Tu eliges como continuar 4 - Día del padre España

Los pesados jadeos en la sala de baño indicaban que la persona dentro de ella no se encontraba en el más cómodo de los estados, estos revelaban un profundo dolor contenido.

Extendido junto al inodoro y con signos de evidente malestar se encontraba Harry Potter, salvador del mundo mágico y la persona con la suerte más extraña que alguna vez pudieses llegar a conocer y quien, en estos momentos, experimentaba una de las experiencias más problemáticas para cualquier futuro padre.

Nauseas matutinas.

Una nueva arcada sacudió el delgado cuerpo del chico que se estremeció por el dolor que le producía el seguir con ellas pese a no tener nada en el estómago.

Un sollozo salió de sus labios en cuanto se hubo recuperado.

-Yo no quiero esto- salió de sus labios entre gemidos entrecortados- ¿Por qué yo? ¿Por qué siempre tengo que ser yo?- volvió a sollozar. Pronto tenía sus delgados brazos rodeando sus pálidas rodillas descubiertas.

Quizás la experiencia no le resultaría tan abrumadora de haber tenido a alguien más a su lado, alguien que pudiese ayudarlo a atravesar esta difícil etapa, pero no tenía a nadie.

La guerra había arrasado con sus seres queridos, los Weasley habían perdido a Molly y a Ron, dejando una gran brecha entre ellos que Harry temía atravesar. Hermione, pese a seguir con vida aún tenía que superar la perdida de aquel que siempre había considerado su alma gemela.

Ni siquiera había recordado a Harry.

El chico no pensaba reprochárselo, simplemente le era demasiado difícil el atravesar por esto solo. Quería, más que nada en el mundo, un poco de apoyo.

Las náuseas parecían haber remitido y eso le dio el suficiente valor como para ponerse de pie, un proceso algo tardado debido al temblor de sus piernas, se abrió paso hasta el lavabo y empezó a lavar su rostro.

Lo que vio en el espejo no podría calificarse como algo más que lamentable.

Las ojeras debajo de sus apagados ojos verdes eran pronunciadas, su rostro lucía cansado y agotado y ni que hablar de su delgado cuerpo que se perdía en la enorme camisa que usaba para ocultar el pequeño bulto que ya se había formado en su vientre.

Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas.

Odiaba todo esto, realmente lo hacía.

Al menos eso se repetía cada mañana al verse en el espejo. Siempre procuraba aplacar la pequeña llama que inundaba su pecho de esperanza.

Una esperanza de tener una familia que fuera solo suya, de comenzar desde cero.
-¿Por qué siempre yo?- repitió alejando su mirada del espejo.



a) Harry sale a conseguir alimentos y se encuentra con Severus cofsexycof Snape.

b) Harry empieza a hojear un álbum de fotografías/ periódico/etc y al encontrarse con una de Severus, a quien cree muerto, empieza a recordar sucesos ocurridos en Hogwarts antes de la guerra.

c) Harry empieza a tener complicaciones y decide acudir a San Mungo

Yo continuo


b) Harry empieza a hojear un álbum de fotografías/ periódico/etc y al encontrarse con una de Severus, a quien cree muerto, empieza a recordar sucesos ocurridos en Hogwarts antes de la guerra.



Salió del baño, caminando lentamente hasta su habitación. Solo quería descansar y olvidar por todo lo que le pasaba en esos momentos. Solo olvidar.
Al entrar, se acercó a la cama y se sentyó en el borde de esta, del lado derecho, junto a la mesita de noche.

Ahora vivía en Hogsmeade. Después de la guerra, había decidido comprar una pequeña casa para, según él, despejarse de todo lo ocurrido. Lo irónico era que no estaba sucediendo como lo tenía planeado.

Suspirando, abrió el cajón de la mesita de noche, para sacar un pañuelo y limpiar sus anteojos. Cuando lo abrió, miró con asombro aquel álbum de fotografías que Hagrid le había obsequiado al finalizar el primer año de Hogwarts.
Lo tomó con mucho cuidado, temiendo estropearlo. Con cariño, acarició la tapa forrada en cuero, ya un poco desgastado.

Temor, eso era lo que sentía en esos momentos al abrir lentamente el álbum. La primera foto que observó, fue la de sus padres bailando frente a una fuente. Con tristeza, acarició el rostro sonriente de su madre. Pasó la página. Vio a sus amigos. Ron y Hermione. Unas lágrimas resbalaron de la comisura de sus ojos al ver a su amigo pelirrojo, aquel chico con el que había compartido tantas cosas y que ahora ya no se encontraba en este mundo. Siguió pasando las páginas, una a una, rememoró viejos recuerdos.

Sonrió con algunas de las fotos, otras, lloró de tristeza.

Pero nada lo preparó para lo que encontró al final del álbum.

Un hombre, sentado y recargado en un árbol junto al lago que había en los terrenos del castillo. Un hombre de cabellos negros, nariz aguileña, piel pálida y ojos negros.

–Severus…– susurró con la voz estrangulada por el dolor que sentía en esos momentos.

Recordaba ese día, había tomado desprevenido al ojinegro y le había tomado esa foto. Severus nunca supo de ella. Nunca.

Pasó uno de sus brazos por el abdomen levemente hinchado.

–Yo no quiero esto– susurró, ocultando sus ojos detrás de sus cabellos al agachar su cabeza. – no quiero esto…

Los sollozos fueron aumentando, cada vez mucho más ruidosos.

–¡NO QUIERO ESTO SI NO ESTÁS CONMIGO!– Gritó a la nada.

Recuerdos de besos robados en los rincones del castillo, de castas caricias dadas sin que nadie se diera cuenta, entregas donde se demostraban lo mucho que se amaban.

Miles de momentos venían a la cabeza de Harry, siendo protagonista el ojinegro que había robado su corazón. Aquella promesa de que volverían a estar juntos, justo antes de que la batalla estallara. Aquella triste despedida en la casa de los gritos.

Ya no estaba a su lado…

Y eso era una verdad que no quería afrontar.

El bebé… Esa criatura inocente que no tenía la culpa de nada. Pero no la quería. No cuando su amado no estaba a su lado.

Acurrucado en la cama, Harry se quedó dormido



A_Harry sale a conseguir alimentos y se encuentra con Severus cofsexycof Snape. (Propuesta por xxxIloveKISSHUxxx)
B_Hermione visita a Harry.
C_Harry se va de viaje para tratar de olvidar.

Horas después y luego de haber dormido quien sabe cuántas horas Harry se despertó con las fotos aún a su alrededor y los recuerdos amenazando con volver a desmoronarlo, pero antes de que aquello pudiera acontecer la voz de Hermione apareció a través de su chimenea.

–Harry, ¿estás ahí? – preguntó con preocupación notándose en su voz – Si no contestas iré a tu casa de inmediato – agregó con rapidez.

Harry pensó en levantarse e ir a calmar sus nervios, pero conociendo a Hermione sabía que de todas formas ella terminaría viniendo para comprobar  que todo estuviera bien, así que con el bajón aún patente en su cuerpo y  su memoria decidió dejar que ella viniera y esperarla en su cama.

Hermione cumplió lo que dijo y momentos después estaba frente a la cama de Harry, mirándolo con inquietud.

–¿Has estado comiendo apropiadamente? – preguntó Hermione con voz fuerte y mandona, haciendo notar que si no lo hubiera hecho ella se encargaría de rectificar dicha situación – Sabes que debes cuidarte, no puedes descuidar tu salud en tu estado, sino por ti por tu bebé.

Harry suspiró pesadamente, sin ganas de siquiera responderle pero forzándose a hacerlo solamente para que ella lo dejara en paz y porque muy en el fondo quería recibir su consejo y le reconfortaba un poco que alguien, aunque fuera ella, le cuidara.

–Sabes que no quiero a este hijo, es una carga que nunca pedí, podría haber sido un maravilloso regalo, pero la guerra me quitó lo único que amaba.

–¡No digas tonterías! – reprendió Hermionie de inmediato a Harry –Estas cegado por la pena, porque sino podrías entender algo que yo sí hago, ese bebé es la única cosa en este mundo que aún te conecta con tu amado, sabes que aunque le hayas perdido él hubiera querido que cuidaras a su hijo y que no te dejaras vencer por la depresión y te rindieras ahora, después de todo lo que ambos lucharon para derrotar a Voldemort.

–Cómo digas... – respondió Harry sin fuerzas ni siquiera para reprocharle algo, recordando súbitamente la foto de Severus y volviéndola a contemplar, echándose a llorar inevitablemente con los sentimientos nuevamente a flor de piel.

Hermione se acercó a él, le abrazó y le dejó llorar en su hombro, sabiendo que le sería de poco consuelo, pero sin mucho más que poder hacer, y recordando cómo poco tiempo atrás, una vez terminado la guerra y pensando que Harry por fin podría respirar aliviado, la vida demostró que se equivocaba, porque él le contó sobre su bebé, sobre Severus y cómo no creía poder llevar adelante este embarazo sin él, se lo contó sólo a ella, en una búsqueda desesperada de consuelo.

Así, ambos sumidos en sus pensamientos pasaron varios minutos, o lo que incluso pudieron ser horas...

_____
a- Hermione aconseja a Harry que se vaya de viaje por unos días para despejarse y allí se encuentra con Severus (para su sorpresa)
b- Harry decide que no puede más con la situación e intenta poner fin al embarazo pero las cosas no suceden como él esperaba.
c- Severus aparece misteriosamente y sin dar demasiadas explicaciones, lo cual hace sospechar a Harry

Yo continuo

-¿sabes que es lo que necesitas?- preguntó Hermione después de un tiempo.

Harry ni siquiera le contestó, solo permaneció recostado entre sus brazos, mirando a la nada. Poco le importaba lo que la chica tuviese que decir, hace mucho que la vida había perdido su colorido. Hermione respiró hondo, sacando fuerzas desde lo mas profundo de su ser, después de todo era perfectamente capaz de entender a Harry. Ella también extrañaba a Ron con locura, pero sabía que Harry,y aun mas importante el pequeño hijo de este, la necesitaba. No era tiempo de dejarse caer, como siempre tendría que ser fuerte por el bien de su amigo.

-Unas vacaciones, Harry.- Continuó, siempre acariciando sus cabellos en un mudo gesto de consuelo para ambos. Su mejor amigo era todo lo que le quedaba y ella era todo lo que Harry tenía en estos instantes- Necesitas... más bien, necesitamos alejarnos de todo- suspiró melancolica al recordar a la familia que siempre los había apoyado y que ahora se veia mas rota que nunca- Y de todos, eso nos haría mucho bien en estos momentos- susurró al sentir como el pequeño cuerpo empezaba a temblar.

Y es que Harry, por mas que quisiera negarlo o intentara aferrarse a sus recuerdos, tambien quería olvidar. Era demasiado doloroso vivir día a día sin la presencia de su amado y, mas aun, permanecer tan cerca del lugar que habian compartido en vida, del castillo en el que se habian conocido y en el que su amor había ido madurando de poco en poco.

Las tibias lagrimas le dijeron a Hermione todo lo que necesitaba saber, ella y Harry desaparecerian de Inglaterra por algun tiempo.

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-Hemos llegado- anunció la castaña, sosteniendo lo mejor posible a su amigo, sabía que las apariciones podían ser terribles para las nauseas de Harry pero cualquier oro metodo de viaje estaba descartado, especialmente el muggle.

Caminaron por el camino que llevaba directo a una modesta casa de campo, nada ostentosa pero con una apariencia hogareña que Harry no sabía si debía aborrecer o agradecer. No era como si alguna vez hubiese podido compartir algún momento con Severus en una casa de este tipo.

Pero estar con él siempre se sintió de esta forma... como si volvieras a casa.

-Hermione- habló, deteniendose justo a medio camino. La castaña volteó a verlo levemente intrigada, el olor salado del mar pegó de lleno en sus fosas nasales y lo ayudó a bajar el mareo que venía sintiendo desde hace varios minutos.- Preferiría ir al pueblo... conocer los alrededores- argumentó sin demasiados animos, no es que realmente quisiera explorar, es solo que aun no podía enfrentarse a los sentimientos que le producia este lugar.

-Entiendo- dijo la castaña y, en sus ojos, Harry creyó ver que en realidad lo habia hecho.

Caminaron hacia el pueblo, el poco equipaje que habian traido lo cargaba la chica en un bolso de tela lo mas diferente posible al de cuentas que en mas de una ocasion los habia salvado. No dijerón ni una sola palabra hasta llegar al pequeño mercadito que suponia el centro de la actividad del lugar.

Hermione habia elegido bien, se dijo Harry mientras caminaba por el lugar disfrutando del hecho de que ninguna de las personas pareciera reconocerlo o siquiera querer acercarse a agradecerle por lo que habia hecho. Era un verdadero respiro despues de la locura de los ultimos meses. Al parecer este lugar era algo asi como una isla perdida, cualquier persona que quisiera escapar, fuese mugggle, squib o mago, podría hacerlo sin mayor inconveniente en este lugar.

Era perfecto para desaparecer o para comenzar de nuevo.

Sintió que sus animos comenzaban a subir un poco, seguramente aqui podria ser el mismo y no preocuparse por nada mas, Hermione notó su estad de animo y ella tambien se relajó, se suponía que este viaje era para arreglar el corazon de ambos.

Justo cuando la sonrisa de Harry empezaba a ser mas amplia y abría la boca para agradecer a su amiga fue que lo vio...

Alto, imponente como ninguna otra persona jamas podria siquiera soñar ser y... tan hermoso e inalcanzable como siempre lo habia idealizado...

-Severus- dijo soltando un sollozo y llamando la atencion de Hermione.

Su Severus estaba con vida, estaba aqui, justo al alcanze de sus manos.

Sin perder un solo segundo corrió directo a su encuentro y no fue sino hasta que estuvo a su lado, con los brazos estrujando fuertemente su cintura, que se dió cuenta de que habia algo distinto en él y no, no era solo el hecho de que su Severus usaba un extraño atuendo muggle (extraño para el, puesto que un par de jeans ajustados y una camisa a cuadros nunca habrian sido raros en cualquier otra persona) o el que atara su cabello en una coleta.... no, lo más extraño es que parecía no reconocerlo en absoluto.

Y aun mas extraño que no respondiera al beso que le dio.

-Te amo tanto, Severus- Sollozó enterrando su cabeza en su pecho y perdiendo poco a poco la consciencia.

No escuchó el tono alarmado del hombre ni sus constantes preguntas, simplemente se dejo caer en la negrura de la inconsciencia, sin saber que era lo que ocurría. Una solitaria lagrima se abrio paso en su mejilla.


Te amo, Severus.

a) Harry despierta en su casa de campo con Hermione cuidandolo, ambos trata de darle sentido a la situacion

b) Escena desde el POV de Severus quien decide cargar y ayudar al extraño chico que se ha desmayado sobre sus brazos

c) Flashback de algun momento ocurrido entre Sev y Harry

-yo continúo-

Ver a aquel chico rescotado en su pecho, inconciente, era bastante alarmante. No sabía que debía hacer, sí llevarlo a algún hospital o esperar a que alguién viniera a buscarlo. Muy pronto se dio cuenta de que sería la segunda opción. Observó como una chica de cabellos castaños se acercaba corriendo hacía ellos.

-¡Harry!- escuchó cómo exclamaba la castaña. Aquella chica miraba asustada al chico que tenía en brazos- ¿Qué le sucedió a Harry, Profesor?
-No lo sé, me abrazó y de repente se desma... ¿Profesor?- le preguntó bastante extrañado. Ya era bastante asombroso que el chico supiera su nombre, pero que aquella chica le llamará de esa forma, era extraño.
-¿Qué sucede?
-¿Por qué me llama Profesor-siguió interrogandola.
-¿Cóm...? Por favor, le explico luego- fue lo que respondió la chica- ¿Puede ayudarme a llevarlo a casa, por favor?- Solo asintió. Tomó con cuidado al muchacho entre sus brazos y siguió a la mujer.

Caminaron lentamente hasta llegar a una pequeña casa. La chica le dejó pasar y el se adentró a la estancia. La siguió hacía donde le indicaba. Entró a una habitación y depositó al muchacho en la única cama que había allí.

-¿Puedo ofrecerle una taza de té?- le preguntó la muchacha, y sólo asentí por cortesía.

La siguió a la que era la sala. Se sentó en un pequeño sofá y observó cómo la chica desaparecía por una puerta.

Sinceramente, no hubiera aceptado quedarse, pero tenía muchísima curiosidad de saber quienes eran ellos. Esas personas tenían que conocerle, porque no creo que haya sido un golpe de suerte que adivinar su nombre.

Detalló la pequeña sala, y con eso dedujo que eran turistas, porque no había ningún adorno, foto u objeto personal en toda la estancia.

No pasaron más de cinco minutos cuando la chica regresó. Tomó con cuidado la taza que le ofrecía y agradeció por ello.

-Entonces...¿Cómo saben mi nombré? ¿Y por qué me llamaste profesor?- directo al grano. Tenía curiosidad y no se iba a ir hasta que tuviera respuesta. Vió cómo la chica abría sus ojos asombrada.

-¿Y bien?-volví a preguntar.

-Nosotros te conocíamos... Fuiste nuestro profesor, o eso supongo, porque... - la chica dudó, y eso le intrigó bastante.
-¿Por...?- le instó a seguir.
-Porque... Porque supuestamente usted está muerto-le respondió la chica.

El tiempo dejó de transcurrir para él. Era tan impresionante escuchar decir a alguién que estaba muerto.

No soportó más. Me levanté y salí de ese lugar.

A)Hermione y Harry charlan sobre este inexperado encuentro
B)Flash back de la pareja
C)Harry despierta y no descansa hasta encontrar a Severus

yo continuo

-¿Entonces qué piensas?- preguntó nuevamente al no obtener respuesta.

Severus salió del ligero aturdimiento que lo había invadido al escuchar la absurdez que acababa de salir de la boca de Harry- Realmente, Potter, debes de estar completamente loco como para siquiera considerar algo así- contestó. El uso de su apellido no sorprendió al gryffindor, Severus lo usaba siempre que lo insultaba aun si no fuera enserio.

-¿Por qué no? Serías un magnifico padre- afirmó enterrándose entre sus fuertes brazos. Le gustaba compartir este tipo de raros momentos a su lado, siempre tan escasos y distantes entre sí.

-No deberíamos estar hablando de esto- el tono apagado que utilizó no pasó desapercibido para Harry, quien solo atinó a envolver sus brazos de forma más apretada en su torso- Lo sé- contestó, aunque sus palabras fueron amortiguadas por el pecho del hombre. Alrededor de ellos el aire seguía helando, aunque su cúpula mágica los protegiera de lo peor del clima- Pero me gusta pensar que tengo un futuro a tu lado- confesó sin poder esconder su tristeza, finalmente se permitió separar su rostro del pecho del hombre, pese a que los brazos de Severus se habían apretado a su alrededor-  prométeme que existirá un futuro para nosotros- pidió.

Y Severus lo prometió, aun si no podía estar seguro de ello, lo hizo. Realizo la promesa más incierta que jamás había hecho en su vida y todo por retirar la tristeza de esas gemas verdes, por poner esperanza en el lugar que la desolación ya había invadido. Lo hizo porque el también quería creer en ello.

Esa noche, pese a la nieve que se arremolinaba alrededor de ellos y sin importarles el no tener la comodidad de una cama, Severus le hizo el amor de la forma más delicada que había hecho nunca. En cada uno de sus movimientos colocó el valor de su promesa, con cada caricia memorizó el cuerpo de su amante no por primera vez y, también, esperando que no fuera la última. Los suspiros y gemidos que ambos dejaron salir en esa ocasión relataron al mundo la historia de su amor, de ese sentimiento que estaba dispuesto a sobrevivir al más oscuro de los momentos.

Permanecieron juntos hasta el amanecer, tratando de extender su tiempo juntos aunque sabían que tarde o temprano este llegaría a su fin.

Con un suave beso se despidieron, sus ojos llenos de sentimientos encontrados y los rostros determinados a un mismo propósito: derrotar a Voldemort.

Harry volvió con sus amigos, quienes decidieron no hacer preguntas e inmediatamente se centraron en encontrar los horrocruxes restantes y Severus volvió a Hogwarts donde fingió, igual que siempre, ser el perfecto siervo de Voldemort, incluso se arrodilló frente a él como si nada hubiera pasado, como sino planeara destruirlo con ayuda de su enemigo.

Una semana después de aquel encuentro se desató la guerra que finalmente los separó.

La guerra que dejó al niño-que-vivió con el corazón irremediablemente roto.

Tú lo habías prometido.

Fue todo lo que sollozó durante días y noches enteras y lo peor, al menos para él, fue enterarse de que estaba embarazado…  él solo quería Severus de vuelta.

Sus ojos empezaron a abrirse poco a poco después de algunos momentos, creía estar despertando de otro de sus largos letargos. Seguramente por eso creía que Severus estaba vivo ¿verdad? Eso es lo que podía recordar de antes. Las lágrimas empezaron a brotar nuevamente, hasta que algo las detuvo abruptamente.

-Entonces... ¿Cómo saben mi nombré? ¿Y por qué me llamaste profesor?- Esa era su voz, estaba seguro de ello. Con algo de dificultad, pero con el corazón latiéndole a mil, empezó a caminar hasta el lugar de donde procedían las voces.

-¿Y bien?-volvió a preguntar, Harry casi había atravesado la puerta cuando decidió escuchar un poco más. Algo en el tono del hombre, y en lo que había dicho, no estaba bien.

-Nosotros te conocíamos... Fuiste nuestro profesor, o eso supongo, porque... – escuchó explicar a su amiga hasta que dudó.

-¿Por...?- le instó a seguir.

-Porque... Porque supuestamente usted está muerto- Oír las palabras provocaron en Harry un dolor que solo fue superado por el que sintió al escuchar el sonido de la puerta cerrándose con rudeza. No sabía que se había dejado caer de rodillas hasta que vio a su amiga delante de él con aspecto preocupado.

Una súbita comprensión había surgido en su interior al oír la charla- Él no se acuerda de mí- declaró como un hecho, Hermione no atinó a hacer otra cosa más que abrazarlo mientras Harry sentía que el mundo a su alrededor se derrumbaba.

a) Harry empieza a espiar a Severus, viguilandolo desde la distancia.
b) Severus regresa a visitar a la extraña pareja y se entera de que Harry está embarazado.
c)Harry se encuentra con más personas que creía muertas y que no recuerdan nada de su vida anterior, empieza a tener sospechas sobre la isla podria ser culpa de dumbledore

yo continuo

Las vacaciones se habían convertido en una labor de vigilancia.

Llevaba siete días observando a "Severus", siguiéndole debajo de la capa de invisibilidad, viendo que hacía, dónde vivía, cómo se comportaba.

Había aprendido muchas cosas "nuevas", como donde trabajaba. Un naturalista. La primera vez que lo vio le causó gracia, porque aunque no recordaba la magia, seguía tendiendo esa inclinación por preparar cosas con ingredientes naturales. No eran pociones, pero eran medicamentos y tónicos naturales.

Su rutina era bastante sencilla. De su casa, la cual estaba cerca de dónde se estaban alojando Hermione y él, iba a su trabajo que quedaba en el centro de la isla, dónde se encontraba la mayor cantidad de los habitantes. Salía a la una de la tarde, que es cuando terminaba su turno, luego, o se iba directo a su casa, o se iba a la librería. Otro punto a su favor, si esa persona no era su Severus, se iba a derrumbar.

En estos momentos lo estaba siguiendo a su casa, pero por lo que pudo notar, no había sido muy cuidadoso esta vez.

-¿Hay alguien allí? - preguntó el ojinegro, volteándose, pero no viendo a Harry que estaba debajo de la capa de invisibilidad.

Con mucho cuidado, se acercó a un árbol, para aparentar que había estado siguiendolo entre la maleza y no detrás de él.

-Se que estás ahí, por favor, sal- ordenó Severus.

Con mucho cuidado, se quitó la capa, y "salió" de detrás del árbol.

-¿Qué haces aquí?- preguntó un poco enojado Severus, viendo al chico.
-Yo...- no sabía que responder.
-Si vienes a convencerme de esa patraña de que fui profesor de ustedes, estás perdiendo el tiempo.- El mayor se cruzó de brazos.
-¿En serio no te acuerdas de mí?- preguntó Harry, con la voz un poco aguda.
-¿Por qué tengo que recordarte?- le miró extrañado.
-Porque...- por un momento Harry quiso decirle todo, pero... ¿Y si no era su Severus? Si solo estaba tratando de buscar un "reemplazo". No sabía que hacer.
-Sigo esperando una respuesta- Severus levantó su ceja, esperando a que Harry le contestara. Y ese simple gesto hizo que todo lo que el joven había pensado anteriormente de no decir nada.

Acercándose rápidamente, quedó frente al ojinegro, se puso en puntillas y posó sus labios en los del otro. Era Severus, su corazón le decía que era él, esos labios eran los de él. Todo dejó de importar.

a) Severus se aparte de harry y "huye" de nuevo.
b) Llega Hermione y ve todo el espectaculo.
c) Ambos terminan "misteriosamente" en la cama de Severus y despues Harry empieza a contarle todo. no puder esistirme, quiero acción

Yo continuo

XD Sorry por no hacer escena de cama peeeero nunca he escrito lemmon y soy demasiado apasionada del cursi desarrollo lento

Hermione sentía que ya no podía más, llevaba demasiado rato buscando a su amigo y aun no lograba encontrarlo.

¿Es que acaso se había vuelto loco? El aún estaba embarazado y era necesario que tomara las pociones adecuadas para cuidar a su bebe, soltando un bufido de enojo prosiguió con su infructuosa búsqueda.

Sabía que Harry estaba usando la capa de invisibilidad y eso solo le complicaba las cosas, aunque no tanto si sabías donde buscar. No era necesario ser una genio para darte cuenta de que, allá donde estuviera Severus Snape, estaría Harry Potter.

Ajusto el agarre que tenía sobre la canasta tejida que había usado para realizar las compras, lo mejor era no verse demasiado sospechosa, sabía que a estas horas Severus estaría regresando a su casa y que, por tanto, sería más probable encontrar a Harry en casa después de un par de horas. Como había venido sucediendo en los últimos días.

A pesar de sus mejores intenciones, se había retrasado un poco al comprar un poco de pescado para la cena, empezó a negar con la cabeza hasta que algo la hizo detenerse y tirar su canasta en una sorpresa muda.

Harry estaba hablando con Severus frente a ella, pero lo que hizo que los huevos terminaran irremediablemente rotos contra el suelo, fueron las acciones que su amigo hizo poco después, antes de que pudiese detenerlo Harry se encontraba besando al hombre. Era casi triste de ver, al menos para ella, la forma tan desesperada con la que el chico se aferraba al cuello de su sorprendida víctima.

-¿Qué crees que haces?- el gritó la devolvió a la realidad, aquella tan cruel en la que solo podía ser testigo de cómo destrozaban el corazón de su amigo una vez más- No sé qué estúpida idea se te ha metido en la cabeza, pero yo JAMAS en mi vida te había visto- el tono cruel que empleaba le recordaba tanto a sus días pasados, con impotencia vio como un agudo temblor recorría a Harry, quien no hacía nada para zafarse de su agarre y solo podía mirar al hombre con los más amplios y asustados ojos verdes que podía convocar, realmente lucia indefenso- Y desearía nunca haberlo hecho- con esas últimas palabras, dejó al chico en medio del camino, completamente decidido a ir a su casa y olvidarse de este episodio.

-Oh, Harry- Hermione no sabía que decir al momento en que llegó junto a su amigo, ciertamente las últimas palabras de Severus habían sido duras.

-Sabes, Mione- la interrumpió el chico, mirándola fijamente- Quizás él no me recuerde, pero… sigue siendo el mismo Severus del que me enamore- aseguró con una sonrisa que Hermione no supo cómo interpretar- así que… así que sólo me queda volver a conquistarlo- terminó para asombro de la chica.

-Solo no olvides tomar tus pociones- dijo por respuesta pues Harry miraba con determinación hacia la dirección en la que se ubicaba la casa del hombre que acababa de rechazarlo.

Definitivamente, Hermione sabía que al convertirse en amiga de Harry Potter había firmado un contrato para lo inesperado pues vivir la vida como lo hacía Harry era siempre una aventura.

a)Vemos los intentos de Harry por conquistar a Severus, para fastidio de este
b)punto de vista de Severus
c)Un sueño o recuerdo de Harry acerca de alguno de sus momentos con Sev

yo continuo




Una rosa.

Una rosa Roja estaba encima de la mesa en donde trabajada en la tienda.

El ceño fruncido del ojinegro denotaba lo enojado que se encontraba. No solo estaba enojado con que alguien hubiera burlado la seguridad de la tienda, si no, que aquel inmundo objeto a sus ojos, estaba puesto en SU mesa, con una etiqueta que tenía SU nombre, y con una oración bastante cursi a su parecer.
Y sabía quien había sido. Claro que lo sabía.

Un mocoso de ojos verdes que lo llevaba “cortejando” desde hacía semanas.
Tomó la nota, la rompió en dos, y la tiró en el bote de basura junto con la rosa.
Y sin más, siguió con su trabajo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Vio con bastante pesar como su rosa era arrojada al bote de basura.

Sabía que sería bastante tonto regalarle una rosa a Severus, sabiendo cómo era él. Pero ya no se le ocurría que más hacer. Le había regalado desde plantas exóticas hasta una botella de whiskey. La rosa, por así decirlo, era su último recurso con respecto a los obsequios.

A partir de ahora, sería un poco más firme en su cortejo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

–¿Qué demonios haces aquí?– preguntó bastante malhumorado el ojinegro, mirando al pequeño ser que estaba frente a su puerta.

–Vengo a visitarte– dijo de lo más contento Harry, entrando sin permiso al recinto.

–No te he dado permiso para entrar. ¡Sal ya de mi casa!– le ordenó Severus, mirándolo con disgusto.

–No lo haré, me gusta estar aquí– como si la casa fuera de él, Harry se sentó en el sofá de un puesto que estaba frente a la chimenea, mientras curioseaba todo lo que estaba a su alrededor.

Severus no esperó más, se acercó al muchacho, lo tomó en brazos, lo depositó en el pórtico de su casa y cerró la puerta con fuerza, poniéndole los seguros.

–¡Por favor, Abreme!– gritó Harry desde el otro lado.

–¡No lo haré! ¡Ahora vete antes de que cambie de opinión y ponga una orden de restricción contra ti por acoso! – le contestó Severus.

Y el silencio fue lo que le contestó. Severus observó como el joven se iba cabizbajo del terreno.

Suspirando, se sentó en el sillón que segundos antes había sido ocupado el muchacho. Aunque lo negara, Harry se le hacía familiar, pero por más que intentaba recordar, nada sucedía.

Era tan frustrante no hacerlo. Tomó un vaso de la mesita que estaba al lado del mueble, junto con una botella de whiskey, la misma que le había regalado el muchacho. Sonrió con ironía mientras se servía un trago.

–Harry…– suspiró Severus, mientras veía la chimenea y bebía aquella bebida.




a)Harry se cansa y Severus lo busca (?)
b)Severus va a casa de Harry y ve a este con una enorme barriga (Ya que supuestamente estaba utilizando un hechizo desilusionador)
c)Recuerdo de Severus y Harry.

Yo continuo

No había nada que irritara más a Severus Snape que el romper con su rutina, eso solo significaba desorganización y él nunca se había clasificado como una persona de esas. Sin embargo, ya no tenía los ingredientes suficientes en su casa para hacer una buena comida y era necesario que realizara algunas compras en el pueblo. Frunciendo el ceño continuó caminando por el mismo sendero en el que semanas antes el chico lo había besado, al menos el extraño mocoso había desistido de seguir buscándolo después de que lo echara de su casa.

Ignoró el sentimiento de culpa que lo invadió por unos segundos, el chico se lo tenía merecido por irrespetuoso, ¿Y que si sus ojos se habían llenado de tristeza? No es algo que él le importara ¿Verdad?
Quería creerlo, realmente quería mentirse a si mismo de esa forma pero… había algo en él que le impedía sacarlo de su mente.

Dentro de esos pensamientos se encontraba cuando pasó frente a la casa que él y la chica ocupaban, no estaba seguro de porque estaba haciendo lo que ahora se proponía pero lo creía un trato justo por toda la intimidad que ese chiquillo le había robado los últimos días.

Con mucho cuidado y sin producir el menos ruido, que para él era como una habilidad aprendida hace mucho tiempo, empezó a acercarse a la casa por uno de los costados. Su silencioso andar se mantuvo hasta que logró ubicar a la peculiar pareja en el patio de la propiedad, decidió esconderse en las sombras de los frondosos árboles que había junto a él, casi parecía imposible que pudiese escuchar la conversación de ambos con tanta claridad.

-Te dije que debías tomar tus pociones y descansar más- reprochó la chica ante el desconcierto de Severus ¿pociones? ¿Por qué la palabra sonaba tan familiar como el nombre de Harry, aunque esta no le produjera ese raro anhelo que invadía su pecho cada vez que lo veía?

Harry realiza una mueca mientras se recostaba de forma más cómoda en el camastro tejido que ocupaba, este estaba acolchonado y le propiciaba un excelente descanso a su espalda- Lo sé, Mione. Es solo que perdí la noción del tiempo- se disculpó y Severus casi estuvo a punto de admitir que su discreta sonrisa era entrañable.

-Pues ha sido una estupidez, Harry Potter- recriminó alzándole la camisa ante el chillido escandalizado del joven, pronto sus manos pequeñas y femeninas esparcían una pasta de color extraño en el abdomen por demás plano. El hombre no entendía porque hacia aquello, Harry no parecía tener alguna quemadura o alergia- Urgh, mira nada más, eres un irresponsable. ¡Si hasta puedo ver tus costillas!-recriminó. Severus hizo una mueca y creyó que exageraba, el chico tenía un cuerpo envidiable si tenía que admitirlo.

-Lo siento- se disculpó- Y lo peor es que ni siquiera he hecho ningún progreso- agregó con una mueca- creo que necesitare medidas extremas- afirmó entrecerrando los ojos, Severus creyó tener un deja vú al ver como la nariz, pequeña y redondeada, del chico se arrugaba en profunda concentración.

-No antes de que recuperes un peso saludable- sentenció a castaña. Y luego, luego hizo algo que a Severus le pareció por demás absurdo, sacó un delgado palito de madera de entra los pliegues de su falda y con un movimiento fluido… la imagen ante sus ojos se transformó.

Ya no estaba observando a un par de jóvenes que charlaban sobre la inexistente desnutrición de uno de ellos. No. Ahora, frente a sus ojos, estaba un escenario que ni en sus más locos sueños había pensado posible. Esa imagen sólo podía ser encontrada en alguno de os libros de ciencia ficción que siempre había aborrecido.

Harry estaba…

-Nada de magia por los siguientes días. No es bueno para él bebe- recriminó la chica.

Harry estaba…

Severus cayó de espaldas, llamando la atención de ambos chicos que acudieron enseguida a su escondite, la sorpresa en sus rostros no podía ser fingida y, estando tan cerca de él, Severus pudo comprobar que sus ojos no lo engañaban.

Ese redondo vientre, cubierto de lechosa y pálida piel no era producto de su mente loca. Era real, toda esta absurdez era real.

Harry estaba embarazado

Alzó sus ojos negros llenos de temor hacia el rostro del joven que se había convertido en su acosador y con voz temblorosa, se dirigió al aturdido crio- ¿Qué eres?- absorbió aire de forma temblorosa, nada dispuesto a aceptar esta realidad. Harry intento ayudarlo a levantarse pero el sólo atino a golpear su mano, para consternación y dolor del joven- ¡No me toques!- gruñó mientras se ponía de pie. Parecía una fiera asustada- ¡No vuelvas a acercárteme… tu… tu...- buscó la palabra adecuada, al final sólo una cosa venía a su mente- tu, fenómeno!- dio media vuelta y hecho a correr.

Detrás de él un aturdido Harry permaneció congelado en su sitio, sosteniendo de manera protectora su estómago y con la mirada perdida en la distancia.

Severus lo había llamado fenómeno.

Una lágrima cayó de sus ojos verdes.

a) Recuerdo de Harry y Severus
b) Harry decide renunciar a Severus y Hermione va a reclamarle por el estado de su amigo
c)Hermione le sugiere a Harry que regresen a Inglaterra

yo continuo

Ver como Severus se retiraba del lugar no era tan doloroso como esa palabra con la cual el hombre le había insultado.

"Fenómeno"

Aquellos momentos en al infancia donde fue llamado de esa forma volvieron a su mente, atormentandolo.

Pero ahora dolía más, mucho más, porque era el hombre que amaba quien se lo había dicho.

-Severus...- sollozó Harry, cayendo de rodillas y viendo como a lo lejos la figura del ojinegro se alejaba cada vez mas. No lo soportó más. Sentía que ya nada valía la pena, ver aquel rechazo por parte de Severus era mucho más de lo que podía soportar.

"Severus" "Severus" repetía una y otra vez en su mente, recordando al hombre gruñón, pero a ala vez amable del que se había enamorado..


-Ya no soporto más, Hermione, este dolor es muy fuerte- dijo en medio del llanto.

Hermione solo lo observó.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Después de dejar a Harry durmiendo en su cuarto, salió hecha una furia en dirección a la casa del hombre de ojos engros.

Golpeó con muy poco recato la puerta de madera y esperó bastante impaciente a que Severus se dignara a abrir. Lo cual no fue mucho.

Apenas tuvo al hombre frente a ella hizo lo que tenía  ganas de hacer desde que salió de su casa. Una bofetada. Una Limpia y fuerte bofetada en todo el medio de la mejilla del hombre.

-¡¿Qué demonios es lo que te pasa?! - le gritó Hermione, tratando de controlar la ira que tenía.
-¡Eso debería preguntar yo!- contraatacó el hombre.- ¡Estoy harto de ustedes dos, desde que llegaron no han sido más que un dolor de cabeza! ¿Por qué se empeñan tanto en fastidiarme la existencia?- exigió aber el pelinegro, mirando con enojo a la castaña.
-¡PORQUE USTED ES PAREJA DE HARRY! - gritó hermione sin poder contenerse. - Y el hijo que espera es suyo.- terminó de contar la chica, mirando como el hombre palidecía aún más si eso era posible.

Lo único que pudo hacer Severus fue observar con incredulidad a la mujer.

a)Severus le pide a Hermione que se retire y que no lo moleste.
b)Severus le pide que le explique y Hermione utiliza Legeremancia para descubrir que pasa.
c)Harry y Hermione vuelven a Londres.

Yo continuo

-¿Q-qué has dicho?- tartamudeó el hombre. No podía creer lo que esta extraña chica de cabellos alborotados le decía. Era la mayor absurdez que había escuchado en su vida. El no podía estar relacionado con semejante barbarie.

Un chico embrazado, casi parecía de un mundo paralelo.

-Qué usted, insensible patán, es el padre del hijo que Harry está esperando- gruñó la chica. Severus retrocedió ante la fuerza de su mirada, parecía bastante dispuesta a darle otra bofetada y a pesar de la situación, el no dejaría de ser un caballero. Maldita su educación.

-¡Ni siquiera lo conozco!- argumentó irguiéndose para parecer intimidante y aunque eso hubiese hecho retroceder a cualquier persona sensata, Hermione Granger no estaba de humor.

-Se amaban- reclamó silenciándolo, Severus la miró boquiabierto, esas palabras realmente pesaban en el aire- No había dos personas que se amaran tanto como ustedes- continuó- Ni siquiera yo y Ron- admitió con la voz quebrándosele, descolocándolo por completo. No sabía quién era aquel tipo, pero podía decir que era importante para ella- El de ustedes… era un amor que superaba cualquier barrera- Le resultó desconcertante ver su melancólica sonrisa dirigiéndose hacia él después de sus reiteradas amenazas.

-Lo que en un principio era odio, se transformó- Hermione caminó hasta la ventana, como si a través de ella pudiese ver el distante pasado- Nunca se me hubiese ocurrido que algún día terminarían juntos, o que podrían convivir sin medio matarse en el proceso, pero lo hicieron… y triunfaron aun sobre la muerte- Severus sabía que ese último punto lo había remarcado en deferencia a él.

-No puedo ser yo- volvió a negar, cada vez menos convencido. Al parecer la chica había detectado su duda.

-¿Es que acaso tiene todos sus recuerdos intactos?- Él simplemente apretó las mandíbulas, esto se estaba volviendo más y más frustrante conforme pasaban los minutos. – ¿No hay espacios en blanco en su mente?...¿Acaso no siente algo por Harry?- lo retó mientras se enfrentaba cara a cara con él, nuevamente.

Soltó un suspiro derrotado, de alguna forma esa chica había dado en el clavo. Además había algo que lo seguía molestando, sin importar lo mucho que la idea de un hombre embarazado lo perturbara… no podía dejar de anhelar que eso fuera verdad.

Que ese delgado cuerpo hubiese sido suyo por tan sólo una ocasión. Conforme la castaña le había hablado sobre su supuesta relación con el chico, no había podido evitar recordar aquel beso robado… ni imaginar cosas aún más elevadas de tono.

-¿Qué es lo que he olvidado?- preguntó decidido. Se consideraba alguien lo suficientemente practico como para no ignorar os argumentos lógicos que se había presentado la chica, eso sin mencionar la ola de deja vús y dolores de cabeza que lo invadían apenas se encontraba con cualquiera de los jóvenes.

-Eso es justo lo que vamos a averiguar- Y sin darle tiempo a nada, la bruja alzó su varita y pronuncio el hechizo que le brindaría el acceso a la mente de su otrora profesor- ¡Legeremens!- El dolor que invadió su cuerpo justo después de eso lo hizo preguntarse si había sido lo correcto.

A) Hermione no logra acceder a la mente de Severus. Así que decide ir a su casa para ver a Harry. Severus puede sentirse culpable e ir a disculparse
b) Harry se levanta y habiendo perdido toda esperanza atenta contra su vida o la del bebe
c) Hermione logra acceder a los recuerdos de Severus incluso podría encontrarse con una escena de practica de concepción ewe

yo continnuo.



Harry observaba por la ventana de su habitación como su amiga se iba de la casa. Sinceramente, estaba harto de todo.

En ese preciso su momento su mente estaba en una especie de trance, rememorando una y otra vez la escena en la que Severus le había gritado fenómeno.

Dolía mucho más que cuando se la decían sus tíos.

Dolía más que cuando su amigo, Ron, le rechazó en cuarto año por supuestamente haberle mentido sobre el Cáliz de Fuego.

Dolía más…

… que la muerte de sus padres…

Su mente bastante afectada por el reciente rechazo le “susurraba” que terminara con todo, que no valía la pena seguir en este mundo cruel y oscuro sin la persona amada.

¿Qué más daba si Severus no estaba con él? Nadie lo extrañaría. Bueno, tal vez unas cuantas personas, pero luego, se repondrían y seguirían con sus vidas. La única persona por la cual pensaría más en su decisión, lo había rechazado.

En esos momentos, la mente de Harry no recordaba al pequeño ser que llevaba en sus entrañas.

Con bastante lentitud, tomó una pequeña navaja suiza que siempre llevaba consigo, la cual, estaba encima de la mesita de noche que estaba al lado de la cama.

La miró atento, sacando la pequeña navaja que tenía el implemento, mirando el brillo que desprendía al ser tocada por los rayos del sol que se filtraban por la habitación.

Solo un corte, en el lugar preciso, y acabaría con su vida. Justo lo que deseaba en esos momentos.

Dio una última mirada por la ventana. Esperando que Hermione no se acercara, y para su gusto, no lo hacía.

Cuando pasó su vista de la ventana a su muñeca, su mirada pasó por la maleta de equipaje que estaba frente a él, pero eso no fue lo que llamó su atención.

Una pequeña bolita azul sobresalía por la abertura de la maleta, la cual, estaba mal cerrada. Solo eso bastó para que sus ideas suicidas se esfumaran.

Aquella bolita azul no era nada más que la cola de un pequeño conejo de peluche azul que había comprado hacía unos días en los que seguía a Severus para su hijo.

Su Hijo… o hija.

Estaba a punto de atentar no solo contra su vida, sino también contra la de ese pequeño ser que no tenía la culpa de nada.

–Perdóname… Perdóname pequeño… – susurraba mientras acariciaba su abdomen, mientras veía como su mano temblaba. Dejó la navaja a un lado y respiró profundo. –´No volveré a pensar en esas tonterías, no importa que Severus no esté aquí, te tengo a ti y tú me tienes a mí. Te amo mi bebé….– susurró Harry, mirando donde su mano reposaba.

Sabiendo que tenía que calmarse, salió de la habitación directo a la cocina, la cual, estaba en la primera planta. Se tomó del barandal para bajar la escalera, cuando, sin querer, pisó mal un escalón.

Todo lo que pudo ver Harry antes de que todo se oscureciera, fue como caía por la escalera y lo único que pudo hacer fue proteger con sus brazos su abdomen, tratando de proteger a su hijo.

a)Harry pierde al bebé
b)Hermione llega junto a Severus y logran salvarlo.
c)Hermione logra ver que hay en la mente de Severus.

Yo continuo :3


El dolor que lo invadió al hacer contacto con el suelo podría no haber sido mas grande que cuando Voldemort lo crucio en el cementerio años atrás, o cuando el basilisco había enterado uno de sus venenosos colmillos en su piel.

Pero ahora estaba asustado.

Tenía miedo por la vida en su interior que ahora peligraba como nunca lo había hecho antes. Una fuerte ola de dolor brotó desde su vientre y no pudo evitar soltar un grito. Su instinto le decía que lo hiciera, que gritara lo más fuerte posible con tal de conseguir ayuda.

Con cada nueva oleada de dolor, su cabeza se nublaba más y más, luchaba contra la inconsciencia lo mejor que podía, pues si se dejaba vencer entonces eso sería todo para su bebe.

-¡Harry!- escuchó la voz de su amiga y sintió que al fin podía dejar que su garganta tuviese un descanso.

-¿Qué sucede con él?- La voz de Severus se hizo presente y, por algunos segundos, creyó estar alucinando. El hombre que tanto lo había repudiado no podía estar frente a él con el rostro lleno de preocupación.

-Salven a mi bebe- susurró asustado cuando una nueva dosis de dolor recorrió su cuerpo, provocándole que gimiera. No quería desperdiciar ni un segundo más.

Hermione asistió y corrió hacia la red flu, aunque no hubiese estado en sus planes originales tenían que hablar con cualquier persona del mundo mágico que pudiese ayudarlos y la chica no había sido lo suficientemente como para no haber conectado la casa a la red… quizás hubiese habido algo de ilegalidad en el proceso, pero ahora mismo no podía arrepentirse de eso.

-Snape, haga algo útil y busque unos frascos en el baño, tienen un líquido azul y están al fondo del armario- pidió frenética. Severus dudo por algunos momentos pues no le parecía correcto dejar al chico acurrucarse en el suelo en completa agonía.-
¡Ahora!- gritó la chica sacándolo de su estupor mientras buscaba frenética en su bolso.

Cuando Severus entró en el baño y empezó a buscar entre los frascos por lo indicado, se sorprendió de que pese a que no sabía los nombres de los líquidos que iba apartando de su camino, de algún modo sabía cuáles eran sus efectos.

Al final regreso a la sala no solo con los frascos solicitados sino también con otros tres que llamaron la breve atención de Harry mientras el hombre lo ayudaba a incorporarse y dejaba que se apoyara en su pecho.

-Bébelo- apuró ofreciéndole una dosis de un líquido rojo en un vaso de cristal. Y Harry lo hizo, sin dudarlo ni un segundo y con la confianza brillando en sus ojos.

Pronto sirvió una dosis mayor del líquido azul que la castaña le había solicitado y empezó a verterlo por la garganta del chico que ahora lucia más calmado y con evidentes signos de estar sufriendo menos dolor.

Los ojos de Harry empezaron a sentirse pesados.

Severus le ofreció una última dosis y habló- Descansa, estás pociones causan somnolencia y es posible que no despiertes durante algunas horas- las palabras habían acudido a sus labios con extrema facilidad y aun sino sabia como es que tenía conocimiento de esa información, si podía asegurar que era cierto.

Harry asintió sin pensarlo demasiado y se acurrucó en los brazos de Severus, buscando una posición más cómoda para descansar, de momento no podía importarle menos que era lo que había pasado horas antes, aunque quizás al despertar el dolor por las palabras dichas volvería a atacarlo con crueldad.

Lanzando un suspiro tembloroso ante la calidez que emanaba el joven y los sentimientos tan contradictorios que hacia surgir en él, alcanzó el ultimo frasco y lo abrió para empezar a expandir el líquido aceitoso en la barriga del joven.

Ahora más que nunca se sentía sumamente frustrado por el falló de la chica en acceder a su mente, cada vez creía más en los disparates que le habían dicho. ¿Qué era un mago? ¿Qué este chico era su pareja y que esperaba un hijo suyo?

Al menos la parte de la atracción estaba clara para él, Harry era un joven hermoso y atrayente, lo que no podía entender es como él había desaparecido del mundo mágico (si es que existía) y llegado hasta este lugar sin recordar nada de su antigua vida.

-¿Qué es lo que hace?- la voz escandalizada de la joven lo trajo a la realidad – ¡Harry podría perder a su bebe ante el menor error!- gritó acercándose hacia su amigo inconsciente, empezó a recorrer su cuerpo, buscando señales de que algo estuviese mal.

De pronto un fogonazo en la chimenea los alerto de que alguien venía a través de ella, al menos a Hermione porque Severus podía sentir como el alma empezaba a escaparse de su cuerpo, las llamas median casi dos metros y tenían un extraño tono verde.

La vida cada vez era más complicada.

a)Madame Pomfrey sale de la chimenea y después de examinar a Harry, se ofrece a examinar a Severus
b) Surge algún medimago desconocido que examina a Harry, después se une Minerva quien se sorprende de ver a Severus
c) Llega alguien conocido para ambos y Severus empieza a recuperar algunos recuerdos

yo continuo


De la chimenea salió nada más y nada menos que Draco Malfoy.

Cuando Harry fue entregado a Los Malfoys durante el año que no fueron a Hogwarts, después de escapar de la mansión, Draco les había contactado. Al principio, estuvieron renuentes a aceptar que el pequeño rubio estuviera de su lado, pero recordando que había mentido a su familia con respecto a Harry, aceptaron que se uniera.

Él no estuvo con el trío en su búsqueda, pero si ayudó con información y todo lo que podía proporcionar en víveres y cosas. Luego de la “muerte” de Severus, había sido un gran apoyo para Harry.

También, presentó exámenes en todas las asignaturas de Hogwarts para graduarse inmediatamente. Después de lo vivido quiso “redimirse” siendo medimago, y ahora estaba estudiando para graduarse. Fue la primera y más confiable opción que Hermione consiguió, ya que también sabía del estado de Harry.

–¿Pero qué…?– para el rubio, ver a su supuesto fallecido padrino sentado en el piso y acurrucando a un pálido Harry, era bastante perturbador.
–No hay tiempo para esto, Draco, Harry necesita tu ayuda, no sabemos cómo está su salud.– le dijo la castaña, mirando angustiada a Harry.

No se hizo esperar, se arrodilló frente a Harry y pasó su varita por todo el cuerpo, no detectando nada peligroso. Revisó dos veces más, por si acaso, pero, al igual que la primera, todo estaba en orden.

–No tiene nada malo, el suministro de las pociones fue el correcto y ayudó a que Harry no perdiera al feto– les comentó Draco de forma profesional.
–Gracias Draco– dijo Hermione, poniendo una de sus manos en el hombro del rubio, ambos se miraron cuando la castaña hizo ese gesto y se sonrojaron. Hermione apartó la mano.
–Mi ahijado…– susurró Severus a la nada.

Hermione lo miró con asombro. No esperaba que recordara algo con solo mirar a Draco.

–¿Lo reconoce?– le preguntó la castaña al pelinegro.
–¿Por qué no ha de reconocerme?— preguntó bastante extrañado el rubio
–No recuerda nada…

a) Draco intenta entrar a la mente de Severus y si logra hacerlo.
b) Draco le recomienda a Hermione que lleven a Severus a Inglaterra (pueden utilizar fuerza bruta (?))
c) Severus recuerda más cosas por si mismo

Yo continuo


El rubio vio a Hermione completamente estupefacto, era difícil para él el creer que su padrino realmente no pudiese recordar nada.

Sin embargo, podía ver en los ojos de ambos que eso era verdad.

Aunque quisiera soltar un suspiro de pura frustración, se abstuvo de hacer algo tan degradante, en su lugar frunció levemente el ceño y empezó a realizar hechizos de diagnóstico sobre el hombre tratando de encontrar algo que estuviese mal. Al final todo estaba correcto, no había nada que diera una sola pista de porque Severus no podía recordar su antigua vida.

-Creo que deberé intentar un método diferente- dijo cuando por fin sintió la frustración invadiéndolo. Sin preció aviso lanzo el mismo hechizo que Hermione, obteniendo los mismos resultados que Hermione.- Ni siquiera la legeremancia funciona- se quejó frunciendo los labios.

-¿Podrían dejar de hacer eso?- exigió Severus una vez que se hubo recuperado, con los dientes apretados, cada vez que lo intentaban sentía un terrible dolor de cabeza empezar poco después.

-Solo me queda sugerir que hablemos con mi madre- habló el rubio encogiéndose de hombros.

-Pero…- comenzó Hermione sin saber cómo mostrarse en desacuerdo y a la vez no insultar al rubio. Lucius seguía en azkaban y probablemente no saldría de allí en algunos años pero aun así no sabía que pensar de Narcissa Malfoy.

-No temas, Granger, ella le debe mucho a Severus como para representar una amenaza- exclamó Draco, restándole importancia.

-Está bien- contestó la castaña, accediendo pese a si misma- pero Harry no puede viajar por red flu, además de que tendríamos que esperar a que despierte y tu tendrías que encargarte de aparecerte junto con Snape y…- las protestas que tenía para el plan eran tantas que realmente no le sorprendía estar hablando tan rápido como ahora lo hacía. Sin embargo, no pudo evitar callarse y dar un pequeño y gracioso salto cuando el rubio posó su mano en una de sus brazos.

-Puedo adelantarme a la mansión con Severus, tú llevarías a Potter cuando este decida volver del mundo de Morfeo- agregó con mofa.

Severus, cansado de sentirse ignorado y turbado por las miradas de cachorrito enfermo de amor, que por su propia sanidad mental esperaba no habérselas lanzado en su vida a Harry, llamó la atención de ambos con un carraspeo.

-Disculpen, pero en ningún momento accedí a acompañarlos- gruñó viendo con desconfianza la chimenea por la que saliera el joven.

-Severus, no creo que esto esté a discusión- contestó el rubio mirándolo con la ceja alzada y separándose de la castaña.

-Sí, si lo está. Yo me largo de aquí- espetó yendo hacia la puerta. Estaba cansado y lo único que deseaba era tomar un baño y dormir hasta que la cabeza dejara de latirle produciéndole una inmensa agonía.

-Realmente me estás obligando a hacer cosas que no quiero- protestó el rubio sacando la varita.

Hermione iba a protestar, pero decidió no hacerlo, el que Severus recordara era un beneficio para su amigo después de todo.

Severus lo miró estrechando la mirada, esto empezaba a volverse molesto. Con paso calmo se acercó al rubio, que sintiendo haber ganado la pelea bajó su arma y relajó su postura. Lo que jamás pensó fue que Severus le arrebatara su varita y utilizara el único hechizo que había escuchado con la suficiente claridad como para recordarlo.

-Legeremens- gritó enfrentando la asustada mirada ojiplata.

Draco, quien no estaba preparado para tal ataque, olvido alzar sus barreras y simplemente permitió que el pocionista invadiera su mente.

Destellos de noches de él mismo sentado frente al fuego, contándole historias a un pequeño rubio parpadearon ante sus ojos. Tardes donde le enseñaba las propiedades de algunas plantas mientras esperaban que el padre del chico volviese de atender sus asuntos de negocios, un gran salón repleto de hombres y mujeres que creía reconocer vestidas con extrañas túnicas bastante elaboradas y el mismo niño yendo hasta é, vestido como un principito y gritando “¡feliz navidad!”… luego poco a poco eso comenzó a cambiar, vio al joven en el interior de un gran castillo, vestido de la misma forma que el resto de jóvenes que lo rodeaban y... peleando verbalmente con alguien demasiado familiar, Harry, se vio a si mismo descontando puntos de manera injustificada a un par de furiosas esmeraldas.

Más escenas de ese tipo brillaron frente a él, en ninguna ocasión capto algo que lo hiciera pensar que él y Potter llevaran una relación, pronto empezó a sentir un tirón en su mente.

Y aun así alcanzo a ver algo que perturbó su corazón.

El chico rubio, ahora bastante crecido, miraba con horror como una versión de sí mismo agitaba su varita hacia una mujer no identificable y la torturaba frente a un grupo de personas que vestían capuchas negras y máscaras. Ellos eran los únicos que no usaban una máscara, aparte de un grupo de unas 5 personas más.

Bien hecho, Severus

Una voz tan resbalosa como una serpiente se escuchó desde el fondo de la habitación y dirigió su mirada hacia allí, en ese lugar se sentaba un ser monstruoso con ojos y piel de reptil y sin el menor rastro de piedad en su rostro.

Encárgate de esta asquerosa Muggle.

Ordenó, lo último que vio, fue asimismo apuntando la varita hacia la joven con un nuevo hechizo en sus labios.
Avada Kedabra

Su cuerpo golpeó el suelo con un ruido sordo.

-¡Oh, por merlín! ¿Qué acabo de hacer?- Hermione soltó el jarrón que se hizo añicos en el suelo. Aun no podía creer que hubiese golpeado a la pareja de su amigo con eso.- Creo que lo mate… ¿Qué le diré Harry?... he dejado huérfano al bebe de Harry… iré a azkaban, seguro que Harry me entrega a los aurores… o quizá el me mate y ellos lo arresten a él… ¡Condene a su bebe a vivir en un orfanato!- gimió desesperada antes de que Draco lograra sacarla de su estupor.

-¡Granger, guarda silencio!- cuando la chica lo hizo, respiró más tranquilo- ¡Al fin!- exclamó tocándose la cabeza y buscando disipar el dolor que la invasión a su mente había producido.- Al menos hiciste algo útil- continuó y al ver la cara de furia de la chica, continuó- mira, así será más fácil llevarme a Severus… y comprobamos que su magia no sufrió ningún cambio- agregó con una mueca, intento ocultar su alivio cuando Hermione se relajó.

-Entonces, supongo que Harry y yo los veremos en un rato- agregó nerviosa. Draco asintió y tomando la mano de Severus, se aparecieron lejos de allí, ninguno menciono el hecho de que la castaña ya sabía cuáles eran las coordenadas de aparición de la casa Malfoy.

-Nos veremos pronto, Malfoy- asintió yendo a examinar a su amigo.

a)Harry despierta creyendo que todo es un sueño y sospecha que Hermione usa a los Malfoy como excusa para volver al mundo mágico
b) Narcisa sabe que es lo que sucedió con la mente de Severus
c) Recuerdo de algún momento entre Sev y Harry

yo continuo

Sentía su cuerpo pesado, cómo si hubiera subido varios kilos de más. Con bastante pesadez, llevó su mano a su frente, donde una suave migraña se presentaba.

Gimió bajito por la molestia.

Abrió lentamente sus ojos, tratando de ubicar en dónde estaba. Luego se varios segundos, reconoció el techo de la habitación de la casa en la que se alojaban. Trató de recordar que era lo que había pasado, y como flashes, todo lo sucedido anteriormente pasó por su mente.

La depresión, el intento de suicidarse, tomar de nuevo el control, la caída, la llegada de su amiga, la ayuda de Severus...

No sabía decir si era un sueño o en verdad había pasado. Con mucho esfuerzo, se incorporó en la cama. Justo en ese momento Hermione apareció por la puerta de la habitación.

-¡Harry!- exclamó la castaña, mirando aliviada al muchacho - Que bueno que estás bien, me tenías muy preocupada - le dijo, mientras se sentaba en el borde de la cama.

-¿Qué sucedió? - preguntó Harry, mientras se terminaba de sentar.

-Cuando llegué, te encontré en el piso quejándote por un dolor en tu abdomen, y me pediste que salvaras a tú bebé - le contó Hermione - Llamé a Draco.

Harry no respondió. Sabía que había sido la mejor desición, Draco era confiable.

-¿Fue real? Pensé que había sido un sueño - preguntó Harry, mirando con curiosidad a la chica.

-¿Un sueño? ¿Qué cosa Harry? - Hermione fingió ignorancia.

-Severus estuvo aquí, estoy seguro. - insistió, no podía haber sido un sueño.

-Si, Si estuvo aquí - se rindió, no podía engañar a su amigo.- Tenemos que volver a Londres, Harry. Tenemos que ver a los Malfoys.

-¿Volver? ¿Ir a ver a los Malfoys? ¿Por qué?-

-Si, tenemos que volver. No preguntes Harry - Entre Draco y ella habían estado hablando. Querían que cuando Harry fuera a Londres, Severus ya hubiera recuperado la memoria.

-Hermione, no entiendo, ¿Qué sucedió?

-Ocurrió algo... - susurró la castaña - Severus se... "alteró" un poco mientras estabas inconsciente, tomó la varita de Draco y aplicó Legeremancia a Draco.-

-¡¿QUÉ?!- Harry estaba sorprendido. Hizo magia.- Sabía que era Severus, ¡Lo sabía!- exclamó encantado.

-Hay otra cosa. Inconscientemente Severus reconoció a Draco - le comentó la castaña. - Tenemos que volver a Londres Harry. Draco cree que su madre puede saber algo.

-Pero tendríamos que dejar a Severus- susurró desanimado.

-Pero, tal vez, encontremos una forma de que vuelva a ti- mintió un poco, era cierto que irían a Londres a encontrar una cura para Severus, loque no sabía Harry es que ya Draco estaba en ello y que Severus estaba con él.

-Siento que solo quieres ver a Draco y por eso insistes tanto- susurró en broma Harry, un poco más animado.

-¡Oye! Eso no es cierto- le regañó Hermione, pero también contenta por ver de mejor humor a Harry,

a)La llegada de Hermione y Harry a Londres
b)Harry llega y lo recibe Severus con Recuerdos.
c)Draco y Severus llegan con Narcisa.

yo continuo :3



Lo que menos se esperaba al levantarse era encontrarse en una habitación tan ostentosamente arreglada, soltó un gemido mientras se llevaba una mano a la sien y se preguntó si se habría golpeado la cabeza al desmayarse. Y entonces recordó lo que había visto.

-No puede ser verdad- se dijo, sin embargo algo dentro de él le decía que cada una de las escenas había ocurrido y que era inútil tratar de buscar otra explicación.

Respiró hondo y despejó su mente tal y como siempre lo había hecho, simplemente colocando cada recuerdo tras una fachada de indiferencia, y aun así él sabía que ellos seguían ahí, acechando y esperando por el menor rastro de debilidad para volver a atacarlo. Y pese a todo aun no podía recordar quien era Harry o como es que las imágenes que vio en su mente se habían transformado en algo más.

-Veo que estas despierto- la voz era delicada, como un llamado a calentarse cerca del fuego después de haber pasado por una tormenta de nieve que te ha dejado helado hasta los huesos.

Era una voz que sólo había escuchado en algunas ocasiones, porque era una voz que se utiliza sólo en familia.

Alzó la vista y un nombre brotó de entre sus labios- Narcissa- la mujer sonrió con cariño y supo que había acertado. Aun no comprendía por qué había perdido sus recuerdos o porque razón le había sido tan fácil recordar los nombres de Draco y Narcisa pero el de Harry no. Quizás la mujer frente a él tendría las respuestas que necesitaba.

-Necesito recordar- habló nuevamente sin esperar a que la rubia terminará de acercársele, una sonrisa nostálgica se instaló en el rostro de la mujer.

-Algo así escuché de Draco- Severus le hizo un espacio en la cama para que tomará asiento- Sin embargo, no sé cómo lograrás hacerlo- continuó, el mago no pudo más que fruncir el ceo ante su respuesta.

-¿No sabes que es lo que me sucedió?- preguntó aún más confundido que al despertar, si había alguien que pudiese saberlo, además de Harry al parecer, esa sería Narcissa. Ella había sido la que lo había escogido como padrino de Draco después de todo.

-Sé que es lo que te sucedió- desmintió la rubia llamando de forma inmediata su atención- sólo que no sé cómo es que pretendes deshacer lo que hiciste- dijo. Severus sentía que se confundía cada vez más, o que había dicho Narcisa no tenía ningún sentido.

-Estoy completamente perdido- admitió, Narcisa sonrió entre divertida y arrepentida de verdad.

-Sabía de tu plan para desaparecer de la faz del mundo mágico una vez que todo hubiese terminado, sin embargo no creí que hubieses logrado llevarlo a cabo, después de todo… Potter aseguró que el señor tenebroso te había asesinado- explicó.

Severus sabía que debía de poder recordar aunque sea esa parte de sí mismo, si ese había sido el origen de esto, entonces debería de ser capaz de recordarlo.

-¿Quién es el señor tenebroso? Preguntó notando como la postura de Narcissa se volvía tensa.

-Alguien que ocasiono mucho daño en todo el mundo mágico… alguien a quien tu ayudaste a derrotar… y… quien te asesino a ti y a Potter en una ocasión- Severus quería desestimar sus lo que había dicho ero en sus ojos vio brillar la misma sinceridad que Harry y Hermione le dedicaran en su debido momento.

-¿Harry murió?- preguntó más que nada para tener tiempo de asimilar todo lo demás.

-Por algunos segundos incluso yo temí que todo estuviese perdido y que todos los sacrificios hubiesen sido para nada- luego continuó pese al ligero temblor que se notaba en la mano que usaba para sostener la de Severus- Creí que Potter no se levantaría de nuevo- contuvo una sonrisa- pero logró demostrar lo contrario una vez más- terminó.

Severus la observó fijamente, sin saber si Draco ya había compartido con ella lo que ahora él consideraba lo más importante.
-Está esperando un hijo mío- dijo.

Vio la sorpresa llegar a sus grandes ojos claros y supo que Draco no había revelado las circunstancias en las que lo había encontrado- Sabía que estaba embarazado pero… jamás imagine…- mordisqueó el interior de su mejilla en un raro gesto de confusión, luego una súbita idea pareció llegar a su mente- ¡Por merlín, voy a ser tía!- exclamó llevándose ambas manos a la boca y poniéndose completamente de pie.

Severus sintió un raro sentimiento de cariño inundarlo ante la escena, sabía que esa mujer era como una hermana para él. Y luego recordó lo que realmente necesitaba –Narcissa, debo recordar- dijo tratando de llamar nuevamente su atención.

-Cierto, cierto- accedió la mujer aunque algo perdida en su mente, al parecer aun trataba de asimilar la idea de que Severus Snape fuese a convertirla en tía.

-¿Qué es lo que sabes de mi desaparición?- preguntó mirándola fijamente a los ojos.

Narcisa volvió a morder el interior de su mejilla y empezó a hablar- Pues veras…


a)Narcisa intenta contarle lo que sucedió pero en ese momento llega Harry y alguien va a avisarles puede ser cualquiera de los tres
b)Escena de Harry con Hermione
c) La platica es interrumpida por algún recuerdo repentino de Severus

Yo continuo owo!!

Narcisa volvió a morder el interior de su mejilla y empezó a hablar- Pues veras…

Narcisa suspiró antes de volver a hablar.

- Meses antes de que la guerra estallara, tú me contaste que estabas tomando algo para que el veneno de nagini no te afectara.- le explicó la mujer, mirando como Severus estaba confundido.

-¿Guerra? ¿Nagini? ¿Veneno?- Decir que Severus estaba perdido era poco.

-Verás, en el mundo mágico hubo una guerra, bando de la luz contra el bando de l Señor Tenebroso. Muchos meses antes, justo cuando me contaste sobre lo que tomabas, me dijiste que el señor oscuro podría sospechar de ti, y tú te estaba preparando para cualquier ataque, incluso al de Nagini. Ella era una serpiente que tenía el serño oscuro como "mascota".

-Entiendo un poco- le comentó Severus.

-Según tengo entendido, Harry te encontró muerto, lo cual no encuentro otra explicación de que si estabas casi muerto, pero el antídoto empezó a trabajar. También pienso que el veneno de Nagini afectó tú memoria, y por eso no puedes recordar.- justo antes de que Severus le preguntara otra cosa, Draco apareció por la puerta, avisando que Harry estaba en la entrada de la mansión- Llévalo a la sala, Draco, y que se quede allí hasta que vaya a atenderlo.

Despues de que Draco se retirara, pasaron algunos minutos de silencio, mirando cualquier cosa que estuviera en la habitación.

-Así que el veneno afectó mi mente - dijo Severus, para romper el hielo.

-Es una suposición.

-¿Y cómo puedo recuperarla?

-N lo sé, así como tampoco sé como fuiste a parar a aquella isla- le respondió Narcisa, mirándolo con seriedad - Hay muchas cosas que no puedo responder, Severus, cosas que solo sabes tú y nadie más que tú.- le respondió

-¿Pero como puedo saberlo si no recuerdo nada? Esto es absurdo. Se supone que la magia ayudaría a resolver mi problema, pero solo me dice que es pero no como revertirlo.

-Lo siento tanto, Severus, quisiera ser de más ayuda, pero es todo lo que sé. - se disculpó de corazón la mujer - Draco tal vez pueda ayudarte a hacerte los examenes para confirmar si es el veneno de Nagini lo que te está impidiendo recordar.


a- Harry se cansa de esperar y va directo al despacho ecnontrandose con Severus.
b- Draco logra convencer a Harry que encontrara la solución y Harry se marcha.
c- Draco logra descifrar y solucionar el problema de Severus.

yo continuo

-¡Ya no puedo esperar más!- se quejó Harry. Finalmente logró librarse del control que la castaña tenía sobre su brazo y correr en la dirección de la que había visto venir a Draco, estaba seguro de que si continuaba por ahí lograría encontrar el lugar en donde tenían a Severus.

Su corazón latió más fuertemente en ese pensamiento.

Severus. Sería capaz de verlo nuevamente y esta vez el hombre no o rechazaría ni le diría palabras hirientes. Quizás, incluso, sería capaz de recordarlo aunque sea un poco.

Una sonrisa se posó lentamente en sus labios conforme se iba acercando al origen de un par de voces, aunque no podía distinguir que es lo que decían, si era capaz de reconocer el tono de voz de aquel que amaba más que a nadie en este mundo. Aceleró el ritmo de su andar conteniendo las ansias de echar a correr, en el estado en el que se encontraba no sería conveniente para él el tener una caída, se aseguraría de no volver a poner en peligro la vida de su bebe.

Con esos pensamientos en su cabeza, casi no se dio cuenta de cuando llegó al final del pasillo y, por tanto, tuvo que cambiar de rumbo al dar vuelta…. Y chocar con una cálida barrera de carne que ya conocía tan bien pues había pasado bastantes noches siendo protegido por ella.

Los largos y delgados brazos e los que confiaba plenamente impidieron que sufriera alguna vergonzosa caída como en el pasado.

Y cuando lo vio a los ojos, supo que su corazón volvía a sufrir un nuevo golpe.

Ese par de ojos negros eran los mismos de los que se había enamorado aunque no lo miraran con el mismo cálido sentimiento que tan solo el escuchar el nombre de Severus producía en él.

No pudo detenerse, el simplemente quería sentir que Severus era suyo una vez más, así que sin darle ninguna advertencia, unió sus labios a los de su amado, buscando tan sólo un poco de contacto. El cuerpo de Harry se arqueó como en el pasado, aunque en esta ocasión tuvo que ser menos impetuoso en su ataque, después de todo no había contado con una pancita de embarazo en la última ocasión en que se habían besado.

La respuesta de Severus, como había esperado, tampoco era la misma, pues el hombre se quedó completamente móvil, sin reaccionar y rompiendo una parte de él con cada segundo en que lo hacía. Finalmente tuvo que separarse, procuró desviar su mirada y no encontrarse con aquellas esferas negras nuevamente porque estaba seguro de que no soportaría más y las lágrimas empezarían a brotar de sus ojos.

Un carraspeo lo hizo centrar su atención en la otra persona que hasta el momento había ignorado.

-Señor Potter, es un placer verlo nuevamente- saludó Narcissa de la manera más correcta que pudo evocar y es que en su interior quería dejar de lado toda la educación que habían inculcado sus padres en ella y empezar a reír de forma histérica. Nunca en todos los años de conocer a Severus le había visto tal cara de pasmo.

-Señora Malfoy- Saludó Harry tratando de corresponder la cortesía, al menos le daba algo más en lo que centrarse.

-Creo que las circunstancias ameritan que me llames Narcissa- corrigió la rubia de manera educada para posteriormente, sin poder contenerse, acercarse al estómago abultado de Harry- Mira que preciosidad, seguro que será un bebe de lo más gordito y saludable-felicitó posando ambas manos sobre el estómago de Harry quien no pudo evitar sonrojarse- se verá tan lindo, toda una monada con los ojos de cualquiera de sus padres-terminó con un guiño a la pareja.

Ambos simplemente evitaron mirarse entre sí, cada cual con su propio sonrojo.

-Deberíamos ir con Draco y la joven Granger- soltó Severus después de un rato.

Sus acompañantes accedieron con un gesto de cabeza y empezaron a caminar hacia el lugar que Harry había abandonado hace poco.

Los ánimos de Harry habían bajado considerablemente después de tan solo unos minutos, era frustrante saber que pese a que Severus era consciente de su pérdida de memoria, aun no podía recordarlo.

En medio de tales pensamientos tristes, una pálida y conocida mano se atravesó en su campo de visión, haciéndole una clara invitación a que la tomara. Harry alzó la vista extrañado, solo para encontrarse con el rostro ilegible de su amado.

-Puede que aún no te recuerde, pero sé que eres especial para mí- dijo tomando su mano y atrayéndolo a su lado, de tal forma que fungía de escolta para el chico- Y a pesar de que en mi mente no halla registros de tu nombre, voz o rostro… dentro de mí hay algo que me impide dejarte sufrir- ninguna otra palabra salió de esos pálidos labios hasta que estuvieron en el salón, pero para Harry fueron suficiente.

Eran el símbolo de una esperanza que hasta hace poco no existía.

Quizás Severus jamás logrará recordarlo, pero al menos estaría a su lado, apoyándolo como siempre lo había hecho.

a) Logran encontrar la razon del porque Severus no recuerda
b)Vemos que es lo que ocurrio entre Draco y Hermione cuando no estaban ellos
c) encuentran a Draco y Herm en una posicion comprometedora per evitan hacer comentarios dado que alguien mas llega a la mansión

Yo continúo

-¡Harry! ¡Espera, no deberías…! Gritó Hermione antes de que Harry desapareciera por las puertas de la sala.
-Déjalo Hermione, ese cabeza de chorlito no tiene remedio… Dijo Draco, con una de sus medias sonrisas marca Malfoy mientras negaba con la cabeza.
-¡Pero Draco! Él aún no le recuerda, probablemente le hará daño, no quiero seguir viéndole sufrir. Dijo Hermione agachando levemente la cabeza
-Entiendo eso Hermione pero, ¿Qué hay de tu sufrimiento? Ahora te estás aguantando por él, porque te necesita pero, cuando restauremos la memoria de mi padrino, ¿qué será de ti? Sé que aún no te has recuperado de lo de Weasley, por mucho que intentes ocultarlo.
-Draco, yo… Él me necesita, no tiene a nadie más, si yo no le apoyo, ¿quién más lo hará? Es lo que Ron habría querido, seguramente hubiera hecho un gran escándalo, pero al final habría terminado aceptándolo, por Harry, por su bebé. Dijo Hermione mientras una fina lágrima caía por su mejilla.
-Por el amor de dios Granger, no llores… No se me da bien ver llorar a la gente. Sé que tu pérdida aún es reciente, que no has tenido casi tiempo para ti debido al embarazo de Harry, pero tú no eres la Granger que yo conozco, la comelibros, el ratón de biblioteca, la insufrible sabelotodo…
-¡Malfoy! ¿Se puede saber que estás haciendo? Si esto es a lo que tú llamas consolar…
-Déjame terminar, pero, ante todo, esta no es la Granger fuerte y valiente, la que me pegó un puñetazo en el tercer curso por insultar a Hagrid, la que aprendió a realizar un encantamiento proteico en quinto, sí, sabía lo de vuestros galeones encantados, la que aguantó una tortura de manos de mi “encantadora” tia Bella. Así que recomponte y sé fuerte, no por él, sino por ti, porque esa es la Hermione Granger que conocí, ¡la Hermione Granger de la que me enamoré! Dijo Draco, sonrojándose en la última parte, pues no quería mostrarle sus verdaderos sentimientos a la Gryffindor, no de momento.
-¡Draco! Tú… ¿tú me amas? ¿Por qué? No lo entiendo, no soy guapa, no tengo nada de especial… Pero no pudo continuar pues Draco la calló con un suave beso, mientras con sus pulgares limpiaba las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas.
En ese momento entraban Narcissa, Severus y Harry en la sala y, justo cuando estaban a punto de romper el momento, un fuerte crack se escuchó en la sala, signo de una aparición.

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a) Aparece un auror del ministerio informándoles de que ha habido una fuga en Azkaban.
b) Aparece alguien inesperado, alguien que, supuestamente también estaba muerto (Dumbledore, o Sirius)
c) Aparece Astoria Greengrass (a elección si es en calidad de prometida, de amiga o de enemiga)

Yo continuo

Albus Dumbledore apareció frente a sus asombradas miradas.

–¿pero qué? ¿Cómo? ¿Usted?– fueron los murmullos que pronunciaron todos menos Severus que no sabía quién era aquel anciano.

El antiguo director de Hogwarts sonrió de tal forma que se intuía que sabía algo que ninguno de ellos sabía. Fue Hermione quien salió primero del estupor de ver a alguien quien supuestamente también estaba muerto.

–¿Profesor Dumbledore?– preguntó bastante asombrada la chica, mientras avanzaba unos cuantos pasos a donde se encontraba el hombre.

–Buen Día, Señorita Granger, aunque, creo que debemos dejarnos de formalidades ya que no es más alumna del colegio.– fue lo que le respondió el hombre, mientras lazaba a todos una mirada curiosa.

–¿Se puede saber cómo es que está vivo?– preguntó Draco, quien fue el segundo en volver del shock.

–La respuesta es muy sencilla, joven Draco. Estoy vivo porque nunca morí en realidad – todo lo dijo con una sonrisa tierna.

–¿Cómo?– esta vez fue Harry.

–Fue gracias a Severus. Él me ayudó a simular mi muerte. – Respondió el anciano– Y fui yo quien lo salvó en la guerra.

Para todos los presentes todo tuvo sentido en ese momento. Dumbledore era la única explicación lógica para que Severus estuviera vivo.

–Después de salvarlo, lo llevé a una residencia que tengo en esta isla. Mientras estaba inconsciente, me la pasaba trasladándome de un lado a otro arreglando ciertos problemas. Una vez me descuidé y Severus despertó. Cuando regresé, ya no estaba. Lo encontré dos días después y ya estaba instalado en una pequeña casa en la isla, así que lo dejé en paz y me dediqué a buscar una solución para el problema de su memoria.

–¿Encontró la solución?– preguntó Harry, no importándole nada más.

–Sí, si lo hice. Vine directo a aplicársela. – Respondió el anciano. Harry estaba muy entusiasmado. Al fin su Severus regresaría.


a) Dumbledore hace que Severus recobre sus recuerdos.
b) El mismo Severus no confía en Dumbledore y no se deja ayudar.
c) Dumbledore resulta ser un traidor.

(Yo Continuo)


–Sí, si lo hice. Vine directo a aplicársela. – Respondió el anciano. Harry estaba muy entusiasmado. Al fin su Severus regresaría.

Yo continuo

Harry se aseguró de tomar unas cuantas respiraciones bastante profundas antes de empezar a buscar una salida, su cuerpo había empezado a temblar de preocupación en cuanto vio caer a Severus al suelo en medio de un ataque de convulsiones. Ni un solo sonido había brotado de sus labios, pero eso no le impidió percibir el dolor que llenaba los miembros del hombre que amaba, finalmente había caído desmadejado, con un grito silencioso en sus labios y una mirada torturada en sus ojos. Ahora simplemente respiraba de forma trabajosa en el suelo y Harry simplemente no podía encontrar una solución o hacer algo que fuese de ayuda.

Las paredes eran completamente sólidas, tal y como había pensado la primera vez, y no parecía que hubiese algún modo de salir de ella.

-¡Miggy!- gritó, recordando el nombre de la elfina que apareció de forma instantánea frente a él.

Era su única esperanza, seguramente ella podría encontrar algo que fuese de ayuda para Severus en muy poco tiempo. No pasó mucho tiempo antes de que el diminuto ser apareciese, y su presencia no lo ayudo a calmarse en absoluto, Miggy estaba cubierta de rasguños y diminutas quemaduras e incluso sus ropas habían sufrido grandes daños.

-¿Qué desea el joven Harry?- preguntó con una voz perfectamente controlada.

-Pociones, Severus necesita pociones- logró tartamudear, era imperativo que las obtuviese. Miggy escaneó al profesor con su misma actitud calma, como si no estuviese pasando nada malo, y con un chasquido de dedos invocó un conjunto de frascos que Harry no podía identificar.

-Estos frascos ayudarán al amo Severus- declaró la elfina, desapareciendo instantáneamente.

Harry no perdió su tiempo, con manos ligeramente temblorosas administró cada una de las opciones, sabía que Miggy sabía lo que hacía y que nunca pondría en peligro la salud de ningún mago a su cuidado.

-Severus, despierta por favor- gimió cuando los ojos del hombre se cerraron y su respiración se volvió más y más calmada – No puedo perderte… no ahora que has vuelto a mí- dijo acariciando su mejilla.

La habitación estaba en un silencio mortal, nada más allá de sus respiraciones podía oírse, sino hubiese visto el estado de Miggy podría haberse engañado a si mismo creyendo que todo estaba en calma y que en las otras habitaciones Narcissa simplemente hablaba con Dumbledore bajo un malentendido… pero Harry ya no era un niño y sabía que las cosas estaban a punto de ponerse realmente feas.

-Yo voy a protegerte, Severus- aseguró, la determinación brillando en sus ojos verdes.

De pronto las paredes comenzaron a vibrar y Harry supo que las defensas y protecciones mágicas de la sala estaban siendo atacadas desde fuera, la preocupación por sus amigos, incluyendo a los estirados Malfoy, solo fue opacada por la que sentía por su pequeña y recién reunida familia.

-¡Harry, tenemos que huir de aquí!- Harry instantáneamente volteó su rostro y un alivio indescriptible lo recorrió cuando se encontró con el rostro magullado pero inconfundible de Hermione.

Un pasadizo, que definitivamente no había estado allí antes, se abría a su espalda y su rostro frenético le decía que pese a sus mejores intentos no podía contener a Dumbledore.

Si esta situación se hubiese presentado hace unos días, Harry estaba seguro de que habría corrido de cabeza al peligro y se habría enfrentado al anciano director sin importarle el costo de su victoria… pero ahora era más consiente que nunca de la vida que crecía en su interior y que necesitaba de él para llegar a lograrse.

-Ayúdame a levantar a Severus- fue todo lo que dijo antes que la castaña asintiera y con un movimiento de varita se encargara del hombre.

Pronto empezaron su huida por el largo pasillo, escuchando la vibración de las paredes en la sala que abandonaban cada vez más lejana. Harry decidió no preguntarle a Hermione por Narcissa o Draco, no sabía si quería saber la respuesta, sin embargo, al final del pasillo no pudo evitar soltar un grito de asombro.

a) Se encuentran con Dumbledore, Harry cayó en una trampa (Hermione pudo ser controlada por algo o ser alguien bajo multijugos)
b) Sirius (o alguien inesperado) surgue para ayudarlos a escapar
c)El pasillo llegá hasta algun lugar que Harry reconoce

Yo continuo


Los azules y chispeantes ojos brillaban con locura y una crueldad que hizo que Harry sintiese un temor helado recorriendo su espalda.

Esto no podía estar sucediendo nuevamente, se dijo al ver como el mago agitaba su varita con poderío, amenazando la vida de sus amigos- y de su amante- tal y como lo había hecho Voldemort en la batalla final. En aquel tiempo había contado al menos con su varita y el factor sorpresa para defenderse, pero ahora no tenía nada que lo ayudara a proteger lo que más amaba.

Al mismo tiempo en el que Dumbledore lanzo un potente hechizo de color violeta en su dirección, sintió el apretón de Severus sobre él intensificarse. Harry no pudo más que esconder su rostro en el hombro del hombre, escondiendo lo mejor posible su abultado vientre entre ambos cuerpos, aunque sabía que sería inútil. Si él moría, su bebe también lo haría.

Era un poco curioso, pensar que su hijo ni siquiera tendría la misma oportunidad de salvarse que él había tenido gracias a su madre. Sin embargo, el impacto que esperaba sentir contra su cuerpo jamás llegó, pues una enorme muralla de piedra se había alzado desde el suelo hasta colocarse enfrente de ellos como una barrera de protección.

-Asqueroso mestizo- oyó mascullar al enloquecido anciano- Siempre pretendiendo ser más poderoso de lo que en verdad eres- un segundo resplandor iluminó su escasa visión justo antes de que tuviera que ocultarse nuevamente, al parecer el nuevo ataque hacia la muralla había logrado que esta explotase y enviara grandes trozos de roca directo a su rostro. Pronto comprobó que uno de los cristales de sus lentes había sido impactado.

-Ríndete, Dumbledore- escuchó decir a Draco con su típico tono arrogante, nunca estuvo más agradecido de oírlo, eso significaba que él y Hermione estaban a salvo, dudaba que el hurón pudiese mantener la calma si la castaña hubiese resultado herida- Nunca volverás a contar con el apoyo de tus amados gryffindors si descubren que asesinaste al niño-que-vivió y a su hijo no nacido- continuó.

Harry sabía que eso no bastaría para detener al ambicioso ser que los miraba con odio desde su posición.

-Oh, pero lo harán- exclamó, regodeándose en el placer de saber que llevaba las de ganar- Después de que regrese agotado y afligido por la muerte de mis queridos muchachos- en este punto señalo a Harry y Severus con burla- Y les muestre que a pesar de las pérdidas no todo es tan malo… después de todo, pudimos recuperar el cuerpo de Sirius del velo- agregó con una sonrisa cruel.

-Sirius… e-esta con vida- el grito de sombro de Harry no pudo ser detenido.

-Claro que si ¿Crees que me arriesgaría a volver con las manos vacías?- interrogó como si lo creyese estúpido, a Harry en verdad le sorprendía que Severus aún no hubiese dicho nada- Le enviare tus saludos... quizás hasta le diga que tus ultimas palabras eran una dulce despedida para el- agregó sonriendo y preparando un nuevo ataque.

Sin embargo, por más peligrosas que fuesen las artimañas que Dumbledore empleara contra ellos, sin importar el tamaño de las criaturas de fuego que les enviara y, aun más sorprendente, sin vacilar pese a la palidez de su rostro, Severus continuó contraatacando y defendiéndolos.

Draco también pudo contribuir un poco, aunque no de la misma forma, como su habilidad con la magia sin varita no era igual de asombrosa, su boca fue la que coopero en la defensa impuesta por su padrino. Más de una vez había logrado daré la ventaja a Severus con solo decir un par de cometarios viciosos que tenían a Dumbledore gruñendo de rabia.

-¡Cállense!- gritó el anciano cuando Hermione y él se unieron a la singular estrategia, su barba lucia más desaliñada que nunca y parecía a punto de echar espuma por la boca- No son más que un grupo de indeseables, una mancha para la sociedad mágica. ¡Con la sangre más sucia que una cañería!- en este punto miró a Draco- Y tú eres peor que ellos, asqueroso traidor a la sangre- escupió.

Un estallido se dejó oír por el lugar, al parecer Severus había logrado resistir hasta que la ayuda llegó…


a) Narcisa y Sirius aparecen comandando a la orden del fénix, o lo que queda de ella….
b) Dumbledore logró lanzar un hechizo a Draco antes de ser detenido
c) Harry libera una onda de magia que hace que Dumbledore sufra una perdida (de magia, memoria, facultades mentales, etc) y se desmaya en brazos de Sev

Yo continuo


El olor a ambiente esterilizado penetró en su nariz antes de que incluso pudiese recuperar la conciencia completamente. Gimió internamente por eso, sin importar lo que pasara, todas sus aventuras, y desgracias, terminaban en la enfermería.

-Potter deja de gimotear, fue solo un desmayo- escuchó en un tono de voz que inmediatamente lo hizo abrir los ojos.

-¿Dónde está Severus?- preguntó incapaz de pensar en otra cosa.
Las lágrimas se instalaron en sus ojos al pensar que, quizás, Severus había decidido desaparecer del mundo mágico por voluntad propia y que los había abandonado. Después de todo ¿Por qué debería de exigirle a Severus que se quedara a su lado si parecía una ballena?

Si Severus lo abandonaba, sabía que el golpe sería peor que el anterior, cuando lo creía muerto, pues al menos en esa ocasión había sido abandonado contra la voluntad de su amado.

-Probablemente sedado de forma indiscutible durante las siguientes cuatro o seis horas- respondió encogiéndose de hombros.

Imágenes de Severus en estado de coma se instalaron en su mente, pasando saliva se animó a cuestionar a Draco que parecía bastante cómodo en el sillón alto y mullido que ocupaba junto a su cama- ¿Qué le sucedió?- quizás l esfuerzo mágico que empleó para protegerlos había sido demasiado.

-Se quedó como un terco a tu lado durante los últimos tres días sin pegar un ojo y sin probar alimento, basta decir que Madame Pomfrey colocó una buena dosis de sueño sin sueños en su taza de café- comentó con una sonrisa- No te preocupes, tu Romeo está a salvo- espetó.

El alivio se filtró por fin en sus venas, al menos Severus no había resultado dañado en el proceso de protegerlos. Sus manos acunaron suavemente el vientre hinchado que se había vuelto tan importante en su vida.

-Lo logramos- dijo por fin en voz alta. Sin poder creerlo completamente.

Habían escapado de Dumbledore con vida y pronto volverían a estar juntos, ahora mismo se daba cuenta de lo tontos que habían sido sus pensamientos. Severus jamás los abandonaría, él los amaba tanto como Harry lo amaba a él. Serían la familia que Harry, y estaba seguro que su amado también, siempre había deseado.

-Dumbledore… él estaba loco- murmuró Draco como si no supiese como abordar el tema, sin embargo pronto recuperó su aplomo usual y empezó a relatarle lo ocurrido en los últimos días.

Desde el entierro poco ceremonioso del anciano, un resumen generalizado de los crímenes cometidos por el viejo mago, y los no publicados también, que incluía la destrucción de más de una familia en el proceso, hasta los progresos que habían tenido con la rehabilitación de algunas de las personas desmemoriadas o retenidas contra su voluntad por el mismo vejete.

-Sirius vendrá a verte en la tarde- contestó el rubio cuando Harry se lo pidió.

-Anoche fue luna llena, ¿Verdad?- No necesitaba el asentimiento de Draco para saber que era verdad. Era la única razón por la que Sirius lo dejaría, no lo culpaba por querer estar solo para poder recordar a su antiguo amor.

-Si… y- aquí Draco desvió su mirada- Lupin… él había sido retenido por Dumbledore- continuó.

Harry sintió que la sangre se iba repentinamente de su rostro, todos esos meses retorciéndose en la autocompasión, Remus había estado atrapado e incapaz de llegar a él y seguramente esperando en vano ser rescatado por la familia que le quedaba.

-Quiero ver a Severus- susurró apenas mirando a su acompañante. Sentía que debía estar a su lado, solo así podría sentirse cómodo nuevamente.

Draco parecía querer protestar, sin embargo no lo hizo, quizás intuyendo que Harry realmente lo necesitaba.

Pronto Harry se encontraba acurrucado contra el costado de su amado, quien parecía sentir su presencia aun en un sueño tan profundo puesto que pronto lo rodeo con sus brazos. Y de pronto todo dejo de importar, ya no había miedo que lo invadiera ni culpa que lo consumiera, en este momento solo existía la calidez de Severus abrigándolo, a él y a su pequeño bebe, de todo mal.

Ahora por fin estaban juntos.

a) Algún momento en el futuro con ambos padres atendiendo a su bebe
b)Severus despierta y ve a Harry a su lado, Haary tambien despierta pero cree que Severus lo olvido nuevamente
c)Harry entra en trabjo de parto

(Yo Continuo)



Tal y como Draco había prometido, Sirius había entrado en su habitación de San Mungo solo unas horas después del anochecer.
Se veía devastado. Se desplomó en la silla que había al lado de la cama de Harry.

-- ¿Tan mal está?--aventuró Harry temblando.
--No tienes idea, cachorro--dijo agachando la cabeza, su largo cabello ensombrecía aún más su mirada.
--Lo siento tanto, Sirius--dijo el ojiverde poniendo su mano sobre las de Sirius que descansaban apretadas en su regazo.
--Se recuperará--dijo Sirius intentando sonreir patéticamente y fracasando--Vivirá, pero las secuelas se quedarán ahí para recordarme que no pude protegerle--dijo con rabia--Que le fallé.
--Oh Sirius...
--Si tan solo él me odiara, Harry, quisiera que lo hiciera para no sentirme tan miserable.
--Te ama, Sirius, no cometas la estupidez de perder el tiempo sintiendo culpa. Si lo miras de esa manera, soy tan culpable como tu. Asume la responsabilidad por los dos ¿Vale? Que Remus sea la persona más feliz de este universo. O te las veras conmigo.
--Creía que estarías de mi parte.
--Yo estoy de parte de la razón. Entiendo tu furia, se el dolor de creer a alguien perdido. Pero yo voy a luchar Sirius. No solo por mi--dijo mirando amorosamente su vientre.
--Me pregunto si tambien puedo ser su padrino--dijo Sirius de la nada.

El ojiverde levanto la mirada, algo sorprendido, pero al encontrar la mirada de Sirius, le correspondio la sonrisa. En esos ojos aún habia dolor. Quiza nunca se iria. Pero la esperanza de Harry era contagiosa y quiza algun dia tambien pudiera hacer a Remus tan feliz.

Durante el resto de la tarde Sirius le contó las mismas cosas que ya le habia contado Draco. Pero tambien algunas otras como el Juicio de Vista que se habìa llevado a cabo post mortem en contra del Albus Dumbledore.

En pocas palabras entendio que habia sido despojado de todos su honores y todos los cuadros que existían de el habian sido destruidos. El mundo mágico estaba aún en shock al descubrir que uno de sus lideres se había vuelto loco sin razón aparente.

--Nadie me ha dicho como aparecieron aquellas raíces, todos me han dicho que tu me dirias--dijo Harry.
--Oh nada demasiado interesante, solo cabe decir que el árbol genealogico de los Malfoy tuvo un uso práctico para variar.
-- ¿Que?
--La Mansión de los Malfoy Harry es como muchas de esas antiguas fortalezas y castillos que construian los magos de abolengo para preservar sus rancias costumbres. El arbol genealogico es motivo de orgullo para ellos pero no es mas que un ostentoso adorno en un tapiz. Muchas de la magia que se permite en el interior de sus paredes atañe unicamente a la sangre de los que ahí viven. Aún asi Cissy es mi prima, por tanto las raíces del arbol me obedecieron sin demasiada resistencia. No teniamos tiempo y fue lo unico que se me ocurrio.
--Es increíble--dijo Harry--Nunca había escuchado de algo así.
--Aparentemente tampoco el comite de hechizos. Es una invención mía y se supone que puedo patentarla. No tengo idea a quien demonios podría servirle un hechizo así.
--Te harás millonario.
--Nah, ademas Remus y yo no necesitamos galeones, Harry la herencia de mi familia es obsena. Muchas generaciones en el futuro podrían vivir sin trabajar un solo dia de sus vidas.
--Wow.
--Pero sabes, pienso donar la mayor parte a instituciones de asistencia. Para los magos y brujas desamparados por la guerra. Quiero con mis propias manos ganar los galeones que necesito para construir una casita en Hogsmeade para Remus. Quiero una casa con muchos niños. Y un perro. Muchos perros... suena mas apropiado.
--Doble wow.


Harry pasó la noche en un mullido sillón al lado de la cama de Severus, Sirius había vuelto al lado de Remus un par de horas depués de hablar con Harry. El ojiverde se sentía más o menos como debió sentirse su tia Marge cuando la infló por accidente.

Draco se había reido bastante pues parecia que ninguna postura le resultaba comoda. Pero al final le dio la solucion. Hechizo de cojin invisible. Se usaba en las escobas más viejas y resulto efectivo, la presion en la base de la columna aminoro permitiendole estar quieto. El rubio charló con Harry hasta bien entrada la noche, que una medimaga los eschucho reír y escandalizada lo arrastro fuera. El rubio prometio volver de dia para contarle como estaban las cosas entre el y Hermione.

Se adormecio cerca de las tres de la mañana, solo para despertar sobresaltado un segundo después. Severus estaba despierto.

-- ¿Que haces ahi?--gruño--Se supone que yo debia cuidar de ustedes.
-- ¿Mal despertar?--inquirio Harry sin hacer el menor caso de su mal humor. Lo conocia. Sabia que cuando Severus pretendia estar ofendido o de mal humor era por que se avergonzaba.

Severus no respondió, jalando a Harry del brazo lo atrajo hasta si para abrazarlo con fuerza. El ojiverde noto que estaba temblando.

--Estamos aqui, Severus--le dijo, trazando circulos en su espalda esperando que se tranquilizara.
--Harry...
--Shh... no necesitas decir nada--aseguro buscando sus labios para besarlo.

Un beso terso como el rocío sobre las hojas. Como una brisa largamente anhelada en el ardiente sol. Se disolvìa lentamente en un beso más arrebatado, hambriento...

Que Harry interrumpió, separándose bruscamente. Tenia cara de asustado y sotenia las manos de su pareja.

--Severus... es hora.


a) Algún momento en el futuro con ambos padres atendiendo a su bebe (idea propuesta por xxxIloveKISSHUxxx)
b) La labor de parto se complica terriblemente pero alguien inesperado aparece para ayudar.
c) El primer festejo del dia del padre de la pareja (Y epilogo)

-¿Cómo que es hora? Pero… es muy pronto aún.
-Lo sé Sev, pero con todo este ajetreo… Auch! Creo que este pequeño quiere salir ya.
-¡Un médico! ¡Mi pareja está en labor ya! Gritó Severus tras pulsar un botón al lado de su cama. Mientras, Harry estaba cada vez más pálido.
-Sev… me estoy mareando… Creo que algo no está bien…
-Harry, tranquilo amor… no te ocurrirá nada, has pasado por esto sin la presencia de mi magia, solo estás un poco débil, aguanta… Un médico por favor!!! Gritaba mientras lo sujetaba de la cintura y se dirigía hacia la puerta, intentando moverlo con la mayor delicadeza posible. Justo cuando estaban llegando a la puerta, esta se abrió mostrando dos medimagos que venían con una camilla ya preparada para trasladar a Harry a la zona de obstetricia.
Diez minutos después Harry estaba ya en una sala donde estaban monitoreándolos a él y al bebé, mientras Severus, a su lado, le tomaba la mano y le susurraba palabras tranquilizadoras y de apoyo. Ambos estaban bien, pero los partos masculinos siempre eran más complicados que los femeninos y, el no haber estado Severus presente durante el embarazo complicaba aún más el proceso.
Fuera de la sala se encontraban Draco y Hermione junto a Narcissa y Sirius. Remus no podía venir, pues aún estaba muy maltrecho tras pasar meses de transformaciones sin la ayuda de la matalobos.
-Severus… ¡No me vas a volver a tocar en tu vida! Gritaba Harry con cada nueva contracción mientras apretaba su mano.
Quince minutos después, los medimagos entraban para proceder al parto.
Al principio parecía que todo estaba yendo bien, se había formado correctamente el canal de parto, Harry había dilatado lo suficiente y ambos se encontraban estables, sin embargo, de repente el pulso de Harry se empezó a acelerar a la vez que el pulso del bebé se ralentizaba cada vez más.
-Los estamos perdiendo! Señor Snape, vamos a necesitar de su magia si no queremos perderlos a los dos. Normalmente, además de al padre del bebé solemos utilizar también la magia de algún familiar, pero dado que el señor Potter no tiene ninguno, usted va a tener que poner en juego todo su poder para mantenerlos a salvo a ambos.
-De acuerdo, ¿Qué tengo que hacer?
-Bien, usted concéntrese en fortalecer el núcleo mágico del señor Potter y de su pequeño, muy bien, lo está haciendo muy bien señor Snape. Indicaba el medimago, pues las pulsaciones de ambos se estaban empezando a regular nuevamente.
Sin embargo, la labor de parto masculina es muy larga, y pronto el núcleo mágico de Severus empezó a no ser suficiente para mantenerlos a los dos.
En ese momento se empezó a oír barullo fuera, parecía que estaba habiendo una seria riña entre los que esperaban fuera y la que parecía ser una mujer.
-¡Es mi hijo el que está ahí dentro maldita sea! ¡Dumbledore me lo robó durante más de 18 años, no me van a impedir entrar a verlo!
-¡Lily por el amor de Dios! Lo entiendo, pero el parto no está yendo bien, tienes que dejar que los medimagos hagan su trabajo, imagina el shock de Harry si ve aparecer a su difunta madre…
¡Sirius! ¡Te recuerdo que además de Auror fui la mejor obstetra masculina de mi generación! ¡Así que si no te quitas de ahí, te quitaré yo! Exclamó una reaparecida Lily Potter mientras lo empujaba y entraba en la sala en donde Harry y Severus se encontraban cada vez más pálidos debido al esfuerzo de mantener el canal abierto.
-Lily…
-Muy bien cariño, lo estás haciendo genial, los tres lo estáis haciendo genial. Ya falta muy poco y con mi ayuda será mucho mejor. Dijo Lily mientras tomaba la mano de un sorprendidísimo y lloroso Harry Potter y empezaba a añadir su propia magia a la conexión para estabilizar el canal.
Gracias a la ayuda de Lily, veinte minutos después un suave bultito azul descansaba en los brazos de un cansado Harry, mientras que, ¡sorpresa! otro pequeño bultito rosa reposaba en los brazos de un sorprendido y enternecido Severus que no podía hacer más que mirar embelesado a la pequeña princesa y a su joven futuro esposo que sostenía a su pequeño campeón.

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a) Explicaciones de Lily.
b) El primer festejo del día del padre de la pareja (Y epílogo) (idea de Mahozahamy Arisugawa).
c) Boda de Sev y Harry, utilizando como fecha el día del padre (Y epílogo).

Yo Continuo

Gracias a la ayuda de Lily, veinte minutos después un suave bultito azul descansaba en los brazos de un cansado Harry, mientras que, ¡sorpresa! otro pequeño bultito rosa reposaba en los brazos de un sorprendido y enternecido Severus que no podía hacer más que mirar embelesado a la pequeña princesa y a su joven futuro esposo que sostenía a su pequeño campeón.


Harry había querido permanecer despierto después de sostener a sus bebés. En verdad había querido, pero estaba exhausto, su centro mágico había sido forzado al extremo para poder que sus hijos pudieran nacer sanos.

No tenía palabras para expresar lo que sentía al ver Lily a su madre después de extrañarla toda una vida. La miró mientras Severus permitía que ella cargara a sus nietos. La luz en sus ojos y el amor que irradiaba inundaron la habitación. Ella parecía un ángel venido del paraíso para ayudarlo en el momento preciso.

Pero tenia miedo de que ella se desvaneciera, al igual que su pequeña familia. Tenia miedo de que al despertar ninguno de ellos estuviera a su lado. Por ello luchaba para seguir despierto. Pero su madre se quedó a su lado, con una mano en su frente y acariciando su cabello, mientras le cantaba suavemente como debió hacerlo cuando él era un bebé y el sin poder evitarlo se deslizó hacia un sueño pacífico.


Al cabo de un rato, Severus volvió a la habitación. Los pequeños habían sido devueltos a la zona de cunas para una inspección de rutina. No sabía como asimilar del todo la presencia de Lily, pero sabía que tarde o temprano debía enfrentarla. Respirando hondo empujo la puerta.

--Has envejecido mucho desde la última vez que nos vimos, Severus--dijo ella tan pronto como el entró sin girarse para mirarlo. Seguía contemplando a su hijo con adoración.
--Tu sigues tan hermosa como siempre--le respondió el.
--Tenemos que hablar de tantas cosas y no se me ocurre que decirte.
--No hace falta que digas nada, estás aquí. Harry te necesita. Siempre te ha necesitado.
--Oh, Severus, mi hijo, me lo arrebataron por tantos años--dijo deshaciéndose por fin en lágrimas--Severus se acercó a ella y le puso un brazo sobre los hombros--Lo siento tanto, esta debería ser la ocasión más feliz, pero no puedo evitarlo, me siento terrible. Estoy arruinándolo. Al menos Harry esta dormido.
--No estas arruinando nada, Lily. Es la ocasión mas feliz, y es aun mas feliz por que tu estas aqui.
--Oh Severus... gracias. Te debemos tanto.
-- ¿De que hablas?
--Harry, has cuidado de él desde siempre. Y el te ha elegido. No podría ser más perfecto.
-- ¿Que ocurrió aquella noche Lily?
--No, no me hagas hablar de ello.
--Harry tendra preguntas. Igual que todo el mundo.
--Lo sé es solo que...
--¿Donde está James?
--No... No saben si se recuperara. Ha perdido muchos de sus recuerdos y su magia. Te lo diré... Dumbledore... Llegó a casa esa noche y nos ofreció una bebida... luego... nada. Despertamos no se cuanto tiempo después, quizá días, o semanas. Estábamos en una especie de refugio subterráneo. Ese fue nuestro hogar todos estos años creíamos que nos volvíamos locos encerrados ahi. El nos dijo que nuestro bebé había muerto, nos contó mentiras, que Voldemort había ganado la guerra, nos dijo que nuestro momento para luchar vendría. El dijo que encerrándonos nos protegía. James... intento resistirse. Intento liberarnos. Entonces el cambio su actitud hacia nosotros... Especialmente hacia él.


Lily habló con Severus por muchas horas. Contándole cada aspecto de lo terrible de su vida en cautiverio bajo el imperius de Dumbledore cuando James perdió la consciencia. Y por ultimo la liberación. Cuando el anciano falleció.

Ella había llegado hasta el hospital por su propio pie. Sabia que nadie la buscaría, logro ubicar donde se encontraba y aparecerse junto a James. Había provocado una conmoción cuando dijo quien era y personas que la conocieron, en su mayoría de edad que trabajaban aquí, la reconocieron. Habían intentado detenerla, pues era peligroso que usara su magia después de todo lo que había pasado.

A media mañana llego un medimago para llevarse a Lily para realizare análisis específicos. Ella no quería marcharse, no quería volver a dejar a su pequeño jamas, pero se tranquilizo cuando Severus le pidió que dejara a Harry en sus manos.

--Se que estará seguro a tu lado. Protegerlo, te lo ruego.
--Te lo prometo--dijo con solemnidad.
--Eres un buen amigo Severus. Estoy tan feliz por que mi hijo elegido a ti. Como feliz por que tu lo elegiste a él...
--James sin duda no opinara lo mismo que tu, Lily--dijo con aprehensión.
--No, seguramente que no. Pero yo llevo los pantalones en nuestra casa, así que tendrá que aguantarse.

Entonces el medimago perdió la paciencia y se llevo a Lily con el. No sabía si sería así de fácil--pensó Severus con humor--Pero los milagros estaban a la orden del día. Si el maldito pulgoso había vuelto del velo y su querida amiga Lily estaba de regreso, enfrentaría cualquier cosa que James tuviera que decirle.

Se acercó hasta la camilla donde Harry dormía aún. Estaba orgulloso de él. Estaba increíblemente emocionado por el nacimiento de sus hijos. No había mentido a Lily en ni una sola de sus palabras. Ni se lo había dicho para consolarla. Hoy junto a Harry se había convertido en padre. Este era el día más feliz.

Besó la mejilla y los labios castos del ojiverde. No quería despertarlo, tan solo adorarlo asi, mientras reposaba por fin libre de cada yugo impuesto en su vida. Esperaba poder ser para el parte de la familia que siempre necesito.

En alguna especie de misteriosa sincronía cuando se separó de Harry este abrió los ojos. Y los pequeñitos empezaron a llorar. Sin duda necesitaban alimento. Sonriendo como un tonto le dio un apretón a la mano de Harry, para ir en busca de sus pequeños.


a) Boda de Sev y Harry, utilizando como fecha el día del padre (Y epílogo). (Idea de Saori-chan92)
b) La recuperacion a traves del tiempo de los heridos, la reaccion de James. Transcurrir del tiempo.
c) Anuncio del compromiso de Remus y Sirius, Draco y Hermione. Propuesta de matrimonio de Severus a Harry.

Yo continuo.... o mas bien lo termino


-Aun podemos cancelar la boda si no estás seguro- Dos pares de gemas verdes, igualmente divertidas y exasperadas, voltearon a ver al autor de dicha declaración- Es que… aun no puedo creerlo- gimió- ¿Por qué de todos los hombre del planeta, tenía que ser Snivellus?-terminó.

-Porque lo amo- contestó Harry tal y como tantas veces antes y al igual que en las veces anteriores, James simplemente hizo mala cara.

-Si no puedes comportarte, entonces lo mejor es que salgas de aquí en este mismo instante, James- La autoridad de la pelirroja era tal que, por un momento, el tozudo Gryffindor estuvo a punto de hacerlo sin pensar demasiado en lo demás, solo que su esposa le ordenaba que saliera de ahí.

Sin embargo, pronto se hizo evidente que si daba un paso afuera, probablemente también terminaría por arruinar la futura relación entre él y sus nietos.

-No, no será necesario- aseguró soltando un suspiro.

-Papá- James dirigió su mirada a su hijo, hacia aquel mago que no había podido ver crecer durante los últimos años y que ahora que al fin lo encontraba… Volvía a perder.- Sé que Severus no te agrada pero….- los Potter guardaron silencio, esperando que el más joven continuase hablando. Sin importar los años que se habían perdido por culpa de Dumbledore ambos padres sabían que lo primero siempre sería su hijo.

-¿Alguna vez has probado el café negro?- preguntó Harry mirándolo directamente a los ojos.

La naturaleza de la pregunta no solo desconcertó a James, sino también a Lily que procedió a caminar junto a su marido y tomarlo de la mano. Sabía que lo que Harry iba a decirles era mucho más profundo de lo que se pretendían entender en estos momentos.
-No, cariño- contesto Lily ante el silencio desconcertado de su esposo- Ni a mí, ni a tu padre nos gusta el café negro...- terminó algo incierta.

Harry esbozó una suave sonrisa y camino hasta pararse al lado de ambos- Es amargo- afirmo antes de colocarse delante del espejo y empezar a acomodar su túnica y los accesorios que llevaba, entre ellos un par de brazaletes con runas que esperaba le brindaran suerte en su matrimonio.

-Terriblemente amargo- continuó ante la cara atónita de sus padres- especialmente cuando no hay ni una sola cucharada de azúcar que endulce el trago o algo de crema que lo haga más liguero- sus manos se detuvieron por al tiempo en el que dejaba que su vista se perdiera en el suelo- Su sabor es horrible…. Como la soledad- su voz se había vuelto más suave y tenía un toque de pasado y certeza que James no pudo ignorar- Como el dolor de estar deseando la compañía del ser amado a todas horas- sacudió su cabeza, como si intentara despejar su mente- Y a partir de la muerte de Severus… incluso la vida me sabía a café negro- terminó mientras trataba de aplanar su cabello.

Lily sonrió con los ojos llenos de lágrimas, reconocía ese asfixiante sentimiento, era el mismo que la había invadido cuando creyó que su bebe había muerto pero, a diferencia de Harry, ella había tenido a James para ayudarla a superarlo.

James por su parte solo pudo soltar el aire que había estado reteniendo desde que Harry había mencionado la soledad, sabía que le había fallado a su hijo al no haber ido lo suficientemente fuerte para regresar a su lado y protegerlo. Ahora era un mago completamente crecido, que había encontrado alguien a quien amar y que tenía sus deseos completamente claros. Ya no podía seguir fallándole.

Caminó hasta el tocador al lado de su hijo e inmediatamente tomó una cajita de madera con tallados antiguos, ante el rostro curioso de su hijo no pudo más que decir:

-Estos son los emblemas Potter- dijo sacando de su interior un par de anillos con una peculiar runa tallada en el interior de un par de gemas transparentes- deben ser portados con honor y han sido transmitidos de generación en generación hacia el primogénito de la familia y a su pareja elegida como una bendición a su unión- terminó mientras colocaba las joyas en la palma de la mano de su hijo. Los cristales inmediatamente adquirieron color, uno de color ónix y el otro tan brillante como una esmeralda.

-Quizás Snivellus no es lo que habría elegido para ti- acepto desviando la mirada, Lily ahogo una risa a sus espaldas, este momento padre-hijo sería o suficientemente importante como para cimentar la convivencia que podrían llegar a tener en el futuro- Pero, si sé que el cuidará de ti y de mis nietos… y al final… al final es todo lo que importa- terminó en un tono como si se estuviese convenciendo a sí mismo.

-Gracias papá- las lágrimas en los ojos de Harry coincidían con la de su Lily, quien lo miraba orgullosa desde su posición. La pelirroja se acercó y colocó una fina tiara de hilo plateado en la cabeza de su hijo.

-No hagamos esperar a Severus-.


-Weasley, agradecería que dejaras de torturar a mi hijo- Los nervios estaban ocasionando una crisis dentro de Severus, como podían apreciar la mayoría de los invitados, y no era para menos, no había sido hace tanto cuando el ex.mortifago y su futuro suegro se habían enfrentado en un duelo “a muerte” por la mano de Harry.

El caos ocasionado en el castillo había sido tal, que hasta la fecha los elfos domésticos no habían logrado dar con un medio para quitar las manchas de hollín de los muros y habían optado por cubrirlas con unos coloridos tapices que el día de hoy contribuían al ambiente festivo del lugar.

-Como desees Snapy-boy- contestó Fred mientras depositaba a su hijo en los capaces brazos de Percy quien solo atino a hacer una mueca mientras intentaba calmar al infante.

Las brechas entre los Weasley y Harry poco a poco habían ido disminuyendo, especialmente cuando se enteraron de todo por lo que el chico había pasado sin el apoyo de ellos. Y pese a que aún extrañasen a Ron y Molly, cada día avanzaban un poco más en su recuperación. No lejos de ahí Hermione bailoteaba con la pequeña Snape-Potter y con su prometido, Draco, al ritmo de los violines de fondo que intentaban amenizar el ambiente mientras aguardaban la llegada de la familia del otro novio.

-Quizás James logró convencer a Harry- suspiró con temor, desde el momento en el que se había enfrentado a un furioso James, que reclamaba el uso de alguna poción de amor en su hijo y que exigía venganza, había temido esto. El momento en el que el Potter mayor lograse hacerle ver al joven que había mejores opciones en otros lugares, aunque no esperaba que Harry lo hubiese abandonado con los niños.

Sin embargo, pronto pudo comprobar que sus temores eran infundados, pues el ritmo de la música cambió a la melodía que él y Harry habían escogido como marcha nupcial.
-Es la hora- la voz de Minerva solo era un eco en el fondo, se sintió arrastrar por su firme agarre hasta el improvisado altar que habían instalado en el gran comedor.

-No sé si este sea el peor o el mejor día del padre, aunque creo que para James sea el más jodido de todos- escuchó decir al chucho antes del característico sonido de un golpe que indicaba que el lobo lo había golpeado.

Severus decidió ignorarlo, pues al final del pasillo se encontraba la persona que estaba esperando, aquella a la que había buscado por más años de los que había estado viva y que, finalmente, podría abrazar cada noche del resto de sus vidas. Y no, no se refería a la pelirroja de ojos verdes que caminaba por el pasillo luciendo una radiante sonrisa, pese a que en su juventud ese fuese su deseo más grande, ahora sabía que su verdadera felicidad eran un par de gemas verdes tímidamente escondidas detrás de un par de anteojos de moldura redonda y largas pestañas negras. Ahora todo era mejor, pues el chico que ahora lo miraba como si fuese su todo le había ayudado a descubrir un mundo que nunca antes había imaginado y que ahora no podía evitar desear.

No fue sorpresa para nadie el escuchar sus votos n su aceptación llena de amor, ni siquiera el largo y profundo beso que deposito en los labios de su esposo y padre de sus hijos.
No, ya nada era capaz de sorprender a los invitados que suponían su pequeña familia.
Ellos habían visto a todos y cada uno de los Potter, y ahora Potter-snapes también, caer en las garras de la muerte y salir triunfantes de ella.

Quizás, un poco de esperanza no estaría demás, pensaron todos y cada uno de los presentes al perderse en el ambiente lleno del calor familiar que lograban transmitir.

….

Quizás solo hacía falta amar con el corazón para ser feliz.

….

….

…

-¡Oh por merlín! ¡Claro que me quiero casar contigo, Sirius!-

Fin