Egmont. Capitulo 2

Desgargo de Responsabilidad: Harry Potter no es mío, este es solo una historia alternativa.
Parejas: Aun en proceso.
Resumen: La Familia Potter a muerto, el mundo mágico celebra la destrucción del que no debe ser nombrado, pero Dumbledore sabe que volverá, ahora la familia Morder tomara su lugar en el Mundo Magico y muy pronto Dumbledore y Voldemort aprenderán a no interferir con esta familia... de la manera difícil.

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* Egmont *
Por: Mireya Humbolt

Capitulo 2

Quisiera conocer los secretos que ocultas,
Poder beber de la miel de tus labios,
Conocer la belleza que encierras en tu alma,
Y formar parte de tus pensamientos.

La Mansión Mörder que se encontraba a las afueras de de Rusia, era una de las construcciones mas hermosas y grandes del lugar, pero muy pocas veces se llegaba a ver a sus ocupantes, algunos vecinos creían que pertenecía aun político y algunos otros a la mafia, rara vez vistos en eventos sociales, pero eso no les impedía ser una de las tres familias mas ricas del mundo, dueños de acciones, propiedades entre los cuales estaban hospitales, empresas, agencias aduanales, teatros, bancos, reservas ecológicas y un sin fin  de numerosas cuentas bancarias, lo que la gente normal nunca llegaría a saber era que esa familia era una de las mas ricas en el mundo Mágico, conocida como Potter-Mörder, la poca servidumbre que trabajaba en ese lugar  nunca hacia preguntas, y los guardias eran de los mejor, entrenados para cualquier tipo de emergencia, la seguridad electrónica era una de las mejores, sin duda alguna una fortaleza, eso sin contar con las protecciones mágicas.

Alger Mörder caminaba en dirección al despacho principal, en esos momentos sabia que su padre no estaría ocupado en alguna junta del Clan Mörder, en una de sus manos llevaba un hoja de papel, a sus escasos 11 años próximos a cumplirse era fácil confundirlo con un niño de 10 o 9 años, su cabello era algo largo a la mitad de la espalda, ligeramente desordenado dándole un aspecto salvaje y casual, sus ojos de un color  verde esmeralda capaz de cautivar al mas santo, sus lentes eran cuadrados sin armazón en un tono del puente en color negro que los hacia mas llamativos, su complexión era delgada pero marcada, vestía un pantalón azul marino y camisa blanca, con algunos botones desabrochados, dejando ver un dije en forma de rosa siendo rodeada por un dragón, con unos zapatos negros, sus movimientos eran elegantes y felinos, pero a pesar de todo conservaba ese alo de inocencia que nunca lo abandonaba, toco la puerta para después abrirla con suavidad.

En el interior podía verse un despacho de gran tamaño, un gran librero del lado derecho en su mayoría libros sobre leyes o administración, del lado izquierdo un cuadro donde se podía apreciar una mujer de cabello rojo sosteniendo un bebe de tal vez un año de nacida, a su lado dos niñas de aproximadamente 11 o 13 años, ambas sonrientes, y atrás un hombre de unos 30 años, que mantenía un gesto gentil  al tener una de sus manos posaban sobre el hombro derecho de la mujer, era de las pocas pinturas que mostraban a los miembros de la familia Mörder.

Al fondo un gran ventanal  desde donde se podía ver un jardín muy amplio, el sol entraba en el lugar iluminándolo y dándole un toque de magnificencia, el escritorio estaba hecho de fina caoba labrada a mano, un trabajo artesanal de gran valor, dos sillas al frente del escritorio también de fina elaboración, un hombre de unos 50 años aproximadamente estaba sentado en un cómodo sillón, cuando termino de leer un par de documentos levanto la vista y mostrando una leve sonrisa, observó a su hijo sentado en frente, dio un suave movimiento de cabeza otorgándole el permiso para hablar, pero el chiquillo extendió un par de hoja a su padre.

Luther Mörder leyó con atención el documento que su hijo le había entregado y no pudo reprimir una sonrisa al comprender el contenido, cuando termino de leer las dos hojas observo  a su hijo con atención.

- Estas listo?

El chiquillo asintió y mostró una sonrisa dulce y gentil, mientras sus ojos brillaban con desafió, Luther se tomo varios minutos para poder analizas las facciones del menor de sus hijos, evaluándolo a conciencia, el sabia que esa carta llegaría, jamás lo había dudado, pero no podía evitar estar preocupado por su hijo, el cual había sido preparado para estar a la altura de la situación.

Se había encargado de su instrucción académica, no solo en estudios muggles, sino también mágicos, por un momento se perdió en esas intensas esmeraldas y no puedo evitar recordar las pérdidas sufridas, sabía que no soportaría una pérdida más, y haría hasta lo imposible por proteger a Alger y Wut. Tomo nota mental para dar los últimos detalles a sus planes y sonrió de forma aprobatoria al menor de sus hijos.

- Bien entonces vayamos por el material – Tomo la segunda hoja que Alger le había entregado – tu hermana esta con el Ministerio de la Francia arreglando unos detalles, pero regresara para tu cumpleaños.

Luther tomo un par de hojas que había en una esquina del escritorio y después escribió un par de líneas al final de la última, mientras el pequeño solo asintió de forma comprensiva, sabia que su hermana era una mujer muy ocupada pero jamás faltaría a su cumpleaños.

Se levanto siguiendo a su padre en dirección a uno de los cuartos que ningún sirviente tenia permitido entrar. La habitación era un cuarto de estudio con dos libreros con todo tipo información sobre magia, desde lo mas básico hasta lo mas complicado en casi todo tipo de temas, había un escritorio con varios libros abiertos que indicaban que alguien hace poco tiempo había estado en el lugar, la ventana deja ver un paisaje marino muy hermoso, tres sillones muy cómodos frente a una mesa de pequeña, y una gran chimenea, ambos tomaron unas largas capas que cubrían sus vestimentas para después levantar la capucha ocultando un poco el rostro.

Alger tomo un puño de polvo floo del recipiente junto a la chimenea y entro pronunciando “Gorgona Killer” para desaparecer envuelto de llamas de color verde.

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No pasaron mas que unos segundos para caer en una habitación algo oscura, con paso firme salio de la chimenea, reconociendo el lugar, uno de las pocas boticas con todo lo necesario para pociones en Rusia, el y su hermana eran muy bien recibidos, a pesar de ser muy reservados, mientras su mirada pasaba por los diferentes viales que tenían en exhibición, escucho el estallido de las llamas y supo que su padre había llegado, en silencio ambos se reunieron y después de un leve movimiento de la mano derecha del Alger, ambas túnicas estaban impecables.

Con paso firme se acerco al  anciano que se encontraba acomodando unos viales con un liquido de color rosa, para los pocos reunidos en el lugar, no paso desapercibido el brillo en la mirada del anciano al ver los escudos que había en las capas de las dos personas que se acercaban, no fueron necesarias las palabras, la figura mas alta entrego la lista de ingredientes necesarios, y con un suave ademán de mano indicaba que quería el doble de las medidas especificadas, mientras Alger  empezó a moverse por entre las estanterías de los artículos mas raros y extraños que había, el anciano desapareció por la puerta trasera.

En el lugar solo había dos niños mas que se movían por los estantes mostrando caras de asombro al ver el sinfín de ingredientes, mientras los adultos que eran atendidos por un jovencito de unos 18 años miraban con algo de suspicacia hacia los recién llegados que seguían con las capas y capuchas puestas, lo único distintivo en ambas era el bello bordado en color plata y oro que había en el lado izquierdo a la altura del corazón de una rosa siendo rodeada por un pequeño dragón, después de casi 5 minutos, el anciano regreso con varios viales de los materiales solicitados, mostraba una sonrisa agradable, Alger había terminado de seleccionar mas de 15 ingredientes que coloco con los que el anciano había traído.

- Espero haya encontrado todo lo necesario, si algo no esta a la vista dígame y verificare si esta en la bodega.

A los adultos no les extraño el tono educado y solemne con el cual hablaba el anciano, pero si que se dirigiera de esa forma Alger, por que de algo estaban seguros los presentes es que el encapuchado mas pequeño era un niño, lo cual corroboraron al escucharlo hablar.

- Veneno de Acromantula y Sangre de Arpía de Noruega, Ya tiene el libro que solicite hace 1 mes?

A pesar de ser suave e infantil la voz, no perdía la entonación educada e impersonal. Vieron como el anciano salía una ves mas por la puerta trasera mientras el pequeño revisaba los viales que había traído el anciano con anterioridad. Solo pasaron un par de minutos cuando vieron regresar al anciano cargando dos viales más y un libro grueso, mostraba una sonrisa de orgullo al entregar su carga al pequeño.

Alger tomo cada uno de los viales y los analizo con detenimiento dando su visto bueno con un leve movimiento de cabeza, la revisión del libro le llevo mas de 15 minutos comprobando el estado de las pastas, contenido del índice y una que otra pagina revisando el contenido para después asentir con aprobación.

- Envíelo todo como siempre.

La voz del Luther se escucho calmada pero intimidante, se notaba que era una persona acostumbrada a dar ordenes, el anciano se apresuro a empaquetar todo, mientras ambos encapuchados salían hacia la calle para terminar sus compras.

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No había mucha gente en la calle, y las tiendas del lugar no eran como cualquier persona normal haya visto, había todo tipo de artículos, algunos se movían solos, otros brillaban, la magia que había en el lugar era sin duda algo imposible de no notar, Alger se encontraba feliz, su padre era sin lugar a dudas un hombre muy ocupado, pero siempre hacia un espacio de tiempo para poder compartirlo con el y su hermana, y que lo acompañara a sus compras para el ingreso a Hogwarts, era inesperado pero muy bien recibido.

Había venido en otras ocasiones con su hermana, y aunque su padre era algo reservado, se sentía muy cómodo a su lado, cómodo y protegido, sabia que a pesar de estar ambos en un lugar publico, los guardaespaldas de su padre los deberían estar siguiendo sin que nadie se diera cuenta, no desconocía los motivos por los cuales era tan protector su padre, es mas lo agradecía, saber que su padre lo amaba tanto le daba la confianza suficiente para continuar con las decisiones que había tomado, caminaron hacia lo que parecía una sastrería, solo fue necesario que entraran para que una mujer de casi 35 años se acercara con una gran sonrisa a tenderlos, no era la primera vez que acudían al lugar.

- 3 uniformes de Hogwarts.

Eso fue lo único que dijo Luther Mörder, mientras tomaba asiento y descansa de la caminata, Alger se quito la capa y se subió a uno de los muebles donde siempre le tomaban medidas, la mujer tardo solo unos segundos en reaccionar para después empezar a tomar medidas, sin duda ella esperaba ver algún día llegar al pequeño para solicitar sus uniformes para la escuela pero jamás pensó que aceptaría ir a Hogwarts, sabia quien era el chiquillo, el apellido Potter-Mörder, era uno de los mas importantes desde hace mas de 10 años, ya antes se conocía a los Mörder, pero la unión de ambas familias sin duda había sido beneficiosa, termino con rapidez y preparo los paquetes para entregarlos en una bolsa al chiquillo.

Alger se coloco su capa y ambos salieron del lugar, la mujer sabia que solo tenia que enviar la factura como cada fin de mes. A fuera se perdían las siluetas de esos dos singulares personajes donde el mayor era el Jefe una de las 5 familias mas importantes de Mundo Mágico, acompañado de uno de sus herederos.

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Ambos continuaron caminando y se adentraron en una de las bibliotecas del lugar, había varias personas que se notaban también estaban comprando sus libros escolares, uno de los vendedores al verlos entrar se acerco, pero antes de poder hablar el dueño de la librería se había acercado, se notaba algo nervioso y su voz era respetuosa.

- Mi Lord, en que puedo servirlo?

Luther Mörder entrego tres listas de libros, mientras se adentraba hacia los estantes donde había libros de los ultimas actualizaciones a las leyes en varios idiomas, Alger sin quitarse la capa camino adentrándose hacia los diferentes libreros que contenían libros raros de magia tanto como historia, runas, hechizos de magia blanca como de magia oscura y peligrosa.

El vendedor examino las listas y vio con agrado que las dos primeras hojas eran libros muy avanzados de diferentes temas, algunos muy caros y raros, además no solicitaban solo 1 ejemplar, lo cual significaba una muy buena venta, al final de la segunda hoja había una nota hecha a mano, era la dirección a donde deberían ser enviados los libros y no pudo evitar el temblor de sus manos al ver que era la nueva Escuela Egmont de Magia y Hechicería, en la cual los alumnos eran exclusivamente vampiros, hombres lobo, centauros, sirenas, medio-gigantes y veelas.

Su mirada se poso en el hombre que parecía buscar un libro en especial, llamo a uno de sus asistentes y le entrego las lista indicándole con una mano que surtiera la lista, para después observar con interés al chiquillo que no se había quitado la  capucha de su capa, no podía reconocerlo y no dudaba que fuera uno de los alumnos de esa escuela, había muchos rumores sobre la familia Potter-Mörder, uno de ellos era su participación en la Formación y Legalización de la Escuela Egmont de Magia y Hechicería.

Varios de esos rumores aseguraban que incluso tenían algo que ver en las Reformas a los Derechos de los Hombres lobo, Vampiros, Centauros, sirenas, Medio-Gigantes y Veelas, en las cuales se les otorgaba el derecho de voto, educación y trabajo, pero todo era especulaciones, ya que nadie se había atrevido a preguntarle directamente a alguno de los involucrados, no era desconocido para nadie que en las empresas Potter-Mörder eran empleados dichas “personas” y se les tenia en cuenta las restricciones de la  maldición que pesaba sobre cada uno.

Lo que lo había dejado mas impresionado era la tercera lista, una de libros de 1 año de educación, lo cual regresaba su atención al chiquillo que seguía seleccionando varios libros, libros que desde donde el se encontraba podía apreciar eran raros y muy caros, llamo a otro de sus asistentes y le indico que surtiera esa lista.

Después de casi una hora ambos encapuchados salían del lugar, Luther llevaba en una bolsa los libros, Alger la de sus uniformes, atrás quedo el dueño de la librería muy complacido por la venta que se había efectuado.

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Con paso tranquilo y elegante ambos encapuchados entraron a la tienda de Gregorovitch, ese era sin duda el lugar que mas ansiaban ambos en visitar, ya que ahí adquirirían la  varita de Alger, un anciano de pelo blanco y mirada vivaz salio a recibirlos, ambos se bajaron las capuchas dejando ver sus rostros, el anciano los observo por unos momentos para después mostrar una sonrisa complacida.

- Lord Luther Potter-Mörder, es un placer recibirlo – su mirada se poso en el pequeño  - y este joven Barón quien es?

- Alger Potter-Mörder  - La voz de Luther fue profunda y con orgullo – Mi heredero.

- Vaya, vaya, ahora entiendo, si aun recuerdo a su hermana – los ojos cafés parecían perdidos en un recuerdo - Varita de Abedul flexible de 20 centímetros con núcleo de la fibra del corazón de un Therdestal, magnifica varita para encantamientos.

- Quiero dos varitas para Alger, es ambidiestro – Luther tomo asiento mientras observaba el lugar.

- Ya veo, una cualidad poco común, pero muy útil, bien, empecemos.

Alger lo vio sacar una cinta métrica y tomarle medidas del brazo y la muñeca, para después desaparecer por uno de los pasillos donde había miles de cajitas apiladas, para después regresar con varias, y empezar a probarlas con Alger, pero parecía que ninguna era la indicada, cuando había pasado mas de 1 hora, por fin se vieron unas chispas blancas, eso causo la sonrisa del  anciano.

- Roble, dura de 28 centímetros, con núcleo de colmillo de un Dragón Blanco, magnifica para encantamientos.

Alger se giro hacia su padre Luther que asintió mostrando una sonrisa de orgullo al ver que por fin habían encontrado una de las varitas para su hijo.

- Sin duda una varita muy especial, es varita tiene mas de 500 años esperando por su propietario, además de que los dragones blancos se creen extintos.

Alger observo su varita y mostró una sonrisa suave mientras la guardaba en el estuche con cuidado, mostrando su respeto ante la fina pieza, lo cual complació a ambos adultos.

- Bien ahora busquemos su otra compañera.

El anciano se metió entre las estanterías buscando algunas cajas mas, Luther aun podía recordar cuando había acudido al lugar en compañía de su pequeña hija para comprarle su primera varita, Wut había tardado mas de 4 horas en lograr encontrar la varita que estaba destinada para ella, quizás su magia no fuera tan impresionante como otros magos o la de Alger, pero sin duda su inteligencia y destreza lo compasaban con creces, estaba mas que complacido con el desarrollo  y desenvolvimiento de sus dos hijos, Wut era sin lugar a dudas su mano derecha, capaz de adelantarse a sus deseos y cumplir con cada una de sus obligación sin fallar, Alger era un gran estratega capaz de improvisar de acuerdo a la situación, sabia controlar a la gente sin que nadie se diera cuenta, había estudiado psicología, analizaba situaciones de riesgo, y era capaz de cubrir sus expectativas, y salir victorioso en cada una de sus “misiones”, por ello era su heredero, Wut lo sabia y jamás había mostrado estar molesta por ello, a pesar de ser la mayor, incluso parecía complacida con la decisión de su padre, sabia que Wut adoraba a su hermano, y ella era para Alger casi una madre.

Salio de la bruma que envolvía sus recuerdos, cuando se escucho la campanita de la puerta al ser abierta, giro su mirada hacia la entrada, 6 niños que mostraban caras entusiasmadas e ilusionadas observaban el lugar, iban acompañados de un hombre de unos 45 años de complexión corpulenta y un parche en la cara, tenia una estatura de 1.90 centímetros, cabello corto y de color castaño claro, su único ojos visible era de color azul claro con un leve brillo de diversión al ver las reacciones de los niños que lo acompañaban, Luther reconoció al hombre.

El anciano regreso y vio a sus nuevos clientes, sabia que el hombre que acompañaba a los niños, era uno de los profesores de la nueva Escuela Egmont de Magia y Hechicería que había sido abierta hace apenas dos años, y estaba seguro que los niños que estaban mirando todo con emoción, eran alumnos de la misma, sabia que los niños que carecían de los recursos económicos para asistir a dicha escuela no eran olvidados, la escuela les proporcionaba los materiales para continuar con sus estudios, era bien sabido que la escuela contaba con varios talleres que les permitían a los niños desempeñar labores manuales, con los que pagaban los suministros que les eran brindados y en algunas ocasiones les permitían tener una pequeña cuenta bancaria para su futuro, las actividades eran desconocidas pero se sabia que no eran peligrosas ya que los niños siempre parecían felices.

Podía ver en uno de los niños su tono de piel mas pálida de lo normal, al menos lo que le permitía ver la capa con capucha que tenia puesta, lo cual le indicaba que seguramente era un miembro de algún clan de Vampiros, las dos niñas del grupo eran rubias pero de facciones muy finas y elegantes, sus movimientos eran suaves y estilizados, una con ojos de noto avellana y la otra azul eléctrico, sin duda de  herencia veela, dos de los niños vestidos de forma sencilla, observaban todo el lugar con tranquilidad, pero el sabia que tal vez eran los de carácter mas fuerte, y el ultimo un niño que casi media 1.60 centímetros sus facciones algo toscas, y cuerpo corpulento pero de actitud también tranquila y analítica, no se necesitaba ser muy inteligente para saber que era un semi-gigante.

- Tomen asiento niños, en cuanto termine de atender a mi cliente, seguirán ustedes.

Los niños se quedaron cayados inmediatamente y tomaron asiento, mientras observaban en silencio como eran traídas varias varitas de diferentes tamaños y manufacturas, el profesor se recargo cerca de la puerta guardando también silencio, su mirada se había cruzado con la de Luther, además conocía a Alger, solo paso media hora cuando se vieron salir chispas doradas.

- Vaya una buena combinación, nogal centenario, flexible de 32 centímetros con núcleo de fibra de corazón de basilisco.

Los niños presentes miraron con asombro y respeto a Alger, quien sostenía su nueva varita mientras la observaba con detenimiento, para después guardarla en la cajita. El anciano tomo las dos cajitas y las guardo en una bolsa entregándolas. Fue entonces de Luther se levanto y camino hacia el anciano y entrego el dinero, al girarse para caminar hacia la puerta el profesor se acerco a Luther, con un suave inclinación de cabeza saludo a Luther Potter-Mörder.

- Un placer verlo, Mi señor – La mirada del hombre se poso en Alger y realizo una suave inclinación de cabeza en forma respetuosa.

- Así es, veo que ya empezaron con los suministros del nuevo año – Luther camino lentamente hacia la salida mientras el profesor caminaba a su lado – Ya han sido enviados los libros a la biblioteca de la escuela, si hace falta algo mas, solo hágamelo saber, y veré que sea suministrado de inmediato.

El hombre asintió levemente mientras Luther y Alger se colocaban las capuchas y salían del lugar, en el interior se podía ver como a los niños empezaban a tomarles medidas para buscar su futura varita.

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Luther y Alger caminaron hacia una tienda de mascotas y después de un rato salieron con una hermosa lechuza blanca, a la cual Alger había nombrado “Hedwing”, Luther podía ver el brillo de felicidad que había en los ojos de su hijo al tener su primera lechuza, habían comprado una buena cantidad de comida para el ave.

Por ultimo compraron los calderos, papiros, plumas, tintero, etc., casi eran las 6 de la tarde cuando sus pasos se dirigieron hacia uno de los tantos restaurantes que había en el lugar, en cuanto entraron fueron guiados a una mesa que les permitía ver a la calle pero los mantenía ocultos.

- Los datos de los demás alumnos ya han sido corroborados?

La voz de Alger era suave y dulce, sin perder el tono levemente formal, Luther termino de quitarse la capa mientras observaba su entorno, y después de comprobar que no había nadie cerca hablo con voz profunda y sabía.

- Deben llegar dentro de un par de días, pero ya me han confirmado la presencia de algunos de los alumnos – Los ojos de Luther se conectaron con los de Alger – Draco Malfoy  - la ultima palabra fue pronunciada con cierto tono de desprecio – también esta entre los seleccionados.

Un leve brillo en los ojos de Alger fue el único delator de su incomodidad, el mesero se acerco y tomo la orden de ambos para después retirarse, Alger parecía absorto en sus pensamientos, Luther sabia que su hijo ya estaba planeando las posibles variaciones a sus planes y posibles cambios, además era conocedor del odio que le tenia a dicha familia, con razones muy bien justificadas.

Los Malfoy y Lestrange, no habían tardado mucho en mostrar su incomodidad por el matrimonio de su hija Wut Mörder con Sirius Black, pero nada podían hacer, todo había sido completamente legal, Luther había logrado con ayuda de sus abogados evitar a toda costa tener que reunirse con cualquier miembro de esas familias, todo había sido tratado por medio de abogados, sabia lo peligrosos que podían llegar a ser, Sirius Black había sido muy enfático en ese aspecto, cuando los Lestrange habían sido encarcelados en Azkaban por su participación con Lord Voldemort,  sus problemas no habían acabado.

Los Malfoy se tornaron mas agresivos en sus intentos por recuperar la fortuna de los Black, sabia que para ellos era una gran humillación que una niña, hija de muggles de 12 años fuera la cabeza de la familia Black, y mas insultante que un muggle fuera su tutor legal.

No dudaba que los fallidos intentos de muerte que había llegado a sufrir su hija eran fraguados por Lucius Malfoy, para desgracia del mismo, Wut no era ninguna niña indefensa, sabia cuidarse muy bien, incluso sin magia, su entrenamiento físico había sido de gran ayuda en esos momentos, un pequeño de detalle poco conocido por la gente, y que los Malfoy desconocían,  además ninguno de los que habían intentado matar a su hija seguían con vida.

Alger era conocido por unos cuantos políticos muggles, y pocos magos solo los necesarios que figuraban en las altas esferas del Mundo Mágico, pero el había logrado evitar a toda costa que los Malfoy estuvieran presentes en las pocas apariciones de su hijo, lo ultimo que quería era que el también fuera blanco de esa familia.

Wut era mas conocida, su presentación ante la sociedad del Mundo Mágico había sido a los 18 años, aun podía recordar las caras de sorpresa, Wut era el vivo retrato de Lily con la diferencia de la tonalidad de ojos que era idéntico a su madre y el cabello que parecía una combinación de ambos padres, pero lo que no sabría especificar era si la sorpresa había sido por la apariencia de su hija o por su acompañante.

En aquella ocasión Wut Black-Mörder había llegado acompañada de quien ella consideraba la persona mas adecuada para tan importante evento según la opinión de la misma, Luther no la había acompañado, a diferencia de su hija que a su corta edad ya era una experta en Oclumancia, el no lo era y lo que menos quería era que alguno de los magos en aquella reunión se enteraran de algo que pudiera ser peligroso, ciertamente el podría haber llevado algún artefacto mágico para protegerse, pero había preferido evitar cualquier tipo de posible falla, además su hija era la que había solicitado el permiso para escoger a su acompañante, y el había estado de acuerdo, sin duda la sociedad mágica jamás había esperado ver a la mujer que era considerada como Jefe de la Familia Black acompañada de Severus  Alexander Snape Prince.

Luther había tratado por mas de 5 horas convencerlo para que acompañara Wut a dicho evento, que era tan importante para su hija, pero nada de lo que le había dicho lograba hacerlo cambiar de decisión, mas solo fue necesaria una mirada de su hija y las palabras adecuadas,  para que el reservado hombre accediera a los deseos de Wut, sabia que Severus no le negaría nada a Wut.

A pesar de no verse muy seguido sabia de las extensas cartas que su hija enviaba a Severus, las cuales el siempre contestaba, de forma breve, entre ellos había una gran amistad que había nacido desde el primer momento en que Severus conoció a la pequeña Wut, el sabia que ella le tenia mucho respeto y aprecio, el había sido su primer maestro enseñándole pociones y runas celtas, además de algunos idiomas.

Conocía a Severus desde que él tenia 7 años, además había vivido durante algún tipo bajo su tutela, detalle que solo era conocido por la familia Mörder, así como las condiciones que lo habían provocado, al igual que las condiciones en que se había dado la amistad con sus hijas Lily y Wut, ya que Petunia nunca había aceptado la presencia de Severus ni de ningún otro mago.

Sabia que lo que el hombre más odiaba era los mediocres y pretenciosos, motivos por los cuales nunca se había llevado bien con los  otros amigos de su hija Lily, los autonombrados merodeadores, pero eso no había evitado la amistad entre Lily y Severus, menos la que había sostenido con la pequeña Wut.

En mas de una ocasión había considerado tal vez una boda de Lily con Severus, pero las diferencias en pensamientos e ideologías los habían distanciado, Wut era quien mas había sufrido con las disputas entre Lily y Severus, tal vez lo único bueno con el fallecimiento de su esposa era el regreso de Severus, Lily había tardado en perdonarlo, pero Wut dando muestras de madures a la corta edad de 8 años o tal vez ingenuidad, lo había perdonado y ofrecido su amistad una vez mas, Luther sabia que su hija no perdonaba con facilidad y el tampoco, una característica de la familia Mörder, pero si su pequeña confiaba en Severus, por consecuencia el también, y Severus había demostrado su arrepentimiento, así como su lealtad con sus acciones.

Jamás se había arrepentido de confiar en Severus, y estaba seguro que no lo haría en un futuro, no le gustaba tener secretos con la persona que habían ayudado mucho a su familia, pero sabia que aun no era el momento de que el supiera la verdad que se ocultaba tras Alger Potter-Mörder, además confiaba en el criterio del hombre, claro que también confiaba en que seria su hija Wut la que le diera la noticia, eso le aseguraba que Severus al menos contendría su temperamento, todo por el aprecio que le tenia.

Vio como llegaba el mesero con el servicio, mientras comía con tranquilidad observo a su hijo, se había jurado así mismo ayudarlo en todo para cumplir sus objetivos, sabia desde el primer momento en que lo vio que era especial, pero que su camino no seria fácil, había trabajado por muchos años para encontrar las armas que le darían la victoria y podía decir con orgullo que había cumplido su objetivo, cierto que aun había algunos cabos sueltos pero solo tenia que presionar mas para obtener lo que quería.

Su hija Wut también había sacrificado mucho en el proceso,  eso si contaba el casarse con una persona con la cual no se llevaba nada bien, todo por proteger a su familia y mejor amigo, pero sabia que ella haría cualquier cosa por Alger, como era conciente de lo que Alger haría si alguien llegaba a lastimar a Wut.

No estaba preocupado por un posible enfrentamiento entre Draco Malfoy y su hijo, sabia quien seria el ganador, no solo en magia, sino también en un combate físico, además su hijo no era de las personas que se dejaran llevar por sus emociones, por tal motivo confiaba que llegado el momento Alger sabia manejar la situación de manera eficiente y ventajosa para los Mörder.

- Será un año muy interesante.

La voz de Alger lo saco de sus pensamientos, alcanzo a preciar la leve sonrisa de triunfo que se dibujo en los labios de su hijo y supo que Draco Malfoy estaba perdido, su hijo ya tenía un plan a seguir.

Asintió de forma tranquila mientras continuaba comiendo, sabia que en el momento indicado su hijo le diría si necesitaba algo, para llevar a cabo sus planes, en caso contrario todo seguiría adelante con lo ya establecido.

Verifico su reloj y saco su celular para mandar un mensaje, ya era algo tarde casi las ocho de la noche, este día había sido sin duda uno de los mejores en mucho tiempo para Luther, y sabia como terminarlo de manera perfecta.

Casi media hora después mientras abandonaban el restaurante con sus capas y capuchas puestas podían sentir el aire fresco del lugar, caminaron por un par de calles para llegar a una avenida principal donde los esperaba un auto muggle, el chofer esperaba con la puerta abierta para que ambos subieran, la limusina era elegante y cómoda.

Solo un experto se daría cuenta que estaba blindada, había dos autos mas, uno adelante y otro atrás, con algunos hombres, la limusina arranco rumbo a la Mansión Mörder, Luther sabia cuanto le gustaba a su hijo caminar bajo las estrellas pero se encontraban muy retirados de la mansión así que lo mejor era ir en auto, la sonrisa en el rostro de su hijo al ver el paisaje fue sin duda su mejor recompensa.

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Al llegar a la mansión Luther le entrego la bolsa con los libros a su hijo, mientras caminaba hacia su despacho aun tenia cosas que hacer, antes de retirarse a descansar, Alger solo asintió con la cabeza y salio rumbo a su cuarto para empezar ordenar sus nuevas posesiones y dar un rápido repaso a los libros de la escuela, para después adentrarse en los que había comprado aparte.

Luther se quedo en el despacho meditando un rato sobre lo ocurrido en el transcurso del día, recordaba con exactitud como fueron seleccionadas las varias de su hijo, había visto el brillo en los ojos del vendedor, sabia que tendría que tomar medidas en el asunto, no podía dejar cabos sueltos, el se aseguraría que Alger estuviera protegido, a pesar de todo seguía siendo su hijo y heredero.

Con rapidez tomo un hoja de pergamino y con una pluma de color negro empezó a escribir con letra pulcra y elegante, hacia mucho tiempo se había acostumbrado a escribir con esos artículos, cada palabra la medito a conciencia, sabia que su hija aprobaría esta decisión, para ambos su principal preocupación era y seria siempre Alger.

Al cabo de unos 15 minutos tomo el pergamino y colocando un poco de cera coloco el sello de su familia, un hermosas rosa siendo rodeada por un dragón, salio del cuarto mientras meditaba que le daría de regalo a su hijo en su próximo cumpleaños.

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El sonido de las gotas de lluvia caían con fuerza por las calles de Francia, Robert Drams busca con desesperación un refugio, hombre de negocios solo conocido en el Mundo Mágico, tenia varias propiedades, de aproximadamente 45 años, cabello castaño claro y ojos azules, a pesar de sus años tenia muy buen condición física, de la cual había hecho gala hace solo diez minutos, cuando se había visto obligado a huir de un ataque.

Para quienes estaban muy informados de la sociedad, sabían de los rumores que circulaban alrededor del hombre, parecía haber sido dominado por la maldición Imperius, para servir a lord Voldemort, uno de los mas temidos Magos Oscuros, pero después de haber sido derrotado hace mas de 9 años había alegado que era inocente, en el juicio había sido absuelto, y la sociedad había aceptado esa verdad.

Solo había un pequeño detalle con el que Robert jamás había contado, era que tal vez alguien no lo considerara inocente y tuviera pruebas de que nunca había estado bajo tal maldición, cuando  recibido hace una semana la carta con copia de la información donde había pruebas de su participación voluntaria en las filas del Mago Oscuro, su perfecto mundo se colapso, sabia que de llegar esa información al Ministerio de Magia, no tardarían mas de cinco minutos en apresarlo y llevarlo a Azkaban, sabia que varios de sus compañeros mortifagos se encontraban en ese lugar, pero el era un cobarde y lo sabia.

Por tal motivo había acudido a la cita esta noche, se sentía confiado, seguramente le pedirían una cantidad de dinero, pero solo vio llegar a alguien encapuchado, que le entrego un sobre, en el interior encontró mas pruebas no solo de sus acciones como mortifago, sino de sus ultimas reuniones donde habían estado varios mortifagos, que estaban pensando en agruparse para buscar a un nuevo Mago Oscuro.

Supo que no era una negociación cuando escucho varios plop y aparecieron dos hombres vestidos al estilo muggle, pero en sus manos con una varita. Robert miro al encapuchado y solo vio los labios y mentón, pero solo alcanzo a ver la pequeña sonrisa, un escalofrió le recorrió al escuchar la voz suave y sensual de una mujer.

-  Veredicto… Culpable.

Su mano se movió con rapidez para mover su varita pero los hechizos de los hombres lo golpearon con fuerza dejándolo en el suelo, escucho como se acercaba el encapuchado y con rapidez convoco un hechizo de inmovilización contra uno de los hombres, pero entonces sintió el dolor en su mano, cuando giro su vista se percato de la pequeña daga que estaba en su mano traspasándola, sabia que no podría empuñar su varita y salio corriendo del lugar.

Y ahora buscaba un lugar para ocultarse, no podía aparecerse, algo se lo impedía, tal vez un hechizo en el lugar,  giro con rapidez en un callejón para esconderse detrás de un bote de basura, y espero un rato, al no escuchar  ruidos vio su mano y busco sacarse la daga, pero fue entonces que vio los extraños símbolos en la cuchilla, era bueno encantamientos, en sus años de estudiante fue uno de los mejores, no necesito mucho para saber que la daga tenia un hechizo que inutilizaba su magia, fue cuando comprendió por que no podía aparecerse y que no podría quitarse la daga.

Un ruido llamo su atención y al voltear hacia el callejón, vio ala encapuchada en la entrada, en cada una de sus manos una dagas como la que tenia en su mano, se levanto y trato de volver a correr pero el dolor en una de sus piernas y brazos le hizo caer al suelo, no podía creer lo que estaba pasando, como podía el un mago de sangre pura ser derrotado de esta forma, era humillante.

Sintió como era levantado y colocado contra la pared, los hombres le sostenían, sus facciones eran frías, no había la mas mínima emoción, sintió como eran enteradas en sus muñecas unas estacas, su cuerpo esta a suspendido del suelo a unos 10 centímetros, con los brazos abiertos y la sangre de sus heridas caía al piso, le dolían mucho sus heridas, jamás había tenido que soportar tanto dolor, solo cuando su amo los había torturado con la maldición crucio, pero de eso ya tenia mucho tiempo.

No supo cuanto tiempo estuvo en el lugar, pero esa noche aprendió que había torturas peores que la maldición crucio, lo supo cuando sintió la cuchilla clavarse en su piel y empezar a cortar su carne, también cuando uno de sus ojos fue extirpado con maestría, su mente estaba nublada por el dolor que sentía y en varias ocasiones había estado a punto de perder la conciencia pero un suave “Enervarte” pronunciado por la mujer lo mantenía conciente de lo que esta ocurriéndole a su cuerpo.

Justo cuando la cuchilla entro en su pecho y empezó a cortar hacia abajo pudo ver los ojos de su torturadora, supo quien era esa mujer y aunque desconocía sus motivos dio gracias al cielo por que su sufrimiento terminaría, la oscuridad empezó a envolverlo mientras lagrimas caían por sus mejillas, pero un suave murmullo fue lo ultimo que escucho.

- Soy el Arcángel de la Destrucción.

El lugar quedo en silencio mientras la encapuchada sonreía complacida ante su obra, uno de los hombres movió su varita murmurando un “Incendio” y las llamas cubrieron el cuerpo, las tres figuras desaparecieron del lugar después de hacer un encantamiento borrando sus firmas mágicas.

Glosario

Egmont. Alemán. Arma. Defensor.
Luther. Alemán. Guerrero.
Wut. Alemán. Furia.
Mörder. Alemán Asesino.
Alger. Alemán. Guerrero noble.
Modig. Danés. Valiente.

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Perdòn por tardar tanto en empezar a subir el fic, pero he tenido problemas de salud, gracias por su comprenciòn, espero poder seguir subiendo el fic con regularidad y sea de su agrado,  gracias