La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 capítulo 4 Ron odia los cambios

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gabrielle62

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Reto one shot DIS 2015 Feliz cumpleaños Severus 2015 Maratón Junio 2014 [Reto de Fanfics]Renovación No tienes logos aún.
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MensajeTema: capítulo 4 Ron odia los cambios   capítulo 4  Ron odia los cambios I_icon_minitimeLun Jun 02, 2014 4:50 pm



Algunas veces encuentras en la vida
una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida
la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reir sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.
Ese alguien que te convence
de que hay una puerta lista
para que tú la abras.

Esa es una amistad eterna…
Cuando estás triste
y el mundo parece oscuro y vacío,
esa amistad eterna levanta tu ánimo
y hace que ese mundo oscuro y vacío
de repente parezca brillante y pleno.

Tu amistad eterna te ayuda
en los momentos difíciles, tristes,
y de gran confusión.

Si te alejas,
tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino,
tu amistad eterna te guía y te alegra.

Tu amistad eterna te lleva de la mano
y te dice que todo va a salir bien.
Si tú encuentras tal amistad
te sientes feliz y lleno de gozo
porque no tienes nada de qué preocuparte.
Tienes una amistad para toda la vida,
ya que una amistad eterna no tiene fin.



(Anónimo)

OoO





Estaba en Hogwarts…Harry aspiró con fuerza dejando que sus pulmones se llenasen con el fresco aire nocturno y continuó su paseo, la noche era clara y la temperatura buena aunque algo fresca ya, como correspondía al mes de septiembre.


Los alumnos y profesores hacía tiempo que se habían retirado a sus respectivas torres y aposentos pero él no tenía sueño. Había estado un buen rato revisando el temario que daría al día siguiente a los distintos cursos pero no podía dormir, así que decidió dar un largo paseo que quizá le motivase para irse a la cama.


Le oyó acercarse. Sabía que era él.


— ¿Todavía despierto Harry? Veo que hay cosas que no cambian por muchos años que pasen.


Harry sonrió sinceramente, le alegraba ver de nuevo a Severus. Tenían una conversación pendiente interrumpida por sus hijos.


— ¿Leyó el contrato?—preguntó ya a su lado.


—Sí, no tengo nada que objetar al respecto.


—Bien, entonces se queda.


—Sí, aunque eso usted ya lo sabía. ¿Qué hizo durante todos estos años Severus? ¿Dónde ha estado y por qué ha regresado justamente ahora?


— Son tres preguntas, no una Harry ¿Simple curiosidad o hay algo más?—preguntó el Director alzando una ceja.


—Aún no estoy seguro, conteste a mis preguntas y se lo diré después, aunque tiene razón siempre fui bastante imprudente—admitió Harry mordiéndose el labio para no reírse.


—Hay cosas que nunca cambian, pero la curiosidad mató al gato Harry, debería saberlo…


—Me arriesgaré.


—Muy bien, entonces le contaré sobre mi vida. No es nada del otro mundo se lo puedo asegurar, pero estos años me sirvieron de mucho, para centrarme, aprender a valorar lo que la vida en esta segunda oportunidad que me daba me ofrecía, que era mucho, y abandoné el Mundo Mágico.


—Lo suponía, por más que le busqué no pude hallarle.


— ¿Me buscó Harry?


El joven asintió.


—Sí, tenía algunas preguntas que hacerle, pero me quedé con las ganas—suspiró Harry.


—Preguntas ¿De qué tipo?


—Por ejemplo… ¿Por qué me detestaba tanto?


—No lo hacía, tal vez al principio porque se parecía demasiado a su padre, pero luego ya no pude odiarle.


— ¿Por qué no?


—Me recordaba demasiado a su madre.


— ¿Todavía la ama?


— ¿Qué?—Severus soltó una carcajada— ¡Merlín no! Reconozco mi obsesión por ella, pero porque fue mi primera sugestión infantil, me enamoré de ella siendo todavía un niño, y supongo que el no conseguirla y que luego se enamorara de su padre empeoró mi deseo y mi obsesión, pero eso hace muchos años que paso.


>>Además no habría salido bien, aunque ella me hubiese hecho caso. Me gustan los hombres más que a un loro las pipas. ¡Cierre la boca Harry!— exclamó divertido al ver como la mandíbula de Harry se desencajaba por la sorpresa— ¿Nunca se ha sentido atraído hacia alguien de su mismo sexo?


Harry no sabía qué decir, ¿Debía ser sincero y decirle que si él no su hubiera ido tal vez las cosas hubieran sido muy diferentes? No, no era justo para Ginny, él la había amado y adoraba a sus hijos. No se arrepentía en absoluto de su vida junto a la pelirroja, pero sí, había una duda en su alma, ¿qué hubiese pasado si Severus en vez de desaparecer del Mundo Mágico se hubiese quedado?


—No ha contestado a mi pregunta Harry.


—Sí, una vez durante la guerra. Ginny y yo lo habíamos dejado pero yo aún la quería, aunque también me sentía atraído por alguien más. No intenté nada porque esa persona me imponía demasiado miedo y respeto entonces, además… temía hacer el más espantoso de los ridículos si él me rechazaba.


— ¿Me va a decir quien era esa persona Harry?


—Creo que ya lo sabe. Estoy aquí ¿No?


Severus le estrechó contra él y hundió su nariz en el revuelto cabello negro. Harry le abrazó a su vez.


—Sentía algo muy especial por usted Severus. No me malinterprete, he amado mucho a Ginebra pero nuestro matrimonio se fue a pique, y no puedo menos que preguntarme si las cosas hubieran sido diferentes si usted no se hubiese ido ¿Qué habría pasado de habernos sincerado?


—Entre otras cosas, que sus hijos no hubiesen nacido Harry. ¿Cree en el destino? Yo sí, y creo que todo ocurre por alguna razón, que no llegamos a entender, que no siempre es justa y con la que podemos no estar de acuerdo pero…


—Entiendo lo que quiere decir, pero prefiero no pensar demasiado en eso. He tenido una buena vida Severus. No me puedo quejar, además adoro a mis niños. Son lo mejor que me ha pasado. Me enorgullezco de ellos.


—Es para estarlo, son Gryffindors guapos y saludables, es normal que está orgulloso.


—Mucho, y espere a conocer a mi pequeña Lily, la niña de mis ojos…


—Lily…—suspiró Severus— ¿Es pelirroja tambien?


—Pues si…—contestó Harry esforzándose por mantenerse serio.


—Algunas cosas nunca cambian, Harry creo que… voy a besarle…


¡Oh sí, por favor…! pensó Harry cuando los labios de Severus se apoderaron de los suyos y rápidamente entreabrió su boca para recibir el máximo de la candente y deseada caricia. Era un beso que se había hecho esperar demasiados años, un beso diferente a cualquiera que le hubiesen dado hasta entonces. Un beso distinto, de hombres, más rudo y viril pero bueno, realmente muy bueno….





OoO





Tras sobrevivir a Nagini gracias a la inestimable ayuda de Harry Potter, Severus Snape desapareció del Mundo Mágico, no sin antes sacar cuanto poseía de Gringotts. No era mucho, pero sí lo suficiente para montar el pequeño negocio que tenía en mente.


Tres meses después: “Nature Magic”una pequeña tienda que vendía toda clase de remedios y ungüentos naturales se abría al público en Oxford Street, la mayor vía comercial de Londres. Con sus más de trescientas tiendas era la calle de compras más grande de Europa y por tanto el lugar perfecto para pasar desapercibido.


Severus no estaría de cara al publico, odiaba eso y además alguien podía reconocerle. Haría lo que siempre le había gustado, encerrarse en su pequeño laboratorio y experimentar nuevas fórmulas con la nariz metida en el caldero.


Había contratado un dependiente; Dave Legendre que tenía treinta años y aunque vivía en Londres conocía muy bien el Mundo Mágico. Era un squib.


Dave tenía los ojos verdes, pero ni de cerca tan bellos como los de Harry, que eran únicos.
Severus no le ocultó que era un mago, pero le dijo que pensaba instalarse entre muggles tal vez definitivamente.


No dio más explicaciones. Dave tampoco las pidió.


Un año después la tienda marchaba de maravilla y ellos estaban juntos, sin promesas y sin ataduras. Severus siempre tenía a Harry en mente y no pudo probar bocado el día que “El Profeta” dio la noticia de su boda con la pelirroja. Tampoco fue a trabajar…
Era la primera vez en toda su vida que faltaba a sus obligaciones.


— ¿Te importa mucho verdad?—le preguntó al día siguiente Dave mostrándole el periódico.


—No sé de qué me hablas—masculló Severus sin mirarle.


—Como quieras.


—No hablaré de él…


Y Dave lo dejó estar a pesar del dolor sordo de su corazón, él amaba a Severus Snape, pero sabía que nunca sería correspondido de la misma manera. El corazón del hosco hombre no era fácil de conquistar, ya tenía dueño y se llamaba Harry Potter.


Severus odiaba “El Profeta”, pero aún así lo compraba todas las semanas. Necesitaba saber de Harry, aunque sabía que las noticias que publicaba aquel periodicucho casi nunca eran ciertas, verle reflejado en las fotografías, verle feliz, era un bálsamo para su atormentado corazón.


Era la crónica de un amor imposible, pero Dave adoraba estar con el hombre y ahí seguiría mientras Severus no le echase de su lado.



OoO





— ¿Y tu le creíste?— gritó Ron escandalizado cuando su hermana le contó lo que había pasado—está claro que Harry ha perdido la cabeza. Vale, no quiere volver contigo, pero cualquier posibilidad es mejor que tener como pareja a ese bastardo grasiento.


— ¿Qué es lo que te molesta tanto Ron?—inquirió Ginny metiendo el dedo en la llaga— ¿Qué Harry esté con Snape, o que esté lejos de ti y no le puedas manipular a tu antojo?


El pelirrojo se puso tan colorado que apenas se distinguía su cabello de su cara.


—Eso…es falso Ginny ¿Cómo te atreves a decir algo así? Yo quiero a Harry.


—Lo sé. Sé que le aprecias mucho, pero también sé que siempre te has beneficiado de su fama. Nunca has podido soportar que el se llevara todo el reconocimiento mientras que tu siempre estabas a su sombra.


>>Cuando Harry era el jefe de Aurores y tu su segundo no te quejabas, pero esperabas que al marcharse él a Hogwarts te nombraran a ti su sustituto y eso simplemente no sucedió, ahora que él no esta eres uno más. Harry ya no está para tapar tus errores y se acabaron las apariciones estelares en El Profeta, algo que Harry siempre detestó pero tu no tanto ¿Verdad hermanito?—Ginny podía ser muy cruel si se lo proponía y ahora sus palabras eran como dardos envenados.


—¡Eso no es justo Ginny! Nosotros estuvimos siempre a su lado en los buenos y malos momentos—intervino Hermione defendiendo a su esposo.


Sabía que Ginny tenía razón en muchas de las cosas que decía, a Ron le había gustado siempre llamar la atención, pero era una buena persona y quería mucho a Harry, era su mejor amigo, su hermano.


No iba a permitir que Ginny le insultase de esa manera solo porque estaba frustrada de que su encuentro con Harry no hubiese resultado como esperaba, cierto que Ron le había alentado a intentarlo pero eso no le daba derecho a zaherirle de esa manera.


Su marido podía tener muchos defectos, pero también grandes virtudes y no soportaba verlo desmoronarse tras las crueles palabras de su hermana.


—Desde los once años Harry y Ron no se han separado nunca, y Ron le extraña terriblemente Ginny, como lo hago yo pero tu hermano no conoce las medias tintas y lo sabes, o quiere u odia, a Harry le quiere pero a Snape le odia y ahora más que nunca que ha alejado a su amigo de él y le hecha la culpa de todo.


—Tienes razón Hermione—reconoció Ginny avergonzada—perdóname Ron, estaba furiosa y me dejé llevar, no obstante creo que debes aceptar que ellos se aman y que Harry no va a abandonarle.


—Me voy a volar un rato—dijo Ron bruscamente. No aguantaba un minuto más que hablasen de él como si no estuviera presente. Era cierto extrañaba horrores a Harry y aunque era muy feliz con Hermione que era su esposa y la amaba más que a nada.


Necesitaba a Harry en su vida, pero no por las razones que ellas decían, no por afán de protagonismo, que algo de eso había, tenía que reconocerlo, sino porque para él Harry era su amigo, con mayúsculas y todo lo que eso implicaba, era esa persona especial con la que siempre podía contar y con la que podía hablar de cosas que no se atrevía con nadie más, ni siquiera con su esposa, porque ellos siempre habían sido uña y carne y no soportaba perderlo.


Tendría que bajarse los pantalones e ir a Hogwarts a ver a Harry, si para recuperar a su amigo tenía que aceptar al odioso Snape, estaba dispuesto a hacerlo, pensó chirriando los dientes de rabia mientras se elevaba con su escoba más y más, añorando que Harry no estuviese ahí ahora mismo, compitiendo con él
.

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MensajeTema: Re: capítulo 4 Ron odia los cambios   capítulo 4  Ron odia los cambios I_icon_minitimeMiér Feb 11, 2015 8:42 pm

ahhh ese ron se ahoga en un vaso con agua...pero bueno hombres quien los entiende...u_u
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