a) El Chico Que Vivió Un Poco
b) Barbarella (publicado en español por winter)
c)
http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=34574&index=1d) Harry estaría muy contento si la guerra se extendiese indefinidamente.
-Pero es que es puaj, ¿no, colega? Pensábamos que nos habíamos librado de las clases con el bastardo grasiento cuando dejamos el colegio y ahora tienes que aguantarlo otra vez. No es justo.
-Sinceramente, no me importa, Ron-. Harry se encontró hablando muy despacio, pronunciando con cuidado cada palabra, con la vana esperanza de que eso ayudara a meter ese mensaje en la cabeza de Ron. -Él no es tan malo, ahora que ya no soy su alumno. Probablemente te darías cuenta si le dieras una oportunidad.
-¡Darle una oportunidad! Estamos hablando DE Snape, ¿no? ¿Del Snape que convirtió siete años de nuestras vidas en una pesadilla? ¿Del Snape que te ridiculizó en clase de Pociones en el mismo momento en que te conoció? ¿Ése? ¿O hay otro Snape deambulando por ahí del que no tenía ni idea? ¿Un más amable y sensiblero Snape que en realidad es un tío legal una vez que lo conoces? Joder, Harry, nunca pensé que te diría algo así pero realmente, ¡REALMENTE necesitas salir más!
Harry suspiró. -Entonces supongo que no es el momento de decirte que realmente es un tío legal una vez que lo conoces-. Intentó sonreír pero obviamente a su amigo no le hizo gracia.
-¡Él es el enemigo, Harry! ¡Era mortífago!
-¡Sí! ¡ERA mortífago! Creo que no te das cuenta de cual es la palabra clave de esa frase, Ron.
-Dios, si hasta empiezas a usar expresiones de las suyas.
-Mira, no voy a discutir contigo sobre esto. Hace siglos que no te veo y no quiero gastar el poco tiempo que tenemos para pasar juntos discutiendo sobre tu rencor hacia Snape.
-¡MI rencor? ¡Por el amor de dios, ese hombre tiene una marca de nacimiento que pone rencoroso! ¡Y es de las que nunca se borran!
Harry sonrió levemente ante eso. Después de todo era bastante acertado. -Bueno, evidentemente tú también tienes la tuya, Ron. Aún vives en el modo estudiante. Si te relacionaras con Snape como un adulto, de adulto a adulto, vamos, estoy seguro de que no encontrarías a la misma persona que en la escuela.
-¿Intentas decirme que ya no es maleducado, malicioso, sarcástico o malhumorado?
-Eh, bueno, no. Sigue siendo todo eso. Es sólo que... eso no es TODO lo que es, no sé si me explico.
La cabeza pelirroja negó con vehemencia. -No, Harry, no te explicas. Todo lo que veo es que, después de siete años siendo intimidado y humillado por ese cabrón, ahora quieres hacerme creer que es tu puto amigo o algo así.
-Siete años siendo intimidado, humillado, tratado como un niño normal en vez de como El Niño Que Vivió, salvado de mi mismo y de otros...
-¡Oh, vale ya con eso!
-¿Que vale ya con qué? ¿Con la verdad? Snape me salvó la vida tropecientas veces mientras estábamos en la escuela, Ron, ¡y joder si lo sabes! ¡Y si NOSOTROS no hubiésemos sentido todo ese puto rencor hacia ÉL, podría habernos ayudado MÁS de lo que lo hizo!
Ron se levantó, mirando fijamente a Harry con los ojos muy abiertos, como enloquecidos. -Te ha hecho algo, ¿no?
La mandíbula de Harry cayó casi hasta su pecho. -¿De qué coño estás hablando, Ronald Weasley?
-Te ha hechizado o dado una poción o algo así, ¿verdad? ¡El muy hijo de puta! Nunca te había gustado, Harry, y ahora ¡escúchate! Te ha hecho algo en el cerebro, eso ha hecho. ¡Te ha hecho algo para hacer que te caiga bien!
Harry se apoyó en el sofá y lo usó de apoyo para ponerse de pie, girándose para mirar a la cara de Ron, que estaba sobre la alfombra. -Sí, lo ha hecho. Snape HA HECHO algo para que me caiga bien. Ha sido bueno conmigo y me ha tratado bien, ¡me ha COMPRENDIDO cuando cada jodida persona que conozco simplemente quería ser amable conmigo!
-Vale, PERDÓNAME por ser AMABLE contigo, ¡idiota desagradecido! ¡Si hubiésemos sabido que lo que de verdad querías a tu lado era UNOS COMPLETOS HIJOS DE PUTA, te podríamos haber tratado como a la MIERDA y también estarías encantado con nosotros!
-¡Él NO me trata como a la mierda!
-Oh sí, lo siento. Él te COMPRENDE. Lo había olvidado. ¿Y como es que Snape puede COMPRENDERTE tan bien y los demás no podemos? ¿Eh?
Harry se puso la mano en la frente y empujó el pelo hacia atrás. -Por ESTO. De entre todos los que conoces en este bando de la guerra, Ron, ¿quién ha estado frente a Voldemort y ha podido contarlo después? Sólo nosotros dos. Snape y yo. Nosotros lo hemos hecho. Él ha estado ahí, igual que yo. Sabe a lo que nos enfrentamos. Y como yo tiene una marca que lo prueba.
Ron se sintió desconcertado ante ese argumento. Cerró los puños un par de veces, obviamente intentando pensar una buena réplica. -Sí, vale -dijo con la voz apagada. -Puede que Quien Tú Sabes os marcase a los dos pero Snape lo ELIGIÓ. Lo tuyo fue a la fuerza, colega.
Harry dejó caer los brazos a los lados y suspiró profundamente. -¿Hay algo que pueda hacer para convencerte de que está en nuestro bando y que él no es como tú dices que es?
Ron pareció herido. -No entiendo por qué de repente es tan importante para ti, Harry. ¿Por qué te importa tanto lo que piense de ese tío? ¿No tengo derecho a tener mi propia opinión?
-Sí, pero tu opinión está equivocada, Ron.
Ron miró fijamente a su amigo. -Vale- dijo. -Piensa lo que quieras. Te veo mañana.
-¡Ron!
Pero Ron se estaba yendo a grandes zancadas, abriendo la entornada puerta del salón y encontrándose cara a cara con Lupin y Snape al otro lado. -¡Genial!- Iba que echaba humo. -¡Jodidamente genial!- Apartó de un empujón a sus dos ex-profesores, subió la escalera haciendo todo el ruido que pudo y entró en el dormitorio más cercano cerrando de un portazo.
Harry iba a seguirle pero la vergüenza le frenó cuando vio que Lupin y Snape habían escuchado por lo menos una parte de su pelea con Ron. "Mierda", maldijo para sus adentros. Se metió las manos en los bolsillos de los vaqueros y bajó la cabeza. -Siento que hayan que tenido que oír esto-, dijo a las puntas de sus zapatillas.
Sentía su cara increíblemente caliente mientras con cuidado pasaba entre los dos magos adultos y se dirigía a la escalera. Sólo quería subir ya a su dormitorio y esconder la cabeza bajo la almohada. Mientras subía la escalera escuchó claramente a Lupin decirle divertido a Snape: -Bueno, Severus, yo diría que no hay ninguna duda de que definitivamente Harry sabe que ahora estás en nuestro bando...
[…]
El corazón de Harry volvió a su garganta; sentía como si saltase arriba y abajo. Sus ojos recorrían a su amante, buscando alguna signo evidente de daño y, al no encontrarlo, dejó escapar el aire que no sabía que había estado reteniendo en sus pulmones. Sencillamente miró a Snape un momento, observando el modo en que sus ojos negros recorrían la habitación mientras contaban el número de personas presentes y evaluaban el peligro potencial que cualquiera de ellos podía representar. A pesar de que la máscara que era su rostro nunca cambiaba, la postura de su cuerpo pareció relajarse ligeramente cuando el espía se cercioró de que estaban rodeados de aliados.
Todos estaban montando un escándalo alrededor de Dumbledore. Snape cruzó los brazos sobre su pecho y se mantuvo al lado de la chimenea, mirando lo que pasaba con el ceño ligeramente fruncido. El espíritu Gryffindor de Harry le envalentonó y se dirigió hacia su amante. Al acercarse, la negra mirada de Snape se fijó en él. Está bien, se dijo internamente Harry, no le voy a abrazar en frente de todos. No importa lo mucho que lo desee. Dios, quiero hacerlo. Se paró a casi medio metro de Snape y le tendió la mano. Snape arqueó las cejas mientras le miraba desde arriba.
-Lo ha hecho muy bien hoy, señor-, dijo Harry con voz firme. -Me complace ver que está bien.
Harry fue vagamente consciente de oír en alguna parte detrás de él la voz de Ron diciendo "¿Qué coño está haciendo Harry?" Obviamente Snape lo oyó muy bien, pues hubo un momentáneo parpadeo en los ojos de ónice antes de que cuidadosamente descruzase los brazos y estrechase la mano de Harry.
-Gracias, señor Potter.
Harry sonrió ampliamente al terminar el apretón de manos. Dios, era tan perfecto tocarle, aunque fuese sólo un poquito. -¿Quiere tomar algo, señor?- Notó que Snape tragaba mientras sus miradas seguían fijas en el otro. Deseaba tanto rodearle con sus brazos y besarle una y otra vez, y decirle lo maravilloso y valiente que era y lo muy, muy feliz que estaba Harry de verle con vida, ileso y de vuelta con él.
-¿Es posible que quede algo de escocés en esta casa que Lupin y usted no hayan deslizado por sus gargantas?
-Por supuesto. Y creo que incluso es más viejo que yo.
Snape asintió ligeramente. -Muy bien. Sin hielo, Potter-. Hubo una pequeña pausa y entonces, -Gracias.
Harry sonrió aún más ampliamente que antes y fue corriendo a por la bebida. Al pasar por el grupo de los Weasley y Hermione sonrió tímidamente, intentando ignorar las miradas que le lanzaban.
Volvió con Snape con dos vasos de escocés, sin hielo, y le entregó uno. Vacilando, chocó su vaso contra el de Snape. -Me alegro de que hayas vuelto-, susurró, y levantó la bebida en un discreto brindis. Snape le evaluó un momento antes de asentir una vez y tomar un largo trago de escocés.
-¿Profesor Snape? ¿Señor?- La voz de Hermione les interrumpió. Snape volvió su mirada hacia la joven. -Eh, Hagrid nos contó, es decir, nos contó que quizá le tenemos que agradecer que el profesor Dumbledore esté a salvo.
Snape apenas alzó la barbilla. -Hagrid estuvo en el patio la mayor parte del tiempo, señorita Granger. No es un testigo fiable.
Hermione frunció un poco el ceño. -Bueno... gracias de todos modos, profesor-. Intercambió una mirada con Harry, con un pequeño rodar de ojos, y se alejó de nuevo.
…
Notó que algo se acercaba por detrás de Harry y de repente dejó su vaso en la repisa de la chimenea. -Ronald Weasley-, dijo con voz fría. -¿Le importaría salir conmigo al pasillo para una breve charla?
Harry se dio la vuelta sorprendido de ver a Ron ahí en pie con la boca abierta. Snape ya caminaba hacia la puerta, obviamente esperando que Ron le siguiese obediente. Ron intercambió una mirada de pánico con Fred y George y después caminó tranquilamente hacia el otro hombre como si se dirigiese hacia al cadalso. Harry le observó alejarse y después también caminó hasta la puerta quedándose a este lado para intentar escuchar que iba a decir Snape.
-¿De verdad le cae bien el señor Potter, Weasley?- La voz de Snape era dura.
-¿Qué? ¡Claro que sí! ¡Es mi mejor amigo!
-¿Entonces por qué se empeña en tratarle mal? ¿De un modo tan infantil?
-¿De qué está hablando, Snape? ¡Yo no hago eso!
-Usted no confía en su opinión, menosprecia sus decisiones y se burla abiertamente de sus intentos de actuar de un modo maduro y digno de admiración.
-¿Uh? ¡Yo no hago eso!
-Le vi hace un momento, señor Weasley. Esa mirada en su cara mientras él hablaba conmigo y con el señor Lupin era francamente desagradable. Consiguió unas buenas risas de sus igualmente superficiales hermanos pero, ¿se paró usted a considerar el hecho de que estaba ridiculizando públicamente al que usted manifiesta que es su mejor amigo?
Harry hubiese dado cualquier cosa por ver la reacción de Ron ante eso.
Snape dio un suspiro de frustración. -¿Desaprueba que Potter sea amable conmigo?
-Bueno, yo eh...
-¿Tanto odia la idea de que sea agradable con cualquiera que no sea usted, señor Weasley? ¿O es posible que usted se sienta amenazado por la creciente madurez de Potter y por su comportamiento adulto?
-No. Usted...
De repente un grito agudo llenó el pasillo. Obviamente habían molestado al retrato de la madre de Sirius. -¡Basura repugnante!-, les gritó la señora Black. -¡Escoria, traidores! ¡Fuera de mi casa todos los sangre sucia!
-¡Maldita sea!-, gritó Ron, claramente sorprendido.
Harry osó asomar un poco la cabeza por la puerta del comedor para ver qué pasaba en el vestíbulo. Snape estaba frente al gran retrato sosteniendo la cortina que lo tapaba y gritándole a la cara. -Soy un Snape-, bramó hacia la señora Black. -Y él-, señaló con un dedo a Ron. -¡Es un Weasley! ¡AMBOS somos sangre pura, vieja bruja odiosa! ¡QUE TE JODAN!
La mandíbula de Ron estaba tan abierta como era posible. Y miraba a Snape de una manera diferente, impresionada aunque a regañadientes.
Snape corrió las cortinas sobre la ya intimidada pintura y se giró de nuevo hacia Ron. -No le caigo bien, señor Weasley, soy consciente de ello. Y le puedo asegurar que usted a mí no me agrada lo más mínimo. Pero Potter es una persona importante para ambos y le recuerdo que una parte de la amistad conlleva respetar las decisiones del otro y ocasionalmente tolerar sus otras relaciones. No deseo ser de nuevo testigo de sus groserías con respecto a Harry. ¿Está claro?
-S... sí, señor.
-Muy bien.
Harry se escondió de vuelta en el comedor y volvió con Lupin quien ahora charlaba con Hermione y los gemelos. Vio disimuladamente como Snape volvía a la sala seguido poco después por un bastante avergonzado Ron. Snape recuperó su bebida de la chimenea y fue rápidamente arrastrado en una conversación con McGonagall y Kingsley. Harry sonrió a Ron y éste se reunió con ellos.
-Espero que no te haya atormentado demasiado-, le dijo Harry en voz baja.
Ron le miró con cara de loco. -Te ha llamado Harry, Harry.
Harry sonrió como un niño con zapatos nuevos. -Sí, lo hace últimamente-. Intentaba parecer despreocupado mientras se bebía el escocés.
-¡Y le dijo a la madre de Sirius "que te jodan"!
Harry se rió alegremente de eso. Oh, dios, no podía esperar para estar a solas con Snape otra vez.
e) (Los fragmentos pertenecen a los capítulos 11 y 13). Realmente no podría decir que este fic está entre mis favoritos, pero vaya que tiene partes muy buenas, estas en especial me encantaron por la manera en que se defienden uno al otro. Primero Harry es capaz de pelearse con Ron, ¡Ron! ¡su mejor amigo! con tal de mostrarle que confía en Severus y que en realidad no es tan malo como pensaban, y luego es Snape quien habla con Ron demostrándole que en realidad no sabe ser buen amigo (hay que admitirlo: no lo es), eso dice mucho de estos dos a mi parecer. A decir verdad tuve la tentación de añadir también una escena en que incluso le llevan la contra a Dumbledore ¡los dos! con tal de estar juntos en el momento decisivo: la batalla final contra Voldemort, hablando sinceramente no sé porqué al final no lo hice, pero me decanté sólo por estos fragmentos.