Un solo día por dealizardi
Resumen: Harry Potter muere de 177 años pero despierta en un mundo paralelo en el cuál nada es igual. sintiéndose atraído por su propio hermano...
Categorías: Harry Potter Personajes: Harry Potter, Severus Snape
Géneros: Romance
Advertencias: AU=Universos Alternos, Incesto/Twincest, Muerte de un personaje
Desafíos: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2011
Desafíos: Día Internacional del Snarry (23 de octubre) - Convocatoria 2011
Series: Ninguno
Capítulos: 3 Completo: Sí Palabras: 12084 Lecturas: 3125 Publicado: 21/11/11 Actualizado: 26/11/11
1.
Harry Potter por dealizardi
2.
Severus Snape por dealizardi
3.
Cuidado con lo que deseas por dealizardi
Harry Potter por dealizardi
Notas del autor:
en honor al reto del día del Snarry
Harry Potter
La vida para Harry Potter fue larga, después de haberse convertido en auror, casarse con Ginny y haber tenido 3 hijos, le siguieron muchas más aventuras, al lado de su familia y amigos. Una noche falleció al lado de su familia, nietos, amigos, sobrinos por parte de Ron y Hermione. El día 23 de octubre lanzo su último suspiro, su último aliento de vida. Y dijo adiós con 177 años. Una edad promedio en la vida de un mago.
Cerró sus ojos esperando despertar en el cielo al lado de sus padres, Sirius, Lupin, Tonks, Albus, Fred, incluso del Profesor Snape, fue extraño pensar en él en ese instante, pero el fin de la guerra solo le dejo un gran vacío. Que poco a poco fue tolerable, gracias a sus hijos, pero ese vacío nunca dejó de existir. Ahora el tiempo se terminaba, y no quería que nadie llorara su muerte. Pero sabía que eso no podría ser. Él era el salvador del mundo mágico en más de una ocasión. Pues Voldemort no fue el único mago oscuro.
Esperaba nunca despertar o más bien desprenderse de su cuerpo e ir al cielo. Al lado de todos, pero en lugar de eso sentía algo húmedo en su boca, y una luz cegadora, lastimaba sus ojos aún con los parpados cerrados, entonces más consiente de la situación, noto que la humedad era gracias a que alguien lo besaba, abrió los ojos de golpe, sin esperar que en el cielo alguien hiciera eso. No había intromisión de lengua, solo estaban juntos los labios y los propios era humedecidos ante el roce de la lengua opuesta, que delineaba sus labios dejando un brillo.
Eran unos labios finos, delgados y pálidos. Era una joven como de unos 16 años aproximadamente, quien lo besaba, notaba que el chico mantenía los ojos cerrados, y tenía la piel pálida, con unas mejillas sonrojadas, como si realmente disfrutara de hacerle eso al durmiente, por el rabillo del ojo noto que la chica tenía el cabello negro corto al hombro.
Pero que niña gustaría de besar a un anciano, aparte de su difunta Ginny, entonces noto que sus músculos no mantenían el dolor de hace un momento, moviendo su brazo al elevarlo para poder mirar, y notar que no había dolor, se dio cuenta que su piel estaba totalmente rejuvenecida.
Esa chica que lo besaba no era Ginny y a la vez le parecía alguien familiar, entonces sintió una mano dentro de su ropa interior, acariciando un excitado pene, que hasta entonces había caído en cuenta. Esto lo hizo reaccionar, tomando a esa chica por la cintura, deshaciendo el beso, al acto dejando un hilo de saliva por la abrupta separación, la chica abrió los ojos de golpe, dejando al descubierto unos hermosos y profundos ojos negros. Y por la comisura de su boca resbalaba aún saliva.
-¿Qué demonios crees que haces?- pregunto Harry aun manteniendo ambas manos en la cintura de la chica, y hasta ese momento, se dio cuenta, que la chica en cuestión tenía un vientre plano, no usaba camisa, haciendo notar que un busto plano también. A Harry casi le da un infarto al notar que la chica era en realidad un chico, sin camisa, que lo había besado, y seguía manteniendo su pene aprisionado, este definitivamente no era el cielo.
-Buenos días, aunque yo diría que ya te habías levantado.
En eso alguien toco a la puerta, haciendo que el chico saltara fuera de la cama, y se pusiera en pie.
-Harry ya te has levantado, baja a desayunar- dijo una voz de mujer desde el otro lado de la puerta.
El chico me miraba… como diciéndome algo. Entonces lo supe yo tenía que contestar, sin delatarlo.
-Eh sí ya estoy despierto, enseguida bajo. –Después de su contestación, se dio cuenta de que alguien bajaba unos escalones, y supuso que la mujer se había retirado, entonces pudo verse en el espejo que se encontraba a un lado de la cama, en la cual se encontraba sentado, aún con una gran casa de campaña entre sus piernas. Al mirarse, vio un rostro que conocía bastante bien, el propio.
El chico empezó a sonreír con altanería, entonces seguí su mirada hasta mi entrepierna, y escuche su voz.
-Vine a despertarte, entonces note que estabas más que despierto y decidí jugar contigo un rato. –dijo con unas palabras que destilaban sarcasmo y sin dejar de sonreír añadió- Tu uniforme ya está limpio, mamá lo dejo sobre tu silla, me voy a cambiar. – Y sin esperar respuesta el chico alto y delgado que acababa de confundir con una chica salió de la recamará.
-Vaya, gracias por ayudarme, no sabría que hacer sin ti.- Contestó Harry con sarcasmo haciendo gala de altanería, como si le contestara a el fallecido profesor Snape.
Harry tomo un baño de agua fría, para poder bajar cierta hinchazón, y después ponerse la ropa que le habían dejado sobre la silla. Una vez vestido bajo a desayunar, solo para encontrarse con que Lily Potter preparaba la mesa. Mientras que James leía El profeta, con un café en mano. Su sorpresa era infinita, quería llorar, correr y abrazarlos, tal vez si sea el cielo.
Pero no lo hizo se quedó en el marco de la puerta, observando tan hermosa escena, cuando sintió que alguien lo abrazaba desde atrás, poniendo una mano larga sobre su entrepierna, que rápidamente fue retirada. Lo que le hizo gritar, a pesar de haber sido auror, no se había esperado ese abrazo, y no había podido esquivar a su acosador personal, que sonreía con suficiencia.
-Veo que ya te aliviaste… - dijo el chico, y como buen niño Harry se sonrojo, empezaba a detestar a este marica.
-Hijo deja de molestar a tu hermano. –Dijo su madre. Lo que hizo que Harry abriera con sorpresa sus ojos. No, no podía ser que su hermano fuera un marica y lo acosara, por dios acababa de besar a su propio hermano.
-Sí mamá- contesto, mientras caminaba hacía la mesa. Harry observo, que el chico usaba una gabardina negra sobre el uniforme, gris. Que le hizo recordar a su hijo Albus, cada vez que se empeñaba en vestirse como gótico.
-Hijo sabes que no puedes llevar esa gabardina a la escuela, ni tampoco esas pulseras afiladas.- Olímpicamente el supuesto hermano ignoro a su madre.
°°°°°°°° Pov. Harry °°°°°°°°
Camine al lado de mi hermano hasta la escuela, por lo visto en este lugar éramos simples muggles, empecé a divagar que tal vez era un mundo paralelo, en el cuál mis padres están vivos y tengo un hermano. Llegamos a un instituto, todo el camino hasta ese lugar nos la pasamos en silencio, él no dijo nada, pero yo podía sentir su mirada sobre mí, como escudriñaba y analizaba cada parte de mi cuerpo, de vez en cuando sentía su mirada más fijamente en una parte determinada de mi anatomía.
Al ser auror había aprendido a mantener la calma, pero este chico me ponía nervioso, si claro, tal vez tenga algo que ver el hecho de que lo tenía sobre mí esta mañana. Mi corazón se detuvo en ese instante, cuando divise a Ginny que llegaba junto con Ron y lo gemelos Weasley, solté la respiración que no recordaba haber detenido el aire. Cuando vi también a los gemelos.
Ron se me acerco, íbamos en el mismo salón.
-Qué tal hermano, oye me sorprendes cada día más.
-¿Porque?- pregunte mientras colocaba me sentaba en la butaca, frente a mí estaba una silenciosa Hermione.
-¿Es que acaso no te das cuenta Harry? Como es posible, que no te de miedo tu hermano, solo míralo, es oscuro, un pervertido, seguramente a asesinado, además es intimidante.
-¡Ron! Te recuerdo, que es un chico normal, entiendes. Si claro, acaso saben en cuantas peleas se a metido desde que lo conocemos. Nunca llega con un rasguño, pero todos los demás sí. Enserio cuídate la espalda no vaya a ser que en una de esas te ataque.
-Lo que me debería de cuidar es otra cosa. – No me di cuenta que lo dije en voz alta, y mis dos amigos se me quedaron viendo. Pero justo en ese momento la puerta se abrió dando paso a nada menos que mi hermano, el cual me ubicó desde la puerta, lanzándome una temible mirada de odio. Que provocó un temblor en Ron y Hermione.
Note que cuando él entro, todos quedaron en silencio, mientras el pasaba entre las butacas para llegar a su asiento los alumnos se apartaban dejándole paso libre. Ron tenía razón, todos le tenían miedo. Mi hermano realmente se veía imponente, con su altura, la gabardina, esa aura oscura que lo rodeaba dándole fuerza a su cuerpo frágil y delgado, que note muy bien en la mañana. Incluso yo un auror no lo vi como un enemigo, más bien para mí era algo realmente admirable que yo esa mañana lo confundiera con una chica, que me mostrara una muestra de cariño, la misma persona que tenía enfrente de mí, esa persona que me miraba con odio, que destilaba poder, oscuridad, y además mantenía su rostro sin emoción alguna.
Durante las horas siguientes puede apreciar que no solo era una persona seria y reservada, a diferencia de su actitud de la mañana que era más bien cínica, también era excesivamente inteligente. Aunque la mayoría de las veces que opinaba era para corregir algún error en el profesorado o alumnado, seguido de un mordaz, sarcástico y envenenado comentario sobre la capacidad intelectual del aludido. Y así es como absolutamente todos lo aborrecen pero nadie dice nada. Es como si tuviera un slytherin aquí, peor que Draco, pero lamentablemente me di cuenta que efectivamente Draco también asiste al mismo instituto al verlo en el receso.
Durante la clase de deportes nos colocaron en binas, para mi mala suerte me toco con mi hermano, pues Ron se puso de pareja con Hermione, para colmo había algunos ejercicios bastante comprometidos, nunca me ponían nerviosos los hombres, pero desde esta mañana solo él me pone, demonios no debo de pensar en eso, mierda me estoy excitando, ah no pene regresa a tu lugar. Justamente en ese momento mi hermano me levantaba las piernas para checar la flexibilidad, mis rodillas pegaban con mi frente, aunque este cuerpo no había sido entrenado, sí mantenía el conocimiento.
Para lograr tal hazaña mi hermano se posicionó sobre mí, mi espalda descansaba sobre el tapete. Él dejaba caer su torso sobre mis piernas elevadas, accidentalmente, verlo sobre mí, provoco que mi mente divagara a la mañana… el beso... Y en la posición nuestros rostros están muy cerca, para saborearlos, en fin el ejercicio se invirtió, pero a mí me paso lo impensable. A pesar de ser hetero, accidentalmente mi entrepierna respingó al tener al chico bajo mío, solo mío. Para cuando termino el ejercicio tuve que pedir permiso para ir al baño, puesto que no quería que alguien lo notara, o peor que alguien se ofreciera a ayudarme... Alguien como mi hermano.
Ese simple pensamiento me provoco escalofríos por toda mi espina dorsal, y la idea no me pareció tan descabellada. Pero me die que no a mí mismo, después de todo era mi hermano del que hablaba, demonios toda mi vida anterior envidie a Ron por tener hermanos y ahora que tengo uno lo quiero violar.
Justamente salía de los baños cuando una chica me intercepto, creo que era Pansy Parkinson.
-Hola Harry, ¿me harías un favor?
-Eh, pues… - pero no me dejo terminar para cuando ya me había dado una carta en mis manos.
-Se lo entregarías a Severus… Por favor, es que tú sabes que él me gusta, y yo no podría soportar que se burlara de mis sentimientos en mi cara. – Dijo ella acongojada y con una mirada triste. Eso me alarmo, primero yo no conocía al tal Severus.
-Mejor tú dásela, que tal si te acepta…
-Eso sería una locura, tú hermano odia a cualquiera que no seas tú. –Quede en shock, Severus así se llama mi hermano.
-No sabes que, tienes razón, mejor yo le doy la carta- Espero que no acepte a Pansy nunca me cayo ella bien. Ah pero que mierda estoy pensando.
Justo en ese momento nos interrumpió un grito que provenía de la entrada de la escuela. Era la voz de Hermione, salí a toda prisa hacia ella. Para encontrarme con Ron en el suelo sosteniéndose su estómago adolorido. Y Draco mirándolo desdeñosamente con su pandilla a sus espaldas. Pero eso no era todo, pues con paso decidido Draco tomo a Hermione por el cabello obligándola a hincarse a sus pies. La furia corría por sus venas.
Instintivamente sostuvo el brazo de Draco por la muñeca hasta que la soltara por la fuerza aplicada.
-No la vuelvas a tocar, ¿entendido Malfoy? –La habilidad de un auror fue demostrada, Malfoy no pudo contradecirlo, solo gritar adolorido, y suplicar.
-¡Ah! suéltame Potter, me haces daño.
Acto seguido los demás se habían abalanzado sobre mí, aunque yo los esperaba, listo a repelerlos. Alguien se interpuso mucho antes de que estuvieran a mi alcance. Severus, había golpeado a uno de los gorilas de Malfoy, y este último lo miraba con terror. Entonces se dio cuenta que al que miraba era a Severus. Y entonces me pregunte ¿Por qué ese nombre se me hacía tan familiar?
-Malfoy… - Dijo mi hermano en un susurro atemorizante lleno de rabia en un siseo apenas audible. – Será mejor que lo sueltes… - Supe que se refería a mí y por alguna razón lo obedecí, solté a Malfoy. Y este rápidamente se enderezó.
-Será mejor que te vayas, no quiero ver tu afeminada cara una vez más por hoy. –Draco enrojeció supongo que de furia. Y muy dignamente dándose vuelta y retirándose mientras les hacía señas a sus guardaespaldas.
-Mira Severus solo no intente tocar a tu hermano, el infeliz se entrometió.
Hasta que se hubo retirado, Severus se dignó a mirarme. Escudriñando cada parte de mí, y comencé a preguntarme ¿dónde quedo esa sonrisa traviesa de esta mañana? Pero ignore su mirada como pidiendo una explicación, racional. Y me dirigía hacia Hermione y Ron el cual estaba sorprendido por alguna razón.
-¿Te encuentras bien Ron?
-Gracias hermano… -Pero fue interrumpido por Severus nuevamente seseante y amenazador a todos los presentes metiches que miraban todo el espectáculo.
-A que esperan para largarse – Cinco palabras fueron suficientes para que todos se dispersaran. Severus ni siquiera me miro cuando se alejó, tomando su maletín del suelo. Y emprendiendo la calle por la que llegamos esa misma mañana.
Una vez solos los tres, Hermione y ron le explicaron.
-Déjalo Harry solo está molesto- Dijo Hermione, mientras abrazaba a ron, ayudándole a llevarle a casa, mientras Ginny les seguía de cerca. – Empezó con lo de siempre, ya sabes su teatro… de eres despreciable, etcétera.
-Eso no es excusa Hermione.
-Pero Harry ya te habíamos dicho que es normal que el este enfadado, aunque hoy Severus me dio escalofríos, y eso fue aterrador. Pensé que él y Malfoy se llevaban bien, pero creo que Malfoy solo trata de caerle bien por conveniencia, aunque sería obvio después de todo le conviene.
Preferí no preguntar a qué se refería Hermione con eso. Se supone que yo debería de saberlo. Entonces me di cuenta que ya me encontraba en el recibidor de la mansión Potter, pues eso era ya mirándola bien, era la misma casa que se encontraba en el valle de Godric.
Mientras subía las escaleras, hasta llegar a la recamara en la cual había despertado esa mañana en lugar del hospital, o del cielo, llegó a la conclusión de que ese era un mundo paralelo en el cuál sus padres vivían, y tenía un hermano llamado Severus.
Pero justo al abrir la puerta de su habitación fue recibido por unos brazos, que lo rodearon impidiendo reaccionar o escapar, y sus labios fueron aprisionados por unos delgados y finos. Que se separaron tras unos segundos ya sonrosados, Severus tenía los ojos dilatados en excitación, con las mejillas sonrojadas, y entonces se imaginó que nadie de sus compañeros del instituto lo habían visto algún día así, tan vulnerable y expuesto sentimentalmente. Imaginarme a mi hermano frágil me excito, me hacía sentir con poder, quería someterlo, hacerlo mío. La urgencia fue muy grande, tanto que lo levante y el en reflejo me rodeo con sus piernas a la altura de la cintura. Lo tumbe con delicadeza en la cama.
Mierda lamentablemente, hacía mucho que Ginny murió, y desde entonces vivo en celibato. Pero ¿Por qué no iba tras de Ginny? ¿Por qué quería follarme a mi propio hermano? Mierda.
Mis cuestionamientos se figaron justo cuando con mi rodilla, que se encontraba entre las piernas de él, roce su erección. Y obviamente gimió removiéndose. Sus sonidos me nublaron, no solo la vista sino también mi mente. Era música para mis oídos. Quería escucharla más, solo para mí, nunca pensé ser tan posesivo pero este chico tan dual me prendía como Ginny nunca hizo.
Toque con mis manos ese torso plano y duro, que me hizo olvidarme por completo de Ginny pues ella era frágil y blandita. Aunque Severus se veía frágil cuando se hacía el dócil pero no definitivamente era fuerte. Y estaba comprobado al sentir con sus manos el cuerpo musculoso, y fibroso bajo el tacto.
Cuando menos acordé yo ya lo tenía a él desnudo, masturbándole, haciéndole gemir con cada movimiento de mis manos, una sobre su gran mástil y la otra paseándose por cada roncón de su cuerpo, hasta que yo ya sin aguantar un segundo más me dispuse a empezar a preparar al adolescente. Para próximamente ingresar en su interior. De tan solo mirar ese orificio rosa, provoco una punzada en mi propio miembro, que deseoso se alzaba.
Entonces en un movimiento rápido y antes de que mi hermano se arrepintiera de ser incestuoso conmigo, decidí abrirlo de piernas, él aun sin notarlo por su estado de estasis total. Pero justo cuando metí el primer dedo y note como su cuerpo se tensaba, supe que efectivamente ese orificio era virgen, pues mi deseo emitió un fuerte gemido de dolor. Separándose a una distancia considerable de mí. O más bien yo lo deseaba muy cerca de mí.
-¡Acaso te has vuelto loco! Nunca me tomaras me escuchaste.
Por dios no podía ser, mi pene palpitaba de deseo, quería correrme, y a Severus se le ocurría comportarse como un crío virgen, aunque por lo visto si lo era. Suspire cansado, deseoso de largarme a terminar con mi mano amiga en el baño, cuando sentí algo que me provocaba un placer insuperable en mi entrepierna. Al dirigir mi mirada hasta ahí note con fascinación, como entraba mi miembro en la cavidad bucal de Severus. Mientras con sus grandes manos tocaba mi escroto.
Ginny nunca quiso mamarmela, para ella era algo asqueroso, pero Severus lo degusta con placer, incluso de vez en cuando gime sobre mi glande, mandándome deliciosos espasmos directos.
-Ah- grite y no pude darle aviso de mi llegada al tan ansiado orgasmo solo logre aprisionar fuertemente su cabello lacio y negro entre mis manos, haciéndolo gemir de dolor, además en ese momento no le permití la retirada, casi provocando que se ahogara con mi semen, atragantándose, mientras yo violaba su boca como poseso, cuando por fin logro zafarse, tosiendo, y escurriéndose mi semillas por las comisuras de sus labios, cayendo las gotas blanquecinas por su barbilla hasta su blanco pecho.
Note como él aún estaba excitado, pero me miro furioso, poniéndoseme la piel de gallina al encontrarme tan expuesto.
-¿Qué demonios crees que hacías? casi me ahogas.-No cabe duda era muy quejumbroso.
Pero pronto lo silencie al lanzarme sobre él y besarle con pasión. Saboreando mi propia esencia en sus labios.
-Me pones a mil, no tengo ni la menor idea de qué demonios hago- dije instalándole un sonrojo aun mayor que el que tenía provocado por la falta de aire mientras me daba la primera felación de mi vida.
-Quien lo hubiera dicho tu y yo juntos.
-¿Qué quieres decir?
-Nada Potter nada. –El uso de ese apellido pronunciado de aquella forma, me hizo recordar a la persona que siempre me llamaba así, a la persona que me insultaba con solo pronunciar mi apellido con su boca. Era el profesor Snape. Entonces recordé aquellos recuerdos que vi en el pensadero. Cuando cursaba oclumancia. No podía ser, no podía ser ese mismo Severus. Me puse pálido, viendo al chico que tenía a mi lado, su cabello oscuro que caía sobre el hombro desnudo de piel pálida, como la de mi ex-profesor de pociones. Su nariz, hasta entonces caí en cuenta que eran idénticas. Por dios quiero cogérmelo aun sabiendo de quien se trata. Y no solo eso, lo deseo aún más al saber que es virgen esa entrada.
-¿Por qué me dices Potter? Si tú también eres uno.
-Si ya se, que ustedes me tratan como uno, pero sabes perfectamente que nunca dejare de ser un Snape aunque ustedes me hayan aceptado.
-¡Que! – Grite y él entrecerró los ojos como analizando mi reacción. –Quiero decir…
-¿Desde cuándo sabes pelear?- pregunto Severus decidido a llegar al fondo de todo esto… -Yo durante todo este tiempo eh tenido que ayudarte y créeme hoy Draco se llevó una desagradable sorpresa. -Me quede en silencio sin saber que contestar. –Bien supongo, que es hora de hacer la tarea, tú también deberías, eres pésimo en química, y mis habilidades en la materia no harán el examen por ti.
Sonreí ante el insulto era tan él, no podía creerlo tenía al verdadero Severus Snape, el hombre con el cuál estaré eternamente agradecido. Lo abrace, como si lo volviera a tener en mis brazos escapándosele el último suspiro de vida. Empecé a llorar de la nada, no podía creer lo mucho que extrañaba a ese hombre. Mi llanto lo alarmo, y note que él no sabía qué hacer, pero aun así. Por dios era él, era Severus Snape. Y me hacía sentir mariposas en el estómago. Eran demasiadas emociones para un día.
-Potter cálmese, digo cálmate- se corrigió y por un momento sentí que era Snape, realmente lo era, me retire bruscamente de él, para mirarlo con los ojos entornados y cristalinos por las lágrimas.
-¿Profesor Snape?- Note como ante mi comentario, Severus abrió los ojos, el color de sus mejillas ganado por la reciente actividad se esfumo. Justo en ese instante.
Notas finales:
el incesto es solo por acerles creer que realmente son hermanos
Capitulo 2