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(Yo empiezo)

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a) Severus recapacita y decide que hará lo que Dumbledore le pide y buscará la manera de más eficaz de derrocar a Harry.
b)Sigue dudando pero de todas maneras se presenta en la fortaleza sin haberse decidido. Aunque a Dumbledore le dice que espiará para él.
c)Severus se rehúsa a ser espía. Harry decide personalmente ir por él.

Yo me sacrifico continuo!

-Pero sabes…- continuo el chico de ojos ¿Rojos? Un escalofrió involuntario recorrió su espina dorsal al verse reflejado en las profundidades granates de su anterior amo, Harry se acercó a él exudando confianza, con movimientos lánguidos y quizás, si su mente no lo engañaba, algo insinuantes- es bueno ver que ese vejete no ha lavado tu brillante mente- ronroneo mientras lo rodeaba observándolo críticamente- La verdadera pregunta es… ¿Dónde yace tu lealtad? ¿En realidad estas aquí por mí, o por él?- el enfermizo y a la vez hermoso color de la más espesa sangre se encontró con su propia mirada, era aterrador encontrarse con esa imagen en el rostro de Harry.

-Yo…-las palabras no alcanzaron a salir de sus labios, el insoportable dolor de una maldición calcina huesos lo hizo caer al suelo y golpearlo de lleno con su cuerpo, se maldijo mentalmente por bajar la guardia, centrarse tan solo en la atrayente y pecadora figura del muchacho, había sido una estupidez de su parte el confiarse.

-¡ALTO!- ronca y siseante, la voz de Harry llego a sus sentidos justo antes de que el dolor parara. Ciertamente tardaría algunos minutos en irse, al menos agradecía que la maldición no hubiese estando impuesta el tiempo suficiente para debilitar su estructura ósea, jadeó, para su gran vergüenza, en busca de oxígeno. Definitivamente había sido inesperado, aunque no tanto como los gritos que siguieron.

Roncos.

Arrancados en contra de la voluntad de su emisora.

Llenos de dolor y….

Humillación.

Lentamente abrió los ojos que se ampliaron ligeramente al observar la figura de Bellatrix retorciéndose de dolor bajo el poder de la varita de Harry… o algo muy parecido a lo que solía ser su varita, estaba bastante seguro de que esta nunca había sido tan… oscura, con esa aura casi maligna, así como tampoco había mostrado esas vetas rojas, como líneas de sangre, a lo largo de su extensión.

-No. Vuelvas. A. Desobedecer. Mis. Ordenes- siseo el chico con un brillo autoritario en su mirada y en cada palabra, el dolor sobre la bruja aumentaba.

Finalmente retiro su varita con un movimiento casi elegante, era casi irónica la forma en que eso también lo perturbo, Harry había sido torpe y descuidado en sus movimientos, el chico frente a él no era el joven que portaba el recuerdo de Lily en su corazón.

-Recuerda, Bella- acaricio el nombre suavemente, como si de verdad mostrase afecto y no acabara de torturarla a crucios- Tu apellido bien podría brindarte una cama junto a unos viejos amigos- en este punto estrecho los ojos, centrándose en la temblorosa figura de la bruja, era un poco aterrador ver a Bellatrix, siempre tan indomable y orgullosa, temblar y lucir casi rota ante los pies de Potter- sino quieres reservar una habitación en San Mungo, entonces ME obedecerás ¿Quedo claro?- Severus observo como, después de recuperarse un poco, Bellatrix apretaba la quijada.

-Sí, mi señor- acepto con un susurro rencoroso pero servil a la vez, seguramente había llegado a su misma conclusión. Lestrange y Longbottom definitivamente eran dos apellidos que terminarían compartiendo habitación.

-Bien- espeto Harry- Vuelve a la mansión, dile a los demás que se dirijan al comedor… que nadie más me desobedezca. Si llego a ver, aunque sea a uno de ustedes fuera de linea, el castigo recaerá sobre ti- dejo que sus palabras adquirieran peso antes de sisear- Ahora vete- Bellatrix no tardo en obedecer.

-Ahora, ¿en que estábamos?- pregunto el joven casi ausente, luego se volteo hacia Severus y sus ojos parecieron perder un poco de su brillo maligno- Ah, si… Severus- ciertamente era un poco extraño sentirse ofendido por el hecho de que el mocoso usase su nombre sin permiso- Me temo que estarás haciéndome compañía por un tiempo- dicho esto, el ojiverde alzo su varita y el mundo de Severus se oscureció.

a) Severus despierta en una habitación extraña (puede ser suya o la de Harry “el nuevo señor oscuro” *que??? Aun no tiene nombre malvado XD*)

b) Vistazo de Hogwarts (ya saben las reaciones de Hermione y Ron o ese tipo de cosas, Mcgonagall podria reclamarle al carameloholico por enviar a Sev con Harry)

c) La junta de Harry con los mortifagos, constatación de planes malvados *XD se siente raro poner esa frase con Harry* incluso podria plantearse el hecho de que Harry desea a Severus como su pareja o mano derecha

yo continuo

Por otro lado Lucius no se había movido de la puerta, estaba apoyado en la pared del pasillo, vio como Bellatrix hacia berrinche mientras se alejaba de la puerta, él siempre fue más paciente, siempre había sido mucho más analítico, mientras que Bellatrix siempre había sido mucho más impulsiva, antes de actuar tenía que pensar bien que estaba pasando, y en estos momentos estaba confundido, tenía tantas cosas en la cabeza, él también había escuchado a su señor dentro de la habitación pero eso era imposible, él había visto como había muerto en manos del muchacho, pero le llamaba mucho la atención el comportamiento del chico.

Se incorporó para ponerse de frente a la puerta y saco su varita, trato de abrir la puerta con varios hechizos que conocía pero nada parecía tener resultados, estaba a punto de darse por vencido cuando de repente sintió como la magia que estaba cubriendo la habitación se debilito, eso le llamo la atención ¿qué estaba pasando en ese cuarto?, por lo que volvió a tratar de abrirla y la puerta por fin abrió, entro lo más sigilosamente posible y lo que se encontró lo dejo en blanco.
Como era posible que Potter, el chico de oro de Dumbledore lo estuviera besando, sintió como la ira lo inundaba, o tal vez celos, no estaba muy seguro que sentía. ¿Cómo era posible?, que tenía Snape para atraer a los magos más importantes y poderosos, él era uno de los consentidos de Voldemort, todos los mortifagos lo sabían, por eso la ira de Bellatrix, también sabia el aprecio que le tenía Dumbledore, el viejo come caramelos y ahora Potter, esto era inaudito.

Lo que más le estaba molestando era la ternura con que se estaban besando, eso era demasiado notorio, podía ver como Harry estaba recorriendo con sus manos el cabello de Severus mientras que el profesor lo estaba abrazando, una mano estaba cerca de sus hombros y la otra lo estaba tomando de la cintura.

No entendía que le había pasado al chico, en esos momentos donde su señor murió y él había tomado su puesto, muchas reacciones eran de su señor, la forma de torturarlos y la forma de mandar eran muy similares, era tan perturbador ese comportamiento en el chico y más porque aun que le molestara admitirlo el muchacho era guapo. ¿Cómo es que esa criatura estaba en los brazos de Snape?

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En el despacho de Dumbledore había una reunión, el ambiente estaba pesado, y más por que no llegaban a ningún acuerdo entre los miembros de la orden del fénix, unos estaban a favor de lo que Dumbledore había dicho y otros estaban en contra, queriendo entrar en acción.

-Tenemos que rescatar a Harry –Remus estaba bastante alterado, ya que Dumbledore parecía que no había hecho nada por rescatar a su cachorro.

-Como ya te mencione Remus –dijo Dumbledore suspirando –mande a alguien de mi confianza para saber cómo está la situación, pero hay que ser pacientes –no tenía el valor para decirle que tal vez no podrían recuperar al chico.

-Pero Dumbledore, debemos atacar el lugar –dijo Tonks –si los rumores son ciertos ahora no están organizados.

-Ya les dije mande a alguien de mi confianza, no voy a arriesgar a nadie, hasta no saber cómo está la situación –dijo alzando la voz para dejar las cosas en claro.

Todos sabían que la persona de confianza era Snape y aun que Remus sabía que se podía confiar en el mago, y que cuidaría a Harry no podía evitar su molestia por no hacer algo más. Remus salió del despacho azotando la puerta, él sabía que algo estaba mal, lo podía sentir, tenía que llegar a Harry, tenía que ayudarlo, simplemente sabía que necesitaba estar junto a él. Al caminar entre los pasillos para clamarse se encontró con.

a) Se encuentra con Sirius y ambos empiezan a hacer planes para recuperar a Harry.
b) Harry se da cuenta que entro Lucius y lo tortura.
c) Lucius sale del lugar sin ser visto, Harry es dominado por la parte de Voldemort y trata de humillar a Severus.

Yo continuo.


Trató de recuperar la calma, por mucho que pudiera estar sintiendo en este momento sabía que no era conveniente actuar, era un perfecto slytherin y cabeza de la familia Malfoy y como tal sabía aprovechar la oportunidades. La astucia debía utilizar, no sabía que terrenos pisaba, el niño Potter ya no era más ese héroe gryffindor, el niño dorado de Dumbledore había muerto en la batalla contra su antiguo señor, de eso estaba seguro; Ese muchacho que besaba a con ternura y casi amor a Severus era alguien nuevo, quizá la combinación del Lord oscuro y el antiguo Harry Potter, al juzgar por las actitudes y conductas mostradas.

El conocimiento era poder y si de algo estaba seguro era de lo mucho que este podría significar. De lo que valía tenerlo en sus manos.

Viendo por última vez a los tiernos amantes, porque eso era lo que parecían, emprendió con sigilo la retirada. Severus podía aprovecharlo en esos instantes, porque antes de que se diera cuenta se lo robaría sin que pudiera hacer nada. La paciencia era una buena cualidad que servía a quienes sabían utilizarlas, y no estaba de más comenzar a cultivarla. Los mejores planes se fraguaban con inteligencia, conocimiento y mucha paciencia, y él podía tener todo eso.

Harry Potter estaría en sus manos.


Ajenos al voyeur espía, los magos seguían sumergidos en aquel beso, uno que mostraba más de un sentimientos, se percibía anhelo, como si hubiera sido por mucho tiempo esperado, se daba con ternura, con cariño, ambos rosando sus labios con los contrarios, dándose una caricia con ellos. Abrazados al cuerpo del otro, sin querer soltarse, entregados al momento, sin pensar solo sintiendo. La magia parecía abrazarlos, complacida de lo que sucedía, la de ambos sincronizada.

El ambiente pronto cambió, algo estaba sucediendo, la fuerza de los conjuros de la puerta volvió, colocándolos de nuevo. El más joven abrió los ojos sin romper el beso. Se apreciaban unas empañadas esmeraldas que, por instantes, como en secuencia a rojas pasaban, alternado el color una y otra vez, el beso titubeó un solo segundo, el decisivo. Un parpadeó y al abrirse unos maliciosos carmesís se asomaron.

Severus sintió el fuerte agarre del joven Potter intensificarse en sus cabellos, casi siendo doloroso de no ser por la renovada pasión con que era besado, le siguió el paso al beso, tratando de tomar el control, eran dientes y lenguas en un guerra, con furia. Terminó sometido ante la boca contraria. Ante una fuerte mordida, hecha con saña y toda la intensión abrió los ojos. La fuerte y estruendosa risa fue lo que captó primero, un escalofrío le recorrió el cuerpo. Era casi inocente el sonido si no fuera por el toque de maldad con que terminaba, era casi histérica un poco desequilibrada, como la de un niño cuando hace algo verdaderamente malo, una travesura consiente. Sus cabellos fueron jalados con fuerza hacia atrás.

El puño de Harry tiró más, poniendo la cabeza de Severus a su altura, inclinada hacia atrás y en una incómoda posición estaba seguro. Viendo con satisfacción como la sangre escurría del labio inferior dañado. Con parsimonia lamió la sangre, viendo con total alegría la incredulidad que se escondía detrás de esos ojos negros mentirosos.  

—El príncipe mestizo se cree merecedor de un beso de su amo —sonrió con burla. Después le miró con inocencia antes de escupirle en la cara descolocando más al maestro. —El maldito traidor tratando de engañarme de nuevo. ¿No es así Severus?

Éste no respondió nada, solo se quedó en silencio tratando de descifrar que pasaba, qué es lo que había cambiado. La risa de Harry que en esos momentos se escuchaba más a la cruel de su amo, esa con la que demostraba su diversión por la tortura de muggles.

—O será acaso qué estás enamorado de mí. —El porcionista nada contestó, no sabía que se estaba enfrentando pero era claro que ese frente a él que lo miraba de manera fría no era Harry, el que le besaba minutos antes, eran dos personalidades distintas, debía tener cuidado, porque ese chico tenía los modos del señor oscuro. —Inclínate ante mí, tu amo, como el sucio mestizo que eres.

Solo se quedó mirando a la figura de Harry, analizando con frialdad lo que debía hacer. Cuando sintió el impacto y la fuerza del crucio, se dobló y cayó al suelo, a los pies de ese joven. Solo fue medio segundo, suficiente para tenerlo demasiado a dolorido para levantarse, le faltaba el aire pero no lo buscaría como desesperado. Sintió el zapato del chico a la altura de su boca, estático.

—Bésalo como el esclavo, ante mí, que eres. Y redímete así un poco, sucio traidor. —Era una orden, una sentencia. Se quedó en el suelo pensando en su propio movimiento.

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a) Decide seguir las órdenes del su amo Harry y en ese instante éste tiene un momento de lucidez.
b) Bella llega a interrumpir el momento entre Harry y Severus.
c) Remus confabula con alguien más (lo dejo a sus criterios) y se infiltran a la guarida del Lord Oscuro.

Severus miró los impecables zapatos negros, y luego levantó la mirada encontrando el frio rojo de los ojos de Harry, sólo que no eran los ojos de Harry, aquellos ojos eran los de un Señor Oscuro. Eran los ojos de EL señor oscuro, y supo que si no besaba aquellos zapatos, su vida llegaría a su fin.

Se inclinó con elegancia y resignación

-No!  *la voz  llena de pánico de Harry lo sacó del trance en el que se había obligado a entrar para no delatar sus desbordados pensamientos. Levantó la vista y vio que el joven daba un paso hacia atrás mirándolo como si no pudiera creer lo que estaba por pasar* - profesor… *su voz temblaba, todo él temblaba* …debe irse.

-Potter…

-Está en mi mente… *murmuró tomándose la cabeza entre las manos* …como en el departamento de misterios.

-Usa la oclumancia Potter *le dice sin levantarse*

-Es muy fuerte… *lagrimas corren por  las mejillas del joven*…no puedo contenerlo

-Puede oírnos?

-*niega con la cabeza*

-Vernos? *es interrumpido por un grito desgarrador*  - Harry! *se acercó corriendo. El joven jadeante lo detiene*

-si me toca lo sabrá. *murmuró*

-Que pasó? *preguntó Snape  con cautela*

-No lo sé. Deseé que se fuera… se siente… herido*se sienta en el suelo. La voz del chico sonaba más tranquila, pero aun temblaba. El silencio se apoderó de la habitación por unos momentos que Snape aprovechó para inspeccionar al joven. Tembloroso, hombros caidos, casi en posición fetal. Aquel era Harry Potter, y por lo que el joven había dicho, el lord estaba dentro de él, tratando de tomar su lugar.* profesor… * la voz de Harry rompió el silencio *…tiene que matarme.

1.Snape empieza a gritar que no hará tal cosa y que encontrará la solución
2.Snape accede, pero aun no, pues el la marca de voldemort impide que ataque a su amo
3.Remus entra junto a Tonk, pues él y un grupo más (quienes ustedes crean) se han infiltrado.

—¡No pienso matarle, Potter! ¡No sea estúpido!

—Si no...me mata...él ganará...Conmigo...Con...mi...cuerpo —parecía que le costaba pronunciar cada palabra, el pocionista podía ver como los labios temblaban ligeramente, como si estuvieran siendo forzados a moverse—. No puedo...retenerlo...

—Logrará hacerlo —dijo simplemente.

Harry alzó la vista. El cuerpo le temblaba. Su rostro estaba contraído en un rictus de angustia y desesperación. Y, aún y así, Severus supo que el joven estaba enfadado.

—¿Está...loco?

—No, Potter. No estoy loco. Soy oclumentista. Encontraré una forma de ayudarle.

—Está....loco....es...Voldemort...tiene...que...matarme.

Severus negó con la cabeza. Ya había sigo testigo de muchas muertes, como verdugo y como espectador. No iba a acabar con el motivo por el cual había luchado durante todos aquellos años. No iba a matar a Harry Potter.

—Escúcheme, Potter. Encontraré una manera. Solo es un fragmento de su sucia alma contra toda tu alma. Eres más fuerte que él.

—Pero...pero... ¡Aaaaahhh! —gritó, llevándose las manos a la cabeza y dandole la espalda—. Márchese de aquí...

Snape no respondió. Se limito a quedarse en su sitio y esperar, reorganizando sus ideas a toda prisa. Cuando Harry volvió a mirarle, sus ojos eran rojos de nuevo, como había esperado que sucediera.

—¿Aún aquí, Severus? Pensé que aprovecharías para escapar.

—¿Por qué escaparía de vos? Sois mi amo y señor.



Mientras tanto, en Hogwarts, cierto animago estaba que se subía por las paredes.

—¡No me puedo creer que Dumbledore no piense hacer nada! —gritó Sirius como un poseso, tras escuchar por boca de Remus los resultados de su reunión con el director, empezando a dar vueltas frenéticamente por la habitación.

—Yo tampoco. Harry lleva horas allí, Canuto. Estoy preocupado. Mi instinto de lobo no me deja tranquilo. Algo malo le está pasando y necesito saber que es.

—¡Claro que le está pasando algo malo! ¡Y todo porque cierto mago olvidó comentarnos que Harry llevaba un maldito horrocrux dentro! ¡Y ENCIMA ENVÍA A QUEJICUS A VER COMO ESTÁ LA SITUACIÓN, CUANDO TODOS SABEN QUE ODIA A HARRY!

—Calmate, Canuto.

—¡No puedo! ¡Pasé trece años en Azkaban, dejándolo al cuidado de esos odiosos parientes muggles de Lily, no puedo fallarle otra vez! ¡Necesito ir a buscarlo!

Remus asintió. Traer de vuelta a Harry era su prioridad ahora. Pero, si como Dumbledore había dicho, el alma de Voldemort había tomado posesión de su cuerpo, ¿cómo podrían traerlo de vuelta sin herirlo o sin salir heridos?

Observó a Sirius pasearse como un león enjaulado, despotricando contra Snape.

Quizás no había sido tan buena idea contárselo.

a) Voldemort cree en Snape y acepta su lealtad, mientras este empieza a planear como ayudar a Harry a derrotarlo.
b) Voldemort no cree a Snape y lo tortura (sexualmente, verbalmente o físicamente, pero tortura de algún tipo). Luego lo manda encerrar en las mazmorras de la mansión.
c) Sirius y Remus deciden hacer algo para rescatar a Harry, pero Dumbledore se lo impide.

Yo continuo :3

Detrás de esas orbes rojas, un pequeño y asustado ente observaba impotentemente todo lo que había pasado, ni siquiera había podido luchar contra voldemort (si es que aun podía llamarlo asi) su mente había estado tan debilitada y asustada que lo unico que había podido hacer era ocluir la imagen de su profesor
siendo torturado ante sus ojos y por su propia mano.

No

La molesta voz hizo que Voldemort sacudiese un poco la cabeza, ciertamente la presencia del mocoso Potter dentro de el era como un molesto bicho. Ahora mismo lo que de verdad deseaba hacer era reorganizar a sus seguidores. El mundo mágico aun no se había librado de su presencia, todavía quedaban asuntos que terminar… como la depuración de impurezas y quizás, solo si no estaba lo suficientemente complacido con el desempeño de sus mortifagos (que era casi seguro) entonces bajaría a hacerle una ‘agradable’ visita al traidor de Snape. Como si pudiese engañarlo a èl, se burlò, Dumbledore tenia que ser mas idiota... o estar mas desesperado de lo que creía. Si, tal vez si le regresaba el cuerpo desmembrado de Snape en un paquete comprendería al fin a lo que se enfrentaba.

No

Voldemort gruño molesto, la pequeña alimaña seguía luchando.

Podia sentirla, esa dulce desesperación; que siempre lo embriagaba de un sentimiento de poder y superioridad al momento en que la veía inundar las pupilas de sus vistimas, ese temple de acero, la persistente obstinación que había conducido a tantos Gryffindors directo a ls garras de la muerte.

Era extraño y a la vez satisfactorio el sentirla tan cerca de su alma… siendo destrozada lentamente… contaminada… consumida… y desechada…

¡Oh, bien! Quizás podria adelantar su visita a las mazmorras, solo por el bien de su pequeño anfitrion

¡NO! ¡NO LO TOQUES!

Dolor

Una insoportable agonía lo recorrio en cada molecula de su ser, ese mocoso bastardo estaba empleando el mismo patético truco que en el departamento de misterios...

Pero el era mas fuerte, de eso estaba seguro, Potter aun no se recuperaba de su anterior lucha.

Por fuera los Mortifagos solo escuchaban algunos gruñidos y uno que otro grito, ninguno intento abrir la puerta hacia las habitaciones de su nuevo señor, no querían averiguar lo que era enfrentarse a la ira de su nuevo amo. Aun asi se mantuvieron a la expectativa, reuniendo información para su siguiente movimiento, en el caso de los mas astutos, y aguardando nuevas ordenes.

Y mientras tanto, al tiempo que los gruñidos terminaban dando paso a un dificultoso jadeo, el cuerpo pálido y tembloroso de Harry se apoyaba pesadamente en la mesilla del tocador, lntamente levanto el rostro, solo durante un segundo se reflejaron un par de aterrorizadas esmeraldas.

-Tu cuerpo me pertenece- sisearon los maltratados labios, que habían sido mordidos por su dueño en el enfrentamiento, al tiempo en el que el color granate iba tomando posesión de las grandes y avellanadas esferas.

Con una sonrisa de satisfacción, Lord voldemort se enderezo, la debilitada presencia del niño-que-vivió yacía en una parte muy alejada de su mente.

-Sabes, pequeño Harry, creo que Severus necesita algo de compañía- comento complaciéndose cuando el mas leve atisbo de miedo rozo su conciencia- Si… ese mestizo debería agradecerte la compañía de mi querida Bella-

a) Voldy-Harry le da instrucciones a Bellatrix de visitar a Severus, recalcndole que lo quiere vivo y concsiente para su posterior visita.

b) Sirius, Remus o quien quieran irrumpen en la guarid, no logran llevarse a Harry pero d ealguna forma rescatan a Severus

c) Dumbledore envía un mensaje a Voldy donde le pregunta si le gusto ‘el presente’, el lord puede o no compartir información con sus mortifagos en una ‘reunion’

Yo continuo.


-Sabes, pequeño Harry, creo que Severus necesita algo de compañía- comentó complaciéndose cuando el más leve atisbo de miedo rozo su conciencia- Sí… ese mestizo debería agradecerte la compañía de mi querida Bella-


Con el porte recuperado se volvió de nuevo al espejo, mostrando una sonrisa de plena satisfacción, llena de crueldad y dobles intensiones. Un fino dedo, que reconoció como suyo, porque ese cuerpo joven ya era suyo, recorrió los labios maltratados, los lamió con lasciva, debía reconocer que ese cuerpo era exquisitos, lástima que ya no tuviera su cuerpo, de otra manera como lo hubiese disfrutado. Una carcajada rompió el ambiente, llena de demencia, un sonido de un alma desequilibrada, con el toque de disfrute de alguien que sabe lo que es la oscuridad. Podía no corromper ese cuerpo pero tenía algo mucho mejor, sentiría como lentamente el alma blanca del gryffindor de oro era corrompida de la mejor forma, doloroso, tanto que desearía desaparecer, con tal martirio, la iría llenando de suciedad, llenándola de oscuridad y estaba seguro que disfrutaría verlo y sentirlo.

Empezaría por quebrarlo con una tortura a su amado, el maldito traidor. Con un sonrisa de lado, convocó a Bella, su más leal y letal sirviente. Si Bella cumplía de manera correcta sus órdenes, le daría una recompensa con este sabroso cuerpo del que era portador. Una pequeña y casi inexistente sensación de asco le inundo. Potter preferiría haber muerto.

—Mi señor, qué es lo que desea de sus humilde servidora —la voz de la bruja era condescendiente con ese toque de servilismo que a él tanto divertía.

La rodeó lentamente como si tanteara terreno. Caminaba con seducción a su alrededor, disfrutando los leves estremecimientos de aquella débil alma del héroe. Se acercó a su rostro, casi tocando los labios de su fiel servidora, y entonces con voz sedosa, con el disfrute de hacer sufrir al niño de oro, susurró.

—Hay un sucio mestizo traidor, que necesita saber por qué no debía traicionar a su amo. Puedes divertirte cuando quieras con esa escoria, pero debes dejarle vivo y consiente para cuando yo le haga una vistita, esa es mi única orden; mutílalo, tortúralo tanto que se mente esté al borde de la demencia, utiliza cuando hechizo oscuro sepas y sea doloroso, hazlo gritar de dolor, humíllalo, lo que quieras, utiliza esa bella creatividad que tienes, pero lo quiero consiente cuando vaya a visitarlo. ¿Quedo entendido, Bella? —Su voz era casi sensual, inocente también, pero a toda luz era un orden y de no cumplirse con exactitud marcaba una advertencia de peligro.

Bella asintió con vehemencia, su amo estaba de regreso, aunque estuviera en el cuerpo del sucio Potter. Con una profunda referencia partió hacía las mazmorras.


Mientras Voldemort examinaba a conciencia su nuevo cuerpo frente a un espejo de cuerpo completo, desnudo y sin ningún pudor. La letanía de jadeos y gritos de dolor comenzaron a escucharse por toda la habitación, gracias al hechizo vinculante que utilizó con su habitación y las mazmorras. Las risas dementes de Bella también jugaban a coro. Pronto todo eso hizo meya en su cuerpo, y con lentitud comenzó acariciarse, reconociendo los puntos de placer, cuando los gritos de Snape se hicieron más constantes marco el ritmo de su mano en su miembro. Por Salazar, como estaba disfrutando de todo y eso se lo debía al inútil e iluso de Potter quién para este momento se encontraba temblando de dolor e impotencia en lo más oculto de su conciencia sin poder hacer nada, sintiendo asco también de sentir como utilizaba su cuerpo.  

—Y esto “valiente” gryffindor, es apenas el comienzo. —Habló con voz suave, fría y letal, como la sentencia que era.



a) Dumbledore envía un mensaje a Voldy donde le pregunta si le gusto ‘el presente’, y Voldemort se divierte con ello, antes de enviar una respuesta al director, prueba de lo mucho que están divirtiéndose él y Severus. (Es parte de la idea no es mía es de xxxIloveKISSHUxxx, solo la modifique un poco).

b) Se muestra la visita que hace Voldemort a Severus. (Les dejo a su criterio lo que aquí ocurra).

c) La perspectiva de Harry y Severus de todo lo que están viviendo

yo continuo

Harry quería gritar, quería poner un alto a todo lo que estaba pasando, pero ya no tenía las fuerzas para hacerlo, quería ponerle un alto a Voldemort lo deseaba con todas sus fuerzas, pero estas estaban fallando estrepitosamente, no entendía en que momento Voldemort lo había derrotado, porque siendo solo un pedazo de alma, tenía tanto poder, había algo más atrás, algo que no sabía, pero debía descubrirlo.

Podía sentir como voldemort estimulaba su cuerpo con el sufrimiento de Severus, podía sentir el placer que le producía el escuchar los gritos, la risa cruel de Bellatrix era como el aderezo de toda esa perversión y el solo un mudo testigo, que no podía hacer nada para evitarlo y tampoco podía huir, solo le tocaba escucharlo y sabía que pronto lo vería también porque Voldemort lo llevaría para ver el estado del profesor.

En estos momentos era cuando se preguntaba que había hecho para merecer todo esto, ¿por qué Voldemort no lo dejaba en paz?, ¿por qué siempre las personas que él quería terminaban lastimados?, tenía que encontrar la forma de ayudarlo, tenía que derrotar a Voldemort, pero no sabía cómo hacerlo, solo esperaba que pronto lo ayudaran antes de que en verdad su alma se perdiera entre la de Voldemort, que pronto llegara Dumbledore para que lo rescatara, él siempre sabía qué hacer.

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Severus estaba en el calabazo, aun tenia tantas cosas en la cabeza, primero estaba las ordenes de Dumbledore, como podría llegar a él para que recataran a Potter, lo que le preocupaba fue lo que dijo Voldemort, que él sabía que lo estaba traicionando, pero porque no lo había matado como a los otros que lo habían traicionado, como es que lo había descubierto, si estaba consciente de que no había entrado en su mente, ¿alguien los estaría traicionando?, Pero no se imaginaba a alguien de la orden quisiera ver muerto a Harry, pero si no era contra Harry, si al que querían muerto era a él, él era el único en peligro en estos momentos.

Por otra parte y que por desgracia le estaba surcando mucho la cabeza y decía desgracia no porque fuera malo sino porque no lo dejaba concentrarse era el beso que le dio Harry, estaba seguro que ese beso y todo lo que sintió eran solo parte de Harry, jamás Voldemort tendría algo tan puro como para besar de esa forma.

Aun podía sentir el calor de esos labios sobre los suyos, la sincera caricia que había sido ese beso, era algo que nunca olvidaría, esos momentos que había disfrutado con el chico, aun recordaba lo que Voldemort le pregunto, ¿por qué no se había ido?, esa era su oportunidad, pero no tuvo el valor de dejar a Harry, porque no podría vivir en paz al saber que lo había dejado a su suerte, él era el hijo de Lily y había dado su palabra de protegerlo.

Escucho la puerta abrirse y vio pasar a Bellatrix, sabía que lo que vendría no sería nada agradable, solo tomo aire, ese suspiro que se da cuando sabes que la situación se pondrá horrible.

El primer hechizo lo golpeo, el crucio de ella siempre había sido de temer y pudo sentir como todas su terminaciones nerviosas dolían, lo soporto lo mejor que pudo, cuando la maldición dejo de golpearlo su respiración era errática.

-Creo que ya dejaste de ser el consentido de nuestro Señor –dijo con su voz cantarina, había un brillo desquiciado en su mirad, saco un pequeño cuchillo de plata- sabes me divertiré mucho.

Severus no dijo nada, sabía muy bien lo que pronto vendría, y una vez más se preguntó por qué no había huido, que lo había motivado a quedarse. Sintió como su piel era lacerada por la navaja de la mortifaga.

-Eres tan patético Severus –dijo la chica para humillarlo –eres tan estúpido, mira que traicionarnos por un vegete que solo come caramelos –dijo haciendo más presión en los cortes que estaba haciendo, los gritos de Severus empezaron a surgir –así es grita más Severus, muéstrame más de lo patético que puedes llegar a ser –decía entre risas

-¡CRUCIO! –volvió a gritar apuntando en las heridas que había causado, esto hizo que el profesor gritara con más fuerza, podía sentir su sangre salir por las cortadas –sabes siempre se me hizo una tontería tu apodo, príncipe mestizo, tú no eres nadie Severus solo un estúpido mago que se cree mejor que los demás, pero ahora si puedes ver lo patético que eres.

Severus deseaba que todo terminara, que lo dejar en paz, su cuerpo estaba al límite, sabría que pronto los daños serian irreversibles, quería caer en la inconciencia, pero su cerebro no lo dejaba en paz en esos momentos donde el dolor disminuía regresaba a su mente el beso que se dio con Harry, podía ver su brillo en los ojos verdes, la inocencia de ese niño que había cuidado, su mente no quería dejar de pensar en Harry Potter.

a) Llegan al rescate Sirius y Remus, lográndolo
b) Hay un ataque de la orden en la fortaleza de Voldemort
c) Y como he notado que todas están interesadas Dumbledore le manda un mensaje a Voldy donde le pregunta si le gusto ‘el presente’, esta idea no es mia pero la dejo por que creo que es importante

>n< me toca despues de Hellen~

Amanecia en la fortaleza oscura y voldemort se sentia como nunca, tenia a Potter bajo control, y el traidor pronto sabria por que algunas cosas son peores que la muerte. se relamió los labios pensando en la tortura que le aplicaria a Severus Snape, usando nada más y nada menos que el cuerpo de su joven amante. se levantó de la cama y vio a una lechuza gris posada en una silla. intrigado, caminó desnudo hacia el animal y tomó la carta. la leyó con asombro y soltó una carcajada que erizó la piel de todos en la fortaleza. oh, Dumbledore jugando a ser dios era tan divertido, si, disfrutaba de su "regalo" y mucho, y usaria ese regalo para demostarle a Albus Dumbledore y a toda la sociedad magica que nadie jugaba con él.

En Nurmengard, un hombre hacia una visita al pricionero 700. el ultimo que vio la prisión y el unico recidente actual.
- Gellert...  traigo noticias de Inglaterra. Voldemort murió - dijo el hombre llevandole un periodico - pero escuché rumores de que el chico Potter ha ocupado su lugar.
- Horcrux...
- si, el grupo tambien lo ha pensado. creemos que es hora que salgas de aqui.
- Albus.. - un ataque de tos interrumpe su habla - Albus sabrá cuando eso ocurra. me matará.
- no podemos dejar ...
- si podemos - interrumpió el mas anciano - no estamos listos.
- Fawkes ha vuelto
- estupida ave, - un nuevo ataque de tos debilita a Gellert.
- el mundo no aguantará una guerra como la que se avecina. - las palabras del más joven hacen reflexionar al reo. era verdad, no aguantarian una guerra como la que venia, el poder de albus era monstruoso y el de Potter tenia potencial para serlo, potencial que el joven habia desperdiciado, pero que voldemort no lo haria.
- tiempo. necesitamos tiempo... para que mi escape sera irrelevante en los  planes de Albus. hay que llamar su atencion en algo más grande.
- está planeado, toda la orden del fenix y gran parte del ministerio está por despertar, el lobo ya lo hizo y está jalando a su compañero. Albus estará ocupado tratando de reestableceer las maldiciones que no se dará cuenta.
- cuando?
- en dos dias.
- bien

1. voldemort tortura personalmeente a Severus
2. Sirius y Remus se dan cuenta que han estado bajo un hechizo. el sr weasley y varios tienen la misma revelacion y se enfrentan a Dumbledore
3. Harry al ver el grado en que dejo bella a Snape logra recuperar el control y lo salva.

yo continuo


La casa de los Weasley.

Severus sintió su cuerpo golpear contra el suelo soltando un gemido apagado, no podía moverse, cada parte de su cuerpo dolía o estaba abierto en profundos cortes, su respiración se volvió errática y apenas pudo ver entre sus parpados el techo de… una casa, no estaba en la celda ya, trato de enderezarse consiguiendo soltar otro jadeo doloroso, cuando sintió pasos a su derecha que bajaban con prisa por la escalera.

-Profesor!- casi grito Hermione al ver aquella figura tirada en el piso, cuando por la ventana ingreso un patronus que sobrevoló el cuerpo del maestro de pociones, lo reconoció enseguida, y agachándose junto a este comenzó a lanzar hechizos que detuvieran el sangrado- ¿Qué le han hecho? ¿Dónde está Harry? ¿Qué ha sucedido profesor Snape?- pregunto sin detener las curaciones para poder moverlo a otro lugar.

Snape trato de responder, de advertirle, pero no pudo su garganta estaba inflamada de tanto gritar, ella lo traslado a otra sala y comenzó a desinfectar y dar algunos calmantes a su profesor, hizo lo mejor que pudo, pero era consciente que necesitaba ayuda no sabía cómo cerrar los cortes hechos con magia oscura, además había recolocado algunos huesos en su lugar, sin embargo las costillas no pudo repararlas si habían lastimado un órgano ella no sabría qué hacer.

Se aseguró de dejarlo estable y que el dolor no lo despertara y partió a buscar a la enfermera de Hogwarts, sentía que no era seguro llevar a Snape a san mungo, pero este necesitaba ayuda rápidamente. Llamo por la chimenea a Hogwarts donde estaban los weasley esperando noticias de Harry y velando por la recuperación de Fred, quien había sido gravemente herido durante la batalla.

Les explico con rapidez que sucedía y Poppy con todos los demás miembros pelirrojos excepto George regresaron a casa esperando obtener noticias de Harry, con la inesperada noticia nadie recordó avisarle primero a Albus.

La enfermera logro cerrar los cortes y sanar sus costillas, no era la primera vez que trataba a Severus después de alguna tortura, pero esta vez habían sido especialmente cruel, se aseguro de que este aun estuviera dormido y recuperándose, cuando tocaron la puerta y entraron Molly y Hermione.

Ella las puso al tanto, cuando una cegadora luz blanca pareció emerger del interior de su mente. Se hizo un silencio sepulcral en la casa, hasta que volvieron en si con ojos alarmados.

Incluso Severus regreso en si sentándose torpemente- Hay que salir de aquí, vendrán por todos- musito poniéndose de pie a la fuerza.

-Profesor!!- dijo Hermione corriendo a ayudarle antes de que este se diera contra el suelo- El profesor Dumbledore, debe estar listo en estos momentos- dije con un brillo de aprensión en su mirada.

-E…el no es bueno- susurro Molly incrédula, cuando el paso de los demás se oyó por la escalera.

¿Qué diablos ha pasado? ¿Por qué parece como si mi cabeza hubiese cambiado? ¿es cierto? Iré donde Dumbledore a exigir una explicación… múltiples voces a la vez hablaban mientras entraron en la pequeña habitación.

-Severus, ¿Dónde está Harry aun vive?- pregunto Molly con lagrimas en los ojos.

-Si… o algo así- dijo Severus apretando los labios para no gritar por el dolor que aun invadía su cuerpo, los recuerdos de Albus, como había oído una vez sus planes que iban mas allá de la lucha contra Voldemort, que acabaría con todos para el hacerse con el control, cuando sus dos amenazas se destruyeran entre sí, lo escucho todo, pero le había encontrado y lanzo un hechizo, similar a los demás, diversas situaciones, sospechas borradas, para que nadie dudara de el apacible anciano que solo buscaba el bien, era una amenaza mayor y todos ellos no habían sido más que piezas desechables en su juego.

-Nos matara a todos, debe venir en camino, por eso el hechizo ha desaparecido, sus aliados deben estar alzándose- dijo hermione mirando al oscuro profesor, quien asintió.

Todos sabían que aquello era cierto, lo intuían, lo sospechaban de antes e incluso se sentían usados por Dumbledore, el sentimiento de traición y la urgencia por desaparecer Bill acompaño a su padre a buscar a los gemelos mientras los demás tomaron algunas cosas, ningún lugar era seguro ahora, deberían reorganizarse si lograban sobrevivir a la masacre que Albus Dumbledore había planeado, no importaba el bando, el crearía una nueva sociedad mágica a su manera y no habría nadie que lo detuviera.

Severus probablemente estaba muerto a estas horas y Harry con Tom, se enloquecerían mutuamente, estaban fuera de combate, ya nada se interponía en su camino, además se había asegurado que su traidor amante estuviese prácticamente muerto en aquella celda, ya no podría evitar nada, la suerte estaba de su lado.

En ese momento quienes recuperaron sus recuerdos comenzaron actuar, algunos fueron a enfrentarle y fueron brutalmente asesinados por los magos silenciosos y poderosos que habían aguardado junto a Albus, los otros huyeron, abandonaron sus casas pensando en que luego habría que reorganizarse, buenos o malos no importaba. Los mortifagos capturados fueron los primeros en caer, al ver la miserable muerte algunos aurores se revelaron y juntos a esos mismos que habían luchado capturar, huían.

El mundo mágico había cambiado de poder de una vez por todas…

1-Remus y Sirius donde están y como huyeron
2. el escape de Grindelwal
3. la reacción de Harry y Voldemort al enterarse de lo que Dumbledore ha hecho.

—¡Gellert, Gellert! —gritó el hombre joven, entrando a la habitación del anciano mago rápidamente, encontrándolo desmayado sobre su camastro, y lanzandole un enervate.

El anciano despertó con dificultad y el joven se apresuró a darle a beber un trago de poción reconstituyente.

—No puedes seguir así. No puedes seguir despertando gente. Tienes que descansar.

Grindelwald negó con la cabeza.

—No. Tienen que despertar. El hechizo de Albus es muy complejo y tengo que derribarlo poco a poco, algunas mentes no están preparadas para enfrentar la realidad de golpe.

—¿Tan potente es ese conjuro?

El joven le hizo beber más poción antes de permitirle hablar de nuevo.

—No te puedes imaginar cuanto. Básicamente, hacía incapaces a los demás de entender realmente lo que Albus les pedía. Todo lo que les decía les parecía sabio y adecuado. Solo ahora que se ha roto comprenden realmente algunas cosas.

—Lo entiendo, pero no puedes seguir así. Si continúas de esta forma, agotarás todo tu poder y morirás.

Gellert sonrió ligeramente. A pesar de todo lo que había pasado, aún se preocupaba por él.

—Tengo que hacerlo, Albus.

El joven negó con la cabeza. No le gustaba que le llamara así.

Sabía bien que, en realidad, era su nombre, pero no le gustaba. Le recordaba que ese cuerpo eternamente joven en realidad estaba muerto y él no era más que un pedazo de alma dejado atrás hace muchos años. Junto con la mayor parte de los sentimientos de Albus Dumbledore.

Un horrocrux. Exactamente igual que los de Voldemort.

—Lo siento —se disculpó el anciano—. Sé que no te gusta que te llame así.

—No pasa nada.

Y no pasaba. Él quería a Gellert. Había permanecido a su lado en aquella oscura prisión durante todo su cautiverio, retenido por las runas de protección que el propio Dumbledore había dibujado en las paredes y que le advertirían de inmediato si Grindelwald abandonaba su celda.

Si creaban el suficiente caos, Dumbledore no tendría tiempo de ocuparse de Gellert de escapar. Para cuando fuera a por ellos, estarían muy lejos de su alcance.

Entonces entrarían en esa guerra a tres bandas entre Dumbledore, Voldemort con el cuerpo y poder de Harry Potter y los magos libres del mundo.

Porque si de algo estaba seguro, es de que Albus Dumbledore tenía que morir. Sucediese lo que sucediese con él.

Lo sabía con tanta certeza como que Gellert odiaba a Albus con toda su alma.




“¿Qué demonios está pasando en tu cabeza, Potter?” preguntó en su mente la voz de Voldemort, poco después de levantar fuertes protecciones en la Mansión, ante la potente magia que estaba sintiendo.

“Algo se ha roto. No sé que ha pasado. Estoy muy confuso. ¡¿Qué me estás haciendo?! ¡Sal de mi mente!” pensó Harry.

“Mira que eres ignorante, Potter. Hasta yo he sentido como algunas barreras de tus pensamientos se venían abajo. Tenías secciones cubiertas y manipuladas. Y no tiene nada que ver conmigo”.

“No entiendo nada, ¡pero no te quiero hurgando en mis pensamientos!”

“POTTER, ME ESTÁS DANDO DOLOR DE CABEZA, SI PUDIERA TE CRUCIARÍA”

“Si no te gusta, lárgate y búscate otro cuerpo que poseer” pensó Harry furioso “¡Más me duele a mí!”

“Potter, te juro que encontraré a Snape y lo que le hizo Bella le parecerá agradable en comparación a lo que le tengo preparado” pensó el mago oscuro, furioso.

Harry se estremeció en algún lugar de su mente e hizo acopio de todo su valor antes de responder.

“Antes tendrás que encontrarlo. Y, aunque lo encuentres, no le tocarás. No te lo permitiré”.

Voldemort iba a responder a ese arrogante mocoso, cuando alguien entró a la habitación donde se encontraba.

—Mi señor —dijo Lucius Malfoy, inclinándose ante el Harry de ojos carmesíes—. Algo está sucediendo en Hogwarts. Hay mucho movimiento en el castillo.

—¿Eso es todo lo que has conseguido averiguar?

—Mi señor, hay potentes barreras que...

—Crucio —Voldemort mantuvo la tortura durante tres minutos exactos y luego levantó la varita—. No me gusta que me molestes para nada, Lucius. Quiero que averigües que está pasando exactamente y cual es el origen de esta magia oscura.

—¿Lo habéis notado, mi señor?

—Hasta los gusanos deben de haberlo notado, estúpido. ¡Ahora haz algo útil y consígueme información o te dejaré en manos de tu querida cuñada un buen rato! —exigió el mago, perdiendo su inexistente paciencia.

—Si, mi señor. No os fallaré —aseguró el mortífago, antes de abandonar la estancia.

Voldemort se quedó mirando la puerta irritado.

Si la magia oscura procedía de Hogwarts, el único mago con tal nivel de poder era...

“¡No! ¡El profesor Dumbledore jamás utilizaría tu sucia magia negra!” gritó Harry en su mente, indignado.

“Me parece, Potter, que ese vejestorio nos ha tenido bien engañados a los dos”.

“Mientes. Albus Dumbledore es el mejor mago del mundo” afirmó con vehemencia.

“Potter, haz algo útil y consulta tus propios recuerdos antes de seguir molestandome”

Harry no respondió. Desde algún remoto lugar de su propia mente, comenzó a recordar. Y esta vez, no había hechizo que le impidiera ver las cosas como realmente habían sido con el director de Hogwarts.




—Por Merlín, Remus, no me lo puedo creer —dijo Sirius, cuando aterrizaron su moto voladora en las afueras de La Madriguera.

—Yo tampoco —respondió este, bajando de la moto.

—Menos mal que Hagrid tenía mi moto en su cabaña, si no, no hubiéramos podido escapar.

Remus asintió.

Los dos estaban aún impactados.

Porque habían visto como Albus Dumbledore asesinaba a sangre fría a Alastor Moody cuando este se negó rotundamente a formar parte de sus planes para el mundo mágico.

—¿Cómo hemos podido estar tan ciegos? —preguntó Sirius.

Remus se encogió de hombros.

Él se preguntaba lo mismo.

a) Harry y Voldemort llegan a alguna especie de acuerdo de actuar juntos contra Dumbledore.
b) Gellert y Albus-horrocrux escapan aprovechando que Dumbledore esta ocupado con aquellos que se oponen a él.
c) Reunión en la Madriguera para hablar de lo que ha sucedido con Dumbledore y la situación de Harry y que medidas tomaran.

Yo continuo XD

Al acercarse a la residencia de los Weasley, ambos magos empezaron a notar cosas extrañas, la falta de sonidos en la madriguera era tan extraño como un elfo domestico de dos metros, casi sin pensarlo sacaron las varitas de sus fundas y las mantuvieron en posición de defensa.

-¿Crees que Dumbledore…?- la pregunta formulada por Sirius floto incompleta en el aire.

-No lo creo… quizás siguen en Hogwarts- Musito Remus tratando de no imaginarse el cuerpo de cuerpos pelirrojos que yacerían esparcidos por la siempre calida vivienda, quería pensar lo mejor, que Dumbldore no les había hecho nada porque los Weasley continuaban de su parte…. Aunque eso significase que les costara un poco mas convencerlos de lo contrario.

Con una contundente patada, Sirius, abrió la puerta que en un principio no había cedido bajo su toque, no es como si necesitaran la sutileza ni nada, pensó con algo de ironia.

El interior de a casa estaba imperturbable, la habitual desorganización e dejaba entrever en cada uno de los sillones y rincones del lugar y aun asi había algo que no encajaba… quizás la falta de algun pelirrojo por aqui o por alla. Remus solto suavemente algo del aire que había estado conteniendo, al menos no estaban muertos.

A menos que Dumbledore se hubiese encargado de ellos en el colegio.

-Todo esta… silencioso- repitió Sirius mientras inspeccionaba el lugar, un jadeo asombrado broto de sus labios llamando la atención del licano poco después, en el suelo habia rastros de sangre… demasiada al parecer de ambos.

-¿Qué sucedió aquí?- se preguntò Remus en voz baja, nada de esto era normal, justo cuando se agacho a analizar el liquido carmesí, un certero hechizo lo mando directo al suelo, cayendo de espaldas y atado al lado de Sirius que también había sido soreprendido con la guardia baja.

El pánico empezó a inundarlo por un momento cuando vio emerger de detrás de las escaleras a Hermione, mirándolo con sus castaños ojos repletos de una frialdad nada habitual en ella. Pronto le siguieron las figuras de Arthur y Bill, también con sus varitas en posición de ataque y con miradas calculadoras, toda la escena era por demás inusual. Quizas ee viejo maldito de Albus los había puesto sobe alerta y ahora los entregarían, el lobo dentro de el rugio rebelándose ante la idea de ser somtido y llevado directo a la muerte.

-¿Qué fue lo que ocurrio el 31 de julio del año pasado en Grimhauld place?- pregunto Hermione mirando a Sirius directo a los ojos, un brillo extraño apareció en los plateados ojos del animago.

-Entre al baño sin tocar y sin fijarme… no me di cuenta de que estabas ah hasta que te vi en la ducha una vez me hube metido- admitió con algo de vergüenza, Remus sencillamente quería tener una mano libre para poder golpearlo, eso debio haber sido horrible para la chica.

-Bien, traigan el veritaserum- ordeno sin niguna contmplacion ante los rostros asombrados de sus prisioneros.

¿Qué rayos estaba ocurriendo aquí?

-Que sea rapido, Granger, tenemos poco tiempo- la voz de Snape broto de alguna parte detrás de ellos pero no prestaron demasiada atención, estaban demasiado ocupados tratando de procesar la información, a pesar de sus mejores esfuerzos se vieron forzados a tomar el temido liquido, tres gotas si no habi contado mal. Espues de eso no podía recordar demasiado, tras un corto interrogatorio, del que recordaba muy poco, se vieron puestos en libertad y forzados a tomar un traslador con el grupo, al que se habían unido el resto de los Weasley, aunque no había visto a Charlie en ningún momento.

-¿Dónde estamos?- exiguio Sirius haciendo exagerados gestos de dolor cada vez que tocaba algun punto en el que las cuerdas lo habían rodeado.

-En una de mis propiedades- respondio secamente Snape que estaba apoyado en el cuerpo de Bill, eso en si era bastante extraño

-¿Tus propiedades?- pregunto incrédulo el animago, solo para cambiar su expresión a un molesto reproche- ¡¿QUE RAYOS HACES AQUÍ?! ¡Tu debias estar con Harry!- gruño enseñando los dientes.

-Preferiria responder…- en este punto apretó los dientes, Bill había aplicado un poco mas de la fuerza debida en una de sus costillas, cuando el dolor paso miro fijamente al padrino del chico- Síganme- los guio hasta el amplio comedor que produjo en el un minimo escalofrio, se parecía bastante a aquel en el que Voldemort realizaba sus junta con el circulo interno, ciertamente lo que iban a hacer podria clasificarse como una reunión, aunque no del mismo tipo.

-¡Exijo respuestas quejicus!- exclamo Sirius apenas se hubieron acomodado, Bill había decidido conducirlo hasta la cabecera de la mesa, suspiro mentalmente, bien podía ir haciéndose a la idea, después de todo el queria estar a cargo de cualquier intento que fueran a hacer por recuperar a Harry.

Y cuando lo tuviera frente a èl…

¡Merlin lo salvara porque era capaz de cualquier cosa!

¿Qué rayos sucedia en su torpe mente para haber decidido encerrarse en la guarida de la serpiente por si solo? Aunque viendo a la panda de Gryffindors delante de el y recordando la forma en que Bellatrix había jugado con èl, bien no podía reclamarle demasiado, aunque su orgullo se revelase contra ello.

-Como estoy seguro- empezó seriamente ignorando los gruñidos animales de Black- de que todos conocemos la situación con Dumbledore- continuo escupiendo el nombre, las caras alrededor de la mesa lucían sobrias y no hicieron nada por negar sus palabras, al menos en una cosa estaban de acuerdo, Albus Dumbledore no era de fiar, ni tampoco era el inofensivo anciano que siempre les había hecho creer- me saltare los preliminres e ire directo al punto….- la atención de la sala estaba completamente puesta en el y por un momento pensó que de verdad entendia el porque Albus y Voldemort disfrutaban de presidir sus ‘maravillosas’ reuniones para ‘discutir estrategias’- Harry Potter esta siendo poseído por los restos del alma de Voldemort- las reacciones eran las de esperar, ritos ahogados, llenos de miedo y preocupación, el sollozo impotente de Molly y uno que otro rechinido de dientes por aqui o por alla.

-¿¡Y tu lo abandonaste!?- rugio Sirius incrédulo y enojado.

-Mi presencia aquí es toda culpa de Potter- respondio callando de golpe al animago, Lupin lo veía entre confundido y esperanzado.

-Harry esta luchando- comprendio al fin el licano, musitando las palabras que todos deseaban y necesitaban oir. Ante sus ojos observo como las caras de los presentes se llenaban de distintas cantidades de esperanza, justo como la primera vez, aquella en la que un pequeño bebe de ojos verdes había derrotado al mago oscuro mas poderoso de todos los tiempos.

-Asi es- sintio sin mirarlos, su vista estaba enfocada mas alla de esta habitación, se encontraba analizando cada pieza de información que pudiese resultar útil o  importante- Y es mi objetivo recuperarlo…-

a) Harry y Voldemort llegan a alguna especie de acuerdo de actuar juntos contra Dumbledore. (Idea de Kaya :3)
b) Punto de vista de Albus, el como va eliminando a los que se le oponen, etc
c) Charlie intenta sacar a Fred y a George de Hogwarts (ya decidirán si lo logra o no) y se entera del ‘aliado inesperado’

yo continuo, espero no tener que borrarlo por los tiempos u.u

Tenía que ser cuidadoso, y más porque Dumbledore parecía que siempre sabía lo que los demás estaban pensando, entro al castillo sin ningún problema, sabía que si se encontraba al director tenía la excusa de visitar a su hermano Fred el cual sigue delicado, estaba algo nervioso, era tan irónico que pudiera entrenar dragones y esta misión le estaba haciendo que las manos le sudaran.

Cruzo las puertas del castillo, los pasillos estaba lago silenciosos o al menos eso le parecían, estaba tan cerca de llegar, solo era cuestión de estar con ellos y ocuparía un trasladar para llevárselos, pero la suerte no estaba de su favor, al dar la última vuelta se encontró con Dumbledore.

-buenos tardes joven Charlie-saludo Dumbledore sonriendo.

Charly sonrió y tratando de estar lo más tranquilo posible -buenos tardes director –dijo viéndolo pero tratando de evitar sus ojos

-¿qué haces por aquí? –pregunto el director notando como el chico evitaba su mirada

-vine a ver a mi hermano, conseguí un permiso para este fin de semana –dijo tratando de mantenerse con el plan que había trazado con Severus –es que no me podía sentir tranquilo sin saber estar con mi hermano, ya sabe que los quiero mucho.

-si me imagino –dijo el director- vamos te acompaño a verlo

Charlie tenía que evitar que se quedara con ellos pero no sabía cómo quitárselo de encima, ambos entraron a la enfermería para encontrarse con Fred dormido y George sentado junto a él, una simple mirada por parte de Charlie basto para contener a su hermano menor, el cual no estaba muy seguro de cómo actuar.

Charlie avanzo para darle un abrazo a su hermano el cual también lo abrazo –mantén la calma vengo por ustedes- dijo en un susurro para que solo él lo escuchara, pronto todos estaban sentados, tratando de mantener una charla amena, mientras estaban esperando a que Fred despertara para poder saludarlo.

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Una lechuza entraba a los terrenos del castillo Hogwarts, y se fue a posar a los hombros de un rubio que estaba con sus amigos Slytherin en los jardines, el chico tomo la nota y le sorprendió bastante lo que decía, había algo raro, jamás se imaginó que su padre le pediría algo así y lo que le hacía dudar mas es que no reconocía a la lechuza que le había dado la nota, pero si en verdad era cierto y no lo hacía estarían en problemas por lo que suspirando se despidió de sus amigo.

La carta había sido mandada con una varita, subió a una de las torres donde no habían cuadros y desde una de las ventanas pronuncio el hechizo que le habían pedido – morsmordre- la marca apareció encima del castillo, tan imponente como el mago que la había creado, dejo la varita en el piso y la quemo con la suya, tal y como lo habían pedido, posteriormente aventó sus cenizas y salió corriendo del lugar.

-Misión cumplida- dijo un mago cubierto con una túnica negra

-el chico Malfoy va a ser poderoso- dijo una bruja que estaba viendo la marca tenebrosa en el cielo

-sí, lástima que este bajo la supervisión de Dumbledore aquí en el castillo y de Voldemort cuando este en su casa, sería un buen aliado si lo pudiéramos aislar de ambos.

Ambos magos desaparecieron del lugar para ir a dar su reporte que la misión estaba teniendo éxito.

A) Dumbledore sale de la enfermería para ver que pasa y Charlie se aprovecha para escapar con sus hermanos
B) Dumbledore no se fía de Charlie por lo que le pide que lo acompañe y entre los pasillos se encuentra a Draco, a Charlie le llama la atención el chico rubio
C) Empiezan los planes para tratar de controlar a Dumbledore y como rescatar a Harry de Voldemort

yo continuo, va de pelos la historia, como sea quiero seguir xD

Aparecieron dos magos que Charlie no había visto antes a buscar a Dumbledore, comentaron algo en voz baja y un semblante oscuro y amenazante cubrió el rostro del anciano.

-Quédense aquí y no salgan, ya mandare a alguien por ustedes- la voz había sido gélida y un mandato muy claro de parte del anciano Profesor, que dejo a los otro con los pelos de puntas, jamás lo habían escuchado de ese modo.

Vieron al anciano mago desaparecer junto a los otros dos que vestían unas extrañas túnicas color rojo sangre con un símbolo en la espalda que no alcanzaron a ver con claridad.

-¿Qué diablos está pasando?- exigió saber George alarmado, cuando noto que Fred volvía en sí.

-Vamos apresúrate hay que salir de aquí antes de que nos encierren o algo peor, Dumbledore no es quien pensábamos en estos momentos el ministerio y Hogwarts están a punto de caer, ya no es seguro para nosotros- explico apresurado ayudando a levantar a Fred que lucía claramente confundido.

-Debes estar de broma- dijo el otro incrédulo, pero aun así ayudo a llevar a Fred cuando noto que el otro realmente estaba hablando en serio- Vamos hay una salida en el ala sur, por la puerta principal, jamás lo lograremos- dijo con un semblante serio y decidido.

Albus se puso furioso cuando vio la marca tenebrosa en los cielos de Hogwarts.

-Esta es la última vez que osan a invocar esa marca, reúnan a todos los hijos de mortifagos, les enseñaremos una lección a nuestra juventud o están con nosotros o morirán ellos y sus familias- ordeno Dumbledore alzando su varita mientras desvanecía la marca tenebrosa.

….El comedor estaba lleno con todo el alumnado reunido, algunos profesores miraban atónitos cómo algunos de sus alumnos, la mayoría slytherin incluido Draco Malfoy estaban amordazados en una hilera delante de todos, mientras de vez en cuando eran torturados por aquellos magos de capas rojas quienes habían entrado en masa hace pocos momentos.

Minerva miraba atónita y ya se estaba enfrentando a ellos, que liberaran a esos jóvenes, cuando las puertas se abrieron de golpe y por ellas entro el director con un aura muy distinta a las de antes, se veía peligroso y malvado e incluso más joven y poderoso.

-Quieta Minerva- advirtió Albus llegando hasta ellos- están recibiendo el castigo que se merecen por invocar la marca tenebrosa, deben aprender que ha sido una estupidez y que nunca más nadie podrá volver a hacer una cosa como esas, son amenazas potenciales, por eso mismo deben ser eliminados y todo aquel que se atreva a revelarse no saldrá de aquí con vida- dijo mirando a todos los presentes hablando con un tono pausado y benevolente, como si sus palabras no fueran por demás escalofriantes.

Los maestros miraron incrédulos hasta que derrepente oyeron la primera maldición mortal sobre uno de sus alumnos, el silencio reinaba en el lugar hasta que Minerva jadeo abriendo los ojos atónita, nuevamente otro grupo de personas salían del hechizo de represión de Albus.

-Eres un maldito Albus- vocifero alzando su varita y comenzando asi un ataque contra los verdugos de sus alumnos, mortifagos o no eran solo niños aun, además nadie estaba a salvo, otros la ayudaron, tanto alumnos como profesores buscaron una manera de escapar, gritos y hechizos en todas direcciones y unos cuantos alcanzaron a escapar, hijos de miembros de la orden, o del ejercito de Dumbledore, se revelaron y trataron de escapar por los pasillos mientras sus profesores se enfrentaban a los demás y el resto estaba demasiado asustado para actuar.

Draco seguido de otros corrían por los pasillos hasta que vieron tres cabezas pelirrojas doblando por los pasillos, una chica de 6° se adelanto y les dio alcance.

Alarmada les conto lo sucedido y sin siquiera analizarlo George abrió el pasadizo e hizo escapar a todos por ahí, espero que aparecieran más personas pero nadie más llego.

-Vamos no podemos quedarnos es peligroso, si hubiesen huido mas, ya estarían aquí- dijo Charlie en un tono sombrío, pasaron y cerraron tras el, siguieron el largo túnel que daba a un claro en el bosque prohibido.

El mayor de los Weasley comenzó a invocar un portal hasta que apareció Hermione desde el otro lado, luego de asegurarse que eran ellos por un par de preguntas ella termino de activar el portal dándole paso.

Grande fue la sorpresa cuando no solo ingresaron ellos, sino un grupo de unos 15 alumnos con rostros angustiados y comenzaron a contar lo sucedido, el ultimo que escapo había visto como un Hechizo daba con minerva y la reducía a cenizas, si no hubiesen huido ellos habrían corrido el mismo destino.

Severus se acerco a Draco y este lo abrazo, después de todo era su padrino y de algún modo sabía que estaba a salvo con él a pesar de las palabras que había dicho su padre.

-Nos torturaron delante de todos, prácticamente nos iban a fusilar ¿Qué diablos ha sucedido? El viejo come caramelos ha enloquecido por completo- expreso aun afectado el rubio platinado.

-¿Qué haremos ahora Severus?, es bueno que se hayan salvado estos chicos y esperemos que los demás que no tenían bando estén bien, pero tenemos… cerca de 7 hijos de los mortifagos mas leales de Voldemort están aquí, ¿crees que vendrán por ellos?- pregunto Remus a su lado.

1-Una reunión pacifica entre Severus, Remus y Sirius con Lucius y Voldemort/Harry para ver qué está pasando.
2-El escape de Gellert
3-un ataque mortifago para recuperar a sus retoños, con la sorpresa de un ataque de Albus (todos contra todos)

Yo continuo.


Los aposentos de Voldemort se encontraban en suscitada calma, en silencio, parecía que nadie había dentro de ella, como si el tiempo se hubiese detenido en esa habitación y con el poder de la magia la hubiesen aislado de todo. Porque mientras esa habitación se encontraba en una especie de universo alterno, única explicación para lo silenciosa de la misma, el mundo afuera de ella se mostraba en su máximo esplendor, todo activo, ruidoso, con derroche de energías, gritos, voces, hechizos por doquier, llantos, lamentos, risas, diversión, matanza en su verdadera expresión.

La guerra en el mundo mágico había comenzado.  


“—Deja de ser tan ruidoso, Potter. Por qué llora el niño de oro, porque su abuelito Albus no era quien decía ser. Porque descubrió que solo era una pieza de ajedrez, fácil de manipular y desechable."— La voz de Voldemort dentro de la mente de Harry se mostraba burlona, seca y fría, con un toque de sadismo en ella. —"Por eso llora el sucio héroe, porque todo lo que en una vez creyó se ha caído en un instante, el piso firme en el que se paraba solo era una red de mentiras que se ha roto. ” El señor oscuro lo estaba disfrutando y lo haría más de ser que él también había sido engañado por el maldito viejo con complejo de Dios, pero esta se la cobraría muy caro a Dumbledore. Y ya sabía por dónde comenzar.

“—No es cierto, no, cállate no digas más mentiras. No. No es cierto, no puede ser. No. No. No, no, no…” Lo que Voldemort decía era mentira seguro había jugado con su mente, algo debió haberlo hecho, modificado sus recuerdos, el directo no podía haber hecho tal cosas. No, ese tipo de cosas eran solo realizadas por Voldemort. No podía creerlo, no quería hacerlo. Todo era una pesadilla y en algún momento despertaría, seguro era una de esas veces donde Voldemort jugaba con su mente, solo eso.

“—Si eso crees disfruta con el dolor de ver caer todo ante ti, por aquel hombre al que tú un día consideraste un héroe, retuércete de pena al enterarte de que solo fuiste un juguete para él. Vamos pierde la cordura por no querer aceptar la realidad frente a tus ojos—.” Voldemort no sabía si le hablaba a Potter o era un recuerdo a él por haberse dejado engañar por el vejete. “—¡O despierta de una maldita vez, niño idiota! Porque actuaré y sabes que será en contra de tú voluntad y desfrutaré de ello—.” Se quedó en silencio un momento, pensando bien en lo que diría. “—Me siento benevolente, te propongo un trato, si te unes a mí, los dos pisotearemos al maldito viejo y dejaré que tomes tu parte, solo si te rindes a dejarme el mando.”


«Draco, sé que estás con Severus, dile que el Lord desea una entrevista con él, puede traer a dos de los suyos. Extiende una tregua por el momento. Llegaremos en 30 minutos al lugar donde estés».

Era letra pulcra de su padre, la misiva era real. Corrió con su padrino y la entregó. Todo quedaba en manos de él ahora.


Puntualmente a los 30 minutos hicieron su aparición, Lucius y el mismísimo señor tenebroso, provocando que los presentes se tensaran y pusieran en guardia.

—¿Harry, cachorro, eres tú? —La risa inocente, divertida y sádica, le dio su respuesta a Lupin, haciendo que Black diera un respingo, Voldemort era quien estaba al poder.

—Cuéntame mi doble espía, qué es lo que hizo tu otro amo —sarcasmo impreso en la voz de Harry, que era un tono más oscuro. —Tu pequeño gatito te manda saludos.

—Eso es algo que ya debe saber, Dumbledore, utilizó fuertes hechizos de represión y modificación de recuerdos en más de uno, todos de magia negra, lo hiso para esconder toda su porquería, y así poder tomar el control. —Habló con prudencia, analizando todo antes de hacerlo, sospechaba que Harry estaba de acuerdo con el accionar de Tom de otra forma no estaría allí, ni muchos menos decir tal mensaje. El silencio del otro pedía más información. —Planea crear un nuevo mundo mágico con él al poder y tiene aliados que han hecho el trabajo sucio por él, como tú, tiene su propia versión de los mortífagos.

Una risita perruna de Black se escuchó y la mirada fúrica carmesí se posó en él.

—Estamos en tregua, sucio mestizo, pero no olvides tu lugar. Crucio. —Severus sintió la maldición tocar su cuerpo, quiso desvanecerse en ese momento, pero tenían cosas que hacer, solo fue medio segundo. Pues el escudo de Black lo protegió.  —La próxima vez, piensa antes de traicionarme, de no ser por el inocente Potter estarías muerto. —Con ayuda de Lupin se levantó.

—Qué es lo que quieres de nosotros, Voldemort —. La voz clara de Remus se escuchó en el claro.

—Oh, el lobito tiene cerebro, muy valiente de tu parte llamarme así, te concedo por una vez el derecho de hacerlo.— “Diez puntos para Gryffindor, así se dice, ¿no, Potter?”— Esa, asqueroso licántropo, es la pregunta correcta.

Con diversión, vio al tonto traidor de Black enfurecerse al escuchar el calificativo despectivo de su amor. Era divertido y asqueroso a la vez. Como disfrutaría viéndolo suplicar por la vida del licántropo mientras torturaba a éste último. Lástima que no había tiempo para eso. Ya lo haría después.


Mientras toda esa reunión en secreto se daba un mago dentro de una celda sonreía, el legado de Albus Dumbledore amenazaba con caer antes de empezar. Tan distraído estaba haciendo su guerra, matando, que no se daría cuenta de lo que se le venía encima.

—Ya es casi hora de irnos, Albus —palmeó la mano del joven a su lado.



a) Severus y compañía comienzan el plan conformado por Voldemort, decidiendo confiar en él.
b) Gellert escapa por fin, y decide reunirse con Severus y compañía.
c) Albus y un vistazo a sus planes.

yo continuo >n<
no me borren ya empiezo a escribir!

Severus miro a Voldemort controlando su instinto de tocar su varita.

- no tengo todo el día y mi paciencia está llegando a su limite, Severus. tu respuesta - la voz de Voldemort sonaba dulce, jugando con su varita entre sus dedos.

no, no! no podía quedar todo aqui, no debió darle a Voldemort aquella entrevista... pero quería tanto ver a Harry... y ahora tenia a un grupo de mortifagos rodeándolos, arrinconado a unirse a voldemort o morir.

- tenemos que conversarlo Voldemort, nosotros somos representantes de la orden, y no vamos a tomar decisiones por ellos.

- no tienen opción. digan que se unen a mi y vivirán todos ustedes, digan no y morirán, no tienen a Dumbledore para que los proteja, sin él, cazarlos será tan sencillo que aburrirá.

- baja la varita Tom - dijo una voz en la puerta, haciendo que Voldemort volteara, la figura cansada de Gellert Grindewald en su tunica de reo, junto a una figura encapuchada estaba en la puerta apuntandoles.

-Grindewald... - gruñó - asi que saliste de tu hueco.

- tambien es un gusto verte - toce. y el joven le alcanza un vial que bebe de prisa - gracias. deberia irte ya Tom, estos niños no son tuyos.

- HAHAHAHAHAHA - la risa estridente de Voldemort envió escalosfrios a todos los presentes - apenas y puedes mantenerte parado, viejo. que vas a hacer?

Grindewald agitó su varita y envió un hechizo no verbal. que hizo dar un paso atras a Voldemort

- vete. - ordenó con su voz de señor oscuro

- no vas a ganar esta guerra Grindewald, - siseó - estas débil y viejo, yo tengo un nuevo cuerpo joven y más magia de la que nunca podrias soñar, solo debo esperar a que mueras, y haré que la magia vuelva a dominar al mundo. - amenazó apareciéndose fuera de ese lugar dejando a Remus, Sirius y Severus con Grindewald y su acompañante

1- Grindewald explica quien es, por que fue encerrado y quien es su acompañante
2- Voldemort hace berrinche sobre la interferencia de Gellert
3- Dumbledore siente a su horcrux y se aparece para capturarlo y extraerle la magia.

Yo continúo

—Le ayudará a luchar contra él, las lágrimas color sangre denotan un terrible sufrimiento de parte del muchacho, realmente está luchando contra él pero está claro que va perdiendo, tenemos que ayudarle con lo que podamos y por supuesto esconderlo antes de que despierte en un lugar seguro, donde Dumbledore no pueda encontrarlo, no hasta que no vuelva a ser él mismo. Porque mucho me temo que si Potter fue capaz de vencer a Voldemort también será el único de enfrentarse con éxito al viejo en la última batalla.

Severus le da el vial, aún no confía demasiado en Grindelwald, pero si había conseguido hacer retroceder a Voldemort unos pasos con un simple hechizo no verbal, probablemente esa poción podría quizá ayudar a Harry a tomar el control, sin embargo, antes de administrársela a Harry se aseguró de que no fuera ningún tipo de veneno, pues la seguridad de Harry era su mayor prioridad.

Después de ello se trasladaron a una casa que tenía Severus en la Selva Negra, pues nadie más que él conocía de su existencia y por tanto, se podría considerar segura. Además aplicó un encanto Fidelio y distintas portecciones para evitar que tanto Dumbledore como los morífagos los pudieran encontrar.

Allí Grindelwald aplicó un hechizo de restricción sobre Harry para evitar que si Voldemort se manifestara pudiera escapar y se dispuso a contar su historia, sin embargo en ese momento Voldemort despertó.

-¿Creeis que unas simples correas podrán retenerme? ¿Con quién os creéis que estáis tratando?, ¿eh?! Sin embargo, pese a toda su confianza, Volemort voi frustrados sus planes, pues parecía que no iba a poder librarse tan fácilmente, de hecho se dio cuenta que se sentía distinto, el cuerpo parecía que no le respondía tan bien como antes.
-¿Qué me habéis hecho malditos?! Exclamó Voldemort con furia, sos ojos rojos como la sangre mientras se notaba cada vez más débil.

-Venga Tom, ¿en serio crees que te dejaría poseer para siempre el cuerpo de ese muchacho? Dijo Grindelwald con una sonrisa socarrona surcándole sus viejas facciones. -No, desde luego, es Harry el que te está echando, debiste saber que esto ocurriría, su alma es mucho más joven y poderosa que la tuya, pero claro, yo le he proporcionado una pequeña ayuda, para facilitar las cosas, ya sabes.

-Me las pagará Grindelwald, no pienso dejar este cuerpo tan fácilmente como crees, no pienses que esto va a ser tan fácil! No pienso dejar que un mocoso me venza!

-Ya claro, cállate un ratito anda. Acto seguido Grindelwald le lanzó un Desmaius a Voldemort para facilitar así la lucha que estaba librando Harry contra él.

-Bien bien, ahora que Voldemort nos ha dejado estos momentos de paz, me gustaría que me escucharais, pues lo que os tengo que contar tiene mucho que ver con lo que está ocurriendo ahora, y para ello necesitaré la ayuda de mi fiel compañero.

En ese momento el horrocrux de Dumbledore se quitó la capucha, revelando así a una versión mucho más joven de Albus Dumbledore, cosa que dejó perplejos a todos.

-Dumbledore!?

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a) La historia de Grindelwald
b)Lo que está haciendo Dumbledore, si ha descubierto o no la fuga de Grindelwald, sus planes... Lo dejo a vuestra disposición
c)Lo que está ocurriendo en la fortaleza de Voldemort mientras su señor no está.

Yo continuo (Pide su oportunidad del día).



En menos de un parpadeado ya todos los presentes habían alzados sus varitas y puestos en guardia. Un rápido hechizo de Black pegó en el escudo que hizo Gellert, el cual mantuvo ante cualquier posible ataque a su Albus. Todos tenían sus ojos puestos en él, midiendo de qué iban las cosas. Cómo habían llegado a eso, y porqué los había ayudado. Las preguntas burbujeaban en la mente de todos, pero la más analítica, la de Snape, sabía que algo no andaba bien, porqué sí quería derrotarlo lo tenía consigo.

Eso estaba fuera de lógica, lo que lo lleva a que esa persona no fuera Albus, el viejo come-caramelos, si otra, pero quién podía ser, y porqué tenía la apariencia de él en su juventud. Severus bajó la varita pero no bajó la guardia, con un hechizo verbal se trató de meter en sus recuerdos. Y lo único que encontró fue un espacio en blanco, o más bien, solo oscuridad. Y la sonrisa de Gellert creció.

—No me decepcionas, Severus, ahora veo lo que Viejo Albus y Tom veían en ti, y porque tanto tiempo te tuvieron a su lado. Eres un gran elemento, te han sobrevalorado, siempre has estado muy cerca de la verdad, por ello más de una vez el vejete tuvo que neutralizarte, pero otra vez tú salías adelante. —Gellert lo vio intensamente. —Eres lo que necesita el joven Potter para salir adelante, eres lo único que necesita para no caer.

Severus solo arqueó la ceja pero no dijo nada, todos los demás se quedaron en absoluto silencio, las cosas eran por demás extrañas para ellos.

—Creo que deberían sentarse, les contare mi historia, y ustedes sabrán que pensar. —Su voz fue calmada pero solemne. Todos callaron y decidieron escuchar. —Quitaré el escudo pero quien se atreva a tocar un solo cabello de mi Albus, lamentara haberlo hecho. —El tono de su voz se volvió bajo y oscuro, con un matiz de advertencia en lo dicho, y sumado al aura oscura llena de promesas dolorosas que, entonces vieron porque era llamado señor oscuro.

“—Lo conocí en mi juventud, cuando visitaba a la tía Bathilda en el valle Godric. En eso entonces la mamá de Albus había muerto y él se mostraba taciturno, desde que lo vi sentí la magia tan fuerte que poseía, y él se había prendado a mí, eso lo hacía más manipulable. Mis planes siempre fueron dominar el mundo mágico, y traer una era distinta, mi obsesión fueron las reliquias de la muerte y con ellas tendría un ejército de inferis invencible, nadie podría pararme.  Solo que nunca preví en lo que se convertiría. —Por un momento los ojos de Gllert se veían perdidos, debía de estar rememorando muchas cosas, el Albus joven le tomó con cariño su mano y le dio un suave apretón, cariñoso, como la sonrisa que le regalo el antes señor oscuro. —Estoy bien, Albus, estoy bien. Los errores siempre son pesados.

—Tras la muerte su hermana, su odio contra los muggles se vio seriamente cambiado. Se volvió inestable, su dominio con la magia negra lo absorbió tanto que se perdió, en ese tiempo yo estaba a la busca de las reliquias, y hubo un lazo de tiempo que dejamos de vernos, solo por cartas esporádicas sabíamos del otro. Sus cartas estaban llenas de rabia, sus planes eran demasiado oscuros, y no sabía por qué, hasta que volvimos a vernos ese fatídico día que me venció.

El silencio se hizo más pesado en la habitación, todos a la espera de lo que venía.

—Él había creado un horrocrux —hubo sonidos de asombro, y algunas cuantas exclamaciones, después de un momento siguió hablando. —Pero no previó una cosa, al hacerlo y fragmentar su alma, estaba tan dañado emocionalmente e inestable mágicamente que, el horrocrux no solo guardó parte de su alma sino que también se llevó todo buen sentimiento y sentido del bien que tenía en ese momento, su cuerpo quedo con toda la magia negra que tenía y sin ninguna sentimiento ni sentido de ética, ni razonamiento más allá de sus objetivos, se convirtió en lo que es hoy.

—Por el bien común dijo, todo es por el bien común, Gellert, si yo te derrocó tendré a mis pies a todos, seré héroe mágico y se abrirán muchas puertas, y entonces poco a poco los tendré en mi bolsillo, y sino uno que otro hechizo por aquí y por allá y habré eliminado a esos estorbos. El mundo mágico será mío, y no solo yo lo quiero sino muchas personas más. ¿Te das cuenta; Gellert? Todos estarán a mis pies, besarán el suelo que piso, mi palabra será ley y nadie se opondrá, y solo así el mundo mágico se verá librado de toda escoria inservible, empezando por los muggles, y todos los demás serán esclavos. No es excelente, Gellert.

—Y antes de que yo pudiera hacer algo, me vi hechizado con magia oscura de retención, un antiguo hechizo, prohibido, y entre más luchaba por liberarme más absorbía mi magia, y el encantamiento se hacía más fuerte. Cuando me vi drenado, con un solo encantamiento me venció. —Soltó una carcajada despreciativa. —Desperté dos días después sin la mitad de mi magia y el horrocrux más bueno que ha podido existir. Mi Albus. —Le besó suave en el dorso de la mano al muchacho que le sonrió triste. —Tú no tienes la culpa mi joven muchacho, de elegir entre ambos, el viejo será eliminado."    

—Y lo demás, ustedes, ya lo conocen; El dominio de Albus Dumbledore creció.


a)Las reacciones de Severus y los demás al saber todo esto, y la creación de un plan contra Dumbledore.
b)Harry despierta pero sigue en su lucha con Voldemort pero ya es más consiente de sí.
c)Dumbledore descubre del escape de Gellert y su horrocrux y decide hacer algo (ustedes eligen).

Bueno, reservaré mi puesto.

¡Yo continuo!


Despues de terminar de relatar su historia, Gellert esperaba con cierta impaciencia las reacciones de todos los presentes. Los rostros variaban de la seriedad al asombro dependiendo de la persona. Hubieras seguido contemplando sus facciones de no ser por el gemido que se escuchó por la habitación.

Todos voltearon a ver el cuerpo del joven griffyndor, el cual se estaba retorciendo un poco. Algunos se acercaron y estaban alerta por si algo pasaba, pero cuando observaron las esmeraldas verdes cuando este abrió los ojos, se tranquilizaron.

-Severus...-susurró Harry, lucía bastante agotado. Severus se acercó y se arrodilló a un lado del joven.
-¿Cómo te sientes?- le preguntó mientras posaba una de sus mano en la mejilla del joven, lo cual causó gran revuelo entre todos. Sirius viendo lo osado que estaba siendo Snape, se dispuso a interrumpir, pero Remus lo tomó del brazo y negó con la cabeza, dandole a entender que no era el momento apropiado para eso. Sirius entendió, pero siguió mirando mal a Snape.

-Severus siento como está dejando mi cuerpo, Él lo está dejando...- susurró el chico, tratando de enfocar la vista.
-Tranquilo, no te esfuerces, dentro de poco ya Voldemort no debería estar dentro de tú cuerpo. Todo saldrá bien- le respondió con un tono suave. Harry sonrió.

Severus se volteó a ver a los demás, pero antes de siquiera decir algo, una voz muy conocida por todos habló.

-Maldito seas, Severus. ¿Como osastes siquiera traicionarme? Cuando salga de esto serás al primero que mataré- a pesar de que era Lord Voldemort quien estaba hablando, su voz sonó bastante debil, gesto que a todos les alivió, pues significaba que el momento en que Voldemort muriera estaba cerca. Un gesto de dolor se formó en el rostro de Harry. Cuando abrió los ojos de nuevo, puediron observar con alivio que las esmeraldas estaban de regreso.

-Bien, es hora de hablar seriamente- dijo Gellert y todos estuvieron atentos.

a) Gellert empieza preguntar y a pedir ideas para derrotar a Dumbledore
b)Dumbledore en su despacho ya enterado del escpe de Gellert
c)Dumbledore planeando la muerte de Voldemort (sin saber que ya está a punto de morir)

Habían pasado cinco horas desde la llegada del grupo a la casa oculta de Severus en la Selva Negra, pero nadie dormía.

Después de escuchar el relato de Grindelwald, habían pasado unas dos horas hablando y discutiendo estrategias, pero ninguna les había parecido viable por el momento. Si, tenían que atacar Hogwarts. Pero no podían hacerlo sin saber cuantos magos tenía a su servicio Dumbledore y con Harry en ese estado.

Necesitaban más magos y brujas que lucharan a su lado. Tenían que trazar un plan de acción.

Severus había enviado un patronus a su otra casa protegida en donde se habían ocultado los demás, informándoles de que tenían a Harry con ellos, instándoles a reclutar a todos los que pudiesen para la causa, agrandar mágicamente las habitaciones y controlar a los siete hijos de mortífagos. Hermione había respondido en cuestión de minutos informándole de la Orden ya estaba en ello.

Después de eso, los cinco magos habían centrado su atención exclusivamente en Harry, que desde hacía unos minutos temblaba ligeramente. Lo vigilaban atentamente desde la mesa, todos con una taza de té en la mano que no habían probado.

—Ya falta muy poco —murmuró Gellert.

—¿Y estará completamente bien? —preguntó Sirius.

—Tan bien como se pueda estar después de todo lo que ha tenido que soportar —miró a su Albus—. ¿Tienes la otra poción?

—Sí —el joven rebuscó entre sus ropas, sacó un vial que contenía un líquido transparente pero brillante y se lo entregó.

Gellert se lo tendió a su vez a Severus.

—Tienes que dárselo apenas suceda, ¿entendido?.

—¿Qué es? —quiso saber el pocionista, no muy convencido.

—Lagrimas de fénix. Sanaran su cuerpo.

—¿Su cuerpo? ¿Qué demonios le diste, Grindelwald?

—Entre otras cosas, veneno de basilisco. Es lo único que puede destruir un horrocrux. Y no te alteres, con esta segunda poción no quedarán secuelas.

A Severus le tembló el vial en la mano. ¿Le había dado...? ¿Le había dado veneno a Harry? Podría haberlo matado. Miró a Gellert. Este le devolvió la mirada nada amedrentado. Severus suspiró y trató de tranquilizarse. Nada bueno sacaría discutiendo con él.

Grindelwald no era ningún ignorante. Decidió confiar en eso. Aunque si algo salía mal, lo haría pedazos con sus propias manos. Y ya luego que Dumbledore lo matara. Si Harry no lograba salir de esa, nada tendría sentido.

Entonces, Harry abrió los ojos de golpe y empezó a toser, escupiendo sangre.

—¿S-severus? —murmuró, aterrorizado, entre toses.

Este se levantó a toda prisa de la mesa, sin notar como Sirius y Remus le seguían. Abrió la poción y se la acercó a los labios, pero una mano joven lo detuvo antes de poder hacérsela tragar. Alzó la vista, enfurecido, y se encontró con el rostro del joven Albus.

—Todavía no —dijo—. Sé que es duro, pero todavía esta dentro de él. Si se la das ahora, todo habrá sido en vano.

Inquieto y angustiado, tuvo que presenciar como Harry continuaba tosiendo sangre y gimiendo de dolor durante largos minutos.

—Tranquilo, te pondrás bien. Solo resiste, ¿vale? Resiste, Harry —le pedía una y otra vez, intentando confortarlo sin darse cuenta.

Sirius estaba histérico. Le gritaba a Gellert tras ellos, pero Severus no lo notaba. Todo su mundo era ese joven que temblaba y tosía sangre. Cuando finas líneas escarlatas empezaron a caer por sus ojos y oídos empezó a plantearse si realmente se podía permitir seguir esperando.

—Solo un poco más, Harry —susurró.

Este alzó la cabeza y lo miró con sus hermosos ojos verdes. Había dejado de toser, pero parecía agotado. Al borde de la muerte, incluso.

—S-severus, s-si no...lo consigo..qui-quiero que s-sepas que...yo...yo... ¡Uaargggghh!

Sirius dejó de gritarle a Grindelwald. Este último se giró a mirar apenas escuchó el ruido. Entonces, Harry empezó a escupir algo negro. Más espeso que la sangre, parecido al alquitrán. Tras unos cinco minutos expulsando esa asquerosa sustancia, comenzó de nuevo a salir sangre. Está vez más rápidamente que antes y en mayor cantidad.

—¡Ahora, Severus! —gritó Gellert y este no se hizo de rogar.

Le hizo tragar a Harry hasta la última gota del vial de poción. Los efectos fueron prácticamente inmediatos. Dejó de sangrar. Dejo de temblar. Las cadenas que lo sostenían mágicamente lo liberaron y cayó desmayado. Severus lo sostuvo contra su propio cuerpo.

El joven Albus sonrió. Severus abrazaba casi sin darse cuenta a Harry y Sirius y Remus se mantenían tan cerca de ellos como si fuesen sus extensiones. Cuando la respiración de Harry se normalizó, señal de que se había dormido, Severus se lo pasó (bastante reticentemente) a Sirius, que lo llevó en brazos, seguido de Remus, a una de las habitaciones.

Entonces el pocionista miró a Gellert.

—Gracias.

El anciano negó con la cabeza.

—No me las des. Quizás se ha librado de Voldemort, pero aún tenemos a Dumbledore. Y créeme, comparado con él, Voldemort ha sido un juego de niños.


a) Harry se despierta y Severus está velando su sueño, junto con Sirius y Remus (estos últimos dormidos). El viejo Albus se entera de la fuga de Gellert y su horrocrux y trata de localizarlos, sin éxito, ya que su refugio esta muy protegido.
b) Que esta haciendo la Orden, los Weasley y Hermione. Como salvan a algunos magos de los secuaces de Dumbledore y como se enfrentan a algunos de ellos.
c) Albus-horrocrux preocupado por la preocupación que Gellert muestra por él (como lo protegió de Sirius y demás). Sabe que para derrotar a Dumbledore tiene que ser destruido, pero teme que Gellert será incapaz de hacerlo.

yo continuo

Su último comentario los hizo estremecerse, casi habían perdido a Harry y el hecho de imaginarse que Dumbledore seria mucho peor, les preocupaba, no querían que Harry sufriera más.

-Sera mejor que lleven al joven Potter a recostarse, para que su recuperación sea tranquila, los planes pueden seguir mañana, porque también es una plática que le concierne al chico.

Todos se levantaron, Sirius levito a Harry para evitar que se moviera mucho y Severus le mostro una habitación para que también Gellert descansara un poco y el joven Albus se quedó con él, los demás entraron a otra habitación donde recostaron a Harry.

Sirius se sentó junto a la ventana, se sentía tan mal, le dolía no haber podido ayudar a su muchacho, le había prometido a James cuidarlo y siempre le terminaba fallando, Remus le puso una mano en el hombro llamando su atención.

-no es tu culpa –dijo en un susurro

Sirius le sonrió, era muy curioso que Remus siempre supiera lo que estaba pensando, Severus solo los estaba observando pero nadie más hablo, las horas pasaron con una lentitud increíble es tan estresante el estar esperando a que tu ser querido reaccione.

La noche cayo en el lugar y todavía no había muestras de que Harry despertara, un elfo domestico apareció y les dio un poco de comida. Cuando Harry despertó trato de levantarse pero una mano lo impidió.

-¡quédate quieto! Potter –dijo en un susurro para no despertar a los otros dos acompañantes

-Severus –dijo en un susurro Harry al darse cuenta quien lo había detenido

-si soy yo –dijo el maestro acariciando su mejilla
Harry sonrió por fin la tortura había terminado, se sentía tan ligero, nunca se había sentido así, no había dolor, ni esa sensación de que algo te asfixia. – ¿es cierto? –pregunto el chico había algo que lo estaba torturando todavía.

-¿A que te refieres Harry? –pregunto Severus

-Dumbledore nos traiciono –Voldemort se lo había dicho, pero no sabía que tan cierto era la información debido a que al final el mago oscuro solo estaba buscando la forma de tortúralo.

-eso parece –era un tema difícil, ahora si quería que los merodeadores despertaran pero no quería perder esos momentos que tenían para ellos dos –siempre fuimos sus peones en este juego de poderes que estaba teniendo contra Voldemort, y una vez que pensó que ya había terminado la amenaza, nos enseñó de lo que era capaz.

Harry no dijo nada pero su mirada estaba muy triste, Severus se acercó para darle un beso en la mejilla, no era muy bueno para consolar a las personas, pero no le gustaba esa mirada en el chico, al sentir la tímida caricia Harry vuelve a sonreír, -¡gracias Severus!

-¿por qué Harry? –pregunto el maestro buscando su mirada, esas hermosa mirada verde, sin rastros del color rojizo que últimamente había tenido.

-por estar conmigo –dijo sonriéndole –nunca me abandonaste

-nunca lo aria –dijo en un susurro

Escucho ruidos a un lado de él, Harry volteo a ver de dónde venían y vio como Sirius y Remus estaban dormidos ambos sentados juntos y apoyada una cabeza sobre la otra. Remus abrió los ojos y vio la sonrisa de Harry, sin pensarlo se levantó, tirando en el proceso a Sirius.

-mi cachorro ¿ya estás bien? –pregunto una vez que estaba junto a él tomándole las manos, se sentían tibias.

-eso creo –dijo Harry sonriendo, Sirius se levantó y se puso junto a ellos mirando feo a Remus por como lo había tirado.

-y dinos Harry ¿cómo estás?, ¿qué paso? –pregunto el animago, haciendo que el chico volviera a ponerse triste, había sido horrible, pero sabía que debía contarles todo lo que paso.

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Una lechuza llego esa mañana al despacho del Diriuctor la nota era muy breve pero con la suficiente información para saber que las cosas se estaban complicando.

Primero había sido la marca tenebrosa en su colegio y la huida de ciertos mortifagos, además de que había perdido buenos magos, mogos que le iban a ser de utilidad más adelante, pero se habían revelado y tenía que dejar en claro su posición, todo era por un bien mayor, ahora tenía que moverse con rapidez.

La nota quedo sobre su escritorio en la cual solo se leía “él ha escapado y se llevó su tesoro con él, la prisión ha quedado vacía” las primaras ordenes que le dio a sus seguidores fue que los buscaran que tenían 6 horas para llegar con noticias favorables.

El salió a los pasillos de Hogwarts y aun que muchos se quitaban cuando el pasaba podía ver su miedo, las cosas cambiarían después, cuando entendieran que así estaban mejor, por lo mientras tenía que arreglar un poco las cosas en su colegio, así que mando a traer a todos los alumnos para explicarles las cosas y que ellos estarían bien si se mantenían en control o más bien bajo su control.

Antes de entrar al comedor uno de sus seguidores le dijo que había estado revisando cualquier indicio que les pudiera dar una idea de a dónde podía a ver ido Gellert pero no había nada en la prisión.

-en verdad crees que sería fácil- dijo el anciano viéndolo a los ojos, era una lástima que había perdido a la orden, ellos eran más inteligentes y poderosos, con la ayuda de ellos lo hubiera encontrado muy rápido- no mi pequeño mago, ellos no van a estar en un lugar fácil de encontrar. Gellert es muy inteligente, lo más seguro es que ahorita este buscando nuevos aliados.

a) Harry les cuenta su pelea con Voldemort, (mostrando el dolor que sufrió Voldemort al ser destruido).
b) La plática de Dumbledore con los alumnos y profesores que siguen con vida.
c) Lo que est haciendo los demás de la orden, y los hijos de mortifagos.

Yo continuo


Nota: Escenas realmente fuertes.

Remus fue a avisar a Gellert del despertar de Harry. Los 3, Remus, Gellert y el joven Albus, fueron a la habitación en donde se encontraba el joven gryffindor

Allí pudieron observar como los acompañantes de Harry se disputaban por su atención. Sirius y Severus estaban sentado uno a cada lado de la cama, enviándose miradas de advertencias. Harry estaba de lo más contento y cómodo observando a los dos retarse con la mirada.

—Aquí está Gellert, compórtense por favor – les pidió Remus, y ambos hombres decidieron hacer una tregua, por ahora.
–Harry, sé que es muy pronto, pero necesito saber, que fue lo que sucedía en tu batalla interna con Voldemort. –le pidió Gellert y un pesado silencio se instaló en la habitación
–¿Tienen un pensadero? – pidió el gryffindor. Severus asintió y fue en busca del pensadero que tenía en su habitación, minutos después, regresaba con él en sus manos. –¿Mi varita? – Sirius tomó la varita de la mesita de noche y se la entregó a Harry.

Harry, poniendo en práctica lo que Dumbledore le había enseñado sobre cómo sacar los recuerdos de su mente. Allí, a Harry le dio un poco de nostalgia, pensar que aquel mago era uno de los malos en aquella guerra.

Con bastante paciencia, sacó uno de los recuerdos que tenía sobre aquel enfrentamiento con Voldemort y lo puso en el pensadero. Cuando hubo finalizado, todos los presentes entraron en uno de los recuerdos, sumergiéndose en  las aguas de aquel recuerdo.

Estaban en un sitio oscuro, más bien, no podían ver nada. Todos se extrañaron de eso, pero no fue mucho cuando la silueta resplandeciente de Harry apareció. Sirius quiso acercarse, pero la mano de Gellert lo detuvo, indicándole que solo era un recuerdo.

“Sabes que voy a ganar, Harry Potter, y tu no lo vas a impedir” se escuchó en aquel extraño recinto.

“¡NUNCA!” Gritó Harry , buscando desesperadamente de donde provenía la voz.

“¡Jajajaja!” se escuchó la carcajada maléfica de Voldemort. “Eso lo veremos… "

El Harry desapareció y entre neblinas, una imagen nueva apareció. Todos exclamaron de horror al ver la imagen. Severus se puso realmente pálido al verse a sí mismo rodeado de un charco de sangre, mientras un hombre encapuchado le cortaba la garganta.

“¡No! ¡Basta!” se escuchó la voz de Harry, más no lo vieron.

Aquel hombre encapuchado tomo el cuchillo y lo llevó hacia el brazo derecho de “Severus”, desgarró la ropa y justo en la articulación que unía el brazo con el hombro, clavó el cuchillo varias veces, sacando tajos de carne, tantas, que hubo un momento en que se pudo ver el hueso.

“Por favor, basta” sollozó la voz de Harry.

“Te volveré loco” se escuchó la voz de Voldemort, sintiendo un placer al ver sufrir al mocoso.

El encapuchado cortó miembro por miembro, y no bastando con eso, los separó de su cuerpo, quedando el cuerpo de “Severus” por toda esa habitación.

Todos estaban estupefactos ante tal acto, pero Severus era el más sorprendido, ya que no creía lo que veía.

Entre neblinas, las imágenes fueron cambiando y más personas desmembradas iban apareciendo.

Sirius. Remus. Ron. Hermione. Molly. Ginny. Neville. Luna.  

Todos y cada uno de los más cercanos al muchacho, mientras los sollozos de Harry se oían de fondo.

“Eres mío” susurró Voldemort, mientras una neblina negra rodeaba a todos.

=.=.=.=.=.=.=.=.=.=
—¡Maldito seas Grindewald!— se escuchó la voz de voldemort y la escena cambió a cuando Harry había podido vencer unos instantes a Voldemort.

—No tengo mucho tiempo, estoy luchando contra él con todas mis fuerzas pero es demasiado fuerte, siento que se está apoderando de mi alma, es como un ácido que me corroe por dentro y no puedo evitar que suceda, por favor ayúdenme… sáquenlo de mi alma—dijo Harry, mientras lágrimas de sangre corrían por sus mejillas.

Y fueron sacados del pensadero.

=.=.=.=.=.=.=.=.=.=.=

–Eso ocurrió mientras discutían con él. – dijo Harry apenas hubieron vuelto. – De no ser por Grindewald, no sé que más hubiera hecho.Todos estaban mudos ante aquello

>>Ese es el recuerdo más “bonito” que tengo sobre esos días – les dijo.
Severus se acercó, e importándole poco que tuvieran espectadores, abrazó fuertemente a Harry, mientras este sollozaba.

Nadie dijo nada, porque nadie tenía palabras para ese acontecimiento.

– Este es otro, el último. Cuando Voldemort murió – dijo cuando se hubo calmado, extrayendo otro recuerdo y poniéndolo en el pensadero. Todos volvieron a sumergirse.

La neblina se disipó y vieron el cuerpo de Lord Voldemort tirado en el suelo.

“Ngh” quejidos salían de sus labios, mientras sentçia en su cuerpo todos los crucios y torturas que les aplicó a sus sirvientes y a todos los inocentes que pasaron por su varita. Las heridas que tenía no presentaban buen aspecto.

“Ësta vez ganaron. Pero ni crean que dejaré este cuerpo” dijo a la nada.

Varios minutos pasaron antes de que Lord Voldemort cayera muerto, gracias a todo lo que habçia hecho. Y en vez de sentir un solo Avada, sintió todos los avadas que había conjurado a lo largo de su vida, sus miembros empezaron a explotar uno por uno, dejando a Lord Voldemort como una masa sanguinolienta en aquella habitación.


Nuevamente fueron sacados del pensadero.

NOTA: "=.=.=.=.=.=" Lo que está entre estos simbolos fue sacado del lo útlimo qeu escribi´´o gabrielle62. Fue para ubicar cuando pasó ese recuerdo

a)Que hacen los demás miembros de la orden y los hijos de mortifagos.
b)Dumbledore se entera que Voldemort está muerto pero Harry sigue vivo
c)Los planes de Dumbledore.

yo continuo

Albus Dumbledore se encontrada sentado en su despacho curando su mano luego de que Fawkes lo atacara, eso no se lo había esperado, después de toda era su tonta y espectacular mascota, pero incluso esta pareció al fin reaccionar y la muy traidora luego de casi sacarle los ojos, se contento con darle feroces mordidas y escapar por su ventana.

Ya no la necesitaba de todos modos, lentamente las cosas iban tomando su lugar, pero había algo que le molestaba, más bien mas de una cosa, la primera es que Gellert había logrado escapar, en estos momentos seguramente ya se había escondido junto a su horrocrux, debía ir y recuperarlo, pero los ineficaces magos con lo que trabajaba, no habían podido encontrar ni una mísera pista, pero al menos estaba seguro que no lo destruirían, después de todo lo había dejado a cargo del mejor guardián que pudo haber hallado.

Gellert no dejaría que nadie lo tocara y quisiera no, este aun era considerablemente poderoso, no, nadie tocaría a esa parte suya, ni siquiera el mismo mago, había sido una jugada brillante.

Tocaron su puerta y dando el permiso por ella ingreso uno de sus seguidores.

-Encontramos la guarida de los últimos mortifagos, hemos terminado con gran parte de ellos, incluida Bellatrix, pero fue extrañamente fácil, ellos estaban descoordinados y sus protecciones eran inexistentes, Lestrange estaba… desquiciada, no como siempre, se estaba agarrando el brazo con la marca casi traslucida, jurando venganza, los demás no demoraron en desaparecer, pero ella dijo que Potter debía pagar, no quisimos seguir escuchándola y simplemente la matamos- informo el otro sentándose frente a Albus.

-¿la marca ha desaparecido?- cuestiono el otro lentamente.

-No exactamente, era más bien como si se hubiese desteñido, no habían ni siquiera rastros de aquella magia que siempre se percibía, es como si Voldemort y su magia ya no existiesen- explico el otro encogiéndose de hombros.

-Pensé que le llevaría mas tiempo, contaba con ello, esto es un problema- gruño el anciano golpeando la mesa- esto es un contratiempo, el chico en si es bastante incompetente, teme a su propio poder y es indiciplinado, pero Gellert es lo bastante inteligente y capaz de usar la magia del chico en el, Harry no dudaría en ceder su poder si piensa que puede ayudar al bien- medito sobando su larga barba.

-Supongo que tendrá que hacer uso de su infiltrado ¿no?- cuestiono el otro atentamente.

-Al parecer, no queda de otra manera, pensaba mantenerlo hasta al final, cuando fuese realmente necesario, pero esto requiere de intervención, deben mantener al chico Potter desconfiado y distraído, lejos de Severus y Gellert, ambos son mi mayor amenaza, a pesar de todo deje que Snape me conociera más de lo necesario, pero ya no hay nada que hacer, lo confundiremos, su corazón es frágil y es muy orgulloso, esa persona sabrá que hacer, los desconcertara y distraerá de lo que es importante, puede hacer lo mismo con Gellert, que se acerque a Albus, que jueguen con el y que lo lastimen emocionalmente, Gellert enloquecerá y terminara matándolos a todos por mí, será bastante fácil... Envía el mensaje, pero con la mayor prudencia, esto se dará por sí solo, nosotros reafirmaremos nuestro poder mientras tanto- dijo con placidez y seguridad mientras invocaba un servicio de té.

1-Momento de privacidad de Harry y Severus, un poco de romance
2-Conocer quién es el infiltrado, debe ser bastante sexy para producir líos amorosos (de preferencia un Remus malvado y muy sensual xD
3-conocer los sentimientos de Gellert y Albus, una explicación de que es capaz de hacer por el Horrocrux amable de Dumbledore

Yo continuo.


Cuando Dumbledore lo creó, nunca pensó sentir todos estos tipos de sentimientos ni sentir todas esas reacciones que tenía, pero lo hacía y a la larga eso fue tanto beneficioso como contraproducente. Conocer a Gellert es lo único por lo cual debía agradecía. Estar con él en todo momento, ayudarlo en sus peores crisis mágicas, y poder aunque sea salvarlo un poco más de la muerte regalándole poca de su magia, la magia que Albus había sellado en él, era difícil y cansado para ambos, mucho más para él que corría el riesgo de perder el control y destruirse, pues parte de su existencia se debía a la magia de Gellert, éste lo mantenía vivo en más de un sentido; No estaba asustado de la muerte, era creado a partir de ella, esa no era una de sus preocupaciones, la principal era mantener vivo a Gellert cuando más pudiera, haría todo por asegurar su existencia, y cuando estuviera a salvo él podría por fin desaparecer, le regresaría toda su magia, y con ello todos salían ganando, excepto Dumbledore, y eso era lo mejor.

Acarició los canos cabellos del hombre acostado en la cama, con cariño y en silencio contemplaba al hombre que Dumbledore había amado y que él también hacía, y no por el residuo del sentimiento del Albus original si no por los años en la convivencia, esos que le mostraron al verdadero hombre que era Gellert y no a aquel muchacho impulsivo, lleno de maldad y ansia de poder, no, si no al hombre que se dio cuenta de sus errores y por muchos años espero una oportunidad de poder remediarlo, al que por más que le decía no dejaba de llamarlo con el nombre de aquel, a ese quien le hacía ver que, aunque venía  de él, no eran los mismo, ese que siempre le sonreía y trataba con cariño, ese que jamás se rendía. Ese maravilloso hombre que lo protegía de todos, hasta de sí mismo, ese que había aprendido a amar, con todo, lo bueno y lo malo.

Una sonrisa triste se colocó en sus labios, lo extrañaría, vaya que lo haría, pero tenía que morir era demasiado importante en ese guerra sin sentido, y no dejaría que el despojo de mago que era su “creador” ganara, daría todo por Gellert, hasta su propia vida. Porque lo amaba.

Una arrugada mano tomó la suya, parando la caricia y ahora siendo ella el receptor de una. Gellert había despertado y le miraba con profundidad, con esa mirada penetrante que sentía calar su alma y descubrir todos sus secretos, sus pensamientos.

—Sabes que no lo haré, ¿verdad, Albus? Que no me permitiré perderte… —su voz estaba tan llena de promesas, que cerró los ojos permitiéndose un momento creer en ellas, solo un parpadeo, solo un instante, antes de volver abrir los ojos a la realidad.  —No a ti, mi Albus. Lo sabes, ¿verdad? —Asintió en silencio, tragándose el nudo en la garganta y las ganas de llorar, a veces las emociones humanas eran tan intensas y desgarradoras. —Luchare contra ti de ser necesario, mi amado Albus, porque nadie ni tú mismo me hará perderte. Te amo demasiado para hacerlo, mi hermoso Horrocrux.

En silencio conectaron su mirada, tratando de decir todo lo que podían comunicar con palabras, entregando todo de sí en ese intercambio, con un beso en el torso de la mano, ambos cerraron los ojos, deseando que ese momento nunca terminara.


Con los finos modales de aristócrata Lucius Malfoy degustaba una copa de vino, pensando en su siguiente movimiento, en cuál sería la mejor estrategia a utilizar. Por fin todos estaban mostrando sus caras, sus verdaderos seres, y él siendo un slytherin utilizaría todo medio a su alcance para lograr sus objetivos.

Poder.

Siempre fue algo que gustó a la familia Malfoy, se distinguían por siempre tenerlo, y él no era la excepción. Harry Potter era la mejor opción, ese niño valía oro, soltó una ligera carcajada por lo redundante de su pensamiento. El niño dorado estaría en sus manos, tarde que temprano, su paciencia había probado ser resistente. Dejaría que las piezas se siguieran moviendo, que los jugadores continuaran con el juego, que el viejo manipulador creyera lo que quisiera, que Potter planeara un contraataque, y hasta que el viejo Grindelwald moviera sus fichas, oh, porque él estaba enterado se su fuga y que no había escapado solo, el bonachón director tenía más de un sucio secreto, pero este era el mejor y más grande.

Dejaría que todos actuaran y cuando apareciera, no lo verían, nadie sospecharía de él y para ello debía ser meticuloso. Dio otro sorbo a su copa y sonrió de medio lado, las cosas se estaban poniendo interesantes.

La cuenta regresiva había comenzado.



a) Momento de privacidad de Harry y Severus, un poco de romance (propuesta por Juno)
b) Revelación de la identidad de los participantes misteriosos que hicieron a Draco convocar la marca tenebrosa en el colegio, y un posible vistazo a sus intenciones.
c) El infiltrado que permanecerá anónimo (dejar posible pistas de quién es) empezara a mover sus hilos.

en una habitación oscura, Severus y Harry acostados en una cama compartian un abrazo

- tengo miedo- lloraba Harry
- no te preocupes, Gellert sabrá que hacer. - intentaba calmarlo acariciando su espalda, aunque él mismo estaba aterrado. la noticia lo habia afectado y debia mantenerse fuerte por Harry.
- pero Severus... - las lagrimas resbalaban por las mejillas de Harry, su voz quebrada apenas salia en un hilo - ...no puedo sentir mi magia
- lo arreglaré. haré todo lo posible para que la recuperes. - Severus lo abrazó con fuerza. ya habia desafiado a dos lords oscuros por él. haria lo que fuera - buscaré los mejores ingredientes, en todos los libros, todas las maldiciones.
- y si no regresa? - Harry se aferraba a Severus como una tabla salva vidas. durante toda su vida Severus habia estado alli, protegiendolo, ayudandolo a entrenar contra voldemort, su sola presencia hacia que todo estuviera mejor, pero esto lo superaba y lo necesitaba a su lado - todos cuentan conmigo para derrotar a Dumbledore; Grindewald, Remus, Sirius, toda la orden... los decepcioné a todos.
- Harry escuchame - lo tomó de las mejillas juntando sus frentes - eres una persona maravillosa, con magia o sin ella. a mi no me importa, y a tus padrinos no les importará. no has decepcionado a nadie - susurró.
- mi magia Severus. es todo lo que tenia. - hipó. -y la perdí
- Shh - le limpió las lagrimas - me tienes a mi, al pulgoso. si quieres nos iremos al mundo muggle, tu y yo - los labios de severus rozaron los de Harry - estaré contigo sin importar lo que pase -Severus volvió a besarle, haciendole sentir que estaria con él para siempre. ver a Harry al borde de la muerte, necesario o no habia sido lo que necesitaba para darse el valor de admitir que amaba a Harry, y a cada segundo la necesidad de que el otro lo escuchara crecia.
- no me dejes -rogó Harry en un susurro
- no lo haré - respondio Severus besandolo profundamente
- lo prometes? - susuró Harry mas tranquilo, con las mejillas sonrosadas.
- lo prometo - respondio Severus haciendo que su aliento tocara el cuello de Harry enviando un fuerte estremecimiento por todo su cuerpo y su boca liberó el sonido más adictivo que Severus hubiera escuchado nunca. haciendo reaccionar su hombria
- te amo Severus
- y yo a ti - le respondió colocandose sobre él empezando a quitarle su tunica.

1. escena XXX luego de la cual la magia de Harry regresa el doble de fuerte
2. Gellert Interrumpe para la cena. les dice que la magia regresará poco a poco
3. Albus Interrumpe, les dice que la profecia fue cumplida y la magia no regresará.

Yo continúo.

Enrojeció sus mejillas sin a penas darse cuenta. Parpadeó ligeramente como pudo sintiendo los labios de Severus intensificarse sobre los suyos. Sus manos penetraron dentro de la túnica sin pedir permiso. Realmente, no necesitaba permiso.

Segundo escalofrío.

Diferente, muy diferente.

Aún no recordaba el momento en el que aquellos escalofríos habían tornado a ser placenteros, hacía unos días... El único escalofrío que le recorría era la imagen de puro estremecimiento al imaginar el cuerpo de Severus... Separó el beso jadeando ante tal pensamiento, obligándose a cerrar los ojos con fuerza para que no viese aquello.

Habían subido previamente para dejarlo descansar, ya que no iba a aguantar mucho más de pie si seguían ocurriéndose una situación tras otra, y Severus gratamente se había ofrecido a acompañarlo, aún riñendo con su tío Sirius, y necesitando el apoyo de Remus. Recordaba cómo había comenzado a temblar al volver a ver aquellos recuerdos y a punto estuvo de desmayarse, sin poder evitarlo, su cuerpo reaccionó de nuevo con el tembleque que lo sacudía.

El ojinegro sintió el temblor que provocó el cuerpo del moreno deteniéndose, pero sin llegar a separarse, le dio el espacio necesario para respirar y poder observarlo desde allí. Tan indefenso bajo sus brazos... No podía entender por qué estaba pasando, pero sí el miedo que tenía, por primera vez, podría decir que sentía el terror en tal por lo que viniese, pero... Era sus brazos, y si bien él no podía sostenerse, no podía caer frente a él.

- Harry...- Murmuró su nombre a escasos centímetros de él. Ascendió una de sus manos dejando la otra a la altura de su cadera para acariciar suavemente su pelo. Lentamente, tratando de consolar el angustiado rostro de su pequeño. Podría haber dicho un "Yo me encargaré de que no vuelvas a sentir ésa agonía", pero no lo hizo.- Tienes que luchar, para que ésto acabe.- Eligió consiguiendo que entreabriese sus ojos esmeralda expectantes de sus palabras.- Solo de ése modo, podremos vivir tranquilos.- Rememorando sus palabras anteriores, ahora sus pupilas yacían dilatadas mirándole fijamente, enternecido.

Ascendió sus labios sin previo aviso hacia los de Severus, rodeando su cuello con sus propios brazos en un beso poco calculado y con prisa. Mantuvo su mano aferrada a su cabello moreno acogiéndolo por sorpresa, se tensó sobre él. No esperó ninguna respuesta. Prologando el beso, se deshizo de su túnica tan rápido cómo él se había lanzado anteriormente a su cuello. Conectaban sus lenguas momentáneamente dejando que el calor de sus mejillas hiciese mella en las emociones del otro, provocándolo incorregiblemente.

Los botones de su camisa volaban como los pequeños suspiros que Harry dejaba escapar de vez en cuando, cuando Severus le daba un simple segundo para renovar el aire de sus pulmones, si por él fuera, se bastaría respirando de él. Sentía el frío en su pecho, descubriendo la línea que tonificaba sus músculos no tan definidos como podía recorrer en el suyo. Si bien había tenido acceso a retirarle la ropa... ¿Por qué el no habría hecho lo mismo? La imagen del profesor era sublime, cada día descubría una cosa más cuando tenía oportunidad de mirarlo desde allí abajo.

Su mente comenzó a nublarse. Un ligero gemido aún más fuerte que los anteriores se ahogó en su garganta, pudo sentir tan fácilmente la sonrisa del mayor por su deleite auditivo que un ardor creció por todo su cuerpo.

- ¿Qué tal va t...?- El "intruso" -o no tan intruso pero ellos lo vieron así- no pudo evitar mirarlos con tal sorpresa que se le cortó la respiración.

El profesor se mantuvo en la misma posición con desdén, había separado sus labios del pequeño, pero miraba al hombre que había entrado con reproche. Harry sin embargo, no sabía dónde meterse, creía perdería ésta vez la consciencia de vergüenza.

- Y...- Harry trató de hablar, pero ante que Severus no se movía de encima suya, no podía levantarse de allí, y por lo que se veía, no pretendía hacerlo.

- La cena ya está lista.- Sonrió de medio lado cerrando la puerta para dejarlos allí de nuevo, parpadeó repetidamente tratando de borrar ésa imagen de la cabeza, ¿quién lo iba a decir?

- Se... Severus.- Lo llamó frunciendo el ceño aún avergonzado.

- ¿No esperabas que me apartase, verdad?- Susurró tan suavemente que el bello de la nuca se le erizó por sí solo. De la misma forma que él antes lo había hecho, el mayor continuó aquel beso descendiendo sus manos hacia su ropa interior. Llegarían tarde a la cena, y creo que... Deberían de ir acostumbrándose los demás.

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Aparecieron de nuevo en la sala tranquilamente, o al menos así se mostraba Severus, que radiante por dentro, caminó junto al menor. Éste por el contrario, no había conseguido volver sus mejillas a su estado normal, era demasiado para él, algo más que acumular, genial.

- Gellert.- Lo avisó Severus llegando hasta él con cuidado.- Espero que sepas ser discreto.- Habló directamente sentándose en uno de los sillones, estaba solo allí, probablemente el resto seguiría en el comedor cenando. Harry quería matar al profesor, ¿por qué no lo había dejado pasar?

- Descuida.- Le hacía gracia la situación, quién tuviese su temprana edad y su tiempo de vida por delante para amar de aquella forma...

- Hay algo que nos preocupa.- Torció los labios un momento mirando al moreno que se acababa de sentar junto a él, parecía que se le había pasado un poco la vergüenza, bueno, él se encargaría de quitársela totalmente como era de esperar.

- ¿Qué sucede?- Su tono cambió a algo interesado.

- Yo... No... No consigo mi magia.- Descendió su mirada entristecido, no podía ser cierto, él... Él era el elegido... Tenía que conseguirlo...

- Era de esperar.- Se recostó en el respaldo decepcionado, ¿decepcionado? ¿acaso era algo despreciante?- Después de lo que Voldemort hizo dentro de ti es normal que tus sentidos mágicos estén aturdidos, no todos los días un señor oscuro entra dentro de ti, consigue tomar control de tu cuerpo y después lo expulsas con lo que ello acarrea.- Explicó brevemente sin poder mucho ímpetud.- Durante un tiempo él ha compartido tu propia alma, mitad y mitad, al perder una mitad, necesitarás un cierto tiempo no muy corto para que vuelva a cada fibra de tu cuerpo ésa percepción mágica que fue cohibida.-Añadió ahora con un poco más de dedicación observando el pobre rostro del muchacho, entendía muy bien por lo que estaba pasando, se sentiría atrapado.

- ¿Cuánto tiempo es ése?- Espetó casi sin darse cuenta el dañado.

- Días... Semanas...- Se encogió de hombros mirándolo fijamente, esperemos que sea lo menos posible.- Es magia.

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a) Harry le cuenta a todos que no puede usar magia y Gellert les explica que la recuperará poco a poco. Sus reacciones a elección.
b) Albus consigue atrapar a Draco para tratar de usándolo conseguir saber dónde están escondidos.
c) Sirius se entera de lo que sucedió minutos antes en la habitación y pelea con Severus, con la después reprimenda de Harry.

¡Yo continuo! *w*

Decir que Draco Malfoy estaba molesto, era poco. Despues de haber sido salvado por un Weasley, lo que le dio en el orgullo, estar rodeado de Weasleys no había ll mejor que pudiera haberle pasado. Ademas, estar encerrado con mas de 20 personas en una residencia, la cual no sabía donde estaba, solo sabía que había un pueblo cerca, no era lo que se hubiera dsperado despues del rescate.

Solo fue un momento el que escapó de las protecciones del lugar, yendo hacia ese pequeño pueblo a distraerse, cuando varios encapuchados con tunicas rojas lo atraparon y desaparecieron.

Ahora se encontraban en las que presentía eran las mazmorras de Hogwarts.

Llevaba varios días allí, ya sus muñecas estaban llenas de cortes y sangre, producto sel maltrato al tratar de escapar. Lo unico que le hacía saber cuantos dias habían pasado eran las comidas, su carcelero le había dicho que cada 8 horas se le entregaba el plato. No sabía para que lo querían, pero si sabía que estaba asustado. Su orgullo se había ido y ahora el temor de no ver un nuevo día.

El ruido de la puerta lo distrajo. La figura de Albus Dumbledore apareció en el marco dd la puerta.

-Buenas noches, Sr. Malfoy- saludó el director, mirandole fijamente. El ribio no se dignó a contestar- Veo que está "mudo", y eso a mi no me conviene.- Sacando su varita, el anciano apuntó a Draco.- CRUCIO.

El grito que Draco soltó se escuchó por todas las mazmorras. Pero calló de inmediato, no le daría el gusto a ese vejete.

-Muy valiente, Sr.Malfoy, pero no le servirá de mucho- Dumbledore siguió con el hechizo durante 5 minutos mas, cuando hubo retirado la varita, vio el cuerpo del mas joven temblando. Sonrió.

>>Quiero que me diga dónde se encuentra la residencia que utilizan para ocultar a Harry Potter...

-N-No lo sé...- susurró agitado el rubio.
-¿No lo sabe? Lastima por usted, no saldrá de aquí hasta que me diga la ubicación. Sin comida, durante 3 días, y el agua, 1 vaso por día- ordenó al encapuchado, saliendo del recinto. Draco se quedó allí, sin moverse.

Dumbledore, mientras tanto, caminaba a su despacho. No podía leer la mente del Malfoy, ni utilizar Veritaserum, cortesía de Gellert Grindewald, no sabía que había hecho, pero no podía sacar información por culpa de él, furioso, llegó a su despacho y se sentó. Ya pensaría en algo.

a)Harry les cuenta que no puede usar magia a todos y Gellert explica que la recuperará con el tiempo (Propuesta por BlackGSS)
b)Dumbledore revela la identidad de su espia y su plan para conseguir la ubicacion de Harry
c) Gellert descubre como derrotar a Dumbledore

en su despacho lo esperaba una joven de cabello castaño
- no te esperaba tan pronto - dijo sin mirarla, pasando a sentarse detras del escritorio.
- las barreras son inestables, - le entrega un sobre - no tengo mucho tiempo
- me diras donde se esconden? - su mirada azul se fija en la muchacha, que no le aparta la mirada, permitiendole acceso a su mente.
- Grindewald y Granger nos hicieron firmar un contrato magico, no podemos decir nada, si lo intentamos moriremos.
- maldita sea! - golpeó la mesa sacandole polvo -Nimpandora eres una inutil
- señor, - aclara su voz - tengo informacion igual de importante
- habla - hace un ademán con la mano para permitirle hablar.
- Potter ha perdido su magia, escuché que tomará un tiempo indefinido que la recuperara.
- ja. jajajaja. JAJAJAJAJAJA - la risa fria y cruel de Dumbledore inundó el lugar. - hermoso. como vas con tu coartada?
- bien señor, no sospechan de mi. logré pasar su prueba con versariterum gracias a la pocion que me dio.
- bien, bien, debo hacer unos cambios en el plan, pero con Potter fuera del camino hay que aprovechar - dijo parandose y llevando una mano a su menton. y saca un vial de uno de los estantes - toma
- señor? - Tonks tomó el vial con cautela.
- dale a Gellert junto con su té. su salud debe ser muy pobre
- lo es
- bien, - sonrió -esto acelerará su enfermedad, y entonces no habrá nadie quien proteja a ese horcrux mio, ni a Potter o al mundo.
- como está el prisionero?
- no crei que te importara
- ...sigue siendo mi primo
- ah si, la ideologia familiar black. - chasquea la lengua - puedes ir a verlo si quieres, diviertete un rato con él.

1. Harry les cuenta a todos que no puede hacer magia y todos reaccionan diferente.
2. Tonks habla con Draco sobre lo maravilloso que es Albus y que debe unirse
3. descubren que Draco ha desaparecido y lo creen traidor.

yo continuo

Tonks iba caminado por los pasillos era tan extraño caminar por ese lugar ahora custodiado por los magos con capas rojas, sus movimientos eran vigilados por ellos y era algo que la ponía un poco nerviosa, pero sabía que estaba en lo correcto, Dumbledore tenía la razón, además nadie le iba a ganar, dadas las circunstancias.

Al bajar a las mazmorras le sorprendió ver que no estaba esos magos cuidando al pequeño Draco, eso le llamo mucho la atención y siguió bajando, tratando de no hacer ruido, al llegar a las mazmorras se dio cuenta que lago estaba mal, pero siguió su camino, solo esperaba que a su primo no le pasara nada malo, quería convencerlo de unirse a Dumbledore, tenía que entender que era lo mejor para la familia, Voldemort estaba muerto y Potter no tenía oportunidad de ganar.

Al abrir la puerta de la celda descubre que estaba llena, demasiado llena, por que donde debería estar Draco, él no estaba, pero esta estaba llena de los magos que se suponían lo estaban cuidando, todos inconscientes esparcidos por el piso, tenía que avisarle a Dumbledore, tenía que decirle que Draco había escapado, eso le dio mucho miedo, sabía que ella iba a pagar las consecuencias de este acto.

Salió lo más rápido de la zona de las mazmorras, pero cuando estaba subiendo las escaleras unos magos bajaban para hacer un relevo, por lo que ella acelero su paso era cuestión de tiempo para que todos se enteraran, pero antes de poder llegar al vestíbulo fue detenida por los magos con capucha roja y llevada al despacho del director

-muy mala idea tuviste Tonks –dijo el profesor viéndola entrar

La sentaron a la fuerza y la amarraron –yo no hice nada –dijo bastante asustada

-¿tú no fuiste? Y dime ¿por qué cuando tú vienes tengo la perdida de mi rehén? –Dumbledore saco su varita y empezó a jugar con ella

-no sé qué paso, pero juro que yo no fui –la bruja estaba al borde del llanto

-sabes que odio que me mientan –dijo el mago cambiando su expresión- CRUCIUS

Tonks empezó a gritar, el dolor era insoportable. Después de ser torturada por un buen rato y que siempre le decía lo mismo, Dumbledore la dejo descansar, no se podía deshacer de ella porque aún le servía pero tenía que encontrar la forma para tenerla bien controlada.

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Cuando Draco despertó, se encontró en una de las camas donde había estado los últimos días, un suspiro de alivio salió sin poder controlarlo, estaba a salvo en eso escucho como la perta se abría y por ella entraba uno de los Weasley, -veo que despertaste –dijo de forma de saludo

-¿cómo llegué aquí? – pregunto el rubio

-fuimos a rescatarte, nos dimos cuenta cuando salías, pero nos llamó más la atención que alguien de esta casa se fue a recluir a su cuarto y después nos dimos cuenta que no regresabas, y lo supimos sabíamos que habías sido secuestrado.

Lo que no dijo es que revisaron el mapa del merodeador, ya que Hermione había dicho que debes en cuando sería bueno estar pendiente de quienes entraban y salían del colegio, cuál fue su sorpresa al ver que aparecía el nombre de Draco Malfoy y era llevado a las mazmorras, pero era mejor que casi nadie supiera de la existencia de ese mapa.

-gracias –dijo en un susurro y todo sonrojado, una vez más había sido rescatado

-no hay de que –contesto Charlie

En eso entro Hermione -¿cómo estas Malfoy? –pregunto la castaña
-ya mejor –dijo bastante sonrojado, odiaba ser cuidado siempre le habían dicho que los Malfoy no debía mostrar ese tipo de debilidades.

-déjame revisarte las heridas –dijo la chica acercándose para limpiarlas y ver si todo estaba bien.

Después de la curación y ver como ellos dos se llevaban muy bien hubo un comentario que le llamo mucho la atención y era dicho por la castaña.

-al menos sabes que tenemos un traidor, si regresa yo creo que lo mejor es estarla vigilando para ver qué es lo que Dumbledore planea.

- sí creo que tienes razón, hablare con mis hermanos para que se comporten –dijo levantándose para salir de la habitación.

Después Hermione se despidió y salió casi detrás del Weasley, dejándolo solo, lo que no sabía muy bien era la sensación que tenía en esos momentos, le había gustado sentirse cuidado, pero cuando lo dejaron solo una sensación de vacío se había apoderado de él y prefirió no hacerla más caso, lo mejor era dormir otro poco ya habría tiempo de saber quién era el traidor.

a) Cuando Harry entra a la cena Remus se da cuenta que algo cambio en su cachorro y trata de hablar con él (pueden manejar lo de su magia o lo que paso con Severus ustedes deciden)
b) Lo que pasa con Tonks (ya sea que regresa con los de la orden o queda presa con Dumbledore)
c) Los planes de Dumbledore para investigar donde están escondidos

Yo continúo:

Estaba nervioso, histérico, pero necesitaba tranquilizarse, se revolvió en el sofá junto a Severus. No podía estar pasándole a él, toda su vida había vivido con magia, incosciente o conscientemente, pero lo había hecho. Sabía que su magia regresaría, pero no podía más que sentirse vacío, ¿sería la parte que Voldemort había abandonado y con la que su cuerpo ya se había acostumbrado? Tomó aire pesadamente, no estaba seguro de nada en aquel momento, si quiera de que su poder volviese.

Una mano se deslizó por el sofá llegando hasta la suya propia, entrelazando sus finos y pálidos dedos con los suyos. La miró unos segundos después de mirar a un Gellert que parecía sumido en sus pensamientos mirando ahcia alguna parte. No pudo evitar esbozar una pequeña y puntual sonrisa. Solo estaba seguro de que Severus lo amaba y estaba junto a él... Apretó el agarre que el mayor le proporcionó cuando tiró de él para llevarlo hacia el comedor.

- Debes recuperar fuerzas.- Murmuró el profesor colocándose a su lado.

Desde aquel fatídico día, no podía alejarse de él, en un principio, pensó en sobreprotección, en el ligero sentimiento de amor que le hacía sentir, pero, hacía otros tantos días... Había descubierto que aquello había pasado si quiera a su entendimiento, a lo que quería entender. La historia se repetía una vez más, no quería ver a la persona que amaba muriendo entre sus brazos. Apretó los dientes entrando dentro del salón, solo Remus se hallaba allí cenando. Si por él fuese, él solo se hubiese llevado a Harry tan lejos que nadie en su sano juicio sería capaz de seguirlos, pero él necesitaba de los suyos... Y él mismo del moreno. Al menos éso descubrió aquel mismo instante en el que lo salvó entre lágrimas de la mazmorra y dejó un suave beso en sus labios, de no ser por aquella fuerza que le otorgó...

- ¿Estás bien?- Preguntó la voz del menor haciéndolo despertar.

- Sí, tengo que ir a buscar al resto, cena tranquilo.- Pasó su mano en una caricia por el cuello y salió de la habitación con paso tranquilo.

- ¿Y tú Harry? ¿Estás bien?- Volvió a hacer la pregunta que acababa de ver algo enmudecido por aquel afecto que acababa de darle el profesor, ¿qué no le había contado Harry?

- He estado mejor.- Sonrió falsamente sentándose junto a él, no tenía mucho apetito y cogió algo de lo que hubo en la mesa.

- No tienes buen aspecto Harry, al menos... Has recuperado algo de color.- Lo miró de reojo esperando su reacción con intriga.

- Sí...- Enrojeció tratando de disimularlo, aunque temía no poder hacerlo.

- ¿Hay algo que no me hayas contado?- Ésta vez volteó hacia él con una ceja alzada, dejando su mano en su silla en gesto sobreprotector.

- He... He perdido mi magia.- Musitó en un corto hilo de voz que de verdad demostró dolor, agachó la mirada hacia él sin poder sostenérsela, tenía miedo, y la cara de confusión del contrario lo decía todo.- Temporalmente.- Añadió como dato revelador que sin duda lo tranquilizó.

- No te preocupes Harry.- Le palmeó el hombro dejando su mano ahí.- Todos estamos contigo, quizás Dumbledore no lo sepa, pero tenemos algo más fuerte, nuestra unión, con o sin magia, eres parte de nuestra unión.- Lo animó con una grata sonrisa, no estaba el pobre para compadecerse de él.

- Supongo que tienes razón.- Le arrancó una sonrisa azorado, su familia era su familia, sabía que no lo dejarían atrás.

- Por cierto...- Murmuró paseando sus ojos por el cuello del menor de nuevo, ¿se creía que era tonto o qué?- ¿Hay algo más que no me hayas contado?- Preguntó dejándole ver que tenía algo en el cuello, más bien un 'algo' que le habían provocado. Harry lo comprendió tan rápido como lo vio entrecerrar sus ojos.

- Remus...- Lo llamó parpadeando rápidamente, él tenía más criterio y sentido común que su tío Sirius.- Yo... q... quiero a... Severus.- Le costó decir con los ojos entristecidos mirándolo directamente avergonzado, no quería que lo tomase a mal, pero, era una realidad.

- Entiendo...- Tomó aire costosa pero apaciblemente, ya lo había visto. Desde el instante en el que el profesor lo rodeó con sus brazos para protegerlo, pudo ver el tremendo cariño y amor que le profesaba en aquella acción.- No voy a detenerte Harry.- Comenzó endureciendo levemente el rostro.- Ya no eres un adolescente y cometerás muchos errores en tu vida, de corazón espero, que éste no sea un error.- Continuó con toda la atención de su protegido.- Lo intuí obviamente... Yo también lo viví.- Dejó escapar una ligera sonrisa mirando hacia la sala contigua, donde se hallaba Sirius.- ¿Estás seguro Harry?- Volvió de nuevo su mirada hacia él con cautela.

- No estoy seguro de nada tío...- Habló vacilante.- Pero ésto para mí es todo y... Estoy seguro.- Sacó fuerzas de dónde no las tenía para hablar claramente, seguro de sus palabras. Una sonrisa renovada se esbozó en el rostro de su pariente.

- Entonces, me alegra que sea correspondido.- Lo abrazó un instante.- Éso sí, como te ponga una mano encima...- No pudo ver su enrojecimiento hasta que se separó del abrazo y tampoco pudo evitar estallar en una risa divertida al ver lo colorado que se encontraba... Ay... Divina juventud... No podía estar más feliz de que Harry así lo fuese, incluso, se alegraba de que fuese Severus, se lo merecía después de todo.

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a) Lo que pasa con Tonks (ya sea que regresa con los de la orden o queda presa con Dumbledore) (Idea de Helen Black)
b) Dumbledore cambia de planes y decide terminar primero con el aquelarre que queda de los seguidores del antiguo Señor Oscuro para que dejen de intervenir.
c) Sirius interrumpe la conversación de Remus y Harry ya que Gellert piensa que lo que necesita el joven es menos presión y tranquilidad, aquello no le parece bien a todos. Y ante la petición de Severus anteriormente, decide darle un día de descanso con él. (A vuestra elección)

Yo continuo

–¡Buenas! –exclamó Sirius al entrar en la habitación, sentándose en uno de los puestos y convocando la comida con su varita. – Buen Provecho – les dijo a ambos y estos contestaron.

La comida siguió su curso, entre conversaciones triviales y preguntas incomodas por parte de Sirius que Harry logró esquivar gracias a Remus.

–Harry, Gellert cree que estás demasiado presionado, y ha pensado en darte un día libre, para que lo pases como tú quieras, claro, con pequeñas restricciones– sonrió Sirius, mirando a su ahijado.

Harry se puso a pensar, como sería mejor pasar su “día libre”. Sería bueno pasarlo con Severus, pero también quería pasarlo con Sirius y Remus.

–¿Un partido de Quiddich cuenta? – preguntó entusiasmado Harry. Sirius sonrió
–Sí, sí cuenta. – No hubo que decir nada más.

El resto de la tarde se la pasaron volando en unas escobas que Sirius siempre llevaba a todos lados, Remus los observaba desde el suelo mientras leía un libro. Severus de vez en cuando se unía al castaño a observarlos, para luego retirarse.

Eran más de las seis de la tarde cuando Harry y Sirius bajaron, sudados, pero con grandes sonrisas implantadas en sus rostros. Ambos apenas entraron fueron a darse una ducha antes de cenar, pues ya Gellert había avisado que la cena estaba lista.

Diez minutos después, todos estaban reunidos en la mesa cenando con tranquilidad, Harry y Sirius parloteando sin cesar sobre la experiencia vivida hacía pocos minutos. Y todos les observaban enternecidos, incluso Snape, aunque sabía ocultarlo.

La hora de dormir llegó, y con eso cada uno se fue a su habitación.
Cerca de las 11 de la noche, Harry se escabulló a la habitación de Severus, el cual estaba sentado en una butaca leyendo un libro. Este último sonrió cuando vio entrar a Harry a su habitación, sin pedir permiso.

–¿Quién le ha dado permiso de entrar, Señor Potter?– Harry pegó un brinco al escuchar a Snape hablando.
–Quería dormir contigo– susurró inocente, mientras se tiraba en la cama. Severus dejó el libro y se fue a acostar a su lado, ya tenía puesta la ropa de dormir, la cual consistía en un pijama color gris.
–Me agrada que quieras dormir conmigo, pero no creo que a tú Padrino le agrade – susurró el pelinegro, besando los labios del menor. Harry correspondió el beso.

Las caricias, los besos y abrazos fueron lo único que hicieron por la siguiente hora, sin pasar a otro nivel. Solo cuando Harry cayó dormido en los brazos de Severus, este se permitió relajarse y caer dormido minutos después.

a)Sirius va a la habitación de Harry y no lo encuentra, buscándolo, lo encuentra en la habitación de Snape y arma un escándalo.
b) Lo que pasa con Tonks (ya sea que regresa con los de la orden o queda presa con Dumbledore) (Idea de Helen Black)
c)Dumbledore descubre el lugar donde se están escondiendo.

Albus sonrió ligeramente, sentado en la silla desde la que velaba el sueño de Gellert. Solo llevaba tres días viviendo con esos cuatro magos, pero habían sido los más felices de su existencia.

Primero que nada, estaba el evidente romance entre Severus y Harry, solo había que fijarse para comprender sus intercambios de miradas cargadas de significado a todas horas. Harry se sonrojaba como un colegial (quizás porque, de hecho, lo era) cada vez que Severus le decía algo. El pocionista siempre tenía un ojo pendiente del chico y otro en lo que fuera que estuviera haciendo, como mandar patronus a su otra casa protegida a los miembros de la Orden para ver como avanzaban los planes de Dumbledore.

Severus era el primero que corría hacia Harry cuando esté agachaba la cabeza y su rostro se descomponía al recordar algo desagradable para ayudarle a salir de sus recuerdos, para hacerle ver que estaba ahí, a su lado. Aunque el gryffindor era un chico alegre y fuerte y estos episodios eran escasos, Albus no podía sino lamentar que hubiera tenido que soportar tantas desgracias.

Había que estar tan ciego como Sirius (aunque sospechaba que simplemente no se percataba porque prefería no hacerlo) para no notarlo.

En segundo lugar, la camaradería y el amor incondicional que se profesaban Sirius y Remus. Albus podría jurar que esos dos también estaban enamorados, quizás desde su juventud y que ni siquiera se habían dado cuenta, porque sus gestos le recordaban a los de un matrimonio. Sirius siempre sabía como animar a Remus, como arrancarle una sonrisa. Siempre se sentaban el uno cerca del otro, incluso movían las sillas involuntariamente para quedar a escasos centímetros. Remus era el único que podía extinguir la ira de Sirius, su peor defecto, con solo una frase. Dormían en la misma habitación por cuestión de espacio, pero seguramente aunque hubieran veinte habitaciones también compartirían una.

Parecía como si temiesen perder de vista un segundo al otro y que este desapareciese.

Fue Gellert quién le contó que Sirius había pasado trece años encerrado en Azkaban.

Eso, precisamente, le hizo entender porque se llevaban tan bien entre ellos, quitando los continuos tira y afloja entre Severus y Sirius. Tenían algo en común: toda una vida de sufrimiento, de penas, de dolor. Se comprendían sin necesidad de palabras, por ello, no hablaban del pasado más de lo necesario.

Sonreían, hacían bromas, se reían, animaban al desanimado. Eran increíbles y divertidos. Sobre todo, divertidos.

Sacudió la cabeza, saliendo de su ensimismamiento. ¿Cuanto rato había pasado pensando? Por las ventanas se colaba la luz del sol. Ya debían ser las nueve o diez de la mañana. Se levantó para despertar suavemente a Gellert, pero no lo consiguió, porque justo en ese momento alguién gritó desde el pasillo lo suficientemente alto como para despertar a los muertos.

—¡QUEJICUS! ¡¿QUÉ DEMONIOS HACE HARRY DURMIENDO CONTIGO?! ¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN! ¡ES MÁS, EXIJO UN DUELO A MUERTE!

Albus sonrió sin poder evitarlo. Debería preocuparle, pero es que...

—¡SIRIUS, POR MERLÍN, NO GRITES! —ese había sido Remus.

—¡¿CÓMO NO VOY A GRITAR CUANDO ESTE DESGRACIADO HA ABUSADO DE MI AHIJADO?!

—¡NO DIGAS ESTUPIDECES, BLACK! —vaya, era la primera vez que oía a Severus tan enfadado.

—¿Te divierte, Albus?

El joven miró a Gellert. Se había incorporado y sentado en la cama y lo estaba observando también con una pequeña sonrisa en los labios.

—Lo siento —se disculpó.

—No pasa nada, a mí también me resulta divertido —afirmó el mago, levantándose lentamente y cambiándose del pijama a la túnica con un pase de varita—. Pero será mejor que intervengamos. No será tan divertido si alguno de los dos mata al otro y Harry entra en una depresión.

Albus asintió y se puso en pie. Hacía rato que se había vestido.

—Es solo que, ¿realmente ellos son nuestra mejor esperanza para acabar conmigo?

Una sombra de dolor cruzó el rostro del anciano.

—No lo digas así.

—Pero tiene que ser así, Gellert. Lo sabes muy bien. Para que él muera, yo debo ser destruido primero.

—No lo permitiré —aseguró el mago firmemente.

Albus negó con la cabeza y iba a añadir algo más, pero los ojos azules de Gellert habían perdido su brillo y decidió dejarlo pasar. No quería causarle más dolor. No a él.

Afortunadamente, el sonido de varios objetos rompiéndose le dio la excusa perfecta para cambiar de tema

—Sera mejor que vayamos a ver que pasa.

Gellert asintió y salieron de la habitación.

Mientras el anciano mago intervenía en la disputa, en donde Harry permanecía delante de un Severus extremadamente irritado, probablemente para evitar que este matara a su padrino, mientras que Remus estaba discutiendo con Sirius y agarrándolo del brazo para que no se acercara al pocionista, Albus no pudo evitar pensar en si alguno de ellos se daba cuenta de que estaban en medio de una guerra.

Parecía que fuera de aquella casa no existiera nada. Que podían permanecer allí para siempre, con aquellas tontas disputas y todo el amor que podían darse, consciente o inconscientemente.

Durante un segundo, un escaso y pequeño segundo, Albus deseó que realmente pudiera ser así.

Aunque sabía que aquella paz no duraría mucho tiempo.

a) Lo que pasa con Tonks (ya sea que regresa con los de la orden o queda presa con Dumbledore) (Idea de Helen Black)
b) Continuación de la disputa entre Severus y Sirius y el final de esta, con Sirius no estando de acuerdo pero aceptándolo, con amenaza a Severus de muerte si osa hacerle daño a Harry.
c) Draco despertándose aterrorizado tras una pesadilla en la que continuaba bajo el yugo de Dumbledore y Charlie o algún otro Weasley consolándolo.

Yo continúo


Aunque sabía que aquella paz no duraría mucho tiempo.


a)Dumbledore logra saber la localización, Albus-Horrocrux al ser parte de Dumbledore original nota su inmensa dicha, además de presencia acercándose y alerta a los demás.
b) Gellert le dice a Harry que la razón de que su magia no vuelva es que él mismo la reprime por que cree que ha asesinado a Voldemort, que se a apropiado del poder de este y en el fondo cree que se volverá malvado como él. Severus lo conforta y lo ayuda.
c) Vemos que está haciendo la Orden y los misteriosos magos que no están con Gellert ni con Dumbledore.

La situación en la casa oculta de la Selva Negra era muy tensa.

Tras descubrir la relación amorosa entre Severus y Harry, Sirius se había comportado como un energúmeno. Había gritado, hechizado y, si Remus le hubiese dejado, habría hecho pedazos a Snape. Menos mal que el licántropo era sensato y lo había mantenido atado en corto entre él y los demás.

El animago ni siquiera escuchaba las explicaciones que Harry intentaba darle. Estaba completamente obcecado en su propia versión de la historia.

Gellert había intervenido intentando poner paz, pero los comentarios desagradables de Severus y la furia de Sirius eran dos fuerzas de la naturaleza imparables. Y, combinadas, podían ser hasta mortales, así que finalmente Remus se había cansado de tanta tontería y había arrastrado a Sirius hasta una de las habitaciones, en donde había seguido despotricando pero sin molestar a nadie. Excepto al pobre licántropo, que se había quedado con él intentando hacerle entrar en razón.

Harry había intentado hablar con Severus, pero este estaba demasiado enfadado. Detestaba a Black desde el colegio, pero que insinuase que él se aprovecharía del joven cuando se había pasado la mitad de su vida intentando protegerle.... Al final, le había dado un corto beso en los labios al gryffindor y se había marchado al sótano de la casa a preparar alguna poción.

No quería que Harry pagase los platos rotos. Suficiente había tenido ya que pasar.

Gellert había bajado con él, interesado en sus experimentos, por si algo podía serles útil contra Dumbledore.

Así que Harry se había quedado a solas con el horrocux de Albus Dumbledore en la cocina. Lo había visto muy poco desde que despertara, pues este pasaba la mayor parte del tiempo en las habitación que compartía con Gellert, solo. Ni siquiera solía bajar a comer.

—Eh... ¿Hola, soy Harry?

Albus le sonrió.

—Supongo que entonces yo soy Albus.

—¿Supones? —preguntó el gryffindor, un poco confundido.

—No me gusta ese nombre, pero Horrocrux la verdad es que suena aún peor.

—Definitivamente.

Los dos se sentaron en la mesa y Harry se preparó un buen desayuno y se sirvió té. En realidad no tenía hambre, pues estaba preocupado por la reacción de Sirius y el cabreo de Severus, pero si tenía que luchar en el futuro y encima estando sin magia, necesitaba algo de fuerza.

Se percató de que el otro joven no se servía nada y lo miró intrigado.

—¿No tienes apetito?

—No. Nunca —dijo simplemente.

—¿Nunca?

—No soy un ser humano normal, Harry —explicó con amabilidad—. Solo soy un pedazo de alma en un cuerpo prestado.

Harry se atragantó con su té al oír eso.

—¿Qué quieres decir con eso? ¿Hay alguien más ahí dentro? ¿Estás poseyendole como Voldemort hizo conmigo? —preguntó, completamente horrorizado.

—No estoy poseyendo a nadie. El alma original que habitaba este cuerpo lo abandonó en el mismo momento en que yo entré en él —hizo una pausa, considerando si debía o no contárselo y decidió que Harry merecía saberlo—. Esta ni siquiera es la apariencia original que tenía cuando murió, el cuerpo se ha ido amoldando a la forma de Albus Dumbledore con los años.

El moreno lo miraba pasmado. El mundo mágico siempre lograba sorprenderle, pero aquello sonaba casi imposible. Sonaba... terrible, oscuro.

—Puedo... ¿Puedo preguntar quién era?

—Aberforth Dumbledore.

—¿Dumbledore? ¿Su hermano? —preguntó, incrédulo. ¿De verdad había confiado tanto en un hombre capaz de asesinar a su propia familia? ¿Tanto se había equivocado?

—Así es. Verás, hubo un momento en que Grindelwald y Dumbledore se separaron, solo mantenían contacto por carta. Lo que Gellert no sabía que es Aberforth los había estado espiando durante mucho tiempo y aprovechó para enfrentarse a su hermano mayor en ausencia de Gellert, pensando que estaba siendo manipulado por este y tratando de hacerle entrar en razón —negó suavemente con la cabeza, apenado—. Lo que ocurrió era tan inevitable como impredecible. Albus ya no estaba en sus cabales, el poder se le había subido a la cabeza, creía que Aberforth quería ocupar su lugar. Ya no pensaba con claridad. Le lanzó un Avada sin dudarlo —suspiró—. Así fui creado. Un pedazo, un desgarro de alma producido por el peor crimen que se puede cometer. Lo inesperado fue que me lleve los pocos sentimientos positivos que le quedaban.

—¿Por qué? Es decir, el horrocrux de Voldemort era completamente maligno.

—Por Aberforth, creo. Él creía que Albus era bueno y creo que eso fue decisivo.

Harry miró al joven. Debía ser muy duro vivir así. No ser ni persona ni un ser vivo por derecho propio. Y saberlo, ser consciente en todo momento. Este Albus era genuinamente bueno, según había dicho Severus. Viéndolo así, contando su historia tan tristemente, a Harry le daban ganas de intentar ayudarlo como fuera. Pero, ¿cómo? Para destruir a Dumbledore había que destruir su horrocrux primero.

Se dijo a si mismo que no, de ninguna manera. Encontraría una forma de acabar con Dumbledore sin destruir a su horrocrux. El no era Voldemort. Y no pensaba sacrificar nada por el bien mayor.

Estaba a punto de decirle que pensaba ayudarle, cuando Albus abrió los ojos, espantado. Puso tal cara de miedo que el propio Harry se contagió.

—¿Qué ocurre? —preguntó angustiado.

—Nos ha encontrado. Sabe donde estamos. ¡Tengo que encontrar a Gellert y sacarlo de aquí! —gritó, mientras se levantaba dejando la silla caer estrepitosamente al suelo y corría hacia el sótano. Harry le siguió inmediatamente, pensando solamente en Severus. Irrumpieron en el laboratorio dando un fuerte portazo y los dos magos clavaron sus ojos en los recién llegados—. ¡Nos ha encontrado, Gellert! —gritó Albus enseguida—. ¡Tenemos que salir de aquí YA!

Pasaron dos cosas al mismo tiempo. Escucharon un fuerte ruido de cristales rotos proveniente del piso superior y como la casa temblaba, mientras que una nutria plateada llegaba a toda prisa hasta Harry.

—¡Nos están atacando, Harry! —gritó la voz de Hermione—. ¡Alguien nos ha delatado! ¡Estamos luchando y tenemos preparada la huida, pero han capturado a algunos de los nuestros, HUID!

La nutria plateada se disolvió.

Los cuatro se quedaron paralizados durante unos segundos, mirándose los unos a los otros. Entonces, Severus reaccionó, cogió un vial de poción y se lo pasó a Gellert, que empezó a conjurar un traslador mientras el pocionista fortificaba la puerta con hechizos de protección justo a tiempo, ya que enseguida escucharon pasos bajando hacia el sótano.

Gellert extendió la mano con el vial y tomó a Albus del brazo.

—¡Tocarlo, se activará en un minuto!

Severus se acercó y lo tocó, pero Harry no. Harry no porqué se acababa de dar cuenta de algo.

—¡Sirius y Remus siguen arriba!

—¡No podemos ir a por ellos! —le gritó Severus y le dio un fuerte tirón, rodeándolo con un brazo y pegándolo a su cuerpo.

El traslado se activó. La puerta voló por los aires.

Los magos no hallaron a nadie en el laboratorio.

a) Sirius y Remus logran escapar y se reúnen con lo que queda de la Orden (como ya habían estado antes con ellos saben a donde huirían en caso de ataque). Allí descubren quienes han sido capturados y quienes no.
b) Harry y los otros tres llegan a un nuevo escondite. El chico tiene una crisis nerviosa muy grave por haber dejado a Sirius y Remus atrás. Severus lo calma con una poción y se queda junto a él, prometiendole que todo saldrá bien.
c) Desde el punto de vista de Dumbledore, los resultados de sus dos ataques y la captura de Sirius y Remus.

¡Yo continuo!

Caminaba tranquilamente por el despacho, mientras saboreaba un caramelo de los que tanto le gustaba. Sonrió perversamente ante los pensamientos que tenía.

Su ataque había tenido exito. Había mandado a un gran grupo de sus seguidores a atacar el refugio en donde se encontraban los Weasleys, el resto de la orden y los alumnos que habían escapado.

¿Cómo supo la ubicación de ellos?

Tonks los delató justo antes de morir. Fue tan hermoso ver vomo aquella chiquilla ingenua soltaba la taza y ver como su cabeza se estampaba contra la mesa que había invocado. Y ahora, gracias a esa informacion, había capturado a varias personas importantes.

Hermione Granger, Remus Lupin y Sirius Black.

Esa era otra novedad. Granger no había sido lista en esta situacion, enviando un patronus justo cuando se les estaba atacando, varios de sus lacayos habían seguido al patronus. Lamentablemente ya Harry y Gellert habían desaparecido, pero ahora tenía a dos de las personas mas importantes para Harry, sin incluir a Granger.

Muy pronto, cuando Harry se enterara de esto,vendría en busca de ellos. Harry era imoulsivo, y eso no se lo iba a quitar nadie.

Se sentó en la silla detras de su escritorio. Si, el final estaba cerca.

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-¡Sueltenos! ¡Maldito seas Dumbledore! ¡Ojalá y te mueras! - gritaba Sirius, tratando de drenar su frustración. Remus y él estaban en la misma celda, ambos encadenados y heridos.

Cuando sufrieron el ataque, estaban hablando de harry y de repente escucharon la explosion. Daban gracias a Merlín que Harry se hubiera salvado. Se defendieron todo lo que pudieron, pero le ganaban en número y fue inevitable que los atraparan.

-Todo estará bien, Sirius- le dijo Remus, y Sirius creyó en él. Se calmó, tratando de idear un plan de como escapar y ayudar a Harry, pero no se le ocurría nada. Miró a Remus, y dedujo que él tambien estaba pensando en lo mismo.

a) Harry y los otros tres llegan a un nuevo escondite. Harry sufre una crisis por haber dejado a Sirius y a Remus, Seveus le da una pocion calmante, se queda con él y le promete que todo saldrá bien. (Idea de Kayazarami)
b) Lo que está haciendo lo que queda de la orden.
c) Dumbledore descubre gracias a la union con su Horrocrux la ubicacion de Harry y ataca.

Yo continuo.



Albus saboreaba el olor de la victoria, quién le diría lo bueno que había sido (y lo funcional) la creación no planeada de su horrocrux. Vaya que le estaba sirviendo de mucho, no solo tenía atrapados a Remus y Sirius, y la hija de “muggles” Granger, esa chiquilla muchas veces le sacó de quicio, lo bueno era que ya podía desquitarse, como lo hizo su momento con Lily, oh, no directamente para eso uso al bueno de Tom, oh, lamentaba su perdida, había sido una buena marioneta. Como todos.

Soltó una risilla de oscura satisfacción.  

Las cosas solo estaban yendo de mejor a ver casi realizado su plan. Pronto todos estarían a sus pies. Solo para asegurarse volvió a realizar el hechizo le localización. De verdad que se sorprendía por no haberlo realizado antes, pero con todos los movimientos de sus marionetas apenas y lo había relacionado, era un horrocrux suyo, obviamente tenían relación.

Llamó a sus lacayos por medio de un hechizo, era hora de ir por el último cabo suelto. Un pasó más, otra ficha por eliminar y el mundo mágico sería suyo.


Se tapó la boca con su mano ahogando el gemido asustado que pugnaba por salir. Lo sentía. Dumbledore sabía de su localización, lo estaba utilizando a él para localizarlos. Miró hacía la cama, donde descansaba Gellert, tenía que hacer algo, asegurase de que nada le pasará, no a él. Con el mayor cuidado, para no alertarlo salió de la habitación y se dirigió a la del pocionista.

Él era su única elección, solo esperaba no interrumpir nada.


Cuando las protecciones comenzaron a ser atacadas despertó a Harry y le hizo tomar la poción que había terminado de hacer con Gellert, antes de ser atacados por primera vez. Harry lo miraba extrañado, él le mandó una mirada apremiante, no tenían mucho tiempo.

Aun sin saber qué pasaba Harry tomó obediente la poción. Y antes de poder preguntar, sintió las barreras de la casa a punto de caer. Los estaban atacando. Se levantó rápidamente, siendo detenido por su amado, lo miró alarmado. Severus solo negó en silencio.

Su boca siendo reclamada por los labios contrarios, siendo acariciada con amor, cariño y ternura, solo un roce ligero, como si una pluma fuera pasada por ellos; lento sin prisas tomando su tiempo. Como si fuera el último que se darían, y eso le asusto, pero no por eso dejó de besarlo.

Lo besó con todo ese amor que tenía, que le hacía experimentar, Severus sabía que podía ser el último y quería disfrutarlo al máximo. Tenían tres minutos más antes de que las barreras cayeran. Al separarse lo tomó de la mano y lo condujo al cuarto de Gellert.

Éste todavía se encontraba acostado, la poción que el horrocrux le había hecho tomar debía de estar haciendo efecto, perfecto. Asintió hacia él y éste le respondió posicionándose al lado de Gellert dejando un beso en su frente. Si las cosas salían de acuerdo a lo planeado todavía tendrían una esperanza. Se volteó a ver a Harry, y él le regresó la mirada. Unió sus frentes, odiaba tener que dejarlo pero no permitiría perderlo, todavía tenía una última lucha que librar.

—Necesito que me des tu palabra de mago —Harry lo miró con duda, ya no había mucho tiempo. —Ahora, Harry, necesito que lo hagas, ya no hay mucho tiempo.

—Te doy mi palabra de mago, Severus —fue un susurro pero suficiente.

—Bien. Tomarás la mano de Gellert y no la soltarás por nada, dentro de un minuto el traslador que Albus tiene se activará y los llevará a otro escondite, él último a mi poder, y no harás nada imprudente —Harry negó con la cabeza, Severus no podía estarle haciendo eso, él no podía dejarle. Se resistió contra su agarre mientras lo conducía a la cama y hacía tomarle la mano al mago dormido. —Debes recuperar tu magia y actuar tan slytherin como te sea posible, de la misma manera que lo hiciste durante la guerra con Voldemort y demostrar porque el sombrero te quería en esa casa. Me diste tu palabra de mago, y aunque no tengas toda tu magia, parte de ella está en tu cuerpo todavía.

—De acuerdo, lo prometo, pero no me dejes. No puedo hacerlo sin ti —. Lo miró con los ojos apunto del llanto. Toda respuesta fue cortada por el impacto de las barreras cayendo.


Albus Dumbledore vio desaparecer frente a sus ojos a Harry, Gellert y su horrocrux. Mientras Severus le miraba de manera desafiantes, superior y con una sonrisa de medio lado, esa sarcástica que odiaba. Él le sonrió de la misma manera, si creía que eso lo detendría estaba muy equivocado, sus as habían terminado, como él.

—Mi muchacho eso que hiciste es inútil, solo retrasaste su caída… —La risa de superioridad de Snape lo interrumpió. Lo dejaría disfrutar un poco más antes de eliminarlo, una pena.

—Qué te hace pensarlo, Dumbledore. Ya estas chocheando si no te has dado cuenta. Pobre de ti, el gran Albus Dumbledore engañado por un simple mestizo. Debería darte vergüenza, y más porque fue enfrente de tus lacayos. —Esa sonrisita le estaba tocando los nervios, de qué diablos le estaba hablando. No, no podía ser, él no tenía esa capacidad. Con rapidez conjuro el hechizo de localización, encontrando nada, no sirvió, él maldito lo había hecho. —Oh, ya te diste cuenta, demasiado tarde.

—¡Devasto! —El hechizo impacto en el escudo de Snape, pero aun así lo aventó fuerte contra la pared detrás de él. —Atrápenlo y llévenlo a las mazmorras. ¡Ahora!

Forzó una sonrisa, ya se las pagaría, él tendría en su poder a Harry Potter y a su horrocrux solo era cuestión de tiempo.


a) Un vistazo a la reacción de Sirius y Remus al ver que atraparon a Snape.
b) Cuál es la reacción de Harry al llegar al escondite y podría ser ayudado por Albus-horrocrux provocando que Harry haga magia accidental.
c) Vemos que está haciendo la Orden (lo que queda de ella) y los misteriosos magos que no están con Gellert ni con Dumbledore. (Propuesta por Mahozahamy).

Yo continúo, a ver que sale xD está dificililla la cosa

Gellert, Harry y Albus aterrizaron suavemente en el suelo de lo que parecía una antigua mansión.
-¿Estamos todos bien? Preguntó Albus, preocupado tanto por Gellert como por Harry, pero sobretodo por este último, ya que había tenido que abandonar a Severus, obligado por él mismo, y entendía como podía sentirse, pues él jamás sería capaz de abandonar a Gellert a su suerte.
-Yo… si, solo estoy un poco maread… En ese momento Harry se desmayó.
-¡Harry! Ayúdalo mi querido Albus, parece que está en shock, ha estado pasando demasiado durante estos días, eso junto a la reciente pérdida de su amante ha debido ser demasiado para él, esperemos que recupere su magia antes de que sea demasiado tarde…
Albus hizo lo que Gellert le pedía y tomó a Harry en brazos y lo trasladó a otra habitación donde había una gran cama de madera de ébano, la habitación estaba decorada de una forma bastante sencilla, pero era también muy hermosa, con paredes en colores crema y una ventana por la que entraba bastante luz.
Albus lo recostó en la cama y le acarició levemente el cabello, se había encariñado bastante con el chico y le daba mucha lástima que tuviera que sufrir tanto, realmente era importante que recuperara pronto su magia, y rezaba por que pudiera vencer a Dumbledore, aunque para ello él también tuviera que morir, sabía que el chico tenía el potencial y la magia suficiente para vencerle, pero si no conseguía recuperar su poder pronto, quien sabe lo que podría llegar a ocurrir.
De pronto oyó un pequeño gemido y notó como Harry se removía, parece que estaba despertando.
-Ey pequeño, ¿estás bien?
-Severus, él... ¡Tenemos que ir a rescatarlo! Quien sabe lo que Dumbledore será capaz de hacerle. Dijo Harry mientras trataba de incorporarse.
-Harry, no podemos hacer eso, no mientras no tengas tu magia, le diste tu palabra de mago a Severus de no hacer nada estúpido, si vas a buscar a Dumbledore ahora lo único que conseguirás es que te maten.
-¡Me da igual la estúpida magia! ¡Me da igual que ese viejo decrépito me mate! ¡No pienso dejar que le vuelvan a hacer daño a Severus! ¡No puedo permitirlo! Mientras Harry decía todo esto con una expresión en su rostro de pura agonía, un leve viento, que pronto se volvió huracanado empezó a soplar en la habitación, conforme más alterado estaba Harry, más fuerte era el viento, que consiguió volcar un par de sillas que se encontraban en la misma.
-Harry, cálmate, si no te tranquilizas vas a destrozar la habitación. Dijo Gellert desde la puerta, quien al sentir la explosión de magia accidental, había acudido a la habitación. Esa explosión era una buena señal, significaba que la magia estaba volviendo a Harry, pero necesitaban que la controlara, pues así no les serviría de nada, y también tendrían que entrenar a Harry, pues con el nivel actual que tenía como mago sería apenas un aperitivo para Dumbledore.
Entonces el viento empezó a descender en intensidad mientras Harry empezaba a sollozar levemente, Albus y Gellert intercambiaron una mirada cargada de significado, sabían que ahora que Harry estaba recuperando la magia debían empezar con los preparativos de inmediato.
-Harry, te voy a dejar solo para que te tranquilices, cuando estés más calmado, ven al salón de abajo, tu entrenamiento empezará hoy mismo. Dijo Albus con una voz severa. Y tras esto, tanto Gellert como Albus fueron abajo, tenían mucho trabajo que hacer si querían ganar la guerra que ya estaba empezando.

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a) Un vistazo a la reacción de Sirius y Remus al ver que atraparon a Snape (Propuesta por Lizie CoBlack)
b) El entrenamiento de Harry a manos de Gellert y Albus.
c) Lo que ocurre con Severus ahora que está atrapado

Yo continuo.

- Volveré de entre los muertos si hace falta.- Alzó las cejas en su misma expresión lanzándole un reto. Que ganase el mejor.



Ya no podía, no más, estaba cansado, sus músculos y articulaciones ardían ante cualquier movimiento, aunque este fuese mínimo. Su rápida respiración se escuchaba por toda la habitación. Esto era una tortura, ya no podía, en serio, se encontraba tan cansado, solo quería cerrar los ojos un momentos, solo un espacio pequeño de tiempo para descansar, corto. Cerró los ojos, y allí estaba él, su amado, el que lo había dado todo por él, por quien quería ganar la guerra, porque anhelaba poder estar juntos, disfrutando del amor mutuo. Pero en ese momento se sentía tan  cansado, y él no estaba allí, junto a él, como lo prometió, se encontraba solo sin él, perdido.

—Levántate —. Escuchó su voz clara, pero ya no podía, no lo haría, ya no más. —¡Que te levantes te he dicho! —Su voz no fue un grito pero tenía tal poder y advertencia implícita que en cualquier otro momento no desobedecería. —Y así quieres ganar la guerra, eres patético, Severus no merece lo que debe estar pasando por ti y el nulo desempeño que estás haciendo. Albus ya hubiese terminado contigo, y todo esfuerzo y dolor que las personas sufrieron para darte la oportunidad de ganar serían en vano, tu propio dolor.

—Gellert… —El susurro de Albus fue una queda queja.

—No, Albus, esto no es nada de lo que deben estar sufriendo los demás en este mismo momento, esto es un juego de niños, y él debe aprender a levantarse, a no caer. Sus patéticos intentos ya le habrían llevado a la muerte y con ello la condena del mundo mágico. Debe afrontar la realidad, su realidad, no es lo que un muchacho debería pasar pero lo está haciendo y debe asumir su responsabilidad —. Su voz era autoritaria, pero a la vez un toque de comprensión reflejaba; Alta y clara no solo era un mensaje para Albus sino también para Harry.

Un bombarda máxima impactó contra el escudo que Albus rápidamente había convocado, un Deprimo lanzó en al suelo que Harry pisaba haciendo un gran hoyo en ella, el muchacho conjuro un Aresto Mometum que lo hizo no caer y saltar al lado; Gellert lo atacó, aun en el suelo con Depulso.

—¡Expelliarmus! —Fue el contraataque de Harry, está vez en voz, todo los anteriores fueron solo movimientos de varita, eso hablaba bien del muchacho, y de lo que era capaz de hacer.

—¡Flipendo! —El joven mago rodó aun lado esquivando el hechizo aun en el suelo. —Levántate, eres presa fácil en el suelo. —Mientras decía eso lanzó un Locomotor Mortis, eso hizo que Harry casi cayera al esquivar el hechizo. —Nunca bajes la guardia.

—¡Crucio! —Con todo la furia que Harry tenía atacó siendo recibido por Albus, al interponerse entre este y Gellert, él se retorcía pero ningún sonido salía de sus labios. Harry al reaccionar y después de solo mantener la maldición 30 segundos cayó de rodillas. —No quise, Albus, perdóname, no era mi intención.

Gellert quien se arrodillo al lado de Albus y le dio un vial, comentó.

—Jamás te arrepientas de tus movimientos, ese momento de indecisión te puede costar el duelo; no luches enojado, ni con coraje, siempre mantén la calma, de otra manera eres presa fácil, y tus ataques se vuelven erráticos, poco servibles. No utilices magia negra si antes no la has utilizada, ni mucho menos si no tienes el suficiente coraje de hacerlo, eso solo te desgastara mágicamente, te hará débil. Nunca permitas caer, y en caso de hacerlo levántate lo más rápido posible o has que tu oponente también caiga, pues tu oponente es superior es esos valiosos instantes. Si puedes utilizar magia sin varita solo utilízala en momentos decisivos, no le hagas saber a tu contrincante esa habilidad, te puede servir cuando menos lo esperar. —Gellert había recitado todo ello mientras checaba a Albus.

Harry trataba de recuperarse del esfuerzo mientras veía la amabilidad en que el mago mayor procuraba a Albus y por un momento extraño a Severus, pero puso la mayor atención a todo lo hablado por Gellert.

—Has uso de todo tu ingenio, a la hora de elegir los hechizos, si tu magia es la blanca tienes que aprender el uso correcto que esto puede provocar con la intención de ser utilizados para atacar. —Gellert le dio una profunda mirada. —Nunca permitas que tu animo caiga de ello depende parte de tu fuerza mágica, en la determinación que tienes, mantente controlado, lo máximo posible e utiliza la intuición combinada con la inteligencia, eso puede asegurarte, siempre debes tener un plan de respaldo e improvisar en partes iguales. —Harry asintió. —Una última cosa, no caigas en provocaciones, ni actúes impulsivo.

—De acuerdo. —Susurró.

—Puedes irte a descansar un rato, continuaremos más tarde con lucha cuerpo a cuerpo, descansa lo más que puedas.

En silencio Harry subió a su habitación reflexionando lo aprendido, no eran lecciones que Severus no le hubiera enseñado, algunas sí, como la capacidad de los hechizos de magia y los as que podía guardar al último momento. Suspiró. Cerró los ojos, un solo parpadeo, y cuando los volvió a abrir la determinación se mostraba en ellos.

Harry el impulsivo gryffindor estaba fuera, estaba vez sería la serpiente que le había prometido a Severus ser, con la valentía de león que nunca abandonaría. Albus Dumbledore tendría que prepararse.



a) Lo que queda de la Orden consigue contactar con ésos misteriosos magos encapuchados para descubrir quiénes son. (BlackGSS).
b) La tortura de Severus desde el punto de vista de Dumbledore y su frustración por no poder sacar nada, cuando se da cuenta de la relación que mantiene con Harry y decide utilizarlo.
c) Sirius y Remus, qué es lo que están pasando y un vistazo a sus sentimientos (opcional si quieren unirlos amorosamente).

yo continuo

Los Weasley había logrado escapar, estaban en una de las casas de los pelirrojos, sabían que debían moverse rápido, no era uno de los mejores lugares para esconderse, pero había sido el primer al que pensaron cuando las barreras fueron rotas.

Ron se sentía miserable había visto como capturaban a Hermione y no había podido defenderla, era su mejor amiga, y no había podido hacer nada. Varios habían sido capturados, pero de los que a él le importaban solo había sido Hermione, esperaba que Harry y los demás estuvieran bien , pero ahora no sabían muy bien en donde ir o a quien hablarle para saber que más hacer.

Una lechuza entro por una de las ventanas y se posó con Draco, el chico parecía asombrado, vio como desataba la nota con manos temblorosas, noto como su hermano se acercaba para ver qué pasaba, pronto estaba leyendo la carta en voz alta.

Aliados de Harry Potter, los esperamos a la media noche en el valle de Godric, en el cementerio del pueblo, es momentos que se unan con los demás magos para poder solucionar el problema que surgió hace muchos años. La carta tiene un pequeño traslador que se activaría en el momento preciso.

Draco tenía un pequeño dije en las manos, era el traslador que mencionaba la carta

-¿por qué te tan alterado Malfoy? –pregunto Fred al verlo como se ponía pálido, el pelirrojo ya se encontraba mejor gracias a los cuidados de Pomfrey.

-es la misma lechuza que me dio una nota de mi padre el día que invoque la marca tenebrosa y Dumbledore enloqueció y mato a varios de mis compañeros.

-¿estás seguro? –fue el turno de preguntar de Geroge.

-si es la misma lechuza –dijo el chico

-¿qué es lo que aremos? –pregunto Ron al verla

-No es recomendable ir –dijo uno de los Slytherin que habían logrado escapar –es muy peligroso, no sabemos nada de Severus y los demás.

-¡tiene razón! no es recomendable movernos sin la orden del Profesor Snape –le secundo una chica

-lo que podemos hacer es dividirnos unos que vallan por el tralador y otros nos aparecemos para descubrir si es una trampa y ayudar a los demás –dijo el señor Waesley

-yo voy –dijo Ron –si algo pasa sé que me ayudaran y tal vez pueda ver a Harry

Al final Ron iba a ser acompañado por sus hermanos George y Charlie, los demás que irían se aparecieran y estarían listo a la redonda del cementerio para estar listos y atacar si era necesario.

Lo hora de la reunión llego y todos tomaron sus lugares, Ron con sus hermanos aparecieron en el panteón, cuál fue su sorpresa al ver que magos reconocidos estaban en el lugar, entre ellos estaba Nocolas Flamel, entre otros que aparecían en su cromo, a los pocos segundo también fueron apareciendo Mortifagos, todos estaban sorprendidos por la diversidad de magos que habían en la zona

Nicolas flamel se dirigió al centro –bueno se preguntaran por que los he traído –dijo el mago viendo las reacciones que había tenido los demás.

-como saben soy o era amigo de Dumbledore, él y yo trabajamos mucho, y fue donde me di cuenta que no era tan bueno como todos decían, por lo que empecé a vigilarlo y vigilar a los demás magos con cierto nivel de magia y con gran intelecto –dijo el mago viéndolos fijamente –he movido pocas cosas en el asunto para no llamar la atención de mi amigo, pero esta guerra esta por iniciar y dos magos muy poderos en estos momentos están arreglando lo preparativos para una enfrentación y es necesario que ayudemos.

-que ganaremos de todo esto –pregunto uno de los mortifagos que había n sido llamado.

-que ganara, -el anciano sonrió –si te refieres a gloria y poder, no te lo aseguro, lo único que puedo ofrecerte es que luches por tu libertad, que luches con nosotros para no permitir que nos gobiernen

A) Los demás de la orenden se entera de las junta de Nicoles Flamel y deciden apoyarlos para ir a la guerra
B) Los pensamientos de Lucius sobre la guerra y los pensamientos de los merodeadores
C) La tortura de Severus y lo que Harry este haciendo

Yo continúo

-que ganara, -el anciano sonrió –si te refieres a gloria y poder, no te lo aseguro, lo único que puedo ofrecerte es que luches por tu libertad, que luches con nosotros para no permitir que nos gobiernen

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a)Gellert considera que Harry está preparado. Decide hacer con Harry una investigación a Hogwarts para tantear terreno. Justo en el momento en que Dumbledore abandona el castillo en su nueva forma, dejando su cuerpo con protecciones en el castillo. Harry debe rescatar a Severus.
b)Nicolas Flamel empieza a intentar contactar con Harry.
c)Lucius Malfoy se entera de la existencia del grupo de Flamel, elige unirseles o tomar a Draco y dejar el país. (a elección)

Yo continúo ^^
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Llevábamos semanas así, entrenando sin descanso, Gellert no me dejaba ni un momento y Albus se encargaba de que a este no le pasara nada y que ambos comiéramos, ya que a veces ambos estábamos tan metidos en el combate que no nos dábamos ni cuenta de que estábamos hambrientos.

El amor que había en el ambiente cuando Albus salvaba a Gellert de mis ataques -ya que por fin le estaba cogiendo el tranquilo a esto- hacía que realmente tuviera ganas de ir corriendo a Hogwarts y salvar a Severus aunque fuera a puñetazos. Pero claro eso sería una imprudencia de mi parte y tenía que ceñirme al plan para poder salvarlo a él y con un poco de suerte también a Sirius y a Remus.

Como esta mañana Gellert estaba muy cansado, Albus y yo decidimos hacer un entrenamiento mas físico, así Albus le daba tiempo de atender a Gellert, ya que este parecía estar mas cansado y enfermo cada día que pasaba, hacer la comida para ambos y alguna poción por si la necesitábamos.

Así que cuando acabé, pues Albus estuvo mas pendiente de sus otras obligaciones, me fui a duchar, durante este tiempo me había dado cuenta de que no solo es necesario tener grandes conocimientos de magia, si no que también es necesario tener un buen estado físico durante un enfrentamiento, pues si Dumbledore utiliza algún encantamiento oscuro en mi, será mas fácil aguantarlo si estoy en buenas condiciones físicas.

Cuando entré en la cocina, estaban Albus y Gellert sentados esperándome para comer. Había un silencio sepulcral y extraño en la sala, en el momento que me senté y comencé a servirme la comida Gellert habló.

-He recibido una lechuza esta mañana- dijo seriamente.

En ese momento, casi me atraganto de la impresión. Si supuestamente estábamos protegidos y nadie salvo Severus sabía nuestra localización por lo que lo miré con aprensión esperando a que me aclarara lo que pasaba.

-Por lo visto alguien está reclutando un ejercito para la guerra que se avecina- dijo Albus alegremente- y es alguien que no nos esperábamos.

-Es Nicolas Flamel- comentó Gellert sin dejar que los interrumpiera- Esta es la carta y venía junto con un traslador- dijo mientras me pasaba la carta para que la leyera y enseñándome el pequeño botón.

Sin darle tiempo a que soltara la carta, se la arrebaté y comencé a leerla como loco.

Querido Gellert, Harry y el horrocrux que os acompaña.

Vuestros compañeros están bien, consiguieron escapar muchos de las garras de Dumbledore, os cuento esto porque supongo que Harry estará ansioso de saber cómo está la familia Weasley, que está al completo con nosotros.

Pues bien Gellert tengo una propuesta que hacerle, el traslador que le mando es para ir al Valle de Godric, al cementerio. Una vez allí, con mis aliados, os contaré todo lo que se y mi plan para entrar en Hogwarts.
Tenemos que darnos prisa, pues Dumbledore tiene que estar a punto de mover ficha.

Atentamente:
Nicolas Flamel

Me quedé mirando a Gellert y a Albus, a ver que tenían planeado ya que tenía muchas dudas en la cabeza porque sabía que Nicolas Flamel era amigo de Dumbledore y dudaba si realmente podíamos confiar en él.

a)Harry, Gellert y Albus van al cementerio a encontrarse con Nicolas Flamel y hacen planes para infiltrarse en Hogwarts.
b)Lucius Malfoy se entera de la existencia del grupo de Flamel, elige unirseles o tomar a Draco y dejar el país. (a elección) (propuesta de Mahozahami … -tienes un nombre laargo XD-)
c)Los planes de Dumbledore, cómo va a encontrar a Harry y qué pretende hacer con la apariencia de Nynphandora Tonks.