Titulo: Misterios
Autora: Txiri
Beta: Ladylex (gracias hermanita te adoro)
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling, yo sólo los tomo prestados, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo
Clasificación: R
Advertencias:AU=Universos Alternos, Mpreg=Embarazo Masculino.
Géneros: drama, aganst, terror, suspenso y misterio
Parejas: Harry/Severus.
capitulo 2: Peligros
Cuando Severus llegó se encontró a Harry estudiando, así que dejó a los niños jugando en la habitación de juegos y se acercó a su marido para darle un beso. En ese momento se dio cuenta de que no estaba leyendo los apuntes que tenía en las manos, sino que los miraba.
-¿Qué ocurre Harry?-preguntó preocupado sentándose a su lado.
-He vuelto de las compras y me he encontrado con los apuntes así.
Severus los cogió y los veía normal no había nada raro, le miró con preocupación.
-Harry, ¿qué tienen de raro?
-¿No ves los dibujos?
Severus le miró con preocupación, no veía nada, realmente pensaba que su marido necesitaba ayuda urgentemente. Se sentó a su lado y negó, cosa que hizo que Harry abriera los ojos antes de volver a enseñárselos, diciéndole lo que veía, lo que hacía que su marido le mirara con maás preocupación.
-Sev están ahí, no me lo estoy inventando, en serio, están ahí.
-Cariño, por queé no te vas a la cama, yo hago la cena- le dijo con nerviosismo.- te llevaré enseguida un té.
Esperó hasta que el más joven obedeciera para llamar al Psicólogo para explicarle lo que pasaba. El hombre le dijo que le diera una poción tranquilizante y que mañana lo vería.
Cuando entró en la habitación con la taza de té con las gotas de tranquilizante se encontró a Harry con los apuntes encima de la cama, ordenándolos de alguna manera, como si los ordenara de alguna manera cronológica.
-¿Qué haces?-le preguntó secamente, siempre que se ponía nervioso le hablaba en ese tono, como si con eso él mismo se sintiera más seguro.
-Ordeno los dibujos Severus, es como si los dibujos contaran una historia.
-Harry, basta.- le dijo agarrándole de los hombros y haciéndole mirar. – Por favor, basta. Tómate el té, por favor.
-Has hablado con Max, ¿verdad?- le dijo sabiendo que cuando su marido insistía tanto en que se tomara algo era por que tenia algún tipo de tranquilizantes. . –no estoy loco ¿sabes?, los dibujos están.
-lLo sé Harry, sé que tú los ves, lo sé cariño, pero tienes que dejar que te ayude, tómate esto por favor. –le suplicó preocupado por su marido.
Miró a esos ojos negros llenos de miedo y preocupación, sin esa máscara de indiferencia que se ponía tantas veces. Así que sin pensarlo se tomó el té, y dejó que hiciera efecto apoyándose en Severus antes de quedarse dormido.
Se despertó horas después, la luz de la luna entraba por la ventana dejándole ver la silueta de los muebles de la habitación. Giró la cabeza a la izquierda y vio con una sonrisa a su marido dormido tranquilamente.
Se incorporó en la cama y empezó a meditar sobre lo que estaba pasando. Desde que llegaron a esa casa su vida había ido de mal en peor, según su Psicólogo era su miedo a ser un mal padre, le explicó no sé qué teoría sobre la repetición de la forma de que te hallan criado, o eso fue lo que él había entendido. Pero no era así, sabía que era un buen padre siempre estaba encima de sus niños, pendiente de cualquier cosa que necesitaran, si hasta el psicólogo decía que se extrañaba de que realmente supiera ser un buen padre. Además, esa mañana su pequeño también había visto el conejo volando. Eso ya era demasiado, tenía que averiguar qué estaba pasando.
Se sobresaltó al escuchar un llanto, conocía ese llanto muy bien era uno de los niños, lloraba de miedo, no tardó ni medio segundo en levantarse y correr a la habitación de sus pequeños. Al abrir la puerta vio a Ian llorando sentado en la cama abrazado fuertemente a su lobo de peluche.
-¿Qué pasa amor?-le pregunto sentándose a su lado en la cama y sentándolo en su regazo, para secarle las lagrimas.
-papi, el niño malo ha vuelto a querido echarme de la cama. Dice que es suya.
Harry le miro sin comprender, antes de seguir la mirada a donde su hijo le señalaba, hay de pie había un niño de unos dos años mirándole con los ojos rojos de llanto.
-mami.-llamo el pequeño, antes de mirar con cara de miedo a la puerta y desaparecer.
En ese instante la puerta se abrió, y entro un dormido Severus, quien sonrió a sus dos pequeños, era tan hermosa esa imagen, Harry se derretía tanto por sus hijos. Pero le preocupaba tanto que se dañara a si mismo. Se acerco a la cama sentándose al lado de los dos ojiverdes y les sonrió.
-¿Qué a pasado chiquitin?
Harry tardo en contestarle mientras pensaba que decirle para que no lo tomara por un loco de nuevo.
-a tenido una pesadilla- le explico con una sonrisa, sintiéndose tan mal por mentirle, pero no quería mas calmantes. Y mucho menos que avisara a Max y mucho menos a Remus.
-¿queires dormir en nuestra cama?-le pregunto el profesor al pequeño Ian.
-si.-dijo saltando del regazo de su papi, con su peluche en una mano y en la otra la mano de su papa.
Para cuando Harry se levanto de la cama Thomas también estaba de pie con el conejito en la mano.
++++
Pasaron unos cuantos días sin ningún nuevo sobresalto, tal vez Severus tenía razón y sólo era estrés por los exámenes finales que tenía en dos semanas. Por eso esa noche se encontraba en la sala de estar rodeado de apuntes, y libros.
Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que sus dos hijos se subieron al sofá para estar pegaditos a él.
-Papi, ¿nosotros dormir aquí?-preguntó Thomas.
Eran tan iguales físicamente, los dos tenían el pelo negro carbón como sus dos padres, su ojos eran verde esmeralda como los suyos. Pero eran tan diferentes de carácter, Ian era callado, tímido, y tan calmado, tan parecido a Severus. En cambio Thomas era totalmente lo contrario, aprendió a hablar con 10 meses y desde entonces no callaba, era movido muy movido, como decía Hermione ese niño era muy echado para delante. Los acomodó con las dos cabecitas en su pierna, dispuesto a seguir estudiando.
Un par de horas después sintió que Ian dejaba de tener su cabecita encima de él. Miró preocupado pensando que se habría despertado por alguna pesadilla, pero no estaba ahí su hijo no estaba, se levantó desesperado, dejando a Thomas dormido cómodamente.
Buscó por toda la casa, por las habitaciones pero no lo veía, entonces lo vio. La imagen más aterradora que podía haber visto nunca. Su hijo caía al vacío desde el segundo piso, no tardó en parar la caída y volverlo a coger, cuando lo tenía en sus brazos temblaba como una hoja al viento. Su pequeño, casi lo pierde. Miro hacia arriba desde el balcón y hay estaba de nuevo el mismo niño rubio, mirándole.
Eso ya era demasiado sus niños estaban en peligro y no dejaría que sus hijos estuvieran en peligro, entro en la habitación de los pequeños aun con el lloroso Ian en brazos, saco la bolsa del armario, y la relleno con la ropa de los dos niños. Se hacerco a Thomas y cogió también en brazos, dispuesto a irse.
-¿Qué pasa Harry?-pregunto Severus desde la puerta.
-nos vamos, Severus no trates de evitarlo, por que no pondré en riesgo a mis hijos, nunca. –le aseguro.
continuara…..