La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Inicios. capitulo 6. Aclaraciones (parte 1)

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vashti_draco
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MensajeTema: Inicios. capitulo 6. Aclaraciones (parte 1)   Inicios. capitulo 6. Aclaraciones (parte 1) I_icon_minitimeDom Jul 12, 2009 7:01 pm

Bueno, este es el capitulo que pienso subir mañana, espero sus comentarios y una disculpa si fue demasiado rápido lo que intento hacer (que de verdad fue demasiado rápido Im_sorry ) pero me gustaría mucho conocer su opinion sobre esto
sweat
Ojalá si puedan darse un espacio para que me digan que tal les parece pray

Gracias por su apoyo sm1



Capitulo 6

Después de media hora de viaje por fin estaban en casa, pero no fue el regreso feliz y despreocupado que previeron.

Dentro de la carroza iba Demetrius llorando sin querer o poder ocultar sus lágrimas mientras Leónidas trataba de confortarlo, Rhea estaba acurrucada en el regazo de su hermano y Theora acariciaba el suave cabello de su gemelo

-Llegamos- Syrus bajó de su montura y se apresuró para ayudar a bajar a su esposo pero este simplemente lo ignoró, al ver su bebe su corazón se sintió chiquito pero al recordar sus brillantes ojos mirando a ese hombre hizo que una acidez subiera por su estómago

>> Bájate- le ordenó

-Papou, por favor, yo…- no pudo terminar la oración por que una sonora cachetada le cruzó la cara. Demetrius lo miró a los ojos y en el mismo segundo en que lo hizo Syrus comprendió lo que había hecho, pero no alcanzó a disculparse pues Demetrius salió corriendo hacia su habitación seguida de una asustada Rhea

-No te voy a perdonar esto jamás Syrus- las dolidas palabras de Leónidas le terminaron de destrozar el corazón

Sin poder aguantar la mirada de su esposo Syrus montó su caballo y lo hizo correr hasta hacer casi reventar al animal, se detuvo en el roble donde hacía apenas dos días su bebe había disfrutada de una tranquila tarde

Se acercó al tronco y vio marcadas las medidas que año con año el y su bebe habían hecho para indicar el crecimiento del menor. La última medida se había hecho apenas esa primavera

Syrus no quería aceptar que su bebe había crecido y que otro hombre ocupara un lugar más importante que él

Pasó una mano sobre la áspera marca, añorando los días de infancia llenos de juegos y risas, donde el único hombre en la vida de su bebe era él. Aún recordaba la tierna declaración de su niño al confesarle que de mayor quería casarse con su papou Syrus, declaración que caldeó su corazón y el de su amado Leónidas.

Pero al ver su mano recordó el golpe que le había dado a su hijo y no pudo contener la rabia que sintió consigo mismo, derramando lágrimas comenzó a golpear el árbol dañándose completamente su mano, pero no le importaba, no sentía el dolor en su apéndice solo el profundo dolor que le había causado a su bebe y la mirada decepcionada de su amado esposo

-¡Padre!- Cleon corrió hasta Syrus deteniéndolo, tratando de contenerlo con un abrazo pero su padre luchaba y comenzaron a pelear. Syrus lanzaba golpes pero su tristeza y quizá su subconsciente evitaba que acertara alguno, Cleon simplemente trataba de detenerlo evitando los puños hasta que su padre pareció cansarse y simplemente se dejó caer llorando como su hijo nunca se imaginó que su padre pudiera hacerlo

El pelirrojo notó la mano deshecha de Syrus y temió que nunca más pudiera volver a usarla si no fuera por la magia estaba seguro que sus tendones jamás recobrarían la movilidad.

Eso debía doler como el infierno, el que sabía de heridas podía dar fe de eso, pero su padre parecía consumirse por otro tipo de dolor. De pronto escuchó los cascos de un caballo y sintió a su papou llegar a su lado y acunar a su padre

-Ya, ya Syrus- Cleon no pudo moverse no creía que el duro Syrus estuviera ahí, llorando a sus pies como un niño pequeño, entonces comprendió que a veces dar un golpe dolía más que recibirlo

-Oh Leónidas- Syrus se arrebujó en sus cálidos brazos manchando de sangre su elegante peplo- Mi bebe

-Amor, debes entender que nuestro bebe ya creció y pronto partirá de casa- A pesar del mal comportamiento y la severidad de Syrus, Leónidas lo trataba con amor. Dioses sus padres con cada acción le enseñaban importantes lecciones.

Si alguien grita, habla despacio, si quiere escucharte tendrá que bajar la voz

-Mi amor, yo no quiero que se vaya, es mi bebe, siempre debe estar en casa para que nadie lo lastime, yo tengo que protegerlo, yo…- nuevas lágrimas fueron derramadas

-Shshsh, Syrus comprende amor, Demetrius es un jovencito noble y amoroso que merece todo en el mundo y tú le estás negando lo único que él desea- Syrus miró a su esposo y como si de pronto comprendiera se quedó en silencio en los brazos de Leónidas- Tienes que hablar con él, no ha vuelto a mencionar palabra desde…- calló reflejando su dolor en ese silencio

-Me comporté como un monstruo, mi chiquito debe estar aterrado, ya no querrá verme

-Te equivocas mi vida, es por ti, jamás hará algo que te avergüence y lo que hizo en la ciudad fue un impulso de su inocencia. Después de todo su padre es un cabezón impulsivo- estas últimas palabras parecieron obrar magia y momentos después Leónidas y Syrus regresaban a casa

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-Apóstolos, por favor háblame ¿Por qué no me contesta Theora?- Una niñita de increíbles ojos azules miraba a su hermana con lagrimitas en los ojos

-Demetrius mírame- Theora se acercó a su hermano y tomó su mano para colocarla en su abultado vientre. Demetrius la miró- Cariño, papá Syrus no quiso decir o hacer lo que hizo en la mañana- Demetrius se acurrucó en el regazo de su hermana. Theora acarició su cabello y su mejilla que ella había curado- Escúchame hermano, papá solo tiene miedo de perderte, le aterra la idea que quieras a alguien más que a él- Demetrius se levantó en el mismo segundo que Syrus entraba en la habitación y corrió al lado de su bebe hincándose a su lado

Theora, Rhea, Leónidas y Cleon fueron mudos testigos de esa escena. Syrus abrazado a la cintura de su bebe llorando desconsoladamente mientras que Demetrius abrazaba su cabeza derramando silenciosas lágrimas. Un toquido rompió el encanto en el que parecían haberse sumido, Theora atendió

-Dime- la doncella hizo una reverencia

-Mi señora, el señor Stephano está en el salón y pregunta por la familia

-Está bien muchacha, yo iré, sírvele una copa de vino y dile que ahora bajo- comandó Cleon, la joven hizo otra reverencia antes de irse- Papou, el hombre que salvó mi vida, él…

-Tranquilo cariño, es el mismo de esta mañana ¿verdad?- Cleon agachó la mirada ante Leónidas

-Puedo pedirle que se vaya, le diré que mi familia quería tener una cena privada y…

-No- la voz de Syrus sonó ronca- Mi familia agasajará al hombre que trajo a mi primogénito de regreso al hogar- con su mano sana secó las brillantes lágrimas de los ojos de su niño y le susurró- Deslúmbralo cariño, que sepa lo que es la belleza

Toda la familia sonrió aliviada por las palabras de Syrus. Si alguien podría enseñar lo que era la belleza, inocencia y bondad, ese era Demetrius

-Ven cariño, te voy a ayudar- Leónidas le sonrió y Demetrius respondió el gesto- Theora, cariño, por favor ayuda a tu padre- fue cuando todos notaron la pulposa mano de Syrus y sus tres tesoros ahogaron un quejido

-Papou ¿qué te pasó?- preguntó un asustado Demetrius y Syrus le sonrió

-Me caí del caballo. ¿Ves porque siempre te digo que no los hagas correr tanto? Es peligroso bebe- sonrió mientras alborotaba su pelo. Theora supo que era su mano derecha, la mano con la que había golpeado a su hermano

-Ven papou, que yo también me tengo que arreglar. Regañas a Demetrius por correr en ese horrible animal y resulta que tu haces lo mismo- Ambos salieron de la habitación para dejar a Demetrius, Leónidas y Rhea juntos, las tres luces de esa casa

-Papou, ¿Yo también puedo ir?

-Lo siento mi cielo, pero eres muy niña, sólo saludarás y cenarás con nosotros- vio el gesto de su hija

-Rhea, una señorita no hace esas caras, mira que te quedarás así- bromeó Demetrius mientras que Leónidas deshacía los nudos del peplo y lo llevaba al baño.

Los tres estaban dentro de la bañera jugando y riendo, haciendo un completo desastre con el agua y los aceites. Cuando el cielo se pintó de naranja salieron envueltos en cálidas toallas y tres doncellas los esperaban

-Bebé ¿Qué quieres usar?- Leónidas sonrió pícaro, su niño había recibido mil y un cumplidos elogiando su hermosura, invitaciones para salir y un sin número de lujosos regalos; pero un hombre que había visto por solo cinco minutos había causado todo un alboroto en su vida, su familia y su hogar, oh si, llámenlo intuición, pero Leónidas sabía que su bebe ya había encontrado su destino

-No lo se papou, creo que el rojo con dorado- la sonrisa de Leónidas se amplió <>

-Cora por favor, trae el peplo que traje el otro día- la aludida asintió con una sonrisilla traviesa y salió de la habitación y minutos después regresaba con una larga manta color verde oliva- No es rojo cariño, pero tu padre trajo esta tela de Alejandría, se llama Lino- Demetrius vio con deleite la finura de la tela, era mucho más transparente que lo que acostumbraba, pero si su papou decía que estaba bien no pondría quejas
>>Queríamos que la usaras en tu primer banquete- dijo al tiempo que extendía el exquisito lino sobre la cama. Los ojos de Demetrius se abrieron aún más asombrados de la exquisitez de la tela, los bordados en oro con motivos de hojas por toda la orilla del enorme cuadro, era simplemente una maravilla y un claro signo de su fertilidad, además de demostrar que estaba listo para ser consorte, el color oscuro demostraba su madurez, el verde y las hojas su fertilidad. No pudo evitar que sus mejillas se colorearan

-Pero, mi primer banquete fue hace años- vio a su papou encogerse de hombros

-Si, bueno, a tu padre le hubiera dado un ataque si lo usaras, pero ¿no dijo que te pusieras hermoso?- le guiñó un ojo y sus dos niños sonrieron cómplices- Yo usaré el rojo, como sea es un color que no te va muy bien y ya que uno de los señores se rehusará a usar ese color corresponde al otro complacer al invitado

-Yo no se que tanto hablan sobre colores, no entiendo como un simple color dice tanto, a mi me encanta el color azul y no por eso lo uso de a diario- los adultos soltaron una musical carcajada por el comentario

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