo rechazo con fuerza.

-¿Qué me calme?, como que me calme, ¿Por qué me haces esto Severus? Acaso no entiendes que yo necesito que confies en mi. No estoy loco.

-nadie dice que lo estes Harry.- contesto Max con calma desde el sofa- solo que necesitas ayuda.

Cogió las copias de los artículos y se los lanzo a la cara

-No mieto, es ese niño el que veo-le dijo con rabia señalando la foto de Luck que adornaba el articulo.

Remus cogió el periódico y leyó el articulo con calma, ¿y si fuera verdad lo que Harry decía? ¿y si realmente veía a ese niño?.

-Harry amor, creo que lo mejor para ti es que fueras con Max durante un tiempo.

Empezó a negar mientras daba pasos para atrás aterrado, no podían internarlo, y separarlo de sus hijos, no el no estaba loco, sabia que lo que veía era verdad. Si incluso su hijo lo había visto.

-Max y si voy yo con Harry a la casa, si no veo nada yo lo combencere de que se interne ¿vale?-les propuso.


continuara…